Gracias por la respuesta, muy completa, camarada.
Entonces, los transportes "privados" (para cuyo disfrute social, encabezado por quienes más lo necesitan, colaboran todos aquéllos sóviet dedicados a la producción de los mismos, en sí, la sociedad dedicada a ello) se distribuyen según la necesidad, y el público se hace más competente para que la gente vea sus necesidades ya cubiertas por éste medio sin necesidad de un vehículo privado. Ésta desaparición de la necesidad de un vehículo privado será progresiva; hasta que el sistema de transportes públicos (que se origina por parte del plusvalor, o plusvalía social, sacada del trabajo de toda la sociedad para abastecer, entre otros, al almacén de alimentos en caso de catástrofe, a quienes estén jubilados y no vivan con sus familiares si están éstos segundos en facultades de trabajar -en este caso se le pagaría más por su trabajo al familiar que tuviese que acarrear el peso de una familia más numerosa, por ejemplo, la madre y el padre tienen que costear la vida de sus padres, jubilados, y de sus hijos, aún estudiando-) sea total y acapare la mayoría del terreno de las necesidades de movilidad en una ciudad.
Por supuesto que pequeños vehículos como motocicletas y sidecares serían necesarios para transportarse por vías aún sin mejorar por las que no cupiese un autobús, por ejemplo. O bien se podría ingeniar un autobús de menor tamaño, que, al transportar menos gente, tuviese un recorrido más concurrido por los demás "mini-autobuses" de su calaña.
El papel de las nuevas tecnologías en el funcionamiento de la red 24h del transporte es indubitable y necesario. Pero hasta que se desarrolle se necesitaría un colchón energético conformado por las energías actuales. De ahí la importancia de la revolución en países productores de energía, países explotados en sí y para la burguesía mundial.
Que la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos (revisionistas acusando a revisionistas, tortskistas con vía libre para actuar en su cometido anti revolucionario y divisor del movimiento obrero, eurocomunistas y socialdemócratas con la mayoría de influencia en el mismo movimiento, castrándolo... un desastre para el proletariado, un sueño húmedo para el burgués...).
Conforme a tu comentario de que no se debe priorizar la tarea teórica de la dictadura del proletariado, está claro para ambos que, aunque no se pueda ahondar en sus funciones, el esqueleto del poder soviético ha de estar planteado desde antes, así como su posible evolución al socialismo (para mí la dictadura del proletariado es la 1º fase, la clara, la de destrucción de la burguesía como tal, que origina el socialismo, proceso en que la democracia soviética se expande, se mejora, y al mismo tiempo la conciencia colectiva de los trabajadores intrínsecos en la sociedad socialista misma. La suma de la evolución de las ambas origina el comunismo, que sólo se dará en el ambiente internacional propicio).
Sé que estamos desvariando el tema, pero me parece una salida interesante a la conclusión del debate, para que en este hilo se encuentre un amplio debate formativo, útil para cualquier usuario.
Al punto al que derivamos sí o sí, es a la creación y desarrollo del Estado proletario. Al esqueleto de su poder, cuya totalidad será sin duda creada por la práctica del mismo en cualquier país, mas de maneras obviamente diferentes en más o menos aspectos.
La organización de la dictadura del proletariado y del socialismo serían esencialmente diferentes, en tanto que la primera conserva aún el espíritu burgués a destruir, y la segunda es la evolución de la destrucción ya de la parte posible de ese espíritu, cuyo fin se dará, de manera completa, en el comunismo.
Lo que está claro es que el factor común de poder de ambas etapas es el sóviet. El sóviet se distribuye en funciones y ámbitos territoriales, cambiando las primeras para ambas subetapas del socialismo (la dicprol y éste mismo).
Lo que cambiaría, por decirlo así, sería la función de cada tipo de sóviet (sindical, local, provincial, nacional, y supremo -dicprol- o central -socialismo)
Podemos pues pasar pues a analizar ambas subetapas de la etapa anterior al comunismo:
-La dictadura del proletariado es la forma de poder emergida por la conquista del Estado por parte de los trabajadores; es la manera administrativa del poder del mismo implantada justo después del triunfo de la revolución.
Tiene su epicentro político en el sóviet supremo, conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), que gobierna el país.
Al sóviet supremo le asiste en sus funciones (creación de planes económicos, decisiones sobre infraestructuras y transportes -tras, por ejemplo, la denuncia de un sóviet local de la mala calidad o la posibilidad de mejora de cualquier factor del núcleo urbano- etc...) el Partido, que está ahí siempre para, cuando la mala gestión del sóviet supremo no denunciada por los organismos soviéticos inferiores a éste o el incumplimiento de la constitución, o simplemente, la incertidumbre de los miembros conformantes del sóviet se haga patente, asistir a éstos desde un ámbito dialéctico y socialista (comunista). Para ello conformará un sóviet político junto al supremo que se encargue de las funciones pertinentes de gobierno, instruyendo a la población en éstas para evitar llegar a este punto de nuevo. La organización ideológica en colectividades y el funcionamiento político y económico de éstas, desde el ámbito sindical y local (que da sentido al resto), serán claves en la tarea de hacer de la población trabajadora gestores pertinentes de la riqueza que producen.
En cuanto a los sóviet, podemos pasar a explicar el cometido de cada uno:
1-Sóviet sindicales:agrupan a la totalidad de trabajadores por profesión (sóviet de médicos, educadores, carpinteros, campesinos, metalúrgicos, físicos, técnicos de conservación de alimentos, etc etc...) y según el núcleo urbano en que desempeñen sus funciones sociales. Poseen potestad de peso en el trato de cuestiones relativas a su función profesional dentro del sóviet local (que trataremos en breve), y, además, se encargan de desarrollar la organización de su profesión en cada respectiva ciudad siguiendo los principios del colectivismo, evitando los patronos pero eligiendo por sufragio universal y directo a sus “jefes” (entendiendo dicho término como aquéllos que estén en condiciones de cercionarse del cumplimiento de las funciones productivas, etc... según su profesión, pero siendo éstos trabajadores iguales, con el mismo peso en el sóviet sindical que su camarada, puesto que la única potestad en la que un jefe sobresale respecto a sus camaradas -que tienen potestad de relegarlo cuando no cumpla sus funciones correctamente bajo un parte de denuncia- es en el término de la responsabilidad en cuanto al tema organizativo en el trabajo se refiere). En el tema de la potestad de tratar cuestiones junto a todos los miembros de un núcleo urbano que desempeñen un empleo, todos tienen voto y voz iguales cuando guste para ayudar a legislar con sus camaradas. A esta función también apoyan la serie de comisarios del pueblo, formados como cuadros del Partido en el seno de éste, y siendo ayudantes de los jefes según la profesión común en la que ambos hayan decidido especializarse. También es denunciable cualquier abuso de la autoridad de éstos, o cualquier intento de cualquiera de empoderarse o imitar las figuras patroniles que envilecen la producción colectiva, tras el procedimiento competente para ello (***).
