Lugar: Perímetro del Congreso de los Diputados.
Hora: Por determinar.
Duración: Indefinida (hasta la consecución de los objetivos).
Acción principal: Asedio y liberación definitiva del Congreso de los Diputados.
Acciones secundarias: Acciones libres de dispersión que afecten al poder establecido (siempre dentro del marco de los derechos humanos).
Objetivo: La caída del régimen (dimisión del gobierno, disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado), y la apertura de un proceso de transición hacia un nuevo modelo de organización política, económica y social, verdaderamente justo y solidario.
- Pregunta: ¿Quién compone la “Plataforma ¡En Pie!”?
- Respuesta: Somos activistas de diferentes ciudades, la mayoría provenimos de otros movimientos, donde sentíamos que no se estaba dando en la diana a la hora de definir la verdadera raíz del problema, y que teníamos la necesidad de posicionarnos ideológicamente, sin ambigüedades, y pasar a la acción en aras de esas ideas, avanzando hacia una forma más contundente y comprometida de lucha. Fue así como una noche, con la idea de promover una movilización contundente en el Congreso, surge un grupo inicial al que luego pusimos como nombre “Plataforma ¡En Pie!”.
- P: ¿Quién puede formar parte de vuestro grupo?
- R: Somos un grupo que funciona por afinidad y confianza. Para formar parte de ¡En Pie! solo hay que contar con la confianza del resto de miembros del grupo y suscribir nuestro Documento Base.
- P: ¿Por qué no un grupo abierto? ¿No os parece un poco excluyente?
- R: Creemos que la afinidad y confianza son imprescindibles para poder llevar a delante algo así. En los grupos abiertos se infiltra muy fácilmente policía, con lo que es imposible mantener el grado deseado de privacidad a la hora de debatir y decidir. También es muy fácil para el gobierno u otros grupos de poder infiltrar gente para reventar un colectivo y generar inmovilismo, lo hemos visto en otros movimientos y hemos aprendido de ello. También resultan mucho más operativos varios grupos pequeños que se apoyan entre sí para sacar adelante iniciativas sobre objetivos comunes, que poner de acuerdo a un grupo muy grande en el que, para alcanzar consensos, al final hay que rebajar tanto las expectativas, que los mínimos se convierten en “minimísimos”.
- P: ¿Cual es vuestra línea ideológica?
- R: Tenemos una línea ideológica definida que queda plasmada en nuestro Documento Base [https://plataformaenpie.wordpress.com/documento-base/]. Creemos que para lograr un cambio social es fundamental andar camino con un conjunto de ideas sólidas sobre la realidad presente y sobre la realidad deseable, el discurso de “ni izquierdas ni derechas, vamos juntos y sin ideologías” nos parece peligroso, pues dejar las ideas en casa es ir como pollo sin cabeza. Por ello hablamos sin complejos, nuestro posicionamiento se podría decir que es abajo y a la izquierda, pero cuando hablamos de izquierda lo hacemos en su sentido original, la izquierda social, con los valores que este concepto representa de justicia e igualdad, que no tiene nada que ver con aquello en lo que se han convertido los partidos que dicen llamarse de izquierdas.
- P: ¿Por qué no hacéis pública vuestra identidad? ¿No creéis que ello facilitaría más confianza y apoyo por parte de la gente a las acciones que proponéis?
- R: Somos gente común y corriente, sin aspiraciones de poder. Consideramos que mostrar nuestra cara o nuestra identidad personal en este caso es irrelevante, pues aunque demos nuestra foto, nuestro nombre y nuestro DNI, no daría ni quitaría confianza, pues no somos personas conocidas, y nadie sabría si podríamos ser títeres movidos por alguien en la sombra. Lo relevante es nuestra identidad como grupo, las ideas que promovemos, y en este sentido, hablamos con toda la claridad y la contundencia sin esconder nada, somos las ideas que promovemos y lo que estamos dispuestos a hacer por esas ideas, eso es lo que somos. A parte de eso, el mantener privada nuestra identidad personal dificulta el seguimiento que puedan estar haciendo las fuerzas de seguridad, y el eventual boicot que pudieran hacer, lo cual hace más fácil para nosotros el trabajo diario.
