Seis respuestas de un militante a José Luis Centella de cara al XIX Congreso del PCE
JAVIER PARRA
El pasado 7 de Junio el Secretario General del Partido Comunista de España, José Luís Centella, remitió una carta a la militancia del Partido en la que plantea la necesidad de que el XIX Congreso del PCE, que se celebrará el próximo mes de noviembre, dé respuesta a los retos que permitan situar al Partido en las mejores condiciones para ganar la batalla al capital y avanzar hacia el socialismo y el comunismo.
El camarada Centella plantea una serie de interrogantes a los que, como militante del PCE, y a título únicamente individual, respondo como una aportación más al debate que sin duda será apasionante durante los próximos meses, como confío en que lo sea durante el XIX Congreso. Eso será la prueba de que el Partido Comunista es un Partido que está cada vez más vivo, y que avanza y crece dialécticamente.
Primer Interrogante: ¿Cómo responder a la hegemonía ideológica del capital más reaccionario, no sólo desde el discurso, sino desde la organización de la resistencia y de la construcción de la alternativa desde la máxima unidad de quienes hoy desde distintos frente confrontan con el capital?
La unidad de acción es un concepto inherente a la táctica y a la razón de ser de los Partidos Comunistas. Por tanto, la máxima unidad entre los actores políticos, sindicales o sociales que confrontan con el capital queda fuera de todo cuestionamiento. Son estos, por tanto, y no otros, los elementos con los que debe construirse una alternativa social y popular para la ruptura con el régimen. Una alternativa que debe ir más allá de planteamientos electorales o institucionales, y que debe suponer la consolidación de un poder real, en todos los ámbitos, que pueda enfrentarse con éxito y doblegar a un poder decadente y reaccionario cuyo principal objetivo es salvaguardar los intereses económicos de la misma clase dirigente que ha gobernado España desde el franquismo.
La unidad externa, sin embargo, debe ser abordada desde la unidad interna, una unidad que se forja única y exclusivamente en el debate sereno, sincero y profundamente democrático entre los militantes del Partido. La confrontación de posiciones políticas, tácticas o estratégicas, y la síntesis desde la lealtad y el respeto al otro, y el compromiso de defender unitariamente en los frentes de masas las directrices decididas de manera profundamente democrática en los debates internos. Cuando esto último falla, cualquier intento de unidad se construirá sobre cimientos de arena. Una unidad además que debe forjarse desde el principio de que organizativamente “para un comunista los camaradas son lo primero”, y solucionar definitivamente conflictos abiertos en distintas federaciones y territorios donde lamentablemente los interlocutores de la dirección no son nuestros camaradas.
Los comunistas deben estar, por tanto, en primera línea de los experimentos de unidad de acción que son el preludio de más amplias batallas. Debemos tener en cuenta además que si las tentativas de unidad van en la dirección correcta, sólo podrían fracasar por la acción de la socialdemocracia que tratará de frenar la difusión del movimiento y tratará de explotar las eventuales derrotas como si fueran consecuencia de la propuesta de unidad de acción extendida. Por tanto, sólo con la unidad interna y un planteamiento claro de cara al exterior, es posible forjar la unidad junto a quienes confrontan, como nosotros, con el capitalismo.
Segundo Interrogante: ¿Cómo avanzar en conseguir en la práctica un Partido activo, organizado e implicado en el conflicto social?
El eje sobre el que debe girar el proceso de Reconstrucción del Partido y la consolidación de un Partido activo, organizado e implicado en el conflicto social deben ser las Agrupaciones. Es ahí donde está el grueso de la militancia, es ahí donde se va a entablar el contacto directo con el pueblo, y es ahí donde en la mayoría de los casos no se entiende ni se quiere entender de los entresijos de los procesos en las cúpulas. Es ahí donde reside lo más noble de la cultura política del Partido Comunista, la cultura de la abnegación, del desinterés, de la concepción de un modelo de Partido y de camaradería. No suelen estar ahí los grandes intelectuales, sino los que pegan carteles, los que se parten la cara en las huelgas generales, los que participan de manera natural e intuitiva en los movimientos. Por eso, dotar a esa base militante de organización, de formación, de audacia para dirigir los procesos, es fundamental si queremos entender lo que realmente significa Reconstruir el PCE.
