Comida rapida y ropa de marca

Este sondeo se ha repetido ya muchas veces en el Foro, con distintos títulos y preguntas parecidas. En alguno de ellos se generaron buenos hilos de mensajes con opiniones al respecto del comportamiento de los que tienen ideas marxistas dentro de una sociedad capitalista y globalizada. La respuesta de tovarich Platon resume perfectamente las conclusiones a las que se llegó.

No hay que perder de vista que el consumismo es una permanente e intensa propaganda capitalista a fin de que las masas acudan a comprar en gran escala para evitar la sobreproducción. Esta fiebre consumista teledirigida ha expansionado la política de marcas de los monopolios, que tratan de evitar la competencia con diseños de mercancías supuestamente distintas y exclusivas que van lanzándose al mercado cada muy poco tiempo y con grandes campañas publicitarias. En torno a este asunto la burguesía ha creado toda una falsa leyenda acerca del bienestar de los trabajadores bajo el capitalismo, que pueden comprar infinidad de mercancías y variantes distintas de una misma mercancía, cuando lo cierto es que la pobreza aumenta sin cesar y grandes cantidades de esos productos quedan sin vender por falta de poder adquisitivo y se almacenan en los depósitos de los hipermercados y grandes superficies comerciales.

Consumir, el consumo, es la utilización de la producción social para satisfacer las necesidades personales de los individuos. El nexo de unión entre la producción y el consumo está condicionado por las leyes económicas que le son propias a cada modo de producción. Bajo el capitalismo, entre la producción y el consumo surge una contradicción antagónica: el consumo va retrasándose de la producción, provocando las crisis económicas de superproducción, cuando masas enormes de mercancías quedan sin vender, se deterioran y estropean por completo, a la vez que las masas trabajadoras, debido a su paulatino empobrecimiento, no pueden adquirir esas mercancías. Para tratar de impedir este colapso, el capitalismo promueve el crédito al consumo y la exportación de mercancías al exterior, así como toda una compleja táctica publicitaria (entre sus componentes está el marquismo) que fomenta el consumismo.