Thiago escribió:Nuestra misión en estos temas es principalmente desarrollar la lucha política revolucionaria en nuestros países, contra nuestra propia dictadura burguesa. Nuestro internacionalismo empieza por ahí, y esa es su expresión más concentrada. En ese contexto, fluye naturalmente nuestra oposición a cualquier agresión imperialista contra cualquier país oprimido. Y cuando hablamos de agresión imperialista, hablamos de amenaza flagrante de agresión u ocupación militar. En ese repudio no estamos a favor de otro imperialismo, por más débil que sea o porque supuestamente no proyecte agresión militar. Estamos contra la agresión imperialista porque estamos por el derecho de las naciones a que decidan su propio destino, a su soberanía e independencia (aunque no la tengan) y esto incluye que ellos decidan acabar con el dominio de su burguesía y terratenientes, estemos de acuerdo o no. Por supuesto, allí donde existe proletariado (lo cual sucede en la gran mayoría de países del mundo), abogamos por que la clase avance en su acción y organización política revolucionarias, y ese debe ser el criterio cuando adoptemos una posición al evaluar la situación de un país determinado. Aun si el proletariado es una minoría, esa clase es nuestro punto de referencia. No se trata de ver progresismos en abstracto. Hablo de proletariado, no de pueblo en general. Sabemos lo que significa la existencia de la clase obrera en cualquier país, está demostrado por la historia que es la clase más avanzada. Por más que su nivel de conciencia sea bajo, esa es nuestra clase, y nuestros esfuerzos y solidaridad deben apuntar a que avance en su incorporación a la acción y organización políticas cada vez más amplia, a fin de incluir en las otras clases populares. Por ahí empezamos a ver el progresismo.
SS-18 escribió:No se entiende.
Se entiende perfectamente, incluso un no marxista lo puede entender. Lo dicho por mí está en contraposición a lo dicho por SS-18:
SS-18 escribió:“Nuestra mision en estos temas es apoyar los progresos que supongan un avance material en las sociedades. Si se encuentra en semicolonialismo apoyamos una lucha anticolonialista, y la aprovechamos para intentar meter el socialismo, pero valorando las adaptar todo a su contexto”.
Voy a ser más explícito si es que una lectura ligera no ha permitido entender lo que está claramente expuesto en esa cita de mi mensaje anterior. A diferencia de “apoyar progresos”, “avances materiales” en las sociedades, debemos estar por apoyar la acción y la organización política de la clase obrera y por apoyar los movimientos revolucionarios “en las sociedades”. Las luchas por mejores salarios y condiciones materiales de trabajo y de vida son parte de las formas de lucha y se inscriben dentro de las reivindicaciones inmediatas de cualquier plataforma política. Eso es obvio. Igualmente toda lucha contra reminiscencias feudales en lo cultural y político también son parte de cualquier programa democrático. Esa no es la cuestión, y tampoco es suficiente. Hasta ahí no ha tocado las estructuras económicas y sociales que la sostienen y la reproducen. “Aunque poco es bueno; es mejor que nada”, son argumentos ajenos a la lucha revolucionaria. Es un llamado a la reforma, antes que a la revolución, a su preparación y organización. Demuestra un desconocimiento completo de la lucha de los movimientos obreros y populares en los países dependientes y semicoloniales. Si no véase esta frase:
“Si se encuentra en semicolonialismo apoyamos una lucha anticolonialista”. Esta es una muestra de ignorancia de la lucha en estos países y de la experiencia histórica. Para empezar, la lucha anticolonialista es contra el colonialismo. La lucha que corresponde en los países semicoloniales y dependientes es una lucha revolucionaria de carácter democrático antiimperialista y antifeudal, según las características de cada país. Esto lo enseñaron Lenin, Stalin, la III Internacional y lo confirmaron las revoluciones triunfantes en China, Albania, Vietnam, Cuba…
En la cita de mi mensaje que SS-18 no entiende, también digo y reitero sin ninguna duda, porque esta es una vieja posición marxista-leninista: Repudiamos la agresión imperialista contra la soberanía e independencia de cualquier país oprimido, contra su derecho a decidir su destino. En consecuencia, los marxista-leninistas estamos y debemos estar contra la agresión imperialista a Siria, en este momento concreto. SS-18 y su corista Pequeñoburgués, en sus malas lecturas, no han sabido entender esto, y han arremetido, en este debate que llevamos, contra molinos de viento pero sin la gallardía del Quijote. Sí, NSVLiit, en este momento concreto, la contradicción externa, contra el imperialismo, adquiere importancia en Siria. Nosotros desde afuera repudiamos la agresión del imperialismo angloamericano contra ese país. Y repito: “
