Documental francés que investiga las "revoluciones de colores" y pone al descubierto a quienes las promueven para derrocar gobiernos que no son del agrado de EEUU, hablan de los métodos sútiles que utilizan para que no parezca un golpe de estado, también de la financiación que reciben los grupos que dirigen estos derrocamientos para instaurar la "democracia" (en su día los estadounidenses gastaron alrededor de 60 millones de dólares en Ucrania).
En una parte del documental se pueden ver reunidos en la capital de Kirguistán a los representantes de las principales organizaciones americanas presentes en países del este, que no muestran complejos en hablar de sus intenciones:
David Greer escribió:La política estadounidense en Kirguistán es exportar la economía de libre mercado, de acuerdo a los intereses de EEUU. Y en cuanto a nuestra influencia aquí, pues, llegamos con lo mejor que tiene el mundo desarrollado, en términos de principios económicos.
Mike Stone escribió:Yo no creo que el imperalismo sea malo, si quieren unas elecciones libres, una justicia independiente y medios libres. Es exactamente lo que estamos haciendo aquí y está muy bien.
Mike Stone, dirigente de Freedom House, sale llamando dictador al que era entonces presidente del país, a pesar de que ganara las elecciones con más del 95% de los votos, en su lista están todos los gobiernos y dirigentes que piensa que se deberían derrocar. Cuenta con el apoyo incondicional de su jefe, que es el senador republicano McCain, dirigente del Instituto Internacional Republicano, que se encarga de "exportar la democracia al resto del mundo".
También podemos ver como después de la "revolución de las rosas" en Georgia, los estadounidenses aprovechan para instalar una base militar estratégica en el país, y George Bush realiza una visita para hablar en público. Uno de los líderes de esta "revolución" acabó como ministro de educación nacional, financiado por George Soros, un millonario americano cercano al partido demócrata.
En definitiva, muy recomendable de ver, para que luego muchos digan que los soviéticos eran unos paranoicos con los traidores y que no había ninguna amenaza de la que preocuparse solo hay que ver como estos "servidores de la democracia" financiados con capital extranjero han vendido sus países a los intereses estadounidenses.