Rusia interviene contra el ajuste chipriota de la UE
Por Jaime Ortega, militante de Iniciativa Comunista
Moscú estaría dispuesto a ampliar sus préstamos y asistencia a cambio de protección de las crecientes inversiones rusas en la isla. Crece el temor en la Troika por un posible intervencionismo ruso como alternativa de los países del sur de Europa para evitar el ajuste de la UE.
Según la agencia de prensa rusa RIA Novosti, Rusia y Chipre estarían por prorrogar un préstamo de 2500 millones de euros en concepto de ayuda urgente. Según adelantaron medios internacionales, los chipriotas también pretenden conseguir en Moscú otro crédito, de hasta 5.000 millones de euros, a cambio de activos en los bancos y el sector energético isleño. La Delegación del Ejecutivo grecochipriota que se encuentra en Moscú, encabezada por su ministro de Finanzas Michalis Sarris, quiere volver a Nicosia con un acuerdo de asistencia que permita sortear el duro ajuste de la Unión Europea.
Esto ocurre desde el día después de que el Parlamento de Chipre rechazara el día 19 por una amplia mayoría de votos, implantar una suerte de “corralito” o impuesto único a los depósitos bancarios, medida exigida al país isleño por el Eurogrupo como una de las condiciones para acceder al rescate por 10.000 millones de euros. Según estaba previsto, los ahorros de entre 20.000 y 100.000 euros se gravarían con una tasa del 6,75% y los superiores a este umbral, con una del 9,9%, mientras que los depósitos de menos de 20.000 euros se eximirían del gravamen.
Se trataba de un acto de expropiación contra los pequeños ahorristas, que fue rechazado incluso por el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, tachándola de “injusta, peligrosa y poco profesional” la polémica medida, que podría perjudicar los intereses de inversores rusos en Chipre. Según estimaciones de la prensa, los depósitos de empresas y particulares rusos en los bancos chipriotas suman entre 20.000 y 35.000 millones de euros.
El peligro de una “ostpolitik”* chipriota
En Bruselas hay un temor creciente a que su agresiva política contra los países “PIGS” (nombre que la ortodoxia económica ha puesto a los países dependientes del sur de Europa) derive en un acercamiento de estos a la órbita de la política exterior rusa, donde la prensa local ha especulado de un ofrecimiento de inversiones por parte de Gazprom, y donde el rechazo del partido de gobierno de Chipre al impuesto exigido por la UE habría sido la exigencia rusa previa para facilitar su plan de inversiones.
No es la primera vez que Rusia interviene en las cada vez mayores grietas que diferencian la Europa central de sus vecinos del sur continental. El peligro que supone un área de influencia rusa en el corazón del Mediterráneo para la UE se traduce en un previsible fin de un tradicional mercado importador de las manufacturas alemanas y francesas.
Si bien las pérdidas que pudieran tener los inversores rusos en Chipre producto de este ajuste no son determinantes, la intervención del propio Putin en contra del ajuste de la Troika y con capacidad de bloquear el margen de maniobra del Eurogrupo, se parece más a una decisión de sacar a la política exterior rusa de la escena off-shore y pasarla a una diplomacia de primer nivel.
Ante la decisión de congelamiento de los depósitos bancarios el 16 de marzo, Rusia respondió con un ofrecimiento de inversiones de Gazprom en el mar territorial grecochipriota a cambio del rechazo a la imposición de la troika. Chipre, a diferencia de países como España que rechazó en el pasado la asistencia rusa, ha respondido positivamente. Esto supone un mayor nivel de soberanía en materia de política exterior, un límite claro a la extorsión europea, y una posibilidad de contagio a su hermana mayor Grecia, que siempre ha tenido una actitud paternal con la comunidad grecochipriota desde los tiempos del panhelenismo o “enosis” del siglo XVIII. La intervención en esta crisis de la Iglesia Ortodoxa Chipriota, partidaria de esta unión con Grecia, y solidaria siempre con la Iglesia Ortodoxa Rusa, terminan de cerrar el círculo.
* Término que en Alemán significa “política hacia el Este”. Fue utilizado durante varios gobiernos socialdemócratas en la República Federal Alemana durante los años 70, cuando se intentó mejorar y consolidar las relaciones entre la Alemania Federal y la URSS.
