Foro Comunista

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    AlejoSola
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Mar Sep 03, 2013 3:17 pm

    Buenas camaradas. Ayer me surgió una duda "existencial" acerca de la política económica de transportes que se desarrollaría en un Estado de la dictadura del proletariado o socialista, y ciertamente no sabía qué hacer con ella.
    Mi enunciado se remite, básicamente, a: ¿a qué se debe el precio del petróleo? ¿es una especulación burguesa para maximizar beneficios? ¿es en realidad tan caro? ¿por qué? ¿qué ocurriría con ésto en un Estado socialista? ¿sería rentable pues un transporte público que consumiese petróleo y que, así, viese su precio encarecido en mayor o menor medida? ¿sería ésto un impedimento para el desarrollo del transporte público? ¿cómo se desarrollaría éste? ¿qué hacer para mejorarlo? ¿y con el transporte privado? ¿qué medidas se comenzarían para su racionamiento? ¿cómo lo encajaría la gente?
    Éstas son las dudas que me surgieron, espero me puedan ayudar con ésto camaradas.
    Salud!


    Última edición por AlejoSola el Mar Sep 10, 2013 4:25 am, editado 1 vez
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    Mensaje por marxismo_futuro Miér Sep 04, 2013 11:46 pm

    AlejoSola escribió:Buenas camaradas. Ayer me surgió una duda "existencial" acerca de la política económica de transportes que se desarrollaría en un Estado de la dictadura del proletariado o socialista, y ciertamente no sabía qué hacer con ella.
    Mi enunciado se remite, básicamente, a: ¿a qué se debe el precio del petróleo? ¿es una especulación burguesa para maximizar beneficios? ¿es en realidad tan caro? ¿por qué? ¿qué ocurriría con ésto en un Estado socialista? ¿sería rentable pues un transporte público que consumiese petróleo y que, así, viese su precio encarecido en mayor o menor medida? ¿sería ésto un impedimento para el desarrollo del transporte público? ¿cómo se desarrollaría éste? ¿qué hacer para mejorarlo? ¿y con el transporte privado? ¿qué medidas se comenzarían para su racionamiento? ¿cómo lo encajaría la gente?
    Éstas son las dudas que me surgieron, espero me puedan ayudar con ésto camaradas.
    Salud!
    Son muchas y distintas preguntas, por lo que, al menos por ahora, voy a contestar a las tres o cuatro primeras.

    El grueso de las exportaciones, es decir ventas al extranjero, de petróleo realizadas a escala mundial siguen las condiciones del petrodólar. ¿Qué es el petrodólar? Es la moneda de cambio del petróleo que, como bien dice su nombre, corresponde al dólar estadounidense. En otras palabras, todas las compras de petróleo se deben realizar mediante dólares, siguiendo el tratado de Breton-Woods firmado en 1945 ―una vez acabada la 2ª Guerra Mundial― y los tratados con los países de la OPEP en la década de los años 70: el dólar estadounidense se convertía, así, en la moneda, en la divisa, del petróleo. Así pues, para comprar petróleo se debe tener dólares y, por ende, pedirlos a los EEUU. De esta forma, EEUU ―y más concretamente su Reserva Federal, que viene a ser su Banco Central pero de carácter privado― se convirtió en la máquina impresora de la petrodivisa. ¡Pero ésto no es todo!

    Una vez los países exportadores de petróleo ―organizados bajo la OPEP― venden su petróleo, es decir, adquieren dólares que contribuyen vitalmente en su economía, deben reponer parte de la cantidad obtenida en bonos, deuda y otras unidades financieras de los EEUU. Esto quiere decir que: 1) los EEUU regulan la cantidad de dinero de la que dispone el mundo para comprar petróleo; 2) los EEUU reciben cantidades enormes, subvenciones astronómicas, a cambio de imprimir petrodólares. No hace falta decir, después de todo, que cuanto más alto sea el precio del petróleo, más beneficios, en principio, tendrán los países exportadores y, por ende, EEUU.

    Eso significa que el precio del petróleo se debe a dos bandas: la oferta-demanda de petrodólares y la oferta-demanda de petróleo. Si por ejemplo, como sucedió en la década de los 80, la demanda de petróleo sube, la demanda de dólares sube, por lo que la circulación de petrodólares se incrementó y, por ende, la economía de los EEUU subió por las nubes. Éste mecanismo monopolizador mundial ayuda a entender las diferentes intervenciones de los EEUU a lo largo de la historia reciente. Si este imperio, si este funcionamiento petrolífero, se pone en duda o en peligro, EEUU no duda en arreglarlo por la fuerza, pues su vida va en ello. Por ejemplo, Iraq, miembro destacado de la OPEP, llegó a un acuerdo con Francia y otros países de la UE en noviembre del 2000 por romper el sistema del petrodólar y vender su petróleo en euros, por lo que no se deberían pedir dólares a los EEUU y, éstos, verían mermada su economía. No pasaron ni dos años que EEUU invadió Iraq ―con la supuesta y falsa excusa de la existencia de armas de destrucción masiva― y, al mes de su invasión, en mayo de 2003, ya reconvirtió al petrodólar el sistema exportador de petróleo del país. (Por eso, también, Francia se opuso fuertemente a la Guerra de Iraq). Desde entonces, Iraq, aún tener conflictos internos, está fielmente sometida al sistema del petrodólar. Otro ejemplo fue Líbia en 2011, cuando Gaddafi estaba ultimando acuerdos con los países de la región para vender su petróleo en una nueva moneda llamada «Dinar» en lugar de dólares. La comunidad internacional, dirigida por EEUU y Francia, que aprendió la lección de no desafiar a su «padre», no tardó en intervenir en el contexto de la Guerra Civil donde ellos mismo financiaron grupos terroristas para crear el caos que justificara su «gloriosa» intervención. El caso es que, como en Iraq, a las pocas semanas del derrocamiento de Gaddafi, en Líbia se instauró un Banco Central que aseguró el sistema del petrodólar. Actualmente, Líbia está sometida a un período convaleciente de lucha de distintas guerrillas, olvidada por la comunidad internacional, pero eso sí: con el sistema del petrodólar. Finalmente, está la situación de Síria. Este país, el único laico de Oriente Medio, es un fiel aliado militar y económico de Irán, país que desde los últimos años está tratando comercialmente con Rusia y China ―a ésta última le supone el 10% de hidrocarburos que consume― en un sistema de yenes y otras monedas, dejando atrás el petrodólar. Aprovechando de nuevo un contexto bélico potenciado intencionadamente y llevado al máximo ―donde se financian desde Arábia Saudí e Israel grupos terroristas apoyados por Al-Qaeda―, ahora EEUU pretende intervenir en Síria como, de nuevo, «glorioso» salvador, para poder después cercar a Irán. (¿EEUU no atacará la monarquía absoluta de Arabia Saudí, aunque ésta se la más fiel aliada del petrodólar? ¿EEUU no atacará a Israel por el uso de armas químicas contra Palestina, aunque éste se un fiel aliado militar en la zona?). Todo se ve más lógico una vez se comprende quien tiene el poder, quien domina el mundo, y su mecanismo: los EEUU, la Reserva Federal, sus banqueros, y el sistema del petrodólar.

    Enfocando el problema en el contexto del socialismo, las respuestas y alternativas pueden ser muy, muy, variadas. Bajo mi humilde punto de vista creo que, obviamente, el sistema mundial y monopolizador del petrodólar debería ser derrocado para ofrecer una mayor flexibilidad económica a las naciones de alrededor del mundo. Pero, ¿como se daría, entonces, la distribución del petróleo? En un contexto que se dé el socialismo aislado, es decir, en unos pocos países, como pasa en la actualidad, se deberá seguir comercializando con el petróleo bajo las reglas internacionales que intrínsecamente establece el capitalismo, hecho que significa poner el interés económico como interés principal. En este sentido, debido a la presión internacional, éstos países encontrarán dificultades si su modelo busca la humanización de su vida pero están sometidos a la constante y brutal des-humanización que supone el capitalismo. Por eso siempre remarco la crucial importancia de una revolución internacional o, al menos, en alguna de «las grandes potencias de la vieja Europa», como diría Rosa Luxemburgo[1], para así lograr una consecuente liberación de un cúmulo de naciones subordinadas a ella y la oportunidad de establecer un nuevo tipo de relaciones comerciales.

    Los países socialistas, en el último contexto explicado, deberían establecer fuertes vínculos comerciales entre ellos, como se ha hecho de distintas formas a lo largo de la historia, para desintoxicar el afán meramente lucrativo privado del negocio del petróleo. Me explico. En cuanto se pone el interés humano por delante el interés lucrativo, o cuando ambos vas estrechamente ligados ―únicamente verdaderamente posible con un grupo importante y fuerte de países socialistas―, el petróleo no será un bien de fortuna, sino un bien de servicio ―al menos entre los países socialistas―. Eso quiere decir que el petróleo será distribuido por necesidades, así como otros bienes esenciales. Todo se reduce a cambiar la respuesta de la pregunta ¿por qué países ricos menos necesitados que países pobres más necesitados deben acceder a más recursos?

    Al fin y al cabo, lo que se debe buscar es «el estudio de las necesidades y sus medios para satisfacerlas», como decía el filósofo ruso Piotr Kropotkin[2]. Si este paso se logra, o al menos se va encaminado decididamente hacia él, el triunfo y desarrollo del socialismo hacia un futuro comunismo será una realidad innegablemente factible.

    Pero, y siempre hace falta tener una visión de cara al futuro, cuando se dé una situación similar, eso es dentro de varias décadas al menos, el petróleo ya empezará a escasear de forma importante ―tanto por su condición de recurso finito como por el incremento de la demanda debido al incremento demográfico mundial―. Por eso, pienso que los nuevos países socialistas deberán poner sus máximos esfuerzos en el desarrollo de energías renovables que ofrezcan un mundo de nuevas posibilidades nacientes y de proyección futura donde se podrá empezar de cero en su gestión, y no depender de un vestigio contaminado y contaminador, finito y lucrativo, del capitalismo. Con este paso adelante, con el que se ahorraría cargar con la losa de romper y cambiar las cadenas a las que está sometido el petróleo, la nueva sociedad logrará zafarse de una característica divina del capitalismo. 

    ¡Dejemos de derramar sangre a propósito de unos papeles verdes que tapan las necesidades humanas!

    Disculpa no responder a todas las preguntas, pero estoy disponible para, primero, aclarar alguna duda al respecto de las respuestas aquí esbozadas.

    [1]. «La crisis de la socialdemocracia», abril de 1915.
    [2]. «La conquista del pan», 1892.
    ___________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

    Fight the supression, we will survive.

    :estrella: :marx: :engels: :lenin :HOchiminh: :estrella:
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    Mensaje por AlejoSola Jue Sep 05, 2013 12:59 am

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:Buenas camaradas. Ayer me surgió una duda "existencial" acerca de la política económica de transportes que se desarrollaría en un Estado de la dictadura del proletariado o socialista, y ciertamente no sabía qué hacer con ella.
    Mi enunciado se remite, básicamente, a: ¿a qué se debe el precio del petróleo? ¿es una especulación burguesa para maximizar beneficios? ¿es en realidad tan caro? ¿por qué? ¿qué ocurriría con ésto en un Estado socialista? ¿sería rentable pues un transporte público que consumiese petróleo y que, así, viese su precio encarecido en mayor o menor medida? ¿sería ésto un impedimento para el desarrollo del transporte público? ¿cómo se desarrollaría éste? ¿qué hacer para mejorarlo? ¿y con el transporte privado? ¿qué medidas se comenzarían para su racionamiento? ¿cómo lo encajaría la gente?
    Éstas son las dudas que me surgieron, espero me puedan ayudar con ésto camaradas.
    Salud!
    Son muchas y distintas preguntas, por lo que, al menos por ahora, voy a contestar a las tres o cuatro primeras.

    El grueso de las exportaciones, es decir ventas al extranjero, de petróleo realizadas a escala mundial siguen las condiciones del petrodólar. ¿Qué es el petrodólar? Es la moneda de cambio del petróleo que, como bien dice su nombre, corresponde al dólar estadounidense. En otras palabras, todas las compras de petróleo se deben realizar mediante dólares, siguiendo el tratado de Breton-Woods firmado en 1945 ―una vez acabada la 2ª Guerra Mundial― y los tratados con los países de la OPEP en la década de los años 70: el dólar estadounidense se convertía, así, en la moneda, en la divisa, del petróleo. Así pues, para comprar petróleo se debe tener dólares y, por ende, pedirlos a los EEUU. De esta forma, EEUU ―y más concretamente su Reserva Federal, que viene a ser su Banco Central pero de carácter privado― se convirtió en la máquina impresora de la petrodivisa. ¡Pero ésto no es todo!

    Una vez los países exportadores de petróleo ―organizados bajo la OPEP― venden su petróleo, es decir, adquieren dólares que contribuyen vitalmente en su economía, deben reponer parte de la cantidad obtenida en bonos, deuda y otras unidades financieras de los EEUU. Esto quiere decir que: 1) los EEUU regulan la cantidad de dinero de la que dispone el mundo para comprar petróleo; 2) los EEUU reciben cantidades enormes, subvenciones astronómicas, a cambio de imprimir petrodólares. No hace falta decir, después de todo, que cuanto más alto sea el precio del petróleo, más beneficios, en principio, tendrán los países exportadores y, por ende, EEUU.

    Eso significa que el precio del petróleo se debe a dos bandas: la oferta-demanda de petrodólares y la oferta-demanda de petróleo. Si por ejemplo, como sucedió en la década de los 80, la demanda de petróleo sube, la demanda de dólares sube, por lo que la circulación de petrodólares se incrementó y, por ende, la economía de los EEUU subió por las nubes. Éste mecanismo monopolizador mundial ayuda a entender las diferentes intervenciones de los EEUU a lo largo de la historia reciente. Si este imperio, si este funcionamiento petrolífero, se pone en duda o en peligro, EEUU no duda en arreglarlo por la fuerza, pues su vida va en ello. Por ejemplo, Iraq, miembro destacado de la OPEP, llegó a un acuerdo con Francia y otros países de la UE en noviembre del 2000 por romper el sistema del petrodólar y vender su petróleo en euros, por lo que no se deberían pedir dólares a los EEUU y, éstos, verían mermada su economía. No pasaron ni dos años que EEUU invadió Iraq ―con la supuesta y falsa excusa de la existencia de armas de destrucción masiva― y, al mes de su invasión, en mayo de 2003, ya reconvirtió al petrodólar el sistema exportador de petróleo del país. (Por eso, también, Francia se opuso fuertemente a la Guerra de Iraq). Desde entonces, Iraq, aún tener conflictos internos, está fielmente sometida al sistema del petrodólar. Otro ejemplo fue Líbia en 2011, cuando Gaddafi estaba ultimando acuerdos con los países de la región para vender su petróleo en una nueva moneda llamada «Dinar» en lugar de dólares. La comunidad internacional, dirigida por EEUU y Francia, que aprendió la lección de no desafiar a su «padre», no tardó en intervenir en el contexto de la Guerra Civil donde ellos mismo financiaron grupos terroristas para crear el caos que justificara su «gloriosa» intervención. El caso es que, como en Iraq, a las pocas semanas del derrocamiento de Gaddafi, en Líbia se instauró un Banco Central que aseguró el sistema del petrodólar. Actualmente, Líbia está sometida a un período convaleciente de lucha de distintas guerrillas, olvidada por la comunidad internacional, pero eso sí: con el sistema del petrodólar. Finalmente, está la situación de Síria. Este país, el único laico de Oriente Medio, es un fiel aliado militar y económico de Irán, país que desde los últimos años está tratando comercialmente con Rusia y China ―a ésta última le supone el 10% de hidrocarburos que consume― en un sistema de yenes y otras monedas, dejando atrás el petrodólar. Aprovechando de nuevo un contexto bélico potenciado intencionadamente y llevado al máximo ―donde se financian desde Arábia Saudí e Israel grupos terroristas apoyados por Al-Qaeda―, ahora EEUU pretende intervenir en Síria como, de nuevo, «glorioso» salvador, para poder después cercar a Irán. (¿EEUU no atacará la monarquía absoluta de Arabia Saudí, aunque ésta se la más fiel aliada del petrodólar? ¿EEUU no atacará a Israel por el uso de armas químicas contra Palestina, aunque éste se un fiel aliado militar en la zona?). Todo se ve más lógico una vez se comprende quien tiene el poder, quien domina el mundo, y su mecanismo: los EEUU, la Reserva Federal, sus banqueros, y el sistema del petrodólar.

    Enfocando el problema en el contexto del socialismo, las respuestas y alternativas pueden ser muy, muy, variadas. Bajo mi humilde punto de vista creo que, obviamente, el sistema mundial y monopolizador del petrodólar debería ser derrocado para ofrecer una mayor flexibilidad económica a las naciones de alrededor del mundo. Pero, ¿como se daría, entonces, la distribución del petróleo? En un contexto que se dé el socialismo aislado, es decir, en unos pocos países, como pasa en la actualidad, se deberá seguir comercializando con el petróleo bajo las reglas internacionales que intrínsecamente establece el capitalismo, hecho que significa poner el interés económico como interés principal. En este sentido, debido a la presión internacional, éstos países encontrarán dificultades si su modelo busca la humanización de su vida pero están sometidos a la constante y brutal des-humanización que supone el capitalismo. Por eso siempre remarco la crucial importancia de una revolución internacional o, al menos, en alguna de «las grandes potencias de la vieja Europa», como diría Rosa Luxemburgo[1], para así lograr una consecuente liberación de un cúmulo de naciones subordinadas a ella y la oportunidad de establecer un nuevo tipo de relaciones comerciales.

    Los países socialistas, en el último contexto explicado, deberían establecer fuertes vínculos comerciales entre ellos, como se ha hecho de distintas formas a lo largo de la historia, para desintoxicar el afán meramente lucrativo privado del negocio del petróleo. Me explico. En cuanto se pone el interés humano por delante el interés lucrativo, o cuando ambos vas estrechamente ligados ―únicamente verdaderamente posible con un grupo importante y fuerte de países socialistas―, el petróleo no será un bien de fortuna, sino un bien de servicio ―al menos entre los países socialistas―. Eso quiere decir que el petróleo será distribuido por necesidades, así como otros bienes esenciales. Todo se reduce a cambiar la respuesta de la pregunta ¿por qué países ricos menos necesitados que países pobres más necesitados deben acceder a más recursos?

    Al fin y al cabo, lo que se debe buscar es «el estudio de las necesidades y sus medios para satisfacerlas», como decía el filósofo ruso Piotr Kropotkin[2]. Si este paso se logra, o al menos se va encaminado decididamente hacia él, el triunfo y desarrollo del socialismo hacia un futuro comunismo será una realidad innegablemente factible.

    Pero, y siempre hace falta tener una visión de cara al futuro, cuando se dé una situación similar, eso es dentro de varias décadas al menos, el petróleo ya empezará a escasear de forma importante ―tanto por su condición de recurso finito como por el incremento de la demanda debido al incremento demográfico mundial―. Por eso, pienso que los nuevos países socialistas deberán poner sus máximos esfuerzos en el desarrollo de energías renovables que ofrezcan un mundo de nuevas posibilidades nacientes y de proyección futura donde se podrá empezar de cero en su gestión, y no depender de un vestigio contaminado y contaminador, finito y lucrativo, del capitalismo. Con este paso adelante, con el que se ahorraría cargar con la losa de romper y cambiar las cadenas a las que está sometido el petróleo, la nueva sociedad logrará zafarse de una característica divina del capitalismo. 

    ¡Dejemos de derramar sangre a propósito de unos papeles verdes que tapan las necesidades humanas!

    Disculpa no responder a todas las preguntas, pero estoy disponible para, primero, aclarar alguna duda al respecto de las respuestas aquí esbozadas.

    [1]. «La crisis de la socialdemocracia», abril de 1915.
    [2]. «La conquista del pan», 1892.
    Interesantísima exposición del tema del petróleo camarada, me ha suplido las dudas. He llegado a la conclusión de que, cuando existía la URSS, los países socialistas tenían una fuente inagotable de petróleo y gas natural en dicho país, lo que les facilitó la puesta en marcha de sus políticas públicas del transporte sin sometimiento a los intereses privados, etc...
    Ahora, desde 1991, los países socialistas restantes se vieron empujados a cumplir los mandamientos de EEUU en el terreno económico, hecho que derivó en las famosas crisis de Cuba y la RPDC, países ambos, además, bloqueados por el imperialismo.
    A pesar del viraje revisionista de la URSS y los países influenciados por la misma (excepto Albania, Cuba, Corea del Norte, y China -aunque sepamos qué le ocurrió a ésta última, que podría haber sido la piedra angular de un nuevo bloque socialista pero el planteamiento erróneo de Mao y el revisionismo extremo posterior la llevaron a ser un mero país imperialista del montón, hecho que aisló a Albania, que entró desde entonces en otra crisis que la hizo desaparecer antes de 1991, a lo que contribuyó claramente el repetido viraje ideológico del país cuando murió Hoxha a finales de la mitad de los años 80 del siglo pasado-), la ventaja principal de relacionarse con el país era el tema económico (la política económica exterior concretamente).

    Sí, yo creo que las revoluciones comunistas venideras han de darse en países, principalmente, de las zonas de África y Oriente Medio; esto es, dominados de manera directa por el imperialismo. La caída del control de éstos países por parte de EEUU y la consecuente liberación del mercado del petróleo (que se centraría en países socialistas como ellos, terminando de acabar con el imperialismo; haciéndole rogar petróleo, mientras el socialismo iría desarrollando nuevas tecnologías y fuentes de energía renovables: se crearía una brecha en el capitalismo de 2 maneras: 1- el empleo: porque sin la mano de obra barata de los países liberados ahora bajo el socialismo y sis aprovecharse de los recursos de éstos, la pobreza africana y oriental se trasladaría a Europa y Norteamérica, creando un caldo de cultivo revolucionario que completase el proceso inicial de la instauración de la dictadura del proletariado y 2-la economía: pues se acabaría con el monopolio económico del imperialismo de puertas a fuera de sus respectivos países exponentes -USA, etc...-, lo que les obligaría a desarrollar la nueva industria renovable, de la que no tendrían monopolio, bajo las previsibles huelgas, manifestaciones, y luchas de los trabajadores del país -que verían incrementado en una cuantía inmensa el número de proletariado necesario para seguir en su condición económica anterior, por lo que el capitalismo se sumiría en una crisis involuntaria y que afectaría novedosamente a la burguesía, que se vería obligada a maximizar la explotación y, de paso la opresión de sus esclavos trabajadores que, seguirían aumentando su presión revolucionaria- todo mientras los países socialistas influenciarían al proletariado mundial, derrocasen la internacional trotskista para instaurar una leninista, útil, y desarrollasen en armonía su economía y sociedad, amparados por un colchón de producción económica de bienes energéticos).
    ¿Cuál es el problema? La presión tan bestia del imperialismo en la zona, que ya ha hecho fracasar revoluciones como las de Mozambique, Burkina Faso (Alto Volga), y el Congo, entre otras. Imaginemos una revolución palestina que acabase con Israel. El problema, de nuevo, sería ésto. Y que de dar jaque mate a los sionistas, saldrían a la luz los norteamericanos a dar por culo y aplastar la Revolución socialista. ¿Qué se debería procurar? Un estallido unánime de revoluciones anti revisionistas en la zona de oriente medio y del África más pobre (no en recursos naturales). ¿El nuevo problema? La consecución de la unanimidad ideológica y de actuación de los diferentes Partidos, que deberían actuar en todo el territorio como si fuese un país, y unificarlo bajo la estructura del mismo (podría crearse una Unión de Repúblicas Socialitas de África-Oriente Medio, aunque suene bizarro -ya se les ocurriría un nombre mejor-).
    Aunque esto es jugar a ser un médium, y no es tan útil como plantearse los problemas directos del proletariado hoy día. Pero puede ser el esbozo del camino ideal a seguir, aunque como tal sea imposible (los idealismos no son nada hasta que la cuestión esté palpable en el aire).
    Lo principal, de todas formas, es desarrollar los Partidos Comunistas de la zona, y hacerlos poderosos en el ámbito poblacional, de la población trabajadora, a la que se pasaría a organizar.

    Como hemos expuesto ya los dos, la reconversión económica de los medios de obtención de energía es obvia y necesaria para el socialismo. En España, al menos, con la energía solar no habría ni un problema del estilo. Con ésta, la eólica, y la hidráulica, se conseguiría acabar con las cadenas del petróleo. Pero imaginemos que la revolución fuese en Finlandia, país totalmente dependiente del exterior para que su industria (la poca que le queda) funcione, mas para no helarse en invierno la población. Allí el asunto sería más difícil, y la hipotética Finlandia socialista necesitaría de un país cálido que le exportase la energía renovable, o de inventar una que se valiese del frío o de algo similar, vete a saber.
    A la conclusión que llegamos es que el socialismo aislado es, hoy, una simple paranoia. La unión de países socialistas que, con su mutuo apoyo, fortaleciesen su propia revolución interna, sería lo ideal, pero llegamos de nuevo al entramado anterior que intenté exponer (el parrafazo de antes). Y claro está protegerse del revisionismo interno más destruirlo, hecho primordial escrito con mayúsculas en nuestra conciencia marxista-leninista.

    Bueno camarada, este tema ya está más o menos tratado al menos por nuestra parte. Ahora podemos intentar resolver las demás cuestiones, que son más complicadas (en especial el desarrollo del transporte público, su mejoramiento, y la cuestión del transporte privado y la respuesta de la población trabajadora a la resolución de la misma).
    Salud y gracias!
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AliveRC Jue Sep 05, 2013 1:48 am

    Como hemos expuesto ya los dos, la reconversión económica de los medios de obtención de energía es obvia y necesaria para el socialismo. En España, al menos, con la energía solar no habría ni un problema del estilo. Con ésta, la eólica, y la hidráulica, se conseguiría acabar con las cadenas del petróleo. Pero imaginemos que la revolución fuese en Finlandia, país totalmente dependiente del exterior para que su industria (la poca que le queda) funcione, mas para no helarse en invierno la población. Allí el asunto sería más difícil, y la hipotética Finlandia socialista necesitaría de un país cálido que le exportase la energía renovable, o de inventar una que se valiese del frío o de algo similar, vete a saber.

    Respecto a la necesidad de ser "autosuficiente energéticamente" (por llamarlo de alguna forma) hay una solución muy fácil y que ahorraría muchos problemas al socialismo, razón por la cual los progres y los ecologistas progres están en contra: la energía nuclear. Energía nuclear, energía nuclear y energía nuclear. Aunque en países que apenas tienen yacimientos de uranio como España, no es una autosuficiencia energética realmente, pero bueno, es mucho mejor y barato que depender del petróleo.

    Aunque, aún suponiendo la imposibilidad de que no se necesitase el petróleo para nada relacionado con la energía, todavía se necesitaría para los otros usos que tiene.

    Obviamente las energías solar, eólica e hidráulica, tal como están ahora, no son ninguna solución al problema energético.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Jue Sep 05, 2013 2:02 am

    AliveRC escribió:Como hemos expuesto ya los dos, la reconversión económica de los medios de obtención de energía es obvia y necesaria para el socialismo. En España, al menos, con la energía solar no habría ni un problema del estilo. Con ésta, la eólica, y la hidráulica, se conseguiría acabar con las cadenas del petróleo. Pero imaginemos que la revolución fuese en Finlandia, país totalmente dependiente del exterior para que su industria (la poca que le queda) funcione, mas para no helarse en invierno la población. Allí el asunto sería más difícil, y la hipotética Finlandia socialista necesitaría de un país cálido que le exportase la energía renovable, o de inventar una que se valiese del frío o de algo similar, vete a saber.

    Respecto a la necesidad de ser "autosuficiente energéticamente" (por llamarlo de alguna forma) hay una solución muy fácil y que ahorraría muchos problemas al socialismo, razón por la cual los progres y los ecologistas progres están en contra: la energía nuclear. Energía nuclear, energía nuclear y energía nuclear. Aunque en países que apenas tienen yacimientos de uranio como España, no es una autosuficiencia energética realmente, pero bueno, es mucho mejor y barato que depender del petróleo.

    Aunque, aún suponiendo la imposibilidad de que no se necesitase el petróleo para nada relacionado con la energía, todavía se necesitaría para los otros usos que tiene.

    Obviamente las energías solar, eólica e hidráulica, tal como están ahora, no son ninguna solución al problema energético.

    Claro que me refería al desarrollo hasta sus últimas consecuencias de las energías renovables citadas (eólica, solar, e hidráulica). Como tú dices, con el interesado subdesarrollo de éstas bajo el capitalismo no se podría acabar con ninguna dependencia energética. El caso, me reitero, es desarrollarlas bajo el socialismo.
    La energía nuclear podría dar un apoyo interesante a éstas renovables para acabar directamente con la dependencia del mercado del petróleo. Pero tiene un problema estratégico contra hipotéticas conspiraciones (imagínate si bombardean una central cazas imperialistas, se montaría un Chernóbil español...). Aunque, como éstas serían combatidas por las FFAA del país socialista y la "policía política", no existiría el riesgo de manera tan elevada (aunque la URSS estuvo a punto de sucumbir a lo mismo en una estratagema de Churchill entre otros para bombardear con bombas sucias las reservas de agua potable de la URSS sobre 1940).
    Pero como se supondría que la revolución en España no podría dar con una puerta abierta a la lucha directa contra la burguesía autóctona e internacional sin un proceso similar en las zonas más oprimidas por la explotación imperialista de la globalización (las que controlan o poseen los recursos naturales), lo de la dependencia del mercado del petróleo para sus otros usos quedaría en segundo plano.
    Como dije, es preferible que la revolución comunista se dé en los países más pobres y explotados internacionalmente primero (África y Oriente Medio) por el capital. A partir de ahí, el proceso mundial sería cuestión de tiempo, como intenté explicar.
    Salud!
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Jue Sep 05, 2013 4:26 pm

    AlejoSola escribió:
    Interesantísima exposición del tema del petróleo camarada, me ha suplido las dudas. He llegado a la conclusión de que, cuando existía la URSS, los países socialistas tenían una fuente inagotable de petróleo y gas natural en dicho país, lo que les facilitó la puesta en marcha de sus políticas públicas del transporte sin sometimiento a los intereses privados, etc...
    Ahora, desde 1991, los países socialistas restantes se vieron empujados a cumplir los mandamientos de EEUU en el terreno económico, hecho que derivó en las famosas crisis de Cuba y la RPDC, países ambos, además, bloqueados por el imperialismo.
    A pesar del viraje revisionista de la URSS y los países influenciados por la misma (excepto Albania, Cuba, Corea del Norte, y China -aunque sepamos qué le ocurrió a ésta última, que podría haber sido la piedra angular de un nuevo bloque socialista pero el planteamiento erróneo de Mao y el revisionismo extremo posterior la llevaron a ser un mero país imperialista del montón, hecho que aisló a Albania, que entró desde entonces en otra crisis que la hizo desaparecer antes de 1991, a lo que contribuyó claramente el repetido viraje ideológico del país cuando murió Hoxha a finales de la mitad de los años 80 del siglo pasado-), la ventaja principal de relacionarse con el país era el tema económico (la política económica exterior concretamente).

    Sí, yo creo que las revoluciones comunistas venideras han de darse en países, principalmente, de las zonas de África y Oriente Medio; esto es, dominados de manera directa por el imperialismo. La caída del control de éstos países por parte de EEUU y la consecuente liberación del mercado del petróleo (que se centraría en países socialistas como ellos, terminando de acabar con el imperialismo; haciéndole rogar petróleo, mientras el socialismo iría desarrollando nuevas tecnologías y fuentes de energía renovables: se crearía una brecha en el capitalismo de 2 maneras: 1- el empleo: porque sin la mano de obra barata de los países liberados ahora bajo el socialismo y sis aprovecharse de los recursos de éstos, la pobreza africana y oriental se trasladaría a Europa y Norteamérica, creando un caldo de cultivo revolucionario que completase el proceso inicial de la instauración de la dictadura del proletariado y 2-la economía: pues se acabaría con el monopolio económico del imperialismo de puertas a fuera de sus respectivos países exponentes -USA, etc...-, lo que les obligaría a desarrollar la nueva industria renovable, de la que no tendrían monopolio, bajo las previsibles huelgas, manifestaciones, y luchas de los trabajadores del país -que verían incrementado en una cuantía inmensa el número de proletariado necesario para seguir en su condición económica anterior, por lo que el capitalismo se sumiría en una crisis involuntaria y que afectaría novedosamente a la burguesía, que se vería obligada a maximizar la explotación y, de paso la opresión de sus esclavos trabajadores que, seguirían aumentando su presión revolucionaria- todo mientras los países socialistas influenciarían al proletariado mundial, derrocasen la internacional trotskista para instaurar una leninista, útil, y desarrollasen en armonía su economía y sociedad, amparados por un colchón de producción económica de bienes energéticos).
    ¿Cuál es el problema? La presión tan bestia del imperialismo en la zona, que ya ha hecho fracasar revoluciones como las de Mozambique, Burkina Faso (Alto Volga), y el Congo, entre otras. Imaginemos una revolución palestina que acabase con Israel. El problema, de nuevo, sería ésto. Y que de dar jaque mate a los sionistas, saldrían a la luz los norteamericanos a dar por culo y aplastar la Revolución socialista. ¿Qué se debería procurar? Un estallido unánime de revoluciones anti revisionistas en la zona de oriente medio y del África más pobre (no en recursos naturales). ¿El nuevo problema? La consecución de la unanimidad ideológica y de actuación de los diferentes Partidos, que deberían actuar en todo el territorio como si fuese un país, y unificarlo bajo la estructura del mismo (podría crearse una Unión de Repúblicas Socialitas de África-Oriente Medio, aunque suene bizarro -ya se les ocurriría un nombre mejor-).
    Aunque esto es jugar a ser un médium, y no es tan útil como plantearse los problemas directos del proletariado hoy día. Pero puede ser el esbozo del camino ideal a seguir, aunque como tal sea imposible (los idealismos no son nada hasta que la cuestión esté palpable en el aire).
    Lo principal, de todas formas, es desarrollar los Partidos Comunistas de la zona, y hacerlos poderosos en el ámbito poblacional, de la población trabajadora, a la que se pasaría a organizar.

    Como hemos expuesto ya los dos, la reconversión económica de los medios de obtención de energía es obvia y necesaria para el socialismo. En España, al menos, con la energía solar no habría ni un problema del estilo. Con ésta, la eólica, y la hidráulica, se conseguiría acabar con las cadenas del petróleo. Pero imaginemos que la revolución fuese en Finlandia, país totalmente dependiente del exterior para que su industria (la poca que le queda) funcione, mas para no helarse en invierno la población. Allí el asunto sería más difícil, y la hipotética Finlandia socialista necesitaría de un país cálido que le exportase la energía renovable, o de inventar una que se valiese del frío o de algo similar, vete a saber.
    A la conclusión que llegamos es que el socialismo aislado es, hoy, una simple paranoia. La unión de países socialistas que, con su mutuo apoyo, fortaleciesen su propia revolución interna, sería lo ideal, pero llegamos de nuevo al entramado anterior que intenté exponer (el parrafazo de antes). Y claro está protegerse del revisionismo interno más destruirlo, hecho primordial escrito con mayúsculas en nuestra conciencia marxista-leninista.

    Bueno camarada, este tema ya está más o menos tratado al menos por nuestra parte. Ahora podemos intentar resolver las demás cuestiones, que son más complicadas (en especial el desarrollo del transporte público, su mejoramiento, y la cuestión del transporte privado y la respuesta de la población trabajadora a la resolución de la misma).
    Salud y gracias!
    Muy de acuerdo en líneas generales y en la concepción de la dinámica revolucionaria en países subordinados, oprimidos. De hecho, hace un par de días respondí a un camarada en el tema «¿De verdad es tan bueno el comunismo?» en la sección de Tribuna de debate donde puntualizaba concretamente en este tema y afirmaba lo que tú has expuesto en tu anterior comentario:

    «El hecho de destrozar, aniquilar, el sistema capitalista en los países poderosos, es decir, opresores, liberaría tanto a los oprimidos en ámbito nacional -la clase obrera nacional, básicamente- y, a su vez -aunque con mayor lentitud-, a los oprimidos en ámbito internacional, es decir, aquellas naciones que se encuentran subordinadas a las «superpotencias» capitalistas. El efecto liberador sería, entonces, doble, nacional e internacional, y consecuentemente, muy eficaz. El camino inverso, eso es el levantamiento de las naciones oprimidas, solo sería realmente eficaz si se realizase en una escala costosamente internacional, por el hecho de suponer un golpe económico, y, por ende, social, verdadero a las «superpotencias» y un golpe moral a la gente de éstas. Un claro ejemplo es la URSS, que con su levantamiento anticapitalista permitió y ayudó al/el levantamiento de distintas naciones oprimidas».

    Ahora voy a intentar acercarme al problema del transporte que también preguntabas de inicio.

    Como ya dije en mi primera respuesta, el socialismo, o la primera etapa del comunismo, es el paso intermedio entre el capitalismo y el comunismo, por lo que en él conviven características de ambos modelos socio-económicos ―aunque dialécticamente no tengan la misma existencia―. Lenin se refería a esto diciendo muy acertadamente que «este período [el socialismo] no deja de reunir propiedades de ambas formaciones de la economía social, no puede dejar de ser un período de lucha entre el capitalismo agonizante y el comunismo naciente, o en otras palabras: entre el capitalismo vencido, pero no aniquilado, y el comunismo ya nacido, pero muy débil aún»[1]. Así pues, la concepción, la planificación, sobre el transporte, como otras áreas de la economía, estará afectada necesariamente por las formas capitalistas, en menor o mayor medida, en las que se somete hoy en día ―sobretodo durante los primeros instantes de vida del socialismo―. De lo que se trata es de seguir firmamente el camino socialista por el que las características materiales que se aplican al contexto socio-económico que, por ejemplo, afecta a la gestión del transporte, tengan un carácter decidido, ascendente, «naciente» como diría Lenin, y no pasivo, estacionario, «agónico» como también diría él. Con ésto me refiero a que el socialismo, aunque viva con los vestigios capitalistas que afectan en la totalidad del sistema, debe caminar firme, fortaleciendo esas «características ya nacidas, pero débiles» y desplazando esas «características agonizantes, pero no aniquiladas». Al fin y al cabo, como bien expresó Iósif Stalin en su didáctico artículo «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico»: «eso quiere decir que en política, para no equivocarse, se debe mirar hacia adelante y no hacia atrás»[2] ―sin entrar ahora en el debate de la gestión aplicada y práctica que él hizo―.

    Una vez aclarado el carácter de la dinámica socialista, surge la pregunta obligada en referencia al transporte de ¿cómo se ejecutará esta dinámica, exactamente?

    El Estado obrero, proletario, en definitiva, socialista, funcionará explícitamente diferente que el capitalista, burgués, y, a su vez, la forma de entender el poder y gestionarlo debería ser también radicalmente distinta ―puedes leer también una respuesta que hice hace pocos días en el tema «Medios de producción» de la Tribuna de debate respecto a la necesidad de una concepción diferente del poder en el socialismo―. En líneas generales, y haciendo hincapié en la línea que las características «nacientes» deberían seguir, el Estado obrero debe buscar que las necesidades de la vida humana sean el punto central de giro de la gestión social, por lo que la última palabra, el poder real, sería otorgada, en su punto álgido ―comunismo―, al completo del poder de la sociedad, y no del capital. Con esto quiero hacer entender que la función del Estado obrero debe ser aniquilar las características vestigiales y fortalecer las nacientes, transfiriendo, mediante su gestión concreta del poder, el poder real, el poder último, de la economía social al pleno de la sociedad. Ésto quiere decir, ya concretando, que el sistema de transporte social, eso es necesario, debe recaer en última instancia en el poder de la misma sociedad -¡quién sabrá mejor qué hacer con él que la misma sociedad que lo necesita!―.  En palabras de Friedrich Engels, esto significa la «concentración de todos los medios de transporte en manos de la nación»[3]. Y aquí puntualizaré yo, en consonancia con lo argumentado anteriormente, que nación, país, deber adquirir un significado distinto del que tiene en el capitalismo; eso es que poner en manos de la nación capitalista una cosa es distinta que ponerlo en manos de la nación socialista: el poder es distinto en ambas.

    El poder socialista, donde se camina hacia la fusión del poder real ―el poder sobre la producción― y el poder ejecutivo ―la gestión del poder real―, iniciando su forma de participación activa, técnica e ideológica, de las personas en la expresión de su trabajo lleva encerrado en sí mismo la necesidad de ponerlo todo en las manos de éste.

