Claro que sí. Dice Lenin en "Las Tareas inmediatas":
"...no existe absolutamente ninguna contradicción entre la democracia soviética (es decir, socialista) y el ejercicio del poder dictatorial por determinadas personas... toda gran industria mecanizada requiere una unidad de voluntad absoluta y rigurosísima que dirija el trabajo común de centenares, miles y decenas de miles de personas... Pero, ¿cómo puede asegurarse la mas rigurosa unidad de voluntad? Subordinando la voluntad de miles de hombres a la de uno solo... Si quienes participan en el trabajo común poseen una conciencia y una disciplina ideales, esta subordinación puede recordar mas bien la mesura de un director de orquesta. Si no existen esa disciplina y esa conciencia ideales, la subordinación puede adquirir las formas tajantes de la dictadura. Pero, de uno u otro modo, la subordinación incondicional a una voluntad única es absolutamente necesaria para el buen éxito de los procesos del trabajo, organizado al estilo de la gran industria mecanizada".