Nuestra misión en estos temas es principalmente desarrollar la lucha política revolucionaria en nuestros países, contra nuestra propia dictadura burguesa”, y por consiguiente contra el imperialismo (el propio, si el nuestro es un país imperialista, o el que domina en nuestro país, si éste es dependiente o semicolonial). El pequeño proletariado sirio debe tener como misión organizarse y agrupar tras de sí a las fuerzas antiimperialistas en caso de una ocupación militar, con el fin de poder desarrollar acciones políticas y militares contra el agresor. Y si no se registra ninguna ocupación militar, luchar y preparar la revolución contra el Estado gran burgués-terrateniente, y llevarla a cabo cuando las condiciones se presenten. Que simultáneamente haya mercenarios, grupos políticos o religiosos, igualmente reaccionarios, que luchan por el poder contra la actual fracción gobernante de las clases dominantes, eso es algo que no debe detener la lucha del proletariado y las fuerzas populares; es un problema que las fuerzas revolucionarias deberán enfrentar, y que no nos deben llevar a repudiar las acciones de masas promovidas por las fuerzas proletarias, porque supuestamente “le hacen el juego” al imperialismo “otánico”. En este movimiento no incluyo para nada a las “revoluciones populares” que vanamente menciona SS-18 en su supuesta crítica. E insisto: “allí donde existe proletariado (lo cual sucede en la gran mayoría de países del mundo), abogamos por que la clase avance en su acción y organización política revolucionarias, y ese debe ser el criterio cuando adoptemos una posición al evaluar la situación de un país determinado. Aun si el proletariado es una minoría, esa clase es nuestro punto de referencia.” Estamos a favor del pueblo, para usar una frase de SS-18, pero primero estamos a favor de la clase obrera. Si un marxista no entiende esto, qué podemos esperar.
SS-18 no ha rebatido lo fundamental que he dicho sobre las guerras imperialistas: no la iniciaron los imperialismos dominantes hegemónicos en cada momento, ni Inglaterra ni Estados Unidos. En su defensa de que los imperialismos de “baja intensidad” (¿?) no son agresivos ni depredadores, que no son capaces de iniciar una guerra, sea local o mundial, se ha agarrado a un clavo ardiendo: se concentra en el uso que hice de la palabra “imperialismo emergente” y juega con él, como el gato con la madeja (no con el ratón). Tal vez debí decir el imperialismo “retador” o “desafiante”: en realidad estaba tratando de utilizar el mismo lenguaje heterodoxo de SS-18. Y, sí, Alemania, era un imperialismo ya constituido, antes de la Primera Guerra Mundial, pero con su derrota y el Tratado de Versalles fue reducida a un estado de postración y sometimiento. Y fueron precisamente los Chamberlain (aquellos apaciguadores con respecto a la acción de este imperialismo) los que permitieron que recuperara terreno e iniciara la Segunda Guerra Mundial. Es cierto las condiciones son distintas. Pero no debemos descartar que Rusia y China inicien otra guerra mundial, es más ni siquiera es una posibilidad remota. Poderío económico tienen y, en lo militar, van a reducir la brecha en los próximos diez años (hay casi paridad en número de armas nucleares). Así que no se puede establecer como verdad absoluta que “
Rusia y China no pueden desencadenar una guerra”, como dice SS-18. Eso es desconocer la naturaleza de todo imperialismo, ojo, de todo imperialismo. Creo que estamos de acuerdo en eso: que ambas son potencias imperialistas. Y el imperialismo es la reacción en toda la línea. Su
naturaleza es depredadora y agresiva, sea el imperialismo que sea, incluyendo Suiza. ¿O no? En este punto específico de su naturaleza y esencia no hay ni caben distinciones. Y eso es precisamente lo que las afirmaciones de SS-18 niegan.
Creo alguien preguntaba sobre quién habla de imperialismo bueno e imperialismo malo. Es cierto que nadie lo dice expresamente. Pero qué podemos decir de esto:
SS-18 escribió:“el imperialismo ruso chino es ayuda al desarrollo, tratados comerciales beneficiosos…”
“China y Rusia su imperialismo se traduce en tratados comerciales favorables para las dos partes, cesion de armamento, y todo tipo de condiciones que serian impensables bajo colonizacion otanista.”
¿Estás de acuerdo con esto camarada NSVLiit? Te he leído y sé que conoces la teoría leninista del imperialismo. Sabes también que muchos han intentado “actualizar” esa teoría según las nuevas condiciones; la mayoría la ha tratado de revisar.
¿Estás de acuerdo en que el imperialismo establece tratados comerciales "favorables", "beneficiosos, para los dos partes"? ¿Estás de acuerdo que el imperialismo es “ayuda al desarrollo”?