    Por otro lado, entiendo que el Estado obrero debería también incidir en la proporción de material de transporte individual, concreto, para las personas. Con ésto me refiero a la opción, al derecho, de todo ciudadano a disponer gratuitamente ―en el sentido aún existencial del dinero― de una bicicleta o un ciclomotor, al menos, como sucede en la República Popular Democrática de Corea, y de todo tipo en el comunismo ―pues ya no habrá dinero―. El gasto social en el socialsimo, contaminado por el capitalismo «agonizante», no deja de ser una característica «naciente» que deberá ir adquiriendo una forma firme con el paso del tiempo y el combate de las características capitalistas. Cuánto mayor socialización de la economía social o modo de producción, mayor peso y viabilidad del gasto social socialista. En las primeras batallas que el socialismo luchará contra el capitalismo en este sentido, la visión ascendente de las características que se deben adquirir irá, como he expresado, íntimamente ligada con la forma de entender la producción y el nivel de totalidad que ésta obtenga. Por ésto, como decía Karl Marx, «los gastos generales de administración, no concernientes a la producción, será considerablemente reducida en comparación a la sociedad actual»[4], pues el poder ejecutivo en el socialismo será necesariamente distinto que en el capitalismo, pues el poder real ya es distinto. Por otro lado, «la parte que se destine a satisfacer necesidades colectivas, tales, como escuelas, instituciones sanitarias, [transporte], etc., aumentará considerablemente desde el primer momento en comparación con la sociedad actual», ya que todo pasará a la gestión de la misma sociedad y, obviamente, mientras exista el negocio lucrativo, monetario, la misma sociedad deberá financiar sus estructuras sociales. (Las partes destinadas a la «administración» o a «satisfacer las necesidades colectivas» se entienden de las deducciones del «fruto íntegro del trabajo» que constituyen una necesidad económica elemental ―más coloquialmente, la financiación para los organismos generales se obtiene de parte del valor de la acción del trabajo en el proceso de producción, aquello que el trabajador no obtiene íntegramente de su aportación real, nominal, al proceso de producción―. En el socialismo y comunismo, la forma de entender el dominio, el poder real, sobre el modo de producción de los trabajadores y, por ende, también el poder ejecutivo en la sociedad, hace que el trabajador sea consciente y activo constante del fruto íntegro de su trabajo).

    En la medida que en el socialismo aún no se da la igualdad y libertad definitiva, por el condicionamiento y combate constante del capitalismo viejo, el gasto social difícilmente podría abarcar todo lo que el ser humano necesita, tanto individual como colectivamente. Esto quiere decir que el ser humano aún dependerá de la remuneración de su trabajo para disponer de todo lo necesario ―socialismo, aún― y no de sus necesidades o libertad para disponer de ello ―comunismo―. Ésto significa que, aunque en el socialismo se logre un avanzado nivel de posesión y autogestión de la actividad vital del ser humano, la vida de éste aún dependerá, en menor o mayor medida, en la etapa socialista de «el rasero del trabajo»[5]. Traduciendo ésto a líneas generales: la igualdad y la libertad «siguen llevando implícitamente una limitación burguesa», aunque de forma distinta en el socialismo y en camino hacia la plena igualdad y libertad que ofrece el comunismo. Ésto significa que, en el contexto del transporte, la sociedad aún no será capaz de abastecer el individuo según sus necesidades al completo o, visto desde otra perspectiva, el individuo aún no se podrá abastecer al completo según sus necesidades.  En la evolución firme del socialismo hacia el comunismo definitivo, eso es eliminar por completo las características burguesas «agonizantes», esta situación ser irá haciendo cada vez más real, verdadera. El sistema social, público, de transporte y el acceso gratuito al transporte individual aún dejaran huecos en los que solo podrá actuar el dinero del trabajo. En otras palabras, el individuo aún no podrá tener sus transportes en la totalidad de su necesidad mientras exista el lucro del trabajo, es decir, una característica «agonizante» del capitalismo. El socialismo debe luchar contra ésta para ofrecer el principio de la extinción del dinero como permiso de acceso a las necesidades para que, entonces, el individuo pueda acceder a todo producto social engendrado del trabajo.

    Trasladando todo ésto a la situación concreta del transporte, se podría entender de la siguiente forma: a lo largo del desarrollo socialismo, el individuo podrá disponer de su transporte ―coche, moto, etc.― en mayor medida según sus necesidades y menor medida según su capacidad económica a lo largo del desarrollo ascendete del socialismo. (Obviamente, el individuo debe trabajar para que en el contexto social se pueda realizar este proceso, bellamente resumido en la premisa comunista: de todos según su capacidad, a todos por su necesidad). En el inicio del socialismo, en el cuál la mercancía seguirá siendo una pieza importante, el individuo deberá tener dinero, obtenido por la remuneración del trabajo, para acceder a muchos productos, y al final del socialismo ―y el objetivo del mismo― podrá acceder a todos los productos según sus necesidades y libertad.

    En otras palabras, el socialismo deberá incrementar el concepto de necesidad para acceder a los productos y reducir la disponibilidad económica para el mismo propósito: destrozar la concepción de igualdad y libertad del comunismo para construir con fuertes cimientos la nueva sociedad comunista.

    Me he extendido mucho y creo haber levantado las bases esencial para diferentes interpretaciones concretas de la gestión del transporte ―que variará mucho según el lugar―. Espero que se haya entendido, estoy disponible para solucionar algún concepto que no se entienda bien. ¡Salud, camarada!

    [1]. «La economía y la política en la época de la dictadura del proletariado», Lenin, artículo publicado el 7 de noviembre de 1919 en la revista Pravda.
    [2]. «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico», Iósif Stalin, 1938.
    [3]. «Principios del comunismo», Friedrich Engels, 1847.
    [4]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [5]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    ____________________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

    Fight the supression, we will survive.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Vie Sep 06, 2013 1:35 am

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:
    Interesantísima exposición del tema del petróleo camarada, me ha suplido las dudas. He llegado a la conclusión de que, cuando existía la URSS, los países socialistas tenían una fuente inagotable de petróleo y gas natural en dicho país, lo que les facilitó la puesta en marcha de sus políticas públicas del transporte sin sometimiento a los intereses privados, etc...
    Ahora, desde 1991, los países socialistas restantes se vieron empujados a cumplir los mandamientos de EEUU en el terreno económico, hecho que derivó en las famosas crisis de Cuba y la RPDC, países ambos, además, bloqueados por el imperialismo.
    A pesar del viraje revisionista de la URSS y los países influenciados por la misma (excepto Albania, Cuba, Corea del Norte, y China -aunque sepamos qué le ocurrió a ésta última, que podría haber sido la piedra angular de un nuevo bloque socialista pero el planteamiento erróneo de Mao y el revisionismo extremo posterior la llevaron a ser un mero país imperialista del montón, hecho que aisló a Albania, que entró desde entonces en otra crisis que la hizo desaparecer antes de 1991, a lo que contribuyó claramente el repetido viraje ideológico del país cuando murió Hoxha a finales de la mitad de los años 80 del siglo pasado-), la ventaja principal de relacionarse con el país era el tema económico (la política económica exterior concretamente).

    Sí, yo creo que las revoluciones comunistas venideras han de darse en países, principalmente, de las zonas de África y Oriente Medio; esto es, dominados de manera directa por el imperialismo. La caída del control de éstos países por parte de EEUU y la consecuente liberación del mercado del petróleo (que se centraría en países socialistas como ellos, terminando de acabar con el imperialismo; haciéndole rogar petróleo, mientras el socialismo iría desarrollando nuevas tecnologías y fuentes de energía renovables: se crearía una brecha en el capitalismo de 2 maneras: 1- el empleo: porque sin la mano de obra barata de los países liberados ahora bajo el socialismo y sis aprovecharse de los recursos de éstos, la pobreza africana y oriental se trasladaría a Europa y Norteamérica, creando un caldo de cultivo revolucionario que completase el proceso inicial de la instauración de la dictadura del proletariado y 2-la economía: pues se acabaría con el monopolio económico del imperialismo de puertas a fuera de sus respectivos países exponentes -USA, etc...-, lo que les obligaría a desarrollar la nueva industria renovable, de la que no tendrían monopolio, bajo las previsibles huelgas, manifestaciones, y luchas de los trabajadores del país -que verían incrementado en una cuantía inmensa el número de proletariado necesario para seguir en su condición económica anterior, por lo que el capitalismo se sumiría en una crisis involuntaria y que afectaría novedosamente a la burguesía, que se vería obligada a maximizar la explotación y, de paso la opresión de sus esclavos trabajadores que, seguirían aumentando su presión revolucionaria- todo mientras los países socialistas influenciarían al proletariado mundial, derrocasen la internacional trotskista para instaurar una leninista, útil, y desarrollasen en armonía su economía y sociedad, amparados por un colchón de producción económica de bienes energéticos).
    ¿Cuál es el problema? La presión tan bestia del imperialismo en la zona, que ya ha hecho fracasar revoluciones como las de Mozambique, Burkina Faso (Alto Volga), y el Congo, entre otras. Imaginemos una revolución palestina que acabase con Israel. El problema, de nuevo, sería ésto. Y que de dar jaque mate a los sionistas, saldrían a la luz los norteamericanos a dar por culo y aplastar la Revolución socialista. ¿Qué se debería procurar? Un estallido unánime de revoluciones anti revisionistas en la zona de oriente medio y del África más pobre (no en recursos naturales). ¿El nuevo problema? La consecución de la unanimidad ideológica y de actuación de los diferentes Partidos, que deberían actuar en todo el territorio como si fuese un país, y unificarlo bajo la estructura del mismo (podría crearse una Unión de Repúblicas Socialitas de África-Oriente Medio, aunque suene bizarro -ya se les ocurriría un nombre mejor-).
    Aunque esto es jugar a ser un médium, y no es tan útil como plantearse los problemas directos del proletariado hoy día. Pero puede ser el esbozo del camino ideal a seguir, aunque como tal sea imposible (los idealismos no son nada hasta que la cuestión esté palpable en el aire).
    Lo principal, de todas formas, es desarrollar los Partidos Comunistas de la zona, y hacerlos poderosos en el ámbito poblacional, de la población trabajadora, a la que se pasaría a organizar.

    Como hemos expuesto ya los dos, la reconversión económica de los medios de obtención de energía es obvia y necesaria para el socialismo. En España, al menos, con la energía solar no habría ni un problema del estilo. Con ésta, la eólica, y la hidráulica, se conseguiría acabar con las cadenas del petróleo. Pero imaginemos que la revolución fuese en Finlandia, país totalmente dependiente del exterior para que su industria (la poca que le queda) funcione, mas para no helarse en invierno la población. Allí el asunto sería más difícil, y la hipotética Finlandia socialista necesitaría de un país cálido que le exportase la energía renovable, o de inventar una que se valiese del frío o de algo similar, vete a saber.
    A la conclusión que llegamos es que el socialismo aislado es, hoy, una simple paranoia. La unión de países socialistas que, con su mutuo apoyo, fortaleciesen su propia revolución interna, sería lo ideal, pero llegamos de nuevo al entramado anterior que intenté exponer (el parrafazo de antes). Y claro está protegerse del revisionismo interno más destruirlo, hecho primordial escrito con mayúsculas en nuestra conciencia marxista-leninista.

    Bueno camarada, este tema ya está más o menos tratado al menos por nuestra parte. Ahora podemos intentar resolver las demás cuestiones, que son más complicadas (en especial el desarrollo del transporte público, su mejoramiento, y la cuestión del transporte privado y la respuesta de la población trabajadora a la resolución de la misma).
    Salud y gracias!
    Muy de acuerdo en líneas generales y en la concepción de la dinámica revolucionaria en países subordinados, oprimidos. De hecho, hace un par de días respondí a un camarada en el tema «¿De verdad es tan bueno el comunismo?» en la sección de Tribuna de debate donde puntualizaba concretamente en este tema y afirmaba lo que tú has expuesto en tu anterior comentario:

    «El hecho de destrozar, aniquilar, el sistema capitalista en los países poderosos, es decir, opresores, liberaría tanto a los oprimidos en ámbito nacional -la clase obrera nacional, básicamente- y, a su vez -aunque con mayor lentitud-, a los oprimidos en ámbito internacional, es decir, aquellas naciones que se encuentran subordinadas a las «superpotencias» capitalistas. El efecto liberador sería, entonces, doble, nacional e internacional, y consecuentemente, muy eficaz. El camino inverso, eso es el levantamiento de las naciones oprimidas, solo sería realmente eficaz si se realizase en una escala costosamente internacional, por el hecho de suponer un golpe económico, y, por ende, social, verdadero a las «superpotencias» y un golpe moral a la gente de éstas. Un claro ejemplo es la URSS, que con su levantamiento anticapitalista permitió y ayudó al/el levantamiento de distintas naciones oprimidas».

    Ahora voy a intentar acercarme al problema del transporte que también preguntabas de inicio.

    Como ya dije en mi primera respuesta, el socialismo, o la primera etapa del comunismo, es el paso intermedio entre el capitalismo y el comunismo, por lo que en él conviven características de ambos modelos socio-económicos ―aunque dialécticamente no tengan la misma existencia―. Lenin se refería a esto diciendo muy acertadamente que «este período [el socialismo] no deja de reunir propiedades de ambas formaciones de la economía social, no puede dejar de ser un período de lucha entre el capitalismo agonizante y el comunismo naciente, o en otras palabras: entre el capitalismo vencido, pero no aniquilado, y el comunismo ya nacido, pero muy débil aún»[1]. Así pues, la concepción, la planificación, sobre el transporte, como otras áreas de la economía, estará afectada necesariamente por las formas capitalistas, en menor o mayor medida, en las que se somete hoy en día ―sobretodo durante los primeros instantes de vida del socialismo―. De lo que se trata es de seguir firmamente el camino socialista por el que las características materiales que se aplican al contexto socio-económico que, por ejemplo, afecta a la gestión del transporte, tengan un carácter decidido, ascendente, «naciente» como diría Lenin, y no pasivo, estacionario, «agónico» como también diría él. Con ésto me refiero a que el socialismo, aunque viva con los vestigios capitalistas que afectan en la totalidad del sistema, debe caminar firme, fortaleciendo esas «características ya nacidas, pero débiles» y desplazando esas «características agonizantes, pero no aniquiladas». Al fin y al cabo, como bien expresó Iósif Stalin en su didáctico artículo «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico»: «eso quiere decir que en política, para no equivocarse, se debe mirar hacia adelante y no hacia atrás»[2] ―sin entrar ahora en el debate de la gestión aplicada y práctica que él hizo―.

    Una vez aclarado el carácter de la dinámica socialista, surge la pregunta obligada en referencia al transporte de ¿cómo se ejecutará esta dinámica, exactamente?

    El Estado obrero, proletario, en definitiva, socialista, funcionará explícitamente diferente que el capitalista, burgués, y, a su vez, la forma de entender el poder y gestionarlo debería ser también radicalmente distinta ―puedes leer también una respuesta que hice hace pocos días en el tema «Medios de producción» de la Tribuna de debate respecto a la necesidad de una concepción diferente del poder en el socialismo―. En líneas generales, y haciendo hincapié en la línea que las características «nacientes» deberían seguir, el Estado obrero debe buscar que las necesidades de la vida humana sean el punto central de giro de la gestión social, por lo que la última palabra, el poder real, sería otorgada, en su punto álgido ―comunismo―, al completo del poder de la sociedad, y no del capital. Con esto quiero hacer entender que la función del Estado obrero debe ser aniquilar las características vestigiales y fortalecer las nacientes, transfiriendo, mediante su gestión concreta del poder, el poder real, el poder último, de la economía social al pleno de la sociedad. Ésto quiere decir, ya concretando, que el sistema de transporte social, eso es necesario, debe recaer en última instancia en el poder de la misma sociedad -¡quién sabrá mejor qué hacer con él que la misma sociedad que lo necesita!―.  En palabras de Friedrich Engels, esto significa la «concentración de todos los medios de transporte en manos de la nación»[3]. Y aquí puntualizaré yo, en consonancia con lo argumentado anteriormente, que nación, país, deber adquirir un significado distinto del que tiene en el capitalismo; eso es que poner en manos de la nación capitalista una cosa es distinta que ponerlo en manos de la nación socialista: el poder es distinto en ambas.

    El poder socialista, donde se camina hacia la fusión del poder real ―el poder sobre la producción― y el poder ejecutivo ―la gestión del poder real―, iniciando su forma de participación activa, técnica e ideológica, de las personas en la expresión de su trabajo lleva encerrado en sí mismo la necesidad de ponerlo todo en las manos de éste.

    Por otro lado, entiendo que el Estado obrero debería también incidir en la proporción de material de transporte individual, concreto, para las personas. Con ésto me refiero a la opción, al derecho, de todo ciudadano a disponer gratuitamente ―en el sentido aún existencial del dinero― de una bicicleta o un ciclomotor, al menos, como sucede en la República Popular Democrática de Corea, y de todo tipo en el comunismo ―pues ya no habrá dinero―. El gasto social en el socialsimo, contaminado por el capitalismo «agonizante», no deja de ser una característica «naciente» que deberá ir adquiriendo una forma firme con el paso del tiempo y el combate de las características capitalistas. Cuánto mayor socialización de la economía social o modo de producción, mayor peso y viabilidad del gasto social socialista. En las primeras batallas que el socialismo luchará contra el capitalismo en este sentido, la visión ascendente de las características que se deben adquirir irá, como he expresado, íntimamente ligada con la forma de entender la producción y el nivel de totalidad que ésta obtenga. Por ésto, como decía Karl Marx, «los gastos generales de administración, no concernientes a la producción, será considerablemente reducida en comparación a la sociedad actual»[4], pues el poder ejecutivo en el socialismo será necesariamente distinto que en el capitalismo, pues el poder real ya es distinto. Por otro lado, «la parte que se destine a satisfacer necesidades colectivas, tales, como escuelas, instituciones sanitarias, [transporte], etc., aumentará considerablemente desde el primer momento en comparación con la sociedad actual», ya que todo pasará a la gestión de la misma sociedad y, obviamente, mientras exista el negocio lucrativo, monetario, la misma sociedad deberá financiar sus estructuras sociales. (Las partes destinadas a la «administración» o a «satisfacer las necesidades colectivas» se entienden de las deducciones del «fruto íntegro del trabajo» que constituyen una necesidad económica elemental ―más coloquialmente, la financiación para los organismos generales se obtiene de parte del valor de la acción del trabajo en el proceso de producción, aquello que el trabajador no obtiene íntegramente de su aportación real, nominal, al proceso de producción―. En el socialismo y comunismo, la forma de entender el dominio, el poder real, sobre el modo de producción de los trabajadores y, por ende, también el poder ejecutivo en la sociedad, hace que el trabajador sea consciente y activo constante del fruto íntegro de su trabajo).

    En la medida que en el socialismo aún no se da la igualdad y libertad definitiva, por el condicionamiento y combate constante del capitalismo viejo, el gasto social difícilmente podría abarcar todo lo que el ser humano necesita, tanto individual como colectivamente. Esto quiere decir que el ser humano aún dependerá de la remuneración de su trabajo para disponer de todo lo necesario ―socialismo, aún― y no de sus necesidades o libertad para disponer de ello ―comunismo―. Ésto significa que, aunque en el socialismo se logre un avanzado nivel de posesión y autogestión de la actividad vital del ser humano, la vida de éste aún dependerá, en menor o mayor medida, en la etapa socialista de «el rasero del trabajo»[5]. Traduciendo ésto a líneas generales: la igualdad y la libertad «siguen llevando implícitamente una limitación burguesa», aunque de forma distinta en el socialismo y en camino hacia la plena igualdad y libertad que ofrece el comunismo. Ésto significa que, en el contexto del transporte, la sociedad aún no será capaz de abastecer el individuo según sus necesidades al completo o, visto desde otra perspectiva, el individuo aún no se podrá abastecer al completo según sus necesidades.  En la evolución firme del socialismo hacia el comunismo definitivo, eso es eliminar por completo las características burguesas «agonizantes», esta situación ser irá haciendo cada vez más real, verdadera. El sistema social, público, de transporte y el acceso gratuito al transporte individual aún dejaran huecos en los que solo podrá actuar el dinero del trabajo. En otras palabras, el individuo aún no podrá tener sus transportes en la totalidad de su necesidad mientras exista el lucro del trabajo, es decir, una característica «agonizante» del capitalismo. El socialismo debe luchar contra ésta para ofrecer el principio de la extinción del dinero como permiso de acceso a las necesidades para que, entonces, el individuo pueda acceder a todo producto social engendrado del trabajo.

    Trasladando todo ésto a la situación concreta del transporte, se podría entender de la siguiente forma: a lo largo del desarrollo socialismo, el individuo podrá disponer de su transporte ―coche, moto, etc.― en mayor medida según sus necesidades y menor medida según su capacidad económica a lo largo del desarrollo ascendete del socialismo. (Obviamente, el individuo debe trabajar para que en el contexto social se pueda realizar este proceso, bellamente resumido en la premisa comunista: de todos según su capacidad, a todos por su necesidad). En el inicio del socialismo, en el cuál la mercancía seguirá siendo una pieza importante, el individuo deberá tener dinero, obtenido por la remuneración del trabajo, para acceder a muchos productos, y al final del socialismo ―y el objetivo del mismo― podrá acceder a todos los productos según sus necesidades y libertad.

    En otras palabras, el socialismo deberá incrementar el concepto de necesidad para acceder a los productos y reducir la disponibilidad económica para el mismo propósito: destrozar la concepción de igualdad y libertad del comunismo para construir con fuertes cimientos la nueva sociedad comunista.

    Me he extendido mucho y creo haber levantado las bases esencial para diferentes interpretaciones concretas de la gestión del transporte ―que variará mucho según el lugar―. Espero que se haya entendido, estoy disponible para solucionar algún concepto que no se entienda bien. ¡Salud, camarada!

    [1]. «La economía y la política en la época de la dictadura del proletariado», Lenin, artículo publicado el 7 de noviembre de 1919 en la revista Pravda.
    [2]. «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico», Iósif Stalin, 1938.
    [3]. «Principios del comunismo», Friedrich Engels, 1847.
    [4]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [5]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    Al contrario, ha sido como leer los "Manuscritos de economía y filosofía de" Marx; el lenguaje similar, entendible mas técnico, y lo más importante: las respuestas a lo que se preguntaba.
    Me ha quedado claro que el transporte, público o privado, puede ser un medio de remuneración a los méritos del trabajo de cada obrero intrínseco en la comunidad productiva de los sóviet "sindicales" (o laborales), y que podría hacerse como en Cuba, donde te entregan un vehículo privado en caso de necesidad, aunque tengas tu práctica bicicleta o ciclomotor para ir a tu ritmo por la ciudad si no coincide tu necesidad de transporte con el horario del bus público. Por ejemplo, un discapacitado tendría preferencia en la entrega de un vehículo privado respecto a alguien "en sus facultades". Creo que las políticas cubanas y norcoreanas en este aspecto son más o menos similares.
    Esto va estrechamente relacionado al dinero, valor, que crea el trabajo productivo, útil, de manera directa, de modo que la sociedad dispone de aquello que produce, en la cantidad de la misma producción. Muy resumido pero creo que la esencia puede encontrarse aquí.
    Lo que no me queda claro es: ¿se debería primar el transporte público o el privado, y qué hacer con los precios del primero? y la última que queda por contestar que sería: ¿qué hacer con el efectivo excedente de vehículos privados por familia? ¿cómo hacer que se encaje bien desde la perspectiva de la gente trabajadora?

    Por lo demás, el debate me está resultando ciertamente de gran ayuda y veo que las conclusiones sobre le movimiento obrero en la primera respuesta son unánimes por estos lares Very Happy 
    Salud y gracias de nuevo!
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Vie Sep 06, 2013 11:57 am

    AlejoSola escribió:
    Al contrario, ha sido como leer los "Manuscritos de economía y filosofía de" Marx; el lenguaje similar, entendible mas técnico, y lo más importante: las respuestas a lo que se preguntaba.
    Me ha quedado claro que el transporte, público o privado, puede ser un medio de remuneración a los méritos del trabajo de cada obrero intrínseco en la comunidad productiva de los sóviet "sindicales" (o laborales), y que podría hacerse como en Cuba, donde te entregan un vehículo privado en caso de necesidad, aunque tengas tu práctica bicicleta o ciclomotor para ir a tu ritmo por la ciudad si no coincide tu necesidad de transporte con el horario del bus público. Por ejemplo, un discapacitado tendría preferencia en la entrega de un vehículo privado respecto a alguien "en sus facultades". Creo que las políticas cubanas y norcoreanas en este aspecto son más o menos similares.
    Esto va estrechamente relacionado al dinero, valor, que crea el trabajo productivo, útil, de manera directa, de modo que la sociedad dispone de aquello que produce, en la cantidad de la misma producción. Muy resumido pero creo que la esencia puede encontrarse aquí.
    Lo que no me queda claro es: ¿se debería primar el transporte público o el privado, y qué hacer con los precios del primero? y la última que queda por contestar que sería: ¿qué hacer con el efectivo excedente de vehículos privados por familia? ¿cómo hacer que se encaje bien desde la perspectiva de la gente trabajadora?

    Por lo demás, el debate me está resultando ciertamente de gran ayuda y veo que las conclusiones sobre le movimiento obrero en la primera respuesta son unánimes por estos lares Very Happy 
    Salud y gracias de nuevo!
    De nuevo, muy de acuerdo en la explicación o conclusión general que has dado, camarada. Antes de proseguir y contestar a las preguntas voy a hacer un pequeño recordatorio del tema. En el socialismo, donde conviven características de un nuevo régimen social con características de un viejo modelo social, el Estado debe cumplir la función de agravar la consolidación de las nuevas características y dar muerte a las viejas. Una vez se produzca ésto, como desarrollaré en la posterior explicación, el Estado se extinguirá como tal a causa del nuevo poder surgido o adherido a la nueva sociedad. Así pues, durante el socialismo, el valor individual del trabajo aún es el medio según el cual la persona debe vivir, por la herencia de condiciones materiales y consciencia del capitalismo, y no según sus necesidades. En la medida que el Estado aplaste las características pasadas, abrirá paso a las nuevas, con lo que la transformación completa de la concepción de vida social también cambiará: el Estado, en este sentido, se fusionará progresivamente con el poder socialista o comunista que surge ―el poder de los sóviets, el poder comunal― en la medida que no queden elementos capitalistas y, por ende, que la sociedad adquiera sus medios de vida no según el trabajo individual, sino las necesidades individuales y colectivas ―ésto supone intrínsecamente el fin del dinero―.

    Ahora, una vez hecha esta pequeña introducción para orientarnos mejor, me centro en las preguntas.

    En un Estado socialista se debería potenciar decididamente la red de transporte público, con el correspondiente financiamiento monetario ―poder monetario― que requiere el nacimiento del socialismo, pues aún está por madurar, convive con elementos presentes y pasados del capitalismo y no se dará a la vez en todo el mundo, hecho que permitiría el final financiamiento por necesidad ―poder humano―, que luego introduciré más extensamente. De aquí se derivan dos preguntas: ¿por qué se debe potenciar y augmentar el transporte público? ¿Cómo se haría y con qué objetivos?

    Como he dicho en la pequeña introducción, el Estado socialista, obrero, debe fomentar las nuevas características que satisfagan las necesidades de las personas por categoría principal en lugar que por el rasero del trabajo. Éste objetivo será progresivo, largo en el tiempo, y más o menos exitoso según el entorno internacional ―de aquí la importancia que los dos le damos a una revolución internacional o una revolución en un buen conglomerado de países―. Así pues, si el Estado obrero potencia el transporte público, está ampliando el rango con el cual satisfacer universalmente las necesidades de cada persona, que elementalmente son las mismas aún haciendo distintos trabajos. Con medidas similares a ésta, donde se ve claramente que se ofrece a las personas medios de vida según sus necesidades implícitas y no según su trabajo, se potencia a su vez la condiciones materiales, y por ende consciencia, de la nueva sociedad y se va cavando la tumba para las particularidades capitalistas. Con un conjunto de medidas enfocadas en el mismo sentido, en el mismo camino, sin desistir ni doblar la rodilla, el avance está asegurado.

    Por otro lado, como también he dicho anteriormente, en un contexto saliente del capitalismo e inmerso aún en un mundo actual o de restos capitalista, la financiación monetaria seguiría siendo vital y crucial. Esto quiere decir: 1) se debe obtener el dinero de algún lugar, afirmando su existencia; 2) el poder de libertad, de necesidad, sigue residiendo en la moneda. Me centro en el 1). Con la adquisición de nuevas fuerzas productivas ―propiedad social de los medios de producción― y las nuevas relaciones de producción engendradas, así como la superestructura social que se deriva, ya no habrá explotación del trabajo. (El Estado obrero, eso es «el proletariado organizado como clase dominante»[1], debe proteger y ayudar al desarrollo de este modo de producción, con lo que deberá luchar vivamente contra el antiguo, capitalista, modo de producción y sus relaciones productivas y sociales. A ésto concretamente me refiero con características nuevas y características viejas). Con el nuevo modo de producción, pues, ya no habrá extracción de la plusvalía por parte del empresario, del capitalista, del burgués. Así pues, el valor del trabajo adquiere una nueva dimensión. Obviamente parte de él se destinará a la misma producción ―«a reponer los medios de producción consumidos»[2]―, eso es a valores ya existentes, y otra parte se destinará para una supuesta ampliación de la producción, así como a un «fondo de reserva o seguro contra accidentes, trastornos debidos a accidentes, etc.». Ésto es lo que se refiere al mismo proceso de producción. Para un uso externo de la producción, eso es para «servir medios de consumo», del valor íntegro del trabajo también se deducirían «gastos generales de la administración», que recordemos será una administración, eso es forma de poder ejecutivo, distinta y, como dije, menos costosa ―pues el poder soviético, el poder comunal, naciente no es retribuido en sí, como se hace con el actual poder político―, y «la parte que se destine a satisfacer necesidades colectivas». (Lo restante será el salario bruto del trabajador, la parte que se reparte entre los productores). En la última deducción es de donde se obtiene gran parte del financiamiento monetario de los gastos sociales, estatales, en la sociedad socialista, a parte de los impuestos progresivos sobre ricos y la expropiación de bienes, que también es una fuente muy valiosa. Está claro que, en comparación con la actualidad, esta deducción, esta extracción, aumentará considerablemente con la nueva función del estado. La compensación inicial de esta gran deducción se encuentra en la disminución de los «gastos generales de la administración» y de la muerte implícita de la plusvalía ―por lo que incluso el salario real y relativo de los trabajadores podría aumentar, eso es su poder adquisitivo―.

    Antes de profundizar más, hace falta ver agudamente como las deducciones no se producirán, como en la actualidad, a modo de entrega desentendida, es decir, olvidada, dada a terceros ―a los burgueses gobernantes, en la actualidad, que hacen con ellas lo mejor para sus intereses―, sino que con la construcción del poder soviético, del nuevo poder ejecutivo engendrado del nuevo poder real sobre la producción, y la subsiguiente «participación consciente, individual y colectiva, en todos los mecanismos de dirección y producción de la sociedad, ligándola a la necesidad de una educación técnica e ideológica», como decía el Che[3], las deducciones obtendrán el significado de una entrega al poder ejecutivo de forma entendida, presente, consciente, pues ¡el mismo trabajador participará, en mayor medida según el desarrollo del socialismo, en la dirección de la sociedad, es decir, en la gestión de los recursos por ella producida! En este sentido el trabajador irá tendiendo a auto-gestionar el fruto social de su trabajo: el cumplimiento armónico de la exteriorización individual de la consciencia humana.

    Aquí, entonces, se puede entender que cuando las nuevas relaciones de producción ―la nueva forma de sociedad― ya no encuentre el rocoso obstáculo de las viejas relaciones de producción, el Estado, como entidad de protección de un modelo socio-económico de clase, tenderá a desaparecer. El poder soviético, el poder ejecutivo fusionado con el poder real sobre la producción, será ya una forma libre, despojada de organismos solubles o superiores a él, como lo era el Estado, que debía afincar el model socialista por encima de los restos despedazados del modelo capitalista. Aquí se ve, de nuevo, otra vez más, que este contexto, esta evolución, solo se puede dar en un contexto internacional, incluso mundial, donde los países sigan la misma línea ―sino, el Estado sigue siendo necesario para proteger las características nuevas, la nueva forma de sociedad, de los intereses de otras potencias―.

    En estos pasos, con esta firmeza y convicción, que por su progreso deben ir acompañadas de un entorno internacional óptimo ―hecho que no ocurre con los actuales países socialistas, que se encuentran ahogados por el entorno capitalista―, se acabará ampliando el horizonte de la concepción de por necesidades. Es decir, el individuo también percibirá progresivamente de la sociedad aquello que necesite y no aquello que su trabajo le permita. En el caso del transporte, recibirá el coche, la moto, etc., que necesite. En este punto, donde el Estado ya será más innecesario y se extinguirá, ¡se extinguirá también, pues, el financiamiento monetario! Una de las verdades sagradas, intocables, del capitalismo, perderá su forma y su sentido: el nuevo mundo se levantará en los cimientos del reparto necesario y no poderoso, del reparto humano y no explotador. (Por ejemplo, si se da un mundo o continente mayoritariamente socialista verdadero, autosuficiente en una medida razonable que no deba luchar con los intereses de alguna otra nación capitalista, el financiamiento entre ellos, eso es la comercialización de bienes, tenderá a realizarse, siguiendo mi explicación, según la necesidad de cada país, ¡y no según qué país pueda pagar más! Esto se puede traducir al interior de una sociedad, también. Aquí está, como se entiende, la humanización completa del mundo y el renacimiento de la vida plenamente humana).

    Finalmente, por otro lado, respondo a tus dos preguntas finales. En este caso no hay mucho a decir: se debe seguir la obtención de una distribución equitativa de transportes individuales según la necesidad familiar. En el principio del socialismo, donde el dinero mantiene su hegemonía y el trabajo es la moneda de cambio de la vida, obviamente habrá familias que podrán tener más transportes o bienes que otras, pues el rasero equitativo sigue siendo esencialmente el trabajo ―y el Estado debe trabajar para lograr la superación de este―, y aquí entra el papel del Estado, como bien pones de ejemplo en Cuba o Corea del Norte, para la proporción a toda la sociedad de los medios de transporte necesarios ―papel esencial del transporte público, tal y como he explicado―. Con una correcta evolución del socialismo y del Estado, siguiendo las características y premisas antes explicadas, todas las familias podrán tener los mismos transportes o bienes por el mismo rasero: sus necesidades y libertades. Para llegar a ésto, es necesario la expropiación consensuada y socialmente aprobada de cantidades que excedan o entorpezcan la distribución realmente equitativa. No hace falta debatir que una familia de diez personas puede tener algun transporte más que una pareja sin hijos, esto está claro ―¡más faltaría!―. Como consigna, que todo el mundo se pueda mover como le convenga.

    Ya para acabar, también recalcar, como hago siempre, que la categoría social de los bienes producidos, de los servicios ofrecidos, en la nueva sociedad será distinta a la actual, a la capitalista. Globalizando este concepto: una nueva sociedad, una nueva forma de producir las condiciones materiales de la vida humana, proporcionará nuevos valores, nuevas formas de concebir el mundo y la vida; nuevas teorías sociales. En palabras del «Manifiesto Comunista»: «se debe comprender que al cambiar las condiciones de vida, las relaciones sociales, la existencia social del hombre, se modifican también sus ideas, sus opiniones y sus conceptos; en una palabra: su consciencia»[4]. (Estas nociones son básicas en el materialismo filosófico). En referencia al transporte, el entendimiento de público y privado también va adquirir una nueva dimensión: ¿podrá decirse privado en el mismo sentido, con las mismas connotaciones, a algo que no compras, sino algo que obtienes? ¿Podrá decirse público en el mismo sentido, con las mismas connotaciones, a algo que adquiera una nueva aplicación estatal, en el socialismo, y donde todo individuo participa en su producción y gestión, de forma completa en el comunismo? Pero ésto no debe ser el debate principal, pues ya de dará por si mismo; quería remarcarlo, hacerlo notar, pues en muchos debates y conversas sucede que se tiende a pensar, en teorizar, acerca el socialismo y el comunismo, eso es nuevas formas de producir la sociedad, mediante la concepción y valores de la actual sociedad. Como se dice también en «El Manifiesto Comunista»: «la revolución comunista viene a romper de la manera más radical con el régimen tradicional de la propiedad; nada tiene de extraño, pues, que según se vaya implantando vaya rompiendo de la forma más radical las ideas más tradicionales».

    Espero sinceramente que haya servido de ayuda y haya saldado las preguntas. Por lo que sea sigo dispuesto a aclarar alguna cosa, profundizar en algún aspecto, etc. . Un placer debatir así, ¡salud, camarada!

    [1]. «El Manifiesto Comunista», Karl Marx y Friedrich Engels, para La Liga de los Comunistas, 1848.
    [2]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [3]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [4]. «El Manifiesto Comunista», Karl Marx y Friedrich Engels, para La Liga de los Comunistas, 1848.
    ___________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Sáb Sep 07, 2013 12:27 am

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:
    Al contrario, ha sido como leer los "Manuscritos de economía y filosofía de" Marx; el lenguaje similar, entendible mas técnico, y lo más importante: las respuestas a lo que se preguntaba.
    Me ha quedado claro que el transporte, público o privado, puede ser un medio de remuneración a los méritos del trabajo de cada obrero intrínseco en la comunidad productiva de los sóviet "sindicales" (o laborales), y que podría hacerse como en Cuba, donde te entregan un vehículo privado en caso de necesidad, aunque tengas tu práctica bicicleta o ciclomotor para ir a tu ritmo por la ciudad si no coincide tu necesidad de transporte con el horario del bus público. Por ejemplo, un discapacitado tendría preferencia en la entrega de un vehículo privado respecto a alguien "en sus facultades". Creo que las políticas cubanas y norcoreanas en este aspecto son más o menos similares.
    Esto va estrechamente relacionado al dinero, valor, que crea el trabajo productivo, útil, de manera directa, de modo que la sociedad dispone de aquello que produce, en la cantidad de la misma producción. Muy resumido pero creo que la esencia puede encontrarse aquí.
    Lo que no me queda claro es: ¿se debería primar el transporte público o el privado, y qué hacer con los precios del primero? y la última que queda por contestar que sería: ¿qué hacer con el efectivo excedente de vehículos privados por familia? ¿cómo hacer que se encaje bien desde la perspectiva de la gente trabajadora?

    Por lo demás, el debate me está resultando ciertamente de gran ayuda y veo que las conclusiones sobre le movimiento obrero en la primera respuesta son unánimes por estos lares Very Happy 
    Salud y gracias de nuevo!
    De nuevo, muy de acuerdo en la explicación o conclusión general que has dado, camarada. Antes de proseguir y contestar a las preguntas voy a hacer un pequeño recordatorio del tema. En el socialismo, donde conviven características de un nuevo régimen social con características de un viejo modelo social, el Estado debe cumplir la función de agravar la consolidación de las nuevas características y dar muerte a las viejas. Una vez se produzca ésto, como desarrollaré en la posterior explicación, el Estado se extinguirá como tal a causa del nuevo poder surgido o adherido a la nueva sociedad. Así pues, durante el socialismo, el valor individual del trabajo aún es el medio según el cual la persona debe vivir, por la herencia de condiciones materiales y consciencia del capitalismo, y no según sus necesidades. En la medida que el Estado aplaste las características pasadas, abrirá paso a las nuevas, con lo que la transformación completa de la concepción de vida social también cambiará: el Estado, en este sentido, se fusionará progresivamente con el poder socialista o comunista que surge ―el poder de los sóviets, el poder comunal― en la medida que no queden elementos capitalistas y, por ende, que la sociedad adquiera sus medios de vida no según el trabajo individual, sino las necesidades individuales y colectivas ―ésto supone intrínsecamente el fin del dinero―.

    Ahora, una vez hecha esta pequeña introducción para orientarnos mejor, me centro en las preguntas.

    En un Estado socialista se debería potenciar decididamente la red de transporte público, con el correspondiente financiamiento monetario ―poder monetario― que requiere el nacimiento del socialismo, pues aún está por madurar, convive con elementos presentes y pasados del capitalismo y no se dará a la vez en todo el mundo, hecho que permitiría el final financiamiento por necesidad ―poder humano―, que luego introduciré más extensamente. De aquí se derivan dos preguntas: ¿por qué se debe potenciar y augmentar el transporte público? ¿Cómo se haría y con qué objetivos?

