Iniciativa conjunta de los partidos que participan en la Revista Comunista Internacional
Sobre la elección presidencial de noviembre en los EEUU.
Frente a las elecciones presidenciales en los EEUU –país que ocupa un lugar en la cúspide del imperialismo y en las organizaciones y uniones imperialistas (OTAN, FMI, BM, etc.)- los partidos comunistas y obreros, que signamos, expresamos lo siguiente.
La crisis económica del capitalismo marca las elecciones: desvalorización del trabajo, desempleo, descenso del nivel de vida de la clase obrera y de los migrantes, incremento del discurso y los ataques racistas y peligrosa tendencia a la guerra.
Entre los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano, Obama y Romney se expresan disputas intermonopolistas y contradicciones en la gestión del capitalismo y la crisis, pero ninguno de ellos es alternativa para la clase obrera y las capas medias; Ambos tienen el apoyo de grupos monopolistas. El ataque anticomunista del candidato republicano contra el demócrata no expresa sino demagogia populista, apelando al voto reaccionario y conservador, sin embargo siembra confusión al introducir la posición liberal del “mal menor”.
Durante la estancia de Obama en la Casa Blanca los monopolios han sido beneficiados de los rescates para evitar la bancarrota, atacando a los trabajadores, no sólo con la pauperización y el paro, sino con la utilización de fondos públicos en detrimento de las pensiones, las jubilaciones, la salud, los fondos sociales.
Los matices entre Obama y Romney no deben encasillar a los trabajadores norteamericanos en falsa disyuntiva del mal menor; La retórica de diferencias entre ambos viene al suelo con los hechos.
Obama, el nobel de la Paz, continúa la política de guerra en Medio Oriente, la intervención militar de las tropas imperialistas para reorganizar el saqueo que hacen los monopolios de los recursos naturales y la explotación del trabajo asalariado. Eslabonado con su predecesor Bush, en Iraq y Afganistán, ha llevado la agresión militar a Libia, Siria y ahora desestabiliza seriamente la paz mundial con los planes contra Irán. En América Latina, Honduras y Paraguay son signos del regreso del golpismo antidemocrático. Ha confirmado los lazos con el gobierno israelita en contra de los legítimos derechos del pueblo palestino. Continúa con el criminal bloqueo contra Cuba y la ilegal base militar de Guantanamo donde se cometen violaciones a los derechos humanos.
En la vida interior de los EEUU, la política de Obama en torno al tan publicitado Medicare en esencia abrió nuevos campos para la explotación comercial de la salud y de rentabilidad para los grupos monopólicos como ha demostrado la compra reciente de Amerigroup Corp. por WellPoint, mientras que los recortes disminuyen los servicios básicos para los sectores más pobres. El ataque constante al welfare y la postura en relación a los obreros migrantes son elementos que permiten asegurar que se trató de vanas promesas electorales para atraer al electorado liberal, al que lamentablemente se sumaron las fuerzas clasistas.
Debe denunciarse el hecho de que el poder de los monopolios estadounidenses, el Estado norteamericano, no admite espacios en su fachada democrática para representantes de los intereses de la clase trabajadora. Es muy negativo que no se exprese la posición autónoma e independiente de la clase trabajadora de los EEUU.
El carácter de clase de los dos partidos los obliga ante la crisis capitalista a preparar un programa de más agresiones contra la clase obrera, el pueblo norteamericano y los pueblos del mundo. Consideramos que se debe rechazar el falso dilema de evitar el triunfo de la “ultraderecha” apoyando al menos derechista. Gane quien gane, ganan los monopolios, y no hay que sembrar ilusiones entre la clase trabajadora de los EEUU. Al contrario, sabiendo de antemano el contenido del futuro gobierno debe prepararse una lucha contra todas las agresiones salvajes, una lucha contra los sacrificios que intentarán imponer los monopolios, una confrontación que deberá darse desde el primer minuto del nuevo gobierno. Tenemos gran confianza en el proletariado de los EE.UU., en la posibilidad de recuperar las gloriosas tradiciones del movimiento obrero y comunista, de John Reed, William Foster, Gus Hall y luchar por sus objetivos de emancipación y vida nueva, por el socialismo-comunismo.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Firmas:
Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de Grecia
Partido Comunista Obrero Húngaro
Partido Socialista de Letonia
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de México
Partido Comunista Obrero de Rusia-Partido Revolucionario de los Comunistas
Partido Comunista de Turquía
Unión de los Comunistas de Ucrania
Partido Comunista de Venezuela
Sobre la elección presidencial de noviembre en los EEUU.
