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[Madrid-Rivas] La única forma de gestionar el capitalismo. Privatizaciones, despidos y luchas por el poder en Rivas, feudo de IU
IU siempre se presenta a las elecciones con programas bucólicos en los que defiende esto y aquello, una gestión del sistema capitalista a favor de los trabajadores, aparentemente contrapuesta al programa “neoliberal” de la derecha. Sin embargo, en las ocasiones en que tienen la oportunidad de llevar a la práctica ese programa, repiten punto por punto la política llamada “neoliberal”, que no es otra que capitalismo en su fase última e inevitable.
La tragicomedia con tintes de farsa de IU de Rivas Vaciamadrid –que gobierna con mayoría absoluta la ciudad del sureste madrileño– escenificada estas últimas semanas, esconde un drama mucho más serio que la ridícula y clarificadora pelea que los diversos oportunistas de la organización “de izquierdas” están disputando, y ese drama es el del despido de trabajadores, bajadas de salarios, privatización de recursos y servicios públicos, en definitiva, el de gestionar el capitalismo de la única manera posible, y engañar a los trabajadores con la ilusión de un capitalismo bueno.
La caja de los truenos estalla con el escándalo de la EMV (Empresa Municipal de Vivienda) de Rivas Vaciamadrid, que se enmarca dentro de la política de privatizaciones de servicios públicos llevada a cabo por el gobierno municipal de IU –en el Ayuntamiento desde 1991–. La EMV es una empresa pública de gestión privada desde su creación, en 2003, siendo la inmobiliaria Habyco XXI la concesionaria de la gestión. Está dirigida por el concejal de IU Fausto Fernández. Las empresas públicas de gestión privada son, como se sabe, el método iniciado hace ya bastantes años por el PP para privatizar, por poner un ejemplo bien conocido en Madrid, la Sanidad. Aquí, en Rivas, no es la primera ocasión en que IU aplica este método. Contamos con el ejemplo del colegio Hypatia, construido con dinero público, un total de 24 millones de €, para entregar su explotación a una entidad privada, FUHEM. O los servicios de atención a la infancia o a los mayores, gestión o mantenimiento de centros culturales, e incluso el pomposo proyecto Rivas Ecópolis. El ímpetu privatizador de IU parece imparable.
Y puesto que una empresa privada está para lo que está, que es explotar a sus trabajadores, cobrar lo máximo que pueda a sus clientes y, en definitiva, sacar el máximo beneficio posible, las consecuencias son inevitables: empeoramiento del servicio, y empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores.
Así, el 24 de octubre, Habyco XXI presentó un Expediente de Regulación de Empleo por el que se despedía a 10 trabajadores, de los puestos más modestos, de la EMV. La sección sindical de CGT denuncia, también, el aumento de las cargas de trabajo, prolongación de los horarios más allá de lo pactado, etc. todo ello por sueldos “mileuristas”. Eso sí, en nómina de la EMV aparecen personas que no trabajan en la EMV, como una asesora con sueldo bruto de 4.000 € mensuales y que es patrona de la Fundación Equo.
El último número de este escándalo ha sido, por el momento, la publicación, el 19 de noviembre, del informe fiscalizador de la EMV de Rivas, del Comité de Cuentas de la Comunidad de Madrid para los ejercicios 2010 y 2011, en el que se descubría un “agujero” contable de 20,9 millones de €. Cuando la Concejala de hacienda, también de IU, como el resto del equipo, Ana María Reboiro, pidió transparencia con este asunto, fue cesada por el alcalde, José Masa. Tanto José Masa como Fausto Fernández cuentan con el apoyo de la dirección regional de IU.
Toda esta situación ha sido el escenario perfecto para que salgan a relucir las contradicciones internas y más oscuros deseos de la joya de la corona de la organización reformista, no olvidemos que Rivas es la mayor ciudad que gestiona IU en todo el país. El día 30 de diciembre el alcalde José Masa cesó a su compañero de partido y enemigo íntimo, Pedro del Cura, de su cargo de concejal, desatando y confirmando la guerra abierta entre los diversos sectores de IU: los más derechistas contra los menos derechistas, porque derechistas lo son todos.
