Lo engañoso de la imagen en el otro universo
Relativamente, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad
Sin olvidar la consideración que merece, y el valor que tiene toda persona,…………
Relativamente, el que entienda el experimento de Vagheroso, la observación hecha por él, y descrita de manera resumida al final de la crónica “lo engañoso de la imagen en el otro universo”, es más genio que el señor Einstein, es más entendido que el sampialAstain en la ciudad de Solbia, sobre el suelo de Maera; y es más ágil de pensamiento que yo, porque yo me demore como doce años escarbando y cavilando sobre los archivos que llegaron a mis manos del Roguloso, “para lograr comprender parcialmente lo que estaba contenido ahí, en esas palabras llegadas de ese otro cielo ”
Indudablemente, esta historia es muy útil, ¡mucho!, ¡como muchos son los pensamientos!, más abundantes que los granos de arena en las orillas del mar.
Relativamente, ni Alberto Einstein, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad, ¡eso se parece como a la puntita, de la punta que sobresale del iceberg!,…………... ¡y sin embargo ahora, alcanzo a ser consciente de la abundante ignorancia en que me encuentro yo!
Relativamente, con ésta crónica me aproximo algo a la habilidad de un profesional en el ramo del periodismo investigativo: porque tiene un trabajo de averiguación abundante; son archivos provenientes de otro universo, ¡y resulta que en el!, están felices y también frustrados los sampiales, ¡exactos a nosotros en todo para más coincidencia! Y finalmente, la labor de juntar material y fabricar el resumen, “mostrar el meollo que estaba escondido en el copioso manojos de folios”, alcanza a configurar lo que se llama una chiva, “una noticia que amerita ser contada; ¡y esa noticia la constituye el hecho de que estoy seguro de ver!, particularmente en la parte final de lo engañoso, “donde se describe lo observado por Vagheroso”, la respuesta a la cuestión de porque ni yo ni nadie entendía la fascinante ley física o metafísica que hace retroceder el tiempo.
Relativamente, ya entendí en que estaba pensando el señor Alberto Einstein cuando cito la segunda de dos cosas, ¡para él infinitas!...........................él pensaba que las personas creíamos con mucha facilidad las cosas que el afirmaba, cosas que ni para él mismo eran suficientemente claras; ¡y también cavilo embargado en temor!, en decirles toda la verdad de lo que pensaba. Mas comprendiendo ligeramente su situación, el ánimo sólo le alcanzo, para describir la situación con una velada ironía.
Relativamente, encontrarme esta respuesta, “que posiblemente correspondería a nuestra realidad”, me resulto aún más sorpresiva que la desconcertante afirmación de Lionio, asegurando que él viajaba frecuentemente a través de variados universos; Pues, mientras transcurría el tiempo en que no le creía a Lionio su afirmación, hallé la respuesta que antes no imagine encontrar, ¡y menos en esos dos CDs y en ese viejo computador!. Así pues, notar yo, que la cuestión sólo la entendí hasta que comprendí la observación de Vagheroso, en medio de un fragmento grande del libro de Mixoto, me permitió valorar lo contenido en ese material y después darle crédito a las afirmaciones de Lionio. Y la posible respuesta, es que aquí puede suceder igual que en Maera, ¡en el Roguloso!, que entre más alejado estuviese el reloj de aquel que hacía de observador, éste lo vería proporcionalmente más atrasado, ¡ya que la imagen se rezagaba!, y todo ello se describe con mucha sencillez en la parte final de la resumida crónica.
Relativamente, me sentí desconcertado y confundido cuando un amigo me dijo una vez: ¿y usted no entiende la relatividad?, si eso es facilísimo de entender, facilííííííísimo.
Relativamente, “una cosa es creer y otra cosa es entender”.
Relativamente, es una gran mentira decir que yo entiendo la relatividad, y si alguien más dice comprenderla, toda la mentira más grande será;…………!tan grande, tan grande como el cielo azul, o el mar!
“Si no puedes convencerlos, confúndelos”……..!No sé de quién es esa alegre conclusión!
