civilizacionsocialista escribió:22 de agosto de 2014Camaradas del FDLP apoyan resistencia palestina pero desaprueban dirección política Representantes de las distintas milicias palestinas: FPLP, Jihad, FDLP, Hamas, CPR...
La Resistencia, su firmeza, junto al pueblo en Gaza, Cisjordania y Jerusalén, lograron poner al descubierto la política de la estrategia de la Dirigencia Palestina que ha fracasado en el examen de la Franja de Gaza
La agresión dominada “Cúpula de Hierro” representó una prueba para la situación palestina, con sus diferentes composiciones, para la Resistencia, para la situación palestina y para el liderazgo palestino, ¿quién aprobó y quién desaprobó?
La Resistencia Palestina en la Franja de Gaza, con sus diferentes afiliaciones y formaciones militares, se destacó en el combate y la firmeza, ocasionó grandes pérdidas al enemigo israelí y ha logrado una serie de objetivos que el enemigo no esperaba fuesen logrados.
La Resistencia ha llevado el combate al terreno del enemigo, de manera que puso fin a la vieja estrategia del enfrentamiento: librar la guerra en las áreas de los otros y exceptuar «el interior» israelí de los riesgos de guerra. Esta vez Israel libró su guerra en dos frentes: el primero es el de la agresión contra la Franja de Gaza, y el segundo es el frente interno israelí, puesto que el estado sionista se encontraba en el corazón de la batalla, los cohetes, de distintos tipos, caían del cielo sobre las ciudades, pueblos y aldeas de Israel, obligando a millones de israelíes a bajar a los refugios y amenazaron con paralizar la economía israelí, además de destruir muchas instalaciones y afectar intereses israelíes en diversos ámbitos.
La Resistencia ha puesto final a aquellos tiempos en los que las batallas con Israel ocurrían solo en tierras árabes y ha tenido éxito en la creación de nuevos hechos, determinando que Israel sea quien tenga que calcular su acción con precisión.
La Resistencia tuvo éxito en la superación del bloqueo terrestre en la Franja de Gaza y en trasladarse hasta el corazón de las posiciones israelíes, a través de los túneles, como hicieron las Brigadas Al-Qassam y las Brigadas de Al-Quds, los Brigadas de la Resistencia Nacional -brazo armado del Frente Democrático-, sembrando el terror en los corazones de los soldados enemigos, de los cuales cayeron muertos y heridos, que se encontraban cuerpo a cuerpo con los combatientes de la Resistencia y perdieron la capacidad de confrontación.
Además, la Resistencia logró acercarse cara a cara al enemigo en su invasión terrestre a Gaza y fue capaz de atrapar a más de una patrulla israelí en emboscadas, matando a decenas de soldados y oficiales enemigos, que no son soldados y oficiales ordinarios, sino miembros de las unidades militares élite en el ejército sionista. Esto se puso claramente de manifiesto en la eficiencia del combatiente palestino y su determinación de luchar, además de mostrar un nivel que supera la eficiencia del soldado israelí, la eficiencia de un ejército que se considera a sí mismo como el segundo en el mundo después del ejército estadounidense.
También la Resistencia ha tenido éxito en la perduración de los combates, a través de la táctica adoptada por los ataques con misiles y fuego de artillería que han permitido sostener el bombardeo y responder a los actos de agresión israelí en los momentos políticos apropiados.
Por último --pero no concluye con esto—, la Resistencia Palestina se unificó en el campo de batalla y tuvo éxito en reavivar la situación popular palestina, árabe y de las fuerzas amigas, y re-presentar el verdadero caso palestino a la opinión pública como un movimiento de liberación, de resistencia popular y no solamente de delegaciones que nada saben manejar, excepto unas negociaciones en condiciones miserables.
Por otra parte, la situación popular en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén, sobresalió en su mejor manifestación y firmeza heroica frente a la agresión, a pesar de la caída de al menos 1.400 mártires (hasta la tarde del jueves, 31 de julio de 2014) y alrededor de 8.000 heridos, la destrucción total de 1300 viviendas y la destrucción parcial de 22.800, 4.000 de las cuales quedaron inhabitables. A pesar de la caída de casi 350 niños y unas 300 mujeres, el desplazamiento de alrededor de medio millón de personas, el corte de la electricidad, la aglomeración de los heridos en los hospitales, la falta de medicamentos y equipos médicos, la absoluta carencia de pan en las panaderías y de otros alimentos en los almacenes, y la ausencia de sitios seguros, pues el enemigo convirtió todos los lugares en objetivos de sus aviones, buques y lanchas de guerra y los cañones de sus tanques… A pesar de todo esto, aún el firme pueblo palestino en Gaza se niega a levantar la bandera blanca, aún se congrega alrededor de la Resistencia, goza de una voluntad de hierro frente a la agresión, insistiendo en la victoria, cueste lo que cueste. Y quizás las escenas de destrucción masiva, difundidas por los medios de comunicación, en Al-Shajaiya, khuzaa, Abssan Al-Khubra y Al Saghira, Hai Al-Tufah, Beit Lahia, Khan Younis, Al-Qarara, la Ciudad de Gaza, el Campamento de Al-Shatee y otros lugares alcanzados por la agresión, ponen en evidencia la magnitud de la catástrofe humanitaria, que afectó a la Franja, situación que fue reconocida por las comisiones de derechos humanos, especialmente, las pertenecientes a la ONU.
