"El artículo "Avances de la Revolución Energética promovida por Fidel": manipulación mediática contra Cuba"
texto de Albert Escusa - agosto de 2010
Un artículo aparecido en el diario cubano Granma, titulado «Remedios de cocina», que informa sobre la búsqueda de soluciones a piezas de repuesto por parte de obreros de un taller de reparación en Pinar del Río, y cuyo autor es el periodista cubano Ronald Suárez Rivas (1), ha sido publicado en Kaosenlared por una persona sin identificar bajo el título modificado y engañoso de «Avances de la Revolucion Energetica Promovida por Fidel» (sin acentos en el original) (2). La forma como ha sido publicado y las tergiversaciones que el artículo original ha sufrido, constituye una muestra evidente de la sutil manipulación mediática contra la Revolución cubana desde ámbitos pretendidamente “de izquierdas”.
Los objetivos de la publicación del artículo manipulado son cuatro, básicamente:
•Presentar la Revolución Energética como un capricho personal y dictatorial del ex presidente cubano Fidel Castro, impuesto contra su voluntad al pueblo de Cuba.
•Esconder los verdaderos propósitos y resultados reales de la Revolución Energética y reducir la misma a una grotesca sustitución de elementos de cocina antiguos por las ollas eléctricas, y del combustible de cocina conocido como “luz brillante” (queroseno) por electricidad.
•“Demostrar” que la Revolución Energética ha fracasado por los problemas concretos de piezas de repuesto con las ollas eléctricas y la sustitución de queroseno por electricidad.
•Presentar la situación alimentaria de las familias cubanas de forma catastrófica.
Pasos seguidos en la manipulación mediática
1. El personaje que publicó el artículo en Kaosenlared se presenta de forma anónima escudado tras el nombre del periodista cubano Ronald Suárez, con el objetivo evidente de hacer recaer la responsabilidad de la manipulación en el periodista del Granma.
2. El anónimo personaje ha sustituido arbitrariamente el resumen del artículo original del Granma, »Ante la falta de piezas, los mecánicos pinareños buscan alternativas para solucionar las roturas de las ollas y hornillas usadas en la cocción de los alimentos», por un resumen engañoso de su propia autoría: «La Revolucion Energetica sustituyo todo otro medio de coccion, refrigeracion y ventilacion usados por los cubanos para paliar sus multiples carencias« (sin acentos en el original), con lo que se afirma al mismo tiempo (sin necesidad de demostrar nada, por supuesto) que se prohibió el uso de refrigeradores y ventiladores por parte del gobierno.
3. El personaje que ha manipulado el artículo, no contento con transformar su título, y de cambiar a su antojo el resumen del mismo para darle un significado opuesto a la información que transmite, ha tenido la “delicadeza”, además, de sustituir las fotografías originales de los obreros del taller publicadas en Granma, con la de una imagen de Fidel Castro con un subtítulo pretendidamente irónico mediante el juego de palabras «K-Listo Kilowatt con su genial idea», en referencia a Fidel Castro. Así, pretende responsabilizarlo directamente tanto del supuesto fracaso general de la Revolución Energética iniciada el año 2005, como del problema concreto de la falta de repuestos en las ollas eléctricas de cocina (como si el presidente de Cuba no tuviera más problemas que ocuparse personalmente de tornillos y asas de ollas de cocina).
4. El anónimo manipulador ha insertado una afirmación de su propia cosecha sobre el artículo original, concretamente sobre la extrapolación arbitraria a todo el país del número supuesto de afectados por la falta de repuestos: en concreto afirma, sin datos reales contrastados, que hay «miles y miles de personas imposibilitadas de cocinar», escondiendo el hecho de que se han repartido una gran cantidad de modelos diferentes de ollas eléctricas y otros implementos eléctricos de cocina, los cuales no han sido reportados como deficitarios en piezas de repuesto, y de haberlo sido, no significaría obligatoriamente, que todas las familias dispusieran solamente de un sólo elemento de cocción. Esta afirmación la inserta, además, sin mencionar que es de su propia cosecha para hacerla pasar como autoría del periodista del Granma, con el objetivo de aumentar la desinformación entre los lectores.
