Al final, un sector importante del Frente Popular Darío Santillán - Corriente Nacional decidió no sumarse a la síntesis que conformó Patria Grande. A grandes rasgos, podríamos decir que la pata estudiantil (la COPA de La Plata, la Santiago Pampillón de Rosario, etc.) se sumó, mientras que el sector territorial-barrial y algunos referentes intelectuales individuales de larga trayectoria (como Guillermo Cieza y Aldo Casas) no lo hicieron. La regional de La Plata - Berisso - Ensenada, por ejemplo, se partió en dos. Una vez más, a grandes rasgos, las diferencias políticas tienen que ver, entre otras, con la intención de Patria Grande de tejer algún vínculo (electoral, por ejemplo) con sectores provenientes de la "política tradicional", como la Unidad Popular (De Gennaro - Lozano) y, en menor medida pienso yo, con el Movimiento Evita. Por otro lado, el perfil de la campaña electoral que realizó en Capital Camino Popular (el frente que hizo Marea Popular con Lozano) y la probable reedición de ese tipo de apuestas seguramente hayan influido en la decisión de este sector.
El comunicado que sacó ese sector del Frente (que mantiene la denominación de "Corriente Nacional") es el siguiente:
Aportando a la construcción de la izquierda popular
¡Por el socialismo y el poder popular!
Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional
Rebelión
A todxs lxs que luchan:
Queremos compartir con ustedes los motivos de nuestra decisión de no integrarnos al proceso de fusión con Marea Popular, encarado por otro sector de la organización.
Es en pos de ir resolviendo la fragmentación en la izquierda popular que veníamos apostando a una fusión con Marea Popular y otras organizaciones, confluencia de la que finalmente hemos decidido no participar. Si bien un sector de compañeros/as -en una decisión que respetamos- se ha integrado a la nueva organización, como Frente Popular Darío Santillán - Corriente Nacional, no vemos que los objetivos y formas con que se construyó constituyan un avance en la necesaria articulación de la nueva izquierda independiente o popular ni en las tareas a encarar.
En nuestro país, día tras día se resienten las condiciones de vida de quienes formamos parte del pueblo. Las esperanzas de transformación que en los sectores populares alentaron los gobiernos kirchneristas van mutando en bronca y desilusión. Algunas medidas, como en su momento la estatización parcial de YPF o los gestos de independencia contra el FMI, que hubieran podido ser el inicio de un rumbo soberano, fueron desmentidas por la política general de reforzamiento de los lazos de dependencia económica. De esta manera, los acuerdos con Chevrón, los millonarios pagos a Repsol y al Club de París, así como al reconocimiento del total de la fraudulenta deuda externa son expresión de una estrategia de sistemática cesión de soberanía del gobierno.
La oposición de derecha intenta conducir esta bronca y desilusión hacia el abismo del desaliento y la aceptación de que no existe otra alternativa que la profundización del rumbo de ajuste y dependencia que emprendió el gobierno. Los sectores populares organizados apostamos a traducir esa bronca en lucha por las necesidades del pueblo, con la firme convicción en que la negativa a exigir y proponer políticas claramente diferenciadas del gobierno es la que le hace el juego a la derecha. Con la certeza en que la soberanía nunca podrá conquistarse ganando la confianza de los “mercados” –que sólo “confían” en la ganancia fácil y el ajuste permanente- sino con la lucha, dignidad y autonomía de nuestro pueblo, en unidad con los pueblos hermanos de Nuestramérica.
Tras más de una década, permanecen intactos los repudiados partidos y las instituciones estatales que cocinan entre pocos los rumbos del país. Y mientras en las provincias el kirchnerismo se apoya en el viejo aparato clientelar y mafioso del PJ, su ala “progresista”, como la Cámpora o el Movimiento Evita –más allá de importantes sectores de sus bases- resultan una carta fundamental para canalizar y evitar que la juventud y los sectores populares se constituyan en protagonistas de otra política. Y ya en su último tramo -para alegría de los medios y de la “oposición”- el gobierno suplanta su política de fragmentación y subordinación de las organizaciones populares por la más directa y feroz represión, como la aplicada a los trabajadores de LEAR, EMFER y TATSA que luchan por su fuente de trabajo, a la población que en Córdoba enfrenta a la multinacional Monsanto; o los pueblos originarios que en Chaco, Formosa y el sur argentino se niegan a ser víctimas del modelo extractivo exportador y el agronegocio.
En este proceso no hemos podido acordar la necesidad de apostar a la construcción de una nueva izquierda que sea capaz de pararse desde las necesidades e historia de lucha de nuestro pueblo, valorando y superando las diversas tradiciones, ideas y prácticas que posibiliten una nueva síntesis.
