Sigo aquí, porque el artículo era demasiado largo y no me permitía publicarlo de una vez:
Supongamos que es así. ¿Cuáles son entonces los conceptos que hay que utilizar? Al asumir el lenguaje del “enemigo”, ¿no pierde la izquierda la capacidad de tener una explicación propia del mundo y con ello la posibilidad teórica de ofrecer un modelo social alternativo?
Yo diferencio entre occidentalización y globalización. ¿Qué es la occidentalización? Es la imposición a los pueblos no occidentales del sistema social de los países occidentales; por ejemplo, en Rusia se está produciendo una occidentalización, forzada por cierto. ¿Qué significa esto? Significa que en Rusia se esfuerzan en imponer un sistema social que sirve a los intereses de los países occidentales, sobre todo a los de EEUU, y para la supersociedad que sobre esto se alza. Eso es la occidentalización. Y ahora, ¿qué es la globalización?. Es necesario fijar con exactitud la estructura del mundo contemporáneo. Esta estructura era totalmente desconocida para Lenin. La estructura es la siguiente: se ha producido la integración del mundo occidental. Los países occidentales por primera vez en la historia se han integrado. Hasta este momento tuvieron lugar la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial en el interior del propio mundo occidental. Ahora, semejantes guerras están excluidas. Existen decenas de miles de organizaciones, empresas, instituciones que unen al mundo occidental en una entidad única. Y sobre los países occidentales se ha desarrollado una supersociedad específica, que incluye a más de 50 millones de personas, y que en un futuro estará compuesta por unos 200-300 millones de personas. Esta supersociedad está también compuesta por las decenas de miles de empresas, instituciones, organizaciones que unen el mundo occidental y que han extendido sus tentáculos por todo el mundo. El mundo tiene ahora la siguiente estructura: una supersociedad global de los países occidentales, un mundo occidental que se integra, controlado por esta supersociedad. El mundo occidental se globaliza, es decir, se convierte en una entidad única. En segundo lugar, esta supersociedad global trata de imponer un dominio mundial, unir a la humanidad en una entidad total, pero en las condiciones que ella desea.
A todo este proceso yo lo llamo “globalización”. El medio utilizado para conseguir la globalización es la occidentalización. Utilizar en relación con este proceso los viejos conceptos leninistas de capitalismo, imperialismo, colonización en su antiguo sentido, es absurdo. Nos encontramos en otro proceso totalmente diferente. Ahora bien, para la supersociedad global no es imprescindible organizar guerras como forma de repartir el mundo (como lo fueron la Primera o la Segunda Guerra Mundial), se hace todo de forma más sencilla. A Rusia la han derrotado y sometido sin un sólo disparo. En el siglo XXI, algo similar a lo que han hecho con la URSS lo harán con China. Ya ha comenzado la guerra fría contra China. Este proceso se prolongará. Todas las ideas leninistas tenían como fundamento la teoría social y económica del marxismo. Esta es una teoría no científica, es una teoría ideológica. Tenía sentido en el siglo XIX y al principio del XX, pero a partir de la segunda mitad de nuestro siglo todo esto ha perdido su sentido.En este caso no me refiero a la vigencia o falta de vigencia de los conceptos leninistas. Me refiero a la capacidad que tuvo en su momento la izquierda para crear su propio lenguaje con el que expresar, formular, su propia concepción del mundo, y la ausencia de ese lenguaje en la actualidad. Si los viejos conceptos ya no sirven, serán necesarios otros. Sin embargo, la izquierda, en vez de crearlos se limita a asumir e imitar un lenguaje que no es el suyo y con el que no puede expresar su propia concepción del mundo actual, contemporáneo… claro, en el supuesto de que tal concepción exista… Bueno, quisiera que volviéramos al proyecto soviético. Me interesa saber como valora usted el estalinismo y la propia figura de Stalin.
Desde la infancia fui antiestalinista, fui miembro de un grupo terrorista dispuesto a matar a Stalin, fui arrestado, etc., etc. Hasta la muerte de Stalin fui antiestalinista e hice propaganda antiestalinista clandestina. Pero después, con los años, en especial después de la muerte de Stalin, estudié esta época y llegué a la conclusión de que Stalin es, según mi punto de vista, el político más importante del siglo XX, y puede que uno de los más importantes de todo el milenio.
Todo lo que fue hecho por él, en mi opinión, demuestra que como político fue más importante que Lenin. Es necesario tener en cuenta las condiciones históricas en las que vivía Rusia: guerras interminables, pobreza, desórdenes, difíciles condiciones climáticas, el material humano (nadie quiere tener en cuenta el material humano). Todo lo que en Rusia se ha construido, lo ha sido con un material humano muy malo.
Por ejemplo, los rusos, el pueblo fundamental de la URSS, es un pueblo con un bajo nivel de autoorganización, sin el palo es imposible organizarlo, ni antes ni ahora. Es un pueblo inclinado al servilismo, a la traición, envidioso, que se inclina ante todo lo extranjero, etc. Esto es un hecho.
