Apreciado SheninShenin escribió:El valor de cambio de un valor de uso es objetivo y se corresponde con el valor de fuerza de trabajo socialmente necesaria para producirlo. Esto es así en el capitalismo o en cualquier otro modo de producción.
Error, camarada. El valor de cambio existe en la producción de mercancías y no en cualquier modo de producción. Además el valor de cambio se determina por el trabajo socialmente necesario. La fuerza de trabajo es lo que genera el trabajo. El valor de la fuerza de trabajo es lo que se descuenta del valor de la mercancía para obtener la plusvalía.
Los Homo sapiens comercian como mínimo desde hace 40.000 años según el registro fósil.
La primera condición para que exista intercambio de bienes es la capacidad de producir excedente. El primer tipo de comercio sería la reciprocidad, es decir el intercambio de regalos entre individuos y entre clanes en la tribu. Al principio el incipiente comercio se reducía a algunas herramientas, pieles, pinturas, joyas. Los productos más valorados eran el ámbar, el sílex, la obsidiana. La obsidiana se transportó a Grecia desde épocas remotas para la realización de hachas y cuchillos. Con este material volcánico se conseguían piezas cortantes muy eficaces. El sílex que se obtenía de las minas de Krzemionki (Polonia) se ha detectado a más de 200 kilómetros de distancia.
La segunda condición para la existencia de intercambio de bienes es que los cambistas se reconozcan mutuamente como propietarios de los bienes que van a intercambiar, es decir, la existencia de una propiedad individual coexistiendo con la propiedad colectiva. Las herramientas y los bienes de consumo son de propiedad privada y los recursos naturales, el territorio de caza y recolección, primero y de pastoreo y cultivo después, es de propiedad común, conquistado y defendido colectivamente de otros grupos humanos.
La tercera condición es el descubrimiento que los bienes de consumo tienen un doble valor, un valor de uso y un valor de cambio, y por lo tanto la capacidad de cálculo, no ya contar sino la capacidad de realizar no solo operaciones aritméticas sencillas, sumar, restar, multiplicar y dividir, como parecen demostrar el hueso de Ishango con 25.000 años de antigüedad y el hueso de Lebombo con 35.000 años de antigüedad, en opinión de algunos expertos las primeras calculadoras, sino cálculos algebraicos más complejos como x = 7y, una piel de uro vale siete pieles de cabra.
El ámbar, aparece documentado desde el Paleolítico superior como objeto intercambiable cuya finalidad era el adorno, sobre todo en forma de collares. Venía del norte de Europa y su comercio abrió vías de comunicación cada vez más amplias que conectaban el Adriático, el Báltico a través de centro Europa. También se intercambiaban conchas para adornos, que provenía del Mediterráneo y se han encontrado tierra adentro, en Bulgaria, Yugoslavia y Rumanía. El norte de Grecia fue uno de los puntos de distribución de estas conchas, lotes de pulseras y anillos realizados con ella se han encontrado en Sitagroi. También los alimentos se intercambiaban entre grupos locales cercanos para atenuar los efectos del mal tiempo en la caza y en la recolección y posteriormente de las cosechas.
Saludos