El artículo original del Granma, describe un problema concreto de piezas de repuesto que afectan a los usuarios de ollas eléctricas (suministradas durante la Revolución Energética iniciada en el 2006 a la población, junto con otros dispositivos eléctricos como bombillas de bajo consumo y electrodomésticos modernos), y elogia los esfuerzos que hacen los obreros de un taller de reparación de Pinar del Río para tratar de solventar el déficit de piezas y poder dar una rápida solución a las familias afectadas. Desgraciadamente, un encomiable esfuerzo de los obreros del taller de reparación, y un ejercicio de transparencia informativa de la prensa cubana y de autocrítica por un problema concreto, ha sido convertido por obra y gracia de la manipulación más grosera, por parte de un autor anónimo que utiliza el nombre del periodista cubano Ronald Suárez para ocultarse, en una muestra sutil de manipulación informativa contra la Revolución cubana y de ataque a la figura de Fidel Castro.
La necesidad de la Revolución Energética
No es la intención de este artículo hacer un exhaustivo balance de la Revolución Energética, pero sí es imperativo mostrar algunos datos evidentes para poner coto a este ejercicio de difamación contra la Revolución. Para conocer el antes y después de la Revolución Energética, nos remitiremos en primer lugar a un informe detallado de la Unión Eléctrica de Cuba (que es accesible por internet para el anónimo manipulador del artículo). El informe ponía de relieve hasta el año 2005 los graves problemas energéticos que sufría tanto la economía como la población (3). Veámoslo brevemente:
· A nivel de generación y distribución:
-Plantas termoeléctricas con más de 25 años de vida, funcionando sólo al 60% de capacidad, con frecuentes averías y elevado consumo de petróleo.
-Frecuentes apagones y grandes pérdidas de transmisión en la deficiente red de distribución eléctrica.
· A nivel de consumo doméstico:
-Gran cantidad de electrodomésticos anticuados, de alto consumo y muy baja eficiencia energética.
-El 85% de la población dependía del queroseno para cocinar, cuya distribución era muy difícil de garantizar regularmente, generando graves problemas de disponibilidad en los hogares.
-Una tarifa eléctrica que no facilitaba el ahorro y permitía el despilfarro.
La Revolución Energética, como vamos a ver, no se reduce a la sustitución de elementos electrodomésticos como las ollas de cocina o el queroseno como fuente de energía, ni es el resultado de una idea espontánea y caprichosa del anterior máximo dirigente de Cuba, Fidel Castro, sino que responde a un plan económico integral bien meditado y respaldado por una amplia participación popular y de profesionales y técnicos competentes. Este trabajo de conjunto persigue dar respuesta a una necesidad crucial de la economía cubana: la modernización urgente e integral (producción, distribución y consumo de energía) de un sistema energético muy anticuado, para conseguir varios objetivos estratégicos:
a) Una mayor eficiencia económica general.
b) Reducir importaciones de petróleo y aumentar la soberanía energética ante la crisis mundial de la energía de origen fósil y los altos precios del petróleo.
c) Poner fin a los apagones y aumentar la calidad de vida de la población a través del suministro de aparatos electrodomésticos modernos y de bombillas de bajo consumo ahorradoras.
d) Combatir el fraude, el robo y el despilfarro de energía.
El programa, además, contempla la sustitución integral de todo el circuito de producción, distribución y consumo mediante la modernización de las plantas termoeléctricas, la sustitución de las torres de alta tensión y postes por otros resistentes a los ciclones, la creación de una red descentralizada de generadores diésel para garantizar el suministro ininterrumpido en caso de avería, altas inversiones en energías renovables (presas hidroeléctricas, parques eólicos y paneles solares), sustitución de motores de camiones altamente consumidores, y la modernización de los transformadores eléctricos. Asimismo, el programa integral va acompañado de métodos eficientes de gestión de la energía, y de estudios adicionales de impacto ambiental y de contaminación de los nuevos elementos implantados, como los grupos electrógenos diésel. Este programa arrancó en 1995, mediante un programa nacional de control de contaminantes que evaluaba el impacto que tenía el empleo de petróleo nacional en la generación eléctrica en sustitución del petróleo importado, mucho menos contaminante y para ello se emplearon programas informáticos específicos diseñados en el país. El estudio concluía en la necesidad de implementar una “Guía para realizar los estudios de dispersión local de contaminantes gaseosos y partículas” con el objetivo de obligar a los inversores extranjeros que proporcionaban tecnología, el cumplimiento de adecuados parámetros ambientales homologables con los países más avanzados (4).
