"La actualidad de Marx y de Lenin. El alcance de la teoría en el presente del movimiento"
texto de João Vasco Fagundes
traducción del portugués para red Roja: José Mª Fdez. Criado
presentado al “III Encontro “Civilizaçao o Barbarie” Serpa (Portugal), noviembre de 2010
Dice Marx en la undécima de las “Tesis sobre Feuerbach”, escritas en 1845, que “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Escoger, para introducir una intervención sobre el alcance de la teoría, este filosofema acerca de la centralidad de la praxis, no deja de sonar a los oídos más propensos al pensamiento formal abstracto, como una contradicción insoportable, como un retorcido absurdo, como pura sofística; en fin, como un pretencioso lance retórico de una eficacia decididamente abocada al fracaso. Y sin embargo… es la misma realidad, desarrollándose a partir y a través de contradicciones, la que se encarga de exigirnos un abordaje concreto, dialéctico, de los problemas. En realidad, al contrario de lo que muchos piensan, de lo que muchos escriben y de lo que tantos papagayos parlotean acríticamente y de oídas, esta undécima tesis sobre Feuerbach, muy célebre ciertamente pero por desgracia muy poco entendida, poco estudiada, por ende muy poco meditada y, a partir de una interpretación radical del adverbio “sin embargo”, distorsionada , no aboga de ninguna manera por un pragmatismo ciego y estrecho, del que careciera –tanto en términos propiamente críticos como en lo que respecta a sus repercusiones prácticas – la teoría. Lo que en ella late es una nueva comprensión de la práctica (y por ello, concomitantemente, de la teoría y la relación entre ambas), una base filosófica nueva para interpretar (y transformar) el mundo. Un vuelco pionero, en términos ontológicos, de la larga tradición milenaria del pensamiento occidental que, desde siempre y hasta hoy, había contemplado la conciencia como la creadora absoluta de lo real, su demiurgo. Por eso la práctica estaba vista de forma rebajada, como alienación o excrecencia de la consciencia. La práctica se hacía depender, era derivada, como una segunda instancia, del pensar. Por vez primera, con el nuevo materialismo, el dialéctico, de Marx y de Engels, la práctica adquiere condición de dignidad: es la actividad material de transformación de lo real, ejercida por la humanidad socialmente organizada por medio del trabajo, de la aplicación de la técnica o de la lucha política. La práctica, en este sentido fuerte es la base de la vida concreta de la humanidad y es sobre ella, fundada en ella, donde cobran figura y función (incluso en términos de autonomía relativa que ciertamente tiene y a la que hay que atender) las instancias activas de la consciencia (como la afectividad, la voluntad, el deseo, etc.) (...)
8 páginas de buen formato pdf
se puede descargar desde el enlace:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
texto de João Vasco Fagundes
traducción del portugués para red Roja: José Mª Fdez. Criado
presentado al “III Encontro “Civilizaçao o Barbarie” Serpa (Portugal), noviembre de 2010
Dice Marx en la undécima de las “Tesis sobre Feuerbach”, escritas en 1845, que “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Escoger, para introducir una intervención sobre el alcance de la teoría, este filosofema acerca de la centralidad de la praxis, no deja de sonar a los oídos más propensos al pensamiento formal abstracto, como una contradicción insoportable, como un retorcido absurdo, como pura sofística; en fin, como un pretencioso lance retórico de una eficacia decididamente abocada al fracaso. Y sin embargo… es la misma realidad, desarrollándose a partir y a través de contradicciones, la que se encarga de exigirnos un abordaje concreto, dialéctico, de los problemas. En realidad, al contrario de lo que muchos piensan, de lo que muchos escriben y de lo que tantos papagayos parlotean acríticamente y de oídas, esta undécima tesis sobre Feuerbach, muy célebre ciertamente pero por desgracia muy poco entendida, poco estudiada, por ende muy poco meditada y, a partir de una interpretación radical del adverbio “sin embargo”, distorsionada , no aboga de ninguna manera por un pragmatismo ciego y estrecho, del que careciera –tanto en términos propiamente críticos como en lo que respecta a sus repercusiones prácticas – la teoría. Lo que en ella late es una nueva comprensión de la práctica (y por ello, concomitantemente, de la teoría y la relación entre ambas), una base filosófica nueva para interpretar (y transformar) el mundo. Un vuelco pionero, en términos ontológicos, de la larga tradición milenaria del pensamiento occidental que, desde siempre y hasta hoy, había contemplado la conciencia como la creadora absoluta de lo real, su demiurgo. Por eso la práctica estaba vista de forma rebajada, como alienación o excrecencia de la consciencia. La práctica se hacía depender, era derivada, como una segunda instancia, del pensar. Por vez primera, con el nuevo materialismo, el dialéctico, de Marx y de Engels, la práctica adquiere condición de dignidad: es la actividad material de transformación de lo real, ejercida por la humanidad socialmente organizada por medio del trabajo, de la aplicación de la técnica o de la lucha política. La práctica, en este sentido fuerte es la base de la vida concreta de la humanidad y es sobre ella, fundada en ella, donde cobran figura y función (incluso en términos de autonomía relativa que ciertamente tiene y a la que hay que atender) las instancias activas de la consciencia (como la afectividad, la voluntad, el deseo, etc.) (...)
8 páginas de buen formato pdf
se puede descargar desde el enlace:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Última edición por pedrocasca el Mar Mar 05, 2013 2:33 pm, editado 1 vez