    Como he dicho en la pequeña introducción, el Estado socialista, obrero, debe fomentar las nuevas características que satisfagan las necesidades de las personas por categoría principal en lugar que por el rasero del trabajo. Éste objetivo será progresivo, largo en el tiempo, y más o menos exitoso según el entorno internacional ―de aquí la importancia que los dos le damos a una revolución internacional o una revolución en un buen conglomerado de países―. Así pues, si el Estado obrero potencia el transporte público, está ampliando el rango con el cual satisfacer universalmente las necesidades de cada persona, que elementalmente son las mismas aún haciendo distintos trabajos. Con medidas similares a ésta, donde se ve claramente que se ofrece a las personas medios de vida según sus necesidades implícitas y no según su trabajo, se potencia a su vez la condiciones materiales, y por ende consciencia, de la nueva sociedad y se va cavando la tumba para las particularidades capitalistas. Con un conjunto de medidas enfocadas en el mismo sentido, en el mismo camino, sin desistir ni doblar la rodilla, el avance está asegurado.

    Por otro lado, como también he dicho anteriormente, en un contexto saliente del capitalismo e inmerso aún en un mundo actual o de restos capitalista, la financiación monetaria seguiría siendo vital y crucial. Esto quiere decir: 1) se debe obtener el dinero de algún lugar, afirmando su existencia; 2) el poder de libertad, de necesidad, sigue residiendo en la moneda. Me centro en el 1). Con la adquisición de nuevas fuerzas productivas ―propiedad social de los medios de producción― y las nuevas relaciones de producción engendradas, así como la superestructura social que se deriva, ya no habrá explotación del trabajo. (El Estado obrero, eso es «el proletariado organizado como clase dominante»[1], debe proteger y ayudar al desarrollo de este modo de producción, con lo que deberá luchar vivamente contra el antiguo, capitalista, modo de producción y sus relaciones productivas y sociales. A ésto concretamente me refiero con características nuevas y características viejas). Con el nuevo modo de producción, pues, ya no habrá extracción de la plusvalía por parte del empresario, del capitalista, del burgués. Así pues, el valor del trabajo adquiere una nueva dimensión. Obviamente parte de él se destinará a la misma producción ―«a reponer los medios de producción consumidos»[2]―, eso es a valores ya existentes, y otra parte se destinará para una supuesta ampliación de la producción, así como a un «fondo de reserva o seguro contra accidentes, trastornos debidos a accidentes, etc.». Ésto es lo que se refiere al mismo proceso de producción. Para un uso externo de la producción, eso es para «servir medios de consumo», del valor íntegro del trabajo también se deducirían «gastos generales de la administración», que recordemos será una administración, eso es forma de poder ejecutivo, distinta y, como dije, menos costosa ―pues el poder soviético, el poder comunal, naciente no es retribuido en sí, como se hace con el actual poder político―, y «la parte que se destine a satisfacer necesidades colectivas». (Lo restante será el salario bruto del trabajador, la parte que se reparte entre los productores). En la última deducción es de donde se obtiene gran parte del financiamiento monetario de los gastos sociales, estatales, en la sociedad socialista, a parte de los impuestos progresivos sobre ricos y la expropiación de bienes, que también es una fuente muy valiosa. Está claro que, en comparación con la actualidad, esta deducción, esta extracción, aumentará considerablemente con la nueva función del estado. La compensación inicial de esta gran deducción se encuentra en la disminución de los «gastos generales de la administración» y de la muerte implícita de la plusvalía ―por lo que incluso el salario real y relativo de los trabajadores podría aumentar, eso es su poder adquisitivo―.

    Antes de profundizar más, hace falta ver agudamente como las deducciones no se producirán, como en la actualidad, a modo de entrega desentendida, es decir, olvidada, dada a terceros ―a los burgueses gobernantes, en la actualidad, que hacen con ellas lo mejor para sus intereses―, sino que con la construcción del poder soviético, del nuevo poder ejecutivo engendrado del nuevo poder real sobre la producción, y la subsiguiente «participación consciente, individual y colectiva, en todos los mecanismos de dirección y producción de la sociedad, ligándola a la necesidad de una educación técnica e ideológica», como decía el Che[3], las deducciones obtendrán el significado de una entrega al poder ejecutivo de forma entendida, presente, consciente, pues ¡el mismo trabajador participará, en mayor medida según el desarrollo del socialismo, en la dirección de la sociedad, es decir, en la gestión de los recursos por ella producida! En este sentido el trabajador irá tendiendo a auto-gestionar el fruto social de su trabajo: el cumplimiento armónico de la exteriorización individual de la consciencia humana.

    Aquí, entonces, se puede entender que cuando las nuevas relaciones de producción ―la nueva forma de sociedad― ya no encuentre el rocoso obstáculo de las viejas relaciones de producción, el Estado, como entidad de protección de un modelo socio-económico de clase, tenderá a desaparecer. El poder soviético, el poder ejecutivo fusionado con el poder real sobre la producción, será ya una forma libre, despojada de organismos solubles o superiores a él, como lo era el Estado, que debía afincar el model socialista por encima de los restos despedazados del modelo capitalista. Aquí se ve, de nuevo, otra vez más, que este contexto, esta evolución, solo se puede dar en un contexto internacional, incluso mundial, donde los países sigan la misma línea ―sino, el Estado sigue siendo necesario para proteger las características nuevas, la nueva forma de sociedad, de los intereses de otras potencias―.

    En estos pasos, con esta firmeza y convicción, que por su progreso deben ir acompañadas de un entorno internacional óptimo ―hecho que no ocurre con los actuales países socialistas, que se encuentran ahogados por el entorno capitalista―, se acabará ampliando el horizonte de la concepción de por necesidades. Es decir, el individuo también percibirá progresivamente de la sociedad aquello que necesite y no aquello que su trabajo le permita. En el caso del transporte, recibirá el coche, la moto, etc., que necesite. En este punto, donde el Estado ya será más innecesario y se extinguirá, ¡se extinguirá también, pues, el financiamiento monetario! Una de las verdades sagradas, intocables, del capitalismo, perderá su forma y su sentido: el nuevo mundo se levantará en los cimientos del reparto necesario y no poderoso, del reparto humano y no explotador. (Por ejemplo, si se da un mundo o continente mayoritariamente socialista verdadero, autosuficiente en una medida razonable que no deba luchar con los intereses de alguna otra nación capitalista, el financiamiento entre ellos, eso es la comercialización de bienes, tenderá a realizarse, siguiendo mi explicación, según la necesidad de cada país, ¡y no según qué país pueda pagar más! Esto se puede traducir al interior de una sociedad, también. Aquí está, como se entiende, la humanización completa del mundo y el renacimiento de la vida plenamente humana).

    Finalmente, por otro lado, respondo a tus dos preguntas finales. En este caso no hay mucho a decir: se debe seguir la obtención de una distribución equitativa de transportes individuales según la necesidad familiar. En el principio del socialismo, donde el dinero mantiene su hegemonía y el trabajo es la moneda de cambio de la vida, obviamente habrá familias que podrán tener más transportes o bienes que otras, pues el rasero equitativo sigue siendo esencialmente el trabajo ―y el Estado debe trabajar para lograr la superación de este―, y aquí entra el papel del Estado, como bien pones de ejemplo en Cuba o Corea del Norte, para la proporción a toda la sociedad de los medios de transporte necesarios ―papel esencial del transporte público, tal y como he explicado―. Con una correcta evolución del socialismo y del Estado, siguiendo las características y premisas antes explicadas, todas las familias podrán tener los mismos transportes o bienes por el mismo rasero: sus necesidades y libertades. Para llegar a ésto, es necesario la expropiación consensuada y socialmente aprobada de cantidades que excedan o entorpezcan la distribución realmente equitativa. No hace falta debatir que una familia de diez personas puede tener algun transporte más que una pareja sin hijos, esto está claro ―¡más faltaría!―. Como consigna, que todo el mundo se pueda mover como le convenga.

    Ya para acabar, también recalcar, como hago siempre, que la categoría social de los bienes producidos, de los servicios ofrecidos, en la nueva sociedad será distinta a la actual, a la capitalista. Globalizando este concepto: una nueva sociedad, una nueva forma de producir las condiciones materiales de la vida humana, proporcionará nuevos valores, nuevas formas de concebir el mundo y la vida; nuevas teorías sociales. En palabras del «Manifiesto Comunista»: «se debe comprender que al cambiar las condiciones de vida, las relaciones sociales, la existencia social del hombre, se modifican también sus ideas, sus opiniones y sus conceptos; en una palabra: su consciencia»[4]. (Estas nociones son básicas en el materialismo filosófico). En referencia al transporte, el entendimiento de público y privado también va adquirir una nueva dimensión: ¿podrá decirse privado en el mismo sentido, con las mismas connotaciones, a algo que no compras, sino algo que obtienes? ¿Podrá decirse público en el mismo sentido, con las mismas connotaciones, a algo que adquiera una nueva aplicación estatal, en el socialismo, y donde todo individuo participa en su producción y gestión, de forma completa en el comunismo? Pero ésto no debe ser el debate principal, pues ya de dará por si mismo; quería remarcarlo, hacerlo notar, pues en muchos debates y conversas sucede que se tiende a pensar, en teorizar, acerca el socialismo y el comunismo, eso es nuevas formas de producir la sociedad, mediante la concepción y valores de la actual sociedad. Como se dice también en «El Manifiesto Comunista»: «la revolución comunista viene a romper de la manera más radical con el régimen tradicional de la propiedad; nada tiene de extraño, pues, que según se vaya implantando vaya rompiendo de la forma más radical las ideas más tradicionales».

    Espero sinceramente que haya servido de ayuda y haya saldado las preguntas. Por lo que sea sigo dispuesto a aclarar alguna cosa, profundizar en algún aspecto, etc. . Un placer debatir así, ¡salud, camarada!

    [1]. «El Manifiesto Comunista», Karl Marx y Friedrich Engels, para La Liga de los Comunistas, 1848.
    [2]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [3]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [4]. «El Manifiesto Comunista», Karl Marx y Friedrich Engels, para La Liga de los Comunistas, 1848.
    Gracias por la respuesta, muy completa, camarada.
    Entonces, los transportes "privados" (para cuyo disfrute social, encabezado por quienes más lo necesitan, colaboran todos aquéllos sóviet dedicados a la producción de los mismos, en sí, la sociedad dedicada a ello) se distribuyen según la necesidad, y el público se hace más competente para que la gente vea sus necesidades ya cubiertas por éste medio sin necesidad de un vehículo privado. Ésta desaparición de la necesidad de un vehículo privado será progresiva; hasta que el sistema de transportes públicos (que se origina por parte del plusvalor, o plusvalía social, sacada del trabajo de toda la sociedad para abastecer, entre otros, al almacén de alimentos en caso de catástrofe, a quienes estén jubilados y no vivan con sus familiares si están éstos segundos en facultades de trabajar -en este caso se le pagaría más por su trabajo al familiar que tuviese que acarrear el peso de una familia más numerosa, por ejemplo, la madre y el padre tienen que costear la vida de sus padres, jubilados, y de sus hijos, aún estudiando-) sea total y acapare la mayoría del terreno de las necesidades de movilidad en una ciudad.
    Por supuesto que pequeños vehículos como motocicletas y sidecares serían necesarios para transportarse por vías aún sin mejorar por las que no cupiese un autobús, por ejemplo. O bien se podría ingeniar un autobús de menor tamaño, que, al transportar menos gente, tuviese un recorrido más concurrido por los demás "mini-autobuses" de su calaña.
    El papel de las nuevas tecnologías en el funcionamiento de la red 24h del transporte es indubitable y necesario. Pero hasta que se desarrolle se necesitaría un colchón energético conformado por las energías actuales. De ahí la importancia de la revolución en países productores de energía, países explotados en sí y para la burguesía mundial.
    Que la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos (revisionistas acusando a revisionistas, tortskistas con vía libre para actuar en su cometido anti revolucionario y divisor del movimiento obrero, eurocomunistas y socialdemócratas con la mayoría de influencia en el mismo movimiento, castrándolo... un desastre para el proletariado, un sueño húmedo para el burgués...).
    Conforme a tu comentario de que no se debe priorizar la tarea teórica de la dictadura del proletariado, está claro para ambos que, aunque no se pueda ahondar en sus funciones, el esqueleto del poder soviético ha de estar planteado desde antes, así como su posible evolución al socialismo (para mí la dictadura del proletariado es la 1º fase, la clara, la de destrucción de la burguesía como tal, que origina el socialismo, proceso en que la democracia soviética se expande, se mejora, y al mismo tiempo la conciencia colectiva de los trabajadores intrínsecos en la sociedad socialista misma. La suma de la evolución de las ambas origina el comunismo, que sólo se dará en el ambiente internacional propicio).
    Sé que estamos desvariando el tema, pero me parece una salida interesante a la conclusión del debate, para que en este hilo se encuentre un amplio debate formativo, útil para cualquier usuario.
    Al punto al que derivamos sí o sí, es a la creación y desarrollo del Estado proletario. Al esqueleto de su poder, cuya totalidad será sin duda creada por la práctica del mismo en cualquier país, mas de maneras obviamente diferentes en más o menos aspectos.
    La organización de la dictadura del proletariado y del socialismo serían esencialmente diferentes, en tanto que la primera conserva aún el espíritu burgués a destruir, y la segunda es la evolución de la destrucción ya de la parte posible de ese espíritu, cuyo fin se dará, de manera completa, en el comunismo.
    Lo que está claro es que el factor común de poder de ambas etapas es el sóviet. El sóviet se distribuye en funciones y ámbitos territoriales, cambiando las primeras para ambas subetapas del socialismo (la dicprol y éste mismo).
    Lo que cambiaría, por decirlo así, sería la función de cada tipo de sóviet (sindical, local, provincial, nacional, y supremo -dicprol- o central -socialismo)
    Podemos pues pasar pues a analizar ambas subetapas de la etapa anterior al comunismo:

    -La dictadura del proletariado es la forma de poder emergida por la conquista del Estado por parte de los trabajadores; es la manera administrativa del poder del mismo implantada justo después del triunfo de la revolución.
    Tiene su epicentro político en el sóviet supremo, conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), que gobierna el país.
    Al sóviet supremo le asiste en sus funciones (creación de planes económicos, decisiones sobre infraestructuras y transportes -tras, por ejemplo, la denuncia de un sóviet local de la mala calidad o la posibilidad de mejora de cualquier factor del núcleo urbano- etc...) el Partido, que está ahí siempre para, cuando la mala gestión del sóviet surpemo no denunciada por los organismos soviéticos inferiores a éste o el incumplimiento de la constitución, o simplemente, la incertidumbre de los miembros conformantes del sóviet se haga patente, asistir a éstos desde un ámbito dialéctico y socialista (comunista). Para ello conformará un sóviet político junto al supremo que se encargue de las funciones pertinentes de gobierno, instruyendo a la población en éstas para evitar llegar a este punto de nuevo. La organización ideológica en colectividades y el funcionamiento político y económico de éstas, desde el ámbito sindical y local (que da sentido al resto), serán claves en la tarea de hacer de la población trabajadora gestores pertinentes de la riqueza que producen.
    En cuanto a los sóviet, podemos pasar a explicar el cometido de cada uno:

    1-Sóviet sindicales:agrupan a la totalidad de trabajadores por profesión (sóviet de médicos, educadores, carpinteros, campesinos, metalúrgicos, físicos, técnicos de conservación de alimentos, etc etc...) y según el núcleo urbano en que desempeñen sus funciones sociales. Poseen potestad de peso en el trato de cuestiones relativas a su función profesional dentro del sóviet local (que trataremos en breve), y, además, se encargan de desarrollar la organización de su profesión en cada respectiva ciudad siguiendo los principios del colectivismo, evitando los patronos pero eligiendo por sufragio universal y directo a sus “jefes” (entendiendo dicho término como aquéllos que estén en condiciones de cercionarse del cumplimiento de las funciones productivas, etc... según su profesión, pero siendo éstos trabajadores iguales, con el mismo peso en el sóviet sindical que su camarada, puesto que la única potestad en la que un jefe sobresale respecto a sus camaradas -que tienen potestad de relegarlo cuando no cumpla sus funciones correctamente bajo un parte de denuncia- es en el término de la responsabilidad en cuanto al tema organizativo en el trabajo se refiere). En el tema de la potestad de tratar cuestiones junto a todos los miembros de un núcleo urbano que desempeñen un empleo, todos tienen voto y voz iguales cuando guste para ayudar a legislar con sus camaradas. A esta función también apoyan la serie de comisarios del pueblo, formados como cuadros del Partido en el seno de éste, y siendo ayudantes de los jefes según la profesión común en la que ambos hayan decidido especializarse. También es denunciable cualquier abuso de la autoridad de éstos, o cualquier intento de cualquiera de empoderarse o imitar las figuras patroniles que envilecen la producción colectiva, tras el procedimiento competente para ello (***).
    También denuncian cualquier irregularidad en la colectividad del trabajo de cualquier sóviet sindical (de su misma rama soviética, o “escalón político”) del que se tengan noticias (que se tendrán por la labor del sóviet local, que los reúne a todos en un uno, y del provincial, que los conecta en un territorio para evitar aislamientos de la producción y cooperación en la misma entre varios sóviet, bien sindicales -cuya responsabilidad de cohesionarse les corresponde a ellos en el sóviet local- o locales -función ya correspondiente al provincial) para solucionarla en las asambleas competentes según lo explicado entre paréntesis.
    2-Sóviet locales: (cuidado camarada que este va expresado hacia el socialismo, no hacia la dictadura del proletariado; en ésta, el poderío del sóviet local es meramente la creación de partes de situación o balances para entregarlos al provincial y que lleguen al supremo para el manejo de éstos desde dicho organismo, mas organizar el derecho de amovilidad de cargos y relacionarse con la célula local del Partido, facilitando su formación y el aprendizaje "ideológico" de los trabajadores en la ciencia del marxismo) 1 por núcleo urbano con el fin último de agrupar a todos los sóviet sindicales según el lugar donde desarrollen su fuerza de trabajo bajo una estructura legislativa que, a su vez bajo el marco constitucional protegido por el Partido (siendo éste marco el hecho al que se remite la legalidad o no de cualquier decisión tomada por el pueblo), predisponga los métodos de actuación que seguirá el país desde la aprobación de éstos.
    De ésta manera, la función del sóviet local es una de las que más cambia su cometido respecto a la fase anterior en la evolución de la destrucción del Estado, siendo ahora la base y el fin de la política socialista; asegurando que el pueblo trabajador desempeñe la función más importante en un Estado: legislar. Por legislar entendemos, en esta fase, no maleabilizar los preceptos revolucionarios que deberán de estar recogidos en la constitución previamente, sino el tomar cualquier decisión respecto a la materia de la política exterior o interior (que antes recaían sobre el sóviet supremo, ahora innecesario); decisiones sobre construcción de hospitales, escuelas, etc... de acuerdo con la demanda de éstas (que ellos mismos entablarán puesto que son el mismo pueblo, lo que termina de dejar fuera de combate a la burocracia), y las pautas de actuación respecto a reuniones internacionales, al 50% de acuerdo con el Partido Comunista (cuya única potestad reside en el factor externo del país, y ni siquiera absoluta; como se ha mencionado, ésta corre al 50% con los sóviet locales; para ello, se reúnen 1 representante escogido desde los sóviet locales pertinentes para cada nación a la que pertenezcan, y un número igual de partisanos -designados de igual forma- en una reunión de índole decisiva exterior, y siendo cada acción considerada incorrecta desde los sóviet locales denunciada por el proceso habitual de denuncia-defensa-consesnso -explicado al acabar este capítulo detenidamente- y, de salir adelante la denuncia de los sóviet, disuelta la asamblea de política exterior para re-escoger a nuevos miembros que no coincidan con nadie que haya ejercido el cargo a ser posible, desde el sufragio directo y universal ejercido por el pueblo trabajador).
    Las decisiones tomadas, tras las reuniones, si se declaran constitucionales por el Politburó o los Tribunales (que coinciden en partidas de miembros, pues el Tribunal sale del Politburó), serán condensadas en organismos provinciales, que asegurarán su puesta en práctica en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hará oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia. Así, el sóviet local tiene potestad directa sobre su núcleo urbano, y el empleo de los organismos provinciales se hace necesario por la necesidad presupuesta de transmisión de información a otros núcleos urbanos sobre la actividad recogida en cualquiera de ellos, para hacer ver qué camino se está tomando desde una ciudad y si conviene seguirlo en caso o no de poseer condiciones productivas similares (si se toma una decisión que afecte al proletariado únicamente, pues el núcleo urbano en que se ha tomado dicha decisión carece de campesinado, un núcleo urbano que presente la situación inversa no se verá interesado en imitar el procedimiento, aunque se someta a votación qué hacer al respecto y qué legislar respecto a su realidad productiva como núcleo urbano; a cómo se configure su actividad laboral).
    Si una ciudad posee muchos habitantes, incapaces de reunir en un sólo núcleo de reunión, la reunión del sóviet local será encauzada u conformada por partidas, cada vez diferentes, de X número de miembros de cada sóviet sindical, que lleven los partes productivos y balances, más los posibles problemas que les halla surgido, a la reunión local para tomar las medidas necesarias.
    3-Sóviet provinciales:los sóviet provinciales se encargan, a parte de  asegurar la puesta en práctica de las decisiones del sóviet local en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hacerla oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia, de traspasar dicha decisión a un sóviet nacional cuyas funciones quedarán expuestas a continuación.
    Además, los sóviet provinciales se encargan de distribuir los medios requeridos para la puesta en práctica de la petición legisladora de cada sóviet local que quede bajo su cargo territorial.
    A éstos sóviet se le da el parte de producción obtenida o el balance de situación de cualquier organismo para hacerlo llegar al sóviet nacional que los tiene a su cargo, haciendo un todo de la situación de cada núcleo urbano en materia de funcionamiento del trabajo realizado en cada uno de éstos.
    Se conforman por partidas de 2 hombres o mujeres de cada sóviet local intrínseco en su territorio.
    4-Sóviet nacionales: reciben parte de los sóviet provinciales respecto a la materia de los factores productivos y el desarrollo del trabajo en los núcleos urbanos correspondientes y de cualquier irregularidad presenciada en el ámbito laboral o colectivo de los organismos bajo su influencia. Para su solución, el PC enviará a los ya mencionados comisarios, que serán distribuidos desde el sóviet nacional a los focos del problema (desde el órgano local donde se ha presentado el parte que les ha llegado mediante el organismo provincial al nacional).
    Si al sóviet provincial se le daba parte de los factores productivos o laborales directamente desde las fábricas bajo su influencia (límites provinciales), los sóviet nacionales reciben dichos partes de todas las asambleas provinciales bajo su influencia, haciendo el mismo todo de información de la producción y labor a un ámbito mayor y con dicha información más concentrada y manejable.
    Los sóviet nacionales organizan el cumplimiento de los preceptos organizativos y su correcto funcionamiento en todo el territorio a su cargo, controlando así que la facultad legislativa de los sóviet locales se haga patente llegando al sóviet central. De igual manera, distribuye la legislación de cada núcleo urbano por todo el territorio a su cargo, tendiendo así el mismo efecto de lucha contra la desinformación y cohesionamiento proletario que en su versión provincial, pero a un ámbito mayor. Para ésto, se ayuda del PC de la manera expuesta al principio del enunciado en este apartado.
    A éstos sóviet, el central les otorga el material requerido para el correcto funcionamiento de las medidas locales, debido a que éstos nacionales le otorgarán el parte productivo total de cada nación que comprende el territorio, otorgando así entre todas al central el parte general de la producción del país, archivándose ésta para tenerla a mano para cualquier necesidad de distribución de los medios recopilados para cercionarse del cumplimiento de las legislaciones de cada sóviet local, que estarán en armonía gracias al sóviet provincial respectivo, armoniados a su vez éstos gracias a los sóviet nacionales aquí expuestos. Así, el central podrá llevar a cabo la función previamente expuesta con una facilidad relativa.
    Se conforman por 2 hombres o mujeres de cada sóviet provincial intrínseco en su territorio.
    5-Sóviet central: el sóviet supremo (en lo que éste deriva) del socialismo. Como ya hemos comentado, el sóviet central posee la simple función de manejar los partes y hacer balances de la situación del país en general para poder actuar y proveer de materiales o ayudas a los sóviet locales en su afán legislador. Así, la información de los materiales disponibles o éstos mismos y el certificado de emplearlos se dirigirá al sóviet nacional para que éste los disponga según las peticiones en los diferentes organismos provinciales y que éstos, al fin, los otorguen a los sóviet locales para que cumplimenten su decisión en la práctica.
    El Partido estará dentro de cada reunión local ya que, al estar constituido por trabajadores y ya que la política no es una profesión, tendrá miembros en los sóviet sindicales (normalmente comisarios que ayuden a la regulación de la colectividad) y en los locales, ya que en éstos se agrupan los sóviet sindicales en su totalidad y en éstos ya están trabajando los cuadros del Partido como campesinos, proletarios, médicos, etc etc...
    A parte de ésto, su función es la ya comentada anteriormente: decidir sobre la política exterior desde una asamblea de cuadros del Partido y cada sóviet nacional (es decir, el proletariado de “a pie” también tiene aquí potestad que se le suma a su potestad total sobre la política interior) y comprobar la constitucionalidad o no de las medidas tomadas por el sóviet local.
    Se conforma por partidas de 10 hombres o mujeres de cada sóviet nacional intrínseco en su territorio (que es el país al completo).
    6-Sóviet supremo: aparte de lo ya comentado sobre éste, el sóviet supremo se divide, a su vez, en Responsabilidades, escogidas de entre los miembros de la asamblea del sóviet supremo por sufragio universal y directo del pueblo trabajador. Éstas son 3: Responsabilidad de ámbito interior, de ámbito exterior, y de ámbito ideológico. La primera encierra para su responsable la tarea de cercionarse del trabajo de la Guardia Popular (ésta le rinde cuentas), de administrar los balances de situación económica (para ésto debe solicitar ayuda previa de los respectivos sóviet sindicales que se presten y que así traspasen esos balances en ámbitos, recolectados así los balances en los ámbitos locales -por cuenta de todos los sóviet sindicales de la localidad-, provinciales -por cuenta de todos los sóviet locales del territorio respectivo a la provincia a la que pertenezcan, habiendo ya los sóviet locales realizado el compendio local de la situación de la economía y/o sociedad en su terreno-, nacionales -por cuenta de las provincias bajo su territorio pertinente-, y, finalmente, llegando al sóviet supremo, que hace el balance general bajo ésta primera responsabilidad), el control de las cuentas de la Banca Pública (dominada por los intereses de la colectividad y exenta de otra función diferente a producir el dinero que irá en circulación en la sociedad, el cuál no será más que una mera retribución en función al trabajo según con tus posibilidades y que te proporcionará los bienes necesarios para tu subsistencia, así como el acceso a numerosos servicios públicos, para los cuáles no se requerirá mucho dinero por el abaratamiento producido por la destrucción del interés económico privado de controlar los bienes y servicios) y del funcionamiento de los transportes, etc...
    La segunda se ha de constituir por un responsable, escogido de igual manera que en el caso anterior por el pueblo por el procedimiento ya repetido anteriormente. Así, su misión será cercionarse del correcto funcionamiento del Ejército Popular (que cumpla su función, pues se le rendirán cuentas desde las oficialidades del mismo, que actúan como los “jefes” de la colectividad militar, junto a un destacado del CDEP (*) que le sirva como ayudante al más puro estilo de los comisarios políticos destacados en los sóviet sindicales), así como de destacar a los Comisarios de asuntos exteriores (representantes de las posturas del país en el extranjero salidos del Komsomol o del Partido de acuerdo con la votación del pueblo).
    A cargo de la tercera responsabilidad corre la organización de los Tribunales del Partido (conformados por el Politburó del Partido y que le rindan cuentas a éste responsable de los Tribunales) y el destacamento de un comisario político a cada sóviet local, de acuerdo con la función de cercanía al mismo núcleo urbano y de la clarificación de la capacidad del susodicho en materia de ideología y organización de una colectividad.
    ¿Para qué rendir cuentas? Nos equivocaríamos pensando que el ejercicio democrático se completa sólo con rendir cuentas: éstas, desde cada reponsabilidad, han de hacerse públicas para los sóviet desde cualquier medio de información, para que cada sóviet se haga una idea de la marcha del país hacia el socialismo y puedan valorarla libres de prejuicios.
    Los sóviet de ámbito superior al sindical constituyen en la dictadura del proletariado un mero ejercicio de control de todo un ambiente territorial dividido en Repúblicas (naciones, lo que ahora serían las CCAA) bajo las directrices del sóviet supremo (estando éstas bajo el poder constitucional, cumpliéndose sólo las medidas legales y siempre con el Partido como apoyo legislador organizado bajo la figura del sóviet político, y bajo la capacidad de ejercer éste poder mediante el pueblo organizado en sóviets, que ejerzan su derecho de amovilización), constituido y elegido por el pueblo y amovible por éste cuando se desee.
    Para la toma de directrices hacia la evolución del Estado, el sóviet supremo cuenta con el apoyo legislativo y la supervisión del mismo orden del Partido cuando el primero (o la mala gestión del primero no denunciada por ningún trabajador) lo requiera, que ayuda a la elaboración de planes quinquenales y da ideas sobre cómo se puede proceder para consecuir la evolución del país hacia la supresión de las clases primero, y del Estado más tarde.
    Cualquier aportación del Partido (“entrismo” al sóviet supremo) ha de estar fundamentada antes de realizarse por un texto en el que expongan sus razones de manera dialéctica y constitucional.
    Éstos (Partido y Sóviet supremo) se reúnen para debatir la toma de decisiones, bajo la atenta mirada de los sóviet sindicales reunidos en los organismos locales, que también pueden denunciar constitucionalmente (es decir, con apoyo ideológico de los preceptos de la fundamentación del Estado proletario) cualquier mala acción de ésta asamblea mixta (que llamaremos Sóviet político ) y llamar a la cesión de cualquiera de sus cargos.
    Los sóviet sindicales, locales, provinciales, y nacionales, se remiten a una mera función de control de la expansión referente a cada territorio respectivo de las medidas seleccionadas por los diferentes organismos soviéticos (un sóviet sindical puede decidir sobre la organización de su trabajo -tenemos tantos destacamentos y falta conexión entre ellos, hay que solucionarlo- en el sóviet local, y todos los sindicales reunidos bajo éste, ya decidirían sobre el ámbito del núcleo urbano respectivo; eligen luego a unos 2 miembros de la colectividad local para representar y expandir -tras tratar los temas de lo que se ha decidido en cada sóviet local bajo dicha provincia junto a los 2 representantes de cada núcleo urbano intrínseco en ésta- las medidas de cada sóviet local en toda la provincia, y se va siguiendo un proceso similar para con el resto de sóviet).
    El sóviet supremo, así, a parte de gobernar, debería otorgar los datos de la producción y los partes de los hospitales etc... al sóviet local que los requiera para efectuar cierta medida, entregándolos primero a un sóviet nacional pertinente, que hará lo propio con los provinciales, que otorgarán la información del material requerido en forma de orden (se dirá con qué sóviet nacional te tendrás que poner de acuerdo para pedir ciertos materiales, comunicándolo éste -el sóviet nacional- al local pertinente mediante el proceso intersoviético previamente explicado, y organizándose desde los sóviet pertinentes -los nacionales o provinciales siempre bajo la mirada de los locales pertinentes a su vez- la salida y recogida de materiales).
    La salida y recogida de materiales la hacen los transportistas, pertenecientes a un sóviet sindical itinerante (por el carácter nómada de su trabajo, retribuído y considerado pues profesión) que tiene voz y voto en cualquier sóviet del que estén cerca en cierto momento, ateniéndose al modo de disciplina de cada núcleo urbano, y trabajando para los intereses del cuál estén más cerca (si un transportista está cerca de Sevilla, y el sóviet local de Sevilla requiere transportar X material a un punto B, el transportista tendrá que entender que es su trabajo hacerlo junto a todos los demás cercanos a él -sus compañeros de profesión-). Así, el número de transportistas ha de ser ciertamente limitado.


    ((*)CDEP: Comité de Defensa del Estado Popular; la versión en español del KGB soviético).

    #-Los Tribunales del Partido son el organismo central respecto a los politburós de cada nación conformante del país (Politburó del PC en Andalucía, Aragón, Castilla, etc...); se conforman por miembros de cada politburó (33'3% de miembros electos por politburó nacional para conformar el Tribunal del sóviet supremo, que da parte a su vez a todo el Partido y a los sóviet de su cometido, siendo cada partisano capaz de promover cualquier noción de cese de la actividad de cualquier miembro de cualquier Politburó mediante el procedimiento de mociones, reuniones, juicios, y conclusiones pertinentes sin importar el territorio desde el que se demanda y al que se demanda). También el pueblo organizado en sóviet sindicales puede pues discutir las actuaciones del Tribunal siempre y cuando se cree, desde el organismo soviético (local o sindical) pertinente, un acta de acusación hacia cualquier miembro del Tribunal, que será discutida y consensuada por éste, creando un conflicto de carácter más o menos jurídico del que resulte la negociación de una solución socialista bajo los principios revolucionarios del desarrollo de la extinción del Estado.
    Están por encima del Sóviet Político, pero son revocables por los sóviet sindicales o cualquier asamblea de índole menor al mismo sóviet político siempre y cuando se respete el procedimiento necesario para amovilizar cualquier cargo.
    Como ya hemos mencionado, la interconexión entre el sóviet supremo y los de índole menor se realiza mediante el entramado de las cuentas rendidas; los sóviet locales rinden las cuentas progresivamente al supremo, siendo éstas gestionadas en cada ámbito territorial por los organismos soviéticos provinciales y nacionales, y el sóviet supremo rinde cuentas de su actuación a los sóviet de ámbito menor. El sóviet supremo realiza las funciones de gobierno, pero somete sus decisiones a la constitución (mediante los procesos de análisis y denuncia del Partido y sus asambleas) y a la voluntad popular, recogida en los sóviet locales primordialmente, y gestionadora de los provinciales y nacionales.
    Ésto (la aceptación de una medida por uno u otro grupo) no se lleva a cabo por un simplón y demagogo proceso de pragmática; tiene que reunir ciertas condiciones, entre las que encontramos: 1-su constitucionalidad (compatible con los preceptos de la evolución de la extinción del Estado) 2-compatibilidad con las leyes de la dialéctica
    Así, si el pueblo u otro organismo no entendiese el por qué de una medida, se le informaría con pleno detalle de ésta, una vez la haya aprobado un Partido que se tiene que atener a la constitución, pues, de no hacerlo, cualquier organismo se vería en el deber de denunciar su actuación públicamente y comenzar la amovilización judicial de cargos.
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Sáb Sep 07, 2013 12:27 am

    (continuación) Aquí nos surge un problema conceptual; ¿qué es el Partido? Esto, camarada, va a ser una opinión personal mía, no un análisis o similar como lo anterior era. V atambién ligado al concepto de marxismo leninismo. A todo esto camarada, te estoy escribiendo el rollazo este, inmenso (por lo que me disculpo) porque quiero que me corrijas mis errores. Esto es algo que yo mismo he estado escribiendo unos días, a modo de recopilación propia de las teorías y prácticas marxistas que he leído, respecto al ámbito político. El camarada NG ya me ha sufrido con ésto en otro tema Laughing 

    ·El Partido Comunista surge con la necesidad invariable de la emancipación de la clase obrera para su empoderamiento y liberación. Es el agente partero entre una sociedad (capitalista) y otra (comunista), pero a la hora de entablar dicho proceso del cuál el protagonista es únicamente la clase trabajadora (proletarios, campesinos, y demás “fauna” asalariada), podemos distinguir diferentes optativas.
    La que nos llama aquí por su mayor universalidad y competencia es, ni más ni menos, que el Marxismo-Leninismo, el cuál hemos explicado con anterioridad (la sociedad soviética y su evolución), y en el cuál profundizaremos aquí, centrados en la figura del Partido Obrero. Este Partido ha de ser consecuente a las tesis leninstas para asegurarse un éxito más certero en la tarea de la revolución y la consecuente y seguida construcción y desarrollo del Estado soviético para consecuir la final desaparición de las clases junto al Estado (a medida que la utilidad de éste -la represión de una clase por otra- vaya disminuyendo hasta la inutilidad que le hará desaparecer).
    La estructuración del Partido responde a los principios básicos de la colectividad obrera, que hará que éste se organice de la siguiente manera:
    El Partido posee una célula en cada núcleo urbano, más una célula ideológica nacional (por cada actual CCAA) que recoge a los miembros del mismo Partido de acuerdo al principio básicos de la democracia socialista: la amovilidad de cargos, ya sea temporal (un semestre antes de las elecciones a Politburó -la célula ideológica previamente mencionada-) o premeditada por el fallo de uno de los miembros activos del Politburó previamente mencionado, y la consecuente reelección de su cargo desde el pueblo soviético (partícipe de un sóviet sindical). Existiría también una célula central cuya misión es hacer balance desde el Partido de la evolución del país desde los diferentes politburós nacionales a su vez(el llamado Sóviet ideológico máximo -S.I.M.- o Tribunales), reuniéndose éstos en una sede elegida por los partisanos en general para hacer debate ideológico de las acciones desarrolladas en el país, así de la evolución de la debilitación de la necesidad del Estado (que sin embargo seguirá existiendo hasta el comunismo completo) y demás.
    En la Dictadura del Proletariado (“Dicprol”), el Partido asumirá la función legislativa junto al sóviet supremo (que dejará de existir como tal en el socialismo, y conformándose por un número variable de partisanos -normalmente dedicados a la responsabilidad Tribunal- y miembros de los sóviet sindicales), organizándose ambos para debatir la puesta en práctica de las misiones teóricas básicas del marxismo-leninismo, y cumplimentarla con leyes y planes económicos quinquenales.
    En el Socialismo, el Partido se remite a la función de observación constitucional de las medidas tomadas por los sóviet locales de cada núcleo urbano en éste respectivo escalón de la organización territorial del país (cada sóviet decide sobre su propia ciudad en función a los datos de otras ciudades proporcionados y coordinados por los sóviets provinciales, estando éstos a su vez coordinados por los nacionales, y éstos por el central, etc...).
    ¿Cómo se hace ésto; la función de observación y seguridad constitucional de la vida política de los sóviet locales? Muy sencillo; como en cada reunión del sóviet local (e incluso provincial o nacional o incluso el central) habrá partisanos, éstos tomarán acta también de la reunión y transmitirán en la reunión del Partido el hecho a legislar desde el sóviet local respectivo, haciéndola pasar sintetizada (comentada por la célula local del PC) desde las organizaciones locales del Partido hasta las provinciales, que sintetizarán las de todos los núcleos urbanos bajo su influencia a su vez para hacer lo propio hasta el sóviet nacional (Politburó), y así sucesivamente hasta hacer llegar a una reunión del Tribunal todos los temas tratados y el contexto social del núcleo urbano en cuestión (relatado desde la célula del Partido de cada uno de éstos, respectivamente) para que sea tratado y enviada una respuesta a los sóviet locales, que será distribuída a las provincias desde el sóviet nacional (habiéndolas éstos recibido desde el Politburó), y distribuyéndolas éstos a cada localidad de acuerdo con el núcleo urbano que elaborase tal o cual propuesta (para que cada una, respondida, vuelva al sóviet local de origen, aprobada, o suspendida).
    Si el sóviet local pertinente no está de acuerdo con la decisión de los Tribunales, se procederá a las mencionadas reuniones mixtas de sóviet y Partido (representado por parte del Politburó en cuestión, otra parte del Tribunal, y la célula local del PC, que han llegado a un acuerdo de unanimidad de respuesta ante el hecho a legislar por el sóviet local -en caso de estar de acuerdo con la decisión del Tribunal, hecho denunciable en el caso contrario por cualquier organización del PC y de los sóviet que hayan participado en le proceso-) para sacar en claro una conclusión que convenza a ambas partes y seguir adelante con la democracia en su máximo esplendor (tomando el ejemplo del Socialismo).