Resultados de la Revolución Energética en el año 2009
Según el informe citado de la Unión Eléctrica, para el año 2009 se habían ejecutado casi 500.000 medidas de mejora, que incluían la eliminación de zonas de bajo voltaje (beneficiando a casi 900.000 usuarios)y la sustitución de 180.000 postes y más de 1,6 millones de acometidas. Además se sustituyeron miles de electrodomésticos anticuados y altamente consumidores, no sólo las ollas eléctricas como pretende hacer creer el anónimo manipulador del artículo, sino de todo tipo:
-Más de 2 millones y medio de refrigeradores.
-Más de 9 millones de bombillas de alto consumo.
-Más de 260.000 equipos de aire acondicionado.
-Más de un millón de pequeños ventiladores.
-Más de 230.000 televisiones antiguas.
-Más de 260.000 motores.
Por lo que respecta a la “preocupación” central del anónimo denunciante del “fracaso” de la política energética en Cuba, la cuestión de la cocción con electricidad, la Unión Eléctrica informa que en el 2009 se habían entregado más de diez millones de ollas eléctricas de varios tipos, posibilitando un ahorro en queroseno equivalente a 651.000 toneladas de petróleo tan sólo entre los años 2006 y 2008.
El informe de la Unión Eléctrica revela además la participación masiva de colectivos de población de barrios, escuelas, universidades, centros de trabajo, etc., implicados en la tarea directa de concienciación del ahorro energético y de la búsqueda de soluciones a nivel popular y profesional. Finalmente, el informe propone al gobierno la adopción de más de veinte medidas y planes generales y sectoriales relacionados con el ahorro energético, el uso de energías renovables, la formación profesional en la materia, y otros programas integrales para seguir mejorando la eficiencia y el ahorro energético.
Valoración internacional de la Revolución Energética en Cuba
Los disconformes con la información elaborada oficialmente en Cuba, entre los que se encuentra el anónimo manipulador, pueden optar por la información de agencias internacionales sobre los resultados de la Revolución Energética en Cuba. Por ejemplo, la rama de la ONU para Latinoamérica, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), informaba el año 2006 que «para hacer más eficiente el uso de la energía eléctrica, se implementó el “Programa de ahorro familiar”, por el cual se vendieron a la población alrededor de 29 millones de equipos electrodomésticos como ollas multipropósito, ollas de presión, ollas arroceras, refrigeradores, y varios millones de bombillos (sustitución de incandescentes por ahorradores). Los trabajadores sociales visitaron todos los hogares de país e hicieron un censo de las necesidades. Posteriormente se repartieron estos equipos directamente en los hogares. A pesar de que fueron conectados al sistema eléctrico nacional alrededor de 120.000 nuevos clientes, el consumo de electricidad registró un incremento de sólo 7%.» (5)
Según la CEPAL, entre los años 1990 y 2006 la emisión de gases que producen el efecto invernadero en Cuba descendió un 0,73%, siendo el único país de América Latina y el Caribe que había reducido las emisiones de CO2 y una reducción drástica de las emisiones de gases que afectan a la capa de ozono entre 1990 y 2007 (6) y en el año 2007, «la producción de electricidad, gas y agua aumentó un 7,9% gracias a la modernización del sistema energético, lo que se tradujo en la eliminación casi total de los apagones que antes ocurrían a diario» (7).
Un informe de la World Alliance for Decentralised Energy afirma que «Cuba garantiza, mediante grupos electrógenos el 48 por ciento de su electricidad, superada solamente por Dinamarca, que alcanza el 53 por ciento», siendo por ello el segundo país a nivel mundial en porcentaje de generación distribuida, por delante de otros países mucho más desarrollados como Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, etc. (ocho)
La organización ecologista Greenpeace cita a Cuba, junto con Venezuela y Nicaragua, como países pioneros en la sustitución de bombillas de bajo consumo, muy por delante de países como Estados Unidos, Australia o la Unión Europea, algunos de los cuales ni tan sólo cuentan con planes de ahorro energético (9).
