Estos últimos meses se ha hablado mucho en Hungría del asunto "Bizsku", un nuevo capítulo de la campaña contra el comunismo en los países postcomunistas.
Béla Bizsku fue uno de los dirigentes comunistas destacados de Hungría. Era un conocido comunista "ortodoxo" (así lo llama la prensa anticomunista). Entre 1957 y 1961 fue ministro de Interior del gobierno comunista húngaro, justo en la época posterior al levantamiento anticomunista de 1956. Por lo tanto Bizsku es el principal organizador de las medidas represivas contra los que participaron en los acontecimientos.
Hoy en día Bizsku es un anciano, nació en 1921, por cierto era obrero, lo digo para el que se piense que era un tipo con carrera de burócrata, pues no, era obrero de profesión. En la actualidad vive de su jubilación sin jugar ningún papel en la vida política.
El escándalo comenzó cuando una cadena de televisión quiso rodar un documental sobre los acontecimientos de 1956 y se les ocurrió intentar entrevistar a Bizsku y conseguir alguna frase de arrepentimiento suya. Los periodistas no se presentaron a Bizsku directamente, claro, porque entonces lo mismo no los hubiera hecho el menor caso, así que le mintieron, se hicieron pasar por miembros de una asociación de su pueblo (inventada). El asunto es muy fuerte, llegaron a invitar al anciano a su pueblo (en la actualidad vive en Budapest) para que fuera a una fiesta falsa, preparada para poder sonsacarle información, con "vecinos" falsos que debían hacerle todo tipo de preguntas. La fiesta fue presentada con decoración comunista, como si todo el mundo fuera comunista allí y le dieron cerveza gratis para que el anciano contara algo de lo sucedido entonces y para sonsacarle su arrepentimiento o algo parecido. La sorpresa de los sinvergüenzas de los periodistas fue mayúscula cuando Bizsku no solo no se arrepintió de nada, sino que justificó su papel. Afirmó que aún hoy en día consiera que lo sucedido en 1956 fue una contrarrevolución y que los contrarrevolucionarios asesinaron a tres mil comunistas. Luego afirmó que no pediría perdón a nadie y que Imre Nagy recibió lo que se merecía. Después, cuando le acusaron de haber intentado que se dictaran fuertes condenas a los culpables del levantamiento se defendió afirmando que no intervino en los juicios ni se presionó a los jueces (hubo 300 condenas a muerte).
Otra de las cuestiones de las que le acusaron fue la de amargarle la vida a cientos de miles de personas, a lo cual Bizsku contestó que el resultado de la contrarrevolución fue el capitalismo y que ahora que hay capitalismo hay cientos de miles de parados con la vida amargada, y que también se puede sentir lástima por ellos, tanto como por los anteriores.
Como no consiguieron sacarle a Bizsku lo que querían los "periodistas" han analizado sus palabras con la ayuda de psicólogos y han llegado a la conclusión de que el anciano miente(!).
Bizsku, lógicamente enfadado por lo sucedido, prohibió la presentación del documental en el que se le entrevistaba.
La familia de Bizsku amenazó al cine Urania (una especie de cine-museo y universidad de cine, principal centro de cine en Hungría) , donde se iba a presentar el documental, afirmando que Bizsku no había dado el permiso y éste finalmente declinó presentar la película. Finalmente, a pesar de todo, la película fue presentada en otros cines menores.
A raíz del asunto, el gobierno húngaro decidió cambiar la ley, para que no sea necesario el permiso de los protagonistas si se va a realizar un documento sobre una personalidad histórica destacada y viva aún.
La cosa no acabó ahí, ya que se inició una especie de acoso a Bizsku por su participación en la represión de 1956. Hasta el punto de que, no hace mucho, se cursó una denuncia contra él por crímenes contra la humanidad, aunque el Juzgado Principal de Budapest archivó la causa. El Juzgado actuó así por dos razones, primero por que ha pasado el plazo por el que podría juzgarse a Bizsku por esos crímenes, y en segundo lugar porque los datos que presentaron los denunciantes no se corresponden con la denuncia por crímenes contra la humanidad.
La denuncia parece ser que fue presentada por un miembro de Jobbik (el partido de extrema derecha más importante en Hungría), y se basaba en las declaraciones que había realizado Bizsku, de que lo sucedido en 1956 había sido una contrarevolución y por lo tanto las medidas tomadas posteriormente eran totalmente legales y justificadas.