- P: En general, usáis un lenguaje que alguna gente considera bastante agresivo. ¿No creéis que así asustáis a la gente?
- R: Vivimos en un sistema totalmente viciado en el que el cinismo y la hipocresía son signo de buena educación, y en el que causar muertes con unas políticas atroces no resulta violento, y en cambio denunciarlo y hablar con claridad de todo ello resulta “bastante agresivo”.
En todo caso, no pensamos que el lenguaje que empleamos sea agresivo, es el lenguaje que en nuestra opinión se ajusta a la situación que estamos viviendo, y a la necesidad que percibimos de despertar la chispa luchadora en las personas que, como nosotros, están padeciendo en sus carnes las consecuencias de esta situación tan aberrante que estamos viviendo, pues cuando las personas están eligiendo quemarse a lo bonzo en vez de quemar el banco que les quita su casa, significa que el espíritu de lucha está un poco apagado, y desde luego si queremos llegar a una solución real, es imprescindible despertar ese espíritu y recuperar la dignidad.
- P: No notificáis a la delegación del gobierno las movilizaciones que proponéis. ¿Por qué?
- R: No las vamos a notificar porque sería una incongruencia pedir permiso a una autoridad que no legitimamos. Nuestras acciones no son para pedir que “ellos” hagan esto, o hagan lo otro, si no para destituirles del poder, por tanto no tiene ningún sentido aspirar a contar con su aprobación.
- P: No todo han sido flores, de vosotros se ha dicho de todo, desde que erais unos golpistas hasta que sois de extrema derecha, que sois violentos… ¿qué os impulsa a seguir adelante?
- R: Bueno, eso pasó en un principio, pero fue una farsa totalmente orquestada por el poder en el que picaron de forma muy ingenua algunos colectivos ya demasiado controlados.
En un momento en el que el movimiento social estaba un poco en un punto muerto, sin saber qué dirección tomar, surge un planteamiento de acción desestabilizador para el régimen, y una de las estrategias para intentar frenarlo fue lanzar todo tipo de rumores sin fundamento, para crear una opinión determinada sobre la convocatoria y frenarla. Pero digamos que ese tiro salió por la culata y con ello lo único que consiguieron fue crear más expectativas y darle publicidad a la acción.
De todas formas, para cualquier persona con un mínimo de cultura política que lea nuestro texto base, es evidente que esas acusaciones carecen de fundamento. Y por supuesto no tienen ningún efecto sobre nuestra voluntad de seguir.
Respecto a lo que nos impulsa a seguir adelante, pues es exactamente lo mismo que nos impulsó a iniciar este camino, la sed de justicia y libertad. En esta plataforma encontramos una vía para conseguir esos objetivos, creemos firmemente en nuestro ideario y en las acciones que promovemos. Cada persona es activista en el lugar que elige, donde está convencido que puede aportar algo. En nuestro caso es esta plataforma.
- P: ¿No pensáis que de alguna manera tenemos que asumir nuestra parte de culpa en las circunstancias que estamos viviendo? ¿No hemos vivido un poco por encima de nuestras posibilidades?
- R: A esa pregunta tan típica daremos la típica respuesta de que en realidad “ellos” son los que han vivido por encima de nuestras posibilidades, robándonos por encima de nuestras posibilidades. Lo único de lo que tenemos culpa es de habernos confiado y haber delegado nuestra responsabilidad sobre las decisiones que afectan a nuestras vidas. En un modelo construido de arriba a abajo, las responsabilidades también se depuran de arriba a abajo.