    Pero, ¿por qué el marxismo-leninismo? Muy fácil; porque es la rama del pensamiento (y praxis) marxista cuya evolución metodológica parte de las conclusiones planteadas y probadas (más argumentadas) por Vladimir Ilich Ulianov (“Lenin”) sobre aquéllos aspectos poco claros o de escaso desarrollo del mismo marxismo (no hubo tiempo para Marx y Engels para que éstos desarrollasen la organización práctica del socialismo, estando la experiencia comunera de 1848 exenta de este tramo de evolución de la extinción del Estado -aún no planteada-, y faltándole tiempo a cualquiera otra para desarrollarse hasta dicha etapa). Así, es la rama práctica (par cuya consecución se ha requerido una amplia base teórica, hablando de preceptos básicos e intransferibles del marxismo-leninimo) del marxismo más completa y más desarrollada  en la historia del mundo, hecho por el cuál ha de servirnos a los comunistas para adaptar esos preceptos intangibles a la realidad cambiante de la materia (historia y mundo), dada de formas más o menos diversas en cada región mundial y período histórico, y, por ello, necesariamente aplicable de manera diferente según la época o país (en un país ruralizado no se puede llevar a cabo el mismo procedimiento que en uno altamente industrializado; aunque la economía campesina sea fundamental en ambos casos, el desarrollo de las fuerzas productivas posee un grado diferente que ha de ser tenido en cuenta por cualquier comunista para llegar a conclusiones viables bajo los preceptos ideológicos, base invariable, de cualquiera de ésos procedimientos propiamente dichos). Así, el marxismo-leninismo es la rama del marxismo que permite, en mayor medida y con falta de erratas infantiles o de planteamiento (otra cosa es lo que hiciesen autoproclamados m-l como el falaz Khrushev y su descendiente nomenklatura clasista, creada por el obviamiento del principio de antielitismo del marxismo, desarrollado por el leninismo en su batalla contra el oportunismo), hacer que la humanidad la tome como arma para evolucionar por sus medios frente a la explotación salvaje perpetuada por el capitalismo, y formar una nueva sociedad tras el proceso de extinción del Estado (otra victoria frente al olvido de estas tesis marxistas desde el revisionismo, combatido sin tregua por el leninismo, lo que le adjudica otro triunfo histórico y de planteamiento); la sociedad comunista, sin clases, ni explotación del ser humano por sí mismo; justicia que alcanzará aquí su plenitud.
    Para dar parte de cada actuación del sóviet supremo, político, militar, etc... a los sóviet locales, provinciales, ets... el Partido se basa en las agencias informativas del país, que pasará a coordinar.
    La primera misión del Partido una vez consecuída la revolución sería la formación de destacamentos de vanguardia colectiva, cuya misión sea basar el aparato estatal en colectividades de sóviet sindicales para reorganizarlo bajo la dictadura del proletariado, a la que se dará comienzo una vez finalizado el proceso de la vanguardia.
    Analicémoslo detenidamente:
    Para comenzar la organización de la sociedad de la dictadura del proletariado, centrada en las figuras del sóviet supremo y del sóviet político como eje de la política y la asistencia a la misma desde el Partido cuando sea necesario (respectivamente), se necesita toda una organización de sóviet territoriales basados en la figura de los sóviet sindicales y locales. Constituir éstos es la tarea más difícil y primera a la que el proletariado se enfrentará.
    Bajo el descontrol y la anarquía primeramente reinantes durante el período de justo después de la Revolución, el Partido asume la ardua tarea de organizar destacamentos de voluntarios del mismo PC que se instauren en cada ciudad para ayudar a organizar el trabajo tras el decreto del Partido de aplicación obligatoria y directa de la constitución (que incluye las colectivizaciones de toda la tierra y de los factores de trabajo en sí, aunque se empiece por los productivos) en cada núcleo urbano, constituyendo junto a los trabajadores de la zona cada sóviet sindical respectivo, y el local en que se agrupen éstos cuando sea pertinente convocarlo para tratar tal o cuál cuestión (debe dar parte obligatorio de su actividad cada semana al organismo soviético inmediatamente superior en cuestión territorial, que condensará la de cada sóviet local dentro de su ámbito territorial, y dará parte de la evolución local y provincial al organismo superior, que hará lo propio, y dará el parte al sóviet supremo para que éste sea consciente del avance del país). Para ésto, hay que acostumbrar a los trabajadores a un régimen de colectividad y democracia nunca vistos: cada destacamento de vanguardia ha de trabajar con ellos, instruirlos en el trabajo colectivo, hacerles elegir la primera partida de Guardias Populares, fomentar los partes a sóviet, las reuniones locales, los informes, y la disciplina del trabajo, etc... teniendo ésto 2 efectos: 1-La inserción de todo el Partido en los diferentes sóviet sindicales, según la profesión (priorizando las colectividades sindicales de factores productivos -campesinas e industriales- y luego pasando a los especializados, como los médicos, etc..., aunque se acaben solapando en el plano temporal las colectivizaciones de todas las profesiones, ,as, como dije, es necesaria una priorización de aquéllos trabajos -sóviet sindicales futuros- que mantengan la base principal del país; aquéllas profesiones que creen valor, la vieja plusvalía esencial del capitalismo, pero socializada y disfrutada por quienes conforman la sociedad de trabajadores) ejercida por cada grupo de miembros de cada destacamento de vanguardia (se escogen éstos de campesinos y obreros, más médicos en cada uno, técnicos agrarios, operarios... en definitiva, todo lo necesario para hacer funcionar una colectividad), y 2-La puesta a punto de la democracia popular para su funcionamiento y desarrollo futuros.
    Los destacamentos de vanguardia se conformarán por 20 camaradas como mínimo, entre ellos obreros o campesinos según el sóviet sindical al que apoyar en su constitución como tal, más operarios o ingenieros agrónomos (respectivamente; si la colectividad requiere obreros de industria habrá operarios, y si requiere campesinos, habrán técnicos agrónomos) y médicos, más personal pedagógico. Ésto se ha explicado ya en un apartado anterior, conformante a la regulación soviética.
    De no tener el Partido capacidad cuantitativa suficiente, se pasaría a constituir las colectividades por orden de importancia estratégica o económica de la ciudad.

    El Partido empuja a los integrantes de las organizaciones soviéticas superiores al los locales para que se reúnan en caso de no quedar de acuerdo entre los mismos miembros para hacerlo mediante toques de atención a dichos miembros, realizados mediante cualquier método de comunicación existente, que pasarán por éste motivo a ser propiedad nacional, y su realización bajo la responsabilidad del Partido, con la denuncia posible del contenido por parte de cualquier miembro de la sociedad a quien vaya destinada la información bajo el procedimiento argumentativo y de reuniones tribunales pertinente.

    En el socialismo, el Partido actúa como órgano de interconexión entre sóviet en caso de ejercer éstos el procedimiento de amovilidad de cargos, facilitando la ejecución de éste como meros mandados de los sóviet que lo ejerzan. Actúa a su vez como un órgano de observación constitucional, etc... nunca acumulando poder tangible en su seno.
    En la Dictadura del proletariado, el Partido conforma un sóviet político o de apoyo al supremo (y parte de éste mismo) cuando éste lo requiera para entablar los planes económicos y algún aspecto del estilo e ideológico.

    Y llegamos al socialismo.
    El socialismo es un aspecto crucial en la evolución del Estado, controlado por el pueblo trabajador (que acaba de emanciparse respecto a la burguesía por la conversión de ésta a proletariado mediante la fase de la Dictadura del Proletariado, que explicamos anteriormente), hasta su desaparición y la de sus funciones primordiales como método o herramienta de opresión de una clase por otra.
    El aspecto mayormente característico a nivel político en esta fase es, sin duda, el cambio producido en la función del sóviet local. A parte de lo ya explicado sobre el tema con anterioridad, el sóviet local pasaría a ¡realizar las funciones que hacía el sóviet supremo en materia de gobierno, interior, y exterior! Para ello se ha de alcanzar un grado de cohesión entre las distintas organizaciones soviéticas de todo el país, inmenso e inmaculado; la comunicación diaria entre éstos ha de ser fluida, seguida, ininterrumpible, útil, y colectivista.
    La figura del sóviet o asamblea (nos decantaremos por el término ruso por su significación mayormente revolucionaria, sin dobles sentidos, y por su mayor sencillez a la hora de escribirla) ha sido ya desarrollado en la fase anterior, de Dictadura del proletariado, pero, en contrapunto a la función de seguimientos de responsabilidades, o de representación progresiva (centralismo democrático), el término se expanderá en toda su significación, como ya he mencionado.
    Evolucionarán sus funciones junto a la moral colectiva del pueblo trabajador que los constituye, lo que permite al mismo pueblo trabajador intervenir directa y colectivamente en las funciones de gobierno, y pudiendo dar a sí vía libre a la ordenación socialista de los distintos sóviet, explicada anteriormente.
    Aquí surge otro problema: las elecciones a sóviet.
    Pasaré a escribir una serie de guiones sobre el caso:
    Cada 9 meses se escogen partidas de obreros para cada puesto de cualquier sóviet de rango superior al local, mediante el sufragio directo y universal de todos y cada uno de los obreros según cada sóviet local (donde se desarrolla la función de voto).
    Así, esas partidas de obreros desarrollarán sus funciones por un semestre antes de volver a elecciones, en las que no tendrán cabida como candidatos a un mismo organismo soviético quienes ya hayan estado en ese mismo recientemente: el poder ha de ser repartido entre todos los miembros de la sociedad socialista, para evitar el burocratismo. Para ésto, también se evitarán los salarios por pertenecer a cualquier organismo soviético o al mismo Partido: el salario se dará debido al trabajo en un empleo. Por el mero hecho de desempeñar un empleo, deberás inscribirte en el correspondiente sóviet sindical, estés o no en el Partido (lo cuál es una decisión voluntaria que se culminará con el aprobado de quien procure acceder a éste en un test que declare tu capacidad o incapacidad de manejabilidad en el ámbito de las leyes constitucionales y en reconocer qué y qué no pone en peligro la base de la revolución popular y a ésta misma en consecuencia).
    Hay que atenerse a ciertas reglas básicas para:
    1-No votarse a sí mismo.
    2-Cada miembro de los sóviet sindicales de todo el país posee un único voto por individuo.
    3-Quienes hayan representado antes un cargo de una institución soviética superior a la local no podrá desempeñar la misma función de nuevo hasta que todos sus camaradas hayan pasado por su puesto. Pero se les podrá votar para otro cargo diferente, así como ellos votarán a cualquiera de sus camaradas con el fin de crear las partidas para cada sóviet diferenciado.
    4-Cada miembro de la partida de cualquier sóviet ha de dejar impresa su firma en el tablón del mismo para cercionarse todos de que no repite cargo en la siguiente partida. Ésto será controlado por el Partido (el recuento de firmas) y será de exhibición pública bajo una copia que quedará en los archivos del sóviet supremo o central (dependiendo de la fase de extinción del Estado).
    5-El voto es secreto, y cada cuál lo ejercerá en función a las normativas anteriores.
    6-El recuento lo realizarán las asambleas de las organizaciones juveniles del Partido, o de cualquier instituto.
    7-Los sóviet sindicales intrínsecos en toda una provincia votarán en cada sóviet local por los delegados del sóviet provincial, nacional, y central ateniéndose a las respectivas normativas cuantitativas: de cada sóviet local pertinente han de salir 2 hombres/mujeres para constituir junto a los electos en los demás núcleos urbanos de dicha provincia (ésto es, pertinentes) quiénes conformarán las partidas de cada sóviet provincial. De cada sóviet provincial (sóviet locales intrínsecos a su territorio -provincial-) pertinente se escogerán 2 personas diferentes a las antes electas para el sóviet provincial para constituir junto a los electos en el resto de sóviet locales pertinentes quienes configurarán el sóviet nacional pertinente. Y de cada sóviet nacional de todo el territorio (entre todos los sóviet locales bajo su territorio, mejor dicho) se escogerán 10 personas para constituir el sóviet central (igual que el supremo en la época anterior, pero sin la necesidad de poseer la mitad de elementos pertenecientes al PC y sin legislación directa, que ahora recae en cada sóviet local).
    8-En el caso de las elecciones al sóviet central, cada sóviet local vota por la persona de toda la provincia a la que consideren oportuna, mas sabiendo que el cargo lo van a tener que realizar todos alguna vez en su vida. Las listas del censo provincial se pasarán desde cada célula del Partido en sus diferentes ámbitos, al modelo del centralismo democrático. En éstas se irá marcando quién ha ocupado qué cargo en qué momento, para saber quienes han de constituir cada organismo alguna vez, y asegurándose de que no se repita un cargo en un individuo.
    9-Tener posición en la partida de la Guardia Popular (que dura 9 meses con la votación pertinente que evite la repetición de cargos) o en el Ejército Popular (desempeño de un trabajo en una colectividad de producción a tiempo parcial para correlacionarla con el entrenamiento militar y el aprendizaje teórico) no incumbe en tu elegibilidad, que seguirá impune salvo los recortes por fallo de tiempo en el plano laboral (trabajarás menos en un determinado momento en que tengas que viajar a la sede de cada cargo a debatir, etc...)
    10-Cada sóviet de índole superior al local posee una sede elegida democráticamente por los miembros de la asamblea previamente dicha (y así cambiante), en la que se reunirán los miembros pertinentes de la asamblea de la misma, 3 días después de la reunión del local como muy tarde, para realizar las actividades pertinentes al organismo de pertenencia. El transporte será gratuito. Cuando éstos no estén de reuniones (en las que se les mantendrá el salario medio del que disponían en su trabajo) se dispondrán a trabajar en su puesto de trabajo.
    11-Como mínimo habrá 1 reunión del sóviet local por semana, tratando de no hacer coincidir dichas reuniones con las de un organismo soviético superior en caso del socialismo (se requiere ejercer el poder sin atropellarse entre camaradas). En caso de la dictadura del proletariado, se podrán efectuar siempre que se quiera, mas dejando un margen par ala realización de las funciones de los sóviet allí (organización territorial y comunicación interna).

    En este marco podemos incluir el sistema económico, y las derivaciones que hemos hecho en los primeros comentarios.

    Ya he acabado (aleluya jajajaja). Perdón por el tochazo, pero igual que has sufrido leerlo, imagínate escribirlo Laughing (tengo calambres en los dedos xD).
    Bien camarada, ya dejando de risas y bromas, es un placer debatir contigo porque se ve que estás muy puesto en marxismo, que sabes de lo que hablas, y además lo haces bien.
    Salud!
    marxismo_futuro
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    Gran camarada
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Sáb Sep 07, 2013 6:58 pm

    Gracias por la respuesta, muy completa, camarada.
    Entonces, los transportes "privados" (para cuyo disfrute social, encabezado por quienes más lo necesitan, colaboran todos aquéllos sóviet dedicados a la producción de los mismos, en sí, la sociedad dedicada a ello) se distribuyen según la necesidad, y el público se hace más competente para que la gente vea sus necesidades ya cubiertas por éste medio sin necesidad de un vehículo privado. Ésta desaparición de la necesidad de un vehículo privado será progresiva; hasta que el sistema de transportes públicos (que se origina por parte del plusvalor, o plusvalía social, sacada del trabajo de toda la sociedad para abastecer, entre otros, al almacén de alimentos en caso de catástrofe, a quienes estén jubilados y no vivan con sus familiares si están éstos segundos en facultades de trabajar -en este caso se le pagaría más por su trabajo al familiar que tuviese que acarrear el peso de una familia más numerosa, por ejemplo, la madre y el padre tienen que costear la vida de sus padres, jubilados, y de sus hijos, aún estudiando-) sea total y acapare la mayoría del terreno de las necesidades de movilidad en una ciudad.
    Por supuesto que pequeños vehículos como motocicletas y sidecares serían necesarios para transportarse por vías aún sin mejorar por las que no cupiese un autobús, por ejemplo. O bien se podría ingeniar un autobús de menor tamaño, que, al transportar menos gente, tuviese un recorrido más concurrido por los demás "mini-autobuses" de su calaña.
    El papel de las nuevas tecnologías en el funcionamiento de la red 24h del transporte es indubitable y necesario. Pero hasta que se desarrolle se necesitaría un colchón energético conformado por las energías actuales. De ahí la importancia de la revolución en países productores de energía, países explotados en sí y para la burguesía mundial.
    Que la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos (revisionistas acusando a revisionistas, tortskistas con vía libre para actuar en su cometido anti revolucionario y divisor del movimiento obrero, eurocomunistas y socialdemócratas con la mayoría de influencia en el mismo movimiento, castrándolo... un desastre para el proletariado, un sueño húmedo para el burgués...).
    Conforme a tu comentario de que no se debe priorizar la tarea teórica de la dictadura del proletariado, está claro para ambos que, aunque no se pueda ahondar en sus funciones, el esqueleto del poder soviético ha de estar planteado desde antes, así como su posible evolución al socialismo (para mí la dictadura del proletariado es la 1º fase, la clara, la de destrucción de la burguesía como tal, que origina el socialismo, proceso en que la democracia soviética se expande, se mejora, y al mismo tiempo la conciencia colectiva de los trabajadores intrínsecos en la sociedad socialista misma. La suma de la evolución de las ambas origina el comunismo, que sólo se dará en el ambiente internacional propicio).
    Sé que estamos desvariando el tema, pero me parece una salida interesante a la conclusión del debate, para que en este hilo se encuentre un amplio debate formativo, útil para cualquier usuario.
    Al punto al que derivamos sí o sí, es a la creación y desarrollo del Estado proletario. Al esqueleto de su poder, cuya totalidad será sin duda creada por la práctica del mismo en cualquier país, mas de maneras obviamente diferentes en más o menos aspectos.
    La organización de la dictadura del proletariado y del socialismo serían esencialmente diferentes, en tanto que la primera conserva aún el espíritu burgués a destruir, y la segunda es la evolución de la destrucción ya de la parte posible de ese espíritu, cuyo fin se dará, de manera completa, en el comunismo.
    Lo que está claro es que el factor común de poder de ambas etapas es el sóviet. El sóviet se distribuye en funciones y ámbitos territoriales, cambiando las primeras para ambas subetapas del socialismo (la dicprol y éste mismo).
    Lo que cambiaría, por decirlo así, sería la función de cada tipo de sóviet (sindical, local, provincial, nacional, y supremo -dicprol- o central -socialismo)
    Podemos pues pasar pues a analizar ambas subetapas de la etapa anterior al comunismo:

    -La dictadura del proletariado es la forma de poder emergida por la conquista del Estado por parte de los trabajadores; es la manera administrativa del poder del mismo implantada justo después del triunfo de la revolución.
    Tiene su epicentro político en el sóviet supremo, conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), que gobierna el país.
    Al sóviet supremo le asiste en sus funciones (creación de planes económicos, decisiones sobre infraestructuras y transportes -tras, por ejemplo, la denuncia de un sóviet local de la mala calidad o la posibilidad de mejora de cualquier factor del núcleo urbano- etc...) el Partido, que está ahí siempre para, cuando la mala gestión del sóviet supremo no denunciada por los organismos soviéticos inferiores a éste o el incumplimiento de la constitución, o simplemente, la incertidumbre de los miembros conformantes del sóviet se haga patente, asistir a éstos desde un ámbito dialéctico y socialista (comunista). Para ello conformará un sóviet político junto al supremo que se encargue de las funciones pertinentes de gobierno, instruyendo a la población en éstas para evitar llegar a este punto de nuevo. La organización ideológica en colectividades y el funcionamiento político y económico de éstas, desde el ámbito sindical y local (que da sentido al resto), serán claves en la tarea de hacer de la población trabajadora gestores pertinentes de la riqueza que producen.
    En cuanto a los sóviet, podemos pasar a explicar el cometido de cada uno:

    1-Sóviet sindicales:agrupan a la totalidad de trabajadores por profesión (sóviet de médicos, educadores, carpinteros, campesinos, metalúrgicos, físicos, técnicos de conservación de alimentos, etc etc...) y según el núcleo urbano en que desempeñen sus funciones sociales. Poseen potestad de peso en el trato de cuestiones relativas a su función profesional dentro del sóviet local (que trataremos en breve), y, además, se encargan de desarrollar la organización de su profesión en cada respectiva ciudad siguiendo los principios del colectivismo, evitando los patronos pero eligiendo por sufragio universal y directo a sus “jefes” (entendiendo dicho término como aquéllos que estén en condiciones de cercionarse del cumplimiento de las funciones productivas, etc... según su profesión, pero siendo éstos trabajadores iguales, con el mismo peso en el sóviet sindical que su camarada, puesto que la única potestad en la que un jefe sobresale respecto a sus camaradas -que tienen potestad de relegarlo cuando no cumpla sus funciones correctamente bajo un parte de denuncia- es en el término de la responsabilidad en cuanto al tema organizativo en el trabajo se refiere). En el tema de la potestad de tratar cuestiones junto a todos los miembros de un núcleo urbano que desempeñen un empleo, todos tienen voto y voz iguales cuando guste para ayudar a legislar con sus camaradas. A esta función también apoyan la serie de comisarios del pueblo, formados como cuadros del Partido en el seno de éste, y siendo ayudantes de los jefes según la profesión común en la que ambos hayan decidido especializarse. También es denunciable cualquier abuso de la autoridad de éstos, o cualquier intento de cualquiera de empoderarse o imitar las figuras patroniles que envilecen la producción colectiva, tras el procedimiento competente para ello (***).
    También denuncian cualquier irregularidad en la colectividad del trabajo de cualquier sóviet sindical (de su misma rama soviética, o “escalón político”) del que se tengan noticias (que se tendrán por la labor del sóviet local, que los reúne a todos en un uno, y del provincial, que los conecta en un territorio para evitar aislamientos de la producción y cooperación en la misma entre varios sóviet, bien sindicales -cuya responsabilidad de cohesionarse les corresponde a ellos en el sóviet local- o locales -función ya correspondiente al provincial) para solucionarla en las asambleas competentes según lo explicado entre paréntesis.
    2-Sóviet locales: (cuidado camarada que este va expresado hacia el socialismo, no hacia la dictadura del proletariado; en ésta, el poderío del sóviet local es meramente la creación de partes de situación o balances para entregarlos al provincial y que lleguen al supremo para el manejo de éstos desde dicho organismo, mas organizar el derecho de amovilidad de cargos y relacionarse con la célula local del Partido, facilitando su formación y el aprendizaje "ideológico" de los trabajadores en la ciencia del marxismo) 1 por núcleo urbano con el fin último de agrupar a todos los sóviet sindicales según el lugar donde desarrollen su fuerza de trabajo bajo una estructura legislativa que, a su vez bajo el marco constitucional protegido por el Partido (siendo éste marco el hecho al que se remite la legalidad o no de cualquier decisión tomada por el pueblo), predisponga los métodos de actuación que seguirá el país desde la aprobación de éstos.
    De ésta manera, la función del sóviet local es una de las que más cambia su cometido respecto a la fase anterior en la evolución de la destrucción del Estado, siendo ahora la base y el fin de la política socialista; asegurando que el pueblo trabajador desempeñe la función más importante en un Estado: legislar. Por legislar entendemos, en esta fase, no maleabilizar los preceptos revolucionarios que deberán de estar recogidos en la constitución previamente, sino el tomar cualquier decisión respecto a la materia de la política exterior o interior (que antes recaían sobre el sóviet supremo, ahora innecesario); decisiones sobre construcción de hospitales, escuelas, etc... de acuerdo con la demanda de éstas (que ellos mismos entablarán puesto que son el mismo pueblo, lo que termina de dejar fuera de combate a la burocracia), y las pautas de actuación respecto a reuniones internacionales, al 50% de acuerdo con el Partido Comunista (cuya única potestad reside en el factor externo del país, y ni siquiera absoluta; como se ha mencionado, ésta corre al 50% con los sóviet locales; para ello, se reúnen 1 representante escogido desde los sóviet locales pertinentes para cada nación a la que pertenezcan, y un número igual de partisanos -designados de igual forma- en una reunión de índole decisiva exterior, y siendo cada acción considerada incorrecta desde los sóviet locales denunciada por el proceso habitual de denuncia-defensa-consesnso -explicado al acabar este capítulo detenidamente- y, de salir adelante la denuncia de los sóviet, disuelta la asamblea de política exterior para re-escoger a nuevos miembros que no coincidan con nadie que haya ejercido el cargo a ser posible, desde el sufragio directo y universal ejercido por el pueblo trabajador).
    Las decisiones tomadas, tras las reuniones, si se declaran constitucionales por el Politburó o los Tribunales (que coinciden en partidas de miembros, pues el Tribunal sale del Politburó), serán condensadas en organismos provinciales, que asegurarán su puesta en práctica en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hará oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia. Así, el sóviet local tiene potestad directa sobre su núcleo urbano, y el empleo de los organismos provinciales se hace necesario por la necesidad presupuesta de transmisión de información a otros núcleos urbanos sobre la actividad recogida en cualquiera de ellos, para hacer ver qué camino se está tomando desde una ciudad y si conviene seguirlo en caso o no de poseer condiciones productivas similares (si se toma una decisión que afecte al proletariado únicamente, pues el núcleo urbano en que se ha tomado dicha decisión carece de campesinado, un núcleo urbano que presente la situación inversa no se verá interesado en imitar el procedimiento, aunque se someta a votación qué hacer al respecto y qué legislar respecto a su realidad productiva como núcleo urbano; a cómo se configure su actividad laboral).
    Si una ciudad posee muchos habitantes, incapaces de reunir en un sólo núcleo de reunión, la reunión del sóviet local será encauzada u conformada por partidas, cada vez diferentes, de X número de miembros de cada sóviet sindical, que lleven los partes productivos y balances, más los posibles problemas que les halla surgido, a la reunión local para tomar las medidas necesarias.
    3-Sóviet provinciales:los sóviet provinciales se encargan, a parte de  asegurar la puesta en práctica de las decisiones del sóviet local en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hacerla oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia, de traspasar dicha decisión a un sóviet nacional cuyas funciones quedarán expuestas a continuación.
    Además, los sóviet provinciales se encargan de distribuir los medios requeridos para la puesta en práctica de la petición legisladora de cada sóviet local que quede bajo su cargo territorial.
    A éstos sóviet se le da el parte de producción obtenida o el balance de situación de cualquier organismo para hacerlo llegar al sóviet nacional que los tiene a su cargo, haciendo un todo de la situación de cada núcleo urbano en materia de funcionamiento del trabajo realizado en cada uno de éstos.
    Se conforman por partidas de 2 hombres o mujeres de cada sóviet local intrínseco en su territorio.
    4-Sóviet nacionales: reciben parte de los sóviet provinciales respecto a la materia de los factores productivos y el desarrollo del trabajo en los núcleos urbanos correspondientes y de cualquier irregularidad presenciada en el ámbito laboral o colectivo de los organismos bajo su influencia. Para su solución, el PC enviará a los ya mencionados comisarios, que serán distribuidos desde el sóviet nacional a los focos del problema (desde el órgano local donde se ha presentado el parte que les ha llegado mediante el organismo provincial al nacional).
    Si al sóviet provincial se le daba parte de los factores productivos o laborales directamente desde las fábricas bajo su influencia (límites provinciales), los sóviet nacionales reciben dichos partes de todas las asambleas provinciales bajo su influencia, haciendo el mismo todo de información de la producción y labor a un ámbito mayor y con dicha información más concentrada y manejable.
    Los sóviet nacionales organizan el cumplimiento de los preceptos organizativos y su correcto funcionamiento en todo el territorio a su cargo, controlando así que la facultad legislativa de los sóviet locales se haga patente llegando al sóviet central. De igual manera, distribuye la legislación de cada núcleo urbano por todo el territorio a su cargo, tendiendo así el mismo efecto de lucha contra la desinformación y cohesionamiento proletario que en su versión provincial, pero a un ámbito mayor. Para ésto, se ayuda del PC de la manera expuesta al principio del enunciado en este apartado.
    A éstos sóviet, el central les otorga el material requerido para el correcto funcionamiento de las medidas locales, debido a que éstos nacionales le otorgarán el parte productivo total de cada nación que comprende el territorio, otorgando así entre todas al central el parte general de la producción del país, archivándose ésta para tenerla a mano para cualquier necesidad de distribución de los medios recopilados para cercionarse del cumplimiento de las legislaciones de cada sóviet local, que estarán en armonía gracias al sóviet provincial respectivo, armoniados a su vez éstos gracias a los sóviet nacionales aquí expuestos. Así, el central podrá llevar a cabo la función previamente expuesta con una facilidad relativa.
    Se conforman por 2 hombres o mujeres de cada sóviet provincial intrínseco en su territorio.
    5-Sóviet central: el sóviet supremo (en lo que éste deriva) del socialismo. Como ya hemos comentado, el sóviet central posee la simple función de manejar los partes y hacer balances de la situación del país en general para poder actuar y proveer de materiales o ayudas a los sóviet locales en su afán legislador. Así, la información de los materiales disponibles o éstos mismos y el certificado de emplearlos se dirigirá al sóviet nacional para que éste los disponga según las peticiones en los diferentes organismos provinciales y que éstos, al fin, los otorguen a los sóviet locales para que cumplimenten su decisión en la práctica.
    El Partido estará dentro de cada reunión local ya que, al estar constituido por trabajadores y ya que la política no es una profesión, tendrá miembros en los sóviet sindicales (normalmente comisarios que ayuden a la regulación de la colectividad) y en los locales, ya que en éstos se agrupan los sóviet sindicales en su totalidad y en éstos ya están trabajando los cuadros del Partido como campesinos, proletarios, médicos, etc etc...
    A parte de ésto, su función es la ya comentada anteriormente: decidir sobre la política exterior desde una asamblea de cuadros del Partido y cada sóviet nacional (es decir, el proletariado de “a pie” también tiene aquí potestad que se le suma a su potestad total sobre la política interior) y comprobar la constitucionalidad o no de las medidas tomadas por el sóviet local.
    Se conforma por partidas de 10 hombres o mujeres de cada sóviet nacional intrínseco en su territorio (que es el país al completo).
    6-Sóviet supremo: aparte de lo ya comentado sobre éste, el sóviet supremo se divide, a su vez, en Responsabilidades, escogidas de entre los miembros de la asamblea del sóviet supremo por sufragio universal y directo del pueblo trabajador. Éstas son 3: Responsabilidad de ámbito interior, de ámbito exterior, y de ámbito ideológico. La primera encierra para su responsable la tarea de cercionarse del trabajo de la Guardia Popular (ésta le rinde cuentas), de administrar los balances de situación económica (para ésto debe solicitar ayuda previa de los respectivos sóviet sindicales que se presten y que así traspasen esos balances en ámbitos, recolectados así los balances en los ámbitos locales -por cuenta de todos los sóviet sindicales de la localidad-, provinciales -por cuenta de todos los sóviet locales del territorio respectivo a la provincia a la que pertenezcan, habiendo ya los sóviet locales realizado el compendio local de la situación de la economía y/o sociedad en su terreno-, nacionales -por cuenta de las provincias bajo su territorio pertinente-, y, finalmente, llegando al sóviet supremo, que hace el balance general bajo ésta primera responsabilidad), el control de las cuentas de la Banca Pública (dominada por los intereses de la colectividad y exenta de otra función diferente a producir el dinero que irá en circulación en la sociedad, el cuál no será más que una mera retribución en función al trabajo según con tus posibilidades y que te proporcionará los bienes necesarios para tu subsistencia, así como el acceso a numerosos servicios públicos, para los cuáles no se requerirá mucho dinero por el abaratamiento producido por la destrucción del interés económico privado de controlar los bienes y servicios) y del funcionamiento de los transportes, etc...
    La segunda se ha de constituir por un responsable, escogido de igual manera que en el caso anterior por el pueblo por el procedimiento ya repetido anteriormente. Así, su misión será cercionarse del correcto funcionamiento del Ejército Popular (que cumpla su función, pues se le rendirán cuentas desde las oficialidades del mismo, que actúan como los “jefes” de la colectividad militar, junto a un destacado del CDEP (*) que le sirva como ayudante al más puro estilo de los comisarios políticos destacados en los sóviet sindicales), así como de destacar a los Comisarios de asuntos exteriores (representantes de las posturas del país en el extranjero salidos del Komsomol o del Partido de acuerdo con la votación del pueblo).
    A cargo de la tercera responsabilidad corre la organización de los Tribunales del Partido (conformados por el Politburó del Partido y que le rindan cuentas a éste responsable de los Tribunales) y el destacamento de un comisario político a cada sóviet local, de acuerdo con la función de cercanía al mismo núcleo urbano y de la clarificación de la capacidad del susodicho en materia de ideología y organización de una colectividad.
    ¿Para qué rendir cuentas? Nos equivocaríamos pensando que el ejercicio democrático se completa sólo con rendir cuentas: éstas, desde cada reponsabilidad, han de hacerse públicas para los sóviet desde cualquier medio de información, para que cada sóviet se haga una idea de la marcha del país hacia el socialismo y puedan valorarla libres de prejuicios.
    Los sóviet de ámbito superior al sindical constituyen en la dictadura del proletariado un mero ejercicio de control de todo un ambiente territorial dividido en Repúblicas (naciones, lo que ahora serían las CCAA) bajo las directrices del sóviet supremo (estando éstas bajo el poder constitucional, cumpliéndose sólo las medidas legales y siempre con el Partido como apoyo legislador organizado bajo la figura del sóviet político, y bajo la capacidad de ejercer éste poder mediante el pueblo organizado en sóviets, que ejerzan su derecho de amovilización), constituido y elegido por el pueblo y amovible por éste cuando se desee.
    Para la toma de directrices hacia la evolución del Estado, el sóviet supremo cuenta con el apoyo legislativo y la supervisión del mismo orden del Partido cuando el primero (o la mala gestión del primero no denunciada por ningún trabajador) lo requiera, que ayuda a la elaboración de planes quinquenales y da ideas sobre cómo se puede proceder para consecuir la evolución del país hacia la supresión de las clases primero, y del Estado más tarde.
    Cualquier aportación del Partido (“entrismo” al sóviet supremo) ha de estar fundamentada antes de realizarse por un texto en el que expongan sus razones de manera dialéctica y constitucional.
    Éstos (Partido y Sóviet supremo) se reúnen para debatir la toma de decisiones, bajo la atenta mirada de los sóviet sindicales reunidos en los organismos locales, que también pueden denunciar constitucionalmente (es decir, con apoyo ideológico de los preceptos de la fundamentación del Estado proletario) cualquier mala acción de ésta asamblea mixta (que llamaremos Sóviet político ) y llamar a la cesión de cualquiera de sus cargos.
    Los sóviet sindicales, locales, provinciales, y nacionales, se remiten a una mera función de control de la expansión referente a cada territorio respectivo de las medidas seleccionadas por los diferentes organismos soviéticos (un sóviet sindical puede decidir sobre la organización de su trabajo -tenemos tantos destacamentos y falta conexión entre ellos, hay que solucionarlo- en el sóviet local, y todos los sindicales reunidos bajo éste, ya decidirían sobre el ámbito del núcleo urbano respectivo; eligen luego a unos 2 miembros de la colectividad local para representar y expandir -tras tratar los temas de lo que se ha decidido en cada sóviet local bajo dicha provincia junto a los 2 representantes de cada núcleo urbano intrínseco en ésta- las medidas de cada sóviet local en toda la provincia, y se va siguiendo un proceso similar para con el resto de sóviet).
    El sóviet supremo, así, a parte de gobernar, debería otorgar los datos de la producción y los partes de los hospitales etc... al sóviet local que los requiera para efectuar cierta medida, entregándolos primero a un sóviet nacional pertinente, que hará lo propio con los provinciales, que otorgarán la información del material requerido en forma de orden (se dirá con qué sóviet nacional te tendrás que poner de acuerdo para pedir ciertos materiales, comunicándolo éste -el sóviet nacional- al local pertinente mediante el proceso intersoviético previamente explicado, y organizándose desde los sóviet pertinentes -los nacionales o provinciales siempre bajo la mirada de los locales pertinentes a su vez- la salida y recogida de materiales).
    La salida y recogida de materiales la hacen los transportistas, pertenecientes a un sóviet sindical itinerante (por el carácter nómada de su trabajo, retribuído y considerado pues profesión) que tiene voz y voto en cualquier sóviet del que estén cerca en cierto momento, ateniéndose al modo de disciplina de cada núcleo urbano, y trabajando para los intereses del cuál estén más cerca (si un transportista está cerca de Sevilla, y el sóviet local de Sevilla requiere transportar X material a un punto B, el transportista tendrá que entender que es su trabajo hacerlo junto a todos los demás cercanos a él -sus compañeros de profesión-). Así, el número de transportistas ha de ser ciertamente limitado.


    ((*)CDEP: Comité de Defensa del Estado Popular; la versión en español del KGB soviético).

    #-Los Tribunales del Partido son el organismo central respecto a los politburós de cada nación conformante del país (Politburó del PC en Andalucía, Aragón, Castilla, etc...); se conforman por miembros de cada politburó (33'3% de miembros electos por politburó nacional para conformar el Tribunal del sóviet supremo, que da parte a su vez a todo el Partido y a los sóviet de su cometido, siendo cada partisano capaz de promover cualquier noción de cese de la actividad de cualquier miembro de cualquier Politburó mediante el procedimiento de mociones, reuniones, juicios, y conclusiones pertinentes sin importar el territorio desde el que se demanda y al que se demanda). También el pueblo organizado en sóviet sindicales puede pues discutir las actuaciones del Tribunal siempre y cuando se cree, desde el organismo soviético (local o sindical) pertinente, un acta de acusación hacia cualquier miembro del Tribunal, que será discutida y consensuada por éste, creando un conflicto de carácter más o menos jurídico del que resulte la negociación de una solución socialista bajo los principios revolucionarios del desarrollo de la extinción del Estado.
    Están por encima del Sóviet Político, pero son revocables por los sóviet sindicales o cualquier asamblea de índole menor al mismo sóviet político siempre y cuando se respete el procedimiento necesario para amovilizar cualquier cargo.
    Como ya hemos mencionado, la interconexión entre el sóviet supremo y los de índole menor se realiza mediante el entramado de las cuentas rendidas; los sóviet locales rinden las cuentas progresivamente al supremo, siendo éstas gestionadas en cada ámbito territorial por los organismos soviéticos provinciales y nacionales, y el sóviet supremo rinde cuentas de su actuación a los sóviet de ámbito menor. El sóviet supremo realiza las funciones de gobierno, pero somete sus decisiones a la constitución (mediante los procesos de análisis y denuncia del Partido y sus asambleas) y a la voluntad popular, recogida en los sóviet locales primordialmente, y gestionadora de los provinciales y nacionales.
    Ésto (la aceptación de una medida por uno u otro grupo) no se lleva a cabo por un simplón y demagogo proceso de pragmática; tiene que reunir ciertas condiciones, entre las que encontramos: 1-su constitucionalidad (compatible con los preceptos de la evolución de la extinción del Estado) 2-compatibilidad con las leyes de la dialéctica
    Así, si el pueblo u otro organismo no entendiese el por qué de una medida, se le informaría con pleno detalle de ésta, una vez la haya aprobado un Partido que se tiene que atener a la constitución, pues, de no hacerlo, cualquier organismo se vería en el deber de denunciar su actuación públicamente y comenzar la amovilización judicial de cargos.
    (paso al siguiente mensaje)
    ¡Saludos, camarada! Veo mucho interés en aprender, leer e intercambiar opiniones entre los dos, así que es un gusto inmenso participar en este debate.

    Si cito alguna frase tuya la remarcaré en negrita para no engendrar posibles confusiones.

    El tema del transporte creo que ha conducido a unas buenas conclusiones para ambos, tal y como noto en tu conclusión general que encabeza la primera respuesta. La esencia de la comprensión acerca el tema la comprendemos y me subscribo a la conclusión final que has dado, aunque, como ya dije, los conceptos público y privado, entendidos en la sociedad actual y trasladados para explicar una situación lejana, futura ―socialista o comunista― pueden tender a la confusión, quizás para alguien que no haya seguido todo el hilo del debate ―el transporte socialista, o comunista, debe acabar siendo un transporte social, tanto en su método obtención, ligado intrínsecamente a la participación social en el trato las necesidades individuales y colectivas, como en su producción―, pero entre nosotros no hay problema de entendimiento.

    Una vez superado o tratado en profundidad este tema, encuentro muy oportuno el movimiento del debate de un aspecto específico a un aspecto general, de un mecanismo específico a un mecanismo general. Empiezas señalando que el hecho que «la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos», en lo que estoy completamente de acuerdo, desde una perspectiva de «la necesidad de la preparación ideológica de la masa», como diría Antonio Gramsci[1]. En este punto, el papel del Partido, al que te remites más delante también y donde aprovecharé para profundizar más, es esencial, primordial, básica, de vanguardia,  pues sin este paso previo a la revolución práctica, ¡no habría revolución práctica! O esa fallaría, pues las masas no sabrían hacia donde dirigirse, contra quien luchar, con qué propósitos. Con esta necesidad que reconoces en tu también, recurro a palabras del Che Guevara: «de aquí que se tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social»[2]. Estos mecanismos deben ser tratados muy delicadamente, con un potente objetivo de agitación social, de debate social, donde se despierten consciencias y, consecuentemente, que las fuerzas reaccionas se hagan más explícitamente «insoportables», irracionales, que al final y al cabo acabará ayudando al movimiento obrero. Volveré al tema cuando me ocupe de las funciones Partido.