En fin...alucinante...
Fuentes: origo.hu, kommunista.net
Béla Bizsku fue uno de los dirigentes comunistas destacados de Hungría. Era un conocido comunista "ortodoxo" (así lo llama la prensa anticomunista). Entre 1957 y 1961 fue ministro de Interior del gobierno comunista húngaro, justo en la época posterior al levantamiento anticomunista de 1956. Por lo tanto Bizsku es el principal organizador de las medidas represivas contra los que participaron en los acontecimientos.
Hoy en día Bizsku es un anciano, nació en 1921, por cierto era obrero, lo digo para el que se piense que era un tipo con carrera de burócrata, pues no, era obrero de profesión. En la actualidad vive de su jubilación sin jugar ningún papel en la vida política.
El escándalo comenzó cuando una cadena de televisión quiso rodar un documental sobre los acontecimientos de 1956 y se les ocurrió intentar entrevistar a Bizsku y conseguir alguna frase de arrepentimiento suya. Los periodistas no se presentaron a Bizsku directamente, claro, porque entonces lo mismo no los hubiera hecho el menor caso, así que le mintieron, se hicieron pasar por miembros de una asociación de su pueblo (inventada). El asunto es muy fuerte, llegaron a invitar al anciano a su pueblo (en la actualidad vive en Budapest) para que fuera a una fiesta falsa, preparada para poder sonsacarle información, con "vecinos" falsos que debían hacerle todo tipo de preguntas. La fiesta fue presentada con decoración comunista, como si todo el mundo fuera comunista allí y le dieron cerveza gratis para que el anciano contara algo de lo sucedido entonces y para sonsacarle su arrepentimiento o algo parecido. La sorpresa de los sinvergüenzas de los periodistas fue mayúscula cuando Bizsku no solo no se arrepintió de nada, sino que justificó su papel. Afirmó que aún hoy en día consiera que lo sucedido en 1956 fue una contrarrevolución y que los contrarrevolucionarios asesinaron a tres mil comunistas. Luego afirmó que no pediría perdón a nadie y que Imre Nagy recibió lo que se merecía. Después, cuando le acusaron de haber intentado que se dictaran fuertes condenas a los culpables del levantamiento se defendió afirmando que no intervino en los juicios ni se presionó a los jueces (hubo 300 condenas a muerte).
Otra de las cuestiones de las que le acusaron fue la de amargarle la vida a cientos de miles de personas, a lo cual Bizsku contestó que el resultado de la contrarrevolución fue el capitalismo y que ahora que hay capitalismo hay cientos de miles de parados con la vida amargada, y que también se puede sentir lástima por ellos, tanto como por los anteriores.
Como no consiguieron sacarle a Bizsku lo que querían los "periodistas" han analizado sus palabras con la ayuda de psicólogos y han llegado a la conclusión de que el anciano miente(!).
Bizsku, lógicamente enfadado por lo sucedido, prohibió la presentación del documental en el que se le entrevistaba.
La familia de Bizsku amenazó al cine Urania (una especie de cine-museo y universidad de cine, principal centro de cine en Hungría) , donde se iba a presentar el documental, afirmando que Bizsku no había dado el permiso y éste finalmente declinó presentar la película. Finalmente, a pesar de todo, la película fue presentada en otros cines menores.
A raíz del asunto, el gobierno húngaro decidió cambiar la ley, para que no sea necesario el permiso de los protagonistas si se va a realizar un documento sobre una personalidad histórica destacada y viva aún.
La cosa no acabó ahí, ya que se inició una especie de acoso a Bizsku por su participación en la represión de 1956. Hasta el punto de que, no hace mucho, se cursó una denuncia contra él por crímenes contra la humanidad, aunque el Juzgado Principal de Budapest archivó la causa. El Juzgado actuó así por dos razones, primero por que ha pasado el plazo por el que podría juzgarse a Bizsku por esos crímenes, y en segundo lugar porque los datos que presentaron los denunciantes no se corresponden con la denuncia por crímenes contra la humanidad.
La denuncia parece ser que fue presentada por un miembro de Jobbik (el partido de extrema derecha más importante en Hungría), y se basaba en las declaraciones que había realizado Bizsku, de que lo sucedido en 1956 había sido una contrarevolución y por lo tanto las medidas tomadas posteriormente eran totalmente legales y justificadas.
En fin...alucinante...
Fuentes: origo.hu, kommunista.net