Documento 28 - Una conferencia para la India
25 de noviembre de 2012
El 24 de noviembre de 2012 tuvo lugar en Hamburgo, Alemania, una conferencia internacional para saludar y apoyar la revolución en India. En un comunicado, camaradas de diversas organizaciones maoístas transmitían que no era posible apoyar esta conferencia ya que muchos de los que la apoyaban eran “centristas”, es decir, personas que apoyaron a Prachanda en el pasado, sin hacer autocrítica después.
Los camaradas se preguntaban: ¿Cómo es posible apoyar la Guerra Popular en India, mientras que la Guerra Popular en Nepal no fue apoyada correctamente? Evidentemente, compartimos esta posición acertada de nuestros camaradas.
Pero, a fin de cuentas, creemos que lo esencial no ha sido visto.
Primeramente, la India en sí misma. La India es un estado multinacional, conviven varias naciones con numerosas producciones culturales desde hace milenios.
Desde las ideas progresistas del jainismo o de los Bishnois en lo concerniente a la naturaleza y los animales a la cortesía civilizadora del Islam, desde los ricos acontecimientos culturales del hinduismo a las contribuciones históricas en filosofía, astronomía, matemáticas…La India es un país-continente, que ha aportado, aporta y aportará mucho a la humanidad.
No se pueden comprender el desarrollo en India sin tener una visión de conjunto, sin comprender la cultura, la nación, la ideología, la religión, el modo de producción, de manera exacta. Y, de hecho, ningún país si utilizamos el materialismo histórico.
Por supuesto, el problema aquí es que el Partido Comunista de la India (maoísta) tiene una línea pragmática, en la tradición de los años noventa, al lado del TKP/ML de Turquía y del PC de Filipinas; la guerra popular es considerada como un método y la necesidad de pensamiento es claramente rechazada.
En consecuencia, el PC de la India (maoísta) niega –al igual que el TKP/ML y el Partido Comunista de Filipinas- la importantísima cuestión de la lucha ideológica internacional. Del mismo modo, desde los años setenta, ha habido de forma tendente una inclinación hacia el militarismo.
Esto no cambia en absoluto la importancia de la Guerra Popular en la India, el heroísmo de las masas populares. Pero si observamos la historia del maoísmo en la India, no podemos sorprendernos de la ausencia de contribuciones internacionales en términos de ideología, de política, cultura y arte. Aquí hay un desajuste, que proviene de la línea de “repliegue” del PCI (M).
Hay otra importante cuestión para el materialismo dialéctico: la relación entre semi-feudalismo y semi-colonialismo. La formación del capitalismo burocrático reposa sobre la feudalidad, sobre la falta de oportunidad de la burguesía nacional para desarrollarse.
La posición del Partido Comunista de la India (maoísta) tampoco es clara; no comprendemos cuál es la contradicción principal del semi-feudalismo y del semi-colonialismo. En el fondo hay una oposición ideológica, en los años setenta, entre el Partido Comunista de la India (marxista-leninista) de Charu Mazumar y el “Maoist Communist Centre” de Kanai Chatterjee. A pesar de que estas dos tradiciones revolucionarias se unieran con el Partido Comunista de la India (maoísta), la complejidad de esta problemática nunca fue explicada. Se trata de un fallo, y esto aporta también claroscuros.
A partir de aquí, hay personas -camaradas no, por supuesto- que utilizan de manera oportunista la Guerra Popular en la India. Estas personas hablan a veces de millones de personas en la Guerra Popular o bien de un tercio del país bajo control del poder popular. Exageran todo; tienen un punto de vista militarista-oportunista. Muchos de aquellos que “apoyaron” anteayer la Guerra Popular en Perú, ayer la Guerra Popular en Nepal, “apoyan” hoy la Guerra Popular en la India.
Es una pena, por ejemplo, que el cartel de la Conferencia India utilice el símbolo de la hoz y el martillo en la versión del PCP. Esto es totalmente incorrecto.
