Veraneantes - obra teatral de Máximo Gorki - escaneada en formato pdf
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En los albores de la “revolución” de 1905, Gorki reprochaba a una parte de la “intelligentsia” el interesarse exclusivamente en el arte puro, en problemas filosóficos, religiosos y místicos, dejando de lado temas de importancia política y social. “No tenemos necesidad alguna de idealistas y hombres perfectos”, escribía, “lo que nos hace falta son combatientes, obreros, vengadores. Más adelante, cuando hayamos arreglado nuestras cuentas, nos podremos ocupar de nuestro perfeccionamiento moral”.
El estreno de Veraneantes tuvo lugar el 10 de noviembre de 1904. Fue todo un acontecimiento, un “escándalo”, según el propio Gorki. Los representantes de la “intelligentsia” artística y literaria (Mejerovski y Diaghilev, entre otros) a quienes Gorki atacaba tan duramente en su obra, reaccionaron airadamente abucheando durante la representación y creando un gran alboroto. Otros espectadores, sensibles a la atmosfera revolucionaria, daban curso libre a su entusiasmo, aplaudiendo algunos parlamentos y ovacionando a los actores.
A pesar de las críticas, a favor y en contra, la obra tuvo un gran éxito entre el público. Permaneció dos meses en cartel hasta el 18 de enero de 1905, el Gobierno prohibió su representación, al ser arrestado Máximo Gorki.
Las funciones se reanudaron en la temporada 1905-1906. Más adelante,después de la Revolución de Octubre, “Veraneantes” recorrió los escenarios del país gozando de una excelente acogida.
En una carta a un director de escena, Gorki destacaba lo que en su opinión constituía el tema principal de la obra: “Mi intención era retratar a la “intelligentsia” rusa, surgida del pueblo pero que debido a su promoción social ha perdido todo contacto con las masas populares. La sociedad burguesa se sumerge en el misticismo, a la búsqueda de un refugio que le permita ignorar una realidad que es demasiado preocupante”.
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En los albores de la “revolución” de 1905, Gorki reprochaba a una parte de la “intelligentsia” el interesarse exclusivamente en el arte puro, en problemas filosóficos, religiosos y místicos, dejando de lado temas de importancia política y social. “No tenemos necesidad alguna de idealistas y hombres perfectos”, escribía, “lo que nos hace falta son combatientes, obreros, vengadores. Más adelante, cuando hayamos arreglado nuestras cuentas, nos podremos ocupar de nuestro perfeccionamiento moral”.
El estreno de Veraneantes tuvo lugar el 10 de noviembre de 1904. Fue todo un acontecimiento, un “escándalo”, según el propio Gorki. Los representantes de la “intelligentsia” artística y literaria (Mejerovski y Diaghilev, entre otros) a quienes Gorki atacaba tan duramente en su obra, reaccionaron airadamente abucheando durante la representación y creando un gran alboroto. Otros espectadores, sensibles a la atmosfera revolucionaria, daban curso libre a su entusiasmo, aplaudiendo algunos parlamentos y ovacionando a los actores.
A pesar de las críticas, a favor y en contra, la obra tuvo un gran éxito entre el público. Permaneció dos meses en cartel hasta el 18 de enero de 1905, el Gobierno prohibió su representación, al ser arrestado Máximo Gorki.
Las funciones se reanudaron en la temporada 1905-1906. Más adelante,después de la Revolución de Octubre, “Veraneantes” recorrió los escenarios del país gozando de una excelente acogida.
En una carta a un director de escena, Gorki destacaba lo que en su opinión constituía el tema principal de la obra: “Mi intención era retratar a la “intelligentsia” rusa, surgida del pueblo pero que debido a su promoción social ha perdido todo contacto con las masas populares. La sociedad burguesa se sumerge en el misticismo, a la búsqueda de un refugio que le permita ignorar una realidad que es demasiado preocupante”.