También denuncian cualquier irregularidad en la colectividad del trabajo de cualquier sóviet sindical (de su misma rama soviética, o “escalón político”) del que se tengan noticias (que se tendrán por la labor del sóviet local, que los reúne a todos en un uno, y del provincial, que los conecta en un territorio para evitar aislamientos de la producción y cooperación en la misma entre varios sóviet, bien sindicales -cuya responsabilidad de cohesionarse les corresponde a ellos en el sóviet local- o locales -función ya correspondiente al provincial) para solucionarla en las asambleas competentes según lo explicado entre paréntesis.
2-Sóviet locales: (cuidado camarada que este va expresado hacia el socialismo, no hacia la dictadura del proletariado; en ésta, el poderío del sóviet local es meramente la creación de partes de situación o balances para entregarlos al provincial y que lleguen al supremo para el manejo de éstos desde dicho organismo, mas organizar el derecho de amovilidad de cargos y relacionarse con la célula local del Partido, facilitando su formación y el aprendizaje "ideológico" de los trabajadores en la ciencia del marxismo) 1 por núcleo urbano con el fin último de agrupar a todos los sóviet sindicales según el lugar donde desarrollen su fuerza de trabajo bajo una estructura legislativa que, a su vez bajo el marco constitucional protegido por el Partido (siendo éste marco el hecho al que se remite la legalidad o no de cualquier decisión tomada por el pueblo), predisponga los métodos de actuación que seguirá el país desde la aprobación de éstos.
De ésta manera, la función del sóviet local es una de las que más cambia su cometido respecto a la fase anterior en la evolución de la destrucción del Estado, siendo ahora la base y el fin de la política socialista; asegurando que el pueblo trabajador desempeñe la función más importante en un Estado: legislar. Por legislar entendemos, en esta fase, no maleabilizar los preceptos revolucionarios que deberán de estar recogidos en la constitución previamente, sino el tomar cualquier decisión respecto a la materia de la política exterior o interior (que antes recaían sobre el sóviet supremo, ahora innecesario); decisiones sobre construcción de hospitales, escuelas, etc... de acuerdo con la demanda de éstas (que ellos mismos entablarán puesto que son el mismo pueblo, lo que termina de dejar fuera de combate a la burocracia), y las pautas de actuación respecto a reuniones internacionales, al 50% de acuerdo con el Partido Comunista (cuya única potestad reside en el factor externo del país, y ni siquiera absoluta; como se ha mencionado, ésta corre al 50% con los sóviet locales; para ello, se reúnen 1 representante escogido desde los sóviet locales pertinentes para cada nación a la que pertenezcan, y un número igual de partisanos -designados de igual forma- en una reunión de índole decisiva exterior, y siendo cada acción considerada incorrecta desde los sóviet locales denunciada por el proceso habitual de denuncia-defensa-consesnso -explicado al acabar este capítulo detenidamente- y, de salir adelante la denuncia de los sóviet, disuelta la asamblea de política exterior para re-escoger a nuevos miembros que no coincidan con nadie que haya ejercido el cargo a ser posible, desde el sufragio directo y universal ejercido por el pueblo trabajador).
Las decisiones tomadas, tras las reuniones, si se declaran constitucionales por el Politburó o los Tribunales (que coinciden en partidas de miembros, pues el Tribunal sale del Politburó), serán condensadas en organismos provinciales, que asegurarán su puesta en práctica en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hará oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia. Así, el sóviet local tiene potestad directa sobre su núcleo urbano, y el empleo de los organismos provinciales se hace necesario por la necesidad presupuesta de transmisión de información a otros núcleos urbanos sobre la actividad recogida en cualquiera de ellos, para hacer ver qué camino se está tomando desde una ciudad y si conviene seguirlo en caso o no de poseer condiciones productivas similares (si se toma una decisión que afecte al proletariado únicamente, pues el núcleo urbano en que se ha tomado dicha decisión carece de campesinado, un núcleo urbano que presente la situación inversa no se verá interesado en imitar el procedimiento, aunque se someta a votación qué hacer al respecto y qué legislar respecto a su realidad productiva como núcleo urbano; a cómo se configure su actividad laboral).
Si una ciudad posee muchos habitantes, incapaces de reunir en un sólo núcleo de reunión, la reunión del sóviet local será encauzada u conformada por partidas, cada vez diferentes, de X número de miembros de cada sóviet sindical, que lleven los partes productivos y balances, más los posibles problemas que les halla surgido, a la reunión local para tomar las medidas necesarias.
3-Sóviet provinciales:los sóviet provinciales se encargan, a parte de asegurar la puesta en práctica de las decisiones del sóviet local en la ciudad en que se haya tomado la decisión, y la hacerla oír en otros núcleos urbanos para cohesionar la materia legislativa en todo el territorio bajo su provincia, de traspasar dicha decisión a un sóviet nacional cuyas funciones quedarán expuestas a continuación.
Además, los sóviet provinciales se encargan de distribuir los medios requeridos para la puesta en práctica de la petición legisladora de cada sóviet local que quede bajo su cargo territorial.
A éstos sóviet se le da el parte de producción obtenida o el balance de situación de cualquier organismo para hacerlo llegar al sóviet nacional que los tiene a su cargo, haciendo un todo de la situación de cada núcleo urbano en materia de funcionamiento del trabajo realizado en cada uno de éstos.
Se conforman por partidas de 2 hombres o mujeres de cada sóviet local intrínseco en su territorio.
4-Sóviet nacionales: reciben parte de los sóviet provinciales respecto a la materia de los factores productivos y el desarrollo del trabajo en los núcleos urbanos correspondientes y de cualquier irregularidad presenciada en el ámbito laboral o colectivo de los organismos bajo su influencia. Para su solución, el PC enviará a los ya mencionados comisarios, que serán distribuidos desde el sóviet nacional a los focos del problema (desde el órgano local donde se ha presentado el parte que les ha llegado mediante el organismo provincial al nacional).