La representante en Cuba del Programa de ONU para el Desarrollo (PNUD), Susan McDade, en la conferencia denominada ''Energía y cambio climático'' ante más de 600 representantes de 26 países asistentes a la VII Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Cuba, manifestó que las experiencias de la Revolución Energética cubana deberían tenerse en cuenta para otros países. (10)
Citemos además la valoración entusiasta de Álvaro Ríos Roca, ex ministro de hidrocarburos de Bolivia y secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) por el periodo 2006-2008, quien afirmó que »Cuba es miembro de la Organización Latinoamericana de Energía y es uno de los muchos países que hemos podido visitar recientemente, y donde hemos podido evidenciar que es el que más en serio ha tomado el concepto de uso racional y eficiente de la energía» (11).
Finalmente, la participación de expertos cubanos en seminarios internacionales de alto nivel, o los acuerdos para implementar la Revolución Energética en Venezuela con asistencia de técnicos cubanos, son otros elementos que indican lo acertado de de esta política a nivel general.
Y después de este breve resumen, surge la inevitable pregunta: ¿por qué motivo el manipulador anónimo del artículo del Granma no menciona ninguno de estos datos, accesibles libremente en Internet?
La Revolución Energética: un movimiento de masas para la innovación técnica
La Revolución Energética cuenta con la participación activa de numerosos investigadores en todo el país. Por ejemplo, un grupo de investigadores del Centro de Investigaciones del Petróleo descubrió el compuesto BIOMIX-D que añadido al Diesel logró disminuir entre el 5 y el 7 % del consumo de este combustible, ahorrando al país millones de dólares al año (12). Consultando en Internet revistas científicas y técnicas, se encuentran cantidad de investigaciones sobre el ahorro energético que involucra a un gran número de profesionales, técnicos y aficionados, lo que es una muestra adicional de la vitalidad de la democracia directa y popular en Cuba, como el invento del primer bote solar para pescadores construido en la isla, a cargo del ingeniero Ricardo Ibarra, que permite la navegación mediante la energía solar (13).
Tomando informaciones al azar de la prensa nacional, por ejemplo la página Artemisaradioweb, del municipio de Artemisa (La Habana) y alrededores, durante el año 2008, podemos encontrar una gran cantidad de informaciones sobre el tema: una noticia menciona que la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores del municipio de Caimito, que cuenta sólo en este municipio con 1.379 asociados, desarrolló este año unos 420 veinte trabajos, de los cuales 68 hacen referencia al ahorro de energía y el medio ambiente (14).
texto de Albert Escusa - agosto de 2010
Un artículo aparecido en el diario cubano Granma, titulado «Remedios de cocina», que informa sobre la búsqueda de soluciones a piezas de repuesto por parte de obreros de un taller de reparación en Pinar del Río, y cuyo autor es el periodista cubano Ronald Suárez Rivas (1), ha sido publicado en Kaosenlared por una persona sin identificar bajo el título modificado y engañoso de «Avances de la Revolucion Energetica Promovida por Fidel» (sin acentos en el original) (2). La forma como ha sido publicado y las tergiversaciones que el artículo original ha sufrido, constituye una muestra evidente de la sutil manipulación mediática contra la Revolución cubana desde ámbitos pretendidamente “de izquierdas”.
Los objetivos de la publicación del artículo manipulado son cuatro, básicamente:
•Presentar la Revolución Energética como un capricho personal y dictatorial del ex presidente cubano Fidel Castro, impuesto contra su voluntad al pueblo de Cuba.
•Esconder los verdaderos propósitos y resultados reales de la Revolución Energética y reducir la misma a una grotesca sustitución de elementos de cocina antiguos por las ollas eléctricas, y del combustible de cocina conocido como “luz brillante” (queroseno) por electricidad.
•“Demostrar” que la Revolución Energética ha fracasado por los problemas concretos de piezas de repuesto con las ollas eléctricas y la sustitución de queroseno por electricidad.
•Presentar la situación alimentaria de las familias cubanas de forma catastrófica.
Pasos seguidos en la manipulación mediática
1. El personaje que publicó el artículo en Kaosenlared se presenta de forma anónima escudado tras el nombre del periodista cubano Ronald Suárez, con el objetivo evidente de hacer recaer la responsabilidad de la manipulación en el periodista del Granma.
2. El anónimo personaje ha sustituido arbitrariamente el resumen del artículo original del Granma, »Ante la falta de piezas, los mecánicos pinareños buscan alternativas para solucionar las roturas de las ollas y hornillas usadas en la cocción de los alimentos», por un resumen engañoso de su propia autoría: «La Revolucion Energetica sustituyo todo otro medio de coccion, refrigeracion y ventilacion usados por los cubanos para paliar sus multiples carencias« (sin acentos en el original), con lo que se afirma al mismo tiempo (sin necesidad de demostrar nada, por supuesto) que se prohibió el uso de refrigeradores y ventiladores por parte del gobierno.
