La Cataluña libre será la Cataluña de los trabajadores
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El pueblo trabajador de Cataluña llega a la Diada de este año golpeado por todas partes por la crisis. No es esta sólo una crisis económica, sino también política, una crisis capitalista que se profundiza y se vuelve más nefasta por los trabajadores debido a las formas políticas y económicas concretas que este capitalismo toma en el Estado español.
Debido a esta crisis, que pone en entredicho, todavía más, la dominación política de los explotadores, de aquellos que se enriquecen a expensas del trabajo ajeno, de la burguesía, esta, en Cataluña, ha optado para crear una cortina de humo, intentando vender la moto a los trabajadores de que la culpa es de España.
Todo el mundo ve como aquellos que ayer corrían para llevarse las migas que les ofrecía el Estado, hoy se afanan, a toda prisa, para quedar, ante todo el mundo, como unos inmaculados independentistas. No es casualidad: la burguesía catalana conoce bien el justo sentimiento nacional del pueblo trabajador catalán, y lo explota, lo prostituye y lo deforma en beneficio propio.
En otras palabras, a Mas, Duran i Lleida, Roca, etcétera, les gusta marear la perdiz con esto de la independencia o, como dicen ahora, del Estat propi. Y decimos “marear la perdiz” porque la burguesía catalana, que ahora parece tan emperrada en la independencia y que hace cuatro días pactaba con el Partido Popular, sabe perfectamente que esta es imposible en la situación actual.
La política de aquellos que se dedican a hacer malabares con el derecho a la autodeterminación, de la burguesía catalana, no hace sino indicar la imposibilidad de este proceso. No es que la independencia de Cataluña resulte inalcanzable en general, sino en los términos que la burguesía los está planteando: dentro de la legalidad "democrática", y pactada con el gobierno de España. ¿Alguien puede imaginarse a los herederos de Franco, hoy en el PP y el PSOE, dándonos ni que sea un poco de libertad para que, como pueblo, podamos decidir libremente nuestro futuro? ¿Alguien puede imaginarse que aquellos que hoy en día no han condenado la España grande y libre permitan al pueblo catalán acabar con la sacrosanta unidad de este Estado?
Por otro lado, ¿en qué legalidad quiere ampararse la burguesía para hacer la consulta? ¿En la Constitución española, que no sólo niega la realidad nacional de Cataluña (y de las demás naciones oprimidas), sino que además, niega toda posibilidad de hacer referéndums vinculantes? ¿Quizás en el Estatuto, que, como no podía esperarse de una concesión de la oligarquía española a la burguesía catalana, también niega el hecho nacional catalán?
Todas estas piruetas tratan de esconder un hecho que cada vez es más claro por más gente: el derecho a la autodeterminación de Cataluña no será posible mientras esta reivindicación lo encabece la burguesía catalana, que no se ve en corazón de enfrentarse a la oligarquía financiera española y en su Estado. Es decir, el ejercicio del derecho a la autodeterminación de Cataluña tiene que venir de la mano del pueblo trabajador de Cataluña, en estrecha unidad con todos los trabajadores del Estado y del resto de naciones oprimidas dentro de este, rompiendo no sólo con los burgueses españoles, sino con los de todo el Estado.
Es decir, será la acción conjunta de todos los trabajadores de todo el Estado, porque el que nos une no es la pertenencia a una nación, sino a una misma clase, el que permitirá acabar con todo tipo de opresión: tanto social como nacional; será el internacionalismo el que permitirá acabar con la opresión nacional en favor de las mayorías trabajadoras, el que nos permitirá construir la Cataluña libre, la Cataluña de los trabajadores.
Debido a esta crisis, que pone en entredicho, todavía más, la dominación política de los explotadores, de aquellos que se enriquecen a expensas del trabajo ajeno, de la burguesía, esta, en Cataluña, ha optado para crear una cortina de humo, intentando vender la moto a los trabajadores de que la culpa es de España.
Todo el mundo ve como aquellos que ayer corrían para llevarse las migas que les ofrecía el Estado, hoy se afanan, a toda prisa, para quedar, ante todo el mundo, como unos inmaculados independentistas. No es casualidad: la burguesía catalana conoce bien el justo sentimiento nacional del pueblo trabajador catalán, y lo explota, lo prostituye y lo deforma en beneficio propio.
En otras palabras, a Mas, Duran i Lleida, Roca, etcétera, les gusta marear la perdiz con esto de la independencia o, como dicen ahora, del Estat propi. Y decimos “marear la perdiz” porque la burguesía catalana, que ahora parece tan emperrada en la independencia y que hace cuatro días pactaba con el Partido Popular, sabe perfectamente que esta es imposible en la situación actual.
La política de aquellos que se dedican a hacer malabares con el derecho a la autodeterminación, de la burguesía catalana, no hace sino indicar la imposibilidad de este proceso. No es que la independencia de Cataluña resulte inalcanzable en general, sino en los términos que la burguesía los está planteando: dentro de la legalidad "democrática", y pactada con el gobierno de España. ¿Alguien puede imaginarse a los herederos de Franco, hoy en el PP y el PSOE, dándonos ni que sea un poco de libertad para que, como pueblo, podamos decidir libremente nuestro futuro? ¿Alguien puede imaginarse que aquellos que hoy en día no han condenado la España grande y libre permitan al pueblo catalán acabar con la sacrosanta unidad de este Estado?
Por otro lado, ¿en qué legalidad quiere ampararse la burguesía para hacer la consulta? ¿En la Constitución española, que no sólo niega la realidad nacional de Cataluña (y de las demás naciones oprimidas), sino que además, niega toda posibilidad de hacer referéndums vinculantes? ¿Quizás en el Estatuto, que, como no podía esperarse de una concesión de la oligarquía española a la burguesía catalana, también niega el hecho nacional catalán?
Todas estas piruetas tratan de esconder un hecho que cada vez es más claro por más gente: el derecho a la autodeterminación de Cataluña no será posible mientras esta reivindicación lo encabece la burguesía catalana, que no se ve en corazón de enfrentarse a la oligarquía financiera española y en su Estado. Es decir, el ejercicio del derecho a la autodeterminación de Cataluña tiene que venir de la mano del pueblo trabajador de Cataluña, en estrecha unidad con todos los trabajadores del Estado y del resto de naciones oprimidas dentro de este, rompiendo no sólo con los burgueses españoles, sino con los de todo el Estado.
Es decir, será la acción conjunta de todos los trabajadores de todo el Estado, porque el que nos une no es la pertenencia a una nación, sino a una misma clase, el que permitirá acabar con todo tipo de opresión: tanto social como nacional; será el internacionalismo el que permitirá acabar con la opresión nacional en favor de las mayorías trabajadoras, el que nos permitirá construir la Cataluña libre, la Cataluña de los trabajadores.
¡VIVA EL ONCE DE SEPTIEMBRE!
POR EL DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN DE CATALUÑA: ¡ORGANÍZATE Y RESISTE!
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