Los/las expertos/as en democracia participativa a nivel español (Tomás Rodríguez Villlasante (1995): Las democracias participativas. De la participación ciudadana a las alternativas de la sociedad, Ediciones HOAC) ponen como un buen ejemplo local el del municipio sevillano de Marinaleda, gobernado desde 1979 por la CUT, partido integrado en Izquierda Unida. En este pueblo de 2.500 habitantes, su ayuntamiento muestra lo que llama un "poder participativo", consistente en asambleas populares, plenos que llevan a cabo lo que se decide en asamblea, un senado popular de carácter "autoeducativo", el trabajo comunitario voluntario a través de los "domingos rojos", etc.
Pero, detrás de este aparente caso de democracia popular, hay en realidad el ejercicio de un poder cerrado y personalista. El alcalde del pueblo, el famoso líder del SOC (Sindicato de Obreros del Campo) Juan Manuel Sánchez Gordillo, lleva 22 años en el gobierno local, y decide toda la vida política de Marinaleda. Como denuncia el antropólogo Félix Talego en su investigación Cultura jornalera, poder popular y liderazgo mesiánico: Antropología política de Marinaleda (Universidad de Sevilla, Servicio de Publicaciones, 1996), este pueblo está dirigido por una entidad política fuertemente centralizada que lo decide todo. Con un discurso legitimador propio que intenta remarcar las diferencias respecto al poder dominante, en verdad, se está reprimiendo toda disidencia en el pueblo (lo que se llama "la contra") mediante el aislamiento social, con una manipulación por parte del líder, Juan Manuel, que es el único que puede hacer análisis políticos en las asambleas, en la radio municipal, en las intervenciones durante las luchas o en los trabajos voluntarios. En opinión de Félix Talego, el movimiento jornalero de la localidad "ha sido atrapado por una estructura de poder que ha supeditado todo a su propia continuidad y que ha convertido la protesta en un ceremonial en el que es ya difícil saber quien va convencido y quien por obligación"
Fuente: http://archivo-periodico.cnt.es/277mar2002/opinion/ficheros/opinion01.html
Libro: http://www.revistaestudiosregionales.com/pdfs/pdf979.pdf
Pero, detrás de este aparente caso de democracia popular, hay en realidad el ejercicio de un poder cerrado y personalista. El alcalde del pueblo, el famoso líder del SOC (Sindicato de Obreros del Campo) Juan Manuel Sánchez Gordillo, lleva 22 años en el gobierno local, y decide toda la vida política de Marinaleda. Como denuncia el antropólogo Félix Talego en su investigación Cultura jornalera, poder popular y liderazgo mesiánico: Antropología política de Marinaleda (Universidad de Sevilla, Servicio de Publicaciones, 1996), este pueblo está dirigido por una entidad política fuertemente centralizada que lo decide todo. Con un discurso legitimador propio que intenta remarcar las diferencias respecto al poder dominante, en verdad, se está reprimiendo toda disidencia en el pueblo (lo que se llama "la contra") mediante el aislamiento social, con una manipulación por parte del líder, Juan Manuel, que es el único que puede hacer análisis políticos en las asambleas, en la radio municipal, en las intervenciones durante las luchas o en los trabajos voluntarios. En opinión de Félix Talego, el movimiento jornalero de la localidad "ha sido atrapado por una estructura de poder que ha supeditado todo a su propia continuidad y que ha convertido la protesta en un ceremonial en el que es ya difícil saber quien va convencido y quien por obligación"
Fuente: http://archivo-periodico.cnt.es/277mar2002/opinion/ficheros/opinion01.html
Libro: http://www.revistaestudiosregionales.com/pdfs/pdf979.pdf