Con este material humano, fundar un Estado tan fuerte, la segunda superpotencia en el planeta, es un caso único en la historia. Hitler también llevó adelante un gran asunto, también fue un político colosal, pero fue un criminal. Ser un genio no significa ser al mismo tiempo una buena persona. Napoleón también fue un genio, pero también un criminal.
Stalin, como hombre político, se encuentra por encima de ellos y a mucha distancia. La historia soviética, aún siendo muy corta, ha jugado un papel fundamental en la historia de la humanidad. Gracias a la URSS fue derrotado el fascismo, el nacional-socialismo alemán, el militarismo japonés.
Sin la URSS esto hubiese sido imposible. Si no hubiese existido la URSS, los alemanes, de manera natural, podrían haberse convertido en los dueños de la situación en el planeta para largo tiempo, lo cual hubiese sido muchas veces peor que el estalinismo. En este sentido, el protagonismo histórico de Stalin y del estalinismo es enorme.
El mundo occidental ha llegado a ser líder en el planeta, en gran medida gracias a Stalin y al estalinismo. Stalin limpió el camino, dando lugar a la aparición de fenómenos que el mundo occidental después ha asumido: la planificación económica, la organización totalitaria de grandes sistemas, los medios de influencia sobre las masas, y muchas otras cosas; incluso en su forma negativa, creando una superpotencia estimuló la consolidación de Occidente.
No se puede infravalorar ahora el protagonismo de Stalin. En la propaganda contemporánea occidental se dedican a menospreciar la figura de Stalin. Lo resumen todo en las represiones. Pero, en primer lugar, las represiones, en lo fundamental, estuvieron justificadas, tenían sus causas; segundo, aquello fue un fenómeno secundario en la historia soviética real. Yo viví todo este periodo, y para nosotros eso se encontraba en la periferia de nuestra vida, era secundario, no era eso lo que determinaba nuestra vida, sino la creación positiva que abarcó a un gran pueblo, y prácticamente a todo el planeta.¿Puede ser que, a pesar de todo, Occidente tuviera conciencia del significado de Stalin y por ese motivo los principales golpes contra Rusia, empezaron precisamente con los ataques sobre Stalin?
Eso es cierto. Stalin dio motivos rentables para ser utilizados como propaganda. Este asunto es mucho más serio de lo que parece. Toda la evolución social de la humanidad en nuestro siglo está muy mal estudiada. En un 90% está falsificada. Todo lo que ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial hasta el día de hoy, en cierta medida, se considera prohibido para el estudio científico. Pienso que sólo en el siglo que viene se tendrá la posibilidad de hacer una valoración objetiva de todo lo que fue la historia soviética, sobre todo de la época del estalinismo.
Son varios los intentos de definir la naturaleza de la sociedad soviética. Hay autores que hablan de una sociedad comunista. Otros, sin embargo, dicen que no hubo tal sociedad comunista. Otros hablan de capitalismo de Estado. Y otros hablan que la sociedad soviética era una sociedad tradicional donde estaban ausentes las principales instituciones de la sociedad civil. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Todas estas valoraciones carecen de sentido. Toda la terminología se ha convertido en confusa. Si tomamos, por ejemplo, el concepto de “capitalismo”, existen más de 100 definiciones. Del concepto “democracia”, más de 80 definiciones; del concepto “comunismo” más de 150. Todas estas palabras no tienen sentido. Son necesarios nuevos conceptos científicos. Sí yo introduzco estos conceptos, les doy una definición exacta. Dicen que el sistema social soviético no fue auténtico comunismo, entonces yo pregunto, ¿cuál fue o es el auténtico? Si se ha dado en algún sitio, ¡muéstrenlo! Citan a Marx. Vea usted lo que sucede: las palabras de Marx son el comunismo correcto, y todo lo que en realidad ha ocurrido, eso no es correcto. ¿Entonces las palabras las utilizamos para designar cosas reales o al contrario? Desde este punto de vista, el capitalismo es incorrecto. Y el feudalismo también es incorrecto. Todas estas reflexiones están construidas sobre la base de un pensamiento diletante y pequeñoburgués. Aquí no hay conceptos científicos.
Actuaremos como debe hacerse en la ciencia. En la URSS posterior a la Revolución se configuró un sistema social que se diferenciaba del sistema social que había en Occidente. Eso es un hecho. Estudiamos este sistema. Cómo lo vamos a llamar, es otra cuestión. En la mayoría de los casos lo llamarían comunismo o socialismo. Al sistema social occidental lo han llamado y lo llaman hasta el día de hoy capitalismo, a pesar de que nadie sabe, de una manera inteligente, qué es el capitalismo. El objetivo de la ciencia es estudiar todo lo que existe en la realidad, utilizando para ello los conceptos correspondientes.
En mis libros yo he dado una descripción de este sistema social real de la Unión Soviética. Es un sistema muy complicado y multifacético. Si se desea, en él se puede encontrar lo que se quiera. Se le puede comparar con Occidente y decir que también es capitalismo, sólo que estatal.
