8º Congreso de los CJC, con motivo del aumento de la represión y en solidaridad con los presos políticos del Estado Español
Fuente
El capitalismo tiende a la reacción en todos sus ámbitos. A fin de regenerar la mermada tasa de ganancia, de un plumazo se borran del mapa todas las conquistas sociales pretéritas: contrarreformas laborales, privatizaciones de la educación y la sanidad son el pan de cada día de la clase obrera y los sectores populares. Esta oleada de reacción está directamente relacionada con el hecho de que, una manera dramática, el desarrollo de las fuerzas productivas ha entrado en contradicción con las relaciones de producción capitalistas.
El Estado español es una democracia burguesa, entendiendo ésta como la forma actual de cómo se ejerce la dictadura de la burguesía. Sin embargo, el proceso de reacción del capitalismo degrada esa máscara formal. Tan sólo así se puede entender el aumento de la represión de los últimos años, de la cual tenemos múltiples casos: el caso de Alfon, el caso de Bukaneros, la caza de brujas masiva en Catalunya tras la penúltima huelga general o el encarcelamiento de miembros de la AEP. Los CJC recientemente también hemos sufrido en nuestras carnes esta oleada de reacción, todos recordamos el caso de los tres catalanes o los cinco asturianos que fueron llevados a la Audiencia Nacional.
Desde hace años, multitud de proyectos políticos sufren la represión en España. En las mazmorras del Estado Español se pudren presos políticos de toda índole: antifascistas, anarquistas, comunistas o independentistas.
Ante esto, los CJC, en la línea del PCPE, defendemos la construcción de las bases del futuro ejército político obrero y popular que destruirá el capitalismo. En consecuencia los CJC apostamos por la lucha de masas:
- Participando en las reivindicaciones concretas;
- Dándoles la mejor formulación organizativa;
- Ligando cada reivindicación con nuestro proyecto estratégico: la construcción del socialismo-comunismo;
- Actuando en cada lucha concreta como vanguardia, poniéndonos a la cabeza de toda lucha económica, política e ideológica.
Si bien creemos que la lucha de masas es la única manera de acabar con el capitalismo, también es la única de sortear la creciente represión burguesa. Solo bajo el paraguas de las masas, bajo unión íntima y siendo reconocidos por ellas como luchadores ejemplares, el Estado burgués será incapaz de detener a los luchadores.
Por lo tanto, rechazamos aquellas concepciones militantes anarquizantes, donde la organización y el contenido de masa de las luchas que defendemos estén ausentes. La acción directa, la propaganda por el hecho y la acción individual terrorista es la peor forma de llevar a cabo nuestro objetivo estratégico y, a su vez, es como damos mayores facilidades para que el Estado reprima individualmente a nuestros militantes y destruya nuestro proyecto. Queremos que quede claro: el número de presos no es proporcional al daño que tal o cual organización haga a la burguesía.
Aún así, desde la completa independencia política y habiendo establecido nuestros propios plazos, los CJC queremos expresar el reconocimiento de todos los presos políticos del Estado español. Exigimos la amnistía total para ellos.
Como no podría ser de otra manera, los CJC participamos de manera activa en el ámbito de la solidaridad cuando la represión se da en el marco de las movilizaciones de masas y cuando esta solidaridad tiene un contenido de masas. Rechazamos, por tanto, una concepción de la solidaridad activa de tipo sectaria, carente de contenido de masas y al servicio de proyectos ajenos al nuestro y a las necesidades revolucionarias de la clase obrera y las capas populares.
El Estado español es una democracia burguesa, entendiendo ésta como la forma actual de cómo se ejerce la dictadura de la burguesía. Sin embargo, el proceso de reacción del capitalismo degrada esa máscara formal. Tan sólo así se puede entender el aumento de la represión de los últimos años, de la cual tenemos múltiples casos: el caso de Alfon, el caso de Bukaneros, la caza de brujas masiva en Catalunya tras la penúltima huelga general o el encarcelamiento de miembros de la AEP. Los CJC recientemente también hemos sufrido en nuestras carnes esta oleada de reacción, todos recordamos el caso de los tres catalanes o los cinco asturianos que fueron llevados a la Audiencia Nacional.
Desde hace años, multitud de proyectos políticos sufren la represión en España. En las mazmorras del Estado Español se pudren presos políticos de toda índole: antifascistas, anarquistas, comunistas o independentistas.
Ante esto, los CJC, en la línea del PCPE, defendemos la construcción de las bases del futuro ejército político obrero y popular que destruirá el capitalismo. En consecuencia los CJC apostamos por la lucha de masas:
- Participando en las reivindicaciones concretas;
- Dándoles la mejor formulación organizativa;
- Ligando cada reivindicación con nuestro proyecto estratégico: la construcción del socialismo-comunismo;
- Actuando en cada lucha concreta como vanguardia, poniéndonos a la cabeza de toda lucha económica, política e ideológica.
Si bien creemos que la lucha de masas es la única manera de acabar con el capitalismo, también es la única de sortear la creciente represión burguesa. Solo bajo el paraguas de las masas, bajo unión íntima y siendo reconocidos por ellas como luchadores ejemplares, el Estado burgués será incapaz de detener a los luchadores.
Por lo tanto, rechazamos aquellas concepciones militantes anarquizantes, donde la organización y el contenido de masa de las luchas que defendemos estén ausentes. La acción directa, la propaganda por el hecho y la acción individual terrorista es la peor forma de llevar a cabo nuestro objetivo estratégico y, a su vez, es como damos mayores facilidades para que el Estado reprima individualmente a nuestros militantes y destruya nuestro proyecto. Queremos que quede claro: el número de presos no es proporcional al daño que tal o cual organización haga a la burguesía.
Aún así, desde la completa independencia política y habiendo establecido nuestros propios plazos, los CJC queremos expresar el reconocimiento de todos los presos políticos del Estado español. Exigimos la amnistía total para ellos.
Como no podría ser de otra manera, los CJC participamos de manera activa en el ámbito de la solidaridad cuando la represión se da en el marco de las movilizaciones de masas y cuando esta solidaridad tiene un contenido de masas. Rechazamos, por tanto, una concepción de la solidaridad activa de tipo sectaria, carente de contenido de masas y al servicio de proyectos ajenos al nuestro y a las necesidades revolucionarias de la clase obrera y las capas populares.
¡Contra la tendencia a la reacción del capitalismo, respuesta obrera y popular!
¡Viva la lucha comunista!, ¡viva la lucha de la clase obrera!
¡Viva la lucha comunista!, ¡viva la lucha de la clase obrera!
Fuente