Fecha de publicación: 01/11/12
La actualización de las regulaciones migratorias era una de las reformas más esperadas por los cubanos. Anunciados el 16 de octubre, los cambios forman parte de un proceso de gradual flexibilización de la base legal del país, que tiene por objetivo lograr mayor eficiencia y productividad sin renunciar a la vocación socialista de la Revolución Cubana.
Las principales medidas tomadas son: la eliminación del procedimiento de solicitud de Permiso de Salida para viajar al exterior y de la Carta de Invitación, vigentes desde 1961; la extensión de 11 a 24 meses del tiempo de permanencia en el exterior en viajes por asuntos particulares; y la derogación definitiva de la ley que autorizaba la confiscación de bienes de las personas que abandonan el país.
Los cambios tienen en cuenta “el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos del gobierno norteamericano y sus aliados”, según fue comunicado en Granma, órgano oficial de comunicación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Por ese motivo, la reforma de la Ley de Migración mantendrá algunas regulaciones para “preservar el capital humano creado por la Revolución, frente al robo de talentos que aplican los poderosos”. “Mientras persistan las políticas que favorecen el ‘robo de cerebros’, dirigidas a despojarnos de los recursos humanos imprescindibles para el desarrollo económico, social y científico del país, Cuba estará obligada a mantener medidas para defenderse en este frente”, se lee en la editorial del Granma que acompañó el anuncio.
A partir del 14 de enero, fecha en la que entrarán en vigor los cambios, sólo se exigirá a los cubanos presentar el pasaporte actualizado y la visa del país de destino –en los casos en que es requerida– para salir de la isla. Y quienes ya posean un permiso de salida vigente podrán hacerlo sin necesidad de un nuevo trámite.
El Gobierno informó que “paulatinamente” habrá más reformas vinculadas al tema migratorio, para avanzar hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración.
Las medidas anunciadas están en sintonía con otras transformaciones socioeconómicas ya en marcha en la isla, tal como fue decidido en los lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista, celebrado en abril de 2011.
La actualización de las regulaciones migratorias era una de las reformas más esperadas por los cubanos. Anunciados el 16 de octubre, los cambios forman parte de un proceso de gradual flexibilización de la base legal del país, que tiene por objetivo lograr mayor eficiencia y productividad sin renunciar a la vocación socialista de la Revolución Cubana.
Las principales medidas tomadas son: la eliminación del procedimiento de solicitud de Permiso de Salida para viajar al exterior y de la Carta de Invitación, vigentes desde 1961; la extensión de 11 a 24 meses del tiempo de permanencia en el exterior en viajes por asuntos particulares; y la derogación definitiva de la ley que autorizaba la confiscación de bienes de las personas que abandonan el país.
Los cambios tienen en cuenta “el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos del gobierno norteamericano y sus aliados”, según fue comunicado en Granma, órgano oficial de comunicación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Por ese motivo, la reforma de la Ley de Migración mantendrá algunas regulaciones para “preservar el capital humano creado por la Revolución, frente al robo de talentos que aplican los poderosos”. “Mientras persistan las políticas que favorecen el ‘robo de cerebros’, dirigidas a despojarnos de los recursos humanos imprescindibles para el desarrollo económico, social y científico del país, Cuba estará obligada a mantener medidas para defenderse en este frente”, se lee en la editorial del Granma que acompañó el anuncio.
A partir del 14 de enero, fecha en la que entrarán en vigor los cambios, sólo se exigirá a los cubanos presentar el pasaporte actualizado y la visa del país de destino –en los casos en que es requerida– para salir de la isla. Y quienes ya posean un permiso de salida vigente podrán hacerlo sin necesidad de un nuevo trámite.
El Gobierno informó que “paulatinamente” habrá más reformas vinculadas al tema migratorio, para avanzar hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración.
Las medidas anunciadas están en sintonía con otras transformaciones socioeconómicas ya en marcha en la isla, tal como fue decidido en los lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista, celebrado en abril de 2011.