[PCOE - Islas Baleares] Por un movimiento estudiantil revolucionario

Los jóvenes estudiantes de extracción popular somos, sin lugar a dudas, uno de los sectores más agredidos de la sociedad. Más de la mitad de los jóvenes que terminan sus estudios se ven abocados al paro forzoso, mientras que la minoría que logra un puesto de trabajo se ve obligado a cobrar sueldos de miseria a cambio de jornadas laborales interminables. Pero las agresiones contra nosotros no comienzan cuando iniciamos la actividad laboral, sino mucho antes, en nuestros centros de estudio y nuestras universidades. El Gobierno ha emprendido desde hace varios años una brutal ofensiva contra el sistema de educación pública, que fue logrado con el sudor y la sangre de los estudiantes y los obreros muchos años atrás; privando a los estudiantes de extracción obrera de sus derechos más fundamentales.

Nosotros, los estudiantes de las clases trabajadoras, somos formados con el objetivo de ocupar, en el día de mañana, un puesto en el proceso de producción. Somos, simplemente, futuros obreros. No cabe duda pues de que formamos parte de la clase obrera y de las clases populares, y que nuestros intereses son, en consecuencia, los mismos que los de los demás miembros de nuestra clase.

Nuestra lucha no puede marchar a rebufo de la espontaneidad, ni puede limitarse a reclamar reformas parciales que en absoluto modifican nuestra posición social de explotados. Nuestro enemigo no es la LOMCE o la LOGSE, sino la clase a los intereses de la cual sirven dichas leyes. El Gobierno, en su ofensiva contra la educación pública, no sirve sino a los intereses de la clase burguesa, que es quien detenta el poder en el sistema capitalista. Ésta es la clase a la que realmente sirven el Estado, los parlamentos, los jueces, las leyes… La nuestra, la clase obrera, es una clase desposeída y excluida de todo poder, explotada brutalmente desde la juventud; pero con un enorme potencial revolucionario.

Es necesario que hagamos uso de ese potencial y unamos todas nuestras luchas y reivindicaciones en una sola, pues el origen de todos nuestros problemas es común: el sistema capitalista. Debemos estructurar un movimiento estudiantil de clase, revolucionario, cohesionado en lo ideológico y organizado. Tan solo de este modo podremos llevar adelante nuestras luchas, encaminadas todas ellas a la destrucción de este sistema inhumano y criminal. Las luchas de resistencia jamás rebasan el marco de opresión burgués, y si no iniciamos una ofensiva obrera y popular contra el capital, seguiremos siendo privados de nuestros derechos, esclavizados por la burguesía desde que nacemos hasta que morimos.

Así pues, se plantea la urgente necesidad de constituir una asamblea de estudiantes en cada centro escolar y universidad, coordinadas todas ellas en el marco del naciente Nuevo Poder, que no es otro sino el Frente Único del Pueblo. Ésta es la estructura misma del Poder Popular, el embrión del futuro Estado obrero; es nuestra propia democracia, con un ineludible carácter de clase. El Frente Único del Pueblo aspira a englobar a todo el pueblo trabajador: estudiantes, obreros, jornaleros…, y unificar todas las luchas en un solo puño que aseste el golpe de gracia al sistema capitalista, enviándolo de una vez por todas al estercolero de la historia, para construir, sobre sus cenizas, una sociedad de trabajadores y trabajadoras, es decir, el socialismo.

Así mismo, hacemos un llamamiento a todos los estudiantes de extracción obrera a organizarse en la Federación de Jóvenes Comunistas de España (FJCE), asumiendo la imperiosa tarea de estructurar y cohesionar el movimiento estudiantil, fundiendo todas sus luchas en una sola, cohesionándolo en lo ideológico, estimulando la creación de los órganos de Poder Popular, para luchar sin descanso contra el capitalismo, la burguesía y su putrefacto Estado.