- P: En vuestras publicaciones siempre hay un “nosotros” en un bando y un “ellos”, ¿quiénes son exactamente “ellos”?
- R: “Ellos” son la oligarquía de poder tiránico que nos oprime a los de abajo, y que en España se configura en forma del régimen antidemocrático bajo cuyo yugo vivimos. Este régimen se encarna en entidades e instituciones específicas que sirven a esa oligarquía de poder, al frente de las cuales hay personas concretas con nombre y apellidos, a quienes exigimos cuentas, y que son los responsables directos ante el pueblo.
- P: Entonces, cuando habláis de lucha, ¿el enemigo a batir son esas personas e instituciones?
- R: El enemigo a batir es el sistema capitalista y patriarcal que en España se configura en este régimen. Al hablar de “ellos”, nos referimos a aquellos que representan al sistema, ya sean personas o instituciones, por tanto, no es que sean el enemigo, pero lo representan, lo defienden y se benefician de él, por esa razón ponemos el foco en “ellos”, pues son la cara visible de ese ente invisible que es “el sistema”. No se puede ir contra un enemigo invisible, hay que ponerle cara. Por eso, para ser más concretos, nosotros ponemos el foco en el poder político representado en las Cortes y en la Jefatura del Estado, que son quienes dan cuerpo al régimen y organizan el resto de instituciones al servicio del capital, siendo el eslabón directo entre las personas y la oligarquía de poder.
- P: ¿Cual es vuestra relación con los medios de comunicación?
- R: La relación con los medios siempre es un capítulo difícil. Valoramos el trabajo de los periodistas y reporteros que trabajan a pie de calle jugándose el tipo por informar de lo que está pasando, y respetamos a los medios que realmente son independientes y críticos con el sistema, que desgraciadamente son pocos. Pero denostamos a los “mass media” con sus contertulios todólogos, que son propiedad e instrumento del poder, utilizándolos para manipular la realidad y crear opinión, y entre estos medios incluimos a los que son supuestamente críticos como La Sexta o Público, pues aunque hipotéticamente son críticos, no dejan de ser una parte más del sistema con sus propios intereses, y estamos muy descontentos del tratamiento que hicieron de la acción del 25S, desdibujando las verdaderas reivindicaciones y llevándolo al terreno en el que creen que pueden sacar más provecho, al de la disidencia controlada. Por eso, aunque entendemos que los medios de masas pueden ser útiles para llegar a más gente, nuestra opción ha sido siempre atender prioritariamente a los medios minoritarios e independientes, y crear nuestros propios canales de difusión como es por ejemplo este cuestionario. En su momento, hicimos alguna entrevista con medios como El País, valorando el hecho de llegar a más gente, y nos quedamos muy a disgusto con el resultado, pues nuestras palabras fueron totalmente tergiversadas. En los grandes medios las entrevistas gráficas suelen ser completamente manipuladas, no reflejándose en el resultado lo que has querido transmitir, y en las que son en directo todo es muy superficial, se exigen respuestas muy rápidas a preguntas muy complejas, que si se responden en dos líneas resultan insustanciales. Lo que nos interesa de verdad es poder exponer ideas sobre las que reflexionar y abrir debate en la sociedad.
La financiación
- P: ¿Cómo os financiáis?
- R: Hasta el 25S nos financiamos con nuestros escasos recursos, poniendo dinero de nuestro bolsillo para poder reunirnos y cubrir los gastos que ello ocasionaba. A partir del 25S, se abrió una cuenta en la que algunas personas hicieron su aportación, y al llegar a la cantidad de 2.013,50€ cerramos las aportaciones. El dinero recaudado se empleó para cubrir los gastos judiciales relacionados con la denuncia que interpusimos contra la Delegada del Gobierno, y los derivados de las imputaciones por delito contra las altas instituciones, así como para poder reunirnos y para recuperar parte de los gastos previos al 25S.