Si al sóviet provincial se le daba parte de los factores productivos o laborales directamente desde las fábricas bajo su influencia (límites provinciales), los sóviet nacionales reciben dichos partes de todas las asambleas provinciales bajo su influencia, haciendo el mismo todo de información de la producción y labor a un ámbito mayor y con dicha información más concentrada y manejable.
Los sóviet nacionales organizan el cumplimiento de los preceptos organizativos y su correcto funcionamiento en todo el territorio a su cargo, controlando así que la facultad legislativa de los sóviet locales se haga patente llegando al sóviet central. De igual manera, distribuye la legislación de cada núcleo urbano por todo el territorio a su cargo, tendiendo así el mismo efecto de lucha contra la desinformación y cohesionamiento proletario que en su versión provincial, pero a un ámbito mayor. Para ésto, se ayuda del PC de la manera expuesta al principio del enunciado en este apartado.
A éstos sóviet, el central les otorga el material requerido para el correcto funcionamiento de las medidas locales, debido a que éstos nacionales le otorgarán el parte productivo total de cada nación que comprende el territorio, otorgando así entre todas al central el parte general de la producción del país, archivándose ésta para tenerla a mano para cualquier necesidad de distribución de los medios recopilados para cercionarse del cumplimiento de las legislaciones de cada sóviet local, que estarán en armonía gracias al sóviet provincial respectivo, armoniados a su vez éstos gracias a los sóviet nacionales aquí expuestos. Así, el central podrá llevar a cabo la función previamente expuesta con una facilidad relativa.
Se conforman por 2 hombres o mujeres de cada sóviet provincial intrínseco en su territorio.
5-Sóviet central: el sóviet supremo (en lo que éste deriva) del socialismo. Como ya hemos comentado, el sóviet central posee la simple función de manejar los partes y hacer balances de la situación del país en general para poder actuar y proveer de materiales o ayudas a los sóviet locales en su afán legislador. Así, la información de los materiales disponibles o éstos mismos y el certificado de emplearlos se dirigirá al sóviet nacional para que éste los disponga según las peticiones en los diferentes organismos provinciales y que éstos, al fin, los otorguen a los sóviet locales para que cumplimenten su decisión en la práctica.
El Partido estará dentro de cada reunión local ya que, al estar constituido por trabajadores y ya que la política no es una profesión, tendrá miembros en los sóviet sindicales (normalmente comisarios que ayuden a la regulación de la colectividad) y en los locales, ya que en éstos se agrupan los sóviet sindicales en su totalidad y en éstos ya están trabajando los cuadros del Partido como campesinos, proletarios, médicos, etc etc...
A parte de ésto, su función es la ya comentada anteriormente: decidir sobre la política exterior desde una asamblea de cuadros del Partido y cada sóviet nacional (es decir, el proletariado de “a pie” también tiene aquí potestad que se le suma a su potestad total sobre la política interior) y comprobar la constitucionalidad o no de las medidas tomadas por el sóviet local.
Se conforma por partidas de 10 hombres o mujeres de cada sóviet nacional intrínseco en su territorio (que es el país al completo).
6-Sóviet supremo: aparte de lo ya comentado sobre éste, el sóviet supremo se divide, a su vez, en Responsabilidades, escogidas de entre los miembros de la asamblea del sóviet supremo por sufragio universal y directo del pueblo trabajador. Éstas son 3: Responsabilidad de ámbito interior, de ámbito exterior, y de ámbito ideológico. La primera encierra para su responsable la tarea de cercionarse del trabajo de la Guardia Popular (ésta le rinde cuentas), de administrar los balances de situación económica (para ésto debe solicitar ayuda previa de los respectivos sóviet sindicales que se presten y que así traspasen esos balances en ámbitos, recolectados así los balances en los ámbitos locales -por cuenta de todos los sóviet sindicales de la localidad-, provinciales -por cuenta de todos los sóviet locales del territorio respectivo a la provincia a la que pertenezcan, habiendo ya los sóviet locales realizado el compendio local de la situación de la economía y/o sociedad en su terreno-, nacionales -por cuenta de las provincias bajo su territorio pertinente-, y, finalmente, llegando al sóviet supremo, que hace el balance general bajo ésta primera responsabilidad), el control de las cuentas de la Banca Pública (dominada por los intereses de la colectividad y exenta de otra función diferente a producir el dinero que irá en circulación en la sociedad, el cuál no será más que una mera retribución en función al trabajo según con tus posibilidades y que te proporcionará los bienes necesarios para tu subsistencia, así como el acceso a numerosos servicios públicos, para los cuáles no se requerirá mucho dinero por el abaratamiento producido por la destrucción del interés económico privado de controlar los bienes y servicios) y del funcionamiento de los transportes, etc...
La segunda se ha de constituir por un responsable, escogido de igual manera que en el caso anterior por el pueblo por el procedimiento ya repetido anteriormente. Así, su misión será cercionarse del correcto funcionamiento del Ejército Popular (que cumpla su función, pues se le rendirán cuentas desde las oficialidades del mismo, que actúan como los “jefes” de la colectividad militar, junto a un destacado del CDEP (*) que le sirva como ayudante al más puro estilo de los comisarios políticos destacados en los sóviet sindicales), así como de destacar a los Comisarios de asuntos exteriores (representantes de las posturas del país en el extranjero salidos del Komsomol o del Partido de acuerdo con la votación del pueblo).
A cargo de la tercera responsabilidad corre la organización de los Tribunales del Partido (conformados por el Politburó del Partido y que le rindan cuentas a éste responsable de los Tribunales) y el destacamento de un comisario político a cada sóviet local, de acuerdo con la función de cercanía al mismo núcleo urbano y de la clarificación de la capacidad del susodicho en materia de ideología y organización de una colectividad.
¿Para qué rendir cuentas? Nos equivocaríamos pensando que el ejercicio democrático se completa sólo con rendir cuentas: éstas, desde cada reponsabilidad, han de hacerse públicas para los sóviet desde cualquier medio de información, para que cada sóviet se haga una idea de la marcha del país hacia el socialismo y puedan valorarla libres de prejuicios.