3. El personaje que ha manipulado el artículo, no contento con transformar su título, y de cambiar a su antojo el resumen del mismo para darle un significado opuesto a la información que transmite, ha tenido la “delicadeza”, además, de sustituir las fotografías originales de los obreros del taller publicadas en Granma, con la de una imagen de Fidel Castro con un subtítulo pretendidamente irónico mediante el juego de palabras «K-Listo Kilowatt con su genial idea», en referencia a Fidel Castro. Así, pretende responsabilizarlo directamente tanto del supuesto fracaso general de la Revolución Energética iniciada el año 2005, como del problema concreto de la falta de repuestos en las ollas eléctricas de cocina (como si el presidente de Cuba no tuviera más problemas que ocuparse personalmente de tornillos y asas de ollas de cocina).
4. El anónimo manipulador ha insertado una afirmación de su propia cosecha sobre el artículo original, concretamente sobre la extrapolación arbitraria a todo el país del número supuesto de afectados por la falta de repuestos: en concreto afirma, sin datos reales contrastados, que hay «miles y miles de personas imposibilitadas de cocinar», escondiendo el hecho de que se han repartido una gran cantidad de modelos diferentes de ollas eléctricas y otros implementos eléctricos de cocina, los cuales no han sido reportados como deficitarios en piezas de repuesto, y de haberlo sido, no significaría obligatoriamente, que todas las familias dispusieran solamente de un sólo elemento de cocción. Esta afirmación la inserta, además, sin mencionar que es de su propia cosecha para hacerla pasar como autoría del periodista del Granma, con el objetivo de aumentar la desinformación entre los lectores.
El artículo original del Granma, describe un problema concreto de piezas de repuesto que afectan a los usuarios de ollas eléctricas (suministradas durante la Revolución Energética iniciada en el 2006 a la población, junto con otros dispositivos eléctricos como bombillas de bajo consumo y electrodomésticos modernos), y elogia los esfuerzos que hacen los obreros de un taller de reparación de Pinar del Río para tratar de solventar el déficit de piezas y poder dar una rápida solución a las familias afectadas. Desgraciadamente, un encomiable esfuerzo de los obreros del taller de reparación, y un ejercicio de transparencia informativa de la prensa cubana y de autocrítica por un problema concreto, ha sido convertido por obra y gracia de la manipulación más grosera, por parte de un autor anónimo que utiliza el nombre del periodista cubano Ronald Suárez para ocultarse, en una muestra sutil de manipulación informativa contra la Revolución cubana y de ataque a la figura de Fidel Castro.
La necesidad de la Revolución Energética
No es la intención de este artículo hacer un exhaustivo balance de la Revolución Energética, pero sí es imperativo mostrar algunos datos evidentes para poner coto a este ejercicio de difamación contra la Revolución. Para conocer el antes y después de la Revolución Energética, nos remitiremos en primer lugar a un informe detallado de la Unión Eléctrica de Cuba (que es accesible por internet para el anónimo manipulador del artículo). El informe ponía de relieve hasta el año 2005 los graves problemas energéticos que sufría tanto la economía como la población (3). Veámoslo brevemente:
· A nivel de generación y distribución:
-Plantas termoeléctricas con más de 25 años de vida, funcionando sólo al 60% de capacidad, con frecuentes averías y elevado consumo de petróleo.
-Frecuentes apagones y grandes pérdidas de transmisión en la deficiente red de distribución eléctrica.
· A nivel de consumo doméstico:
-Gran cantidad de electrodomésticos anticuados, de alto consumo y muy baja eficiencia energética.
-El 85% de la población dependía del queroseno para cocinar, cuya distribución era muy difícil de garantizar regularmente, generando graves problemas de disponibilidad en los hogares.
-Una tarifa eléctrica que no facilitaba el ahorro y permitía el despilfarro.