Sobre el 25S
- P: Como iniciadores del movimiento social 25S, ¿qué creéis que habéis venido a aportar? ¿Qué diferencia este movimiento de otros?
- R: Principalmente el carácter rupturista. Este movimiento no propone algunas reformas que nos permitan volver al estado anterior a la crisis, y que estas reformas las acometan quienes hoy ostentan el poder, sino una ruptura total con el régimen vigente. El 25S pone el foco en el verdadero problema que tenemos en España, que es vivir bajo un régimen ilegítimo instalado en el 78, que no es una democracia como nos quieren hacer creer, y abre el debate sobre la necesidad de iniciar un proceso de transición transparente y democrático hacia una organización social donde el poder resida verdaderamente en el pueblo.
También creemos que hemos dado un mensaje claro, llamando a las cosas por su nombre, diferenciándonos de movimientos que se quedan tibios para ser falsamente inclusivos.
Por otro lado, pensamos que se han roto algunos mitos respecto a conceptos como violencia o vandalismo, y que el 25S hubo un cambio importante en la actitud de la gente, ya que en alguna medida se dejó de actuar de forma “obediente”, y en algunos casos se hizo frente a la policía ejerciendo la legítima defensa, paso que consideramos importante para que la protesta social sea una verdadera herramienta de presión y por tanto sea efectiva.
- P: Cuando convocasteis al 25S se os reprochó que no hubierais consultado antes con expertos y consensuado con el resto de movimientos sociales la acción y sus detalles. ¿Por qué lo hicisteis de este modo?
- R: De haberlo expuesto a los “expertos” o a los colectivos ya constituidos antes que a nuestros iguales, la gente común, seguramente la convocatoria nunca hubiera salido a la luz. Bajo nuestro punto de vista, los expertos, e incluso algunos movimientos sociales, se han alejado de la necesidad real de la gente común, y erigiéndose en autoridades que deciden cuando es el momento de iniciar la revolución o si estamos preparados o no, y conociendo un poco el percal, tenemos claro que para un catedrático de vida acomodada el momento de teorizar sobre la revolución es siempre, pero el momento de hacerla es nunca. Creemos que uno de los grandes problemas de algunos movimientos sociales o colectivos, es el temor a posicionarse en determinados aspectos polémicos, o a convocar acciones que vayan un paso más allá de las realizadas hasta ahora, por miedo al rechazo por parte del resto de la sociedad. Si tememos avanzar hacia posiciones que consideramos más justas por miedo al rechazo de los demás, entonces nunca daremos ese paso inicial, ya que todos esperaremos a que otro lo dé.
Los expertos o los colectivos muy asentados pueden tener un papel importante en esta lucha, pero no será el de iniciadores de la revolución, la revolución se inicia abajo, una vez en marcha ellos pueden aportar mucho.
Por todo ello, nuestra apuesta fue sacarlo directamente a las redes sociales y ver qué respuesta tenía en las personas individuales, si el llamamiento despertaba interés es que la gente estaba preparada para dar un paso en esa dirección, la acción saldría adelante, de lo contrario, entenderíamos que nos habíamos equivocado y la acción se quedaría en nada.
- P: En relación al 25S, la actual delegada del gobierno Cristina Cifuentes dijo que erais unos golpistas, ¿qué tenéis que decir a esto?
- R: Un pueblo no da un golpe de estado, un pueblo hace un levantamiento popular o una rebelión. Llamarnos golpistas es un error dialéctico grave y forma parte del lenguaje criminatorio hacia las protestas sociales.
En todo caso, por seguir la broma le diríamos a la Cifuentes que este Estado necesita un cambio muy de golpe… y que es un honor que alguien como ella nos considere golpistas, nos daría algo si nos despertamos una mañana y un personaje como Cifuentes aprobara lo que hacemos.
De todas formas, a estas alturas pensamos que la mayoría tenemos claro quiénes son los golpistas en esta historia.
