Ciego el que no quiere ver
por: Eliana Gilet
IV Marcha en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales
Su organización por fuera de ámbitos partidarios, su aroma a federación, en la que los grupos coordinan acciones pero a su vez mantienen su capacidad de acción local, y la heterogeneidad de sus integrantes delinea un fenómeno más significativo que el que auguran los modestos afiches pegados en los muros de la ciudad.
La cita es a las cinco de la tarde en el Obelisco. Si la tendencia sigue como viene, la de hoy va a ser aun más grande que la tercera. Ya son más de 40 colectivos de todo el país los que están detrás. El grueso fue surgiendo en los últimos tres años a partir de la resistencia a la instalación de la minería metalífera a cielo abierto en el país.
En agosto del año pasado, a instancias del grupo de Tacuarembó,* el movimiento se consolidó en la conformación de la Asamblea Nacional Permanente en Defensa de los Bienes Naturales. En octubre fue la tercera marcha a Montevideo. “Funcionábamos con un equipo de coordinación con representantes de los colectivos, que iba reuniéndose para planear acciones. Desde la tercera marcha, esa instancia quedó instalada”, comenta Ana, integrante de la Confederación de Pueblos Costeros. La asamblea, desde entonces en sesión permanente, se mantuvo alerta a los movimientos del Parlamento. No es casual que esta cuarta marcha suceda mientras la discusión del proyecto de megaminería aún está abierta en el Senado.
“Aratirí es el buque insignia, el caso paradigmático de un proyecto extractivo que surge de arriba para abajo, impuesto a las comunidades, sin criterios de sustentabilidad ambiental ni social”, explican. No es menor el hecho de que las comunidades se sientan por fuera de las decisiones; es más, ese parecería ser el hilo invisible que va uniendo voluntades tan diversas: la firme determinación de defender la forma en que viven, frente a la imposición de un modelo al que no le ven rédito por ningún lado.
Génesis. En San José la preocupación llegó de la mano de los pedidos de prospección. “Hace cerca de un año los pedidos empezaron a llover en el departamento. Eso fue generando alarma en muchos productores”, relata Reinaldo, integrante de la gremial agropecuaria lechera de San José. Así, distintas gremiales empezaron a movilizarse para presentar recursos ante la Dinamige.
Una situación similar se está viviendo ahora en Tacuarembó, donde el grupo está alerta ante el pedido para hacer prospecciones en 83 padrones de la séptima sección catastral, en la zona de Ansina. Relatan que cuando una empresa minera hace una solicitud de prospección a la Dinamige, está obligada a publicar ese pedido tres veces consecutivas en un diario de circulación local. En este caso fue publicado en Batoví. A partir de entonces empieza a correr un plazo de diez días hábiles para que los productores cuyos predios fueron señalados, en caso de estar en desacuerdo, presenten un recurso administrativo ante la dirección. “Si la persona no se enteró y pasan los diez días, la Dinamige puede otorgar el pedido de exploración a la empresa”, relatan los norteños. “Entonces, el procedimiento usual es que concurra un escribano con un par de testigos al predio en cuestión y deje un cedulón en la portera, porque no necesariamente deben entregárselo en mano al productor.” A partir de ese momento se abre otro plazo de diez días corridos en el que los productores pueden recusar el pedido, pero como ya fue otorgado el permiso, deben hacerlo ante la justicia. Una de las abogadas que integran el grupo está asesorando a aquellos productores contrarios a las prospecciones. “Para decirlo en cristiano, son dos chances que el productor tiene para oponerse a que le entren al campo. Si perdió esas dos chances, ya no hay más tutía.”
Los de San José no tuvieron suerte: la Dinamige se expidió a favor de las mineras. “No quedamos muy conformes con eso, porque la abogada de la Dinamige entendía que la actividad de prospección minera no estaba contemplada dentro de lo que es una actividad minera, y sí dentro de una actividad geológica, y nosotros entendíamos que según el Código de Minería el primer título minero que se otorga es el de prospección y por lo tanto es actividad minera.”
Por lo tanto la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez, la Asociación de Productores Lecheros, la Asociación de Queseros Artesanales y la Asociación Rural de San José, así como la Unión de Queseros Artesanales Familiares, empezaron a organizarse para discutir el tema, preocupados por el desplazamiento de productores que la minería pueda generar.