IU siempre se presenta a las elecciones con programas bucólicos en los que defiende esto y aquello, una gestión del sistema capitalista a favor de los trabajadores, aparentemente contrapuesta al programa “neoliberal” de la derecha. Sin embargo, en las ocasiones en que tienen la oportunidad de llevar a la práctica ese programa, repiten punto por punto la política llamada “neoliberal”, que no es otra que capitalismo en su fase última e inevitable.
El sector crítico de IU, no nos engañemos, viene a repetir el mismo mensaje: es posible la gestión del sistema capitalista, no a favor del capitalista, sino del trabajador; es posible un capitalismo bueno; es posible que el león yazca junto al cordero, apaciblemente… y otras fantasías religiosas. Pero la realidad del sistema es la que es. Si se aceptan las reglas del juego nada va a cambiar, por mucho que cambien los jugadores. Así que si los críticos se salen con la suya y desplazan al sector hoy gobernante, ¿qué es lo que cabe esperar?
Oportunismo es oportunismo, es decir: decirle a la gente lo que resulta agradable de oír, decirle que existe una manera fácil y cómoda de arreglar los problemas, que no se preocupen, que no hagan caso de esos desagradables comunistas que se empeñan en que el único camino es el de la organización y la lucha para acabar con estas reglas del juego, con este juego: el capitalismo; e imponer las reglas del juego de los trabajadores: el socialismo-comunismo.
En Rivas, ganen unos u otros oportunistas, acabe como acabe la lucha por el poder, los que saldrán perdiendo son los/as trabajadores/as. Para que esto deje de ser así la clase obrera tiene que olvidarse de las fantasías que estos le cuentan, las de leones y corderos amigos, porque del cordero no suelen quedar ni los huesos. Para que la clase obrera deje de pagar las consecuencias de un sistema criminal ha de organizarse, ha de estar unida, tiene que comenzar a levantar un gran Frente Obrero y Popular por el Socialismo, con su Partido Comunista al frente.
Partido Comunista de los Pueblos de España
(Célula PCPE Madrid Sureste-Henares)
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IU siempre se presenta a las elecciones con programas bucólicos en los que defiende esto y aquello, una gestión del sistema capitalista a favor de los trabajadores, aparentemente contrapuesta al programa “neoliberal” de la derecha. Sin embargo, en las ocasiones en que tienen la oportunidad de llevar a la práctica ese programa, repiten punto por punto la política llamada “neoliberal”, que no es otra que capitalismo en su fase última e inevitable.
La tragicomedia con tintes de farsa de IU de Rivas Vaciamadrid –que gobierna con mayoría absoluta la ciudad del sureste madrileño– escenificada estas últimas semanas, esconde un drama mucho más serio que la ridícula y clarificadora pelea que los diversos oportunistas de la organización “de izquierdas” están disputando, y ese drama es el del despido de trabajadores, bajadas de salarios, privatización de recursos y servicios públicos, en definitiva, el de gestionar el capitalismo de la única manera posible, y engañar a los trabajadores con la ilusión de un capitalismo bueno.
La caja de los truenos estalla con el escándalo de la EMV (Empresa Municipal de Vivienda) de Rivas Vaciamadrid, que se enmarca dentro de la política de privatizaciones de servicios públicos llevada a cabo por el gobierno municipal de IU –en el Ayuntamiento desde 1991–. La EMV es una empresa pública de gestión privada desde su creación, en 2003, siendo la inmobiliaria Habyco XXI la concesionaria de la gestión. Está dirigida por el concejal de IU Fausto Fernández. Las empresas públicas de gestión privada son, como se sabe, el método iniciado hace ya bastantes años por el PP para privatizar, por poner un ejemplo bien conocido en Madrid, la Sanidad. Aquí, en Rivas, no es la primera ocasión en que IU aplica este método. Contamos con el ejemplo del colegio Hypatia, construido con dinero público, un total de 24 millones de €, para entregar su explotación a una entidad privada, FUHEM. O los servicios de atención a la infancia o a los mayores, gestión o mantenimiento de centros culturales, e incluso el pomposo proyecto Rivas Ecópolis. El ímpetu privatizador de IU parece imparable.
