Aca va el retruco:
“Con esta actitud, el FIT boicotea la elección de la izquierda”
En las PASO de agosto, la izquierda independiente logró una elección histórica: el FIT y el Nuevo MAS obtuvieron alrededor de 1.000.000 de votos, de los cuales 115.000 votos correspondieron a nuestro partido, que presentó listas en Capital y en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Neuquén.
La campaña electoral ha entrado en la recta final, y lamentablemente la dirección del FIT se ha negado a responder a nuestro llamado de realizar una reunión en la que, acuerdo de por medio, hubiéramos anunciado públicamente el apoyo del Nuevo MAS al FIT, produciendo un hecho político que habría potenciado la votación de octubre, en momentos que se está muy cerca de obtener parlamentarios (que igual no están asegurados, como reconocen, incluso, los mismos integrantes del FIT).
Sin embargo, en una actitud que no sólo nos asombra a nosotros sino también a gran parte de la vanguardia que simpatiza con la izquierda, e incluso a sus propios militantes, la dirección del FIT, a contramano de las mejores tradiciones obreras y socialistas, insiste en su operativo de apropiarse de nuestros votos, no de una manera leal, llegando a un acuerdo político, sino oportunista, utilizando contra nuestro partido las consecuencias proscriptivas del piso del 1,5% impuesto por esta democracia de los ricos, régimen político que representa a los capitalistas.
Esto ocurre en el marco de una orientación general reformista de la campaña electoral del Frente de Izquierda, que insiste en evitar criticar al gobierno y que no llama a la lucha por ningún punto, reduciendo peligrosamente la crítica política a un mero slogan marketinero.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, y a diferencia de cierta metodología sin principios adoptada por las fuerzas del FIT, pero en reivindicación de los criterios de la lucha por la independencia de clase de los trabajadores, es que la Dirección Nacional del Nuevo MAS hace un llamado a sus 115.000 votantes, simpatizantes, amigos y la militancia en general, a que en octubre voten en la ciudad de Buenos Aires por la Lista 323 del Nuevo MAS, encabezada por Manuela Castañeira, y en el resto del país, críticamente, a las listas presentadas por el FIT.
Hector “Chino” Heberling, por la dirección del Nuevo MAS
8 de octubre de 2013
http://www.mas.org.ar/nota.php?id=286
Una campaña con rasgos reformistas
Días atrás hemos hecho público nuestro llamado a votar críticamente las candidaturas del FIT en aquellos distritos donde nuestro partido no se puede presentar; en función de criterios principistas de independencia de clase. Sin embargo, aquí nos queremos detener en otra cosa: en el tipo de campaña que esta llevando adelante ese frente.
EL PELIGRO DE UNA REPETICIÓN DE LOS RASGOS OPORTUNISTAS DE LA VIEJA IZQUIERDA UNIDA
Nuestras críticas a la campaña del FIT se vienen extendiendo a lo largo de dos años. Hemos señalado que se trata, en los hechos, de un frente de independencia de clase; de ahí nuestro llamado a votarlo a pesar del crimen de que se hayan negado a darle fuerza a este planteo a partir de una acción conjunta con el Nuevo MAS de cara a octubre.
Sin embargo, esto no menoscaba su curso oportunista. El PO y el PTS parecen creer que como se trata de un frente independiente, vale todo y no tendrían nada que ver con otros frentes oportunistas de la izquierda como las ediciones de Izquierda Unida en las décadas pasadas: una cuando el viejo MAS (años 80) y otra con el MST (a comienzos del 2000).
Pero el FIT no está inmunizado de oportunismo; es más, sus dosis aumentan. Dejemos de lado otras críticas que les hemos realizado, como ser un frente único electoral que ante hechos de enorme importancia de la lucha de clases tienen dos o tres posiciones antagónicas: por ejemplo, frente a los cacerolazos de la oposición patronal o ante los planteos reaccionarios de los gendarmes.
Queremos circunscribirnos aquí sólo a esta segunda campaña electoral y compararla someramente con las llevadas adelante por Izquierda Unida. Es verdad que al ser un frente entre organizaciones que defienden la independencia de clase (al menos verbalmente), tiene otro carácter que las protagonizadas entre el viejo MAS y el PC y luego, a escala reducida, por el MST con ese partido. Esos acuerdos fueron llevados a cabo con una organización caracterizada por una trayectoria de conciliación de clases; aunque no se podría decir que hayan tenido en su seno a “la sombra de la burguesía”, como caracteriza a los frentes populares. Fueron, más bien, frentes electorales oportunistas sin líneas de clase claras y sin un discurso de independencia de clase. Pero de todos modos terminaron estallando, justamente por las contradicciones de clase incubadas en su seno.
Repetimos: el distintivo carácter independiente no inmuniza al FIT, caracterizado por graves problemas: la ausencia de toda crítica al gobierno y el hecho de que ni por asomo se llama a la lucha para obtener las reivindicaciones que se levantan.
LA IGNORANCIA DEL GOBIERNO
La ausencia de crítica al gobierno es una verdadera tara del FIT. Es increíble que se puedan hacer dos campañas electorales sucesivas sin que en los principales instrumentos hacia los amplios sectores (los carteles y los spots) se nombre una sola vez al gobierno capitalista que preside el país.
Recordemos que en un texto educativo de Nahuel Moreno que ha pasado la prueba de los hechos se señalaba que no puede haber política revolucionaria que no nombre al gobierno capitalista, al régimen y al sistema (y que no llame a la lucha, agregamos nosotros). Claro que esto no puede ser un esquema aplicado doctrinariamente, o de una manera que los trabajadores no entiendan; debe ser llevado adelante pedagógicamente, dialogando con las preocupaciones reales de los explotados y oprimidos.
