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http://actualidadalternativa.blogspot.com.es/2014/03/encubriendo-el-estallido-social-en.html
El pueblo bahreiní rechazó este domingo con una manifestación antimonárquica la celebración en su país de las carreras de Fórmula Uno, que, a su juicio, se llevarán a cabo para encubrir los crímenes cometidos por la dinastía de los Al Jalifa. Durante la jornada, diferentes partes de Bahrein, entre ellas, pueblos como Al-Aker, Sanabis, Ma’ameer, Nuwaidrat, así como la isla de Sitra, fueron escenario de manifestaciones en las que los participantes exigieron el reconocimiento de sus derechos legítimos y justos. Los manifestantes bahreiníes, además de corear consignas contra el régimen de los Al Jalifa, condenaron el evento deportivo, previsto para principios del próximo mes de abril.
Según los participantes en las protestas, el régimen de Bahrein tiene como objetivo explotar este evento deportivo para encubrir sus crímenes y obviar las demandas de la población. Asimismo, se ha informado de que fuerzas del régimen recurrieron al uso de gases lacrimógenos y balas de goma para reprimir a los manifestantes; como consecuencia de tal hecho, varias personas manifestaron síntomas de asfixia. El sábado se hizo un llamamiento para que el pueblo participara de manera masiva en las manifestaciones y actividades durante la celebración del evento deportivo. Desde febrero de 2011, Bahrein es escenario de manifestaciones antimonárquicas a favor de reformas democráticas y políticas y por una república, movilizaciones que son brutalmente reprimidas por el gobierno de Manama, con la ayuda de varios países extranjeros que tienen intereses de mantener un gobierno que les favorezca debido a cuestiones energéticas y petroleras, así como por cuestiones geopolíticas en Oriente Medio, como EEUU, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
El uso de la violencia por parte de las fuerzas del régimen de los Al Jalifa ha causado la muerte de al menos 140 personas, las cuales, en su mayoría, murieron a raíz de las torturas que les fueron infringidas en las cárceles tras las violentas detenciones injustificadas propias de la dictadura que el pueblo de Bahrein vive, similares a las de la zona como en Arabia Saudita u Omán. Las otras murieron en las absurdas cargas cometidas por la policía política del país
El pueblo bahreiní rechazó este domingo con una manifestación antimonárquica la celebración en su país de las carreras de Fórmula Uno, que, a su juicio, se llevarán a cabo para encubrir los crímenes cometidos por la dinastía de los Al Jalifa. Durante la jornada, diferentes partes de Bahrein, entre ellas, pueblos como Al-Aker, Sanabis, Ma’ameer, Nuwaidrat, así como la isla de Sitra, fueron escenario de manifestaciones en las que los participantes exigieron el reconocimiento de sus derechos legítimos y justos. Los manifestantes bahreiníes, además de corear consignas contra el régimen de los Al Jalifa, condenaron el evento deportivo, previsto para principios del próximo mes de abril.
Según los participantes en las protestas, el régimen de Bahrein tiene como objetivo explotar este evento deportivo para encubrir sus crímenes y obviar las demandas de la población. Asimismo, se ha informado de que fuerzas del régimen recurrieron al uso de gases lacrimógenos y balas de goma para reprimir a los manifestantes; como consecuencia de tal hecho, varias personas manifestaron síntomas de asfixia. El sábado se hizo un llamamiento para que el pueblo participara de manera masiva en las manifestaciones y actividades durante la celebración del evento deportivo. Desde febrero de 2011, Bahrein es escenario de manifestaciones antimonárquicas a favor de reformas democráticas y políticas y por una república, movilizaciones que son brutalmente reprimidas por el gobierno de Manama, con la ayuda de varios países extranjeros que tienen intereses de mantener un gobierno que les favorezca debido a cuestiones energéticas y petroleras, así como por cuestiones geopolíticas en Oriente Medio, como EEUU, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
El uso de la violencia por parte de las fuerzas del régimen de los Al Jalifa ha causado la muerte de al menos 140 personas, las cuales, en su mayoría, murieron a raíz de las torturas que les fueron infringidas en las cárceles tras las violentas detenciones injustificadas propias de la dictadura que el pueblo de Bahrein vive, similares a las de la zona como en Arabia Saudita u Omán. Las otras murieron en las absurdas cargas cometidas por la policía política del país