Los sóviet de ámbito superior al sindical constituyen en la dictadura del proletariado un mero ejercicio de control de todo un ambiente territorial dividido en Repúblicas (naciones, lo que ahora serían las CCAA) bajo las directrices del sóviet supremo (estando éstas bajo el poder constitucional, cumpliéndose sólo las medidas legales y siempre con el Partido como apoyo legislador organizado bajo la figura del sóviet político, y bajo la capacidad de ejercer éste poder mediante el pueblo organizado en sóviets, que ejerzan su derecho de amovilización), constituido y elegido por el pueblo y amovible por éste cuando se desee.
Para la toma de directrices hacia la evolución del Estado, el sóviet supremo cuenta con el apoyo legislativo y la supervisión del mismo orden del Partido cuando el primero (o la mala gestión del primero no denunciada por ningún trabajador) lo requiera, que ayuda a la elaboración de planes quinquenales y da ideas sobre cómo se puede proceder para consecuir la evolución del país hacia la supresión de las clases primero, y del Estado más tarde.
Cualquier aportación del Partido (“entrismo” al sóviet supremo) ha de estar fundamentada antes de realizarse por un texto en el que expongan sus razones de manera dialéctica y constitucional.
Éstos (Partido y Sóviet supremo) se reúnen para debatir la toma de decisiones, bajo la atenta mirada de los sóviet sindicales reunidos en los organismos locales, que también pueden denunciar constitucionalmente (es decir, con apoyo ideológico de los preceptos de la fundamentación del Estado proletario) cualquier mala acción de ésta asamblea mixta (que llamaremos Sóviet político ) y llamar a la cesión de cualquiera de sus cargos.
Los sóviet sindicales, locales, provinciales, y nacionales, se remiten a una mera función de control de la expansión referente a cada territorio respectivo de las medidas seleccionadas por los diferentes organismos soviéticos (un sóviet sindical puede decidir sobre la organización de su trabajo -tenemos tantos destacamentos y falta conexión entre ellos, hay que solucionarlo- en el sóviet local, y todos los sindicales reunidos bajo éste, ya decidirían sobre el ámbito del núcleo urbano respectivo; eligen luego a unos 2 miembros de la colectividad local para representar y expandir -tras tratar los temas de lo que se ha decidido en cada sóviet local bajo dicha provincia junto a los 2 representantes de cada núcleo urbano intrínseco en ésta- las medidas de cada sóviet local en toda la provincia, y se va siguiendo un proceso similar para con el resto de sóviet).
El sóviet supremo, así, a parte de gobernar, debería otorgar los datos de la producción y los partes de los hospitales etc... al sóviet local que los requiera para efectuar cierta medida, entregándolos primero a un sóviet nacional pertinente, que hará lo propio con los provinciales, que otorgarán la información del material requerido en forma de orden (se dirá con qué sóviet nacional te tendrás que poner de acuerdo para pedir ciertos materiales, comunicándolo éste -el sóviet nacional- al local pertinente mediante el proceso intersoviético previamente explicado, y organizándose desde los sóviet pertinentes -los nacionales o provinciales siempre bajo la mirada de los locales pertinentes a su vez- la salida y recogida de materiales).
La salida y recogida de materiales la hacen los transportistas, pertenecientes a un sóviet sindical itinerante (por el carácter nómada de su trabajo, retribuído y considerado pues profesión) que tiene voz y voto en cualquier sóviet del que estén cerca en cierto momento, ateniéndose al modo de disciplina de cada núcleo urbano, y trabajando para los intereses del cuál estén más cerca (si un transportista está cerca de Sevilla, y el sóviet local de Sevilla requiere transportar X material a un punto B, el transportista tendrá que entender que es su trabajo hacerlo junto a todos los demás cercanos a él -sus compañeros de profesión-). Así, el número de transportistas ha de ser ciertamente limitado.
((*)CDEP: Comité de Defensa del Estado Popular; la versión en español del KGB soviético).
#-Los Tribunales del Partido son el organismo central respecto a los politburós de cada nación conformante del país (Politburó del PC en Andalucía, Aragón, Castilla, etc...); se conforman por miembros de cada politburó (33'3% de miembros electos por politburó nacional para conformar el Tribunal del sóviet supremo, que da parte a su vez a todo el Partido y a los sóviet de su cometido, siendo cada partisano capaz de promover cualquier noción de cese de la actividad de cualquier miembro de cualquier Politburó mediante el procedimiento de mociones, reuniones, juicios, y conclusiones pertinentes sin importar el territorio desde el que se demanda y al que se demanda). También el pueblo organizado en sóviet sindicales puede pues discutir las actuaciones del Tribunal siempre y cuando se cree, desde el organismo soviético (local o sindical) pertinente, un acta de acusación hacia cualquier miembro del Tribunal, que será discutida y consensuada por éste, creando un conflicto de carácter más o menos jurídico del que resulte la negociación de una solución socialista bajo los principios revolucionarios del desarrollo de la extinción del Estado.
Están por encima del Sóviet Político, pero son revocables por los sóviet sindicales o cualquier asamblea de índole menor al mismo sóviet político siempre y cuando se respete el procedimiento necesario para amovilizar cualquier cargo.
Como ya hemos mencionado, la interconexión entre el sóviet supremo y los de índole menor se realiza mediante el entramado de las cuentas rendidas; los sóviet locales rinden las cuentas progresivamente al supremo, siendo éstas gestionadas en cada ámbito territorial por los organismos soviéticos provinciales y nacionales, y el sóviet supremo rinde cuentas de su actuación a los sóviet de ámbito menor. El sóviet supremo realiza las funciones de gobierno, pero somete sus decisiones a la constitución (mediante los procesos de análisis y denuncia del Partido y sus asambleas) y a la voluntad popular, recogida en los sóviet locales primordialmente, y gestionadora de los provinciales y nacionales.
Ésto (la aceptación de una medida por uno u otro grupo) no se lleva a cabo por un simplón y demagogo proceso de pragmática; tiene que reunir ciertas condiciones, entre las que encontramos: 1-su constitucionalidad (compatible con los preceptos de la evolución de la extinción del Estado) 2-compatibilidad con las leyes de la dialéctica
Así, si el pueblo u otro organismo no entendiese el por qué de una medida, se le informaría con pleno detalle de ésta, una vez la haya aprobado un Partido que se tiene que atener a la constitución, pues, de no hacerlo, cualquier organismo se vería en el deber de denunciar su actuación públicamente y comenzar la amovilización judicial de cargos.