Se le puede comparar con el sistema anterior a la Revolución y decir que era lo mismo, sólo que en lugar del Zar había un Secretario General, y que en lugar de la policía existía una milicia. Este tipo de comparaciones son todas parciales. La ciencia está obligada a estudiar todo este fenómeno al completo, en toda su multitud de categorías.
Mi método es el siguiente: yo doy una definición provisional y orientativa, para que la gente sepa que se está hablando. Fue liquidada la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales fueron socializados y convertidos en propiedad del Estado. Fue liquidada la clase social de propietarios privados (capitalistas, terratenientes, etc.).
Fue realizada la colectivización de la agricultura. La gente no podía ni comprar ni vender la tierra, no podía ni comprar ni vender las fábricas. Fue instituido un único sistema de poder y dirección que atravesaba a toda la sociedad. Fue instituido un único sistema económico planificado. Fue instituida una ideología estatal única. Todas las personas en este sistema, a diferencia de sociedades como la feudal o la capitalista, se clasifican por otros criterios.
Si tomamos como ejemplo una empresa, vemos que no hay dueño, desde el director hasta la limpiadora son todos empleados del Estado, todos son asalariados. Entre ellos se diferencian por otros rasgos: se dividen en jefes y subordinados. Se establece una jerarquía de dirección, digamos que con 10 o 15 niveles. Es decir, esta sociedad tiene su propia estructura, su propio sistema de poder, su propio sistema económico, su propia ideología, su propia estructura de población, sus propios principios de redistribución.
Yo describo este sistema, y como lo llamen después es un asunto secundario. Destacando el objeto de estudio mediante el sistema anteriormente utilizado, después realizo un análisis sistemático del mismo con los métodos de la ciencia. Desde este punto de vista también he estudiado la sociedad occidental, de la que por cierto también he escrito bastantes libros.
Desde el principio, manifiesto que llamar a la sociedad occidental capitalista y democrática no tiene sentido. En ella hay elementos del capitalismo y hay elementos de la democracia, pero estos son fenómenos secundarios, hay algo más serio que determina todo el cuadro de la sociedad en su totalidad. Yo introduzco otro término, no “capitalismo”, sino “occidentalismo”. Qué significa el “occidentalismo” lo explico con la exposición de la teoría construida según las reglas de la ciencia y no con las normas de la ideología.¿Cómo valora usted la Perestroika? Antes dijo que Occidente ha podido destruir el Proyecto soviético. Pero puede ser que el propio Proyecto soviético se destruyera a sí mismo desde el interior. ¿Cómo valora usted la Perestroika y la Reforma de Yeltsin?
Corría la Guerra Fría, una verdadera guerra. La primera guerra de este nuevo tipo en la historia. Una guerra mucho más grandiosa que la Segunda Guerra Mundial. Los principales enemigos fueron, por un lado el campo soviético con la URSS a la cabeza, y por otro lado el campo occidental, con los EE.UU. a la cabeza.
El mundo occidental superaba al mundo soviético, muchas veces, en aspectos económicos, políticos, culturales, etc., incluso en población. En Occidente había casi mil millones de personas mientras que en el campo soviético había poco más de 300 millones. Occidente superaba económicamente a la URSS en más de 50 veces. Lo sorprendente no fue que la URSS resultara derrotada, sino que se mantuviera durante tanto tiempo.
La propia Unión Soviética cayó en crisis. Pero no una crisis económica del tipo occidental, sino de otro tipo. Comenzó como crisis ideológica y después se extendió por todo el sistema de poder. Fue una crisis del sistema estatal, del sistema de dirección de la sociedad. Esta crisis del sistema de dirección se extendió después a la economía. La crisis no se extendió desde abajo hacia arriba, sino desde arriba hacia abajo.
La crisis maduró en la propia estructura de la población. Se produjo una estratificación de la sociedad en clases, estratificación que antes había permanecido oculta o muy débilmente desarrollada. Aparecieron clases privilegiadas y clases bajas. En las clases privilegiadas se encontraba la nomenclatura del partido y la nomenclatura estatal. Muchas de estas personas tenían un alto nivel de vida.
La crisis ideológica se manifestó sobre todo en las clases altas, las cuales ya para este tiempo estaban totalmente contaminadas de la ideología occidental. En el interior de la URSS, gracias a los esfuerzos de Occidente, se produjo una total estratificación ideológica. Occidente consiguió imponer su sistema de valores con mucho éxito. Occidente creó en la Unión Soviética su “quinta columna”. Fue creado el movimiento disidente, la emigración. La quinta columna se introdujo incluso en la dirección del Partido y en la elite ideológica. Estos factores internos estuvieron estrechamente relacionados con la existencia de la Guerra Fría, cuyas armas fundamentales fueron precisamente la influencia sobre la conciencia, sobre la psique, sobre la moral de la gente. Occidente consiguió inclinar a las capas altas de la sociedad soviética, en especial a la dirección superior, por el camino de la traición; esas capas a su vez arrastraron en su actividad traidora a amplias capas de la población.