Finalmente, estas personas impiden que comprendamos los méritos, las contribuciones efectuadas por el Partido Comunista del Perú, en la medida en que ellos presentan la “Guerra Popular” como un método pragmático en lugar de explicarlo como un producto dialéctico de la construcción del Pensamiento revolucionario en un país concreto.
“La guerra popular no es un “método” o un estilo de trabajo, es la producción material del pensamiento, es decir, la confrontación revolucionaria con el viejo Estado y las clases dominantes reaccionarias, siguiendo una estrategia basada en el pensamiento, sobre la síntesis revolucionaria hecha a partir del estudio práctico de un país.
Cuando se produce el auténtico pensamiento revolucionario, éste busca el enfrentamiento con la vieja sociedad, a todos los niveles. La guerra popular no significa solamente lucha armada, sino también la negación cultural-ideológica de los valores de la vieja sociedad.” (PCMLM-Documento 27- Las enseñanzas de Gonzalo: del pensamiento a la guerra popular)
De este modo, la solidaridad con la Guerra Popular en la India es necesaria, pero a menudo la India es considerada equivocadamente como una revolución abstracta, allí donde la Guerra Popular tiene que ser comprendida como universal- de ahí también la influencia de las fuerzas no-MLM en el “apoyo”.
Y con frecuencia, en lugar de comprender la realidad de la India, la “Guerra Popular” es vista como algo que lleva al cosmopolitismo, a la comprensión pragmática de la Guerra Popular, al maoísmo abstracto. El apoyo a la Guerra Popular en India es contra- productivo, si no conduce a la construcción de pensamiento en su propio país, puesto que ahora se evita el verdadero trabajo, las relaciones dialécticas en la realidad internacional no son bien entendidas.
Solamente a través de la discusión productiva sobre las experiencias del PCI (M) y del Partido Comunista del Perú podremos comprender la importancia de la Guerra Popular en la India, bajo la bandera: ¡Guerra Popular hasta el comunismo!
http://voie-lactee.fr/documento-28-una-conferencia-para-la-india
25 de noviembre de 2012
El 24 de noviembre de 2012 tuvo lugar en Hamburgo, Alemania, una conferencia internacional para saludar y apoyar la revolución en India. En un comunicado, camaradas de diversas organizaciones maoístas transmitían que no era posible apoyar esta conferencia ya que muchos de los que la apoyaban eran “centristas”, es decir, personas que apoyaron a Prachanda en el pasado, sin hacer autocrítica después.
Los camaradas se preguntaban: ¿Cómo es posible apoyar la Guerra Popular en India, mientras que la Guerra Popular en Nepal no fue apoyada correctamente? Evidentemente, compartimos esta posición acertada de nuestros camaradas.
Pero, a fin de cuentas, creemos que lo esencial no ha sido visto.
Primeramente, la India en sí misma. La India es un estado multinacional, conviven varias naciones con numerosas producciones culturales desde hace milenios.
Desde las ideas progresistas del jainismo o de los Bishnois en lo concerniente a la naturaleza y los animales a la cortesía civilizadora del Islam, desde los ricos acontecimientos culturales del hinduismo a las contribuciones históricas en filosofía, astronomía, matemáticas…La India es un país-continente, que ha aportado, aporta y aportará mucho a la humanidad.
No se pueden comprender el desarrollo en India sin tener una visión de conjunto, sin comprender la cultura, la nación, la ideología, la religión, el modo de producción, de manera exacta. Y, de hecho, ningún país si utilizamos el materialismo histórico.
Por supuesto, el problema aquí es que el Partido Comunista de la India (maoísta) tiene una línea pragmática, en la tradición de los años noventa, al lado del TKP/ML de Turquía y del PC de Filipinas; la guerra popular es considerada como un método y la necesidad de pensamiento es claramente rechazada.
En consecuencia, el PC de la India (maoísta) niega –al igual que el TKP/ML y el Partido Comunista de Filipinas- la importantísima cuestión de la lucha ideológica internacional. Del mismo modo, desde los años setenta, ha habido de forma tendente una inclinación hacia el militarismo.