- P: ¿Dónde estabais el 25S? ¿Por qué no distéis la cara?
- R: Por supuesto estábamos allí, entre la gente, en Neptuno, Sol, luego en Atocha… participando de la acción en primera línea, difundiendo y analizando los acontecimientos, hasta la madrugada, hasta que ya no quedó nadie.
No nos hicimos ver porque no era ese nuestro planteamiento de acción. Nosotros no queremos jugar el roll de pastores que guían a un rebaño y dan instrucciones, si no el de quien hace un planteamiento ideológico, con unos objetivos claros, para que cada quien los haga suyos si así lo desea, y propone fecha y hora para ir a por ellos como pueblo, como conjunto. A partir de ahí, decidimos con nuestro comportamiento individual y todos somos responsables en la misma medida de lo que pase o de lo que no pase, por el hecho de participar y constituirnos en una inteligencia colectiva.
- P: Pero sí hubo gente que llevaba megáfono y hablaba como convocantes…
- R: Sí, pero no eran personas de la Plataforma ¡En Pie!, de hecho hemos recibido quejas de gente que se sintió engañada, pues en el llamamiento se planteaba un marco de respeto por las diferentes formas de lucha, y luego, una vez allí, se sintieron inhibidos y dirigidos por quienes se erigían en organizadores y convocantes. En realidad, queremos dejar claro que eran suplantadores, que como convocantes nunca ha sido nuestra intención frenar ningún tipo de acción de legítima defensa. No obstante, no podemos controlar qué grupos o personas individuales creen confusión diciendo que son promotores del 25S e incluso vayan a grandes medios como representantes iniciadores, tergiversando la propuesta y con un ideario que dista mucho del original. Para tener información veraz, la mejor manera es seguir nuestros canales de difusión, pues es el medio a través del cual nos comunicamos.
- P: Algunas personas que se ilusionaron con el 25S pueden haberse quedado defraudadas/deshinchadas al no conseguirse los objetivos y no apoyar esta convocatoria, ¿qué tenéis que decirle a alguien que está en esta situación?
- R: No es fácil lograr un cambio social después de décadas de adoctrinamiento y domesticación de la sociedad, la fuerza mediática la tienen los poderosos. Estamos proponiendo romper con los privilegios de una clase que ha echado raíces profundas durante muchos años, se defenderán como ratas acorraladas hasta su último aliento, por eso hay que continuar con la lucha. El sistema está tejido desde arriba, sacarán todas sus fuerzas, pero la fuerza colectiva es mucho mayor si tenemos la convicción de que podemos y debemos actuar. No debemos deshincharnos. Nos tomamos el 25S como un aprendizaje, como un posible principio del fin del régimen. Ahora toca ir más lejos, con más contundencia, hasta el final.
Sobre el 25A
- P: El 25A volvéis al Congreso, ¿no creéis que la acción ya está quemada? ¿No sería más adecuado buscar algo nuevo con lo que sorprender?
- R: Es cierto que después del 25S se desdibujó un poco el espíritu original con varias convocatorias estériles bajo el nombre del 25S, pero que estaban totalmente vacías de contenido, y eso hace que sea más difícil recuperar la chispa inicial, pero hemos analizado detenidamente esta cuestión, hemos sopesado otras posibilidades, y finalmente llegamos a la conclusión de que el Congreso sigue siendo el lugar.
Estratégicamente, el Congreso en este momento representa a la Constitución del 78, es el símbolo de esta farsa de democracia, es el espacio de toma de decisiones sobre nuestras vidas y donde están aquellos que han traicionado nuestra confianza, aunque en estos momentos no sean más que títeres que obedecen intereses de otros poderes, ante el pueblo ellos son los responsables directos.
A parte de eso, tácticamente es más viable y más interesante que otros espacios representativos del régimen, como podría ser por ejemplo la Zarzuela.