Relativamente, algo absoluto es algo que no es modificado por factores externos, es como si fuera independiente en extrema manera. Si la velocidad de la luz modifica su frecuencia cuando el cuerpo emisor se aleja, o cuando se acerca, ¡como si el arribo de los destellantes cuantos hechos fotones!, montados sobre los frentes de las ondas, se vieran afectados por la velocidad relativa entre el que mira, y el que hace de emisor. Dada tal situación, significaría que esa velocidad es relativa a circunstancias como la rapidez del alejamiento o el acercamiento entre el emisor y el receptor; y significaría que decir que es absoluta es una equivocación.
Relativamente, ¡parece!, “como si sucediera con la luz algo semejante a lo que ocurre con el sonido”, que cuando la locomotora se acerca silbando la frecuencia sube, y cuando se aleja baja.
Indiscutiblemente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con agilidad y en paz.
Relativamente, ¡lo confieso!, hablando así yo soy un insensato; porque hago lo contrario de la gente, que es más bien inteligente y sensata.
Relativamente, esta crónica también es buena, porque lo saca a uno de algunas ingenuidades.
Relativamente, esta crónica peca de impertinente. Pero también sería una grosería, ¡una desidia!, no comentar sobre ésta cuestión que encontré en los archivos llegados a mí por mano del ángel Lionio, y venidos del Roguloso
Relativamente, si aquí como en Maera la luz se demora para ir de un lado otro, significaría que aquí la imagen se retarda de alguna manera, “porque las imágenes que perciben los ojos están hechas de luz”. Y se concluiría también que los archivos venidos de ese universo paralelo podrían despertar una sutileza, podrían insinuar que lo que opino el señor Einstein estaría acertado, y nosotros somos dados a creer con demasiada facilidad…………………!pero claro!, uno debe creer, porque conviene creer en la gente y en las cosas.
Relativamente, ni Alberto Einstein, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad, ¡eso se parece como a la puntita, de la punta que sobresale del iceberg!,…………... ¡y sin embargo ahora, alcanzo a ser consciente de la abundante ignorancia en que me encuentro yo!
Relativamente, ¿cómo una velocidad puede ser absoluta?, si toda velocidad es relativa, surge al relacionar una distancia, una magnitud, y la presteza con que algo la recorre. ¡Bueno!, además de los objetos, un pensamiento también puede surgir más rápido, o puede llegar al teclado con impaciente demora.
Relativamente, el señor Einstein fue un sabio, porque distinguir la amable facilidad con que frecuentemente creemos, es notar con claridad el desconcierto en que normalmente nos encontramos; y eso, ya es saber mucho; ¡si!, poder notar esa incertidumbre es conocer.
Relativamente, son muchísimas las cosas que se hacen entendibles por su relación con otra, o son relativas a algo, pues en el mundo las posibilidades son abundantes. Y así como hay muchas cosas relativas también hay cosas absolutas, como absolutamente cierto es que a nadie le gusta que lo hagan sentir mal, que lo hagan quedar como alguien ingenuo; ¡eso a nadie le gusta y a mí tampoco!
Relativamente, sería extraordinario que los archivos proviniesen del Roguloso, o universo paralelo; podría también ser extraño que estos archivos hubiesen llegado a mis manos; pero lo que verdaderamente es valioso, fue que en ellos encontré la explicación a mi vieja duda, eso de que yo ni nadie entendía de qué manera se produce el retraso o adelantamiento en el tiempo.
Si después de estudiar los archivos venidos del Roguloso, pude acertar con la explicación que encontré, y la interpretación que hice con ella sobre lo ocurrido en Maera y acá, ¡en nuestro universo! ¡Por favor!, tenga la bondad de aceptar mis disculpas, cualquiera que se sienta fastidiada o fastidiado, ¡disgustados con mi impertinencia!
Relativamente, lo más importante no es que don Alberto haya dejado patente alguna que otra ingenuidad en la que normalmente podemos caer; lo más importante es que usted no se vaya a sentir disgustada o disgustado por mi impertinencia.