Los teóricos de la dependencia, del subdesarrollo, etc. gastaron tinta y papel describiendo los términos de intercambio desiguales en el mercado capitalista mundial, por solo mencionar este aspecto del comercio internacional; incluso los economistas burgueses consideran esta realidad en sus estudios teóricos y análisis de casos. Entonces ¿cómo se pueden explicar estas afirmaciones de SS-18? Por lo pronto, le sugeriría que abra un hilo dónde explique esta “nueva” característica que puede adoptar un imperialismo. Sería una gran aportación si no a la revisión de la teoría leninista del imperialismo, por lo menos a la teoría del imperialismo en general.
En mi primer mensaje lo dije bien claro: “no estoy de acuerdo con los supuestos” del comentario de SS-18. Me refería a eso, principalmente. No entendieron y se prodigaron a su gusto contra el “otanismo”, “trotskismo”, integristas, etc. etc. Incluso Pequeñoburgués llegó a afirmar algo que todavía me llama la atención:
Pequeñoburgués escribió:“¡cómo osan reprocharnos que defendamos un mundo multipolar lleno de contradicciones!”
“¡Cómo osan…!”
¡Diablos! ¡Qué soberbia! Y
sin fundamentar nada. Pero lo que me llamó la atención fue que hablara en plural, haciendo referencia a un “nosotros”. Y yo le pregunto ¿quiénes son ustedes? Una tendencia o corriente política. Simple curiosidad política. En realidad, nunca pregunto eso, me interesan las posiciones que se expresan y eso es lo que trato de debatir. Pero… “¡Cómo osan reprocharnos…!”
En su euforia, Pequeñoburgués dice algo preocupante en esa antológica:
“defendemos un mundo multipolar lleno de contradicciones”
¡Qué felicidad! Como si no hubieran contradicciones y muy importantes en la situación actual.
Ya antes SS-18 había dicho “nos interesa” un mundo multipolar. Parece lo mismo pero no es igual. Por eso decía en mi mensaje anterior, omitiendo la palabra multipolar que no es exacta, pero apuntando a la esencia de lo que quisieron decir:
Thiago escribió:“No hay necesidad de desear un mundo de bloques imperialistas; esa es la lógica del imperialismo, ese es el dato en nuestro sistema de ecuaciones, por decirlo de algún modo. Esa es la naturaleza del capitalismo en su fase imperialista y una ley objetiva de su desarrollo, como resultado de la concentración y centralización de capital. Es precisamente esta tendencia natural a formar bloques imperialistas, en la lucha por fuentes de materias primas y recursos naturales y por mercados para sus productos, lo que llevará tarde o temprano a un nuevo reparto del mundo por medio de la guerra imperialista.”
Pero cuando alguien lleva “el deseo” de bloques imperialistas
a la condición de programa político (eso es lo que significa la palabra “
defendemos” en un análisis y debate político), entonces algo anda mal. De las contradicciones principales en el mundo, tienen su esperanza en las contradicciones interimperialistas (“Dos guerras dieron como resultado la Revolución de Octubre y el campo socialista; queremos una tercera”, razonan en su simplicidad), y tienen
poquita fe en la contradicción entre el proletariado y la burguesía a nivel mundial, en la contradicción entre los pueblos y naciones oprimidas y el imperialismo…
La historia de los movimientos políticos revolucionarios ha conocido y conoce, en cada país, tendencias y grupos políticos que basan su actividad en “aprovechar las contradicciones interburguesas” en lo interno y en “aprovechar las contradicciones interimperialistas” en lo externo. Eso no es nada nuevo, es recurrente.
El marxismo jamás ha negado la oportunidad de aprovechar ambos tipos de contradicciones en el seno de las clases dominantes y entre los imperialismos. Pero ese aprovechamiento solo es posible si el partido comunista y el movimiento revolucionario que organiza y dirige tienen una estrategia clara, están debidamente organizados y desarrollan una activa lucha de clases contra su burguesía.
Y hablando de eso, me reafirmo: el empleo de la denominación “imperialismo otánico” esconde las contradicciones internas en ese conglomerado, donde la mayoría sigue a Estados Unidos en base a presiones y chantajes, como ha sucedido desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. El imperialismo angloamericano es el bloque que la capitanea: ese es el verdadero bloque, no la OTAN. Además esa denominación es eurocentrista, y si bien puede tener utilidad en ciertos momentos, su uso generalizado, su reconocimiento como un bloque imperialista, es incorrecto. Aprovechemos y preguntemos a los camaradas latinoamericanos si les dice algo “imperialismo otánico” en la realidad de sus países. No les dice nada porque allí todavía el imperialismo norteamericano tiene hegemonía, aunque pueda estar cediendo posiciones en el plano económico o comercial, y no necesita para nada a los países de la OTAN.
Dejo para después otros temas abordados.