La llegada de Gorbachov al poder (1985), más tarde los sucesos de agosto (1991) y los acontecimientos de octubre junto al Soviet Supremo de Rusia (1993), fueron operaciones de sabotaje de Occidente. Quisiera destacar que el sistema social soviético no se derrumbó como consecuencia de problemas internos o como consecuencia de causas internas de carácter natural. Fue destruido como consecuencia de una operación militar de Occidente. Realmente fue una grandiosa operación de sabotaje de alcance global. El mundo occidental demostró una colosal superioridad intelectual, económica y de organización ante el mundo comunista.
Los historiadores estudiarán durante siglos esta operación. En ella fueron invertidos no miles de dólares, sino trillones, y se prolongó durante más de 50 años. Ya en 1946 fueron formulados los principios de la Guerra Fría, y la lucha se prolongó sin interrupciones casi medio siglo. En 1985 Gorbachov fue promovido al puesto de Secretario General. Ya en aquellos momentos él era un hombre de Occidente.
En relación con esto, Thatcher jugó un papel decisivo. Ella condujo a Gorbachov, y fue ella quien dirigió esta operación de destrucción de la URSS. Ella, Thatcher, y no los americanos. Fue su gran hazaña histórica. Se produjo la coincidencia de muchos factores: crisis en la URSS, estratificación de clases de la sociedad soviética, dificultades económicas, el potente ataque de Occidente. En Occidente, en aquellos años, se produjo un despegue colosal, un progreso científico-técnico fabuloso, se produjo la integración del mundo occidental. Por primera vez Occidente llegó a ser un todo único, organizado en los años precedentes. Todos estos factores juntos dieron el resultado conocido.¿Cuáles son las fuentes de la ideología de la Perestroika?
En la alta dirección soviética hubo personas que comprendieron perfectamente las dificultades que se avecinaban y comprendieron que eran necesarias ciertas reformas. Una persona de este talante fue Andropov, a quien yo considero la persona más inteligente de las últimas direcciones soviéticas. Las ideas de “perestroika”, es decir de realizar reformas, estaban siempre presentes. Era necesaria la modernización de la industria. En la época de Stalin fue siempre fundamental la cantidad de millones de toneladas de hierro fundido y acero producidas. Ahora la industria ha cambiado de forma radical. En Occidente podemos verlo, por ejemplo durante la crisis en Alemania, cuando sectores completos de la producción industrial fueron desmantelados por innecesarios. Era imprescindible la reconstrucción de la industria.
Este proceso, repito, nació en el interior. En el exterior estaba el enemigo, que se esforzaba en destruir el bloque soviético y la Unión Soviética. Lo cual era normal, ya que había una guerra entre competidores. Era un hecho que la URSS pretendía la hegemonía mundial. Para Occidente, la esfera de su influencia mundial se reducía y reducía. Bajo las narices de EEUU aparecieron Cuba y Nicaragua. En Chile se desarrollaron los acontecimientos en la dirección que todos conocemos. China, África, Angola… El comunismo atacaba. En los círculos superiores de poder e intelectuales del mundo occidental; naturalmente, se tomaron medidas, y reflexionaron sobre cómo actuar ya antes de la llegada al poder de Gorbachov. Después, le empujaron hacia las alturas.
El plan fue el siguiente: imponer a las reformas que estaban madurando en la Unión Soviética una determinada dirección que las condujeran a la catástrofe. Con las fuerzas que empleó en la Guerra Fría, Occidente consiguió manipular de tal forma la situación en el sistema ideológico soviético y de poder que en su cumbre resultaron colocadas las personas deseadas por Occidente, las cuales tomaron, de hecho, el camino de la traición.
Las necesidades y el tipo de reformas maduraron en el interior de la URSS, pero la forma en que fueron llevadas a cabo fue impuesta desde el exterior, introducida en la cabeza de los representantes de las elites gobernantes e ideológicas. Por cierto, que la propaganda occidental durante mucho tiempo, decenas de años, “trabajó” la conciencia de la clase gobernante soviética, y llegado el momento ésta se comportó tal y como le fue indicado. Y como resultado acaeció la crisis de los años 80.Después de la crisis de Praga en el año 1968, y sobre todo ya en los setenta, los comunistas de Europa occidental, los que más tarde se denominaron eurocomunistas, criticaron de manera abierta a la Unión Soviética. El proceso de elaboración de lo que se llamó eurocomunismo fue acompañado de un alejamiento radical de la URSS. La crítica principal fue la ausencia de las instituciones de la sociedad civil en la sociedad soviética. De aliados de la URSS, los partidos eurocomunistas se convirtieron prácticamente en enemigos. ¿Cómo valora usted aquel proceso y qué influencia cree que tuvo sobre el Proyecto soviético?
Los comunistas europeos, los eurocomunistas, prácticamente traicionaron al comunismo clásico. De nombre siguieron siendo comunistas, pero en la realidad los comunistas se transformaron en partidos parlamentarios de izquierdas. Quizá no merezca la pena discutir sobre las palabras, los eurocomunistas puede que siguieran siendo comunistas, pero desde luego ya no era un comunismo revolucionario.