Una nueva izquierda que no titubee a la hora de denunciar las medidas del gobierno que afectan al pueblo. Que priorice las coordinaciones y alianzas con organizaciones del espacio político de la izquierda popular en desmedro de los acercamientos a sectores de la vieja política.
Que apueste al desarrollo de una lucha política integral, pero que sea consciente que la participación electoral es sólo una parte de esta integralidad, que no puede divorciarse de las políticas y objetivos permanentes por los que luchamos, así como constituye sólo parte de las prácticas políticas que impulsamos en y desde nuestro pueblo. Visibilizar nuestras construcciones, nuestros/as compañeros/as y hacernos conocer ampliamente, no puede convertirse en un fin en sí mismo, ni buscarse mediante la asociación o cercanía a los viejos políticos.
Que retome la lucha contra el Patriarcado y las opresiones de géneros como inseparable de la lucha contra el capitalismo, y no jerarquice estas desigualdades.
Asimismo, como FPDS-CN no apostamos a la reciente fusión porque creemos que necesitamos avanzar hacia una izquierda popular que sintetice diferentes tradiciones políticas, reconociendo a los diversos actores como sujetos protagónicos de cambio y no como instrumentos de la política planteada o dirigida desde otros ámbitos. Que tenga como norte la centralidad para actuar juntos/as en la lucha contra los enemigos, pero que mantenga la flexibilidad y la voluntad para lograr síntesis, integrando a quienes provienen de distintas experiencias y orígenes.
Una confluencia no se decreta, se construye desde las bases, no imponiendo una división entre quienes piensan y quienes construyen día a día en el seno del pueblo, con confianza en que la mayor democracia interna y debates colectivos van de la mano con la construcción de mejores síntesis y definiciones.
Esta decisión que tomamos no nos hace modificar la convicción de que es necesario construir una nueva Izquierda Popular -de la que nos sentimos parte- en marcos de articulación cada vez más amplios. Transitando tiempos que nos exigirán encontrarnos en las luchas, posibilitando que entre nosotros y con otros, realicemos los debates que vayan cimentando la construcción de una nueva izquierda popular, de claro norte anticapitalista, feminista y de transformación social.
Creemos que la acumulación de fuerza social y el empoderamiento popular no puede desentenderse del Estado y sus instituciones, y esta certeza es parte del acumulado político de la Izquierda Popular. Pero entendemos esta disputa de manera integral: contra, desde y más allá del Estado. Son las luchas populares, como la pueblada de La Rioja, las movilizaciones de los estudiantes tucumanos, la resistencia de las asambleas contra la minería a cielo abierto, la tenacidad de los trabajadores autopartistas, o la histórica huelga docente de la provincia de Buenos Aires, Salta y de gran parte del país, las que indican que es en nuestro pueblo donde residen las reservas fundamentales para construir otra nación y otra sociedad. Desde allí es que puede gestarse un bloque popular que rearticulando lo social y lo político, sea portador de un proyecto de nación anticapitalista, antipatriarcal y por el socialismo del siglo XXI que resulte alternativo al de las clases dominantes.
Este proyecto necesita de una izquierda que asuma las demandas pendientes del 2001 y las tradiciones de lucha popular y revolucionaria, empalmando con las experiencias más avanzadas de Nuestramérica: las que protagonizan los pueblos de Venezuela y Bolivia. Esta izquierda no ha estado a la altura de sus responsabilidades y ha pagado su frustración con una fuerte fragmentación. Esa fragmentación es el resultado de estrategias de los gobiernos pero también de nuestras debilidades, que no se resuelven con acuerdos cupulares, sino con la decisión de aportar sin sectarismos a la organización y movilización popular. Dialogando y construyendo con el pueblo. Debatiendo ideas y llevándolas a la práctica, promoviendo experiencias masivas que permitan poner a prueba nuestras posiciones políticas. Desarrollando poder popular que requiere impulsar construcciones con valores prefigurativos, y capacidad de trabajar con tenacidad en el seno del pueblo hasta generar una masa crítica en la sociedad que sustente perspectivas contrahegemónicas, y una voluntad política colectiva capaz de imponerlas.
