Me gustaría saber un análisis marxista de la terciarización, me da la impresión de que es un tema olvidado por los marxistas y que sin embargo es de vital importancia.
Wikipedia
La terciarización es una trasformación económica y social que afecta a los países más desarrollados desde la última fase de la revolución industrial. No solamente consiste en que la población ocupada en el sector terciario (servicios) pasa a ser más numerosa que la del sector secundario (industria), sino que la forma de trabajo propia de este sector se difunde por todos los demás, terciarizándolos.
Por ejemplo, en el cambio de las instalaciones industriales: las grandes y contaminantes plantas de la segunda revolución industrial (siderurgia, industria química), de gran impacto espacial y ecológico, se ven sometidas a la deslocalización (en beneficio de los nuevos países industrializados, antes subdesarrollados) y a la reconversión industrial posterior a la crisis industrial y energética de 1973; el nuevo tipo de industria propia de los países más avanzados se alojará en modernos y limpios polígonos industriales o incluso parques tecnológicos integrados en el espacio urbano y los entornos universitarios, consiguiendo las sinergias de los procesos de I+D e I+D+I.
También se produce un cambio en el tipo de trabajador industrial y la formación que se le requiere, que ya no está vinculada a una formación profesional rígida y concluida en juventud que determina su función laboral hasta su jubilación, sino flexible para permitir el cambio de puesto de trabajo, de sector profesional y de nivel, no únicamente en el sentido de la promoción laboral, sino llegado el caso, en el del subempleo, en perspectiva individual, lo que es denunciado como una erosión de los derechos laborales colectivos conquistados por el movimiento obrero tradicional. Disminuye la proporción de trabajadores de mono azul (operarios, tanto sin especializar como especializados) en beneficio de los trabajadores de bata blanca (cuadros), pero sobre todo se difuminan las diferencias existentes entre cualquiera de ellos y los trabajadores de camisa y corbata que trabajan en puesto informático (tradicionalmente administrativos o puestos de atención al público), de forma indistinguible también con los trabajadores de la misma condición que pudieran hacerlo en una empresa comercial o de servicios (o incluso en determinados niveles de una gran empresa agrícola), lo que da la justificación para que algunos propongan su denominación como sector cuaternario.
En menor medida puede decirse algo parecido de las actividades del sector primario (agrícolas, ganaderas, pesqueras y forestales), cuya mecanización y modernización produce drásticos cambios en la estructura laboral y en la forma tradicional de trabajo. Lo que sí se ha producido de una manera muy notable es la terciarización del espacio rural, que ha dejado de ser tan exclusivamente agrario como había sido tradicional, para alojar todo tipo de actividades económicas, sean vinculadas a su medio como el turismo rural, o completamente deslocalizadas como las que permite el teletrabajo.
También se habla de terciarización en los usos del espacio urbano, sobre todo en los cascos históricos y el centro de las ciudades, significando entonces la sustitución de viviendas (uso residencial) por usos turísticos, comerciales o administrativos.
No debe confundirse con la tercerización (también denominada externalización y en inglés out-sourcing), aunque es un fenómeno económico y social contemporáneo y con el que pueden encontrársele conexiones.
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La terciarización es una trasformación económica y social que afecta a los países más desarrollados desde la última fase de la revolución industrial. No solamente consiste en que la población ocupada en el sector terciario (servicios) pasa a ser más numerosa que la del sector secundario (industria), sino que la forma de trabajo propia de este sector se difunde por todos los demás, terciarizándolos.
Por ejemplo, en el cambio de las instalaciones industriales: las grandes y contaminantes plantas de la segunda revolución industrial (siderurgia, industria química), de gran impacto espacial y ecológico, se ven sometidas a la deslocalización (en beneficio de los nuevos países industrializados, antes subdesarrollados) y a la reconversión industrial posterior a la crisis industrial y energética de 1973; el nuevo tipo de industria propia de los países más avanzados se alojará en modernos y limpios polígonos industriales o incluso parques tecnológicos integrados en el espacio urbano y los entornos universitarios, consiguiendo las sinergias de los procesos de I+D e I+D+I.
También se produce un cambio en el tipo de trabajador industrial y la formación que se le requiere, que ya no está vinculada a una formación profesional rígida y concluida en juventud que determina su función laboral hasta su jubilación, sino flexible para permitir el cambio de puesto de trabajo, de sector profesional y de nivel, no únicamente en el sentido de la promoción laboral, sino llegado el caso, en el del subempleo, en perspectiva individual, lo que es denunciado como una erosión de los derechos laborales colectivos conquistados por el movimiento obrero tradicional. Disminuye la proporción de trabajadores de mono azul (operarios, tanto sin especializar como especializados) en beneficio de los trabajadores de bata blanca (cuadros), pero sobre todo se difuminan las diferencias existentes entre cualquiera de ellos y los trabajadores de camisa y corbata que trabajan en puesto informático (tradicionalmente administrativos o puestos de atención al público), de forma indistinguible también con los trabajadores de la misma condición que pudieran hacerlo en una empresa comercial o de servicios (o incluso en determinados niveles de una gran empresa agrícola), lo que da la justificación para que algunos propongan su denominación como sector cuaternario.
En menor medida puede decirse algo parecido de las actividades del sector primario (agrícolas, ganaderas, pesqueras y forestales), cuya mecanización y modernización produce drásticos cambios en la estructura laboral y en la forma tradicional de trabajo. Lo que sí se ha producido de una manera muy notable es la terciarización del espacio rural, que ha dejado de ser tan exclusivamente agrario como había sido tradicional, para alojar todo tipo de actividades económicas, sean vinculadas a su medio como el turismo rural, o completamente deslocalizadas como las que permite el teletrabajo.
También se habla de terciarización en los usos del espacio urbano, sobre todo en los cascos históricos y el centro de las ciudades, significando entonces la sustitución de viviendas (uso residencial) por usos turísticos, comerciales o administrativos.
No debe confundirse con la tercerización (también denominada externalización y en inglés out-sourcing), aunque es un fenómeno económico y social contemporáneo y con el que pueden encontrársele conexiones.