En la estrategia de la Guerra Fría por parte de Occidente, desde los primeros momentos fue formulada la idea del cisma del movimiento comunista. Este cisma fue conseguido. Existieron causas internas, pero, y esto quiero subrayarlo, este cisma fue el resultado de la activa influencia de los estrategas de la Guerra Fría. Primero se produjo el cisma entre el comunismo yugoslavo y el soviético. Segundo, se produjo el cisma entre el comunismo europeo-occidental y el soviético. Fue un cisma programado con antelación.
El siguiente paso se produjo en el seno del propio comunismo europeo-occidental. En resumen, en la segunda mitad del siglo se produjo una crisis general del movimiento comunista. En la práctica, el llamado eurocomunismo significó la renuncia de la ideas y métodos del comunismo europeo-occidental clásico. También consiguieron sembrar el cisma entre el comunismo soviético y el chino, de tal manera que hasta la fecha no se ha conseguido restablecer buenas relaciones entre China y Rusia.¿Considera usted que las ideas eurocomunistas tuvieron una gran influencia sobre aquellos que intentaron llevar a cabo las reformas que iban implícitas en la Perestroika? Me refiero a las personas que, de manera sincera, participaron en este proyecto, no a los que puedan ser considerados como traidores.
Por supuesto. En el cisma del comunismo, en su propia quiebra, jugó un papel fundamental no sólo la Guerra Fría y los esfuerzos conscientes por parte de los amos del mundo occidental, sino que funcionó además otro factor, al cual casi nadie presta atención. Muchas ideas del comunismo fueron, de hecho, llevadas a la práctica por los partidos occidentales no comunistas.
De la experiencia de la URSS, la gente tomó conciencia de que era imposible llevar a la práctica en su totalidad las ideas del marxismo (la desaparición del Estado, la desaparición del dinero, que todos recibieran según sus necesidades, etc.). Pero al mismo tiempo, todas aquellas ideas realizables que había en el marxismo fueron, de una u otra manera, realizadas en los países de Europa occidental. Por ejemplo, si tomamos países como Suiza, Suecia, etc. partidos no comunistas llevaron a la práctica ideas del comunismo. Los comunistas vinieron a estar de sobra…Usted dijo antes que en la sociedad soviética la influencia de Occidente fue muy fuerte. ¿Por qué entonces todas estas reformas han conducido a tal situación de catástrofe, cuando precisamente se estaban llevando a cabo las ideas del mundo liberal occidental? ¿Es posible que la cultura y la sociedad rusa no puedan digerir este modelo de reformas?
Por supuesto. Este ya es otro asunto. En primer lugar, en la URSS, en Rusia, nos han impuesto unas ideas de Occidente que no se corresponden con el mundo occidental real, sino con una representación ideológica del mismo. Lo que están haciendo ahora en Rusia no existe en el mundo occidental. La sociedad occidental se formó en el transcurso de los siglos.
Tomemos como ejemplo la propiedad privada y la actividad empresarial privada. En los países occidentales, junto con la actividad empresarial privada existe un sistema económico paralelo en el cual ésta no puede ser aplicada.
Tomemos el caso de un gran aeropuerto. Usted necesita volar desde España a Moscú. Supongamos que la compañía de aviación ha sido privatizada o ha cambiado de dueño. Usted no se da cuenta de eso. Lo mismo que si privatizan una fábrica de aviones o una carretera. Usted tampoco se dará cuenta.
En Alemania se produjo una campaña de privatizaciones. Privatizaron el Servicio Postal. Da igual. Usted escribe una carta, la deposita en el buzón y la carta llega a su destino. ¿Cómo nota usted la privatización? De la siguiente manera: cuando el servicio de correos era estatal en él trabajaba una cantidad determinada de empleados. Lo privatizaron: despidieron a 50.000 personas. Los sellos y timbres postales tenían un precio determinado, después de la privatización son más caros. Sólo en eso nota usted la privatización. En Rusia han impuesto un sistema en el cual ladrones y bandidos han robado todo lo que era propiedad de Estado.
En una conversación de Gorbachov con un líder político francés, el último le recordó a Gorbachov ciertas palabras de Rousseau: “si usted tiene necesidad de construir una nueva casa, no destruya la vieja. Construya primero la nueva. La vieja puede ser que todavía la necesite”. Este político aconsejó a Gorbachov que no destruyera el sistema económico construido sobre la propiedad estatal y que diera la posibilidad a la economía privada de desarrollarse sin destruir todo aquello que daba de comer al país. Un consejo correcto.
Los reformadores rusos actuaron justo al contrario: robaron la propiedad estatal y destruyeron la mitad, cuando no la mayor parte, de la economía que funcionaba normalmente, sin construir nada nuevo.Y para el futuro, ¿qué escenarios considera posibles?