(paso al siguiente mensaje)
¡Saludos, camarada! Veo mucho interés en aprender, leer e intercambiar opiniones entre los dos, así que es un gusto inmenso participar en este debate.
Si cito alguna frase tuya la remarcaré en negrita para no engendrar posibles confusiones.
El tema del transporte creo que ha conducido a unas buenas conclusiones para ambos, tal y como noto en tu conclusión general que encabeza la primera respuesta. La esencia de la comprensión acerca el tema la comprendemos y me subscribo a la conclusión final que has dado, aunque, como ya dije, los conceptos público y privado, entendidos en la sociedad actual y trasladados para explicar una situación lejana, futura ―socialista o comunista― pueden tender a la confusión, quizás para alguien que no haya seguido todo el hilo del debate ―el transporte socialista, o comunista, debe acabar siendo un transporte social, tanto en su método obtención, ligado intrínsecamente a la participación social en el trato las necesidades individuales y colectivas, como en su producción―, pero entre nosotros no hay problema de entendimiento.
Una vez superado o tratado en profundidad este tema, encuentro muy oportuno el movimiento del debate de un aspecto específico a un aspecto general, de un mecanismo específico a un mecanismo general. Empiezas señalando que el hecho que «la revolución se tenga que hacer en bloque es una realidad a la que tenemos que acostumbrar el movimiento obrero, pero, antes de acondicionarlo a su deber primordial (el revolucionario), habría que eliminar el carácter burgués de sus planteamientos», en lo que estoy completamente de acuerdo, desde una perspectiva de «la necesidad de la preparación ideológica de la masa», como diría Antonio Gramsci[1]. En este punto, el papel del Partido, al que te remites más delante también y donde aprovecharé para profundizar más, es esencial, primordial, básica, de vanguardia, pues sin este paso previo a la revolución práctica, ¡no habría revolución práctica! O esa fallaría, pues las masas no sabrían hacia donde dirigirse, contra quien luchar, con qué propósitos. Con esta necesidad que reconoces en tu también, recurro a palabras del Che Guevara: «de aquí que se tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social»[2]. Estos mecanismos deben ser tratados muy delicadamente, con un potente objetivo de agitación social, de debate social, donde se despierten consciencias y, consecuentemente, que las fuerzas reaccionas se hagan más explícitamente «insoportables», irracionales, que al final y al cabo acabará ayudando al movimiento obrero. Volveré al tema cuando me ocupe de las funciones Partido.
Procedes, a continuación, a desglosar tu forma de entender la primera etapa del comunismo ―el paso previo a él, el socialismo en general―. Entiendo tu énfasis en distinguir la dictadura del proletariado como una primera etapa del socialismo y, la segunda, una vez encaminándose ya exitosamente hacia el comunismo, como socialismo implícito, en toda su normalidad. Comprendo esta distinción e intentaré seguir mi respuesta de acuerdo a ella, pero esta distinción que sirve de ayuda, esta distinción comprensiva, no debe hacernos caer en la tentación de separar, en las herramientas teóricas reales, la dictadura del proletariado de toda la etapa del socialismo, o en otras palabras: deber estar siempre alerta, estar siempre dispuestos, al comportamiento de caracteres burgueses en la misma evolución socialista. Además, desde que el proletariado, dirigido por el Partido, conquista el poder político, el poder ejecutivo, para normalizar su poder real en y sobre la economía, todo el proceso anterior a la eliminación del poder propiamente estatal ―comunismo― se encuentra bajo esta misma característica, por lo que remarco el hecho de no olvidar que la distinción de dictadura del proletariado―socialismo se engloba en un factor, una base, común ―que como bien dices tú, es el soviet, la forma de comprender, de organizar, de utilizar, el poder político conquistado―. Obviamente, al principio de la pre-etapa al comunismo, de la primera etapa al comunismo, es decir, en el socialismo embrionario, acabado de nacer, esta lucha de caracteres, de características, en definitiva, de modos completos de producción con sus respectivas fuerzas productivas y relaciones sociales, estará más avivada que en cualquier punto del socialismo, estará más recrudecida en sus formas que en cualquier otro período posterior, y de aquí que comprenda y me parezca válida ―a modo de ayuda― la distinción que inteligentemente usas de dictadura del proletariado como la primera etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― como lucha contra los vestigios polvorosos del capitalismo, y socialismo en su plentidud como la seguna etapa, caracterizada por el uso del poder político básicamente ―aunque no únicamente― para la realización plena del desarrollo económico y social ligados a la correspondiente pre-etapa al comunismo.
Una vez haber comprendido críticamente la situación, es decir, la variabilidad de funciones del poder político del soviet a lo largo del socialismo general y, por ende, sus posibles distintas formas organizativas, podemos pasar, como bien haces, a analizar cuáles son éstas.
Como organismo principal de la primera etapa del socialismo general, la dictadura del proletariado, sitúas al sóviet supremo, explicando que «[está] conformado por miembros de cualquier sóviet local (de diputados obreros, donde se reúnen los sóviet sindicales -organizadores de la colectividad de cada profesión en cada núcleo urbano- para dar parte del funcionamiento de cada uno y unificarlos en un parte de producción/balance de situación de cada nñucleo urbano por ende, que será traspasado a un organismo provincial que reúna los partes de cada núcleo urbano intrínseco a él, conglomerándolos en partes provinciales que harán lo mismo para con un soviet nacional -actuales CCAA-, que, finalmente, otorgue al sóviet supremo un orden económico general de todo el país, que incluya la situación de cada sóviet del país, independientemente de su ámbito y función, para corroborar acciones posteriores sobre el país), [y] gobierna el país». ¡Completamente de acuerdo con su definición, o mejor dicho, composición y regularización de su funcionamiento! Antes de proceder directamente al análisis de cada sóviet ―sindicales, locales, etc.―, voy a centrarme en la aplicación temporal, el momento adecuado, del sóviet supremo, así como la «asesoría» del Partido como «sóviet político».
