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Alfredo Pérez Rubalcaba quiere que el PSOE deje de llamarse así. O para ser más exactos, quiere cambia el apellido de su formación. El nombre de pila sería Partido de los Socialistas Europeos. Es una de las propuestas planteadas en el encuentro 'Ganarse Europa' que hoy celebran los socialistas en la Casa de América, dentro de los trabajos previos a la Conferencia Política de otoño.
El líder del PSOE ha defendido que los socialistas deben seguir siendo europeístas, pero ha alegado que la UE tiene un problema de legitimidad a la que se debe hacer frente, entre otras cosas, porque tiene un Parlamento que no elige a la Comisión.
Como primer paso para provocar un cambio, los socialistas europeos han decidido concurrir a las elecciones con un mismo programa en toda Europa y con un candidato único, aún no elegido, a la presidencia del órgano ejecutivo de la UE. Es algo novedoso. En la última legislatura, de hecho, los socialistas españoles en la eurocámara votaron al conservador José Manuel Durāo Barroso, atendiendo a estrategias de país.
Tanto Rubalcaba, como el primer secretario de los socialistas portugueses, Antonio José Seguro, el secretario general del partido socialista francés, Harlem Désir, y el vicesecretario de la Comisión, Joaquín Almunia, han coincidido en que uno de los problemas de su familia europea reside en las enormes diferencias de discurso y en la aproximación de algunos socialdemócratas europeos a planteamientos liberales. "No podemos seguir así", ha planteado Almunia.
En todo caso, el también comisario de competencia se ha rebelado contra la afirmación de Rubalcaba sobre la falta de capacidad del Parlamento y ha defendido que la cámara de Bruselas funciona "de verdad". "Me siento mucho más controlado como comisario europeo de lo que me sentí como ministro de un Gobierno con mayoría absoluta", ha defendido.
El líder del PSOE ha defendido que los socialistas deben seguir siendo europeístas, pero ha alegado que la UE tiene un problema de legitimidad a la que se debe hacer frente, entre otras cosas, porque tiene un Parlamento que no elige a la Comisión.
Como primer paso para provocar un cambio, los socialistas europeos han decidido concurrir a las elecciones con un mismo programa en toda Europa y con un candidato único, aún no elegido, a la presidencia del órgano ejecutivo de la UE. Es algo novedoso. En la última legislatura, de hecho, los socialistas españoles en la eurocámara votaron al conservador José Manuel Durāo Barroso, atendiendo a estrategias de país.
Tanto Rubalcaba, como el primer secretario de los socialistas portugueses, Antonio José Seguro, el secretario general del partido socialista francés, Harlem Désir, y el vicesecretario de la Comisión, Joaquín Almunia, han coincidido en que uno de los problemas de su familia europea reside en las enormes diferencias de discurso y en la aproximación de algunos socialdemócratas europeos a planteamientos liberales. "No podemos seguir así", ha planteado Almunia.
En todo caso, el también comisario de competencia se ha rebelado contra la afirmación de Rubalcaba sobre la falta de capacidad del Parlamento y ha defendido que la cámara de Bruselas funciona "de verdad". "Me siento mucho más controlado como comisario europeo de lo que me sentí como ministro de un Gobierno con mayoría absoluta", ha defendido.