¿En el futuro…? Hay una ley social: si se destruye el sistema social pero se conserva el material humano y las condiciones de su existencia, en el lugar del sistema destruido se forma uno nuevo que en muchos parámetros se encuentra cercano al anterior. En Rusia no se ha establecido un sistema social occidental, sino un híbrido con componentes del mundo occidental y del sistema soviético. Del sistema soviético se conserva mucho. Ahora se observa una fuerte tendencia hacia la sovietización.
Muchos de los elementos del sistema soviético que habían sido destruidos, se restablecen con otros nombres y otras formas. Se está formando un híbrido, mezcla de los restos del destruido sistema soviético y de un sistema occidental mal comprendido y mal asimilado. El resultado es un monstruo, un Quasimodo político-social. Existe, es una realidad, y cambiarlo es especialmente difícil, sobre todo teniendo en cuenta que este monstruo deforme se ajusta a los intereses de Washington.
En realidad, la situación en Rusia esta manipulada por la supersociedad global. Le interesa conservar este sistema para no permitir el renacimiento de Rusia. El renacimiento de Rusia no se va a producir. En las condiciones actuales es imposible que Rusia vuelva a ser de nuevo una superpotencia. Continuará produciéndose su desintegración. De ahí procede la tendencia hacia el separatismo, hacia la independencia de las regiones con respecto al centro.
En realidad el poder central no dirige el país. Las regiones tienen mucha independencia, se relacionan entre ellas sin tener en cuenta al centro, incluso con el extranjero mantienen relaciones sin tener en cuenta al poder central. Es difícil pronosticar como puede ser superado todo esto. En los próximos decenios esta tendencia se mantendrá. Puede que un poco mejor, puede que un poco peor. La situación que usted observa ahora no es circunstancial ni temporal. Es una situación muy seria y que además va para largo.
Es más, ahora comienza el enfrentamiento entre el mundo occidental y el comunismo asiático. En este conflicto a Rusia le han preparado el papel de bastión del anticomunismo en el enfrentamiento con China. Occidente mantendrá a Rusia en las condiciones que sean rentables para la realización de esta importante misión en el siglo XXI. A Rusia la mantendrán en un nivel determinado que permitirá que la población no muera de hambre y que no haya demasiada inconformidad que pueda conducir hacia una insurrección.¿Qué papel tendrán los comunistas en este proceso? ¿Cuál es el papel que jugarán los comunistas, no sólo en Rusia, sino en todo el mundo?
Pienso que en las formas en las que el comunismo ha existido hasta ahora, ya ha jugado su papel histórico, y restablecerlo en sus formas precedentes es imposible. Si tomamos como ejemplo el Partido Comunista de la Federación de Rusia, a la cabeza del cual se encuentra Ziuganov, vemos que este partido ya es un partido parlamentario, y no está excluido que pueda renunciar incluso a su nombre. Se convertirán en algo similar al eurocomunismo. Los comunistas ortodoxos, como el partido de Tiulkin, son un anacronismo y no tienen ninguna perspectiva de futuro.
El marxismo clásico, el comunismo clásico que tenía su soporte en el proletariado, en los trabajadores, ya sólo es un logro de la historia. Incluso la clase obrera ha dejado de ser una de las clases más importantes de la sociedad. En su relación porcentual ha dejado de ser mayoritaria y por su estructura ha llegado a ser diferente. Si nos encontramos con una manifestación organizada por los sindicatos y preguntamos a las personas que participan en ella, difícilmente encontraremos proletarios en el sentido tradicional de la palabra.
Encontraremos ingenieros, mecánicos, ejecutivos, etc. Los sindicatos son mayoritarios, por ejemplo, en las fábricas de automóviles. Pero si observamos con detenimiento la estructura social de las personas que trabajan en ella, proletarios, en el antiguo sentido de la palabra, no encontramos.
Ahora está teniendo lugar en el mundo (en el mundo occidental y en Rusia, en la medida que Rusia ya está incluida en la órbita del mundo occidental) una reestructuración, no sólo mundial sino también en el interior de cada país. El papel dominante lo tiene la clase media, clase que está compuesta por gente con un alto nivel de vida, gente con un futuro garantizado, etc. Es la clase más activa de la población.
Esta clase no está interesada en un sistema comunista. No obstante, las ideas comunistas influyen en la organización social del occidentalismo. Según mi teoría, el comunismo y el occidentalismo son polos de un mismo sistema. En el interior del comunismo hay elementos y componentes del sistema occidental y del comunista, y en el sistema occidental encontramos componentes y tendencias comunistas y no comunistas.
Si observamos el sistema de poder de los países occidentales, encontramos que en él hay una parte democrática y una parte no democrática. La parte democrática es insignificante, tanto por la cantidad de gente que la ocupa como por su protagonismo. Pero, sin embargo, se encuentra en la superficie y hace mucho ruido. La parte no democrática, la no elegible, la que es designada, es más poderosa que la democrática y se mantiene inmutable. Por ejemplo, en el sistema estatal de los EE.UU. están empleados el 19% o el 20% de los trabajadores. Sólo el Gobierno federal emplea a más de 16 millones de personas. ¿De toda esta cantidad de personas, son muchos los elegibles?