Relativamente, no es que allá o acá el tiempo se retrasó, o que para uno corra más rápido, en tanto que para otro se rezaga, lo que paso más bien fue que la confusión se presentó, el temor cundió,…………..!Pero finalmente!, confundidos o no, nos sentimos contentos y encantados, ¡y eso es lo mejor, de lo mejor!
Relativamente, fue un mal entendido, o una confusión, y por todo lado estuvo presente el temor: temieron las personas contradecir la genialidad del señor Alberto y ser abucheados; temió don Alberto Einstein y el sampialAlbeirtoAstain restarse importancia a sus “capacidades sobredimensionadas”, enojar a sus adeptos y exponerse al desprecio; temí yo por algún tiempo presentar el resumen de lo acontecido en Maera, y la conclusión inesperada que encontré y describí mediante esta crónica,…………………..……..!y sin embargo ahora, sigo sin entender muchas cosas yo!
La ciencia no es perfecta, se utiliza a menudo mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos, se corrige, siempre está evolucionando y se puede aplicar a todos. Con ésta herramienta conquistamos lo imposible……..Carl Sagan
Relativamente, ¡por favor!, les ruego que a mí no me culpen de nada; ¡bueno!, solamente de ser un poquito impertinente con este reportaje.
Relativamente, se necesita ser muy imprudente, ¿o temerario?, como me he comportado yo, para permitirme expresar mi conclusión sobre lo encontrado en esos archivos provenientes del acogedor universo de Maera. Y por dejar a un lado el temor, y antes que nada informar, se parece éste trabajo al de uno de esos, y esas corresponsales apasionados con su oficio.
Relativamente, de lo más increíble, de lo más admirable, lo más hermoso, es que todos le creímos al señor Einstein, ¡así!, sencillamente, con un corazón rebosando en bondad, en buenura, sencillamente, le creímos sin entender.
Relativamente, si la luz se demora para ir de un lado a otro, significa que aquí la imagen se retarda de alguna manera, porque las imágenes que perciben los ojos están hechas de luz. Y significaría que el sampialAstain, o el señor Alberto posiblemente se equivocaron como cualquiera de nosotros, confundiendo el retardo de la imagen con el atraso del tiempo. Y demostraría este hecho, ¡que por fortuna!, tanto ellos como nosotros somos gente normal; ¡si, geniales!, pero dentro de los linderos de la normalidad.
Relativamente, si es correcta la interpretación que hago sobre la concordancia que hay entre lo ocurrido en el Roguloso y en este universo nuestro, podría ser que esta crónica resulte impertinente. Pero también sería pertinente, ¡y sería amable!, porque informarle a la gente de lo que uno cree puede ser una equivocación, y hacerlo de la manera en que yo lo hago, ¡que es valorando la inigualable importancia que tiene cualquiera!, ¡es muy cordial y pertinente!
Relativamente, lo que he hecho al componer el relato es cumplir con el papel de cronista, o simplemente recopilador, y en algún grado organizador de ese material escrito en el Roguloso y también acá; porque ese argumento que dice: si no se entiende algo, ¿se podrá explicar?, surge de un pensamiento emitida en este universo, y que dice: “solo sabemos lo que podemos explicar”.
Relativamente, “una cosa es creer y otra cosa es entender”.
Relativamente, al final de las consideraciones, todas las personas son genios, u ostentan capacidades que son geniales.
Indiscutiblemente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con agilidad y en paz.
Relativamente, ¡por favor!, les ruego que a mí no me culpen de nada; ¡bueno!, solamente de ser un poquito impertinente con este reportaje.
Relativamente, ¡lo confieso!, hablando así yo soy un insensato; porque hago lo contrario de la gente, que es más bien inteligente y sensata.
Ciertamente, ¡no se puede desconocer y no debo olvidar!, que hoy en día las personas tenemos más ayudas para instruirnos; además de poseer la fortuna de poder acceder a una mayor información; “pero hace cien años o algo menos, no era así”.
Relativamente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con ligereza y en paz.
