Copio un mensaje de Demofilo de otro tema que es muy interesante y que viene al caso.
Demofilo escribió:El mensaje de Revolution no sólo es erróneo sino ultrarreaccionario ya que se apoya en las tesis del reverendo Malthus sobre la explosión demográfica que tenían esa naturaleza reacionaria. El error proviene de lo siguiente:
1. De pretender que la demografía humana es un fenómeno biológico y no social.
2. De separar al hombre de su medio, a la demografía de los recursos y los alimentos.
Ambas tesis son falsas. La demografía humana es un fenómeno social y no sólo biológico, como lo demuestran comportamientos humanos como la masturbación o la homosexualidad, que carecen de otro sentido que no sea el social y cultural.
Pero Malthus parte de la primacía de lo biológico sobre lo social en el crecimiento poblacional y por eso habla de movimiento “natural” de la población. Según Malthus como fenómeno biológico, la población se rige por una “ley” invariable que se originó hace 3.500 millones de años, con la aparición de la vida sobre el planeta, y sigue operando inexorablemente en las sociedades humanas, algo realmente insólito ya que es una abstracción ahistórica que lo condiciona todo y no es condicionada por nada.
Con los recursos y los alimentos pasa lo mismo: se consideran en su cuantía absoluta y no en la forma de su distribución, en el reparto de los mismos, lo cual depende de las rentas de cada cual, es decir, de las clases sociales.
Por el contrario, la tesis de la explosión demográfica dice lo siquiente: el hambre es consecuencia de la falta de alimentos, el mundo se ha quedado sin tierras adicionales para cosechar mientras que la población mundial se dispara. Ahora bien, la tesis central de que el hambre es consecuencia de la escasez de alimentos es falsa porque:
1. Agricultura no es sinónimo de alimentación; una buena parte de ella son cultivos industriales (algodón) o biocombustibles que no tienen que ver con la alimentación
2. El campesino ha sido despojado de sus tierras, ya no come lo que él mismo produce y debe adquirir su sustento en un mercado
3. El campesino vive de un salario, de manera que si no come no es por falta de alimentos sino por falta de dinero para comprarlos
4. La producción está destinada al comercio y a la exportación, para las despensas de los que la puedan pagar
La "población humana" es una abstracción vacía si no se tienen en cuenta los condicionamientos sociales de ese tipo y otros como las clases sociales o los salarios. Los cambios poblacionales están influenciados por numerosos factores de muy diverso orden: movilidad social, niveles salariales, flujos migratorios, urbanización, servicios de salud, convicciones religiosas, etc. Cada modo histórico de producción (y, por lo tanto, cada modo de reparto que de él deriva) tiene sus propias leyes de población, que son, pues, necesariamente variables. Los humanos son animales sociales que se rigen por criterios colectivos. Las leyes de la reproducción humana no son sólo biológicas ni individuales sino sociales y económicas. Así, hay una norma general en el terreno reproductivo que prohibe el incesto, hay impúberes que dependen de sus padres, en la India las castas no se mezclan entre sí, etc. Los movimientos de población dependen de varios condicionantes, los más importantes de los cuales son de tipo económico.
Según Marx y Engels el excedente de población es relativo a la acumulación de capital, que cambia su composición orgánica, disminuyendo la parte correspondiente al capital variable (y, por tanto, los salarios), al tiempo que la población se proletariza y se crea un ejército industrial de reserva. La demanda de trabajo no depende del capital sino sólo de su parte variable y disminuye proporcionalmente de manera acelerada a medida que crece el capital total. La población obrera crece más rápidamente que el capital variable pero no de una manera constante. Esto genera un excedente de fuerza de trabajo inactiva. La mayor atracción de obreros por el capital va ligada a una repulsión también mayor. Esta superpoblación se convierte, a su vez, en palanca de la acumulación del capital o, mejor dicho, en una de las condiciones de subsistencia del propio capitalismo. Tiene que haber grandes masas de fuerza de trabajo disponible, en reserva, a las que recurrir en momentos determinados. Según Marx, “a la producción capitalista no le basta, ni mucho menos, la cantidad de fuerza de trabajo disponible que le suministra el crecimiento natural de la población. Necesita, para poder desenvolverse desembarazadamente, un ejército industrial de reserva, libre de esta barrera natural”. Por eso el excedente poblaciones es relativo a la acumulación de capital, nunca a los recursos.
Finalmente, la sociedad capitalista se basa en la sobreproducción y el exceso; crea mucho más de lo que puede consumir por lo que se ve obligada a destruir en masa lo producido mientras la gente se muere de hambre. Es más que evidente que en el mundo hay para todos y sobra bastante para alimentar a mucha más gente aún. No existe ningún límite a nada.
Para el fraude del calentamiento planetario, el fraude del CO2, el fraude del efecto invernadero, el de la capa de ozono y demás fraudes, hay otro hilo abierto, pero podemos seguir discutiéndolo en éste.