    Procedes, a continuación, a desglosar tu forma de entender la primera etapa del comunismo ―el paso previo a él, el socialismo en general―. Entiendo tu énfasis en distinguir la dictadura del proletariado como una primera etapa del socialismo y, la segunda, una vez encaminándose ya exitosamente hacia el comunismo, como socialismo implícito, en toda su normalidad. Comprendo esta distinción e intentaré seguir mi respuesta de acuerdo a ella, pero esta distinción que sirve de ayuda, esta distinción comprensiva, no debe hacernos caer en la tentación de separar, en las herramientas teóricas reales, la dictadura del proletariado de toda la etapa del socialismo, o en otras palabras: deber estar siempre alerta, estar siempre dispuestos, al comportamiento de caracteres burgueses en la misma evolución socialista. Además, desde que el proletariado, dirigido por el Partido, conquista el poder político, el poder ejecutivo, para normalizar su poder real en y sobre la economía, todo el proceso anterior a la eliminación del poder propiamente estatal ―comunismo― se encuentra bajo esta misma característica, por lo que remarco el hecho de no olvidar que la distinción de dictadura del proletariado―socialismo se engloba en un factor, una base, común ―que como bien dices tú, es el soviet, la forma de comprender, de organizar, de utilizar, el poder político conquistado―. Obviamente, al principio de la pre-etapa al comunismo, de la primera etapa al comunismo, es decir, en el socialismo embrionario, acabado de nacer, esta lucha de caracteres, de características, en definitiva, de modos completos de producción con sus respectivas fuerzas productivas y relaciones sociales, estará más avivada que en cualquier punto del socialismo, estará más recrudecida en sus formas que en cualquier otro período posterior, y de aquí que comprenda y me parezca válida ―a modo de ayuda― la distinción que inteligentemente usas de dictadura del proletariado como la primera etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― como lucha contra los vestigios polvorosos del capitalismo, y socialismo en su plentidud como la seguna etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― para la realización plena del desarrollo económico y social ligados a la correspondiente pre-etapa al comunismo.

    Una vez haber comprendido críticamente la situación, es decir, la variabilidad de funciones del poder político del soviet a lo largo del socialismo general y, por ende, sus posibles distintas formas organizativas, podemos pasar, como bien haces, a analizar cuáles son éstas.

    Como organismo principal de la primera etapa del socialismo general, la dictadura del proletariado, sitúas al sóviet supremo, explicando que «[está] conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), [y] gobierna el país». ¡Completamente de acuerdo con su definición, o mejor dicho, composición y regularización de su funcionamiento! Antes de proceder directamente al análisis de cada sóviet ―sindicales, locales, etc.―, voy a centrarme en la aplicación temporal, el momento adecuado, del sóviet supremo, así como la «asesoría» del Partido como «sóviet político».

    La capacidad gobernativa que atribuyes correctamente al sóviet supremo, con la importancia trascendental que tienen el resto de sóviets en él, es, en otras palabras, «el órgano de la sociedad para mantener un orden social»[3]. Ésto significa que el mecanismo gubernamental debe gestionar la prosperidad del modo de producción que defiende, que le constituye, con las subsiguientes características sociales que emanan de él. En el caso del sóviet supremo y dado el proceso temporal ―la fase embrionaria del socialismo general naciente, eso es los momentos inmediatos después de la conquista del poder político―, le corresponde el establecimiento, la construcción, regular del modo de producción, y modo de sociedad, socialista, en definitiva, sentar los cimientos irreversibles de la nueva sociedad, lo que conlleva encerrado en si mismo la lucha encarnizada contra los elementos capitalistas que sobreviven y fluctúan en la sociedad convaleciente, ya huérfanos de protección, de gestión, política ―pues el proletariado dirigido por el Partido le ha arrebatado decididamente el poder político―, pero aún existentes, recomponiéndose y melancólicas. (Aquí volvemos al punto en el que los dos le damos una trascendental importancia: el hecho de una revolución internacional que facilite la cooperación entre países para dar muerte y sepultura más fácilmente a las características capitalistas que se arrastran, así como para facilitar la labor económica que surge y un camino más seguro y no tan hermético y recrudecido hacia, entonces sí, posteriores y factibles evoluciones futuras). Entonces, la pregunta esencial, última, es: ¿es ya el sóviet supremo, descrito correctamente en tu formulación, el mecanismo adecuado para este momento en el tiempo?

    Bajo mi punto de vista, debe ser el objetivo de la dictadura del proletariado ―primera fase del socialismo general, etapa global anterior al comunismo―, es decir, el camino a seguir, a conseguir, para lograr la normalidad socio-económica del socialismo implícito ―segunda fase del socialismo general―, que sería ya la conducción irremediable hacia el comunismo, pero no el mecanismo principal para esta función; ¡si el objetivo es el sóviet supremo, el mismo sóviet supremo no puede ser el camino para su existencia! En otras palabras, el sóviet supremo, descrito y formulado muy acuradamente como has hecho maravillosamente tú, debe ser el mecanismo por excelencia del socialismo implícito, es decir, debe ser el mecanismo por excelencia de la gestión normalizada de los aspectos socio-económicos de la sociedad ―función básica del socialismo implícito, como había explicado antes―, pero no encuentro en el sóviet sumpremo el mecanismo ideal, por excelencia, de la dictadura del proletariado, es decir, de la función básica de reprimir al capitalismo para dar salida, o mejor dicho, dar nacimiento definitivo, firme, al socialismo. Me explico.

    El hecho de conquistar el poder político para luchar contra los vestigios capitalistas y elevar la posibilidad socialista no es intrínsecamente la conquista inmediata de los valores, de los mecanismos, esenciales para una configuración estándar de la sociedad socialista. En otras palabras, la sociedad, en su unidad funcional como entidad general, no se transforma rápidamente en una sociedad socialista con la mera conquista del poder político; lo que realmente cambia las sociedades, sus condiciones materiales, sus percepciones, sus ideas, son los cambios en su forma de vivir, eso es su forma de obtención de los recursos, es decir, su modo de producción, que determina, a su vez, la configuración social. Por lo tanto, el funcionamiento por sóviet supremo, como mecanismo que engloba toda la sociedad productiva e improductiva, activa e inactiva, organizativa y no-organizativa, es posible en su máximo rendimiento y esplendor sólo cuando la sociedad misma se encuentra globalmente cambiada. La dictadura del proletariado, entendida en la forma que hemos visto antes, debe producir, inducir, permitir, esos cambios: debe dejar preparado el terreno para el desarrollo armónico del nuevo modo de producción socialista, con sus fuerzas productivas y relaciones productivas correspondientes, es decir, debe aniquilar las incómodas características agonizantes del capitalismo para preservar las nacientes socialistas. ¿Es toda la sociedad, partícipe como conjunto en el funcionamiento del sóviet supremo, consciente y activa del proceso de obtención de éste?, o mejor expresado, ¿está toda la sociedad librada de rasgos capitalistas que entorpezcan su expresión como sóviet supremo? Está claro que no, en el tiempo de la dictadura del proletariado ―primera sub-fase de la primera fase del comunismo―. A lo que me refiero es que para la gestión unitaria del sóviet supremo, el modo de producción debe estar ya instaurado ampliamente, ya que esta premisa, esta condición, haría que la sociedad adquiriera una nueva percepción técnica e ideológica que la conduciría de forma natural hacia el funcionamiento transversal del sóviet supremo.

    Mientras aún sea tema esencial, preocupante, la lucha entre los rasgos capitalistas huérfanos pero peligrosos y los rasgos socialistas respaldados por el poder político pero aún nacientes, el modo de producción socialista, esto es la sociedad socialista, aún no será estable, hecho ideal para el establecimiento del sóviet supremo en lo que corresponde a la fase del socialismo implícito. Así pues, entendiendo que el sóviet supremo, este bello mecanismo de gobierno, se debe dar en un contexto de sociedad nueva, socialista, ¿cómo organizar el poder político recientemente conquistado para llevar convenientemente la sociedad nueva?

    En la respuesta que voy a dar voy a conglomerar los diferentes tipos de sóviets que has explicado, así como también el análisis de la función del Partido.

    En un contexto convulso, intranquilo, violento, como es la sublevación cualitativa dada de las entrañas más profundas de un sistema socio-económico y la lucha posterior que se da ―tanto ideológico como política, como económica―, la sociedad se encuentra desorientada, como sucede en todo cambio brusco, pues como constitución general de la vida humana es una entidad sensible y debida a su entorno. Para gestionar esta situación y conducirla hacia el socialismo normalizada, implícito, la función del Partido es esencial, como bien señalas ―«el Partido Comunista surge con la necesidad invariable de la emancipación de la clase obrera para su empoderamiento y liberación. Es el agente partero entre una sociedad (capitalista) y otra (comunista), pero a la hora de entablar dicho proceso del cuál el protagonista es únicamente la clase trabajadora (proletarios, campesinos, y demás “fauna” asalariada), podemos distinguir diferentes optativas»―. El Partido se debe a la sociedad y es su más fiel dirigente. ¿Qué función tiene el partido, pues, para transformar la sociedad? Guiarla, fusionarse con ella, educarla, escuchar y hablar.

    «El Partido es una organización de vanguardia. Los mejores trabajadores son propuestos pos sus compañeros para integrarlo. Este es minoritario pero de gran autoridad por la calidad de sus cuadros. Nuestra aspiración es que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educadas para el comunismo»[4]. En esta cita del Che se resume la esencia de mi planteamiento. El esqueleto de la sociedad capitalista seguirá presente después de la conquista del poder político por aquellos elementos dirigidos por el Partido ya despojados de este esqueleto, o al menos en la adherencia a dicho esqueleto. El proceso consiste, pues, en despojar, en ayuda a despojar, al resto de la sociedad del esqueleto mencionado. Eso significa que no toda la sociedad se ha deshecho del esqueleto y se encuentra perdida ante el escenario de un nuevo cuerpo, pero parte de ella ya no tiene ese esqueleto y parte de ella entiende como despojarse del esqueleto y construir un cuerpo completo. El Partido, compuesto por estas últimas partes de la sociedad, debe extender la comprensión a la sociedad, debe orientar a la sociedad. A esa educación va encaminado el trabajo de la dictadura del proletariado, donde se debe luchar, en todos los sentidos, contra los vestigios capitalistas para afianzar los nuevos elementos socialistas para dicho objetivo. Con la acción del Partido se debe alcanzar el fin de la acción revolucionaria. Así pues, el Partido debe estar en constante contacto con la sociedad, debe interaccionar enérgicamente con ella. ¿Como se organiza políticamente esta situación? ¿Y cuál es su posterior evolución?

    A mi humilde entender, la estructura de la política de dicho momento debería ser un paso previo al sóviet supremo, es decir, que adquiriera algunos de sus elementos estructurales y funcionales a partir de los cuáles terminar de construir el resto, mediante el proceso de educación de la sociedad, de construcción de una nueva sociedad. La configuración de los sóviets, es decir, su existencia, sería esencialmente la misma que la que has expuesto tú, pero su función sería distinta ―la función es la que variaría en la construcción del posterior sóviet―. La forma de gobierno que corresponde a este contexto corresponde al poder ejecutivo, político, último del Partido, asesorado por los sóviets. Me explico. El Partido, formado por un grueso social, y a la vez adelantado a otro gran grueso social, debe conducir las exigencias, las necesidades, las dudas, la incertidumbre, de la sociedad ―características expresadas en los sóviets correspondientes― según el camino a seguir. En otras palabras, la sociedad en conjunto, organizada por su trabajo concreto en los sóviets sindicales y por sus necesidades, sus quehaceres diarios, en los sóviets locales y nacionales, exigirá al Partido la gestión de sus reclamos, y el Partido contestará con la organización adecuada para el camino al sóviet supremo. (Más adelante procederé a la organización interna del Partido en este punto). La sociedad, toda, dirá qué, y el Partido dirá cómo, para con el paso del tiempo y la derrota de los vestigios capitalistas al completa, sea la misma sociedad la que diga qué y diga cómo ―comunismo final―. Hace falta ver que el qué y el cómo encajados en el nuevo modo de producción socialista tendrán una esencialidad humana en todos sus rincones, pues irán encaminados y dirigidos en la satisfacción de las necesidades humanas como pilar principal. (En el capitalismo el qué y el cómo lo dictaminan las leyes invisibles del capital, que desdibujan el mundo y la sociedad en una patraña de obsesión monetaria y olvido de la humanidad de la vida). Además, con el modo de producción, con el modo de sociedad, que requiere y reclama el socialismo, el qué y el como salidos desde lo más profundo del ser humano irán ligados. Por eso, en la dictadura del proletariado el Partido tendrá una gran acción en la gestión, por el hecho de transformar la sociedad mediante su educación y la destrucción completa del capitalismo, mientras que en el socialismo implícito la verá reducida ―pues será ya fusionado con la sociedad misma educada en los valores de la realidad material nueva― y, finalmente, en el comunismo ya no existirá Partido como tal, pues la sociedad ya será capaz de autogestionarse por si sola, una vez desaparecido cualquier forma de capitalismo y una sociedad instruida y elevada encima de una realidad material estable y acorde al comunismo.

    Mirándose desde otra perspectiva, el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo, durante la dictadura del proletariado deberá vérselas sí o sí con el capitalismo agonizante, por lo que debe ser coordinación y acción de esos elementos sociales educados ya en nuevos valores ―Partido―, mientras que el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo durante el socialismo implícito ya no tendrá tanta vertiente combativa, pues el Partido, la dictadura del proletariado como primera fase del socialismo general, habrá ya aniquilado por mayoría los restos del capitalismo y, por tanto, transformado la sociedad y regularizado en nuevo modo de producción. Es en este punto, donde el sóviet supremo, la sociedad organizada en si y para sí, con asesoría del Partido, podrá ser ya una realidad excelente.

    ¿Cómo se organizará el Partido a lo largo de todos estos procesos? Centralismo democrático político. La estructura interna del Partido, en general, la defines muy, muy bien, expresando que «el Partido posee una célula en cada núcleo urbano, más una célula ideológica nacional (por cada actual CCAA) que recoge a los miembros del mismo Partido de acuerdo al principio básicos de la democracia socialista: la amovilidad de cargos, ya sea temporal (un semestre antes de las elecciones a Politburó -la célula ideológica previamente mencionada-) o premeditada por el fallo de uno de los miembros activos del Politburó previamente mencionado, y la consecuente reelección de su cargo desde el pueblo soviético (partícipe de un sóviet sindical). Existiría también una célula central cuya misión es hacer balance desde el Partido de la evolución del país desde los diferentes politburós nacionales a su vez(el llamado Sóviet ideológico máximo -S.I.M.- o Tribunales), reuniéndose éstos en una sede elegida por los partisanos en general para hacer debate ideológico de las acciones desarrolladas en el país, así de la evolución de la debilitación de la necesidad del Estado (que sin embargo seguirá existiendo hasta el comunismo completo) y demás». Para explicar el funcionamiento me acogeré a palabras de Gramsci: «centralización quiere decir especialmente que en cualquier situación, incluso en estado de sitio reforzado, incluso cuando los comités dirigentes no pueden funcionar por un determinado periodo o fueran puestos en condiciones de no estar relacionados con toda la periferia, todos los miembros del Partido, cada uno en su ambiente, se hallen en situación de orientarse, de saber extraer de la realidad los elementos para establecer una orientación, a fin de que la clase obrera no se desmoralice sino que sienta que es guiada y que puede aún luchar. La preparación ideológica de la masa es, por consiguiente, una necesidad de la lucha revolucionaria, es una de las condiciones indispensables para la victoria»[5]. Más resumido, la presencia uniforme y proporcional de miembros del Partido capaces de conducir la sociedad ―todos ellos organizados desde el Comité Central, del que deberían formar parte de alguna forma u otra― en todos los sóviets locales y, por consiguiente, en los nacionales, y sindicales o sectoriales, daría paso a la gestión política coordinada en sí y en camino a la normalización del socialismo implícito, obra, por tanto, del Partido en toda su extensión, particularidades y pluralidad. Con esto, la sociedad se autoeducaría, además, con el proceso socialista, por lo que acabaría formando parte también de esta gestión política última que refleja sus necesidades, engrosando el Partido, convirtiéndole en un Partido de masas ―¿podría llamarse partido, tal y como entendemos partido hoy en día?―. Al final, el sóviet supremo acabaría siendo el poder político último, pues toda la sociedad, ya más libre del capitalismo, más educada, podría autogestionarse en mayor medida, hecho que conlleva directamente el nuevo modo de producción potenciado y defendido por el Partido desde el inicio. Así pues, el Partido vería progresivamente reducida su intervención directa en la gestión política, ya que ¡la construcción de una nueva sociedad implicaría necesariamente que la misma sociedad fuese el sujeto directo de su poder político! Con en el nacimiento del sóviet supremo, el Partido tendría el papel de asesor, como bien ilustras, pero con el paso del tiempo ese papel iría despareciendo, ¡pues la misma sociedad formaría parte del Partido! (Se debe entender Partido, aquí, como gestionador político último).

    Al fin y al cabo, el socialismo, entendido como un modelo socio-económico concreto de producir los bienes de la humanidad, caracterizado a su vez por la ejecución filosófica de la realización del hombre en el proceso de producción y por ende en su vida, «es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquía que reina en la producción»[6]. Eso significa que para la dirección hacia el socialismo implícito, materializado, hace falta la comprensión social de los fenómenos y la posterior participación total de la sociedad en su forma de existir, hecho que corresponde dirigir al Partido, y, es más, para la estabilidad del socialismo, se necesita, intrínsecamente, con el triunfo de vanguardia del Partido, que toda la sociedad necesariamente se involucre en el poder real y poder ejecutivo, hecho que discurre con la obtención ascendente de realización del hombre como ser natural y que supondrá el fin de cualquier autoridad, como sería el Partido a lo largo del proceso.

    Con la disolución de la entidad Partido, del fenómeno de vanguardia, de diferencial, en la sociedad, se llegaría finalmente al comunismo.

    En resumen final, al Partido le debe corresponder la función de construir, hermetizar, defender, potenciar, «permitir», desde la organización y coordinación con los sóviets en el Estado obrero y la fluctuación de éste por las diferentes etapas, el nuevo modo de producción socialista ―que determinará la configuración de la sociedad socialista― mediante la lucha legislativa y revolucionaria ―recordemos como he dicho al principio de este comentario que gobernar significa defender un modelo social: en el capitalismo el gobierno es necesario para contrarrestar las contradicciones internas, para que no exploten, para dominar, mientras que en el Estado obrero, o socialismo, es necesario para defenderse de aspectos externos al mismo modelo, de aspectos del modelo anterior―; a medida que se vaya estableciendo de forma única y estable el modo de producción socialista, eso es la victoria progresiva y segura sobre los restos capitalistas, y por la ausencia de contradicciones que se darán en él a medida que se desarrolle, la función del Partido, que podrá ser adquirida por la sociedad en sí, pues el modo de producción arrojará a la gente a la autogestión completa de la producción de su vida, desaparecerá, se extinguirá. En la medida que se hará más universal, dejará de ser vital.

    ¡Todo pasa por el éxito del Partido en la dictadura del proletariado ―entendida como la primera etapa de la fase general anterior al comunismo (socialismo general)―, para poner bien firmemente los ladrillos de la nueva sociedad! Lugar, o etapa, de donde el socialismo aún no ha subido definitivamente, por la falta de revolución internacional. Y aquí volvemos a la importancia de la revolución internacional para facilitar la función de la dictadura del proletariado y poder controlar, estudiar y no precipitarse en los tempos y momentos del proceso conjunto. Al final, ¡todo se basa en la revolución de toda la masa desposeída! Por tanto, cuando más esté esta concienciada, más educada, antes y durante el proceso, mejor irá éste.

    En definitiva, un proceso largo, doloroso, lleno de lágrimas y sudor, pero lleno a la vez de esperanza, de cambios, de democracia real, proletaria, de progresos, para una sociedad por la que vale luchar desde cualquier lado y oportunidad. Sin descanso.

    Se han tratado muchísimos aspectos, por lo que no en todos he podido profundizar como se debería haber hecho. Aún esto, espero que se haya entendido más o menos.

    Un disfrute debatir contigo. Aunque me pase horas escribiendo y leyendo ―esta vez más de 3 y media seguidas jaja―, ¡es un placer aprender y opinar!

    ¡Salud camarada!
    [1]. Título del artículo «Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, publicado en mayo de 1931 en «Lo Stato Operaio».
    [2]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [3]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [4]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [5]. «Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, artículo publicado en mayo de 1931 en «Lo Stato Operaio».
    [6]. «Del socialismo utópico al socialismo científico», Friedrich Engels, edición inglesa [traducida a español] de 1892.
    ______________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

    Fight the supression, we will survive.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Lun Sep 09, 2013 3:01 pm

    marxismo_futuro escribió:
    ¡Saludos, camarada! Veo mucho interés en aprender, leer e intercambiar opiniones entre los dos, así que es un gusto inmenso participar en este debate.

    Si cito alguna frase tuya la remarcaré en negrita para no engendrar posibles confusiones.

    El tema del transporte creo que ha conducido a unas buenas conclusiones para ambos, tal y como noto en tu conclusión general que encabeza la primera respuesta. La esencia de la comprensión acerca el tema la comprendemos y me subscribo a la conclusión final que has dado, aunque, como ya dije, los conceptos público y privado, entendidos en la sociedad actual y trasladados para explicar una situación lejana, futura ―socialista o comunista― pueden tender a la confusión, quizás para alguien que no haya seguido todo el hilo del debate ―el transporte socialista, o comunista, debe acabar siendo un transporte social, tanto en su método obtención, ligado intrínsecamente a la participación social en el trato las necesidades individuales y colectivas, como en su producción―, pero entre nosotros no hay problema de entendimiento.

    Una vez superado o tratado en profundidad este tema, encuentro muy oportuno el movimiento del debate de un aspecto específico a un aspecto general, de un mecanismo específico a un mecanismo general. Empiezas señalando que el hecho que «la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos», en lo que estoy completamente de acuerdo, desde una perspectiva de «la necesidad de la preparación ideológica de la masa», como diría Antonio Gramsci[1]. En este punto, el papel del Partido, al que te remites más delante también y donde aprovecharé para profundizar más, es esencial, primordial, básica, de vanguardia,  pues sin este paso previo a la revolución práctica, ¡no habría revolución práctica! O esa fallaría, pues las masas no sabrían hacia donde dirigirse, contra quien luchar, con qué propósitos. Con esta necesidad que reconoces en tu también, recurro a palabras del Che Guevara: «de aquí que se tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social»[2]. Estos mecanismos deben ser tratados muy delicadamente, con un potente objetivo de agitación social, de debate social, donde se despierten consciencias y, consecuentemente, que las fuerzas reaccionas se hagan más explícitamente «insoportables», irracionales, que al final y al cabo acabará ayudando al movimiento obrero. Volveré al tema cuando me ocupe de las funciones Partido.

    Procedes, a continuación, a desglosar tu forma de entender la primera etapa del comunismo ―el paso previo a él, el socialismo en general―. Entiendo tu énfasis en distinguir la dictadura del proletariado como una primera etapa del socialismo y, la segunda, una vez encaminándose ya exitosamente hacia el comunismo, como socialismo implícito, en toda su normalidad. Comprendo esta distinción e intentaré seguir mi respuesta de acuerdo a ella, pero esta distinción que sirve de ayuda, esta distinción comprensiva, no debe hacernos caer en la tentación de separar, en las herramientas teóricas reales, la dictadura del proletariado de toda la etapa del socialismo, o en otras palabras: deber estar siempre alerta, estar siempre dispuestos, al comportamiento de caracteres burgueses en la misma evolución socialista. Además, desde que el proletariado, dirigido por el Partido, conquista el poder político, el poder ejecutivo, para normalizar su poder real en y sobre la economía, todo el proceso anterior a la eliminación del poder propiamente estatal ―comunismo― se encuentra bajo esta misma característica, por lo que remarco el hecho de no olvidar que la distinción de dictadura del proletariado―socialismo se engloba en un factor, una base, común ―que como bien dices tú, es el soviet, la forma de comprender, de organizar, de utilizar, el poder político conquistado―. Obviamente, al principio de la pre-etapa al comunismo, de la primera etapa al comunismo, es decir, en el socialismo embrionario, acabado de nacer, esta lucha de caracteres, de características, en definitiva, de modos completos de producción con sus respectivas fuerzas productivas y relaciones sociales, estará más avivada que en cualquier punto del socialismo, estará más recrudecida en sus formas que en cualquier otro período posterior, y de aquí que comprenda y me parezca válida ―a modo de ayuda― la distinción que inteligentemente usas de dictadura del proletariado como la primera etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― como lucha contra los vestigios polvorosos del capitalismo, y socialismo en su plentidud como la seguna etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― para la realización plena del desarrollo económico y social ligados a la correspondiente pre-etapa al comunismo.

    Una vez haber comprendido críticamente la situación, es decir, la variabilidad de funciones del poder político del soviet a lo largo del socialismo general y, por ende, sus posibles distintas formas organizativas, podemos pasar, como bien haces, a analizar cuáles son éstas.

    Como organismo principal de la primera etapa del socialismo general, la dictadura del proletariado, sitúas al sóviet supremo, explicando que «[está] conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), [y] gobierna el país». ¡Completamente de acuerdo con su definición, o mejor dicho, composición y regularización de su funcionamiento! Antes de proceder directamente al análisis de cada sóviet ―sindicales, locales, etc.―, voy a centrarme en la aplicación temporal, el momento adecuado, del sóviet supremo, así como la «asesoría» del Partido como «sóviet político».

    La capacidad gobernativa que atribuyes correctamente al sóviet supremo, con la importancia trascendental que tienen el resto de sóviets en él, es, en otras palabras, «el órgano de la sociedad para mantener un orden social»[3]. Ésto significa que el mecanismo gubernamental debe gestionar la prosperidad del modo de producción que defiende, que le constituye, con las subsiguientes características sociales que emanan de él. En el caso del sóviet supremo y dado el proceso temporal ―la fase embrionaria del socialismo general naciente, eso es los momentos inmediatos después de la conquista del poder político―, le corresponde el establecimiento, la construcción, regular del modo de producción, y modo de sociedad, socialista, en definitiva, sentar los cimientos irreversibles de la nueva sociedad, lo que conlleva encerrado en si mismo la lucha encarnizada contra los elementos capitalistas que sobreviven y fluctúan en la sociedad convaleciente, ya huérfanos de protección, de gestión, política ―pues el proletariado dirigido por el Partido le ha arrebatado decididamente el poder político―, pero aún existentes, recomponiéndose y melancólicas. (Aquí volvemos al punto en el que los dos le damos una trascendental importancia: el hecho de una revolución internacional que facilite la cooperación entre países para dar muerte y sepultura más fácilmente a las características capitalistas que se arrastran, así como para facilitar la labor económica que surge y un camino más seguro y no tan hermético y recrudecido hacia, entonces sí, posteriores y factibles evoluciones futuras). Entonces, la pregunta esencial, última, es: ¿es ya el sóviet supremo, descrito correctamente en tu formulación, el mecanismo adecuado para este momento en el tiempo?

    Bajo mi punto de vista, debe ser el objetivo de la dictadura del proletariado ―primera fase del socialismo general, etapa global anterior al comunismo―, es decir, el camino a seguir, a conseguir, para lograr la normalidad socio-económica del socialismo implícito ―segunda fase del socialismo general―, que sería ya la conducción irremediable hacia el comunismo, pero no el mecanismo principal para esta función; ¡si el objetivo es el sóviet supremo, el mismo sóviet supremo no puede ser el camino para su existencia! En otras palabras, el sóviet supremo, descrito y formulado muy acuradamente como has hecho maravillosamente tú, debe ser el mecanismo por excelencia del socialismo implícito, es decir, debe ser el mecanismo por excelencia de la gestión normalizada de los aspectos socio-económicos de la sociedad ―función básica del socialismo implícito, como había explicado antes―, pero no encuentro en el sóviet sumpremo el mecanismo ideal, por excelencia, de la dictadura del proletariado, es decir, de la función básica de reprimir al capitalismo para dar salida, o mejor dicho, dar nacimiento definitivo, firme, al socialismo. Me explico.

    El hecho de conquistar el poder político para luchar contra los vestigios capitalistas y elevar la posibilidad socialista no es intrínsecamente la conquista inmediata de los valores, de los mecanismos, esenciales para una configuración estándar de la sociedad socialista. En otras palabras, la sociedad, en su unidad funcional como entidad general, no se transforma rápidamente en una sociedad socialista con la mera conquista del poder político; lo que realmente cambia las sociedades, sus condiciones materiales, sus percepciones, sus ideas, son los cambios en su forma de vivir, eso es su forma de obtención de los recursos, es decir, su modo de producción, que determina, a su vez, la configuración social. Por lo tanto, el funcionamiento por sóviet supremo, como mecanismo que engloba toda la sociedad productiva e improductiva, activa e inactiva, organizativa y no-organizativa, es posible en su máximo rendimiento y esplendor sólo cuando la sociedad misma se encuentra globalmente cambiada. La dictadura del proletariado, entendida en la forma que hemos visto antes, debe producir, inducir, permitir, esos cambios: debe dejar preparado el terreno para el desarrollo armónico del nuevo modo de producción socialista, con sus fuerzas productivas y relaciones productivas correspondientes, es decir, debe aniquilar las incómodas características agonizantes del capitalismo para preservar las nacientes socialistas. ¿Es toda la sociedad, partícipe como conjunto en el funcionamiento del sóviet supremo, consciente y activa del proceso de obtención de éste?, o mejor expresado, ¿está toda la sociedad librada de rasgos capitalistas que entorpezcan su expresión como sóviet supremo? Está claro que no, en el tiempo de la dictadura del proletariado ―primera sub-fase de la primera fase del comunismo―. A lo que me refiero es que para la gestión unitaria del sóviet supremo, el modo de producción debe estar ya instaurado ampliamente, ya que esta premisa, esta condición, haría que la sociedad adquiriera una nueva percepción técnica e ideológica que la conduciría de forma natural hacia el funcionamiento transversal del sóviet supremo.

    Mientras aún sea tema esencial, preocupante, la lucha entre los rasgos capitalistas huérfanos pero peligrosos y los rasgos socialistas respaldados por el poder político pero aún nacientes, el modo de producción socialista, esto es la sociedad socialista, aún no será estable, hecho ideal para el establecimiento del sóviet supremo en lo que corresponde a la fase del socialismo implícito. Así pues, entendiendo que el sóviet supremo, este bello mecanismo de gobierno, se debe dar en un contexto de sociedad nueva, socialista, ¿cómo organizar el poder político recientemente conquistado para llevar convenientemente la sociedad nueva?

    En la respuesta que voy a dar voy a conglomerar los diferentes tipos de sóviets que has explicado, así como también el análisis de la función del Partido.

    En un contexto convulso, intranquilo, violento, como es la sublevación cualitativa dada de las entrañas más profundas de un sistema socio-económico y la lucha posterior que se da ―tanto ideológico como política, como económica―, la sociedad se encuentra desorientada, como sucede en todo cambio brusco, pues como constitución general de la vida humana es una entidad sensible y debida a su entorno. Para gestionar esta situación y conducirla hacia el socialismo normalizada, implícito, la función del Partido es esencial, como bien señalas ―«el Partido Comunista surge con la necesidad invariable de la emancipación de la clase obrera para su empoderamiento y liberación. Es el agente partero entre una sociedad (capitalista) y otra (comunista), pero a la hora de entablar dicho proceso del cuál el protagonista es únicamente la clase trabajadora (proletarios, campesinos, y demás “fauna” asalariada), podemos distinguir diferentes optativas»―. El Partido se debe a la sociedad y es su más fiel dirigente. ¿Qué función tiene el partido, pues, para transformar la sociedad? Guiarla, fusionarse con ella, educarla, escuchar y hablar.

    «El Partido es una organización de vanguardia. Los mejores trabajadores son propuestos pos sus compañeros para integrarlo. Este es minoritario pero de gran autoridad por la calidad de sus cuadros. Nuestra aspiración es que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educadas para el comunismo»[4]. En esta cita del Che se resume la esencia de mi planteamiento. El esqueleto de la sociedad capitalista seguirá presente después de la conquista del poder político por aquellos elementos dirigidos por el Partido ya despojados de este esqueleto, o al menos en la adherencia a dicho esqueleto. El proceso consiste, pues, en despojar, en ayuda a despojar, al resto de la sociedad del esqueleto mencionado. Eso significa que no toda la sociedad se ha deshecho del esqueleto y se encuentra perdida ante el escenario de un nuevo cuerpo, pero parte de ella ya no tiene ese esqueleto y parte de ella entiende como despojarse del esqueleto y construir un cuerpo completo. El Partido, compuesto por estas últimas partes de la sociedad, debe extender la comprensión a la sociedad, debe orientar a la sociedad. A esa educación va encaminado el trabajo de la dictadura del proletariado, donde se debe luchar, en todos los sentidos, contra los vestigios capitalistas para afianzar los nuevos elementos socialistas para dicho objetivo. Con la acción del Partido se debe alcanzar el fin de la acción revolucionaria. Así pues, el Partido debe estar en constante contacto con la sociedad, debe interaccionar enérgicamente con ella. ¿Como se organiza políticamente esta situación? ¿Y cuál es su posterior evolución?

    A mi humilde entender, la estructura de la política de dicho momento debería ser un paso previo al sóviet supremo, es decir, que adquiriera algunos de sus elementos estructurales y funcionales a partir de los cuáles terminar de construir el resto, mediante el proceso de educación de la sociedad, de construcción de una nueva sociedad. La configuración de los sóviets, es decir, su existencia, sería esencialmente la misma que la que has expuesto tú, pero su función sería distinta ―la función es la que variaría en la construcción del posterior sóviet―. La forma de gobierno que corresponde a este contexto corresponde al poder ejecutivo, político, último del Partido, asesorado por los sóviets. Me explico. El Partido, formado por un grueso social, y a la vez adelantado a otro gran grueso social, debe conducir las exigencias, las necesidades, las dudas, la incertidumbre, de la sociedad ―características expresadas en los sóviets correspondientes― según el camino a seguir. En otras palabras, la sociedad en conjunto, organizada por su trabajo concreto en los sóviets sindicales y por sus necesidades, sus quehaceres diarios, en los sóviets locales y nacionales, exigirá al Partido la gestión de sus reclamos, y el Partido contestará con la organización adecuada para el camino al sóviet supremo. (Más adelante procederé a la organización interna del Partido en este punto). La sociedad, toda, dirá qué, y el Partido dirá cómo, para con el paso del tiempo y la derrota de los vestigios capitalistas al completa, sea la misma sociedad la que diga qué y diga cómo ―comunismo final―. Hace falta ver que el qué y el cómo encajados en el nuevo modo de producción socialista tendrán una esencialidad humana en todos sus rincones, pues irán encaminados y dirigidos en la satisfacción de las necesidades humanas como pilar principal. (En el capitalismo el qué y el cómo lo dictaminan las leyes invisibles del capital, que desdibujan el mundo y la sociedad en una patraña de obsesión monetaria y olvido de la humanidad de la vida). Además, con el modo de producción, con el modo de sociedad, que requiere y reclama el socialismo, el qué y el como salidos desde lo más profundo del ser humano irán ligados. Por eso, en la dictadura del proletariado el Partido tendrá una gran acción en la gestión, por el hecho de transformar la sociedad mediante su educación y la destrucción completa del capitalismo, mientras que en el socialismo implícito la verá reducida ―pues será ya fusionado con la sociedad misma educada en los valores de la realidad material nueva― y, finalmente, en el comunismo ya no existirá Partido como tal, pues la sociedad ya será capaz de autogestionarse por si sola, una vez desaparecido cualquier forma de capitalismo y una sociedad instruida y elevada encima de una realidad material estable y acorde al comunismo.

    Mirándose desde otra perspectiva, el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo, durante la dictadura del proletariado deberá vérselas sí o sí con el capitalismo agonizante, por lo que debe ser coordinación y acción de esos elementos sociales educados ya en nuevos valores ―Partido―, mientras que el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo durante el socialismo implícito ya no tendrá tanta vertiente combativa, pues el Partido, la dictadura del proletariado como primera fase del socialismo general, habrá ya aniquilado por mayoría los restos del capitalismo y, por tanto, transformado la sociedad y regularizado en nuevo modo de producción. Es en este punto, donde el sóviet supremo, la sociedad organizada en si y para sí, con asesoría del Partido, podrá ser ya una realidad excelente.

    ¿Cómo se organizará el Partido a lo largo de todos estos procesos? Centralismo democrático político. La estructura interna del Partido, en general, la defines muy, muy bien, expresando que «el Partido posee una célula en cada núcleo urbano, más una célula ideológica nacional (por cada actual CCAA) que recoge a los miembros del mismo Partido de acuerdo al principio básicos de la democracia socialista: la amovilidad de cargos, ya sea temporal (un semestre antes de las elecciones a Politburó -la célula ideológica previamente mencionada-) o premeditada por el fallo de uno de los miembros activos del Politburó previamente mencionado, y la consecuente reelección de su cargo desde el pueblo soviético (partícipe de un sóviet sindical). Existiría también una célula central cuya misión es hacer balance desde el Partido de la evolución del país desde los diferentes politburós nacionales a su vez(el llamado Sóviet ideológico máximo -S.I.M.- o Tribunales), reuniéndose éstos en una sede elegida por los partisanos en general para hacer debate ideológico de las acciones desarrolladas en el país, así de la evolución de la debilitación de la necesidad del Estado (que sin embargo seguirá existiendo hasta el comunismo completo) y demás». Para explicar el funcionamiento me acogeré a palabras de Gramsci: «centralización quiere decir especialmente que en cualquier situación, incluso en estado de sitio reforzado, incluso cuando los comités dirigentes no pueden funcionar por un determinado periodo o fueran puestos en condiciones de no estar relacionados con toda la periferia, todos los miembros del Partido, cada uno en su ambiente, se hallen en situación de orientarse, de saber extraer de la realidad los elementos para establecer una orientación, a fin de que la clase obrera no se desmoralice sino que sienta que es guiada y que puede aún luchar. La preparación ideológica de la masa es, por consiguiente, una necesidad de la lucha revolucionaria, es una de las condiciones indispensables para la victoria»[5]. Más resumido, la presencia uniforme y proporcional de miembros del Partido capaces de conducir la sociedad ―todos ellos organizados desde el Comité Central, del que deberían formar parte de alguna forma u otra― en todos los sóviets locales y, por consiguiente, en los nacionales, y sindicales o sectoriales, daría paso a la gestión política coordinada en sí y en camino a la normalización del socialismo implícito, obra, por tanto, del Partido en toda su extensión, particularidades y pluralidad. Con esto, la sociedad se autoeducaría, además, con el proceso socialista, por lo que acabaría formando parte también de esta gestión política última que refleja sus necesidades, engrosando el Partido, convirtiéndole en un Partido de masas ―¿podría llamarse partido, tal y como entendemos partido hoy en día?―. Al final, el sóviet supremo acabaría siendo el poder político último, pues toda la sociedad, ya más libre del capitalismo, más educada, podría autogestionarse en mayor medida, hecho que conlleva directamente el nuevo modo de producción potenciado y defendido por el Partido desde el inicio. Así pues, el Partido vería progresivamente reducida su intervención directa en la gestión política, ya que ¡la construcción de una nueva sociedad implicaría necesariamente que la misma sociedad fuese el sujeto directo de su poder político! Con en el nacimiento del sóviet supremo, el Partido tendría el papel de asesor, como bien ilustras, pero con el paso del tiempo ese papel iría despareciendo, ¡pues la misma sociedad formaría parte del Partido! (Se debe entender Partido, aquí, como gestionador político último).

    Al fin y al cabo, el socialismo, entendido como un modelo socio-económico concreto de producir los bienes de la humanidad, caracterizado a su vez por la ejecución filosófica de la realización del hombre en el proceso de producción y por ende en su vida, «es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquía que reina en la producción»[6]. Eso significa que para la dirección hacia el socialismo implícito, materializado, hace falta la comprensión social de los fenómenos y la posterior participación total de la sociedad en su forma de existir, hecho que corresponde dirigir al Partido, y, es más, para la estabilidad del socialismo, se necesita, intrínsecamente, con el triunfo de vanguardia del Partido, que toda la sociedad necesariamente se involucre en el poder real y poder ejecutivo, hecho que discurre con la obtención ascendente de realización del hombre como ser natural y que supondrá el fin de cualquier autoridad, como sería el Partido a lo largo del proceso.