Cordialmente
José David Salcedo Baquero
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ... o-universo
Relativamente, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad
Sin olvidar la consideración que merece, y el valor que tiene toda persona,…………
Relativamente, el que entienda el experimento de Vagheroso, la observación hecha por él, y descrita de manera resumida al final de la crónica “lo engañoso de la imagen en el otro universo”, es más genio que el señor Einstein, es más entendido que el sampialAstain en la ciudad de Solbia, sobre el suelo de Maera; y es más ágil de pensamiento que yo, porque yo me demore como doce años escarbando y cavilando sobre los archivos que llegaron a mis manos del Roguloso, “para lograr comprender parcialmente lo que estaba contenido ahí, en esas palabras llegadas de ese otro cielo ”
Indudablemente, esta historia es muy útil, ¡mucho!, ¡como muchos son los pensamientos!, más abundantes que los granos de arena en las orillas del mar.
Relativamente, ni Alberto Einstein, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad, ¡eso se parece como a la puntita, de la punta que sobresale del iceberg!,…………... ¡y sin embargo ahora, alcanzo a ser consciente de la abundante ignorancia en que me encuentro yo!
Relativamente, con ésta crónica me aproximo algo a la habilidad de un profesional en el ramo del periodismo investigativo: porque tiene un trabajo de averiguación abundante; son archivos provenientes de otro universo, ¡y resulta que en el!, están felices y también frustrados los sampiales, ¡exactos a nosotros en todo para más coincidencia! Y finalmente, la labor de juntar material y fabricar el resumen, “mostrar el meollo que estaba escondido en el copioso manojos de folios”, alcanza a configurar lo que se llama una chiva, “una noticia que amerita ser contada; ¡y esa noticia la constituye el hecho de que estoy seguro de ver!, particularmente en la parte final de lo engañoso, “donde se describe lo observado por Vagheroso”, la respuesta a la cuestión de porque ni yo ni nadie entendía la fascinante ley física o metafísica que hace retroceder el tiempo.
Relativamente, ya entendí en que estaba pensando el señor Alberto Einstein cuando cito la segunda de dos cosas, ¡para él infinitas!...........................él pensaba que las personas creíamos con mucha facilidad las cosas que el afirmaba, cosas que ni para él mismo eran suficientemente claras; ¡y también cavilo embargado en temor!, en decirles toda la verdad de lo que pensaba. Mas comprendiendo ligeramente su situación, el ánimo sólo le alcanzo, para describir la situación con una velada ironía.
Relativamente, encontrarme esta respuesta, “que posiblemente correspondería a nuestra realidad”, me resulto aún más sorpresiva que la desconcertante afirmación de Lionio, asegurando que él viajaba frecuentemente a través de variados universos; Pues, mientras transcurría el tiempo en que no le creía a Lionio su afirmación, hallé la respuesta que antes no imagine encontrar, ¡y menos en esos dos CDs y en ese viejo computador!. Así pues, notar yo, que la cuestión sólo la entendí hasta que comprendí la observación de Vagheroso, en medio de un fragmento grande del libro de Mixoto, me permitió valorar lo contenido en ese material y después darle crédito a las afirmaciones de Lionio. Y la posible respuesta, es que aquí puede suceder igual que en Maera, ¡en el Roguloso!, que entre más alejado estuviese el reloj de aquel que hacía de observador, éste lo vería proporcionalmente más atrasado, ¡ya que la imagen se rezagaba!, y todo ello se describe con mucha sencillez en la parte final de la resumida crónica.
Relativamente, me sentí desconcertado y confundido cuando un amigo me dijo una vez: ¿y usted no entiende la relatividad?, si eso es facilísimo de entender, facilííííííísimo.
Relativamente, “una cosa es creer y otra cosa es entender”.
Relativamente, es una gran mentira decir que yo entiendo la relatividad, y si alguien más dice comprenderla, toda la mentira más grande será;…………!tan grande, tan grande como el cielo azul, o el mar!
“Si no puedes convencerlos, confúndelos”……..!No sé de quién es esa alegre conclusión!