Pero decir las cosas de una manera pedagógica atendiendo, además, a que en toda campaña electoral nos dirigimos a más amplios sectores que los habituales, no puede significar ignorar olímpicamente el gobierno del país. Seguramente se afirmará que Altamira “vive” en los programas televisivos y que habla de lo humano y lo divino. Esto es verdad; la presencia en los medios del FIT no tiene antecedentes en ninguna experiencia anterior de la izquierda revolucionaria en los últimos 30 años. Pero hablar como un comentarista político por TV no resuelve el problema que estamos señalando. A las palabras se las lleva el viento y lo fundamental es lo que queda fijado en los medios escritos y televisivos masivos, sobre todo los carteles y spots de campaña.
UN RASGUÑO Y UN PELIGRO DE GANGRENA
A esto hay que agregarle un problema más grave. Nos hemos cansado de señalar que el FIT no denuncia al régimen político de democracia de los ricos. No de manera ultraizquierdista, claro está, que daría un ridículo y confuso mensaje “antielectoral” (un crimen en momentos, además, donde la izquierda podría tener la gran conquista de obtener varias bancas parlamentarias), sino de nunca haber denunciado desde el punto de vista principista las reglas de juego electorales, a comenzar la ley proscriptita. Nos referimos aquí a una cosa más grave todavía: el hecho de que el FIT se la pase señalando que todos los problemas se resolverían votando parlamentarios de izquierda (“la izquierda al Congreso”), sin acompañar nunca este planteo con que, en realidad, esos parlamentarios deberán ser los voceros de los reclamos y luchas de los trabajadores. Y un punto de apoyo secundario, aunque enormemente importante, para obtener en la acción extraparlamentaria –aunque sancionada luego legalmente– las reivindicaciones de la clase obrera, la juventud y el movimiento de mujeres, que tienen como condición esas luchas. Hacer creer que con parlamentarios de la izquierda todo estaría solucionado; no tener el cuidado de que el correcto planteo de que la izquierda llegue al Congreso no sea vista como un fin en sí mismo, desligado de una fuerte lucha extraparlamentaria, es lo que le da a la campaña del FIT el grave tinte reformista que estamos criticando. Esto se puede ver en los spots que acaban de aparecer rumbo al 27 de octubre. Son un poco “despolitizantes” como ese concurso acerca de quién está con Chevron y quién no, y motivos por el estilo. En todo caso, el PO y el PTS sabrán si eso está dando los resultados electorales buscados. El problema no es ese, sino lo que ya parece ser otro “principio” constitutivo del FIT: ¡jamás señalar que todas estas reivindicaciones, necesidades y/o salidas sólo podrán obtenerse si median grandes luchas de los trabajadores! Se trata de un “rasguño”, pero como decía Trotsky de los desvíos oportunistas, podría transformarse en un peligro de gangrena si no es corregido a tiempo.
LA CAMPAÑA DEL NUEVO MAS
Nuestro partido hizo en las PASO lo contrario. Nunca nos hicimos los distraídos respecto del gobierno y demás fuerzas políticas patronales, denunciándolas como responsables del impuesto al salario, de la entrega del petróleo a Chevron, de la ausencia del derecho al aborto, del carácter proscriptivo de las PASO, etcétera. Además, en la presentación de nuestras candidaturas, siempre hemos tenido el cuidado de que haya algún vínculo explícito con la representación u expresión de un movimiento de lucha real. En el caso de Manuela Castañeira, siempre la hemos presentado como “una luchadora del movimiento de mujeres”. En el caso de Jorge Ayala, su identificación como obrero de base de FATE y el neumático es evidente. Incluso en la presentación de candidaturas como las del “Chino” Heberling, Alcides Christiansen o Eduardo Mulhall la referencia a su tradición de luchadores obreros siempre está presente. Ver, por ejemplo, los spots de Alcides en las PASO destacando su condición de ex dirigente de la UOCRA neuquina. Mientras redoblamos nuestra campaña por Manuela Legisladora en Capital y llamamos a votar críticamente por las candidaturas del FIT en el resto del país, insistimos: la campaña de ese frente tiene fuertes rasgos reformistas que se reiteran en cada elección y que pueden llegar a hipotecar la conquista de las representaciones que se puedan obtener.
1 - Cuando nos referimos a IU en esta nota, tenemos presente sobre todo la primera experiencia, la más “universal”, no las del MST posteriores, de mucha menor importancia.
2 - Es de honestidad intelectual elemental señalar que el primer problema, muy acusado en el FIT, sin embargo no era característica de los frentes del viejo MAS, donde la denuncia política al gobierno estaba a la orden del día; sí hubo graves problemas de electoralismo que son los que lo hicieron estallar: no sólo a la primera Izquierda Unida, sino al viejo MAS.
3 - “La traición de la OCI”, una crítica correcta al oportunismo de una de las tradicionales corrientes del trotskismo francés, el lambertismo (con la cual, no casualmente, el PO mantuvo relaciones históricas y de la que incorporó muchos rasgos).
4 - Particularmente el PTS ha batido récords en materia de adaptación a las PASO.
5 - Resolver correctamente la relación entre la acción extraparlamentaria y la parlamentaria es una parte importantísima de la política revolucionaria. Desde ya, no es sencillo el desafío y que hay que evitar tanto desvíos oportunistas como sectarios. Pero la manera en que parecen estar encarando el problema el PO y el PTS, al menos en su discurso de campaña electoral, ya está abriendo una señal de alerta.
6 - O demasiado adaptados al bajo nivel de radicalización ambiente, aunque en un contexto general “progresista” favorable al discurso de la izquierda.
http://www.mas.org.ar/nota.php?id=284