El exilio republicano de 1939, originado por la guerra civil, supuso una verdadera diáspora entre los vencidos. Varios miles de españoles se vieron forzados a abandonar sus hogares, teniendo que reconstruir sus vidas desperdigados en un buen número de países. La mayoría se asentó en Francia. México acogió a algo más de 20.000 exiliados, el segundo colectivo más numeroso.
Una de las primeras necesidades que los republicanos tuvieron que afrontar fue la educación de sus hijos, ya que a tierras mexicanas viajaron muchos niños y niñas en edad escolar. Para ello se fundaron los "colegios del exilio", que además ofrecieron a numerosos maestros y profesores españoles la posibilidad de ganarse la vida. Estos centros tuvieron como referencia el modelo educativo de la II República que, fuertemente influido por los principios de la Institución Libre de Enseñanza y el movimiento de la Escuela Nueva, había logrado integrar las tendencias más avanzadas y progresistas de su época.
Instituto Luis Vives:
Fue el primero de los colegios del exilio. Inició sus actividades en agosto de 1939, a los pocos meses del fin de la guerra civil. Estuvo directamente vinculado al Servicio de Evacuación de los Republicanos Españoles, dirigido por responsables del Gobierno español en el exilio que presidía Juan Negrín. Desde sus inicios ofertó todas las etapas formativas previas a la universidad. Contó con un prestigioso profesorado que ya había
ejercido la docencia durante la II República.
Academia Hispano-Mexicana:
Fue creada como un centro de bachillerato con el firme objetivo de preparar eficazmente a sus alumnos para la Universidad. Pero en 1944, una vez consolidada, amplió su oferta educativa a la enseñanza primaria. Aunque recibió ayudas de los organismos de los exiliados, sus directivos, fieles a la declaración de principios que proclamaba su propio nombre, buscaron desde los inicios afianzar los lazos con la sociedad mexicana. El centro nunca contó con muchos alumnos y durante un tiempo fue considerado por algunos
Colegio Madrid:
Fue fundado en 1941 por iniciativa de Junta de Auxilio a los republicanos españoles y muy especialmente de su presidente, Indalecio Prieto. Hasta 1950 fue exclusivamente un centro de primaria, pero en esa fecha amplió su oferta educativa a los estudios de secundaria y preparatoria. desde el principio fue el más grande de los colegios del exilio. Empezó con cerca de medio millar de alumnos y en 1970 llegó casi a los 2.500, atendidos por más de un centenar de profesores, cifra que ha mantenido hasta la actualidad.
También se incluyen en los "colegios del exilio" los colegios cervantes y las escuelas frenetistas.
En la actualidad, varios miles de alumnos mexicanos reciben en los "colegios del exilio" una formación de calidad, con numerosas referencias a la cultura y la historia de España. En sus aulas se recuerda, en mayor o menor medida, a la República española. Y resulta singular que, debido a una serie de avatares del destino, los únicos jóvenes que hoy celebran la proclamación de la II República, cantando su himno con entusiasmo cada 14 de Abril, sean básicamente un puñado de escolares mexicanos.
El himno de riego cambió su letra original (demasiado solemne y bélica) por otra más pacífica e inocente. A día de hoy, este es el himno de riego que cantan los niños mexicanos (e hijos de republicanos) cada 14 de Abril:
letra:
Hoy España de nuevo resurge.
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
nacer y sentirse español.
Hoy España de nuevo resurge.
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
nacer y sentirse español.
Libertad de este pueblo
que abre de nuevo
rumbos de vida
vida mejor;
que da por ley el trabajo
la Igualdad,
la Justicia
y Amor.
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
No es la tierra cubierta de sangre
la que llama esta patria ideal,
que la llama el trabajo fecundo,
manantial de justicia y de paz.
Nuestras armas serán el martillo,
la escuadra, el tren y el compás
Nuestro campo de lucha es la escuela,
el taller, la campiña y el mar
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡VIVA LA REPÚBLICA!
Una de las primeras necesidades que los republicanos tuvieron que afrontar fue la educación de sus hijos, ya que a tierras mexicanas viajaron muchos niños y niñas en edad escolar. Para ello se fundaron los "colegios del exilio", que además ofrecieron a numerosos maestros y profesores españoles la posibilidad de ganarse la vida. Estos centros tuvieron como referencia el modelo educativo de la II República que, fuertemente influido por los principios de la Institución Libre de Enseñanza y el movimiento de la Escuela Nueva, había logrado integrar las tendencias más avanzadas y progresistas de su época.
Instituto Luis Vives:
Fue el primero de los colegios del exilio. Inició sus actividades en agosto de 1939, a los pocos meses del fin de la guerra civil. Estuvo directamente vinculado al Servicio de Evacuación de los Republicanos Españoles, dirigido por responsables del Gobierno español en el exilio que presidía Juan Negrín. Desde sus inicios ofertó todas las etapas formativas previas a la universidad. Contó con un prestigioso profesorado que ya había
ejercido la docencia durante la II República.
Academia Hispano-Mexicana:
Fue creada como un centro de bachillerato con el firme objetivo de preparar eficazmente a sus alumnos para la Universidad. Pero en 1944, una vez consolidada, amplió su oferta educativa a la enseñanza primaria. Aunque recibió ayudas de los organismos de los exiliados, sus directivos, fieles a la declaración de principios que proclamaba su propio nombre, buscaron desde los inicios afianzar los lazos con la sociedad mexicana. El centro nunca contó con muchos alumnos y durante un tiempo fue considerado por algunos
Colegio Madrid:
Fue fundado en 1941 por iniciativa de Junta de Auxilio a los republicanos españoles y muy especialmente de su presidente, Indalecio Prieto. Hasta 1950 fue exclusivamente un centro de primaria, pero en esa fecha amplió su oferta educativa a los estudios de secundaria y preparatoria. desde el principio fue el más grande de los colegios del exilio. Empezó con cerca de medio millar de alumnos y en 1970 llegó casi a los 2.500, atendidos por más de un centenar de profesores, cifra que ha mantenido hasta la actualidad.
También se incluyen en los "colegios del exilio" los colegios cervantes y las escuelas frenetistas.
En la actualidad, varios miles de alumnos mexicanos reciben en los "colegios del exilio" una formación de calidad, con numerosas referencias a la cultura y la historia de España. En sus aulas se recuerda, en mayor o menor medida, a la República española. Y resulta singular que, debido a una serie de avatares del destino, los únicos jóvenes que hoy celebran la proclamación de la II República, cantando su himno con entusiasmo cada 14 de Abril, sean básicamente un puñado de escolares mexicanos.
El himno de riego cambió su letra original (demasiado solemne y bélica) por otra más pacífica e inocente. A día de hoy, este es el himno de riego que cantan los niños mexicanos (e hijos de republicanos) cada 14 de Abril:
letra:
Hoy España de nuevo resurge.
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
nacer y sentirse español.
Hoy España de nuevo resurge.
Es tan alto y tan grande su honor
que en el hombre es un timbre de gloria
nacer y sentirse español.
Libertad de este pueblo
que abre de nuevo
rumbos de vida
vida mejor;
que da por ley el trabajo
la Igualdad,
la Justicia
y Amor.
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
No es la tierra cubierta de sangre
la que llama esta patria ideal,
que la llama el trabajo fecundo,
manantial de justicia y de paz.
Nuestras armas serán el martillo,
la escuadra, el tren y el compás
Nuestro campo de lucha es la escuela,
el taller, la campiña y el mar
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡Honor, honor a España!
¡Viva la Libertad!
Camino del progreso,
¡avancemos con aire triunfal!
¡VIVA LA REPÚBLICA!