La capacidad gobernativa que atribuyes correctamente al sóviet supremo, con la importancia trascendental que tienen el resto de sóviets en él, es, en otras palabras, «el órgano de la sociedad para mantener un orden social»[3]. Ésto significa que el mecanismo gubernamental debe gestionar la prosperidad del modo de producción que defiende, que le constituye, con las subsiguientes características sociales que emanan de él. En el caso del sóviet supremo y dado el proceso temporal ―la fase embrionaria del socialismo general naciente, eso es los momentos inmediatos después de la conquista del poder político―, le corresponde el establecimiento, la construcción, regular del modo de producción, y modo de sociedad, socialista, en definitiva, sentar los cimientos irreversibles de la nueva sociedad, lo que conlleva encerrado en si mismo la lucha encarnizada contra los elementos capitalistas que sobreviven y fluctúan en la sociedad convaleciente, ya huérfanos de protección, de gestión, política ―pues el proletariado dirigido por el Partido le ha arrebatado decididamente el poder político―, pero aún existentes, recomponiéndose y melancólicas. (Aquí volvemos al punto en el que los dos le damos una trascendental importancia: el hecho de una revolución internacional que facilite la cooperación entre países para dar muerte y sepultura más fácilmente a las características capitalistas que se arrastran, así como para facilitar la labor económica que surge y un camino más seguro y no tan hermético y recrudecido hacia, entonces sí, posteriores y factibles evoluciones futuras). Entonces, la pregunta esencial, última, es: ¿es ya el sóviet supremo, descrito correctamente en tu formulación, el mecanismo adecuado para este momento en el tiempo?
Bajo mi punto de vista, debe ser el objetivo de la dictadura del proletariado ―primera fase del socialismo general, etapa global anterior al comunismo―, es decir, el camino a seguir, a conseguir, para lograr la normalidad socio-económica del socialismo implícito ―segunda fase del socialismo general―, que sería ya la conducción irremediable hacia el comunismo, pero no el mecanismo principal para esta función; ¡si el objetivo es el sóviet supremo, el mismo sóviet supremo no puede ser el camino para su existencia! En otras palabras, el sóviet supremo, descrito y formulado muy acuradamente como has hecho maravillosamente tú, debe ser el mecanismo por excelencia del socialismo implícito, es decir, debe ser el mecanismo por excelencia de la gestión normalizada de los aspectos socio-económicos de la sociedad ―función básica del socialismo implícito, como había explicado antes―, pero no encuentro en el sóviet sumpremo el mecanismo ideal, por excelencia, de la dictadura del proletariado, es decir, de la función básica de reprimir al capitalismo para dar salida, o mejor dicho, dar nacimiento definitivo, firme, al socialismo. Me explico.
El hecho de conquistar el poder político para luchar contra los vestigios capitalistas y elevar la posibilidad socialista no es intrínsecamente la conquista inmediata de los valores, de los mecanismos, esenciales para una configuración estándar de la sociedad socialista. En otras palabras, la sociedad, en su unidad funcional como entidad general, no se transforma rápidamente en una sociedad socialista con la mera conquista del poder político; lo que realmente cambia las sociedades, sus condiciones materiales, sus percepciones, sus ideas, son los cambios en su forma de vivir, eso es su forma de obtención de los recursos, es decir, su modo de producción, que determina, a su vez, la configuración social. Por lo tanto, el funcionamiento por sóviet supremo, como mecanismo que engloba toda la sociedad productiva e improductiva, activa e inactiva, organizativa y no-organizativa, es posible en su máximo rendimiento y esplendor sólo cuando la sociedad misma se encuentra globalmente cambiada. La dictadura del proletariado, entendida en la forma que hemos visto antes, debe producir, inducir, permitir, esos cambios: debe dejar preparado el terreno para el desarrollo armónico del nuevo modo de producción socialista, con sus fuerzas productivas y relaciones productivas correspondientes, es decir, debe aniquilar las incómodas características agonizantes del capitalismo para preservar las nacientes socialistas. ¿Es toda la sociedad, partícipe como conjunto en el funcionamiento del sóviet supremo, consciente y activa del proceso de obtención de éste?, o mejor expresado, ¿está toda la sociedad librada de rasgos capitalistas que entorpezcan su expresión como sóviet supremo? Está claro que no, en el tiempo de la dictadura del proletariado ―primera sub-fase de la primera fase del comunismo―. A lo que me refiero es que para la gestión unitaria del sóviet supremo, el modo de producción debe estar ya instaurado ampliamente, ya que esta premisa, esta condición, haría que la sociedad adquiriera una nueva percepción técnica e ideológica que la conduciría de forma natural hacia el funcionamiento transversal del sóviet supremo.
Mientras aún sea tema esencial, preocupante, la lucha entre los rasgos capitalistas huérfanos pero peligrosos y los rasgos socialistas respaldados por el poder político pero aún nacientes, el modo de producción socialista, esto es la sociedad socialista, aún no será estable, hecho ideal para el establecimiento del sóviet supremo en lo que corresponde a la fase del socialismo implícito. Así pues, entendiendo que el sóviet supremo, este bello mecanismo de gobierno, se debe dar en un contexto de sociedad nueva, socialista, ¿cómo organizar el poder político recientemente conquistado para llevar convenientemente la sociedad nueva?
En la respuesta que voy a dar voy a conglomerar los diferentes tipos de sóviets que has explicado, así como también el análisis de la función del Partido.
En un contexto convulso, intranquilo, violento, como es la sublevación cualitativa dada de las entrañas más profundas de un sistema socio-económico y la lucha posterior que se da ―tanto ideológico como política, como económica―, la sociedad se encuentra desorientada, como sucede en todo cambio brusco, pues como constitución general de la vida humana es una entidad sensible y debida a su entorno. Para gestionar esta situación y conducirla hacia el socialismo normalizada, implícito, la función del Partido es esencial, como bien señalas ―«el Partido Comunista surge con la necesidad invariable de la emancipación de la clase obrera para su empoderamiento y liberación. Es el agente partero entre una sociedad (capitalista) y otra (comunista), pero a la hora de entablar dicho proceso del cuál el protagonista es únicamente la clase trabajadora (proletarios, campesinos, y demás “fauna” asalariada), podemos distinguir diferentes optativas»―. El Partido se debe a la sociedad y es su más fiel dirigente. ¿Qué función tiene el partido, pues, para transformar la sociedad? Guiarla, fusionarse con ella, educarla, escuchar y hablar.