Por todo ello, pensamos que merece la pena el esfuerzo de reactivar el espíritu original del 25S.
- P: ¿Por qué “Asedia el Congreso”?
- R: Asediar es el término que en rigor más se ajusta a la propuesta que hacemos, pues significa rodear, sitiar o cercar un lugar para impedir que salgan los que están en él, con el fin de despojarles del poder, que es exactamente lo que proponemos.
- P: ¿No pensáis que llamar a la convocatoria “Asedia el Congreso” puede hacer que la gente no se anime a asistir por miedo?
- R: Sí, hay mucho miedo, pero somos claros y no queremos que nadie vaya engañado, preferimos que sepa a qué vamos. El miedo debe perderse, preferimos menos sin miedos que un millón paseando. Esas manifestaciones, que son muy respetables, son asumidas por el régimen. A parte de eso, creemos que a estas alturas empieza a haber mucha gente con nada que perder, que por no tener ya no tiene ni miedo, y esa gente necesita un espacio-tiempo en el que poder expresar su rabia, y con el amparo, la comprensión y la solidaridad del resto de asistentes.
- P: ¿Pero realmente es necesario el Asedio? La democracia tiene sus propios mecanismos para mostrar el descontento y participar de las decisiones.
- R: ¿Es una broma…? Este es uno de tantos mitos que de tanto repetirse pareciera que se fuera a convertir en verdad, cuando aquí la única verdad es que para empezar esto no es democracia, que ha sido una farsa desde su origen, que ahora mismo, por los cauces legales no tenemos absolutamente ningún poder, que las reglas de este juego las ponen “ellos”, y que esos mecanismos de los que hablan están diseñados con el único fin de que no sirvan para nada, bueno, sí, para hacernos perder tiempo y esperanzas entretenidos en recoger firmas, o hacer propuestas que nunca van a escuchar, a menos claro, que les interese. Y no, votar antes de obedecer no es ni será democracia. Desde luego, no solo es necesario un Asedio, sino que además es urgente.
- P: El 25A cae en jueves. ¿Por qué en jueves y no en fin de semana, cuando más gente puede ir?
- R: Al igual que el 25S, el 25A es día de pleno, por tanto los diputados estarán en el Congreso, que es lo que queremos, no tiene sentido movilizarse en sábado ante un Congreso vacío. Por otro lado, la acción se plantea como indefinida hasta alcanzar los objetivos, así que lo deseable es resistir hasta el fin de semana y que el fin de semana se sume más gente.
- P: Dada la agresividad de las fuerzas de seguridad, como convocantes, ¿os sentís responsables de los heridos que pueda haber el 25A?
- R: Los heridos pueden existir en cualquier manifestación, tenemos ejemplos de ello, muchas personas han sido agredidas y apaleadas ejerciendo su derecho de protesta ante las injusticias, en acciones que cumplían todos los requisitos que el sistema exige, y sin embargo, el Estado manda igualmente a sus perros de presa a reprimir, por lo que ellos son en última instancia los únicos responsables de los heridos.
En todo caso, cada persona debe asumir conscientemente los riesgos que implica asistir a una movilización de este tipo, no es una fiesta, es un acto de desafío al poder, por ello, como convocantes, creemos que es una acción solo para adultos.
- P: ¿Cual es vuestra relación actual con la Coordinadora 25S? ¿Se suman a la convocatoria?
- R: No tenemos ninguna relación con ese colectivo. Somos totalmente autónomos como lo fuimos desde un principio. Ellos surgieron al calor de la fuerza imparable que se desató cuando lanzamos la convocatoria “Ocupa el Congreso”, pero no respetaron el espíritu inicial y no supieron encontrar su lugar dentro de ese movimiento. No sabemos si se sumarán o no al 25A, pero en caso de que lo hagan esperamos que esta vez sea desde el respeto.