Apostamos a tener como compañeros/as de ruta al activismo que considera un polo de atracción al Encuentro Sindical Combativo, a Rompiendo Cadenas, al Encuentro Colectivo Docente, el ENECA y los espacios de lucha por una cultura popular, el ENEOB, la RNMA, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, las asambleas ambientales y a los que en cada lucha se autorganizan, las hacen visibles, las rodean de solidaridad. A los que en las barriadas, como lo hizo Darío Santillán, nos movilizamos contra la precarización de la vida; a los estudiantes combativos, al sindicalismo antiburocrático de base, como el que recuperó seccionales del SUTEBA de manos de la burocracia y libró una gran huelga a este gobierno, el que unió a los docentes autorganizados con la comunidad educativa, poniendo de relieve como nunca la necesidad de luchar por la Educación Pública.
La posibilidad de empezar a superar la fragmentación de la izquierda supone encontrar otra vez un pliego de demandas básicas, un proyecto de país, y una agenda de lucha insertada en una estrategia de poder. Como bien enseña el proceso bolivariano, en el recorrido se puede precisar la estrategia de poder y el proyecto de país, pero es condición necesaria que exista pueblo y que exista lucha. Al mismo tiempo debemos poder recoger las enseñanzas de los proyectos populares. Las criticas y autocriticas deben ser parte permanente de estas construcciones, que avanzan sin apuros y con pasos firmes. Las mejores ideas siempre están en el horizonte y solo nos podemos acercar a ellas siendo parte del torrente del pueblo movilizado.
Hoy más que nunca podemos decir y sentir con orgullo que seguimos luchando, resistiendo y construyendo poder popular. Desde el Frente Popular Darío Santillán – Corriente nacional, convocamos a quienes quieran ser parte de esta lucha a sumarse en un camino de construcción de Poder Popular hacía el socialismo del Siglo XXI
Frente Popular Darío Santillán- Corriente Nacional
Buenos Aires:
Regional Sur: Agrupación de trabajadores y trabajadoras La Fragua (Ezeiza-Echeverria-San Vicente-Pte Perón) / Espacio de Cultura Ni Calco Ni Copia / Frente de Trabajadores Combativos (FTC) Ezeiza / Cooperativa de Trabajadores Rurales (CTR) San Vicente/ MTD Almirante Brown: Barrios 2 de Abril (R. Calzada) y Barrio Don Orione (Claypole) / MTD La Verdad (Guernica) / UNQ La Darío Santillán /Galpón Popular y Cultural Nancy Slupski (Glew) / Asentamiento Mosoj Inti - Nuevo Sol (Longchamps)
Regional Oeste: Sector Territorial: FPDS CN Laferrere, La Matanza / Sector Ocupados: Agrupación de trabajadores y trabajadoras La Fragua San Martin, La fragua Docente Lujan y compañerxs de La Fragua La Matanza / Sector Estudiantil: Corriente estudiantil "Juana Azurduy" UNLu, estudiantil del I.S.F.D 46 y I.S.F.D. 82 La Matanza / Espacio de Géneros de la Matanza / Espacio de Cultura de La Matanza. Compañeros y compañeras de Morón
La Plata, Berisso y Ensenada: . Sector territorial de La Plata, Berisso y Ensenada. Centro Cultural Mansión Obrera - Radio La Charlatana - Garabatos de Arana - Espacio de Cultura- Arte al ataque - Espacio de Géneros FPDS-CN - Docentes del FPDS CN en SUTEBA La Plata, Compañeras/as trabajadoras/es estatales y docentes universitarios.
Capital Federal : Agrupación de trabajadores y trabajadoras La Fragua. Compañeras del Espacio de género.
Tucumán: Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional de Tucumán / Agrupación estudiantil La Darío Santillán /Organización territorial Carballito / Espacios sociales y culturales: Casa Caminantes y El Rancho de Mario / Agrupación de Trabajadoras y Trabajadores La Fragua Tucumán.
Jujuy : Frente Popular Darío Santillán - Corriente Nacional. Agrupación de trabajadores y trabajadoras La Fragua Jujuy /Agrupación estudiantil El Ruido / Biblioteca Popular Uturuncos de Palpalá /Asamblea del Pueblo de Caimancito / Cooperativa de Trabajadores Rurales de Caimancito / Asamblea del Pueblo del Yuto.
Salta: Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional de Salta / “Sudacas” Organización social y cultural.
Formosa: OCCAPI (Organización de colonias, comunidad aborigen y pueblo de Ibarreta) Frente Popular Darío Santillán- Corriente Nacional de Ibarreta.
Chaco: Frente Popular Darío Santillán- Corriente Nacional- Resistencia.
Compañeros y compañeras de la Brigada Eva Perón en Venezuela
Compañeros y compañeras militantes: Juan Pablo Casiello, Aldo Casas, Nora Ciapponi, Guillermo Cieza.