Esto no cambia en absoluto la importancia de la Guerra Popular en la India, el heroísmo de las masas populares. Pero si observamos la historia del maoísmo en la India, no podemos sorprendernos de la ausencia de contribuciones internacionales en términos de ideología, de política, cultura y arte. Aquí hay un desajuste, que proviene de la línea de “repliegue” del PCI (M).
Hay otra importante cuestión para el materialismo dialéctico: la relación entre semi-feudalismo y semi-colonialismo. La formación del capitalismo burocrático reposa sobre la feudalidad, sobre la falta de oportunidad de la burguesía nacional para desarrollarse.
La posición del Partido Comunista de la India (maoísta) tampoco es clara; no comprendemos cuál es la contradicción principal del semi-feudalismo y del semi-colonialismo. En el fondo hay una oposición ideológica, en los años setenta, entre el Partido Comunista de la India (marxista-leninista) de Charu Mazumar y el “Maoist Communist Centre” de Kanai Chatterjee. A pesar de que estas dos tradiciones revolucionarias se unieran con el Partido Comunista de la India (maoísta), la complejidad de esta problemática nunca fue explicada. Se trata de un fallo, y esto aporta también claroscuros.
A partir de aquí, hay personas -camaradas no, por supuesto- que utilizan de manera oportunista la Guerra Popular en la India. Estas personas hablan a veces de millones de personas en la Guerra Popular o bien de un tercio del país bajo control del poder popular. Exageran todo; tienen un punto de vista militarista-oportunista. Muchos de aquellos que “apoyaron” anteayer la Guerra Popular en Perú, ayer la Guerra Popular en Nepal, “apoyan” hoy la Guerra Popular en la India.
Es una pena, por ejemplo, que el cartel de la Conferencia India utilice el símbolo de la hoz y el martillo en la versión del PCP. Esto es totalmente incorrecto.
Finalmente, estas personas impiden que comprendamos los méritos, las contribuciones efectuadas por el Partido Comunista del Perú, en la medida en que ellos presentan la “Guerra Popular” como un método pragmático en lugar de explicarlo como un producto dialéctico de la construcción del Pensamiento revolucionario en un país concreto.
“La guerra popular no es un “método” o un estilo de trabajo, es la producción material del pensamiento, es decir, la confrontación revolucionaria con el viejo Estado y las clases dominantes reaccionarias, siguiendo una estrategia basada en el pensamiento, sobre la síntesis revolucionaria hecha a partir del estudio práctico de un país.
Cuando se produce el auténtico pensamiento revolucionario, éste busca el enfrentamiento con la vieja sociedad, a todos los niveles. La guerra popular no significa solamente lucha armada, sino también la negación cultural-ideológica de los valores de la vieja sociedad.” (PCMLM-Documento 27- Las enseñanzas de Gonzalo: del pensamiento a la guerra popular)
De este modo, la solidaridad con la Guerra Popular en la India es necesaria, pero a menudo la India es considerada equivocadamente como una revolución abstracta, allí donde la Guerra Popular tiene que ser comprendida como universal- de ahí también la influencia de las fuerzas no-MLM en el “apoyo”.
Y con frecuencia, en lugar de comprender la realidad de la India, la “Guerra Popular” es vista como algo que lleva al cosmopolitismo, a la comprensión pragmática de la Guerra Popular, al maoísmo abstracto. El apoyo a la Guerra Popular en India es contra- productivo, si no conduce a la construcción de pensamiento en su propio país, puesto que ahora se evita el verdadero trabajo, las relaciones dialécticas en la realidad internacional no son bien entendidas.
Solamente a través de la discusión productiva sobre las experiencias del PCI (M) y del Partido Comunista del Perú podremos comprender la importancia de la Guerra Popular en la India, bajo la bandera: ¡Guerra Popular hasta el comunismo!
http://voie-lactee.fr/documento-28-una-conferencia-para-la-india