Pacifismo versus violencia
- P: Con la violencia llevamos las de perder…
- R: Seguramente, pero con el pacifismo como se puede ver también estamos llevando las de perder. Está claro que en este sistema, donde ellos ponen las reglas, las personas comunes llevamos las de perder siempre, hagamos lo que hagamos, así que quizá la cuestión no es si pacifismo o violencia, si no que la estrategia pueda ser convertirnos en una masa enfurecida y dispuesta a todo. Nuestra fortaleza puede estar en el binomio cantidad+actitud adecuada, obviamente ellos son fuertes, pero son minoría, nosotros somos muchos pero hasta ahora la actitud no es lo suficientemente contundente, pocas personas con mucha fuerza tienen pocas posibilidades de conseguir algo, pero muchas personas mansas y obedientes tampoco parece probable que lleguen muy lejos. En cambio, una masa enfurecida tiene todo el poder para cambiar las cosas, al menos para ser el acicate.
- P: Decís que sois pacíficos pero no pacifistas, pero hablando claro, ¿apoyáis la violencia como herramienta de lucha?
- R: Apoyamos la legítima defensa, y la defensa activa que es muy diferente.
Nos parece directamente una estrategia de manipulación el simple hecho de plantearse que el pueblo pueda ser violento, cuando la violencia entre oprimido y opresor obviamente la ejerce siempre el opresor, que es quien tiene los medios, y es precisamente su condición violenta quien le otorga el poder y la cualidad de opresor.
La violencia no es una definición de la RAE. Lo que es o no violento lo marca el estado, el sistema, y la situación. Se identifica como violencia solo la ejercida contra la resistencia a la autoridad, sin embargo, no se acusa de violencia al sistema, que día a día nos ofrece un amplio abanico de agresiones, desde las más perniciosas a través de políticas que provocan desahucios, paro, pérdida de libertades, hasta la violencia directamente ejercida por sus fuerzas represoras.
Nos ofende que se nos pregunte si la convocatoria es pacífica o violenta, pues esa pregunta hay que hacérsela a los violentos que son ellos, ellos son quienes deciden cuándo una convocatoria es pacífica o violenta. La naturaleza del pueblo es pacífica, y ante un ataque violento por parte del opresor como el que estamos viviendo, toda respuesta es legítima defensa.
- P: Ejercer la legítima defensa o defensa activa, ¿no es una forma de provocar o dar excusas para una represión más violenta todavía?
- R: NUNCA hay excusa para la represión violenta de un pueblo que clama justicia. Cuando el pueblo se manifiesta cientos de veces y no es oído, y encima es reprimido incluso solo por manifestarse, únicamente queda ejercer la legítima defensa ante los atropellos del poder tiránico.
- P: ¿Qué pensáis de la gente que asiste con la cara tapada a las manifestaciones?
- R: Consideramos que es perfectamente legítimo que algunas personas decidan ir con la cara tapada cuando se enfrentan a unos cuerpos de seguridad tremendamente agresivos y no identificados. Es una táctica defensiva y una opción personal que respetamos, al igual que respetamos a la gente que decide llevar la cara descubierta. Y por eso queremos dejar claro que alguien que va con la cara tapada no es necesariamente un infiltrado policial.
- P: ¿Y de los famosos Black Blocks?
- R: Los bloques negros defensivos son una táctica que se emplea en manifestaciones donde gente que está dispuesta a ejercer la defensa activa, se identifican vistiendo con ropa oscura y tapándose la cara. Nos parece lógico que en un momento donde la represión es tan violenta, algunas personas decidan organizarse para defenderse y defender al resto de manifestantes. No se puede pedir a la gente que no se defienda.
- P: Por las redes sociales circulan vídeos donde se ven policías infiltrados entre los manifestantes, que tienen conductas violentas con las que, al parecer, persiguen justificar las cargas policiales. ¿Qué tenéis que decir sobre esto?