Cuando llega un nuevo presidente, ¿cuál es la cantidad de empleados en el aparato de poder que cambia? Muchas estructuras estatales, como los servicios secretos, la CIA y otros, son organizaciones no elegibles. ¿Quién los cambia a ellos? Ellos mismos son los dueños. Ellos son quienes deciden quién será presidente, gobernador, diputado, etc. El propio presidente es una marioneta del FIM y de otros bancos internacionales, él no es la persona más poderosa del planeta, él mismo, sin la autorización de ellos no puede llevar acabo ninguna operación realmente seria. En definitiva, la época de las revoluciones sociales ha pasado y la época de la gran influencia histórica del comunismo también ha pasado.¿Incluso en el plano científico e ideológico?
Sí. En la ideología comunista hay cosas que no pueden ser realizadas en principio. Por ejemplo: una sociedad sin dinero no puede existir, el dinero no es sólo riqueza, es también un medio de dirección, un medio de contabilidad; el Estado sin poder no puede existir, incluso el hombre de las cavernas no pudo vivir sin el poder, siempre había alguien a la cabeza; tampoco es posible satisfacer las necesidades de todo el mundo.
Pero hay una parte realizable que, por cierto, llevan a la práctica otros partidos mucho mejor que los comunistas. Por ejemplo, cuando Marx escribió: de cada cual según sus posibilidades, a cada cual según sus necesidades, en todo el planeta había menos de mil millones de personas. Ahora, en el mundo, más de mil millones de personas viven según sus necesidades, es decir, de forma comunista.
Tienen garantizada la alimentación, el vestido, la atención sanitaria… Lo tienen todo. Pero para que estos mil millones puedan vivir según sus necesidades, es necesario que existan tres mil millones de personas que viven mal. Es una ley social.
Evidentemente, el comunismo quedará en calidad de corriente ideológica. En Rusia se formarán algunos partidos-sectas comunistas. En Alemania hay comunistas-maoístas, comunistas-estalinistas. En Rusia aparecen estalinistas. Esto siempre hubo y habrá, pero el gran protagonismo histórico del pasado ya no lo volverán a tener.¿Quién asumirá la elaboración de los nuevos e imprescindibles conceptos sobre la solidaridad, sobre las alternativas a la globalización mundial, sobre las representaciones teóricas de una nueva sociedad, etc.? ¿Quién asumirá entonces, desde un punto de vista teórico, el papel de “intelectual orgánico” (según expresión de Gramsci)?
El bloque comunista, y la URSS como gran potencia han sido derrotados. América ha quedado como la única superpotencia. Pero esto no significa que haya quedado completamente sola y además monolítica. Se producirá la escisión, el cisma, la división y polarización, pero ya en otra dimensión. Incluso en las pequeñas dimensiones actúa la ley de la diferenciación y la polarización. Si dos grupos luchan entre sí, y uno de ellos gana, en este grupo vencedor se producirá una división ideológica en dos campos. Estas divisiones siempre se producen. Se puede constatar ya, en Europa occidental, un sentimiento antiamericano muy fuerte contra la globalización, contra la americanización. Además, aquellos que están contra los americanos no son comunistas. Ahora, en Checoslovaquia o en Hungría, los campesinos detienen y destruyen el trigo y los productos agrícolas que llegan desde Occidente. Aquí tengo un periódico en el que se dice que en Polonia, donde nunca hubo koljoz y donde siempre hubo un campesinado unipersonal o familiar, se manifiesta ahora una fuerte atracción hacia las formas comunistas de organización de la agricultura. ¿Por qué? Porque les está asfixiando el mercado común europeo. De nuevo se produce el cisma, aunque por ahora sólo estamos en un periodo de transición. Todavía no está claro cuales son las fuerzas que se están formando, pero se está reconfigurando la comunidad europea. Este proceso no es tan sencillo, y yo no creo que los americanos se conformen con el hecho de una Europa unida. La Europa unida será dentro de un tiempo un gran competidor para los EE.UU. Europa luchará en los mercados mundiales por su preeminencia. Yo creo que en el siglo XXI habrá suficiente ajetreo con el comunismo asiático, en especial con China. En la India ya son más de mil millones de habitantes, y en la India también está madurando una necesidad de liberación con respecto a la dominación occidental. Quedan también América Latina, el mundo árabe, y eso no es todavía el final. En la misma Europa occidental aumentarán las tendencias antiamericanas. Cuál es la forma ideológica que tomarán, es todavía difícil de pronosticar. Pero pensar que los comunistas van a liderar este movimiento, yo lo dudo.
No sé en cuánto estará usted de acuerdo, pero me parece que no hay todavía una respuesta teórica al proceso de globalización, no sólo a la globalización económica, sino incluso a la ideológica.