Por Jaime Ortega, militante de Iniciativa Comunista
Moscú estaría dispuesto a ampliar sus préstamos y asistencia a cambio de protección de las crecientes inversiones rusas en la isla. Crece el temor en la Troika por un posible intervencionismo ruso como alternativa de los países del sur de Europa para evitar el ajuste de la UE.
Según la agencia de prensa rusa RIA Novosti, Rusia y Chipre estarían por prorrogar un préstamo de 2500 millones de euros en concepto de ayuda urgente. Según adelantaron medios internacionales, los chipriotas también pretenden conseguir en Moscú otro crédito, de hasta 5.000 millones de euros, a cambio de activos en los bancos y el sector energético isleño. La Delegación del Ejecutivo grecochipriota que se encuentra en Moscú, encabezada por su ministro de Finanzas Michalis Sarris, quiere volver a Nicosia con un acuerdo de asistencia que permita sortear el duro ajuste de la Unión Europea.
Esto ocurre desde el día después de que el Parlamento de Chipre rechazara el día 19 por una amplia mayoría de votos, implantar una suerte de “corralito” o impuesto único a los depósitos bancarios, medida exigida al país isleño por el Eurogrupo como una de las condiciones para acceder al rescate por 10.000 millones de euros. Según estaba previsto, los ahorros de entre 20.000 y 100.000 euros se gravarían con una tasa del 6,75% y los superiores a este umbral, con una del 9,9%, mientras que los depósitos de menos de 20.000 euros se eximirían del gravamen.
Se trataba de un acto de expropiación contra los pequeños ahorristas, que fue rechazado incluso por el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, tachándola de “injusta, peligrosa y poco profesional” la polémica medida, que podría perjudicar los intereses de inversores rusos en Chipre. Según estimaciones de la prensa, los depósitos de empresas y particulares rusos en los bancos chipriotas suman entre 20.000 y 35.000 millones de euros.
El peligro de una “ostpolitik”* chipriota
En Bruselas hay un temor creciente a que su agresiva política contra los países “PIGS” (nombre que la ortodoxia económica ha puesto a los países dependientes del sur de Europa) derive en un acercamiento de estos a la órbita de la política exterior rusa, donde la prensa local ha especulado de un ofrecimiento de inversiones por parte de Gazprom, y donde el rechazo del partido de gobierno de Chipre al impuesto exigido por la UE habría sido la exigencia rusa previa para facilitar su plan de inversiones.
No es la primera vez que Rusia interviene en las cada vez mayores grietas que diferencian la Europa central de sus vecinos del sur continental. El peligro que supone un área de influencia rusa en el corazón del Mediterráneo para la UE se traduce en un previsible fin de un tradicional mercado importador de las manufacturas alemanas y francesas.
Si bien las pérdidas que pudieran tener los inversores rusos en Chipre producto de este ajuste no son determinantes, la intervención del propio Putin en contra del ajuste de la Troika y con capacidad de bloquear el margen de maniobra del Eurogrupo, se parece más a una decisión de sacar a la política exterior rusa de la escena off-shore y pasarla a una diplomacia de primer nivel.
Ante la decisión de congelamiento de los depósitos bancarios el 16 de marzo, Rusia respondió con un ofrecimiento de inversiones de Gazprom en el mar territorial grecochipriota a cambio del rechazo a la imposición de la troika. Chipre, a diferencia de países como España que rechazó en el pasado la asistencia rusa, ha respondido positivamente. Esto supone un mayor nivel de soberanía en materia de política exterior, un límite claro a la extorsión europea, y una posibilidad de contagio a su hermana mayor Grecia, que siempre ha tenido una actitud paternal con la comunidad grecochipriota desde los tiempos del panhelenismo o “enosis” del siglo XVIII. La intervención en esta crisis de la Iglesia Ortodoxa Chipriota, partidaria de esta unión con Grecia, y solidaria siempre con la Iglesia Ortodoxa Rusa, terminan de cerrar el círculo.
* Término que en Alemán significa “política hacia el Este”. Fue utilizado durante varios gobiernos socialdemócratas en la República Federal Alemana durante los años 70, cuando se intentó mejorar y consolidar las relaciones entre la Alemania Federal y la URSS.