    Con la disolución de la entidad Partido, del fenómeno de vanguardia, de diferencial, en la sociedad, se llegaría finalmente al comunismo.

    En resumen final, al Partido le debe corresponder la función de construir, hermetizar, defender, potenciar, «permitir», desde la organización y coordinación con los sóviets en el Estado obrero y la fluctuación de éste por las diferentes etapas, el nuevo modo de producción socialista ―que determinará la configuración de la sociedad socialista― mediante la lucha legislativa y revolucionaria ―recordemos como he dicho al principio de este comentario que gobernar significa defender un modelo social: en el capitalismo el gobierno es necesario para contrarrestar las contradicciones internas, para que no exploten, para dominar, mientras que en el Estado obrero, o socialismo, es necesario para defenderse de aspectos externos al mismo modelo, de aspectos del modelo anterior―; a medida que se vaya estableciendo de forma única y estable el modo de producción socialista, eso es la victoria progresiva y segura sobre los restos capitalistas, y por la ausencia de contradicciones que se darán en él a medida que se desarrolle, la función del Partido, que podrá ser adquirida por la sociedad en sí, pues el modo de producción arrojará a la gente a la autogestión completa de la producción de su vida, desaparecerá, se extinguirá. En la medida que se hará más universal, dejará de ser vital.

    ¡Todo pasa por el éxito del Partido en la dictadura del proletariado ―entendida como la primera etapa de la fase general anterior al comunismo (socialismo general)―, para poner bien firmemente los ladrillos de la nueva sociedad! Lugar, o etapa, de donde el socialismo aún no ha subido definitivamente, por la falta de revolución internacional. Y aquí volvemos a la importancia de la revolución internacional para facilitar la función de la dictadura del proletariado y poder controlar, estudiar y no precipitarse en los tempos y momentos del proceso conjunto. Al final, ¡todo se basa en la revolución de toda la masa desposeída! Por tanto, cuando más esté esta concienciada, más educada, antes y durante el proceso, mejor irá éste.

    En definitiva, un proceso largo, doloroso, lleno de lágrimas y sudor, pero lleno a la vez de esperanza, de cambios, de democracia real, proletaria, de progresos, para una sociedad por la que vale luchar desde cualquier lado y oportunidad. Sin descanso.

    Se han tratado muchísimos aspectos, por lo que no en todos he podido profundizar como se debería haber hecho. Aún esto, espero que se haya entendido más o menos.

    Un disfrute debatir contigo. Aunque me pase horas escribiendo y leyendo ―esta vez más de 3 y media seguidas jaja―, ¡es un placer aprender y opinar!

    ¡Salud camarada!
    [1]. Título del artículo «Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, publicado en mayo de 1931 en «Lo Stato Operaio».
    [2]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [3]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
    [4]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    [5]. «Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, artículo publicado en mayo de 1931 en «Lo Stato Operaio».
    [6]. «Del socialismo utópico al socialismo científico», Friedrich Engels, edición inglesa [traducida a español] de 1892.
    Saludos de nuevo camarada. En primer lugar agradecerte las respuestas, es un alivio debatir profundamente sobre este tema y no caer en dogmatismos.

    Efectivamente camarada, como ambos entendemos, el Partido ha de ser una herramienta ideológica adecuada a las condiciones de la sociedad en su territorio y colindantes (aquí vuelve la "Revolución en Bloque"), rechazador del revisionismo, combativo contra éste, y unificado, en la mayor muestra posible de internacionalismo proletario, con los Partidos de los territorios colindantes, que habrán tenido que desarrollar el proceso igual de "depuración ideológica", resumido en la frase: "sin unos preceptos que, siguiendo las leyes de diamat/histmat existentes en su entorno social, sean correctos (conduzcan -por formas diferenciables de entre las correctas- a la liberación del proletariado), el Partido será una simple anécdota social, como hoy son el PCE (y bueno, me atrevería a decir que todos en España, porque si no son revisionistas hasta la médula, son minoritarios), etc...
    El Partido ha de ser esa herramienta a disposición de la clase obrera, que se componga por ésta, y funcione para ésta, como método del control constitucional de la sociedad socialista (en cualquiera de sus 2 sub-etapas).
    Hemos visto que, en la figura del Partido que doy, el centralismo democrático (político como bien dices) es patente, permitiendo que sí, se efectúe un necesario control férreo sobre los preceptos que se han de mantener en pie (aunque esta potestad se extinga junto al Estado), realizado por los mismos trabajadores. Es decir, ellos se forman, lo componen, aprenden, y efectúan en las filas del Partido. Es por esto que sus organizaciones juveniles son de tan suma importancia, y de necesaria implementación en escuelas, institutos, y universidades. Las actividades relativas a la juventud (ocio joven, alguna maratón o evento deportivo hacia los jóvenes del país, etc...) son, por dicha necesidad, coordinadas por las Juventudes del Partido. Es decir, así se ganan "adeptos" (jóvenes que, por la maestría y la utilidad social del Partido, ya incluso en el ámbito de las relaciones humanas, deciden unirse a éste -aunque bien puedan hacerlo por su dedicación al ideal marxista-), y entonces y por ende, la formación ideológica se entrelazaría con el trabajo de organización de las actividades del ocio, por ejemplo. Así, la formación ideológica iría más acorde al Partido (organizador de los centros de cultura o enseñanza existentes en cada puesto de trabajo, para combatir la necedad del trabajador, hacerlo un hombre libre, capaz de vivir y disfrutar (pues entender) su cometido en la sociedad, y de saber desempeñarlo con cada vez menos necesidad de los organismos de la Dictadura del proletariado (que ahora discutiremos con mayor detenimiento), y la formación laboral (dentro de los preceptos ya ideológicos de la sociedad; trabajo colectivista, liderazgo democrático, corrección del uso del derecho de amovilidad -no hacerles que en un futuro lo hagan como les de la gana, sino bajo excusa constitucional y argumentos fuertes y ciertos, claro, la composición de los cuales será enseñada también en las instituciones de enseñanza), realizada en centros de enseñanza.

    Bien, pasemos ahora a la "chicha" del debate; el sóviet supremo y cómo organizar la sociedad.
    Como se entiende, los sóviet básicos son parte de la "doble tarea" de la revolución; se ha de conquistar el poder, y crear el embrión de la sustitución posterior de éste por uno más democrático. Este embrión no es el poder soviético ya asentado; es el método de abastecimiento de las milicias durante la guerra.
    Bien, cuando la revolución hubiese acabado en triunfo, el Partido enviaría destacamentos mixtos de vanguardia a cada núcleo urbano para constituir lo que serán los sóviet sindicales y locales, base de la organización popular en el poder soviético. Se enviará un comisario por sóviet sindical a crear para que comience a hacer que la gente de cada uno de éstos se enseñe a organizarse colectivamente, etc...
    Mientras ésto ocurre, sin ser todavía la dictadura del proletariado propiamente dicha (es una fase previa de la que parte la consolidación de la colectividad y el progresivo poder popular en aumento), es obvio el punto que resaltas: que el Partido, como grueso del proletariado de vanguardia, lleve a cabo el liderazgo en la tarea de la transformación de las formas básicas de poder del Estado conquistado; arrancar las formas de gobierno del Estado burgués, democratizarlas, y consecuir la base en que la democracia proletaria (el Estado extinguible) se desarrolle plenamente.
    Esto es algo que muy bien me has corregido; no planteé el problema entre la Revolución y la dictadura del proletariado.
    Pero sería resumido en las siguientes tareas: 1-constituir las colectividades y las formas de gobierno (hacer patente la constitución soviética -del sistema de sóviets-) del Estado proletario y 2-hacer que se pueda dar pie al gobierno proletario como tal, que sería ya el de la dictadura del proletariado (con las subetapas hacia el socialismo, siendo éste una de ellas, como quedó patente en el otro mensaje).

    En esto no creo que halla problemas.

    Volviendo al Partido, gracias por el cumplido con lo de que lo definí muy bien jajajaja simplemente mezclé el sistema de ciertas organizaciones juveniles marxistas del mundo (entre ellas el Komsomol) con la sociedad de sóviet en sí.
    Como vemos, su sistema sería ese centralismo democrático que dijiste sobre mi definición y que mencioné ya en este comentario.
    También con la necesidad de que el Partido dirija el cambio de las formas del Estado burgués al proletario, el número de militantes o partisanos sería aumentado considerablemente.
    Quizá aquí entre otro punto conflictivo: para entrar al Partido, yo considero oportuna la realización de un test previo acerca de materialismo histórico y dialéctico, formas políticas del socialismo, y teoría más aplicación de la práctica en sí, para evitar que los revisionistas entrasen en el seno del mismo partido.
    Muchos me acusarían diciendo "así no entraría nadie", pero les respondo, "¿para qué está la educación socialista, que se desarrollaría en adelante?". Es decir, esto es, a mi entender, un punto clave contra el ascenso del revisionismo, que sería propagado (como fue en la URSS) por organismos de inteligencia a servicio de la burguesía. Otro intento para evitar el ascenso del revisionismo sería convertir al secretario general del Partido en un mero responsable de los Tribunales del mismo, ya desde el Partido (mientras que desde los sóviet sería el Responsable pertinente del Sóviet supremo, que, como recordamos, se dividía en responsabilidades para la tarea de Gobierno). Pero esto sería un poco posterior al período primerizo del gobierno proletario (a dicha etapa entre la revolución y la "dicprol").

    Efectivamente, de manera muy correcta señalas que el uso del Partido se extinguiría junto al Estado y sus formas.
    ¿Qué razón habría de ésto? Que la humanidad habría alcanzado ya plenas formas humanas; trabajo comunista (de cada cuál según sus capacidades, a cada cuál según sus necesidades), total autodeterminación organizativa y política, etc... Ya con éstos preceptos, la necesidad de control constitucional del partido se extinguiría, así como lo hace el Estado en sí (como organización de una clase para oprimir a la otra y sacar cierto provecho de ello -si la burguesía controla el Estado, el provecho es económico, pero si lo hace el proletariado, es social; pues su dedicación es destruir las clases sociales-, y su evolución -a la que no podríamos seguir llamando Estado en todas sus formas, pero sin embargo lo es, como dijo Marx sobre la comuna de París-, el socialismo, sería sustentar las bases de la evolución de la extinción del mismo Estado.

    En fin, nada más que añadir por ahora al comentario. Como siempre, un placer el debate sobre estas cuestiones (creo que incluso me ha salido demasiado corta la respuesta jajaja)
    PD: Para el mensaje al que has contestado me tiré 5h de escritura y lectura jajajaja es decir, que acabé muertecito Razz 
    Salud!
    marxismo_futuro
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    Gran camarada
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Lun Sep 09, 2013 11:57 pm

    AlejoSola escribió:
    Saludos de nuevo camarada. En primer lugar agradecerte las respuestas, es un alivio debatir profundamente sobre este tema y no caer en dogmatismos.

    Efectivamente camarada, como ambos entendemos, el Partido ha de ser una herramienta ideológica adecuada a las condiciones de la sociedad en su territorio y colindantes (aquí vuelve la "Revolución en Bloque"), rechazador del revisionismo, combativo contra éste, y unificado, en la mayor muestra posible de internacionalismo proletario, con los Partidos de los territorios colindantes, que habrán tenido que desarrollar el proceso igual de "depuración ideológica", resumido en la frase: "sin unos preceptos que, siguiendo las leyes de diamat/histmat existentes en su entorno social, sean correctos (conduzcan -por formas diferenciables de entre las correctas- a la liberación del proletariado), el Partido será una simple anécdota social, como hoy son el PCE (y bueno, me atrevería a decir que todos en España, porque si no son revisionistas hasta la médula, son minoritarios), etc...
    El Partido ha de ser esa herramienta a disposición de la clase obrera, que se componga por ésta, y funcione para ésta, como método del control constitucional de la sociedad socialista (en cualquiera de sus 2 sub-etapas).
    Hemos visto que, en la figura del Partido que doy, el centralismo democrático (político como bien dices) es patente, permitiendo que sí, se efectúe un necesario control férreo sobre los preceptos que se han de mantener en pie (aunque esta potestad se extinga junto al Estado), realizado por los mismos trabajadores. Es decir, ellos se forman, lo componen, aprenden, y efectúan en las filas del Partido. Es por esto que sus organizaciones juveniles son de tan suma importancia, y de necesaria implementación en escuelas, institutos, y universidades. Las actividades relativas a la juventud (ocio joven, alguna maratón o evento deportivo hacia los jóvenes del país, etc...) son, por dicha necesidad, coordinadas por las Juventudes del Partido. Es decir, así se ganan "adeptos" (jóvenes que, por la maestría y la utilidad social del Partido, ya incluso en el ámbito de las relaciones humanas, deciden unirse a éste -aunque bien puedan hacerlo por su dedicación al ideal marxista-), y entonces y por ende, la formación ideológica se entrelazaría con el trabajo de organización de las actividades del ocio, por ejemplo. Así, la formación ideológica iría más acorde al Partido (organizador de los centros de cultura o enseñanza existentes en cada puesto de trabajo, para combatir la necedad del trabajador, hacerlo un hombre libre, capaz de vivir y disfrutar (pues entender) su cometido en la sociedad, y de saber desempeñarlo con cada vez menos necesidad de los organismos de la Dictadura del proletariado (que ahora discutiremos con mayor detenimiento), y la formación laboral (dentro de los preceptos ya ideológicos de la sociedad; trabajo colectivista, liderazgo democrático, corrección del uso del derecho de amovilidad -no hacerles que en un futuro lo hagan como les de la gana, sino bajo excusa constitucional y argumentos fuertes y ciertos, claro, la composición de los cuales será enseñada también en las instituciones de enseñanza), realizada en centros de enseñanza.

    Bien, pasemos ahora a la "chicha" del debate; el sóviet supremo y cómo organizar la sociedad.
    Como se entiende, los sóviet básicos son parte de la "doble tarea" de la revolución; se ha de conquistar el poder, y crear el embrión de la sustitución posterior de éste por uno más democrático. Este embrión no es el poder soviético ya asentado; es el método de abastecimiento de las milicias durante la guerra.
    Bien, cuando la revolución hubiese acabado en triunfo, el Partido enviaría destacamentos mixtos de vanguardia a cada núcleo urbano para constituir lo que serán los sóviet sindicales y locales, base de la organización popular en el poder soviético. Se enviará un comisario por sóviet sindical a crear para que comience a hacer que la gente de cada uno de éstos se enseñe a organizarse colectivamente, etc...
    Mientras ésto ocurre, sin ser todavía la dictadura del proletariado propiamente dicha (es una fase previa de la que parte la consolidación de la colectividad y el progresivo poder popular en aumento), es obvio el punto que resaltas: que el Partido, como grueso del proletariado de vanguardia, lleve a cabo el liderazgo en la tarea de la transformación de las formas básicas de poder del Estado conquistado; arrancar las formas de gobierno del Estado burgués, democratizarlas, y consecuir la base en que la democracia proletaria (el Estado extinguible) se desarrolle plenamente.
    Esto es algo que muy bien me has corregido; no planteé el problema entre la Revolución y la dictadura del proletariado.
    Pero sería resumido en las siguientes tareas: 1-constituir las colectividades y las formas de gobierno (hacer patente la constitución soviética -del sistema de sóviets-) del Estado proletario y 2-hacer que se pueda dar pie al gobierno proletario como tal, que sería ya el de la dictadura del proletariado (con las subetapas hacia el socialismo, siendo éste una de ellas, como quedó patente en el otro mensaje).

    En esto no creo que halla problemas.

    Volviendo al Partido, gracias por el cumplido con lo de que lo definí muy bien jajajaja simplemente mezclé el sistema de ciertas organizaciones juveniles marxistas del mundo (entre ellas el Komsomol) con la sociedad de sóviet en sí.
    Como vemos, su sistema sería ese centralismo democrático que dijiste sobre mi definición y que mencioné ya en este comentario.
    También con la necesidad de que el Partido dirija el cambio de las formas del Estado burgués al proletario, el número de militantes o partisanos sería aumentado considerablemente.
    Quizá aquí entre otro punto conflictivo: para entrar al Partido, yo considero oportuna la realización de un test previo acerca de materialismo histórico y dialéctico, formas políticas del socialismo, y teoría más aplicación de la práctica en sí, para evitar que los revisionistas entrasen en el seno del mismo partido.
    Muchos me acusarían diciendo "así no entraría nadie", pero les respondo, "¿para qué está la educación socialista, que se desarrollaría en adelante?". Es decir, esto es, a mi entender, un punto clave contra el ascenso del revisionismo, que sería propagado (como fue en la URSS) por organismos de inteligencia a servicio de la burguesía. Otro intento para evitar el ascenso del revisionismo sería convertir al secretario general del Partido en un mero responsable de los Tribunales del mismo, ya desde el Partido (mientras que desde los sóviet sería el Responsable pertinente del Sóviet supremo, que, como recordamos, se dividía en responsabilidades para la tarea de Gobierno). Pero esto sería un poco posterior al período primerizo del gobierno proletario (a dicha etapa entre la revolución y la "dicprol").

    Efectivamente, de manera muy correcta señalas que el uso del Partido se extinguiría junto al Estado y sus formas.
    ¿Qué razón habría de ésto? Que la humanidad habría alcanzado ya plenas formas humanas; trabajo comunista (de cada cuál según sus capacidades, a cada cuál según sus necesidades), total autodeterminación organizativa y política, etc... Ya con éstos preceptos, la necesidad de control constitucional del partido se extinguiría, así como lo hace el Estado en sí (como organización de una clase para oprimir a la otra y sacar cierto provecho de ello -si la burguesía controla el Estado, el provecho es económico, pero si lo hace el proletariado, es social; pues su dedicación es destruir las clases sociales-, y su evolución -a la que no podríamos seguir llamando Estado en todas sus formas, pero sin embargo lo es, como dijo Marx sobre la comuna de París-, el socialismo, sería sustentar las bases de la evolución de la extinción del mismo Estado.

    En fin, nada más que añadir por ahora al comentario. Como siempre, un placer el debate sobre estas cuestiones (creo que incluso me ha salido demasiado corta la respuesta jajaja)
    PD: Para el mensaje al que has contestado me tiré 5h de escritura y lectura jajajaja es decir, que acabé muertecito Razz 
    Salud!
    Saludos de nuevo, querido camarada. De nuevo, un placer este debate. De los diferentes y profundos puntos que estamos tratando creo que empezamos a dilucidar sus partes más favorables y desfavorables, objetivo primordial de cualquier debate e intercambio de información u opinión.

    Como bien has remarcado al inicio de este último comentario, el fenómeno de vanguardia que debe constituir el Partido durante la preparación revolucionaria, la propia Revolución y el establecimiento y estabilización del modelo socialista ―en el proceso «embrionario» que etiquetas y que has adecuado muy bien de algunos apuntes que realicé en el último comentario―, así como la represión de los matices capitalistas heredados, es un punto que los dos comprendemos satisfactoriamente. En el mismo sentido, la dinámica participativa, la dinámica interna, a la que se sujetan los militantes, así como la función de cara a la sociedad del Partido, me parecen bien explicadas.

    En el punto acerca el «embrión» voy a profundizar un poco más. Empiezas señalando que, una vez acabada la Revolución y se diese obligatoriamente el proceso de inicio de afirmación del modelo socialista, «el Partido enviaría destacamentos mixtos de vanguardia a cada núcleo urbano para constituir lo que serán los sóviet sindicales y locales, base de la organización popular en el poder soviético». Entiendo la idea que quieres transmitir, y estoy completamente de acuerdo, pues el Partido debe ser, como bien señalamos, una herramienta educativa, de vanguardia, guiadora, para fijar en la sociedad las bases del modelo socialista, al que correspondería, una vez alcanzado con éxito, el sóviet supremo. Como matiz puramente lingüístico, expresas que los destacamentos mixtos de vanguardia enviados por el Partido a cada núcleo urbano «constituirían» lo que serían los sóviets de base ―sindicales y locales―, hecho que puede prestar a alguna confusión si no se sigue el hilo completo del debate, por lo que sería más correcto expresar que los destacamentos mixtos de vanguardia enviados por el Partido a cada núcleo urbano «contribuirían a la formación» de los sóviets de base, ya que los elementos de vanguardia del Partido no son explícitamente o únicamente los que formarían parte, los que serían la constitución, de éstos. Como he señalado, es meramente un punto lingüístico aislado que no repercute en la intención argumentativa, al menos para mí que participo en el debate, y además prosigues, justo después de dicha frase, diciendo más correctamente que «se enviará un comisario por sóviet sindical a crear para que comience a hacer que la gente de cada uno de éstos se enseñe a organizarse colectivamente», por lo que se puede entender la idea que realmente se quiere transmitir.

    La síntesis de las ideas generales que corresponderían al papel del Partido en este «embrión» que has hecho a continuación, en el mismo párrafo, las comparto totalmente. Señalar únicamente un elemento en el cuál no has hecho mucha énfasis, pero que se puede sobreentender, ya que va intrínsecamente ligado a las características que señalas; remarcas el carácter del Partido en «la transformación de las formas básicas de poder del Estado conquistado», o, en otras palabras, la formación, el proceso de formación, del poder soviético, hecho en el que coincidimos y que hemos completado a lo largo de los comentarios. Aparte de esto, que detallas acuradamente en los 2 puntos del resumen, habría también que incidir en la función socio-económica del Partido, es decir, instaurar sin errores y con fortaleza el modelo de producción socialista, paralelamente a la organización del poder político, ejecutivo, o incluso antes. ¡De qué serviría construir ladrillo a ladrillo, con sudor y sangre, el poder político correspondiente a un determinado poder real ―configuración de un tipo de modelo de producción―, si éste aún no estuviese en vías fiables de desarrollo o no existiese! La Revolución Francesa, por ejemplo, no habría tenido sentido si la conquista burguesa del poder político se hubiera hecho sin una forma concreta de modelo de producción a la que proteger, blindar: ¡no habría tenido razón de ser! Como bien se explica en la teoría marxista-leninista, el poder político, el gobierno, no es más que un mecanismo para salvaguardar un modelo determinado de producción ―como ya señalé en un comentario anterior, en el capitalismo, este poder político es necesario para mantener estables las tensiones entre clases sociales intrínsecas del modelo de producción, mientras que, en el socialismo, es necesario para despojar al modelo de producción de los vestigios capitalistas y protegerlo de facciones externas, para, una vez logrado, auto-extinguirse, ya que el modelo de producción comunista alcanzado no presentaría contradicciones internas aparentes que mantener estables―. Así pues, la construcción del poder soviético debería corresponder al desarrollo del modo de producción socialista, y viceversa: son hechos que se necesitan mútuamente. Como bien señalaba Antonio Gramsci, «la pura y simple ocupación de las fábricas no soluciona el problema del poder»[1]. Obviamente es un punto lógico, indisoluble de la explicación sintética que has ofrecido, y que no hace falta remarcar mucho, pero básicamente lo puntualizo para no perder la noción de la dualidad de la tasca de vanguardia del Partido en ese momento.

    A continuación analizas la cuestión de la afiliación al Partido, entendiendo como hacemos ambos que ésta irá en aumento a medida que el proceso socialista sea exitoso. Razonas que «para entrar al Partido, yo considero oportuna la realización de un test previo acerca de materialismo histórico y dialéctico, formas políticas del socialismo, y teoría más aplicación de la práctica en sí, para evitar que los revisionistas entrasen en el seno del mismo partido», con lo que, como ha pasado antes, estoy de acuerdo en su contenido, en su esencia, pero no del todo en su forma. Está más que claro que el revisionismo debe ser tratado de forma lúcida y concreta para no permitir su entrismo en el Partido, por lo que más que echar una válvula de regularización individual a priori para la entrada de nuevos militantes, en forma de «test» como señalas, según mi humilde opinión se debería establecer un régimen colectivo de evaluación de los nuevos militantes, que puede adquirir la forma de propuestas, y más adelante, con el socialismo implícito, aprobaciones y rechazos, de los mismos trabajadores, reunidos en sóviets locales y nacionales, para nuevas entradas al Partido. Al fin y al cabo, el hecho de que el Partido suponga, en esta etapa, un fenómeno vital de vanguardia, constituido por «los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con ellas»[2], implica que sean atraídos los trabajadores más «adelantados», tanto ideológicamente como técnicamente, contextos en los cuáles el entorno trabajador de ellos es de suma importancia. En palabras del Che, que cité creo en algún comentario anterior, «los mejores trabajadores son propuestos por sus compañeros para integrarlo [el Partido]»[2]. De este modo, el Partido podría contar con ciertas especializaciones técnicas, tecnológicas, científicas, de la mano de trabajadores excelentes que, aunque no sean conocedores óptimos de la doctrina teórica para suponer un elemento de vanguardia, pueden contribuir efectivamente a la tarea agitadora, propagandista, educativa, en general, de masas, del propio Partido. Por consiguiente, la experiencia también ayudaría a realzar su pozo ideológico, además de la importancia en la asistencia educativa e informativa del Partido en todos los niveles de la sociedad que bien señalas ―por la cuál se necesitarían militantes del tipo que he señalado―. Obviamente, captando la esencia de tu propuesta, y también la de establecer y fortalecer la función de los Tribunales internos, es necesaria una continua evaluación conjunta de los cuadros que forman el Partido, su papel y su efectividad en sus campos.

    Por lo que hace al último párrafo, nada que reprochar, buen resumen, de nuevo, de varios puntos que hemos tratado acerca la extinción del Estado y del Partido.

    Un buen debate y trabajo camarada, ¡salud!

    PD: Como te ha pasado a ti, este comentario sí que es comparativamente corto con los otros jajaja Smile

    [1]. Frase de Antonio Gramsci citada en la introducción de Néstor Kohan a Antonio Gramsci, en el libro del primero «Introducción al pensamiento socialista. El socialismo como ética revolucionaria y teoría de la rebelión», donde se recopilan varios textos, diversos y plurales, acerca el movimiento teórico y práctico del socialismo y comunismo.
    [2]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    ______________________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Mar Sep 10, 2013 4:19 am

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:
    Saludos de nuevo camarada. En primer lugar agradecerte las respuestas, es un alivio debatir profundamente sobre este tema y no caer en dogmatismos.

    Efectivamente camarada, como ambos entendemos, el Partido ha de ser una herramienta ideológica adecuada a las condiciones de la sociedad en su territorio y colindantes (aquí vuelve la "Revolución en Bloque"), rechazador del revisionismo, combativo contra éste, y unificado, en la mayor muestra posible de internacionalismo proletario, con los Partidos de los territorios colindantes, que habrán tenido que desarrollar el proceso igual de "depuración ideológica", resumido en la frase: "sin unos preceptos que, siguiendo las leyes de diamat/histmat existentes en su entorno social, sean correctos (conduzcan -por formas diferenciables de entre las correctas- a la liberación del proletariado), el Partido será una simple anécdota social, como hoy son el PCE (y bueno, me atrevería a decir que todos en España, porque si no son revisionistas hasta la médula, son minoritarios), etc...
    El Partido ha de ser esa herramienta a disposición de la clase obrera, que se componga por ésta, y funcione para ésta, como método del control constitucional de la sociedad socialista (en cualquiera de sus 2 sub-etapas).
    Hemos visto que, en la figura del Partido que doy, el centralismo democrático (político como bien dices) es patente, permitiendo que sí, se efectúe un necesario control férreo sobre los preceptos que se han de mantener en pie (aunque esta potestad se extinga junto al Estado), realizado por los mismos trabajadores. Es decir, ellos se forman, lo componen, aprenden, y efectúan en las filas del Partido. Es por esto que sus organizaciones juveniles son de tan suma importancia, y de necesaria implementación en escuelas, institutos, y universidades. Las actividades relativas a la juventud (ocio joven, alguna maratón o evento deportivo hacia los jóvenes del país, etc...) son, por dicha necesidad, coordinadas por las Juventudes del Partido. Es decir, así se ganan "adeptos" (jóvenes que, por la maestría y la utilidad social del Partido, ya incluso en el ámbito de las relaciones humanas, deciden unirse a éste -aunque bien puedan hacerlo por su dedicación al ideal marxista-), y entonces y por ende, la formación ideológica se entrelazaría con el trabajo de organización de las actividades del ocio, por ejemplo. Así, la formación ideológica iría más acorde al Partido (organizador de los centros de cultura o enseñanza existentes en cada puesto de trabajo, para combatir la necedad del trabajador, hacerlo un hombre libre, capaz de vivir y disfrutar (pues entender) su cometido en la sociedad, y de saber desempeñarlo con cada vez menos necesidad de los organismos de la Dictadura del proletariado (que ahora discutiremos con mayor detenimiento), y la formación laboral (dentro de los preceptos ya ideológicos de la sociedad; trabajo colectivista, liderazgo democrático, corrección del uso del derecho de amovilidad -no hacerles que en un futuro lo hagan como les de la gana, sino bajo excusa constitucional y argumentos fuertes y ciertos, claro, la composición de los cuales será enseñada también en las instituciones de enseñanza), realizada en centros de enseñanza.

    Bien, pasemos ahora a la "chicha" del debate; el sóviet supremo y cómo organizar la sociedad.
    Como se entiende, los sóviet básicos son parte de la "doble tarea" de la revolución; se ha de conquistar el poder, y crear el embrión de la sustitución posterior de éste por uno más democrático. Este embrión no es el poder soviético ya asentado; es el método de abastecimiento de las milicias durante la guerra.
    Bien, cuando la revolución hubiese acabado en triunfo, el Partido enviaría destacamentos mixtos de vanguardia a cada núcleo urbano para constituir lo que serán los sóviet sindicales y locales, base de la organización popular en el poder soviético. Se enviará un comisario por sóviet sindical a crear para que comience a hacer que la gente de cada uno de éstos se enseñe a organizarse colectivamente, etc...
    Mientras ésto ocurre, sin ser todavía la dictadura del proletariado propiamente dicha (es una fase previa de la que parte la consolidación de la colectividad y el progresivo poder popular en aumento), es obvio el punto que resaltas: que el Partido, como grueso del proletariado de vanguardia, lleve a cabo el liderazgo en la tarea de la transformación de las formas básicas de poder del Estado conquistado; arrancar las formas de gobierno del Estado burgués, democratizarlas, y consecuir la base en que la democracia proletaria (el Estado extinguible) se desarrolle plenamente.
    Esto es algo que muy bien me has corregido; no planteé el problema entre la Revolución y la dictadura del proletariado.
    Pero sería resumido en las siguientes tareas: 1-constituir las colectividades y las formas de gobierno (hacer patente la constitución soviética -del sistema de sóviets-) del Estado proletario y 2-hacer que se pueda dar pie al gobierno proletario como tal, que sería ya el de la dictadura del proletariado (con las subetapas hacia el socialismo, siendo éste una de ellas, como quedó patente en el otro mensaje).

    En esto no creo que halla problemas.

    Volviendo al Partido, gracias por el cumplido con lo de que lo definí muy bien jajajaja simplemente mezclé el sistema de ciertas organizaciones juveniles marxistas del mundo (entre ellas el Komsomol) con la sociedad de sóviet en sí.
    Como vemos, su sistema sería ese centralismo democrático que dijiste sobre mi definición y que mencioné ya en este comentario.
    También con la necesidad de que el Partido dirija el cambio de las formas del Estado burgués al proletario, el número de militantes o partisanos sería aumentado considerablemente.
    Quizá aquí entre otro punto conflictivo: para entrar al Partido, yo considero oportuna la realización de un test previo acerca de materialismo histórico y dialéctico, formas políticas del socialismo, y teoría más aplicación de la práctica en sí, para evitar que los revisionistas entrasen en el seno del mismo partido.
    Muchos me acusarían diciendo "así no entraría nadie", pero les respondo, "¿para qué está la educación socialista, que se desarrollaría en adelante?". Es decir, esto es, a mi entender, un punto clave contra el ascenso del revisionismo, que sería propagado (como fue en la URSS) por organismos de inteligencia a servicio de la burguesía. Otro intento para evitar el ascenso del revisionismo sería convertir al secretario general del Partido en un mero responsable de los Tribunales del mismo, ya desde el Partido (mientras que desde los sóviet sería el Responsable pertinente del Sóviet supremo, que, como recordamos, se dividía en responsabilidades para la tarea de Gobierno). Pero esto sería un poco posterior al período primerizo del gobierno proletario (a dicha etapa entre la revolución y la "dicprol").

    Efectivamente, de manera muy correcta señalas que el uso del Partido se extinguiría junto al Estado y sus formas.
    ¿Qué razón habría de ésto? Que la humanidad habría alcanzado ya plenas formas humanas; trabajo comunista (de cada cuál según sus capacidades, a cada cuál según sus necesidades), total autodeterminación organizativa y política, etc... Ya con éstos preceptos, la necesidad de control constitucional del partido se extinguiría, así como lo hace el Estado en sí (como organización de una clase para oprimir a la otra y sacar cierto provecho de ello -si la burguesía controla el Estado, el provecho es económico, pero si lo hace el proletariado, es social; pues su dedicación es destruir las clases sociales-, y su evolución -a la que no podríamos seguir llamando Estado en todas sus formas, pero sin embargo lo es, como dijo Marx sobre la comuna de París-, el socialismo, sería sustentar las bases de la evolución de la extinción del mismo Estado.

    En fin, nada más que añadir por ahora al comentario. Como siempre, un placer el debate sobre estas cuestiones (creo que incluso me ha salido demasiado corta la respuesta jajaja)
    PD: Para el mensaje al que has contestado me tiré 5h de escritura y lectura jajajaja es decir, que acabé muertecito Razz 
    Salud!
    Saludos de nuevo, querido camarada. De nuevo, un placer este debate. De los diferentes y profundos puntos que estamos tratando creo que empezamos a dilucidar sus partes más favorables y desfavorables, objetivo primordial de cualquier debate e intercambio de información u opinión.

    Como bien has remarcado al inicio de este último comentario, el fenómeno de vanguardia que debe constituir el Partido durante la preparación revolucionaria, la propia Revolución y el establecimiento y estabilización del modelo socialista ―en el proceso «embrionario» que etiquetas y que has adecuado muy bien de algunos apuntes que realicé en el último comentario―, así como la represión de los matices capitalistas heredados, es un punto que los dos comprendemos satisfactoriamente. En el mismo sentido, la dinámica participativa, la dinámica interna, a la que se sujetan los militantes, así como la función de cara a la sociedad del Partido, me parecen bien explicadas.

    En el punto acerca el «embrión» voy a profundizar un poco más. Empiezas señalando que, una vez acabada la Revolución y se diese obligatoriamente el proceso de inicio de afirmación del modelo socialista, «el Partido enviaría destacamentos mixtos de vanguardia a cada núcleo urbano para constituir lo que serán los sóviet sindicales y locales, base de la organización popular en el poder soviético». Entiendo la idea que quieres transmitir, y estoy completamente de acuerdo, pues el Partido debe ser, como bien señalamos, una herramienta educativa, de vanguardia, guiadora, para fijar en la sociedad las bases del modelo socialista, al que correspondería, una vez alcanzado con éxito, el sóviet supremo. Como matiz puramente lingüístico, expresas que los destacamentos mixtos de vanguardia enviados por el Partido a cada núcleo urbano «constituirían» lo que serían los sóviets de base ―sindicales y locales―, hecho que puede prestar a alguna confusión si no se sigue el hilo completo del debate, por lo que sería más correcto expresar que los destacamentos mixtos de vanguardia enviados por el Partido a cada núcleo urbano «contribuirían a la formación» de los sóviets de base, ya que los elementos de vanguardia del Partido no son explícitamente o únicamente los que formarían parte, los que serían la constitución, de éstos. Como he señalado, es meramente un punto lingüístico aislado que no repercute en la intención argumentativa, al menos para mí que participo en el debate, y además prosigues, justo después de dicha frase, diciendo más correctamente que «se enviará un comisario por sóviet sindical a crear para que comience a hacer que la gente de cada uno de éstos se enseñe a organizarse colectivamente», por lo que se puede entender la idea que realmente se quiere transmitir.

    La síntesis de las ideas generales que corresponderían al papel del Partido en este «embrión» que has hecho a continuación, en el mismo párrafo, las comparto totalmente. Señalar únicamente un elemento en el cuál no has hecho mucha énfasis, pero que se puede sobreentender, ya que va intrínsecamente ligado a las características que señalas; remarcas el carácter del Partido en «la transformación de las formas básicas de poder del Estado conquistado», o, en otras palabras, la formación, el proceso de formación, del poder soviético, hecho en el que coincidimos y que hemos completado a lo largo de los comentarios. Aparte de esto, que detallas acuradamente en los 2 puntos del resumen, habría también que incidir en la función socio-económica del Partido, es decir, instaurar sin errores y con fortaleza el modelo de producción socialista, paralelamente a la organización del poder político, ejecutivo, o incluso antes. ¡De qué serviría construir ladrillo a ladrillo, con sudor y sangre, el poder político correspondiente a un determinado poder real ―configuración de un tipo de modelo de producción―, si éste aún no estuviese en vías fiables de desarrollo o no existiese! La Revolución Francesa, por ejemplo, no habría tenido sentido si la conquista burguesa del poder político se hubiera hecho sin una forma concreta de modelo de producción a la que proteger, blindar: ¡no habría tenido razón de ser! Como bien se explica en la teoría marxista-leninista, el poder político, el gobierno, no es más que un mecanismo para salvaguardar un modelo determinado de producción ―como ya señalé en un comentario anterior, en el capitalismo, este poder político es necesario para mantener estables las tensiones entre clases sociales intrínsecas del modelo de producción, mientras que, en el socialismo, es necesario para despojar al modelo de producción de los vestigios capitalistas y protegerlo de facciones externas, para, una vez logrado, auto-extinguirse, ya que el modelo de producción comunista alcanzado no presentaría contradicciones internas aparentes que mantener estables―. Así pues, la construcción del poder soviético debería corresponder al desarrollo del modo de producción socialista, y viceversa: son hechos que se necesitan mútuamente. Como bien señalaba Antonio Gramsci, «la pura y simple ocupación de las fábricas no soluciona el problema del poder»[1]. Obviamente es un punto lógico, indisoluble de la explicación sintética que has ofrecido, y que no hace falta remarcar mucho, pero básicamente lo puntualizo para no perder la noción de la dualidad de la tasca de vanguardia del Partido en ese momento.

    A continuación analizas la cuestión de la afiliación al Partido, entendiendo como hacemos ambos que ésta irá en aumento a medida que el proceso socialista sea exitoso. Razonas que «para entrar al Partido, yo considero oportuna la realización de un test previo acerca de materialismo histórico y dialéctico, formas políticas del socialismo, y teoría más aplicación de la práctica en sí, para evitar que los revisionistas entrasen en el seno del mismo partido», con lo que, como ha pasado antes, estoy de acuerdo en su contenido, en su esencia, pero no del todo en su forma. Está más que claro que el revisionismo debe ser tratado de forma lúcida y concreta para no permitir su entrismo en el Partido, por lo que más que echar una válvula de regularización individual a priori para la entrada de nuevos militantes, en forma de «test» como señalas, según mi humilde opinión se debería establecer un régimen colectivo de evaluación de los nuevos militantes, que puede adquirir la forma de propuestas, y más adelante, con el socialismo implícito, aprobaciones y rechazos, de los mismos trabajadores, reunidos en sóviets locales y nacionales, para nuevas entradas al Partido. Al fin y al cabo, el hecho de que el Partido suponga, en esta etapa, un fenómeno vital de vanguardia, constituido por «los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con ellas»[2], implica que sean atraídos los trabajadores más «adelantados», tanto ideológicamente como técnicamente, contextos en los cuáles el entorno trabajador de ellos es de suma importancia. En palabras del Che, que cité creo en algún comentario anterior, «los mejores trabajadores son propuestos por sus compañeros para integrarlo [el Partido]»[2]. De este modo, el Partido podría contar con ciertas especializaciones técnicas, tecnológicas, científicas, de la mano de trabajadores excelentes que, aunque no sean conocedores óptimos de la doctrina teórica para suponer un elemento de vanguardia, pueden contribuir efectivamente a la tarea agitadora, propagandista, educativa, en general, de masas, del propio Partido. Por consiguiente, la experiencia también ayudaría a realzar su pozo ideológico, además de la importancia en la asistencia educativa e informativa del Partido en todos los niveles de la sociedad que bien señalas ―por la cuál se necesitarían militantes del tipo que he señalado―. Obviamente, captando la esencia de tu propuesta, y también la de establecer y fortalecer la función de los Tribunales internos, es necesaria una continua evaluación conjunta de los cuadros que forman el Partido, su papel y su efectividad en sus campos.