Ya no puede la máquina de guerra israelí alcanzar a los combatientes palestinos y sus posiciones móviles, por lo que recurrió a la caza de los civiles en las escuelas de la UNRWA, donde perpetró varias masacres, y en las oficinas de los medios de comunicación, como sucedió en los estudios de la Radio “Voz de la Patria” perteneciente al Frente Democrático, como pasó también en la sede central del Frente en la Ciudad de Gaza, sabiendo que la sede está dedicada a informaciones sobre las actividades populares y no está relacionada con las actividades militares que tienen lugar en la Franja.
A pesar de todos estos crímenes, la voluntad popular sigue siendo más fuerte que la voluntad de la agresión, y el pueblo palestino en Gaza sigue apegado a la Resistencia como así también el pueblo palestino en Cisjordania y Jerusalén, donde hemos visto marchas populares y enfrentamientos con patrullas y puestos de control del enemigo. (¿Pero por qué no estalló la Intifada en Cisjordania y Jerusalén en solidaridad con Gaza y en el marco de una nueva era política? Ya esto es otro asunto y tendría que ser tratado de forma independiente).
El movimiento popular ha aprobado el examen como así también la Resistencia Palestina.
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Sólo la Dirección Política Palestina desaprobó el examen de la Franja de Gaza.
Desde el primer momento ha guardado distancia entre ella y la Resistencia, y cuando el liderazgo político es una cosa y la Resistencia es otra cosa, quedamos ubicados prácticamente ante dos políticas contrastantes: la política de la Dirigencia Palestina y la política de la Resistencia.
La Dirigencia Palestina fue a buscar un proyecto de cese al fuego y aceptó la iniciativa egipcia, sin consultar con la Resistencia, y ha tratado de presentarse como si ella fuera la única y legítima representante del pueblo palestino, ignorando el hecho de que la Resistencia es, principalmente, la resistencia de este pueblo, y la Dirección Palestina debe responder a los intereses de este pueblo. El apresuramiento en la aprobación de la Iniciativa Egipcia ha creado confusión en las filas palestinas y reveló la presencia de dos estrategias. Una de ellas es tratar de interferir en los acontecimientos antes de que repercutan sobre su política, sacándola fuera de su contexto y su opción negociadora.
La Dirigencia Palestina chocó con la Resistencia y con el pueblo de la resistencia y se vio obligada a retractarse. Y adoptó, como dijo, las «demandas de la Resistencia» como si estas no fueran, de hecho, demandas del propio pueblo palestino. Detener la agresión es un interés del pueblo palestino, así como levantar el bloqueo, el funcionamiento del puerto, el aeropuerto y la solución de los problemas de los funcionarios y otras demandas que son demandas populares y no solo las demandas de las organizaciones de la Resistencia.
Retrasó mucho el movimiento diplomático a favor de Gaza y su resistencia, y la diplomacia de la Autoridad parecía paralizada e ineficaz, mientras que la máquina mediática sionista en el extranjero ha estado activa para defender y justificar su agresión.
Se abstuvo de seguir adelante para unirse al Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional y para exigir el sometimiento a juicio de los líderes del enemigo. Tuvo miedo de la reacción de EEUU, además tuvo miedo del destino del proceso negociador porque aún está soñando que lo reanime el “patrocinador americano”.
Estuvo a punto de dividir las filas de la Resistencia cuando planteó formar una reducida delegación para ir a El Cairo a negociar, lo cual creó una confusión en el seno palestino hasta que la Resistencia decidió resolver la situación con la conformación de una delegación unificada con la representación de todas las facciones de la Resistencia, y la vinculación del alto el fuego con el levantamiento del asedio y la retirada de las fuerzas de ocupación de cada pulgada de la Franja de Gaza.
Permaneció en silencio ante la campaña israelí-estadounidense que pide el desarme de la Resistencia y despojar a Gaza de sus factores de fuerza, como si anunciara implícitamente el consentimiento sobre este hecho.
Los hechos de la agresión israelí revelaron que estamos ante dos estrategias políticas, una para el negociador palestino, superada por el acontecer, y la otra para la Resistencia, que es quien elabora el acontecer.