Estoy totalmente de acuerdo con usted. No hay respuesta teórica. A excepción de mis trabajos, yo no conozco nada más. Y qué puede hacer una sola persona. Hacen falta instituciones muy serias, con cientos de miles de trabajadores, hacen falta investigaciones serias. Elaborar una alternativa a la globalización no es algo tan sencillo, y no sólo porque se necesite inteligencia. En la globalización están ahora ocupadas las mejores fuerzas intelectuales del planeta. Ellos han contratado a estas fuerzas y las han puesto a su servicio. No sólo desde este punto de vista, sino también desde aquel otro que supone que la globalización tiene fundamentos objetivos. La globalización no es simplemente un proceso que han inventado unos malvados, sino que el propio mundo occidental se encuentra ante la perspectiva de ser o no ser, y el asunto va de la propia existencia de la civilización occidental.
Si el mundo occidental no se integra, si no lucha por el dominio mundial, él mismo será derrotado. El asunto no puede ser planteado como si gente malvada hubiese inventado una mala línea de evolución. El asunto está planteado de tal manera que la gente buena, la gente inteligente está obligada a actuar y comportarse como si fuesen malvados. Incluso para organizar a un centenar de personas hace falta un gran esfuerzo. En el planeta hay, en la actualidad, seis mil millones de personas, y se supone que en el próximo siglo aumentará hasta los diez mil millones (de lo que yo por cierto dudo, seis mil millones es más que suficiente). El planeta está superpoblado desde el punto de vista de la teoría de la organización y de la dirección. Existen cientos de millones de grupos, organizaciones, instituciones, compañías, empresas. La gente lleva a cabo trillones de operaciones y contactos. Es decir, el mundo ha llegado a ser tan difícil que sin organización, sin una organización violenta, dictatorial y totalitaria no puede subsistir. Morirá. La pregunta sólo consiste en saber si el tipo de organización que hoy se está configurando será capaz de proteger al mundo de la muerte.
En relación con esto, yo no soy pesimista, y pienso que será capaz. Pero salvar al mundo de la destrucción no significa de ninguna manera facilitar a los seis mil millones de habitantes del planeta una buena alimentación y buen vestido. Esto significa que se podrán crear condiciones de existencia para que una parte, posiblemente no muy significativa, aproximadamente unos 400 o 500 millones de personas pueda quedarse, pueda vivir y crear y continuar la evolución de la humanidad. La historia de la humanidad no es precisamente la historia de una institución filantrópica donde se preocupan por todos al mismo tiempo.
La historia de la humanidad es una guerra por la supervivencia, sobre todo teniendo en cuenta que el planeta está estropeado hasta tal punto que restablecerlo, detener este proceso de evolución, es imposible. Si se detiene el progreso en la forma que ahora tiene, es decir, inmediatamente se reduce el número de automóviles, todos los vuelos, las pruebas atómicas, serían necesarios más de quinientos años para restablecer las condiciones naturales normales en el planeta, y en estos 500 años, sin todos estos logros, la gente se enfrentaría de tal manera que unos a otros se cortarían la garganta y, en general, sería imposible vivir. No es necesario hacerse ilusiones de que la gente es buena y de que todos quieren el bien. El hombre es una creación bastante repugnante, capaz de todo. El hombre ha llegado a ser hombre en el sentido moderno de la palabra, gracias a que la gente se ha puesto límites a sí misma. Sin la invención del Estado, de la moral, de la religión y de otros medios e instituciones el hombre no hubiese llegado a ser lo que ahora es. La tragedia de la humanidad consiste en lo inevitable e ineludible de este curso de la evolución. En esto reside nuestro problema.Y una última pregunta: ¿podemos afirmar que la ideología, mejor dicho, las ideas comunistas han muerto definitivamente?
No, no lo creo. En primer lugar yo diferencio entre el comunismo premarxista y el comunismo posmarxista. El comunismo marxista, la ideología comunista en su variante marxista ha jugado su papel y yo creo que no tiene posibilidades en el futuro. Pero las ideas comunistas en general, en su sentido fundamental, se conservarán y, de una u otra manera, renacerán en el futuro. Yo tengo en cuenta las ideas de Tomás Moro, Campanella, etc. Desde este punto de vista yo mismo me considero comunista, pero comunista idealista, romántico, no en el sentido marxista de la palabra. Ahora estoy trabajando sobre este tema y he terminado un libro que pronto saldrá al público. En este libro llego a la conclusión de que las grandes ideas del comunismo no han muerto, que, de una u otra forma, renacerán, pero ¿cuál será la forma futura que tendrán? Desde mi punto de vista, estas ideas podrán aparecer sobre la base de un estudio científico y objetivo del comunismo real, del comunismo que tuvo lugar en la Unión Soviética, no del comunismo abstracto, imposible, sino del que existió en la realidad. Y yo pienso que a la humanidad todavía le queda que luchar en el próximo siglo por aquellos logros positivos que se pudieron observar en la URSS. Trabajo precisamente sobre este tema, sobre cómo formular la experiencia positiva de la Unión Soviética. Precisamente la experiencia positiva en el sentido de la línea de evolución comunista de la humanidad.
(1) Este libro ya ha sido publicado con el título: En el camino hacia la supersociedad