Y puesto que una empresa privada está para lo que está, que es explotar a sus trabajadores, cobrar lo máximo que pueda a sus clientes y, en definitiva, sacar el máximo beneficio posible, las consecuencias son inevitables: empeoramiento del servicio, y empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores.
Así, el 24 de octubre, Habyco XXI presentó un Expediente de Regulación de Empleo por el que se despedía a 10 trabajadores, de los puestos más modestos, de la EMV. La sección sindical de CGT denuncia, también, el aumento de las cargas de trabajo, prolongación de los horarios más allá de lo pactado, etc. todo ello por sueldos “mileuristas”. Eso sí, en nómina de la EMV aparecen personas que no trabajan en la EMV, como una asesora con sueldo bruto de 4.000 € mensuales y que es patrona de la Fundación Equo.
El último número de este escándalo ha sido, por el momento, la publicación, el 19 de noviembre, del informe fiscalizador de la EMV de Rivas, del Comité de Cuentas de la Comunidad de Madrid para los ejercicios 2010 y 2011, en el que se descubría un “agujero” contable de 20,9 millones de €. Cuando la Concejala de hacienda, también de IU, como el resto del equipo, Ana María Reboiro, pidió transparencia con este asunto, fue cesada por el alcalde, José Masa. Tanto José Masa como Fausto Fernández cuentan con el apoyo de la dirección regional de IU.
Toda esta situación ha sido el escenario perfecto para que salgan a relucir las contradicciones internas y más oscuros deseos de la joya de la corona de la organización reformista, no olvidemos que Rivas es la mayor ciudad que gestiona IU en todo el país. El día 30 de diciembre el alcalde José Masa cesó a su compañero de partido y enemigo íntimo, Pedro del Cura, de su cargo de concejal, desatando y confirmando la guerra abierta entre los diversos sectores de IU: los más derechistas contra los menos derechistas, porque derechistas lo son todos.
IU siempre se presenta a las elecciones con programas bucólicos en los que defiende esto y aquello, una gestión del sistema capitalista a favor de los trabajadores, aparentemente contrapuesta al programa “neoliberal” de la derecha. Sin embargo, en las ocasiones en que tienen la oportunidad de llevar a la práctica ese programa, repiten punto por punto la política llamada “neoliberal”, que no es otra que capitalismo en su fase última e inevitable.
El sector crítico de IU, no nos engañemos, viene a repetir el mismo mensaje: es posible la gestión del sistema capitalista, no a favor del capitalista, sino del trabajador; es posible un capitalismo bueno; es posible que el león yazca junto al cordero, apaciblemente… y otras fantasías religiosas. Pero la realidad del sistema es la que es. Si se aceptan las reglas del juego nada va a cambiar, por mucho que cambien los jugadores. Así que si los críticos se salen con la suya y desplazan al sector hoy gobernante, ¿qué es lo que cabe esperar?
Oportunismo es oportunismo, es decir: decirle a la gente lo que resulta agradable de oír, decirle que existe una manera fácil y cómoda de arreglar los problemas, que no se preocupen, que no hagan caso de esos desagradables comunistas que se empeñan en que el único camino es el de la organización y la lucha para acabar con estas reglas del juego, con este juego: el capitalismo; e imponer las reglas del juego de los trabajadores: el socialismo-comunismo.
En Rivas, ganen unos u otros oportunistas, acabe como acabe la lucha por el poder, los que saldrán perdiendo son los/as trabajadores/as. Para que esto deje de ser así la clase obrera tiene que olvidarse de las fantasías que estos le cuentan, las de leones y corderos amigos, porque del cordero no suelen quedar ni los huesos. Para que la clase obrera deje de pagar las consecuencias de un sistema criminal ha de organizarse, ha de estar unida, tiene que comenzar a levantar un gran Frente Obrero y Popular por el Socialismo, con su Partido Comunista al frente.
Partido Comunista de los Pueblos de España
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