    Por lo que hace al último párrafo, nada que reprochar, buen resumen, de nuevo, de varios puntos que hemos tratado acerca la extinción del Estado y del Partido.

    Un buen debate y trabajo camarada, ¡salud!

    PD: Como te ha pasado a ti, este comentario sí que es comparativamente corto con los otros jajaja Smile

    [1]. Frase de Antonio Gramsci citada en la introducción de Néstor Kohan a Antonio Gramsci, en el libro del primero «Introducción al pensamiento socialista. El socialismo como ética revolucionaria y teoría de la rebelión», donde se recopilan varios textos, diversos y plurales, acerca el movimiento teórico y práctico del socialismo y comunismo.
    [2]. «El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista Marcha.
    Saludos camarada.
    Proseguiré con el debate, que está siendo el más completo que he tenido en este foro.

    Efectivamente, el Partido es una herramienta de construcción de las vías obreras de dominación del poder político.
    Mucha gente basa aquí su crítica al comunismo, diciendo que "imponemos" nuestro "punto de vista" sobre una cuestión, haciéndolo absoluto en todo sentido.
    Lo que esta gente no sabe es que: 1-el Partido simplemente informa y moviliza a los obreros por sus intereses reales: demostrados y explicados. ¿No es el parlamentarismo un método de dominación burgués intrínseco al Estado del mismo género? ¿No explota, por ende, al trabajador, facilitando la labor enajenadora de las empresas? 2-Si esos obreros imponen su "visión" (para nosotros, intereses), lo están haciendo por 2 razones: primero, porque sobre quienes se ha tenido que imponer el modelo proletario han respondido sus movilizaciones con represión y demás conatos de violencia clasista, y segundo, porque el proletariado es mayoría, y hasta un niño sabría decirte que sería más justo que un grupo mayoritario de gente explotada por la minoría que, junto a éstos, compone la sociedad, imponga sus intereses a que sea al revés.
    La gente nos llama violentos. Pues muy bien. Que la burguesía abandone los medios de producción y, por ende los de poder de manera pacífica. Pero como ésto es imposible, ¿qué nos piden?.
    Una vez aclarado el por qué de la necesidad democrática del Partido para constituir los elementos de la democracia soviética, podemos pasar al proceso en sí.
    El Partido, por hacer un resumen de lo dicho, se organiza de la siguiente forma:
    Posee células locales en cada núcleo urbano, que quedan bajo la potestad de Politburós nacionales (por CCAA) que son a su vez constituídos por partidas elegidas democráticamente de los miembros de dichas células locales. Dichas partidas durarán 9 meses y se escogerán sus miembros de acuerdo a la siguiente normativa: 2 partisanos que lleven más de 2 años útiles en el Partido por núcleo urbano, elegidos por sufragio universal y directo. ¿Por qué más de 2 años útiles? Porque así habría demostrado su conocimiento total de la constitución y su aplicación a la sociedad ya desde las células del Partido, por dirección de los Politburós organizados en los Tribunales de la siguiente manera: 3 miembros de cada Politburó saldrían electos por territorio correspondiente a la influencia de éstos, respectivamente.
    Como siempre, bajo un precepto constitucional y de no violabilidad de la dialéctica, se puede presentar denuncia de cualquier partisano a la función de cualquier representante.
    El Partido funciona así: los obreros organizados en el Tribunal debaten sobre las directrices de construcción de la colectividad (es decir, el "gobierno provisional" sería el Partido), que puede tardar a lo sumo 10 años, quizá más (en la URSS llevó entre 5 y 8 años colectivizar los medios de producción de manera casi total -faltaba el campo, que se colectivizó en los años 30-), pero, en sí, un período histórico despreciable en longitud relativa, y sobre la aplicabilidad de la constitución (sanidad pública, etc...) creando los organismos de gestión necesarios para ello (organismos que luego en la sociedad de sóviet quedarían bajo cargo de cada sóviet, por ejemplo, Instituto de Sanidad Pública de Granada, que sería aquella organización de nexo entre el sóviet sindical de médicos/enfermeros/administrativos -que serían éstos últimos partidas de médicos y enfermeros por cada X tiempo para contabilizar la actividad del hospital-, estando dicho instituto bajo responsabilidad del Instituto de Sanidad Pública de la provincia de Granada, y éste del de Andalucía, etc...).
    La sociedad soviética a construir posee el poder político total en materia de investigación, desarrollo, etc... siempre de acuerdo a los preceptos de la democracia marxista.
    Así, el Partido se convertiría en el organismo mediante el cuál la clase obrera de vanguardia va organizando y educando a la masa en la justicia colectiva de los principios marxistas.

    Por supuesto, el poder político nace del económico, siendo lo primordial hacer que las colectividades de obreros, organizadas en torno a su trabajo (sóviet sindicales) se representen en las localidades y decidan sobre ellas (en el ya socialismo) o notifiquen de cualquier problema y pasen las actas de producción (dicprol y socialismo, en las que también organizan el trabajo de acuerdo a la constitución).
    Así, el poder político no se puede ejercer en un sistema de democracia popular sin ejercer el económico. Como la conquista de éste último es el primer paso, más su colectivización consiguiente (el sóviet sindical), será la colectividad en torno a éste quien ejerza el poder político en sus distintos ámbitos.

    Bien, entonces sugieres que la aceptación al Partido se vea en base a la actividad de la colectividad, probada por sus miembros pertenecientes al Partido (recordemos al Comisario Político y a los partisanos que, obviamente, trabajarán para vivir en uno u otro sóviet sindical). Quizá éstos miembros puedan recomendar gente.
    Pero lo principal nace de las escuelas de formación en cada sóviet sindical, coordinadas por el Partido, y que hace del trabajador un buen comunista. Éste es el foco principal de la afiliación al Partido; la formación diaria del trabajador, que corre a cargo de otros trabajadores de vanguardia.
    Pues sí, estoy totalmente de acuerdo aquí. Como para no estarlo jajaja

    Bueno, creo que esto ya está.
    Lo cierto es que estamos ahorrando un trabajo inmenso a ciertos foreros en materia de formación en la teoría (y práctica) del Estado obrero.

    Pues sí, estamos realizando un gran trabajo, y acortando las intervenciones para alegría de quienes nos estén leyendo jajaja. Estamos tratando cualquier punto conflictivo y superándolo como buenos marxistas, poniendo los errores sobre la mesa y acabando con ellos mediante el diálogo y la dialéctica. Ésto es algo provechoso, y no hacerse el zombi pensando en mundos paralelos, ajenos al terrenal y a sus características. Hay que potenciar nuestros objetivos, los de la clase obrera, para consecuirlos.
    Porque si no tenemos propuestas básicas en un programa de un hipotético pero ansiado Frente Popular Comunista del bloque de (podría ser) España, Portugal, Francia, Italia, y Grecia (países con características similares), el pueblo nos daría la espalda como a locos. La tarea de la vanguardia es hacernos escuchar presentando y argumentando las propuestas que radican del marxismo al pueblo, todavía masa (así es en el capitalismo y con esto se acabará en el socialismo), para ganarse su apoyo: hacerles ver que son, ni más ni menos, que sus objetivos, su proyecto histórico.
    Salud!
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Mar Sep 10, 2013 8:49 pm

    AlejoSola escribió:
    Saludos camarada.
    Proseguiré con el debate, que está siendo el más completo que he tenido en este foro.

    Efectivamente, el Partido es una herramienta de construcción de las vías obreras de dominación del poder político.
    Mucha gente basa aquí su crítica al comunismo, diciendo que "imponemos" nuestro "punto de vista" sobre una cuestión, haciéndolo absoluto en todo sentido.
    Lo que esta gente no sabe es que: 1-el Partido simplemente informa y moviliza a los obreros por sus intereses reales: demostrados y explicados. ¿No es el parlamentarismo un método de dominación burgués intrínseco al Estado del mismo género? ¿No explota, por ende, al trabajador, facilitando la labor enajenadora de las empresas? 2-Si esos obreros imponen su "visión" (para nosotros, intereses), lo están haciendo por 2 razones: primero, porque sobre quienes se ha tenido que imponer el modelo proletario han respondido sus movilizaciones con represión y demás conatos de violencia clasista, y segundo, porque el proletariado es mayoría, y hasta un niño sabría decirte que sería más justo que un grupo mayoritario de gente explotada por la minoría que, junto a éstos, compone la sociedad, imponga sus intereses a que sea al revés.
    La gente nos llama violentos. Pues muy bien. Que la burguesía abandone los medios de producción y, por ende los de poder de manera pacífica. Pero como ésto es imposible, ¿qué nos piden?.
    Una vez aclarado el por qué de la necesidad democrática del Partido para constituir los elementos de la democracia soviética, podemos pasar al proceso en sí.
    El Partido, por hacer un resumen de lo dicho, se organiza de la siguiente forma:
    Posee células locales en cada núcleo urbano, que quedan bajo la potestad de Politburós nacionales (por CCAA) que son a su vez constituídos por partidas elegidas democráticamente de los miembros de dichas células locales. Dichas partidas durarán 9 meses y se escogerán sus miembros de acuerdo a la siguiente normativa: 2 partisanos que lleven más de 2 años útiles en el Partido por núcleo urbano, elegidos por sufragio universal y directo. ¿Por qué más de 2 años útiles? Porque así habría demostrado su conocimiento total de la constitución y su aplicación a la sociedad ya desde las células del Partido, por dirección de los Politburós organizados en los Tribunales de la siguiente manera: 3 miembros de cada Politburó saldrían electos por territorio correspondiente a la influencia de éstos, respectivamente.
    Como siempre, bajo un precepto constitucional y de no violabilidad de la dialéctica, se puede presentar denuncia de cualquier partisano a la función de cualquier representante.
    El Partido funciona así: los obreros organizados en el Tribunal debaten sobre las directrices de construcción de la colectividad (es decir, el "gobierno provisional" sería el Partido), que puede tardar a lo sumo 10 años, quizá más (en la URSS llevó entre 5 y 8 años colectivizar los medios de producción de manera casi total -faltaba el campo, que se colectivizó en los años 30-), pero, en sí, un período histórico despreciable en longitud relativa, y sobre la aplicabilidad de la constitución (sanidad pública, etc...) creando los organismos de gestión necesarios para ello (organismos que luego en la sociedad de sóviet quedarían bajo cargo de cada sóviet, por ejemplo, Instituto de Sanidad Pública de Granada, que sería aquella organización de nexo entre el sóviet sindical de médicos/enfermeros/administrativos -que serían éstos últimos partidas de médicos y enfermeros por cada X tiempo para contabilizar la actividad del hospital-, estando dicho instituto bajo responsabilidad del Instituto de Sanidad Pública de la provincia de Granada, y éste del de Andalucía, etc...).
    La sociedad soviética a construir posee el poder político total en materia de investigación, desarrollo, etc... siempre de acuerdo a los preceptos de la democracia marxista.
    Así, el Partido se convertiría en el organismo mediante el cuál la clase obrera de vanguardia va organizando y educando a la masa en la justicia colectiva de los principios marxistas.

    Por supuesto, el poder político nace del económico, siendo lo primordial hacer que las colectividades de obreros, organizadas en torno a su trabajo (sóviet sindicales) se representen en las localidades y decidan sobre ellas (en el ya socialismo) o notifiquen de cualquier problema y pasen las actas de producción (dicprol y socialismo, en las que también organizan el trabajo de acuerdo a la constitución).
    Así, el poder político no se puede ejercer en un sistema de democracia popular sin ejercer el económico. Como la conquista de éste último es el primer paso, más su colectivización consiguiente (el sóviet sindical), será la colectividad en torno a éste quien ejerza el poder político en sus distintos ámbitos.

    Bien, entonces sugieres que la aceptación al Partido se vea en base a la actividad de la colectividad, probada por sus miembros pertenecientes al Partido (recordemos al Comisario Político y a los partisanos que, obviamente, trabajarán para vivir en uno u otro sóviet sindical). Quizá éstos miembros puedan recomendar gente.
    Pero lo principal nace de las escuelas de formación en cada sóviet sindical, coordinadas por el Partido, y que hace del trabajador un buen comunista. Éste es el foco principal de la afiliación al Partido; la formación diaria del trabajador, que corre a cargo de otros trabajadores de vanguardia.
    Pues sí, estoy totalmente de acuerdo aquí. Como para no estarlo jajaja

    Bueno, creo que esto ya está.
    Lo cierto es que estamos ahorrando un trabajo inmenso a ciertos foreros en materia de formación en la teoría (y práctica) del Estado obrero.

    Pues sí, estamos realizando un gran trabajo, y acortando las intervenciones para alegría de quienes nos estén leyendo jajaja. Estamos tratando cualquier punto conflictivo y superándolo como buenos marxistas, poniendo los errores sobre la mesa y acabando con ellos mediante el diálogo y la dialéctica. Ésto es algo provechoso, y no hacerse el zombi pensando en mundos paralelos, ajenos al terrenal y a sus características. Hay que potenciar nuestros objetivos, los de la clase obrera, para consecuirlos.
    Porque si no tenemos propuestas básicas en un programa de un hipotético pero ansiado Frente Popular Comunista del bloque de (podría ser) España, Portugal, Francia, Italia, y Grecia (países con características similares), el pueblo nos daría la espalda como a locos. La tarea de la vanguardia es hacernos escuchar presentando y argumentando las propuestas que radican del marxismo al pueblo, todavía masa (así es en el capitalismo y con esto se acabará en el socialismo), para ganarse su apoyo: hacerles ver que son, ni más ni menos, que sus objetivos, su proyecto histórico.
    Salud!
    ¡Saludos camarada!

    Agradecido y satisfecho también por este debate completo que estamos teniendo.

    Analizada la acción política, la acción educativa, del Partido, teniendo en cuenta la base socio-económica que señalé y que has introducido muy acertadamente en la explicación, expresas que «efectivamente, el Partido es una herramienta de construcción de las vías obreras de dominación del poder político. Mucha gente basa aquí su crítica al comunismo, diciendo que "imponemos" nuestro "punto de vista" sobre una cuestión, haciéndolo absoluto en todo sentido». Como bien señalas, el comunismo, aún su esencia plenamente humana, encuentra hoy en día un camino indudablemente rocoso para adentrarse en la visión crítica de las masas, ¡debido precisamente al «punto de vista» que el sistema, que los partidos políticos, han «impuesto» a la sociedad! Cuánta gente, sin haber leído o estudiado ni siquiera el movimiento marxista-leninista, cae en los prejuicios inducidos desde las élites reaccionarias y presupone la «maldad» del comunismo, ¡que precisamente quiere velar por sus intereses! En más de una ocasión ésto me ocurre en debates con amigos u otras personas: de la feroz crítica del sistema capitalista me traslado a explicar la alternativa socialista y comunista, y saltan diciendo, «¡el comunismo es nefasto!», y ni siquiera saben responder a las preguntas que les hago, posteriormente, sobre qué es el comunismo y porqué dice tal cosa. Pero precisamente a esta gente, que conforma a día de hoy la grandísima mayoría de las sociedades europeas y «occidentales», se debe el éxito de cualquier posible revolución. Como bien señalas a continuación, la doctrina marxista-leninista simplemente quiere despertar a estas grandes masas, hacerlas activas y conscientes de sus intereses y sus verdaderas aspiraciones, ser la base para la acción coherente que se deriva, ¡y las fuerzas reaccionarias dirán que es dogmática, precisamente cuando ellas dogmatizan a las masas con visiones ilusorias, distorsionadas, y el comunismo pretende despertar la realidad más arraigada de la sociedad! ¿No es dogmático establecer un pensamiento contrario a un estado material de una situación, en lugar de intentar despertar el pensamiento coherente con dicha realidad material? Como habrás visto, y a modo complementario y concorde a tus explicaciones, este tema es especialmente esencial y nuestra tasca, del movimiento marxista-leninista y del Partido, es titánica.  

    Prosigues con un punto igualmente esencial para la comprensión de las masas y en el que estoy de acuerdo contigo, nuevamente, donde dices que «la gente nos llama violentos. Pues muy bien. Que la burguesía abandone los medios de producción y, por ende los de poder de manera pacífica. Pero como ésto es imposible, ¿qué nos piden?». Seremos los primeros en abogar por un proceso pacífico para obtener el socialismo, ¡pero científicamente es imposible! Para construir un nuevo modelo de producción, eso es una nueva forma de fuerzas productivas y relaciones productivas que emanan de ellas y determinan la estructura social, se debe necesariamente colisionar con el antiguo modelo de producción, eso es sus respectivas fuerzas de producción y la configuración social que implican. A la clase dominante de hoy en día le sucedió ésto con el modelo feudal: con la construcción espontanea del modelo burgués de producción se entró necesariamente en el enfrentamiento consciente con el viejo modelo de producción, al cual se le posicionaba de frente el inicio de un nuevo modelo engendrado de sus entrañas que le gritaba necesariamente su muerte. La Revolución Francesa, y las europeas que le sucedieron, demostraron la culminación de este enfrentamiento, donde la burguesía conquistó definitivamente el poder político para afianzar su modelo de producción encima de las cenizas del antiguo modelo. Tanto por la sociedad que emana del antiguo modelo de producción como por las clases dominantes de dicho modo productivo, el surgimiento de un nuevo modelo de producción, que rompe radicalmente con el antiguo en todos los sentidos, debe derrocar cuanto antes a su padre. En palabras de Iósif Stalin ―dejando de nuevo aparte el debate sobre su persona y su gestión, pues hizo algunos aportes teóricos muy significativos que no tienen porque ser omitidos―, «estos cambios revisten generalmente la forma de un derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de producción para dar paso a la instauración de otras nuevas. Hasta llegar a un cierto período, el desarrollo de las fuerzas productivas y los cambios que se operan en el campo de las relaciones de producción discurren de un modo espontáneo, independientemente de la voluntad de los hombres. Pero sólo hasta un determinado momento, hasta el momento en que las fuerzas productivas que surgen y se desarrollan logran madurar cumplidamente. Una vez que las nuevas fuerzas productivas están en sazón, las relaciones de producción existentes y sus representantes, las clases dominantes, se convierten en ese obstáculo "insuperable" que sólo puede eliminarse por medio de la actuación consciente de las nuevas clases, por medio de la acción violenta de estas clases, por medio de la revolución. Aquí se destaca con gran nitidez el papel inmenso de las nuevas ideas sociales, de las nuevas instituciones políticas, del nuevo Poder político, llamados a liquidar por la fuerza las viejas relaciones de producción»[1]. Esta comprensión del desarrollo histórico, esta visión realista y crítica del proceso revolucionario, debe calar en las masas, para que comprendan que la violencia de la revolución no es gratuita o, en otras palabras, no es voluntaria, pero sí necesaria. Debe aceptarse sin miedo entre las masas, para facilitar el proceso, que «la violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra de nueva»[2]. Y nos llamaran radicales, y lo aceptaremos de buen grato: queremos romper radicalmente con el actual sistema socio-económicamente. Queremos satisfacer las necesidades radicales que emanan del capitalismo; queremos la liberación de la sociedad de la mano del proletariado, el producto peculiar, deshumanizado y necesario del capitalismo, «una clase con cadenas radicales, una clase de la sociedad civil que no es una clase de la sociedad civil; […] una esfera que posee un carácter universal por lo universal de sus sufrimientos, y que no reclama para sí ningún derecho especial, puesto que contra ella no se ha cometido ningún desafuero particular, sino el desafuero en sí, absoluto. Una clase a que le resulta imposible apelar a ningún título histórico, y que se limita a reivindicar su título humano»[3]. ¿Qué hay de malo en esto? Nada, solo el miedo de las fuerzas reaccionarias a la muerte de sus privilegios que se cierna sobre ellas. En todo ésto, de nuevo, debe incidirse, como bien remarcas constantamente tú y estamos de acuerdo los dos, en la función titánica propagandística, educativa, de vanguardia, del Partido para preparar a las masas, tanto técnica como ideológicamente para el proceso.

    Por otro lado, la organización interna del Partido, que detallas muy delicadamente, debería seguir una línea similar, en esencia, a cómo explicas tú. En lo que no hace falta incidir mucho, al menos no poner muchos esfuerzos, es en los términos temporales específicos, pues según el contexto, el país, el momento del proceso revolucionario, en definitiva, la variabilidad de las situaciones, se darían distintas soluciones y variantes a estos términos. Cogiendo el contenido principal, esencial, de la explicación organizativa sería ya suficiente para la instrucción interna del Partido en diferentes países. Al fin y al cabo, el marxismo-leninismo es la disposición básica de la acción proletaria, que se puede adaptar a cualquier contexto ―desde las viejas potencias mundiales hasta las naciones oprimidas, desde el proletariado industrial de Inglaterra del siglo XIX al proletariado escaso pero floreciente de la Rusia zarista―. Así pues, por ejemplo, la explicación que ofreces en esencia de la organización propia del Partido, argumentando que «posee células locales en cada núcleo urbano, que quedan bajo la potestad de Politburós nacionales (por CCAA) que son a su vez constituidos por partidas elegidas democráticamente de los miembros de dichas células locales», la comparto totalmente y es ejemplar para cualquier situación. La carga temporal, durativa, de aspectos de esta explicación, como la duración en los cargos de los miembros del Politburós nacionales, que también estoy de acuerdo en que sean temporales y elegidos de forma trascendentalmente democrática, o los requisitos temporales o quantitativos para dichas votaciones de los miembros de las células locales, que también estoy de acuerdo en el sistema de abajo-arriba, de célula local a Politburó nacional, es más variable, como bien comprenderás, y la especificidad que se pueda dotar a la esencia de la explicación general debería ir basada ya en un contexto determinado ―España, Portugal, un país en vías de desarrollo, etc.―.

    Lo mismo diría acerca el concepto, o tasca, socio-económico del Partido, eso es su participación en la realidad exterior, social, que como bien dices, «los obreros organizados en el Tribunal debaten sobre las directrices de construcción de la colectividad». Estoy de nuevo de acuerdo en esta explicación, si se entiende que las directrices generales de la colectividad puedan ser aplicadas por las células locales o Politburós nacionales según el contexto geográfrico, industrial, demográfico, etc., es decir, que las concreciones locales del Partido tengan potestad para la forma de la aplicación de las medidas, como bien expresas con el ejemplo del Instituto de Sanidad Pública de Granada, pero encuentro excesivo calificar ya tan a priori una estimación generalizada de la duración de dicha colectivización ―de tal forma que en la URSS tardó unos 10 años, en muchos otros lugares puede ser más rápido o más lento, según sus intrínsecas características, por lo que de nuevo expreso que la utilización de concreciones temporales, «de 5 a 8 años» como expresas, deberían ir ya aplicadas a un contexto concreto y señalado―. Como bien señalas tú al final, la etapa actual es la construcción de propuestas básicas para el pueblo para no parecer incautos con propuestas demasiado específicas en tema cuantitativo o temporal.

    Por último, la incorporación de la faceta económica entrelazada con la faceta política es, bajo mi punto de vista, adecuada, así como los apuntes que has acabado de hacer acerca los miembros del Partido, donde te agradezco el hecho de haber nombrado que «lo principal nace de las escuelas de formación en cada sóviet sindical, coordinadas por el Partido», porque en mi último comentario no había puesto la atención necesaria en esta actividad del Partido, haciendo de la propuesta de los trabajadores para el Partido un hecho demasiado abstracto, soluble, de la influencia educativa esparcida por el Partido.

    La concordancia y coordinación internacional en las funciones de vanguardia del Partido, englobado en un potente y más que necesario organismo internacional ―precisamente una nueva y decidida Internacional Comunista―, es de suma importancia para la situación inicial de la revolución, para el despertar de las masas para un contexto real y factible del levantamiento proletario.

    Un placer intercambiar opiniones y encontrar apoyos y críticas en los planteamientos, ¡salud camarada!

    PD: Como bien señalas, estos últimos comentarios, referente a su longitud, serán un respiro para los lectores jaja Very Happy 

    [1]. «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico», Iósif Stalin, 1938.
    [2]. «El Capital», tomo II, Karl Marx, publicado por Friedrich Engels el 1885.
    [3]. «Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel», Karl Marx, artículo publicado en el diario alemán Deutsch-Französischen Jahrbücher el año 1844.
    ______________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

    Fight the supression, we will survive.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Jue Sep 12, 2013 2:36 am

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:
    Saludos camarada.
    Proseguiré con el debate, que está siendo el más completo que he tenido en este foro.

    Efectivamente, el Partido es una herramienta de construcción de las vías obreras de dominación del poder político.
    Mucha gente basa aquí su crítica al comunismo, diciendo que "imponemos" nuestro "punto de vista" sobre una cuestión, haciéndolo absoluto en todo sentido.
    Lo que esta gente no sabe es que: 1-el Partido simplemente informa y moviliza a los obreros por sus intereses reales: demostrados y explicados. ¿No es el parlamentarismo un método de dominación burgués intrínseco al Estado del mismo género? ¿No explota, por ende, al trabajador, facilitando la labor enajenadora de las empresas? 2-Si esos obreros imponen su "visión" (para nosotros, intereses), lo están haciendo por 2 razones: primero, porque sobre quienes se ha tenido que imponer el modelo proletario han respondido sus movilizaciones con represión y demás conatos de violencia clasista, y segundo, porque el proletariado es mayoría, y hasta un niño sabría decirte que sería más justo que un grupo mayoritario de gente explotada por la minoría que, junto a éstos, compone la sociedad, imponga sus intereses a que sea al revés.
    La gente nos llama violentos. Pues muy bien. Que la burguesía abandone los medios de producción y, por ende los de poder de manera pacífica. Pero como ésto es imposible, ¿qué nos piden?.
    Una vez aclarado el por qué de la necesidad democrática del Partido para constituir los elementos de la democracia soviética, podemos pasar al proceso en sí.
    El Partido, por hacer un resumen de lo dicho, se organiza de la siguiente forma:
    Posee células locales en cada núcleo urbano, que quedan bajo la potestad de Politburós nacionales (por CCAA) que son a su vez constituídos por partidas elegidas democráticamente de los miembros de dichas células locales. Dichas partidas durarán 9 meses y se escogerán sus miembros de acuerdo a la siguiente normativa: 2 partisanos que lleven más de 2 años útiles en el Partido por núcleo urbano, elegidos por sufragio universal y directo. ¿Por qué más de 2 años útiles? Porque así habría demostrado su conocimiento total de la constitución y su aplicación a la sociedad ya desde las células del Partido, por dirección de los Politburós organizados en los Tribunales de la siguiente manera: 3 miembros de cada Politburó saldrían electos por territorio correspondiente a la influencia de éstos, respectivamente.
    Como siempre, bajo un precepto constitucional y de no violabilidad de la dialéctica, se puede presentar denuncia de cualquier partisano a la función de cualquier representante.
    El Partido funciona así: los obreros organizados en el Tribunal debaten sobre las directrices de construcción de la colectividad (es decir, el "gobierno provisional" sería el Partido), que puede tardar a lo sumo 10 años, quizá más (en la URSS llevó entre 5 y 8 años colectivizar los medios de producción de manera casi total -faltaba el campo, que se colectivizó en los años 30-), pero, en sí, un período histórico despreciable en longitud relativa, y sobre la aplicabilidad de la constitución (sanidad pública, etc...) creando los organismos de gestión necesarios para ello (organismos que luego en la sociedad de sóviet quedarían bajo cargo de cada sóviet, por ejemplo, Instituto de Sanidad Pública de Granada, que sería aquella organización de nexo entre el sóviet sindical de médicos/enfermeros/administrativos -que serían éstos últimos partidas de médicos y enfermeros por cada X tiempo para contabilizar la actividad del hospital-, estando dicho instituto bajo responsabilidad del Instituto de Sanidad Pública de la provincia de Granada, y éste del de Andalucía, etc...).
    La sociedad soviética a construir posee el poder político total en materia de investigación, desarrollo, etc... siempre de acuerdo a los preceptos de la democracia marxista.
    Así, el Partido se convertiría en el organismo mediante el cuál la clase obrera de vanguardia va organizando y educando a la masa en la justicia colectiva de los principios marxistas.

    Por supuesto, el poder político nace del económico, siendo lo primordial hacer que las colectividades de obreros, organizadas en torno a su trabajo (sóviet sindicales) se representen en las localidades y decidan sobre ellas (en el ya socialismo) o notifiquen de cualquier problema y pasen las actas de producción (dicprol y socialismo, en las que también organizan el trabajo de acuerdo a la constitución).
    Así, el poder político no se puede ejercer en un sistema de democracia popular sin ejercer el económico. Como la conquista de éste último es el primer paso, más su colectivización consiguiente (el sóviet sindical), será la colectividad en torno a éste quien ejerza el poder político en sus distintos ámbitos.

    Bien, entonces sugieres que la aceptación al Partido se vea en base a la actividad de la colectividad, probada por sus miembros pertenecientes al Partido (recordemos al Comisario Político y a los partisanos que, obviamente, trabajarán para vivir en uno u otro sóviet sindical). Quizá éstos miembros puedan recomendar gente.
    Pero lo principal nace de las escuelas de formación en cada sóviet sindical, coordinadas por el Partido, y que hace del trabajador un buen comunista. Éste es el foco principal de la afiliación al Partido; la formación diaria del trabajador, que corre a cargo de otros trabajadores de vanguardia.
    Pues sí, estoy totalmente de acuerdo aquí. Como para no estarlo jajaja

    Bueno, creo que esto ya está.
    Lo cierto es que estamos ahorrando un trabajo inmenso a ciertos foreros en materia de formación en la teoría (y práctica) del Estado obrero.

    Pues sí, estamos realizando un gran trabajo, y acortando las intervenciones para alegría de quienes nos estén leyendo jajaja. Estamos tratando cualquier punto conflictivo y superándolo como buenos marxistas, poniendo los errores sobre la mesa y acabando con ellos mediante el diálogo y la dialéctica. Ésto es algo provechoso, y no hacerse el zombi pensando en mundos paralelos, ajenos al terrenal y a sus características. Hay que potenciar nuestros objetivos, los de la clase obrera, para consecuirlos.
    Porque si no tenemos propuestas básicas en un programa de un hipotético pero ansiado Frente Popular Comunista del bloque de (podría ser) España, Portugal, Francia, Italia, y Grecia (países con características similares), el pueblo nos daría la espalda como a locos. La tarea de la vanguardia es hacernos escuchar presentando y argumentando las propuestas que radican del marxismo al pueblo, todavía masa (así es en el capitalismo y con esto se acabará en el socialismo), para ganarse su apoyo: hacerles ver que son, ni más ni menos, que sus objetivos, su proyecto histórico.
    Salud!
    ¡Saludos camarada!

    Agradecido y satisfecho también por este debate completo que estamos teniendo.

    Analizada la acción política, la acción educativa, del Partido, teniendo en cuenta la base socio-económica que señalé y que has introducido muy acertadamente en la explicación, expresas que «efectivamente, el Partido es una herramienta de construcción de las vías obreras de dominación del poder político. Mucha gente basa aquí su crítica al comunismo, diciendo que "imponemos" nuestro "punto de vista" sobre una cuestión, haciéndolo absoluto en todo sentido». Como bien señalas, el comunismo, aún su esencia plenamente humana, encuentra hoy en día un camino indudablemente rocoso para adentrarse en la visión crítica de las masas, ¡debido precisamente al «punto de vista» que el sistema, que los partidos políticos, han «impuesto» a la sociedad! Cuánta gente, sin haber leído o estudiado ni siquiera el movimiento marxista-leninista, cae en los prejuicios inducidos desde las élites reaccionarias y presupone la «maldad» del comunismo, ¡que precisamente quiere velar por sus intereses! En más de una ocasión ésto me ocurre en debates con amigos u otras personas: de la feroz crítica del sistema capitalista me traslado a explicar la alternativa socialista y comunista, y saltan diciendo, «¡el comunismo es nefasto!», y ni siquiera saben responder a las preguntas que les hago, posteriormente, sobre qué es el comunismo y porqué dice tal cosa. Pero precisamente a esta gente, que conforma a día de hoy la grandísima mayoría de las sociedades europeas y «occidentales», se debe el éxito de cualquier posible revolución. Como bien señalas a continuación, la doctrina marxista-leninista simplemente quiere despertar a estas grandes masas, hacerlas activas y conscientes de sus intereses y sus verdaderas aspiraciones, ser la base para la acción coherente que se deriva, ¡y las fuerzas reaccionarias dirán que es dogmática, precisamente cuando ellas dogmatizan a las masas con visiones ilusorias, distorsionadas, y el comunismo pretende despertar la realidad más arraigada de la sociedad! ¿No es dogmático establecer un pensamiento contrario a un estado material de una situación, en lugar de intentar despertar el pensamiento coherente con dicha realidad material? Como habrás visto, y a modo complementario y concorde a tus explicaciones, este tema es especialmente esencial y nuestra tasca, del movimiento marxista-leninista y del Partido, es titánica.  

    Prosigues con un punto igualmente esencial para la comprensión de las masas y en el que estoy de acuerdo contigo, nuevamente, donde dices que «la gente nos llama violentos. Pues muy bien. Que la burguesía abandone los medios de producción y, por ende los de poder de manera pacífica. Pero como ésto es imposible, ¿qué nos piden?». Seremos los primeros en abogar por un proceso pacífico para obtener el socialismo, ¡pero científicamente es imposible! Para construir un nuevo modelo de producción, eso es una nueva forma de fuerzas productivas y relaciones productivas que emanan de ellas y determinan la estructura social, se debe necesariamente colisionar con el antiguo modelo de producción, eso es sus respectivas fuerzas de producción y la configuración social que implican. A la clase dominante de hoy en día le sucedió ésto con el modelo feudal: con la construcción espontanea del modelo burgués de producción se entró necesariamente en el enfrentamiento consciente con el viejo modelo de producción, al cual se le posicionaba de frente el inicio de un nuevo modelo engendrado de sus entrañas que le gritaba necesariamente su muerte. La Revolución Francesa, y las europeas que le sucedieron, demostraron la culminación de este enfrentamiento, donde la burguesía conquistó definitivamente el poder político para afianzar su modelo de producción encima de las cenizas del antiguo modelo. Tanto por la sociedad que emana del antiguo modelo de producción como por las clases dominantes de dicho modo productivo, el surgimiento de un nuevo modelo de producción, que rompe radicalmente con el antiguo en todos los sentidos, debe derrocar cuanto antes a su padre. En palabras de Iósif Stalin ―dejando de nuevo aparte el debate sobre su persona y su gestión, pues hizo algunos aportes teóricos muy significativos que no tienen porque ser omitidos―, «estos cambios revisten generalmente la forma de un derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de producción para dar paso a la instauración de otras nuevas. Hasta llegar a un cierto período, el desarrollo de las fuerzas productivas y los cambios que se operan en el campo de las relaciones de producción discurren de un modo espontáneo, independientemente de la voluntad de los hombres. Pero sólo hasta un determinado momento, hasta el momento en que las fuerzas productivas que surgen y se desarrollan logran madurar cumplidamente. Una vez que las nuevas fuerzas productivas están en sazón, las relaciones de producción existentes y sus representantes, las clases dominantes, se convierten en ese obstáculo "insuperable" que sólo puede eliminarse por medio de la actuación consciente de las nuevas clases, por medio de la acción violenta de estas clases, por medio de la revolución. Aquí se destaca con gran nitidez el papel inmenso de las nuevas ideas sociales, de las nuevas instituciones políticas, del nuevo Poder político, llamados a liquidar por la fuerza las viejas relaciones de producción»[1]. Esta comprensión del desarrollo histórico, esta visión realista y crítica del proceso revolucionario, debe calar en las masas, para que comprendan que la violencia de la revolución no es gratuita o, en otras palabras, no es voluntaria, pero sí necesaria. Debe aceptarse sin miedo entre las masas, para facilitar el proceso, que «la violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra de nueva»[2]. Y nos llamaran radicales, y lo aceptaremos de buen grato: queremos romper radicalmente con el actual sistema socio-económicamente. Queremos satisfacer las necesidades radicales que emanan del capitalismo; queremos la liberación de la sociedad de la mano del proletariado, el producto peculiar, deshumanizado y necesario del capitalismo, «una clase con cadenas radicales, una clase de la sociedad civil que no es una clase de la sociedad civil; […] una esfera que posee un carácter universal por lo universal de sus sufrimientos, y que no reclama para sí ningún derecho especial, puesto que contra ella no se ha cometido ningún desafuero particular, sino el desafuero en sí, absoluto. Una clase a que le resulta imposible apelar a ningún título histórico, y que se limita a reivindicar su título humano»[3]. ¿Qué hay de malo en esto? Nada, solo el miedo de las fuerzas reaccionarias a la muerte de sus privilegios que se cierna sobre ellas. En todo ésto, de nuevo, debe incidirse, como bien remarcas constantamente tú y estamos de acuerdo los dos, en la función titánica propagandística, educativa, de vanguardia, del Partido para preparar a las masas, tanto técnica como ideológicamente para el proceso.

    Por otro lado, la organización interna del Partido, que detallas muy delicadamente, debería seguir una línea similar, en esencia, a cómo explicas tú. En lo que no hace falta incidir mucho, al menos no poner muchos esfuerzos, es en los términos temporales específicos, pues según el contexto, el país, el momento del proceso revolucionario, en definitiva, la variabilidad de las situaciones, se darían distintas soluciones y variantes a estos términos. Cogiendo el contenido principal, esencial, de la explicación organizativa sería ya suficiente para la instrucción interna del Partido en diferentes países. Al fin y al cabo, el marxismo-leninismo es la disposición básica de la acción proletaria, que se puede adaptar a cualquier contexto ―desde las viejas potencias mundiales hasta las naciones oprimidas, desde el proletariado industrial de Inglaterra del siglo XIX al proletariado escaso pero floreciente de la Rusia zarista―. Así pues, por ejemplo, la explicación que ofreces en esencia de la organización propia del Partido, argumentando que «posee células locales en cada núcleo urbano, que quedan bajo la potestad de Politburós nacionales (por CCAA) que son a su vez constituidos por partidas elegidas democráticamente de los miembros de dichas células locales», la comparto totalmente y es ejemplar para cualquier situación. La carga temporal, durativa, de aspectos de esta explicación, como la duración en los cargos de los miembros del Politburós nacionales, que también estoy de acuerdo en que sean temporales y elegidos de forma trascendentalmente democrática, o los requisitos temporales o quantitativos para dichas votaciones de los miembros de las células locales, que también estoy de acuerdo en el sistema de abajo-arriba, de célula local a Politburó nacional, es más variable, como bien comprenderás, y la especificidad que se pueda dotar a la esencia de la explicación general debería ir basada ya en un contexto determinado ―España, Portugal, un país en vías de desarrollo, etc.―.

    Lo mismo diría acerca el concepto, o tasca, socio-económico del Partido, eso es su participación en la realidad exterior, social, que como bien dices, «los obreros organizados en el Tribunal debaten sobre las directrices de construcción de la colectividad». Estoy de nuevo de acuerdo en esta explicación, si se entiende que las directrices generales de la colectividad puedan ser aplicadas por las células locales o Politburós nacionales según el contexto geográfrico, industrial, demográfico, etc., es decir, que las concreciones locales del Partido tengan potestad para la forma de la aplicación de las medidas, como bien expresas con el ejemplo del Instituto de Sanidad Pública de Granada, pero encuentro excesivo calificar ya tan a priori una estimación generalizada de la duración de dicha colectivización ―de tal forma que en la URSS tardó unos 10 años, en muchos otros lugares puede ser más rápido o más lento, según sus intrínsecas características, por lo que de nuevo expreso que la utilización de concreciones temporales, «de 5 a 8 años» como expresas, deberían ir ya aplicadas a un contexto concreto y señalado―. Como bien señalas tú al final, la etapa actual es la construcción de propuestas básicas para el pueblo para no parecer incautos con propuestas demasiado específicas en tema cuantitativo o temporal.

    Por último, la incorporación de la faceta económica entrelazada con la faceta política es, bajo mi punto de vista, adecuada, así como los apuntes que has acabado de hacer acerca los miembros del Partido, donde te agradezco el hecho de haber nombrado que «lo principal nace de las escuelas de formación en cada sóviet sindical, coordinadas por el Partido», porque en mi último comentario no había puesto la atención necesaria en esta actividad del Partido, haciendo de la propuesta de los trabajadores para el Partido un hecho demasiado abstracto, soluble, de la influencia educativa esparcida por el Partido.