La Revolución Energética, como vamos a ver, no se reduce a la sustitución de elementos electrodomésticos como las ollas de cocina o el queroseno como fuente de energía, ni es el resultado de una idea espontánea y caprichosa del anterior máximo dirigente de Cuba, Fidel Castro, sino que responde a un plan económico integral bien meditado y respaldado por una amplia participación popular y de profesionales y técnicos competentes. Este trabajo de conjunto persigue dar respuesta a una necesidad crucial de la economía cubana: la modernización urgente e integral (producción, distribución y consumo de energía) de un sistema energético muy anticuado, para conseguir varios objetivos estratégicos:
a) Una mayor eficiencia económica general.
b) Reducir importaciones de petróleo y aumentar la soberanía energética ante la crisis mundial de la energía de origen fósil y los altos precios del petróleo.
c) Poner fin a los apagones y aumentar la calidad de vida de la población a través del suministro de aparatos electrodomésticos modernos y de bombillas de bajo consumo ahorradoras.
d) Combatir el fraude, el robo y el despilfarro de energía.
El programa, además, contempla la sustitución integral de todo el circuito de producción, distribución y consumo mediante la modernización de las plantas termoeléctricas, la sustitución de las torres de alta tensión y postes por otros resistentes a los ciclones, la creación de una red descentralizada de generadores diésel para garantizar el suministro ininterrumpido en caso de avería, altas inversiones en energías renovables (presas hidroeléctricas, parques eólicos y paneles solares), sustitución de motores de camiones altamente consumidores, y la modernización de los transformadores eléctricos. Asimismo, el programa integral va acompañado de métodos eficientes de gestión de la energía, y de estudios adicionales de impacto ambiental y de contaminación de los nuevos elementos implantados, como los grupos electrógenos diésel. Este programa arrancó en 1995, mediante un programa nacional de control de contaminantes que evaluaba el impacto que tenía el empleo de petróleo nacional en la generación eléctrica en sustitución del petróleo importado, mucho menos contaminante y para ello se emplearon programas informáticos específicos diseñados en el país. El estudio concluía en la necesidad de implementar una “Guía para realizar los estudios de dispersión local de contaminantes gaseosos y partículas” con el objetivo de obligar a los inversores extranjeros que proporcionaban tecnología, el cumplimiento de adecuados parámetros ambientales homologables con los países más avanzados (4).
Resultados de la Revolución Energética en el año 2009
Según el informe citado de la Unión Eléctrica, para el año 2009 se habían ejecutado casi 500.000 medidas de mejora, que incluían la eliminación de zonas de bajo voltaje (beneficiando a casi 900.000 usuarios)y la sustitución de 180.000 postes y más de 1,6 millones de acometidas. Además se sustituyeron miles de electrodomésticos anticuados y altamente consumidores, no sólo las ollas eléctricas como pretende hacer creer el anónimo manipulador del artículo, sino de todo tipo:
-Más de 2 millones y medio de refrigeradores.
-Más de 9 millones de bombillas de alto consumo.
-Más de 260.000 equipos de aire acondicionado.
-Más de un millón de pequeños ventiladores.
-Más de 230.000 televisiones antiguas.
-Más de 260.000 motores.
Por lo que respecta a la “preocupación” central del anónimo denunciante del “fracaso” de la política energética en Cuba, la cuestión de la cocción con electricidad, la Unión Eléctrica informa que en el 2009 se habían entregado más de diez millones de ollas eléctricas de varios tipos, posibilitando un ahorro en queroseno equivalente a 651.000 toneladas de petróleo tan sólo entre los años 2006 y 2008.
El informe de la Unión Eléctrica revela además la participación masiva de colectivos de población de barrios, escuelas, universidades, centros de trabajo, etc., implicados en la tarea directa de concienciación del ahorro energético y de la búsqueda de soluciones a nivel popular y profesional. Finalmente, el informe propone al gobierno la adopción de más de veinte medidas y planes generales y sectoriales relacionados con el ahorro energético, el uso de energías renovables, la formación profesional en la materia, y otros programas integrales para seguir mejorando la eficiencia y el ahorro energético.