A principios de enero de este año la Junta de ese departamento votó por unanimidad la restricción de las actividades mineras en el departamento. “Es una palabra que no dice mucho, pero marca un antes y un después, que todos los ediles, incluidos los del Frente Amplio, hayan manifestado su preocupación al respecto”, afirman desde el oeste.
A la vez esas organizaciones se sumaron al movimiento. “Es difícil coordinar acciones, a veces, bajar a tierra las ideas y organizarse, pero se ha logrado establecer un objetivo común”, aseguró Reinaldo, quien entiende que la adhesión a las marchas expresa un fenómeno de peso: “Lo más llamativo es la cantidad y diversidad de facciones, no sólo ruralistas, no sólo gente de la costa, y eso es algo que debería preocupar al poder político, a ver si están haciendo bien las cosas con respecto a este tipo de desarrollo”.
Ana, por su parte, relata el periplo de la organización de los pueblos costeros, cuyo momento fundacional fue el 16 de julio de 2011 en un encuentro en La Paloma, preocupados por los proyectos de instalación del puerto de aguas profundas y el puerto maderero en ese balneario. “A partir de entonces, por primera vez en décadas, las comunidades costeras nos pusimos a trabajar en torno a un problema común. En años anteriores, ante distintas obras realizadas en la faja costera, nunca había habido una unificación de la lucha, siempre era la comunidad afectada la que se movilizaba, y el resto no porque no le afectaba el problema del otro.” La confederación creció y hoy, además de los pueblos de Rocha, se han sumado otros de Maldonado, Canelones y de las comunidades costeras del oeste de Montevideo, las cuales empezaron a organizarse ante el proyecto de instalación de un puerto multipropósito en Puntas de Sayago. “Tres puertos inmensos que modifican toda nuestra costa y que nos van a traer impactos sociales, económicos, culturales para las comunidades”, apunta Ana.
Es que bajo el paraguas que abrió la organización de los colectivos contra la instalación minera se fueron sumando otros que tienen al ambiente como preocupación central. Así esta cuarta marcha sumó también a los colectivos preocupados por la posible contaminación de los cursos de agua, como es el caso del grupo de vecinos de Laguna del Cisne. **
“De a poco, en este proceso que lleva más de tres años, fuimos descubriendo entre todos, en una instancia de crecimiento, que había una agenda ambiental y que había bienes naturales amenazados por una política extractivista que le dice que sí a todo, con tal de que haya un rédito económico”, afirma Julio, uno de los productores de Cerro Chato que ha estado participando desde los comienzos del movimiento.
Cuentan los activistas que la proclama que el grupo de Tacuarembó leerá al llegar a la plaza Independencia llevó casi un mes de discusiones, para que todas las preocupaciones estuvieran contempladas. Un mar de voluntades que podrá verse en vivo y en directo esta tarde, manifestándose sobre la principal avenida capitalina. No se lo pierda. n
* Véase Brecha, 19-IV-13.
** Véase Brecha, 22-III-13.
fuente:http://brecha.com.uy/index.php/sociedad/1793-ciego-el-que-no-quiere-ver
Miles marcharon en defensa de los bienes naturales
10.05.2013 | 18.48
Este viernes se realizó la 4ª Marcha Nacional en defensa de la Tierra, el Agua y los Bienes Naturales; de ella participaron más de 40 organizaciones de todo el país, que integran la Asamblea Nacional Permanente, y que tienen como objetivo manifestarse contra la minería a cielo abierto, en particular contra el proyecto de Aratirí, y los megapuertos en Rocha y Sayago.
La concentración partió a las 17 horas desde el Obelisco y marchó por 18 de julio hasta la Plaza Independencia, donde procedieron a leer su proclama ante las miles de personas que acudieron a manifestarse a favor. La misma contó con la presencia de unos 150 caballos, “símbolo más importante de la actividad”, y que representa “la necesidad del interior de ser escuchados”.
En la proclama los organizadores llamaron a la ciudadanía a “redoblar la apuesta”, “a luchar por un país natural”, y demandaron responsabilidad al sistema político.
El integrante de la organización Asociación de Vecinos y Amigos de Punta del Diablo, Matías Seré explicó a El Espectador cuáles son sus reclamos y destacó que su finalidad “es formar un frente común entendiendo que todo obedece a un mismo modelo de desarrollo”.
