"EL MANIFIESTO DE LOS PLEBEYOS"
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libro de Graco BABEUF (François-Noël Babeuf, nacido en Saint Quentin en noviembre de 1760 y fallecido en París el 27 de mayo de 1797. Político, teórico y revolucionario francés, también conocido como Gracchus o Graco o Gracus, pseudónimos habitualmente por él utilizados)
“El Manifiesto de los Plebeyos" apareció en el número 35 de El Tribuno del Pueblo, del 9 Frimario, año IV (30 de noviembre de 1795), páginas 79-107. En el sumario de dicho número presentó Babeuf el "Manifiesto" como "Compendio del Gran Manifiesto para proclamar y restablecer la Igualdad de hecho".
Se puede descargar desde el enlace: (26 páginas en formato pdf de gran calidad)[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Tomado del blog La espina roja, en donde se publica un artículo de David Arrabalí que apareció en Mundo Obrero nº 233, de febrero de 2011, con el título 250 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL PRIMER COMUNISTA DE LA ERA MODERNA:
A finales del pasado mes de noviembre se cumplían 250 años del nacimiento de Francois Babeuf, el primero de nosotros. Este mítico revolucionario francés participó en algunas de las más memorables jornadas de la revolución francesa y fue el primer comunista de la era moderna.
Nadie recordó su figura, pasó inadvertido. Mitos y falsificaciones oscurecen su legado y significado histórico. Su obstinación por la igualdad, el alcance universal de su pensamiento y de la acción revolucionaria de François Babeuf, impiden que su legado sea apropiado por nadie. El espíritu de Babeuf no está en los salones ni en las estatuas. Es el primero de nosotros, por su sencillez, por su dedicación incondicional a la emancipación de ser humano.
Babeuf fue muy temprano inspirado por los textos de Rousseau y desarrolló una teoría en favor de la igualdad y colectivización de las tierras. Se instala en París donde ejerce como periodista durante la revolución francesa de 1789. Su actividad como agitador le lleva a la cárcel en varias ocasiones.
Desde su periódico Le Tribun du Peuple, donde firmaba con el seudónimo de Graco Babeuf como tributo a la república romana más radical que tanto admiró, se opone a los impuestos indirectos y al sufragio censuario. Es amigo de Jean Paul Marat (otro gran revolucionario), corta radicalmente con el catolicismo. Está obligado a huir y pasar a la clandestinidad ante la represión cada vez más fuerte.
Babeuf desarrolla su labor política y revolucionaria en el Club del Panteón, cerrado por el jefe del ejército interior, Napoleón Bonaparte. Sin medios legales, creó un comité de insurrección secreto y lanzó una campaña de propaganda destinada á agitar el descontento de las clases populares por la situación económica. No obstante, la campaña no caló mucho entre las masas, pues sus miembros más activos (los sans-culottes) seguían apegados a la defensa de la pequeña propiedad y eran poco propensos a los ideales comunistas.
Es detenido y tras salir de la prisión encabezó, junto con Darthé, Maréchal, Buonarrotti y otros, el movimiento de "La Conspiración de los iguales", que propugna la democracia radical y la abolición de la propiedad privada, pues veía en ella la verdadera fuente de toda injusticia y desigualdad social.
La Conspiración de los Iguales pretendía derrocar al Directorio y poner en vigor la Constitución de 1793 (texto democrático que nunca había sido aplicado). Pero una delación hizo que les detuvieran a todos, por lo que Babeuf, nacido en 1760, fue decapitado en la guillotina por conspirador en 1797.
Decía Babeuf: "La naturaleza nos ha dotado de un derecho igual para el disfrute de todos los bienes, el fin de la sociedad es defender esa igualdad atacada frecuentemente por el fuerte y el malo, y así aumentar de forma colectiva los disfrutes comunes". En este breve pensamiento de François Babeuf se constata su sentido socialista, su deseo de terminar con la injusticia y la desigualdad que acarrea la propiedad privada, y sustituirla por un sistema más equitativo, igualitario y comunitarista.
Defensor de la abolición de la propiedad privada y de la herencia, así como de la colectivización de la tierra, es considerado antecesor del comunismo moderno y el pensamiento-libertario, y precursor de Marx y Engels. Según Rosa Luxemburg, que admiraba a Babeuf, es el "primer precedente de los sublevamientos revolucionarios del proletariado".