    La concordancia y coordinación internacional en las funciones de vanguardia del Partido, englobado en un potente y más que necesario organismo internacional ―precisamente una nueva y decidida Internacional Comunista―, es de suma importancia para la situación inicial de la revolución, para el despertar de las masas para un contexto real y factible del levantamiento proletario.

    Un placer intercambiar opiniones y encontrar apoyos y críticas en los planteamientos, ¡salud camarada!

    PD: Como bien señalas, estos últimos comentarios, referente a su longitud, serán un respiro para los lectores jaja Very Happy 

    [1]. «Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico», Iósif Stalin, 1938.
    [2]. «El Capital», tomo II, Karl Marx, publicado por Friedrich Engels el 1885.
    [3]. «Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel», Karl Marx, artículo publicado en el diario alemán Deutsch-Französischen Jahrbücher el año 1844.
    Buenas camarada, aquí me tienes de nuevo para continuar el debate, que está en su cénit de interés y profundidad.
    Así, me veo obligado a pedirte un favor.
    Estoy escribiendo un "libro" para distribuírlo por internet libremente y contribuir con el movimiento de vanguardia obrera con un libro que concentre todo lo relativo al marxismo en su interior, y que sea corto, conciso, práctico, y correcto.
    La mayoría de los apuntes que he usado en el debate han sido sacados de él.
    Así, me gustaría contar con tu colaboración en su desarrollo, encargándote la labor de supervisión, visión de los fallos, superación de éstos en debate entre nosotros, y redacción de puntos incompletos que entonces yo revisaría y haría lo mismo que he explicado antes para ti. Podríamos aumentar el número de epígrafes, o hacer otro paralelo, y unir a más camaradas en su elaboración.
    Llevo 18 páginas escritas, 13 capítulos programados (de los cuáles no he empezado a desarrollar 4), y temas tratados como el antifascismo, anti revisionismo, dictadura del proletariado, colectividades y su funcionamiento interno y composición, socialismo, el Partido, histmat/diamat, economía capitalista y socialista, etc...
    Si te interesa el proyecto, ponte en contacto conmigo por correo electrónico, facilitado en un mensaje privado del foro. El formato a trabajar es el OpenOffice. Ambos poseeremos el documento y nos enviaremos sus cambios y revisiones por mensaje mientras que aquí vamos haciéndolo público a los foreros interesados (se crearía un tema para ello), y, en definitiva, se tratarían democráticamente los contenidos del escrito. Si se uniesen muchos foreros, crearíamos un grupo de google o algo similar que nos agrupase y permitiese el debate limpio y dialéctico.
    Gracias de antemano. Ahora, me centraré en el debate del tema.

    Efectivamente, la burguesía organizada se ha aprovechado de la enajenación del obrero para consecuírla ya en un plano general mediante la imposición de las ideas que permiten que ésta se mantenga; el obrero se enfrenta a su producto, es tiranizado por el valor de cambio del producto que él produjo, por la plusvalía que recortaba el salario, y por el aumento del precio de venta para generar el beneficio capitalista. Además de ésto, la burguesía promueve una serie de ideas entre los explotados cuya finalidad radica en la necesidad de la manutención de los intereses de la clase dominante como vigentes; en la manutención de la explotación, de la situación de enajenación del trabajador que crea valor. Es trabajo del Partido Comunista el plantear cómo liberar, mediante el socialismo, al trabajador del producto robado por el capitalista; de cómo hacer su producto un producto social, que no tenga que alimentar intereses monetarios, que el dinero sea un único medio de canjeo de trabajo y no un indicador de estatus, etc... Es decir, de hacer que el proletariado entienda que su liberación pasa por el desarrollo de la sociedad socialista, de crear la vanguardia del mismo, que guíe a la masa hasta el fin de la concepción de las mismas como masa.

    Completamente de acuerdo en tu exposición de las razones de la violencia, de que ésta se ha de hacer entender no como la imposición de una doctrina, que está muy lejos del caso que nos trae, sino de la imposición del proletariado, mayoritario, creador de los bienes de la sociedad, pero no por ello de toda la riqueza de la misma; ésto es algo de lo que Gotha se olvidó: las materias primas son determinantes en el proceso de creación de valor. El trabajador que lo crea -que crea el valor, producto- es sólo un manipulador de las mismas, convirtiéndolas en objetos útiles para el consumo, aunque en el capitalismo sean expropiados robados por el parásito burgués para su venta bajo beneficios para él y su casta, traducidos en precariedad para el verdadero creador de la riqueza, que lo hace en un proceso universal -la producción humana-, por lo que la debería crear para el consumo de toda la sociedad así como otros sustentan con alimentos a ésta misma. Para esto el socialismo debería dotar al trabajador organizado colectivamente emplazamientos de distribución de productos, distribuídos según el trabajo de cada cuál, sus capacidades para realizarlo, la dificultad del mismo, y su responsabilidad en manera de retribución de dinero: si, respectivamente, un obrero posee o realiza -en acuerdo a los preceptos de distribución de alimentos o remuneración de los mismos- "+, -, +, +", su retribución monetaria lo hará disfrutar de un poder adquisitivo interesante. Si por el contrario es "-, +, -, -", tendrá lo justo para volver a trabajar el día siguiente; tendrá un pago capitalista. Además hay que entender que todo su producto está destinado a satisfacer a toda la sociedad, de manera que todos aprovisionan a todos mediante el "comercio" socialista interior. Ésto es, socializar el producto del trabajador.

    Sí, creo que los periodos de tiempo destinados a cada etapa se darán ya por el destinto desarrollo de ésta, sólo realicé una aproximación empírica, que, aunque propensa al fallo porque no predigo el futuro ni soy un adivino, de una idea del tiempo medio histórico que ha tardado la fase pertinente en alcanzar su pleno desarrollo. Aunque podemos ver que lo más lejos que se ha llegado ha sido a la dictadura del proletariado avanzada (Cuba y si acaso la RPDC, más la URSS de cuando Stalin era secretario general del PCUS), nunca atreviéndose a dar el paso al socialismo (porque no existe una internacional fuerte, la 4ª actual es la bazofia más zafia jamás vertida sobre el movimiento obrero desde la II Internacional y el revisionismo en todos sus géneros, y porque los países actuales están SOLOS en consecuencia; están mal vistos por el pueblo occidental debido a la campaña mediática en su contra, etc...). Pero ésto no nos ha de quitar la ilusión de luchar, sino hacernos enorgullecer de que el triunfo de la clase obrera está aún en nuestras manos, que somos capaces aún de aportar granitos de arena a su desarrollo y victoria. Ésto es también algo a hacer tener en cuenta a la vanguardia obrera.
    En cuanto a los períodos de gobierno, yo los veo mejor de 9 a 12 meses, que se puedan dividir en trimestres y que dinamicen el proceso de gobierno de toda la clase obrera. Pero quedarían bajo reunión de la asamblea general de partisanos de un futuro mas esperado Frente Popular Comunista (m-l) que dirija el bloque europeo o sudeuropeo a la victoria del socialismo, al golpe duro al imperialismo mundial.
    Gracias por el halago en cuanto a mi definición de Partido. La considero toda una creación de colectividades útiles política e ideológicamente.

    Efectivamente; las decisiones del Tribunal han de quedar patentes para con cada célula del Partido, que las ponga en práctic atras un período de votación general de las mismas decisiones. Eso se me olvidó clarificarlo.

    De nada camarada, era sólo un apunte complementario que introdujese al debate las escuelas de formación, útiles e implementadas en cada sóviet sindical o colectividad obrera.

    Pues sí; la política revolucionaria de bloque no sería nada sin que ese primer bloque triunfador crease una internacional factible, una nueva, marxista leninista, que propagase la gesta al proletariado mundial. Es algo necesario que ya se hizo y clarificó con los primeros años de la Komintern (hasta el nefasto XX Congreso del PCUS...).

    Pues sí, es un ejercicio teórico y de potencialidad práctica importante y ayuda a todos, quienes debatimos y quienes leen, sobre cuestiones tratadas en el tema. Siempre con alguien tan leído como tú, camarada jajaja se nota que sabes de lo que hablas. Haciendo offtopic, ¿a qué te dedicas? Very Happy es por interés meramente académico.

    Salud!
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Vie Sep 13, 2013 5:01 pm

    AlejoSola escribió:
    Buenas camarada, aquí me tienes de nuevo para continuar el debate, que está en su cénit de interés y profundidad.
    Así, me veo obligado a pedirte un favor.
    Estoy escribiendo un "libro" para distribuírlo por internet libremente y contribuir con el movimiento de vanguardia obrera con un libro que concentre todo lo relativo al marxismo en su interior, y que sea corto, conciso, práctico, y correcto.
    La mayoría de los apuntes que he usado en el debate han sido sacados de él.
    Así, me gustaría contar con tu colaboración en su desarrollo, encargándote la labor de supervisión, visión de los fallos, superación de éstos en debate entre nosotros, y redacción de puntos incompletos que entonces yo revisaría y haría lo mismo que he explicado antes para ti. Podríamos aumentar el número de epígrafes, o hacer otro paralelo, y unir a más camaradas en su elaboración.
    Llevo 18 páginas escritas, 13 capítulos programados (de los cuáles no he empezado a desarrollar 4), y temas tratados como el antifascismo, anti revisionismo, dictadura del proletariado, colectividades y su funcionamiento interno y composición, socialismo, el Partido, histmat/diamat, economía capitalista y socialista, etc...
    Si te interesa el proyecto, ponte en contacto conmigo por correo electrónico, facilitado en un mensaje privado del foro. El formato a trabajar es el OpenOffice. Ambos poseeremos el documento y nos enviaremos sus cambios y revisiones por mensaje mientras que aquí vamos haciéndolo público a los foreros interesados (se crearía un tema para ello), y, en definitiva, se tratarían democráticamente los contenidos del escrito. Si se uniesen muchos foreros, crearíamos un grupo de google o algo similar que nos agrupase y permitiese el debate limpio y dialéctico.
    Gracias de antemano. Ahora, me centraré en el debate del tema.

    Efectivamente, la burguesía organizada se ha aprovechado de la enajenación del obrero para consecuírla ya en un plano general mediante la imposición de las ideas que permiten que ésta se mantenga; el obrero se enfrenta a su producto, es tiranizado por el valor de cambio del producto que él produjo, por la plusvalía que recortaba el salario, y por el aumento del precio de venta para generar el beneficio capitalista. Además de ésto, la burguesía promueve una serie de ideas entre los explotados cuya finalidad radica en la necesidad de la manutención de los intereses de la clase dominante como vigentes; en la manutención de la explotación, de la situación de enajenación del trabajador que crea valor. Es trabajo del Partido Comunista el plantear cómo liberar, mediante el socialismo, al trabajador del producto robado por el capitalista; de cómo hacer su producto un producto social, que no tenga que alimentar intereses monetarios, que el dinero sea un único medio de canjeo de trabajo y no un indicador de estatus, etc... Es decir, de hacer que el proletariado entienda que su liberación pasa por el desarrollo de la sociedad socialista, de crear la vanguardia del mismo, que guíe a la masa hasta el fin de la concepción de las mismas como masa.

    Completamente de acuerdo en tu exposición de las razones de la violencia, de que ésta se ha de hacer entender no como la imposición de una doctrina, que está muy lejos del caso que nos trae, sino de la imposición del proletariado, mayoritario, creador de los bienes de la sociedad, pero no por ello de toda la riqueza de la misma; ésto es algo de lo que Gotha se olvidó: las materias primas son determinantes en el proceso de creación de valor. El trabajador que lo crea -que crea el valor, producto- es sólo un manipulador de las mismas, convirtiéndolas en objetos útiles para el consumo, aunque en el capitalismo sean expropiados  robados por el parásito burgués para su venta bajo beneficios para él y su casta, traducidos en precariedad para el verdadero creador de la riqueza, que lo hace en un proceso universal -la producción humana-, por lo que la debería crear para el consumo de toda la sociedad así como otros sustentan con alimentos a ésta misma. Para esto el socialismo debería dotar al trabajador organizado colectivamente emplazamientos de distribución de productos, distribuídos según el trabajo de cada cuál, sus capacidades para realizarlo, la dificultad del mismo, y su responsabilidad en manera de retribución de dinero: si, respectivamente, un obrero posee o realiza -en acuerdo a los preceptos de distribución de alimentos o remuneración de los mismos- "+, -, +, +", su retribución monetaria lo hará disfrutar de un poder adquisitivo interesante. Si por el contrario es "-, +, -, -", tendrá lo justo para volver a trabajar el día siguiente; tendrá un pago capitalista. Además hay que entender que todo su producto está destinado a satisfacer a toda la sociedad, de manera que todos aprovisionan a todos mediante el "comercio" socialista interior. Ésto es, socializar el producto del trabajador.

    Sí, creo que los periodos de tiempo destinados a cada etapa se darán ya por el destinto desarrollo de ésta, sólo realicé una aproximación empírica, que, aunque propensa al fallo porque no predigo el futuro ni soy un adivino, de una idea del tiempo medio histórico que ha tardado la fase pertinente en alcanzar su pleno desarrollo. Aunque podemos ver que lo más lejos que se ha llegado ha sido a la dictadura del proletariado avanzada (Cuba y si acaso la RPDC, más la URSS de cuando Stalin era secretario general del PCUS), nunca atreviéndose a dar el paso al socialismo (porque no existe una internacional fuerte, la 4ª actual es la bazofia más zafia jamás vertida sobre el movimiento obrero desde la II Internacional y el revisionismo en todos sus géneros, y porque los países actuales están SOLOS en consecuencia; están mal vistos por el pueblo occidental debido a la campaña mediática en su contra, etc...). Pero ésto no nos ha de quitar la ilusión de luchar, sino hacernos enorgullecer de que el triunfo de la clase obrera está aún en nuestras manos, que somos capaces aún de aportar granitos de arena a su desarrollo y victoria. Ésto es también algo a hacer tener en cuenta a la vanguardia obrera.
    En cuanto a los períodos de gobierno, yo los veo mejor de 9 a 12 meses, que se puedan dividir en trimestres y que dinamicen el proceso de gobierno de toda la clase obrera. Pero quedarían bajo reunión de la asamblea general de partisanos de un futuro mas esperado Frente Popular Comunista (m-l) que dirija el bloque europeo o sudeuropeo a la victoria del socialismo, al golpe duro al imperialismo mundial.
    Gracias por el halago en cuanto a mi definición de Partido. La considero toda una creación de colectividades útiles política e ideológicamente.

    Efectivamente; las decisiones del Tribunal han de quedar patentes para con cada célula del Partido, que las ponga en práctic atras un período de votación general de las mismas decisiones. Eso se me olvidó clarificarlo.

    De nada camarada, era sólo un apunte complementario que introdujese al debate las escuelas de formación, útiles e implementadas en cada sóviet sindical o colectividad obrera.

    Pues sí; la política revolucionaria de bloque no sería nada sin que ese primer bloque triunfador crease una internacional factible, una nueva, marxista leninista, que propagase la gesta al proletariado mundial. Es algo necesario que ya se hizo y clarificó con los primeros años de la Komintern (hasta el nefasto XX Congreso del PCUS...).

    Pues sí, es un ejercicio teórico y de potencialidad práctica importante y ayuda a todos, quienes debatimos y quienes leen, sobre cuestiones tratadas en el tema. Siempre con alguien tan leído como tú, camarada jajaja se nota que sabes de lo que hablas. Haciendo offtopic, ¿a qué te dedicas? Very Happy es por interés meramente académico.

    Salud!
    ¡Calurosos saludos camarada!

    Referente al proyecto del libro que me has propuesto y al off-topic que me has preguntado, te respondo por privado Smile

    Ahora voy a proseguir con la respuesta del tema del debate.

    Has hecho una muy buena síntesis en el primer párrafo ―propiamente de debate― del dominio cegador de la burguesía sobre el proletariado, económica e ideológicamente hablando ―términos que van ligados de la mano: las ideas predominantes en una sociedad son las ideas de la clase dominante―, y de la reversión, la liberación, que debe ejecutar la sociedad, dirigida por el Partido, en dirección al socialismo. Como bien expresas, «la burguesía promueve una serie de ideas entre los explotados cuya finalidad radica en la necesidad de la manutención de los intereses de la clase dominante como vigentes». Por otro lado, hablas de la tarea precisa de dicha liberación del trabajador de «hacer [de] su producto un producto social». Como ya sucedió en anteriores ocasiones puntuales, entiendo y concuerdo con la idea, con la esencia, que quieres expresar, pero encuentro fallos en su expresión, en su forma. En cuanto el hombre establece relaciones concretas con otros hombres para producir, para trabajar, todo producto engendrado es explícitamente un producto social. (Obviamente, aquí se entiende «social» como característica de la interacción humana, con el entorno, con la elaboración y uso de relaciones. De aquí el adjetivo «sociable»). Karl Marx expresa muy bien los vínculos, las relaciones, que se establecen entre los hombres para la producción: «en la producción, los hombres no actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los otros. No pueden producir sin asociarse de un modo determinado, para actuar en común y establecer un intercambio de actividades. Para producir, los hombres contraen vínculos y relaciones, y a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se relacionan con la naturaleza y cómo se efectúa la producción»[1]. (La forma que adquieren estas relaciones productivas marcan la configuración general de la sociedad: como se sitúa cada individuo en la totalidad de la distribución de la producción). Así pues, el fruto íntegro del trabajo, aquello que se entiende como producto del trabajo, es la totalidad del producto social. En otras palabras, la totalidad de la expresión de una determinada forma de relaciones productivas entre los hombres. Ésto significa que la enajenación del trabajador, la existencia de la plusvalía, es una forma, o una parte, de producto social hija de unas concretas relaciones productivas. Por tanto, la liberación de la enajenación es la liberación de una determinada forma social de producción para alcanzar un determinado modo de producción donde el producto social adquiera una nueva categoría, donde el producto social se harmonice con la naturalidad de las relaciones humanas. En definitiva, no se trata de añadir el carácter social al producto, al fruto del trabajo, sino optimizarlo, cambiarlo. A modo de ejemplo, se podría expresar que se trata, acerca el trabajador, de «hacer [de] su producto un producto social justo», o cualquier otro adjetivo o expresión de acorde a las ideas planteadas.

    El segundo párrafo lo encuentro muy bien explicado, sobretodo lo referente al concepto que «el trabajo no es la fuente de toda riquesa. La naturaleza es la fuente de los valores de uso, ni más ni menos que el trabajo, que no es más que una manifestación de una fuerza natural, de la fuerza del trabajo del hombre»[2]. Como bien citas, éste concepto es uno de los planteamientos erróneos, premisas falsas, del primer programa del Partido Obrero Socialista de Alemania ―conocido actualmente como Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)―, elaborado en el Congreso de Gotha de mayo de 1875 donde se unificaron las dos corrientes principales del movimiento obrero alemán de esa época ―el Partido Obrero Socialdemócrata y la Asosiación General de Obreros Alemanes―, un programa ante el cuál Karl Marx y Friedrich Engels lanzaron duras críticas[3][4]. De acuerdo también con tu precisa explicación de la socialización del trabajo, donde «el trabajador individual obtiene de la sociedad ―después de hechas las obligadas deducciones― exactamente lo que ha dado»[5], ya que las nuevas relaciones productivas no permitirán la enajenación del producto social. (Hace falta no asentarse en este modo de producción, en este derecho, pues sigue siendo un derecho de la desigualdad. Del aquí «de cada uno según sus capacidades, a cada uno según su trabajo», donde el rasero es el derecho igual, aplicados a todos por igual, del trabajo para la desigualdad capaz de los individuos, se debe pasar al «de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades», donde el rasero es el derecho desigual, aplicado a todos según sus características, de las necesidades para la desigualdad capaz de los individuos).

    Por otro lado, satisfecho también con la aportación acerca los aspectos temporales de la organización del Partido. Completamente de acuerdo con el papel dinamizador y participativo, con voz e importancia, con versatilidad, coordinación y democracia, de la Asamblea General, el Tribunal y las células del Partido. El éxito de la revolución pasa también necesariamente por evitar la degeneración de dichos organismos internos.

    Un debate completísimo es este; ¡una hoja de opiniones y puntos de vista de todos temas!

    Un placer. ¡Salud, camarada!

    [1]. «Obras Escogidas», tomo V, Karl Marx y Friedrich Engels, edición de la URSS, 1936.
    [2]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado por Friedrich Engels en 1891.
    [3]. «El decisivo retroceso que se manifestaba en este proyecto de programa [de cara al Congreso de Gotha] tenía por fuerza que irritarnos muy seriamente», Friedrich Engels, prólogo a la obra «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrita en 1875 y publicado por el mismo Friedrich Engels en 1891, en vísperas del Congreso de Erfurt, donde se presentaría un nuevo programa del Partido Obrero Socialista de Alemania. Friedrich Engels escribió una pequeña crítica a este nuevo programa: «Contribución a la crítica del proyecto de programa socialdemócrata de 1891», escrito en 1891 y publicado en 1901.
    [4]. «Tengo el deber de no reconocer, ni siquiera mediante un silencio diplomático, un programa que es, en mi convicción, absolutamente inadmisible y desmoralizador para el Partido», Karl Marx, «Carta a G. Bracke», 5 de mayo de 1875.
    [5]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado por Friedrich Engels en 1891.
    ________________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

    Fight the supression, we will survive.

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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por AlejoSola Sáb Sep 14, 2013 7:01 pm

    marxismo_futuro escribió:
    AlejoSola escribió:
    Buenas camarada, aquí me tienes de nuevo para continuar el debate, que está en su cénit de interés y profundidad.
    Así, me veo obligado a pedirte un favor.
    Estoy escribiendo un "libro" para distribuírlo por internet libremente y contribuir con el movimiento de vanguardia obrera con un libro que concentre todo lo relativo al marxismo en su interior, y que sea corto, conciso, práctico, y correcto.
    La mayoría de los apuntes que he usado en el debate han sido sacados de él.
    Así, me gustaría contar con tu colaboración en su desarrollo, encargándote la labor de supervisión, visión de los fallos, superación de éstos en debate entre nosotros, y redacción de puntos incompletos que entonces yo revisaría y haría lo mismo que he explicado antes para ti. Podríamos aumentar el número de epígrafes, o hacer otro paralelo, y unir a más camaradas en su elaboración.
    Llevo 18 páginas escritas, 13 capítulos programados (de los cuáles no he empezado a desarrollar 4), y temas tratados como el antifascismo, anti revisionismo, dictadura del proletariado, colectividades y su funcionamiento interno y composición, socialismo, el Partido, histmat/diamat, economía capitalista y socialista, etc...
    Si te interesa el proyecto, ponte en contacto conmigo por correo electrónico, facilitado en un mensaje privado del foro. El formato a trabajar es el OpenOffice. Ambos poseeremos el documento y nos enviaremos sus cambios y revisiones por mensaje mientras que aquí vamos haciéndolo público a los foreros interesados (se crearía un tema para ello), y, en definitiva, se tratarían democráticamente los contenidos del escrito. Si se uniesen muchos foreros, crearíamos un grupo de google o algo similar que nos agrupase y permitiese el debate limpio y dialéctico.
    Gracias de antemano. Ahora, me centraré en el debate del tema.

    Efectivamente, la burguesía organizada se ha aprovechado de la enajenación del obrero para consecuírla ya en un plano general mediante la imposición de las ideas que permiten que ésta se mantenga; el obrero se enfrenta a su producto, es tiranizado por el valor de cambio del producto que él produjo, por la plusvalía que recortaba el salario, y por el aumento del precio de venta para generar el beneficio capitalista. Además de ésto, la burguesía promueve una serie de ideas entre los explotados cuya finalidad radica en la necesidad de la manutención de los intereses de la clase dominante como vigentes; en la manutención de la explotación, de la situación de enajenación del trabajador que crea valor. Es trabajo del Partido Comunista el plantear cómo liberar, mediante el socialismo, al trabajador del producto robado por el capitalista; de cómo hacer su producto un producto social, que no tenga que alimentar intereses monetarios, que el dinero sea un único medio de canjeo de trabajo y no un indicador de estatus, etc... Es decir, de hacer que el proletariado entienda que su liberación pasa por el desarrollo de la sociedad socialista, de crear la vanguardia del mismo, que guíe a la masa hasta el fin de la concepción de las mismas como masa.

    Completamente de acuerdo en tu exposición de las razones de la violencia, de que ésta se ha de hacer entender no como la imposición de una doctrina, que está muy lejos del caso que nos trae, sino de la imposición del proletariado, mayoritario, creador de los bienes de la sociedad, pero no por ello de toda la riqueza de la misma; ésto es algo de lo que Gotha se olvidó: las materias primas son determinantes en el proceso de creación de valor. El trabajador que lo crea -que crea el valor, producto- es sólo un manipulador de las mismas, convirtiéndolas en objetos útiles para el consumo, aunque en el capitalismo sean expropiados  robados por el parásito burgués para su venta bajo beneficios para él y su casta, traducidos en precariedad para el verdadero creador de la riqueza, que lo hace en un proceso universal -la producción humana-, por lo que la debería crear para el consumo de toda la sociedad así como otros sustentan con alimentos a ésta misma. Para esto el socialismo debería dotar al trabajador organizado colectivamente emplazamientos de distribución de productos, distribuídos según el trabajo de cada cuál, sus capacidades para realizarlo, la dificultad del mismo, y su responsabilidad en manera de retribución de dinero: si, respectivamente, un obrero posee o realiza -en acuerdo a los preceptos de distribución de alimentos o remuneración de los mismos- "+, -, +, +", su retribución monetaria lo hará disfrutar de un poder adquisitivo interesante. Si por el contrario es "-, +, -, -", tendrá lo justo para volver a trabajar el día siguiente; tendrá un pago capitalista. Además hay que entender que todo su producto está destinado a satisfacer a toda la sociedad, de manera que todos aprovisionan a todos mediante el "comercio" socialista interior. Ésto es, socializar el producto del trabajador.

    Sí, creo que los periodos de tiempo destinados a cada etapa se darán ya por el destinto desarrollo de ésta, sólo realicé una aproximación empírica, que, aunque propensa al fallo porque no predigo el futuro ni soy un adivino, de una idea del tiempo medio histórico que ha tardado la fase pertinente en alcanzar su pleno desarrollo. Aunque podemos ver que lo más lejos que se ha llegado ha sido a la dictadura del proletariado avanzada (Cuba y si acaso la RPDC, más la URSS de cuando Stalin era secretario general del PCUS), nunca atreviéndose a dar el paso al socialismo (porque no existe una internacional fuerte, la 4ª actual es la bazofia más zafia jamás vertida sobre el movimiento obrero desde la II Internacional y el revisionismo en todos sus géneros, y porque los países actuales están SOLOS en consecuencia; están mal vistos por el pueblo occidental debido a la campaña mediática en su contra, etc...). Pero ésto no nos ha de quitar la ilusión de luchar, sino hacernos enorgullecer de que el triunfo de la clase obrera está aún en nuestras manos, que somos capaces aún de aportar granitos de arena a su desarrollo y victoria. Ésto es también algo a hacer tener en cuenta a la vanguardia obrera.
    En cuanto a los períodos de gobierno, yo los veo mejor de 9 a 12 meses, que se puedan dividir en trimestres y que dinamicen el proceso de gobierno de toda la clase obrera. Pero quedarían bajo reunión de la asamblea general de partisanos de un futuro mas esperado Frente Popular Comunista (m-l) que dirija el bloque europeo o sudeuropeo a la victoria del socialismo, al golpe duro al imperialismo mundial.
    Gracias por el halago en cuanto a mi definición de Partido. La considero toda una creación de colectividades útiles política e ideológicamente.

    Efectivamente; las decisiones del Tribunal han de quedar patentes para con cada célula del Partido, que las ponga en práctic atras un período de votación general de las mismas decisiones. Eso se me olvidó clarificarlo.

    De nada camarada, era sólo un apunte complementario que introdujese al debate las escuelas de formación, útiles e implementadas en cada sóviet sindical o colectividad obrera.

    Pues sí; la política revolucionaria de bloque no sería nada sin que ese primer bloque triunfador crease una internacional factible, una nueva, marxista leninista, que propagase la gesta al proletariado mundial. Es algo necesario que ya se hizo y clarificó con los primeros años de la Komintern (hasta el nefasto XX Congreso del PCUS...).

    Pues sí, es un ejercicio teórico y de potencialidad práctica importante y ayuda a todos, quienes debatimos y quienes leen, sobre cuestiones tratadas en el tema. Siempre con alguien tan leído como tú, camarada jajaja se nota que sabes de lo que hablas. Haciendo offtopic, ¿a qué te dedicas? Very Happy es por interés meramente académico.

    Salud!
    ¡Calurosos saludos camarada!

    Referente al proyecto del libro que me has propuesto y al off-topic que me has preguntado, te respondo por privado Smile

    Ahora voy a proseguir con la respuesta del tema del debate.

    Has hecho una muy buena síntesis en el primer párrafo ―propiamente de debate― del dominio cegador de la burguesía sobre el proletariado, económica e ideológicamente hablando ―términos que van ligados de la mano: las ideas predominantes en una sociedad son las ideas de la clase dominante―, y de la reversión, la liberación, que debe ejecutar la sociedad, dirigida por el Partido, en dirección al socialismo. Como bien expresas, «la burguesía promueve una serie de ideas entre los explotados cuya finalidad radica en la necesidad de la manutención de los intereses de la clase dominante como vigentes». Por otro lado, hablas de la tarea precisa de dicha liberación del trabajador de «hacer [de] su producto un producto social». Como ya sucedió en anteriores ocasiones puntuales, entiendo y concuerdo con la idea, con la esencia, que quieres expresar, pero encuentro fallos en su expresión, en su forma. En cuanto el hombre establece relaciones concretas con otros hombres para producir, para trabajar, todo producto engendrado es explícitamente un producto social. (Obviamente, aquí se entiende «social» como característica de la interacción humana, con el entorno, con la elaboración y uso de relaciones. De aquí el adjetivo «sociable»). Karl Marx expresa muy bien los vínculos, las relaciones, que se establecen entre los hombres para la producción: «en la producción, los hombres no actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los otros. No pueden producir sin asociarse de un modo determinado, para actuar en común y establecer un intercambio de actividades. Para producir, los hombres contraen vínculos y relaciones, y a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se relacionan con la naturaleza y cómo se efectúa la producción»[1]. (La forma que adquieren estas relaciones productivas marcan la configuración general de la sociedad: como se sitúa cada individuo en la totalidad de la distribución de la producción). Así pues, el fruto íntegro del trabajo, aquello que se entiende como producto del trabajo, es la totalidad del producto social. En otras palabras, la totalidad de la expresión de una determinada forma de relaciones productivas entre los hombres. Ésto significa que la enajenación del trabajador, la existencia de la plusvalía, es una forma, o una parte, de producto social hija de unas concretas relaciones productivas. Por tanto, la liberación de la enajenación es la liberación de una determinada forma social de producción para alcanzar un determinado modo de producción donde el producto social adquiera una nueva categoría, donde el producto social se harmonice con la naturalidad de las relaciones humanas. En definitiva, no se trata de añadir el carácter social al producto, al fruto del trabajo, sino optimizarlo, cambiarlo. A modo de ejemplo, se podría expresar que se trata, acerca el trabajador, de «hacer [de] su producto un producto social justo», o cualquier otro adjetivo o expresión de acorde a las ideas planteadas.

    El segundo párrafo lo encuentro muy bien explicado, sobretodo lo referente al concepto que «el trabajo no es la fuente de toda riquesa. La naturaleza es la fuente de los valores de uso, ni más ni menos que el trabajo, que no es más que una manifestación de una fuerza natural, de la fuerza del trabajo del hombre»[2]. Como bien citas, éste concepto es uno de los planteamientos erróneos, premisas falsas, del primer programa del Partido Obrero Socialista de Alemania ―conocido actualmente como Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)―, elaborado en el Congreso de Gotha de mayo de 1875 donde se unificaron las dos corrientes principales del movimiento obrero alemán de esa época ―el Partido Obrero Socialdemócrata y la Asosiación General de Obreros Alemanes―, un programa ante el cuál Karl Marx y Friedrich Engels lanzaron duras críticas[3][4]. De acuerdo también con tu precisa explicación de la socialización del trabajo, donde «el trabajador individual obtiene de la sociedad ―después de hechas las obligadas deducciones― exactamente lo que ha dado»[5], ya que las nuevas relaciones productivas no permitirán la enajenación del producto social. (Hace falta no asentarse en este modo de producción, en este derecho, pues sigue siendo un derecho de la desigualdad. Del aquí «de cada uno según sus capacidades, a cada uno según su trabajo», donde el rasero es el derecho igual, aplicados a todos por igual, del trabajo para la desigualdad capaz de los individuos, se debe pasar al «de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades», donde el rasero es el derecho desigual, aplicado a todos según sus características, de las necesidades para la desigualdad capaz de los individuos).

    Por otro lado, satisfecho también con la aportación acerca los aspectos temporales de la organización del Partido. Completamente de acuerdo con el papel dinamizador y participativo, con voz e importancia, con versatilidad, coordinación y democracia, de la Asamblea General, el Tribunal y las células del Partido. El éxito de la revolución pasa también necesariamente por evitar la degeneración de dichos organismos internos.

    Un debate completísimo es este; ¡una hoja de opiniones y puntos de vista de todos temas!

    Un placer. ¡Salud, camarada!

    [1]. «Obras Escogidas», tomo V, Karl Marx y Friedrich Engels, edición de la URSS, 1936.
    [2]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado por Friedrich Engels en 1891.
    [3]. «El decisivo retroceso que se manifestaba en este proyecto de programa [de cara al Congreso de Gotha] tenía por fuerza que irritarnos muy seriamente», Friedrich Engels, prólogo a la obra «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrita en 1875 y publicado por el mismo Friedrich Engels en 1891, en vísperas del Congreso de Erfurt, donde se presentaría un nuevo programa del Partido Obrero Socialista de Alemania. Friedrich Engels escribió una pequeña crítica a este nuevo programa: «Contribución a la crítica del proyecto de programa socialdemócrata de 1891», escrito en 1891 y publicado en 1901.
    [4]. «Tengo el deber de no reconocer, ni siquiera mediante un silencio diplomático, un programa que es, en mi convicción, absolutamente inadmisible y desmoralizador para el Partido», Karl Marx, «Carta a G. Bracke», 5 de mayo de 1875.
    [5]. «Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado por Friedrich Engels en 1891.
    Saludos de nuevo camarada.
    Bien, no hay problema. Ya he contestado el mensaje y facilitado el correo.

    Vale, entendido el primer párrafo.
    Simplemente basé la comprensión del concepto "social" en "disfrute totalmente social del producto", pero veo dónde queda el error: todo producto es un producto social, porque s edetermina su producción en una sociedad y porque ésta, de mejor y más justa o peor y capitalista forma de distribución del mismo, se abastece del mismo.
    El quiz reside en hacer de ese producto algo que se disfrute desde el trabajo: algo que no tenga trabas para su uso por el obrero y que éste se convierta en dueño de aquéllo de lo que produce, pues es retribuído en función a ésto (con los respectivos baremos como la capacidad, responsabilidad y dureza del trabajo, etc...). Es decir, se entiende ahora un producto social justo.

    Gracias por el cumplido camarada jajaja.
    Es cierto que el programa de Gotha fue un error infantil pero predecible y correjible desde el movimiento obrero. Fundamentó la acción de la I Internacional en carácter ideológico para el estudio profundo del marxismo, aunque sabemos en lo que degeneró el movimiento hasta que el triunfo del bolchevismo lo redujo a escombros.

    Sí; el Partido ha de dinamizar la acción del sóviet supremo cuando éste se encuentre en un estado de incertidumbre a la hora de proceder. Aquí entra en juego el Tribunal, que creará un sóviet político de asistencia al supremo con la convocatoria de elecciones de entre los miembros de cada Politburó para consecuir ésto. Los elegidos de cada politburó se unirán a una partida del mismo número de miembros del Tribunal, que crearán dicho organismo previamente mencionado (el Sóviet Político).
    El papel de las células del Partido aquí es relativamente nulo; su papel se concentra en su actuación dentro del sóviet local pertinente para elegir a los miembros del Sóviet Político, y en facilitar las listas de miembros de cada Politburó, con la información de cada uno a elegir (se sigue respetando el precepto básico de no repetir cargos y de amovilidad, claro está), a cada sóviet local pertinente.

    Pues sí, está teniendo de todo, y lo que le queda jajaja

    Salud!
    marxismo_futuro
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    Gran camarada
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    Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora. Empty Re: Cuando el pueblo conquistase el poder: ¿qué hacer con el precio del petróleo y con los vehículos privados (que existen en exceso)? ¿Cómo mejorar el transporte público entonces? Y demás cuestiones adyacentes al proyecto histórico de la clase trabajadora.

    Mensaje por marxismo_futuro Dom Sep 15, 2013 12:33 am

    AlejoSola escribió:
    Saludos de nuevo camarada.
    Bien, no hay problema. Ya he contestado el mensaje y facilitado el correo.

    Vale, entendido el primer párrafo.
    Simplemente basé la comprensión del concepto "social" en "disfrute totalmente social del producto", pero veo dónde queda el error: todo producto es un producto social, porque s edetermina su producción en una sociedad y porque ésta, de mejor y más justa o peor y capitalista forma de distribución del mismo, se abastece del mismo.
    El quiz reside en hacer de ese producto algo que se disfrute desde el trabajo: algo que no tenga trabas para su uso por el obrero y que éste se convierta en dueño de aquéllo de lo que produce, pues es retribuído en función a ésto (con los respectivos baremos como la capacidad, responsabilidad y dureza del trabajo, etc...). Es decir, se entiende ahora un producto social justo.

    Gracias por el cumplido camarada jajaja.
    Es cierto que el programa de Gotha fue un error infantil pero predecible y correjible desde el movimiento obrero. Fundamentó la acción de la I Internacional en carácter ideológico para el estudio profundo del marxismo, aunque sabemos en lo que degeneró el movimiento hasta que el triunfo del bolchevismo lo redujo a escombros.

    Sí; el Partido ha de dinamizar la acción del sóviet supremo cuando éste se encuentre en un estado de incertidumbre a la hora de proceder. Aquí entraen juego el Tribunal, que creará un sóviet político de asistencia al supremo con la convocatoria de elecciones de entre los miembros de cada Politburó para consecuir ésto. Los elegidos de cada politburó se unirán a una partida del mismo número de miembros del Tribunal, que crearán dicho organismo previamente mencionado (el Sóviet Político).

    El papel de las células del Partido aquí es relativamente nulo; su papel se concentra en su actuación dentro del sóviet local pertinente para elegir a los miembros del Sóviet Político, y en facilitar las listas de miembros de cada Politburó, con la información de cada uno a elegir (se sigue respetando el precepto básico de no repetir cargos y de amovilidad, claro está), a cada sóviet local pertinente.

    Pues sí, está teniendo de todo, y lo que le queda jajaja

    Salud!
    Saludos camarada.

    Encuentro correcto el análisis que has hecho acerca el concepto de producto social. Entendí en cuanto leí el comentario anterior a lo que te querrías referir, quizás por la estructura contextual o por la línea de debate que seguíamos, pero hace falta siempre incidir en una detallada ―y a su vez comprensible― expresión para difundir las ideas de forma clara y correcta a las masas, de forma que no haya posibles huecos. Para esto también estamos los dos con la colaboración recíproca.

    En referencia al tema del Sóviet Político, me encuentro siempre dispuesto a aceptar, como herramienta general, como hoja de ruta, la constante participación interna y ligada entre los diversos organismos del Partido, o, en otras palabras, el mecanismo de abajo-arriba, arriba-abajo ―todos los miembros del Partido encuentran, en modo u otro, su papel concreto, activo, adherido, en el desarrollo conjunto del Partido―. Así pues, el hecho que miembros del Sóviet Político sean miembros, en parte, de los Politburós, elegidos a su vez desde los sóviets locales y/o nacionales, es remarcablemente exitoso.

    Como ya te expresé en privado, a partir de ahora voy a ver restringida mi participación en el foro hasta cuando te señalé, para centrarme en los deberes que me acontecen y en el análisis dilatado y compartido de los manuscritos.

    Ha sido un placer y una gran ayuda formar parte de este extenso debate que es solo un punto y seguido en lo que nos corresponde.

    ¡Salud camarada!
    ___________________________________________________________________________

    "La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".

    "El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".

    Marxismo es futuro.

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