“La marcha la convocó la Asamblea Nacional Permanente que es el movimiento que junta a todos los movimientos que están de alguna forma enfrentándose a proyectos de daño al medio ambiente. En la Asamblea hay desde movimientos de Artigas reclamando por tierra, movimientos de la costa por el puerto de Rocha y otros del centro por la minería. Todos juntos armaron un frente común que tiene como objetivo combatir ese modelo de desarrollo”.
Al consultarle si han tenido algún tipo de acercamiento o respuesta del sistema político, Seré sostuvo que “hay una gran falta de voluntad del Gobierno en generar un ámbito de diálogo” y destacó que con el conflicto de los inspectores de tránsito la Intendencia de Montevideo (IMM) “está haciendo una fuerza importante para que la marcha no cuente con la seguridad requerida”. “Hay muy poca apertura de diálogo, no parece haber mucha voluntad de escuchar nuestros reclamos”, señaló.
Seré se mostró preocupado por las políticas medioambientales que se realizan desde el Gobierno, a las que calificó de “grotescas” y también destacó la falta de interés de la población en tomar una postura “más radical”.
“Es realmente increíble de que la gente no se alarme y haga algo más radical. Por otro lado, vemos que es un modelo de desarrollo apuntado a mejorar cosas que a Uruguay no le sirven. No va a combatir la pobreza ni la distribución de riquezas, son procesos que está demostrado que no generan fuentes de trabajo”, dijo.
Sobre los estudios de impacto ambiental del proyecto Aratirí y el puerto de La Paloma, indicó que son “una porquería y no dan buenos resultados”.
“El primer estudio que presenta Aratirí para hacer el proyecto de puerto es un desastre, el mismo estudio dice que está mal así que lo mandan a hacer de nuevo, como si un estudio que está mal se hace mejor y va a dar buenos resultados”.
Concluyó señalando que estos proyectos no generan fuentes de trabajo y puso como ejemplo Botnia, donde “comenzaron trabajando cientos de empleados y ahora trabajan aproximadamente unos 80”.
La Asamblea Nacional Permanente prepara otra marcha para el mes de octubre.
Fotos: María Eugenia Cadenas y EFE.
fuente:http://www.espectador.com/noticias/264620/miles-marcharon-en-defensa-de-los-bienes-naturales
Miles de personas se movilizaron en la capital uruguaya en defensa de los recursos naturales. Los manifestantes exigieron voz para las comunidades afectadas por los proyectos de inversión que contaminan y degradan el ambiente.
Una multitudinaria marcha abarrotó este viernes las calles de la capital uruguaya, Montevideo, en protesta por la elevada explotación ambiental perpetrada por las multinacionales, que además dejan grandes perjuicios en el ambiente de la nación suramericana.
Acompañados de unos 300 jinetes, miles de residentes del campo marcharon hacia la ciudad en defensa de la tierra, la vida y el agua.
Los productores y trabajadores rurales organizados exigieron detener la entrega de la tierra y los bienes naturales a la inversión extranjera, así como también reclamaron voz para las comunidades afectadas por los proyectos de inversión.
"Marchamos sobre todo por la defensa del agua, la tierra y sus recursos naturales. Y creo que el Gobierno se está equivocando, porque está aceptando proyectos extranjeros y lamentablemente lo que hacen es contaminar todo”, dijo uno de los manifestantes a las cámaras de teleSUR.
La movilización estuvo convocada por más de 40 organizaciones sociales y de vecinos que formaron una asamblea permanente en pro del cuidado de los recursos naturales en un país agroexportador.
Uno de los reclamos de los ambientalistas es la utilización de soja transgénica, que se transformó junto a la carne vacuna -histórico motor de la economía uruguaya- en los productos que lideran las exportaciones.
Otra de las peticiones se centra en la inminente instalación en el país de mega proyectos devastadores como la mega minería a cielo abierto, que amenaza a todos los departamentos y el equilibrio del ecosistema.
En abril, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto que regula la minería de gran porte en el país, es decir en proyectos que exploten minerales metálicos y que ocupen una superficie superior a las 400 hectáreas o que despeguen una inversión superior a los 113 millones de dólares.
Ahora resta que el Senado vote el proyecto para completar su aprobación. De concretarse, la explotación de hierro a cielo abierto abarcaría cinco departamentos del centro-oeste del país, sobre una zona de 14 mil hectáreas. Esa sería la inversión extranjera más grande en la historia del Uruguay.
fuente:http://www.telesurtv.net/articulos/2013/05/11/ambientalistas-uruguayos-marcharon-contra-multinacionales-273.html