http://elcaminodehierro.blogspot.co.at/
- Las próximas elecciones generales, si es que las hay, las volverán a ganar los del Partido Popular.
- Y será así porque eso que se conoce como izquierda carece de principios y de proyecto, no tiene nada que ofrecer en ningún terreno. Ni siquiera en eso que llaman "pensamiento crítico", pura chatarra universitaria.
- La anterior nota explica que las masas pasen olímpicamente de las actuales propuestas políticas izquierdistas. No le den más vueltas, ni alienación ni gaitas en vinagre.
- No es un fenómeno español, en toda Europa las organizaciones fascistas están creciendo al tiempo que las izquierdistas decrecen.
- Cualquiera se preguntaría qué hacen mal esas organizaciones y movimientos izquierdistas para no atraer a las masas. Al menos cualquiera que no sea un izquierdista, pues carecen por completo de capacidad de autocrítica. Siempre son los demás los que lo hacen mal. Esta "nueva izquierda" lleva desde los años 60 del siglo pasado anulando cualquier posibilidad de liberación, y no solo siguen creyéndose nuevos y originales, sino que además creen que son muy capaces y que tienen razón.
- No cambiarán. Primero porque no pueden. Segundo porque no quieren. Y tercero porque para eso los pusieron ahí junto a la socialdemocracia.
- La reconstrucción política del progresismo, al margen de las peculiaridades de cada lugar, tiene que pasar por una reorganización política de la clase obrera. Cada vez que alguien dice que la clase obrera debe pactar con otras capas sociales me entra la risa. Cómo carajo va a pactar si está completamente desorganizada. Casi que debemos alegrarnos de su pasividad, pues su actividad, hoy, sería en beneficio de intereses ajenos. Justo eso es lo que está pasando con las organizaciones reaccionarias en Europa. En segundo lugar, es vital la idea misma de un mundo nuevo y de un hombre nuevo. El socialismo no solo significa más, también significa mejor y distinto. Y tan potente políticamente es uno como lo otro. Y por último, sin principios no hay nada. No puede ser que izquierda sea sinónimo de adolescencia. No puede ser que el progresismo se reduzca al lema sexo, drogas y rock and roll. La imagen de progreso no la puede representar un joven con rastas con un porro en la boca que se pasa en el día con el pito en la mano deseando que llegue el verano para seguir tocándose los cojones. Estamos obligados a ser mejores que nuestros enemigos en cualquier terreno. Otros en cambio están deseando que la edad legal para votar baje a los 16 años con la esperanza de trincar algún escaño más con aroma a rebeldía juvenil. Yo les recordaría 1934, cuando familias enteras -sí, sí, con sus mujeres, hijos y hasta con el mismísimo espíritu santo- se echaban al frente. Por cierto, para los amantes de los números. Lo del 34 fue un alzamiento de no más de 40.000 obreros, la inmensa mayoría mineros. Hoy, Asturias, dispone de muchos más obreros, esa cifra se alcanza solo contando con los obreros del sector metal, y eso a pesar de las reconversiones y de la mecanización.
- En fin, por ahora esos tres puntos son suficientes. Otros lo verán de un modo distinto. Yo creo que tal y como está la cosa no vamos a ningún sitio, dure la crisis lo que dure. Al parecer ahora toca enseñar las tetas, pues nada, a ello, los paisanos tendremos que enseñar el pito.
- Las próximas elecciones generales, si es que las hay, las volverán a ganar los del Partido Popular.
- Y será así porque eso que se conoce como izquierda carece de principios y de proyecto, no tiene nada que ofrecer en ningún terreno. Ni siquiera en eso que llaman "pensamiento crítico", pura chatarra universitaria.
- La anterior nota explica que las masas pasen olímpicamente de las actuales propuestas políticas izquierdistas. No le den más vueltas, ni alienación ni gaitas en vinagre.
- No es un fenómeno español, en toda Europa las organizaciones fascistas están creciendo al tiempo que las izquierdistas decrecen.
- Cualquiera se preguntaría qué hacen mal esas organizaciones y movimientos izquierdistas para no atraer a las masas. Al menos cualquiera que no sea un izquierdista, pues carecen por completo de capacidad de autocrítica. Siempre son los demás los que lo hacen mal. Esta "nueva izquierda" lleva desde los años 60 del siglo pasado anulando cualquier posibilidad de liberación, y no solo siguen creyéndose nuevos y originales, sino que además creen que son muy capaces y que tienen razón.
- No cambiarán. Primero porque no pueden. Segundo porque no quieren. Y tercero porque para eso los pusieron ahí junto a la socialdemocracia.
- La reconstrucción política del progresismo, al margen de las peculiaridades de cada lugar, tiene que pasar por una reorganización política de la clase obrera. Cada vez que alguien dice que la clase obrera debe pactar con otras capas sociales me entra la risa. Cómo carajo va a pactar si está completamente desorganizada. Casi que debemos alegrarnos de su pasividad, pues su actividad, hoy, sería en beneficio de intereses ajenos. Justo eso es lo que está pasando con las organizaciones reaccionarias en Europa. En segundo lugar, es vital la idea misma de un mundo nuevo y de un hombre nuevo. El socialismo no solo significa más, también significa mejor y distinto. Y tan potente políticamente es uno como lo otro. Y por último, sin principios no hay nada. No puede ser que izquierda sea sinónimo de adolescencia. No puede ser que el progresismo se reduzca al lema sexo, drogas y rock and roll. La imagen de progreso no la puede representar un joven con rastas con un porro en la boca que se pasa en el día con el pito en la mano deseando que llegue el verano para seguir tocándose los cojones. Estamos obligados a ser mejores que nuestros enemigos en cualquier terreno. Otros en cambio están deseando que la edad legal para votar baje a los 16 años con la esperanza de trincar algún escaño más con aroma a rebeldía juvenil. Yo les recordaría 1934, cuando familias enteras -sí, sí, con sus mujeres, hijos y hasta con el mismísimo espíritu santo- se echaban al frente. Por cierto, para los amantes de los números. Lo del 34 fue un alzamiento de no más de 40.000 obreros, la inmensa mayoría mineros. Hoy, Asturias, dispone de muchos más obreros, esa cifra se alcanza solo contando con los obreros del sector metal, y eso a pesar de las reconversiones y de la mecanización.
- En fin, por ahora esos tres puntos son suficientes. Otros lo verán de un modo distinto. Yo creo que tal y como está la cosa no vamos a ningún sitio, dure la crisis lo que dure. Al parecer ahora toca enseñar las tetas, pues nada, a ello, los paisanos tendremos que enseñar el pito.