Homenaje de Violeta Parra en honor y en el recuerdo de Julián Grimau
Hace 51 años, el 20 de abril de 1963, el luchador antifranquista comunista Julián Grimau García era asesinado por un pelotón de fusilamiento de soldados de reemplazo: 27 descargas de fusiles, dos tiros de gracia (hay fuentes que indican que fueron tres). Había sido detenido a finales de 1962, sufrió graves lesiones al ser duramente torturado en los interrogatorios durante cinco meses y ser lanzado esposado por la ventana de la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid. Tras un juicio militar es condenado a muerte (bajo la acusación de “rebelión militar continuada”), es denegada la conmutación de la pena y fusilado en Madrid, todo ello en menos de 72 horas. Su causa se convierte en un símbolo de lucha contra el franquismo. El Partido Comunista de España extendió las protestas por todo el mundo, pero Franco no cedió ante las presiones internacionales que llegaron (más de 800.000 telegramas desde todo el mundo) de múltiples instancias, desde el papa Juan XXIII hasta el líder soviético Nikita Kruschev. El ministro de Información era Manuel Fraga Iribarne, formó parte del Consejo de Ministros que lo condenó a muerte (los 19 ministros votaron a mano alzada en contra de un posible indulto) y orquestó una campaña de prensa para desacreditar al dirigente comunista.
¡No habitará sobre él nuestro olvido!: «Un río de sangre» (primera versión):
Miren cómo nos hablan
de libertad
cuando de ella nos privan
en realidad.
Miren cómo pregonan
tranquilidad
cuando nos atormenta
la autoridad.
¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a sus palomas?
Miren cómo nos hablan
del paraíso
cuando nos llueven balas
como granizo.
Miren el entusiasmo
con la sentencia
sabiendo que mataban
a la inocencia.
El que oficia la muerte[*]
como un verdugo
tranquilo está tomando
su desayuno.
Lindo se dará el trigo
por los sembra’os,
regado con tu sangre,
Julián Grimau.
Entre más injusticia,
señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma
para cantar.
Con esto se pusieron
la soga al cuello,
el sexto mandamiento
no tiene sello.
La segunda versión del poema-canción de la gran Violeta Parra: «Julián Grimau (o Qué dirá el Santo Padre)»
Miren cómo nos hablan
de libertad
cuando de ella nos privan
en realidad.
Miren cómo pregonan
tranquilidad
cuando nos atormenta
la autoridad.
¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a sus palomas?
Miren cómo nos hablan
del paraíso
cuando nos llueven penas
como granizo.
Miren el entusiasmo
con la sentencia
sabiendo que mataban
a la inocencia.
El que oficia la muerte
como un verdugo
tranquilo está tomando
su desayuno.
Con esto se pusieron
la soga al cuello:
el quinto mandamiento
no tiene sello.
Entre más injusticia,
señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma
para cantar.
Lindo se dará el trigo
en el sembra’o,
regado con tu sangre,
Julián Grimau.
[*]Estrofa censurada en todas las ediciones publicadas hasta 1991. Quilapayún sigue la versión de Recordando a Chile, pero canta en la segunda estrofa «por la sentencia», en la última estrofa: «mientras más injusticias» y «lindo segar el trigo». Daniel Viglietti en Canciones chuecas sigue la versión de Quilapayún, pero dice «con la sentencia». En la versión de Leben, kämpfen, Solidarisieren canta el mismo texto que Quilapayún. Ángel Parra sigue la versión de Recordando a Chile, reemplazando «penas» por «balas», acortando la primera mitad de la última estrofa.
—Violeta Parra - Que dirá el santo Padre
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—Quilapayún - Que Dirá el Santo Padre
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Hace 51 años, el 20 de abril de 1963, el luchador antifranquista comunista Julián Grimau García era asesinado por un pelotón de fusilamiento de soldados de reemplazo: 27 descargas de fusiles, dos tiros de gracia (hay fuentes que indican que fueron tres). Había sido detenido a finales de 1962, sufrió graves lesiones al ser duramente torturado en los interrogatorios durante cinco meses y ser lanzado esposado por la ventana de la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid. Tras un juicio militar es condenado a muerte (bajo la acusación de “rebelión militar continuada”), es denegada la conmutación de la pena y fusilado en Madrid, todo ello en menos de 72 horas. Su causa se convierte en un símbolo de lucha contra el franquismo. El Partido Comunista de España extendió las protestas por todo el mundo, pero Franco no cedió ante las presiones internacionales que llegaron (más de 800.000 telegramas desde todo el mundo) de múltiples instancias, desde el papa Juan XXIII hasta el líder soviético Nikita Kruschev. El ministro de Información era Manuel Fraga Iribarne, formó parte del Consejo de Ministros que lo condenó a muerte (los 19 ministros votaron a mano alzada en contra de un posible indulto) y orquestó una campaña de prensa para desacreditar al dirigente comunista.
¡No habitará sobre él nuestro olvido!: «Un río de sangre» (primera versión):
Miren cómo nos hablan
de libertad
cuando de ella nos privan
en realidad.
Miren cómo pregonan
tranquilidad
cuando nos atormenta
la autoridad.
¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a sus palomas?
Miren cómo nos hablan
del paraíso
cuando nos llueven balas
como granizo.
Miren el entusiasmo
con la sentencia
sabiendo que mataban
a la inocencia.
El que oficia la muerte[*]
como un verdugo
tranquilo está tomando
su desayuno.
Lindo se dará el trigo
por los sembra’os,
regado con tu sangre,
Julián Grimau.
Entre más injusticia,
señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma
para cantar.
Con esto se pusieron
la soga al cuello,
el sexto mandamiento
no tiene sello.
La segunda versión del poema-canción de la gran Violeta Parra: «Julián Grimau (o Qué dirá el Santo Padre)»
Miren cómo nos hablan
de libertad
cuando de ella nos privan
en realidad.
Miren cómo pregonan
tranquilidad
cuando nos atormenta
la autoridad.
¿Qué dirá el Santo Padre
que vive en Roma,
que le están degollando
a sus palomas?
Miren cómo nos hablan
del paraíso
cuando nos llueven penas
como granizo.
Miren el entusiasmo
con la sentencia
sabiendo que mataban
a la inocencia.
El que oficia la muerte
como un verdugo
tranquilo está tomando
su desayuno.
Con esto se pusieron
la soga al cuello:
el quinto mandamiento
no tiene sello.
Entre más injusticia,
señor fiscal,
más fuerzas tiene mi alma
para cantar.
Lindo se dará el trigo
en el sembra’o,
regado con tu sangre,
Julián Grimau.
[*]Estrofa censurada en todas las ediciones publicadas hasta 1991. Quilapayún sigue la versión de Recordando a Chile, pero canta en la segunda estrofa «por la sentencia», en la última estrofa: «mientras más injusticias» y «lindo segar el trigo». Daniel Viglietti en Canciones chuecas sigue la versión de Quilapayún, pero dice «con la sentencia». En la versión de Leben, kämpfen, Solidarisieren canta el mismo texto que Quilapayún. Ángel Parra sigue la versión de Recordando a Chile, reemplazando «penas» por «balas», acortando la primera mitad de la última estrofa.
—Violeta Parra - Que dirá el santo Padre
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—Quilapayún - Que Dirá el Santo Padre
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Última edición por Chus Ditas el Lun Abr 21, 2014 7:00 pm, editado 2 veces