«El Partido es una organización de vanguardia. Los mejores trabajadores son propuestos pos sus compañeros para integrarlo. Este es minoritario pero de gran autoridad por la calidad de sus cuadros. Nuestra aspiración es que el Partido sea de masas, pero cuando las masas hayan alcanzado el nivel de desarrollo de la vanguardia, es decir, cuando estén educadas para el comunismo»[4]. En esta cita del Che se resume la esencia de mi planteamiento. El esqueleto de la sociedad capitalista seguirá presente después de la conquista del poder político por aquellos elementos dirigidos por el Partido ya despojados de este esqueleto, o al menos en la adherencia a dicho esqueleto. El proceso consiste, pues, en despojar, en ayuda a despojar, al resto de la sociedad del esqueleto mencionado. Eso significa que no toda la sociedad se ha deshecho del esqueleto y se encuentra perdida ante el escenario de un nuevo cuerpo, pero parte de ella ya no tiene ese esqueleto y parte de ella entiende como despojarse del esqueleto y construir un cuerpo completo. El Partido, compuesto por estas últimas partes de la sociedad, debe extender la comprensión a la sociedad, debe orientar a la sociedad. A esa educación va encaminado el trabajo de la dictadura del proletariado, donde se debe luchar, en todos los sentidos, contra los vestigios capitalistas para afianzar los nuevos elementos socialistas para dicho objetivo. Con la acción del Partido se debe alcanzar el fin de la acción revolucionaria. Así pues, el Partido debe estar en constante contacto con la sociedad, debe interaccionar enérgicamente con ella. ¿Como se organiza políticamente esta situación? ¿Y cuál es su posterior evolución?
A mi humilde entender, la estructura de la política de dicho momento debería ser un paso previo al sóviet supremo, es decir, que adquiriera algunos de sus elementos estructurales y funcionales a partir de los cuáles terminar de construir el resto, mediante el proceso de educación de la sociedad, de construcción de una nueva sociedad. La configuración de los sóviets, es decir, su existencia, sería esencialmente la misma que la que has expuesto tú, pero su función sería distinta ―la función es la que variaría en la construcción del posterior sóviet―. La forma de gobierno que corresponde a este contexto corresponde al poder ejecutivo, político, último del Partido, asesorado por los sóviets. Me explico. El Partido, formado por un grueso social, y a la vez adelantado a otro gran grueso social, debe conducir las exigencias, las necesidades, las dudas, la incertidumbre, de la sociedad ―características expresadas en los sóviets correspondientes― según el camino a seguir. En otras palabras, la sociedad en conjunto, organizada por su trabajo concreto en los sóviets sindicales y por sus necesidades, sus quehaceres diarios, en los sóviets locales y nacionales, exigirá al Partido la gestión de sus reclamos, y el Partido contestará con la organización adecuada para el camino al sóviet supremo. (Más adelante procederé a la organización interna del Partido en este punto). La sociedad, toda, dirá qué, y el Partido dirá cómo, para con el paso del tiempo y la derrota de los vestigios capitalistas al completa, sea la misma sociedad la que diga qué y diga cómo ―comunismo final―. Hace falta ver que el qué y el cómo encajados en el nuevo modo de producción socialista tendrán una esencialidad humana en todos sus rincones, pues irán encaminados y dirigidos en la satisfacción de las necesidades humanas como pilar principal. (En el capitalismo el qué y el cómo lo dictaminan las leyes invisibles del capital, que desdibujan el mundo y la sociedad en una patraña de obsesión monetaria y olvido de la humanidad de la vida). Además, con el modo de producción, con el modo de sociedad, que requiere y reclama el socialismo, el qué y el como salidos desde lo más profundo del ser humano irán ligados. Por eso, en la dictadura del proletariado el Partido tendrá una gran acción en la gestión, por el hecho de transformar la sociedad mediante su educación y la destrucción completa del capitalismo, mientras que en el socialismo implícito la verá reducida ―pues será ya fusionado con la sociedad misma educada en los valores de la realidad material nueva― y, finalmente, en el comunismo ya no existirá Partido como tal, pues la sociedad ya será capaz de autogestionarse por si sola, una vez desaparecido cualquier forma de capitalismo y una sociedad instruida y elevada encima de una realidad material estable y acorde al comunismo.
Mirándose desde otra perspectiva, el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo, durante la dictadura del proletariado deberá vérselas sí o sí con el capitalismo agonizante, por lo que debe ser coordinación y acción de esos elementos sociales educados ya en nuevos valores ―Partido―, mientras que el gobierno, el poder político último, el poder ejecutivo durante el socialismo implícito ya no tendrá tanta vertiente combativa, pues el Partido, la dictadura del proletariado como primera fase del socialismo general, habrá ya aniquilado por mayoría los restos del capitalismo y, por tanto, transformado la sociedad y regularizado en nuevo modo de producción. Es en este punto, donde el sóviet supremo, la sociedad organizada en si y para sí, con asesoría del Partido, podrá ser ya una realidad excelente.