Relativamente, algo absoluto es algo que no es modificado por factores externos, es como si fuera independiente en extrema manera. Si la velocidad de la luz modifica su frecuencia cuando el cuerpo emisor se aleja, o cuando se acerca, ¡como si el arribo de los destellantes cuantos hechos fotones!, montados sobre los frentes de las ondas, se vieran afectados por la velocidad relativa entre el que mira, y el que hace de emisor. Dada tal situación, significaría que esa velocidad es relativa a circunstancias como la rapidez del alejamiento o el acercamiento entre el emisor y el receptor; y significaría que decir que es absoluta es una equivocación.
Relativamente, ¡parece!, “como si sucediera con la luz algo semejante a lo que ocurre con el sonido”, que cuando la locomotora se acerca silbando la frecuencia sube, y cuando se aleja baja.
Indiscutiblemente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con agilidad y en paz.
Relativamente, ¡lo confieso!, hablando así yo soy un insensato; porque hago lo contrario de la gente, que es más bien inteligente y sensata.
Relativamente, esta crónica también es buena, porque lo saca a uno de algunas ingenuidades.
Relativamente, esta crónica peca de impertinente. Pero también sería una grosería, ¡una desidia!, no comentar sobre ésta cuestión que encontré en los archivos llegados a mí por mano del ángel Lionio, y venidos del Roguloso
Relativamente, si aquí como en Maera la luz se demora para ir de un lado otro, significaría que aquí la imagen se retarda de alguna manera, “porque las imágenes que perciben los ojos están hechas de luz”. Y se concluiría también que los archivos venidos de ese universo paralelo podrían despertar una sutileza, podrían insinuar que lo que opino el señor Einstein estaría acertado, y nosotros somos dados a creer con demasiada facilidad…………………!pero claro!, uno debe creer, porque conviene creer en la gente y en las cosas.
Relativamente, ni Alberto Einstein, ni yo, ni nadie ha entendido la relatividad, ¡eso se parece como a la puntita, de la punta que sobresale del iceberg!,…………... ¡y sin embargo ahora, alcanzo a ser consciente de la abundante ignorancia en que me encuentro yo!
Relativamente, ¿cómo una velocidad puede ser absoluta?, si toda velocidad es relativa, surge al relacionar una distancia, una magnitud, y la presteza con que algo la recorre. ¡Bueno!, además de los objetos, un pensamiento también puede surgir más rápido, o puede llegar al teclado con impaciente demora.
Relativamente, el señor Einstein fue un sabio, porque distinguir la amable facilidad con que frecuentemente creemos, es notar con claridad el desconcierto en que normalmente nos encontramos; y eso, ya es saber mucho; ¡si!, poder notar esa incertidumbre es conocer.
Relativamente, son muchísimas las cosas que se hacen entendibles por su relación con otra, o son relativas a algo, pues en el mundo las posibilidades son abundantes. Y así como hay muchas cosas relativas también hay cosas absolutas, como absolutamente cierto es que a nadie le gusta que lo hagan sentir mal, que lo hagan quedar como alguien ingenuo; ¡eso a nadie le gusta y a mí tampoco!
Relativamente, sería extraordinario que los archivos proviniesen del Roguloso, o universo paralelo; podría también ser extraño que estos archivos hubiesen llegado a mis manos; pero lo que verdaderamente es valioso, fue que en ellos encontré la explicación a mi vieja duda, eso de que yo ni nadie entendía de qué manera se produce el retraso o adelantamiento en el tiempo.
Si después de estudiar los archivos venidos del Roguloso, pude acertar con la explicación que encontré, y la interpretación que hice con ella sobre lo ocurrido en Maera y acá, ¡en nuestro universo! ¡Por favor!, tenga la bondad de aceptar mis disculpas, cualquiera que se sienta fastidiada o fastidiado, ¡disgustados con mi impertinencia!
Relativamente, lo más importante no es que don Alberto haya dejado patente alguna que otra ingenuidad en la que normalmente podemos caer; lo más importante es que usted no se vaya a sentir disgustada o disgustado por mi impertinencia.
