En una entrevista concedida al Diario de Sevilla, el ex líder comunista considera que los nuevos tiempos invalidan la figura de un partido como el PCE porque "ya no se corresponde a ésta época". Considera que es necesario un nuevo partido que recoja la tradición del PCE, "con el comunismo y el movimiento obrero", pero que critique el capitalismo de hoy, "no el de hace 100 años". Aunque considera que el capitalismo actual es peor que el de aquella época.
Ese partido no será IU, para Carrillo. En esa "nueva izquierda" de la que habla el veterano político, la actual coalición no tiene la suficiente fuerza, en su opinión. "Ha vivido tantas crisis internas que está muy debilitada, en mi opinión haría falta una nueva formación".
Carrillo reivindica, no obstante el papel del PCE en la democracia española, apelando al "prestigio internacional" que tenía, por su papel en la guerra, su lucha contra la dictadura y su evolución al eurocomunismo".
También por su papel en el tránsito a la democracia: "El PCE, desde 1956, había elaborado una política de reconciliación nacional que pasaba por un entendimiento con los reformistas del régimen, como pasó con los movimientos católicos de base". A su parecer, el PCE siempre había previsto que la Transición sería más o menos como fue. "La ruptura democrática que defendíamos no era una revolución, sino simplemente crear un gobierno provisional para que aprobara una amnistía, legalizara a los partidos, convocara unas Cortes constituyentes y, en el caso de Catalunya, le devolviera el Estatut que tenían en la República".
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