¿Cómo se organizará el Partido a lo largo de todos estos procesos? Centralismo democrático político. La estructura interna del Partido, en general, la defines muy, muy bien, expresando que «el Partido posee una célula en cada núcleo urbano, más una célula ideológica nacional (por cada actual CCAA) que recoge a los miembros del mismo Partido de acuerdo al principio básicos de la democracia socialista: la amovilidad de cargos, ya sea temporal (un semestre antes de las elecciones a Politburó -la célula ideológica previamente mencionada-) o premeditada por el fallo de uno de los miembros activos del Politburó previamente mencionado, y la consecuente reelección de su cargo desde el pueblo soviético (partícipe de un sóviet sindical). Existiría también una célula central cuya misión es hacer balance desde el Partido de la evolución del país desde los diferentes politburós nacionales a su vez(el llamado Sóviet ideológico máximo -S.I.M.- o Tribunales), reuniéndose éstos en una sede elegida por los partisanos en general para hacer debate ideológico de las acciones desarrolladas en el país, así de la evolución de la debilitación de la necesidad del Estado (que sin embargo seguirá existiendo hasta el comunismo completo) y demás». Para explicar el funcionamiento me acogeré a palabras de Gramsci: «centralización quiere decir especialmente que en cualquier situación, incluso en estado de sitio reforzado, incluso cuando los comités dirigentes no pueden funcionar por un determinado periodo o fueran puestos en condiciones de no estar relacionados con toda la periferia, todos los miembros del Partido, cada uno en su ambiente, se hallen en situación de orientarse, de saber extraer de la realidad los elementos para establecer una orientación, a fin de que la clase obrera no se desmoralice sino que sienta que es guiada y que puede aún luchar. La preparación ideológica de la masa es, por consiguiente, una necesidad de la lucha revolucionaria, es una de las condiciones indispensables para la victoria»[5]. Más resumido, la presencia uniforme y proporcional de miembros del Partido capaces de conducir la sociedad ―todos ellos organizados desde el Comité Central, del que deberían formar parte de alguna forma u otra― en todos los sóviets locales y, por consiguiente, en los nacionales, y sindicales o sectoriales, daría paso a la gestión política coordinada en sí y en camino a la normalización del socialismo implícito, obra, por tanto, del Partido en toda su extensión, particularidades y pluralidad. Con esto, la sociedad se autoeducaría, además, con el proceso socialista, por lo que acabaría formando parte también de esta gestión política última que refleja sus necesidades, engrosando el Partido, convirtiéndole en un Partido de masas ―¿podría llamarse partido, tal y como entendemos partido hoy en día?―. Al final, el sóviet supremo acabaría siendo el poder político último, pues toda la sociedad, ya más libre del capitalismo, más educada, podría autogestionarse en mayor medida, hecho que conlleva directamente el nuevo modo de producción potenciado y defendido por el Partido desde el inicio. Así pues, el Partido vería progresivamente reducida su intervención directa en la gestión política, ya que ¡la construcción de una nueva sociedad implicaría necesariamente que la misma sociedad fuese el sujeto directo de su poder político! Con en el nacimiento del sóviet supremo, el Partido tendría el papel de asesor, como bien ilustras, pero con el paso del tiempo ese papel iría despareciendo, ¡pues la misma sociedad formaría parte del Partido! (Se debe entender Partido, aquí, como gestionador político último).
Al fin y al cabo, el socialismo, entendido como un modelo socio-económico concreto de producir los bienes de la humanidad, caracterizado a su vez por la ejecución filosófica de la realización del hombre en el proceso de producción y por ende en su vida, «es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquía que reina en la producción»[6]. Eso significa que para la dirección hacia el socialismo implícito, materializado, hace falta la comprensión social de los fenómenos y la posterior participación total de la sociedad en su forma de existir, hecho que corresponde dirigir al Partido, y, es más, para la estabilidad del socialismo, se necesita, intrínsecamente, con el triunfo de vanguardia del Partido, que toda la sociedad necesariamente se involucre en el poder real y poder ejecutivo, hecho que discurre con la obtención ascendente de realización del hombre como ser natural y que supondrá el fin de cualquier autoridad, como sería el Partido a lo largo del proceso.
Con la disolución de la entidad Partido, del fenómeno de vanguardia, de diferencial, en la sociedad, se llegaría finalmente al comunismo.
En resumen final, al Partido le debe corresponder la función de construir, hermetizar, defender, potenciar, «permitir», desde la organización y coordinación con los sóviets en el Estado obrero y la fluctuación de éste por las diferentes etapas, el nuevo modo de producción socialista ―que determinará la configuración de la sociedad socialista― mediante la lucha legislativa y revolucionaria ―recordemos como he dicho al principio de este comentario que gobernar significa defender un modelo social: en el capitalismo el gobierno es necesario para contrarrestar las contradicciones internas, para que no exploten, para dominar, mientras que en el Estado obrero, o socialismo, es necesario para defenderse de aspectos externos al mismo modelo, de aspectos del modelo anterior―; a medida que se vaya estableciendo de forma única y estable el modo de producción socialista, eso es la victoria progresiva y segura sobre los restos capitalistas, y por la ausencia de contradicciones que se darán en él a medida que se desarrolle, la función del Partido, que podrá ser adquirida por la sociedad en sí, pues el modo de producción arrojará a la gente a la autogestión completa de la producción de su vida, desaparecerá, se extinguirá. En la medida que se hará más universal, dejará de ser vital.
¡Todo pasa por el éxito del Partido en la dictadura del proletariado ―entendida como la primera etapa de la fase general anterior al comunismo (socialismo general)―, para poner bien firmemente los ladrillos de la nueva sociedad! Lugar, o etapa, de donde el socialismo aún no ha subido definitivamente, por la falta de revolución internacional. Y aquí volvemos a la importancia de la revolución internacional para facilitar la función de la dictadura del proletariado y poder controlar, estudiar y no precipitarse en los tempos y momentos del proceso conjunto. Al final, ¡todo se basa en la revolución de toda la masa desposeída! Por tanto, cuando más esté esta concienciada, más educada, antes y durante el proceso, mejor irá éste.
En definitiva, un proceso largo, doloroso, lleno de lágrimas y sudor, pero lleno a la vez de esperanza, de cambios, de democracia real, proletaria, de progresos, para una sociedad por la que vale luchar desde cualquier lado y oportunidad. Sin descanso.
Se han tratado muchísimos aspectos, por lo que no en todos he podido profundizar como se debería haber hecho. Aún esto, espero que se haya entendido más o menos.
Un disfrute debatir contigo. Aunque me pase horas escribiendo y leyendo ―esta vez más de 3 y media seguidas jaja―, ¡es un placer aprender y opinar!
¡Salud camarada!
[1]. Título del artículo «
Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, publicado en mayo de 1931 en «
Lo Stato Operaio».
[2]. «
El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista
Marcha.
[3]. «
Crítica del programa de Gotha», Karl Marx, escrito en 1875 y publicado en 1891.
[4]. «
El socialismo y el hombre en Cuba», Che Guevara, artículo publicado el 12 de marzo de 1965 en la revista
Marcha.
[5]. «
Necesidad de la preparación ideológica de la masa», Antonio Gramsci, artículo publicado en mayo de 1931 en «
Lo Stato Operaio».
[6]. «
Del socialismo utópico al socialismo científico», Friedrich Engels, edición inglesa [traducida a español] de 1892.
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"La humanidad se ve obligada -si quiere subsistir- a trabajar para las clases dominantes del grupo de países de economía capitalista desarrollada: esa es la esencia, el motor, del capitalismo".
"El socialismo revolucionario, con el subsiguiente comunismo, es el proyecto histórico de la clase obrera".
Marxismo es futuro.
Fight the supression, we will survive.