Relativamente, no es que allá o acá el tiempo se retrasó, o que para uno corra más rápido, en tanto que para otro se rezaga, lo que paso más bien fue que la confusión se presentó, el temor cundió,…………..!Pero finalmente!, confundidos o no, nos sentimos contentos y encantados, ¡y eso es lo mejor, de lo mejor!
Relativamente, fue un mal entendido, o una confusión, y por todo lado estuvo presente el temor: temieron las personas contradecir la genialidad del señor Alberto y ser abucheados; temió don Alberto Einstein y el sampialAlbeirtoAstain restarse importancia a sus “capacidades sobredimensionadas”, enojar a sus adeptos y exponerse al desprecio; temí yo por algún tiempo presentar el resumen de lo acontecido en Maera, y la conclusión inesperada que encontré y describí mediante esta crónica,…………………..……..!y sin embargo ahora, sigo sin entender muchas cosas yo!
La ciencia no es perfecta, se utiliza a menudo mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos, se corrige, siempre está evolucionando y se puede aplicar a todos. Con ésta herramienta conquistamos lo imposible……..Carl Sagan
Relativamente, ¡por favor!, les ruego que a mí no me culpen de nada; ¡bueno!, solamente de ser un poquito impertinente con este reportaje.
Relativamente, se necesita ser muy imprudente, ¿o temerario?, como me he comportado yo, para permitirme expresar mi conclusión sobre lo encontrado en esos archivos provenientes del acogedor universo de Maera. Y por dejar a un lado el temor, y antes que nada informar, se parece éste trabajo al de uno de esos, y esas corresponsales apasionados con su oficio.
Relativamente, de lo más increíble, de lo más admirable, lo más hermoso, es que todos le creímos al señor Einstein, ¡así!, sencillamente, con un corazón rebosando en bondad, en buenura, sencillamente, le creímos sin entender.
Relativamente, si la luz se demora para ir de un lado a otro, significa que aquí la imagen se retarda de alguna manera, porque las imágenes que perciben los ojos están hechas de luz. Y significaría que el sampialAstain, o el señor Alberto posiblemente se equivocaron como cualquiera de nosotros, confundiendo el retardo de la imagen con el atraso del tiempo. Y demostraría este hecho, ¡que por fortuna!, tanto ellos como nosotros somos gente normal; ¡si, geniales!, pero dentro de los linderos de la normalidad.
Relativamente, si es correcta la interpretación que hago sobre la concordancia que hay entre lo ocurrido en el Roguloso y en este universo nuestro, podría ser que esta crónica resulte impertinente. Pero también sería pertinente, ¡y sería amable!, porque informarle a la gente de lo que uno cree puede ser una equivocación, y hacerlo de la manera en que yo lo hago, ¡que es valorando la inigualable importancia que tiene cualquiera!, ¡es muy cordial y pertinente!
Relativamente, lo que he hecho al componer el relato es cumplir con el papel de cronista, o simplemente recopilador, y en algún grado organizador de ese material escrito en el Roguloso y también acá; porque ese argumento que dice: si no se entiende algo, ¿se podrá explicar?, surge de un pensamiento emitida en este universo, y que dice: “solo sabemos lo que podemos explicar”.
Relativamente, “una cosa es creer y otra cosa es entender”.
Relativamente, al final de las consideraciones, todas las personas son genios, u ostentan capacidades que son geniales.
Indiscutiblemente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con agilidad y en paz.
Relativamente, ¡por favor!, les ruego que a mí no me culpen de nada; ¡bueno!, solamente de ser un poquito impertinente con este reportaje.
Relativamente, ¡lo confieso!, hablando así yo soy un insensato; porque hago lo contrario de la gente, que es más bien inteligente y sensata.
Ciertamente, ¡no se puede desconocer y no debo olvidar!, que hoy en día las personas tenemos más ayudas para instruirnos; además de poseer la fortuna de poder acceder a una mayor información; “pero hace cien años o algo menos, no era así”.
Relativamente, así de inteligente y sensata es la gente, que para evitar disgustarse con sus semejantes, dicen entender sin ser cierto; ¡y claro!, hacen que la vida fluya con ligereza y en paz.
Cordialmente
José David Salcedo Baquero
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