Todas y cada una de las Agrupaciones del Partido Comunista de España deben funcionar, deben tener vida propia, con una dinámica independiente de IU, pero fortaleciendo la labor de ésta como Movimiento Político y Social, y asegurando el cumplimiento de sus objetivos políticos. Sin embargo, no menos importante es la capacidad que las Agrupaciones del Partido tengan para elaborar sus propios análisis, sus planes de trabajo y estrategias dentro del ámbito local, promoviendo y fortaleciendo movimientos sociales unitarios, así como la implicación directa en el movimiento obrero. Por ello, la existencia de Comités Locales funcionales, activos, y que todas las Agrupaciones se reúnan como tal de manera habitual, y la formación contínua de nuevos y veteranos militantes, es fundamental si queremos un partido activo, organizado e implicado en el conflicto social, con camaradas actuando en los distintos frentes, trasladando las directrices de los órganos correspondientes del Partido.
Tercer Interrogante:¿Cómo desarrollar métodos de lucha social y política que den efectividad a las movilizaciones en el objetivo de conseguir que sean referentes de la mayoría social trabajadora?
Si algo está cada vez más fuera de toda duda es que las movilizaciones permanentes que se suceden en toda España deben servir fundamentalmente para crear organización, para reforzar los frentes unitarios y para ir poco a poco reforzando el Partido Comunista con la incorporación de nuevos militantes comunitas. Además, la movilización y el conflicto debe servir para ir tejiendo de manera paciente pero imparable, una red amplia de resistencia y acción, que vaya desde lo local hasta lo estatal. En este sentido, iniciativas como la Red de Resistencia Popular, encaminadas precisamente a fomentar esa red, y que en el pasado tuvieron la forma de entidades como el Socorro Rojo, deben ser estudiadas y promovidas a todos los niveles.
Además, en la cuestión institucional y electoral, debemos plantearnos muy seriamente la necesidad de poner en marcha en aquellas instituciones – locales, autonómicas o estatales- en las que tengamos poder de decisión – con mayorías o minorías cualificadas-, mecanismos participativos para la toma de decisiones, con la puesta en marcha de nuevos espacios de decisión – más representativos y participativos – paralelos a los existentes para ir transfiriéndoles poco a poco cada vez más capacidad de decisión. Es decir, debemos abrir un boquete en la línea de flotación de las instituciones burguesas.
Cuarto Interrogante: ¿Cómo desarrollar el internacionalismo solidario en las condiciones de agresividad del imperialismo en estos tiempos en los que la OTAN está evidenciando su carácter más inhumano y depredador?
El internacionalismo solidario y la resistencia contra el imperialismo pasa inevitablemente por la lucha contra el imperialismo y por tender puentes con otras organizaciones políticas internacionales que no acepten las reglas del juego de la OTAN o la UE, sino que las combatan. Debemos tener en cuenta también que la acción y los planteamientos internacionales deben desarrollarse también bajo una óptica geoestratégica, por lo que es a todas luces incomprensible la crítica que en determinados momentos se han hecho contra países en el punto de mira del imperialismo y la OTAN. Un ejemplo: es incomprensible que nuestro Partido tenga relaciones políticas con China y no las tenga, por ejemplo, con Bielorrusia.
Cierto es, sin embargo, que en la acción internacional, en no pocas ocasiones nuestro Partido recibe una serie de críticas por nuestros posicionamientos internacionales. Por supuesto, nuestros posicionamientos deben ser decididos única y exclusivamente por nosotros, independientemente de opiniones externas. Sin embargo, nuestra posición debe ser la de aceptar o hacer las críticas oportunas con la mano tendida a todas las organizaciones comunistas, revolucionarias y antiimperialistas del planeta, y reivindicar para ellas el mismo respeto que el que exigimos para la nuestra.
El internacionalismo solidario debe ser construido también desde los barrios de nuestro país, a través de la acción y colaboración con la población inmigrante desde las propias Agrupaciones del Partido y a través de las iniciativas en las que participemos. En un contexto de crisis capitalista como el actual, la lucha por derechos fundamentales como la vivienda, el trabajo, el pan, la sanidad, la educación, etc. que afectan principalmente a las clases populares, debe servirnos para un contacto directo y la acción común con los inmigrantes y con las distintas comunidades implantadas en nuestras ciudades y pueblos, de la mano de vecinos y ciudadanos de nuestro país, formentando la conciencia de clase entre la población nativa y la población extranjera.
Quinto Interrogante: ¿Cómo se debe implicar el PCE en la construcción del Bloque Social y Político para que tenga un carácter de alianza con visión alternativa?