Yendo finalmente a morir, pronunció una vez más sus palabras más conocidas: ¡Pueblo! ¡despiértate en la esperanza! Valían para ayer y valen para hoy misino. Además de héroe, y muy a su pesar, Babeuf fue profeta. Y será para siempre, el comunista por excelencia, el primero de nosotros.
A finales del pasado mes de noviembre se cumplían 250 años del nacimiento de Francois Babeuf, el primero de nosotros. Este mítico revolucionario francés participó en algunas de las más memorables jornadas de la revolución francesa y fue el primer comunista de la era moderna.
Nadie recordó su figura, pasó inadvertido. Mitos y falsificaciones oscurecen su legado y significado histórico. Su obstinación por la igualdad, el alcance universal de su pensamiento y de la acción revolucionaria de François Babeuf, impiden que su legado sea apropiado por nadie. El espíritu de Babeuf no está en los salones ni en las estatuas. Es el primero de nosotros, por su sencillez, por su dedicación incondicional a la emancipación de ser humano.
Babeuf fue muy temprano inspirado por los textos de Rousseau y desarrolló una teoría en favor de la igualdad y colectivización de las tierras. Se instala en París donde ejerce como periodista durante la revolución francesa de 1789. Su actividad como agitador le lleva a la cárcel en varias ocasiones.
Desde su periódico Le Tribun du Peuple, donde firmaba con el seudónimo de Graco Babeuf como tributo a la república romana más radical que tanto admiró, se opone a los impuestos indirectos y al sufragio censuario. Es amigo de Jean Paul Marat (otro gran revolucionario), corta radicalmente con el catolicismo. Está obligado a huir y pasar a la clandestinidad ante la represión cada vez más fuerte.
Babeuf desarrolla su labor política y revolucionaria en el Club del Panteón, cerrado por el jefe del ejército interior, Napoleón Bonaparte. Sin medios legales, creó un comité de insurrección secreto y lanzó una campaña de propaganda destinada á agitar el descontento de las clases populares por la situación económica. No obstante, la campaña no caló mucho entre las masas, pues sus miembros más activos (los sans-culottes) seguían apegados a la defensa de la pequeña propiedad y eran poco propensos a los ideales comunistas.
Es detenido y tras salir de la prisión encabezó, junto con Darthé, Maréchal, Buonarrotti y otros, el movimiento de "La Conspiración de los iguales", que propugna la democracia radical y la abolición de la propiedad privada, pues veía en ella la verdadera fuente de toda injusticia y desigualdad social.
La Conspiración de los Iguales pretendía derrocar al Directorio y poner en vigor la Constitución de 1793 (texto democrático que nunca había sido aplicado). Pero una delación hizo que les detuvieran a todos, por lo que Babeuf, nacido en 1760, fue decapitado en la guillotina por conspirador en 1797.
Decía Babeuf: "La naturaleza nos ha dotado de un derecho igual para el disfrute de todos los bienes, el fin de la sociedad es defender esa igualdad atacada frecuentemente por el fuerte y el malo, y así aumentar de forma colectiva los disfrutes comunes". En este breve pensamiento de François Babeuf se constata su sentido socialista, su deseo de terminar con la injusticia y la desigualdad que acarrea la propiedad privada, y sustituirla por un sistema más equitativo, igualitario y comunitarista.
Defensor de la abolición de la propiedad privada y de la herencia, así como de la colectivización de la tierra, es considerado antecesor del comunismo moderno y el pensamiento-libertario, y precursor de Marx y Engels. Según Rosa Luxemburg, que admiraba a Babeuf, es el "primer precedente de los sublevamientos revolucionarios del proletariado".
Yendo finalmente a morir, pronunció una vez más sus palabras más conocidas: ¡Pueblo! ¡despiértate en la esperanza! Valían para ayer y valen para hoy misino. Además de héroe, y muy a su pesar, Babeuf fue profeta. Y será para siempre, el comunista por excelencia, el primero de nosotros.
Última edición por pedrocasca el Dom Ene 01, 2012 10:22 pm, editado 2 veces