Valoración internacional de la Revolución Energética en Cuba
Los disconformes con la información elaborada oficialmente en Cuba, entre los que se encuentra el anónimo manipulador, pueden optar por la información de agencias internacionales sobre los resultados de la Revolución Energética en Cuba. Por ejemplo, la rama de la ONU para Latinoamérica, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), informaba el año 2006 que «para hacer más eficiente el uso de la energía eléctrica, se implementó el “Programa de ahorro familiar”, por el cual se vendieron a la población alrededor de 29 millones de equipos electrodomésticos como ollas multipropósito, ollas de presión, ollas arroceras, refrigeradores, y varios millones de bombillos (sustitución de incandescentes por ahorradores). Los trabajadores sociales visitaron todos los hogares de país e hicieron un censo de las necesidades. Posteriormente se repartieron estos equipos directamente en los hogares. A pesar de que fueron conectados al sistema eléctrico nacional alrededor de 120.000 nuevos clientes, el consumo de electricidad registró un incremento de sólo 7%.» (5)
Según la CEPAL, entre los años 1990 y 2006 la emisión de gases que producen el efecto invernadero en Cuba descendió un 0,73%, siendo el único país de América Latina y el Caribe que había reducido las emisiones de CO2 y una reducción drástica de las emisiones de gases que afectan a la capa de ozono entre 1990 y 2007 (6) y en el año 2007, «la producción de electricidad, gas y agua aumentó un 7,9% gracias a la modernización del sistema energético, lo que se tradujo en la eliminación casi total de los apagones que antes ocurrían a diario» (7).
Un informe de la World Alliance for Decentralised Energy afirma que «Cuba garantiza, mediante grupos electrógenos el 48 por ciento de su electricidad, superada solamente por Dinamarca, que alcanza el 53 por ciento», siendo por ello el segundo país a nivel mundial en porcentaje de generación distribuida, por delante de otros países mucho más desarrollados como Francia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, etc. (ocho)
La organización ecologista Greenpeace cita a Cuba, junto con Venezuela y Nicaragua, como países pioneros en la sustitución de bombillas de bajo consumo, muy por delante de países como Estados Unidos, Australia o la Unión Europea, algunos de los cuales ni tan sólo cuentan con planes de ahorro energético (9).
La representante en Cuba del Programa de ONU para el Desarrollo (PNUD), Susan McDade, en la conferencia denominada ''Energía y cambio climático'' ante más de 600 representantes de 26 países asistentes a la VII Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Cuba, manifestó que las experiencias de la Revolución Energética cubana deberían tenerse en cuenta para otros países. (10)
Citemos además la valoración entusiasta de Álvaro Ríos Roca, ex ministro de hidrocarburos de Bolivia y secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) por el periodo 2006-2008, quien afirmó que »Cuba es miembro de la Organización Latinoamericana de Energía y es uno de los muchos países que hemos podido visitar recientemente, y donde hemos podido evidenciar que es el que más en serio ha tomado el concepto de uso racional y eficiente de la energía» (11).
Finalmente, la participación de expertos cubanos en seminarios internacionales de alto nivel, o los acuerdos para implementar la Revolución Energética en Venezuela con asistencia de técnicos cubanos, son otros elementos que indican lo acertado de de esta política a nivel general.
Y después de este breve resumen, surge la inevitable pregunta: ¿por qué motivo el manipulador anónimo del artículo del Granma no menciona ninguno de estos datos, accesibles libremente en Internet?
La Revolución Energética: un movimiento de masas para la innovación técnica
La Revolución Energética cuenta con la participación activa de numerosos investigadores en todo el país. Por ejemplo, un grupo de investigadores del Centro de Investigaciones del Petróleo descubrió el compuesto BIOMIX-D que añadido al Diesel logró disminuir entre el 5 y el 7 % del consumo de este combustible, ahorrando al país millones de dólares al año (12). Consultando en Internet revistas científicas y técnicas, se encuentran cantidad de investigaciones sobre el ahorro energético que involucra a un gran número de profesionales, técnicos y aficionados, lo que es una muestra adicional de la vitalidad de la democracia directa y popular en Cuba, como el invento del primer bote solar para pescadores construido en la isla, a cargo del ingeniero Ricardo Ibarra, que permite la navegación mediante la energía solar (13).
Tomando informaciones al azar de la prensa nacional, por ejemplo la página Artemisaradioweb, del municipio de Artemisa (La Habana) y alrededores, durante el año 2008, podemos encontrar una gran cantidad de informaciones sobre el tema: una noticia menciona que la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores del municipio de Caimito, que cuenta sólo en este municipio con 1.379 asociados, desarrolló este año unos 420 veinte trabajos, de los cuales 68 hacen referencia al ahorro de energía y el medio ambiente (14).