Fundamentalmente fortaleciendo las estructuras del Partido y aligerando las estructuras unitarias en los frentes externos, ya sea IU o cualquier frente unitario. La agilidad y la amplitud que deben caracterizar a los estos movimientos son complicadas de desarrollar con las estructuras de un partido político. Desde hace varios congresos los propios documentos del PCE ya recogen como la evolución de IU y su constitución con las mismas estructuras de un partido, supusieron un debilitamiento del PCE. Es el caso de los documentos del XVI Congreso de 2002 que recogen que “la evolución de IU ha supuesto el debilitamiento del PCE por dos motivos: 1) los esfuerzos de los militantes y los órganos del Partido se han dedicado casi exclusivamente al proyecto de IU. 2) El mantenimiento de una doble estructura (agrupación, asamblea, comité, consejo) obliga a los camaradas del PCE a redoblar su actividad, al mismo tiempo que permite la confrontación entre camaradas del PCE que pertenecen a dos órganos con las mismas competencias territoriales. En este contexto, el Partido ha sido considerado en numerosas ocasiones como un instrumento a través del cual acceder a una responsabilidad en la organización de IU, lo que ha producido que luchasa dentro de lo que llamamos IU se trasladen al PCE y viceversa”. Como digo, son documentos de 2002. Han pasado dos congresos desde entonces, más de diez años, y la organización sigue adoleciendo de buena parte de esos problemas.
Por tanto, la construcción de un Bloque Social y Político como alianza amplia debe hacerse sin que ello suponga un debilitamiento o un retraso en la necesaria tarea de fortalecer la organización del Partido. La constitución de Izquierda Unida como Movimiento Político y Social va inevitablemente ligada al fortalecimiento del Partido y al aligeramiento de las estructuras tanto de IU como de cualquier otro frente común, que únicamente debe limitarse a un Programa y a un ágil mecanismo de acción y participación.
En este sentido, el trabajo de los comunistas en los distintos Movimientos Sociales debe ser igualmente ágil y basado en la libertad de actuación que requieren estos movimientos pero siempre siguiendo unas directrices fundamentales del Partido y no contraviniéndolas. El trabajo en los MMSS debe servir, asímismo, para la identificación de potenciales militantes del Partido, según su capacidad y con la adecuada formación, teniendo presente que el PCE debe ser un partido compuesto única y exclusivamente por comunistas.
En la construcción de una alianza amplia los comunistas tenemos la obligación de comprender la complejidad de la situación actual, así como las dificultades que supone la constitución de un frente único, social y popular, que nada tiene que ver con procesos electorales ni con la representatividad en las instituciones nacionales o locales, sino con la puesta en marcha de mecanismos participativos y ejecutivos que sean capaces de ejercer de contrapoder efectivo, no solo ante los gobernantes de dichas instituciones, sino ante los centros donde realmente se acumula el poder (grandes empresas, grandes bancos, etc). No en vano, la apuesta por la unidad y el frente único está en la identidad del Partido Comunista de España y en su experiencia a lo largo de su historia.
Sexto Interrogante: ¿Cómo somos capaces desde el PCE llevar la iniciativa política, condicionando los procesos sociales?
Nuestra capacidad para llevar la iniciativa política está directamente relacionada con la capacidad de nuestros cuadros para organizar en lo interno y dirigir el debate político en lo externo, siempre según los planteamientos acordados democraticamente en nuestro partido en sus Congresos. Por ello, es fundamental que desde la más pequeña agrupación hasta el máximo órgano del Partido, los camaradas que más capacidades hayan demostrado en su labor partidaria, vayan ocupando puestos de responsabilidad, según sus capacidades reales, más allá de la acción cortoplacista de la lucha por los puestos, que debe ser extirpada y sustituida por una democracia interna radicalmente revolucionaria. No es de recibo que grandes cuadros del Partido a lo largo de las últimas décadas hayan sido relegados a un segundo o tercer plano, en detrimento de otros que no vieron en el Partido más que un trampolín para sus ambiciones personales. Por eso, el proceso de reconstrucción del Partido debe ir solventando también esta barbaridad política y hacer realidad la máxima de “de cada cual según sus capacidades”.
Estas son, brevemente, algunas respuestas a los interrogantes lanzados en la carta de nuestro Secretario General. Durante los próximos meses confío en poder leer las opiniones y los planteamientos de otros camaradas, y escribir sobre algunas otras cuestiones, siempre con la vista puesta en tener un debate fructífero, y en obtener una síntesis sólida durante un proceso Congresual en el que no debemos tener miedo del necesario, sano y leal debate entre posturas distintas, para seguir avanzando, a paso de vencedores.
Javier Parra
Paterna, 10 de Junio de 2013
A mí personalmente me ha impresionado bastante de manera positiva, no sé lo que pensareis los demás. Saludos.