Siempre han existido los infiltrados, es una táctica empleada por la policía para criminalizar todas las protestas. Lo que suelen hacer es mostrar comportamientos muy agresivos e injustificados, por ejemplo, quemar el coche de un trabajador, o romper el escaparate de una tienda pequeña. De este modo, con la participación de los medios a continuación, que repiten una y otra vez las imágenes, hacen de ese hecho anecdótico la noticia, dando a entender que los manifestantes son vándalos que queman pequeños negocios y coches de trabajadores, cuando un manifestante concienciado jamás haría eso. Cuando atacan algún inmueble siempre es de un banco o una multinacional, lo que convierte la acción en una acción política y no vandálica. Por eso es importante detectar a los infiltrados, pero sin caer en la criminalización, pues no todo el mundo que decide ejercer la acción directa es un infiltrado.
- P: Por vuestras respuestas se deduce que no tenéis en alta estima a los cuerpos de seguridad…
- R: La verdad es que no, están actuando al servicio del poder y en contra del pueblo, mientras sea así representan al enemigo. Usan todo tipo de tácticas deplorables, van sin identificar, interrogan a los detenidos con pasamontañas para ocultar su identidad, esconden drogas en las mochilas de los manifestantes para incriminarlos, pegan, van a las puertas de los hospitales a intimidar a aquellos a los que han agredido para que no denuncien… Se están convirtiendo en una lacra social. De todas formas, no queremos centrar la atención en ellos, pues no son más que herramientas del poder. Realmente vamos a por sus amos, ellos son un mero obstáculo entre el pueblo y los verdaderos tiranos.
La transición
- P: Uno de los recelos de la gente a la hora de apoyar esta convocatoria es el miedo al vacío de poder, al día después, ¿cómo tenéis prevista esa situación? ¿Cuál sería vuestro papel?
- R: Evidentemente será un momento delicado, pero no por ello podemos renunciar a la posibilidad de un cambio en la realidad social actual conformándonos con lo “malo conocido, en lugar de lo bueno por conocer”, solo por no afrontar los riesgos del cambio. La situación es insostenible y el cambo es obligado, así que en este escenario, lo mejor que podemos hacer es poner todo de nuestra parte para, primero, forzar la caída del régimen actual, y acto seguido, exigir y participar en un proceso de transición transparente y democrático. En ese sentido, estamos en contacto con expertos constitucionalistas para conocer y dar a conocer posibles modelos de proceso de transición, y establecer un feedback entre la gente y los expertos, de tal modo que estos últimos puedan responder las dudas que se susciten en la población en este sentido. Pronto sacaremos información a este respecto.
De todos modos, dado que esto es algo que afecta a todas las personas, también es responsabilidad de todas las personas velar para que el proceso de transición se dé en las condiciones deseables, tanto participando de ese proceso, ya sea de forma directa o a través de su participación en los colectivos que conforman los distintos agentes sociales, como no dando por válido nada que no sea verdaderamente democrático. Nosotros no podemos ni debemos ejercer esa responsabilidad, no tenemos ni capacidad, ni legitimidad para ello, pero sí podemos aportar nuestro grano de arena proponiendo una acción de palanca que pueda impulsar ese proceso. De hecho, poner el debate sobre la mesa es parte de ese impulso. Hay gente muy preparada que está desde hace años trabajando el tema. No hay que quedarse en la teoría, hay que pasar a imaginarse ese momento y prepararse, porque el momento de la transición puede estar muy cerca, más cerca de lo que nos pensamos.
Para terminar
- P: ¿Cuál es el hándicap que tenemos como sociedad para alcanzar la victoria?
- R: El miedo, el adoctrinamiento en la obediencia debida, la sumisión y el egoísmo. Con valor, generosidad y rebeldía, sin duda podemos dar un vuelco a esta situación.
No hay espacio para posturas tibias, es el momento de posicionarse, para dejar claro de qué lado se está, o se está con el pueblo o se está con el poder.
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