Frente a las elecciones presidenciales en los EEUU –país que ocupa un lugar en la cúspide del imperialismo y en las organizaciones y uniones imperialistas (OTAN, FMI, BM, etc.)- los partidos comunistas y obreros, que signamos, expresamos lo siguiente.
La crisis económica del capitalismo marca las elecciones: desvalorización del trabajo, desempleo, descenso del nivel de vida de la clase obrera y de los migrantes, incremento del discurso y los ataques racistas y peligrosa tendencia a la guerra.
Entre los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano, Obama y Romney se expresan disputas intermonopolistas y contradicciones en la gestión del capitalismo y la crisis, pero ninguno de ellos es alternativa para la clase obrera y las capas medias; Ambos tienen el apoyo de grupos monopolistas. El ataque anticomunista del candidato republicano contra el demócrata no expresa sino demagogia populista, apelando al voto reaccionario y conservador, sin embargo siembra confusión al introducir la posición liberal del “mal menor”.
Durante la estancia de Obama en la Casa Blanca los monopolios han sido beneficiados de los rescates para evitar la bancarrota, atacando a los trabajadores, no sólo con la pauperización y el paro, sino con la utilización de fondos públicos en detrimento de las pensiones, las jubilaciones, la salud, los fondos sociales.
Los matices entre Obama y Romney no deben encasillar a los trabajadores norteamericanos en falsa disyuntiva del mal menor; La retórica de diferencias entre ambos viene al suelo con los hechos.
Obama, el nobel de la Paz, continúa la política de guerra en Medio Oriente, la intervención militar de las tropas imperialistas para reorganizar el saqueo que hacen los monopolios de los recursos naturales y la explotación del trabajo asalariado. Eslabonado con su predecesor Bush, en Iraq y Afganistán, ha llevado la agresión militar a Libia, Siria y ahora desestabiliza seriamente la paz mundial con los planes contra Irán. En América Latina, Honduras y Paraguay son signos del regreso del golpismo antidemocrático. Ha confirmado los lazos con el gobierno israelita en contra de los legítimos derechos del pueblo palestino. Continúa con el criminal bloqueo contra Cuba y la ilegal base militar de Guantanamo donde se cometen violaciones a los derechos humanos.
En la vida interior de los EEUU, la política de Obama en torno al tan publicitado Medicare en esencia abrió nuevos campos para la explotación comercial de la salud y de rentabilidad para los grupos monopólicos como ha demostrado la compra reciente de Amerigroup Corp. por WellPoint, mientras que los recortes disminuyen los servicios básicos para los sectores más pobres. El ataque constante al welfare y la postura en relación a los obreros migrantes son elementos que permiten asegurar que se trató de vanas promesas electorales para atraer al electorado liberal, al que lamentablemente se sumaron las fuerzas clasistas.
Debe denunciarse el hecho de que el poder de los monopolios estadounidenses, el Estado norteamericano, no admite espacios en su fachada democrática para representantes de los intereses de la clase trabajadora. Es muy negativo que no se exprese la posición autónoma e independiente de la clase trabajadora de los EEUU.
El carácter de clase de los dos partidos los obliga ante la crisis capitalista a preparar un programa de más agresiones contra la clase obrera, el pueblo norteamericano y los pueblos del mundo. Consideramos que se debe rechazar el falso dilema de evitar el triunfo de la “ultraderecha” apoyando al menos derechista. Gane quien gane, ganan los monopolios, y no hay que sembrar ilusiones entre la clase trabajadora de los EEUU. Al contrario, sabiendo de antemano el contenido del futuro gobierno debe prepararse una lucha contra todas las agresiones salvajes, una lucha contra los sacrificios que intentarán imponer los monopolios, una confrontación que deberá darse desde el primer minuto del nuevo gobierno. Tenemos gran confianza en el proletariado de los EE.UU., en la posibilidad de recuperar las gloriosas tradiciones del movimiento obrero y comunista, de John Reed, William Foster, Gus Hall y luchar por sus objetivos de emancipación y vida nueva, por el socialismo-comunismo.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Firmas:
Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de Grecia
Partido Comunista Obrero Húngaro
Partido Socialista de Letonia
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de México
Partido Comunista Obrero de Rusia-Partido Revolucionario de los Comunistas
Partido Comunista de Turquía
Unión de los Comunistas de Ucrania
Partido Comunista de Venezuela