GRAN BATALLA POLÍTICA DE MÚSICOS ORGANIZADOS
04/06/13
Adriana de los Santos
Músicos Organizados (MO) se presentó por primera vez como una agrupación de oposición clasista e independiente de empresarios y el gobierno. Planteamos que queremos un sindicato que funcione en forma democrática y asamblearia, que defienda realmente nuestros derechos frente a industriales de la música que lucran a costa de nuestro trabajo y producción artística, soportando a la vez la más absoluta precarización laboral.
La asamblea fue totalmente irregular. Observamos gran cantidad de personas, habilitadas para votar, que claramente no eran músicos. La demora (contra el propio reglamento) de una hora y media para el comienzo de la sesión fue alevosa y en función de permitir que entrase la gente (¿músicos?) que estaban esperando, al ver que Músicos Organizados tenía una concurrencia muy numerosa. Eramos probablemente mayoritarios en tanto verdaderos músicos, un tercio del total.
Acostumbrados a más de veinte años de dirigir un sindicato sin oposición, haciendo y deshaciendo a su antojo, sin consultar democráticamente a los afiliados, y creyendo que esta asamblea sería un trámite más, propusieron votar el balance a libro cerrado. Impugnamos el método por no haberse publicado y debatido la Memoria y el Balance entre los afiliados. A la hora de la votación, y como un hecho histórico en ese gremio se encontraron con muchas manos alzadas por la negativa, constando en las actas del Ministerio de Trabajo que esta vez no hubo “unanimidad”.
Cuando la asamblea se transformó en extraordinaria para elegir Junta Electoral el vocero de la directiva presentó una lista de siete afiliados leales a la actual conducción para cerrar el punto de inmediato. MO pidió la palabra para plantear una Junta Electoral democrática, que contemplara la representación proporcional de aquellas listas que se presentan a elecciones, como la nuestra. Este planteo generó un increíble revuelo. La defensa incondicional de una Junta Electoral 100% oficialista revela su miedo a una lista opositora, a que se descubran las irregularidades de padrón y fundamentalmente a dejar fuera de carrera a la lista de Músicos Organizados. El griterío, las agresiones verbales al compañero (un gran músico), que simplemente proponía una Junta Electoral democrática, tornaron imposible el desarrollo de la asamblea, ante lo cual decidimos retirarnos como organización.
Entendemos que este hecho marca un jalón en la historia sindical de los músicos: ha nacido una corriente que lucha por la democracia sindical y por la organización del músico como trabajador. Músicos Organizados plantó una bandera clasista. Con esta fuerza y este gran salto en la conciencia de los músicos vamos a pelear unas elecciones que, sea cual fuere el resultado final, nos aseguran un enorme triunfo desde el momento en que nos hemos convertido en una corriente dentro del sindicato. Presentaremos una lista opositora, cuya intervención marcará un rumbo en la defensa de nuestros derechos y convertirá en realidad la posibilidad de ganar a miles de afiliados al sindicato. Músicos Organizados es ya una realidad en la lucha contra la precarización laboral del músico, contra la cooptación estatal, por la organización independiente y de clase frente a las “industrias culturales”.
Al comienzo de la asamblea se leyeron adhesiones. Llamó la atención la de Hugo Moyano, de la CGT “no oficial”, que presenta sus diputados en la lista del empresario De Narváez. Nos separa una barrera de clase, somos parte del movimiento que en toda la clase obrera lucha por sacarse de encima a los Pedraza y a los sindicalistas empresarios.
Esta batalla de Músicos Organizados ha sido el primer capítulo de nuestra lucha por un sindicato abierto, participativo, asambleario y clasista.
Fuente: Prensa Obrera.
04/06/13
Adriana de los Santos
Músicos Organizados (MO) se presentó por primera vez como una agrupación de oposición clasista e independiente de empresarios y el gobierno. Planteamos que queremos un sindicato que funcione en forma democrática y asamblearia, que defienda realmente nuestros derechos frente a industriales de la música que lucran a costa de nuestro trabajo y producción artística, soportando a la vez la más absoluta precarización laboral.
La asamblea fue totalmente irregular. Observamos gran cantidad de personas, habilitadas para votar, que claramente no eran músicos. La demora (contra el propio reglamento) de una hora y media para el comienzo de la sesión fue alevosa y en función de permitir que entrase la gente (¿músicos?) que estaban esperando, al ver que Músicos Organizados tenía una concurrencia muy numerosa. Eramos probablemente mayoritarios en tanto verdaderos músicos, un tercio del total.
Acostumbrados a más de veinte años de dirigir un sindicato sin oposición, haciendo y deshaciendo a su antojo, sin consultar democráticamente a los afiliados, y creyendo que esta asamblea sería un trámite más, propusieron votar el balance a libro cerrado. Impugnamos el método por no haberse publicado y debatido la Memoria y el Balance entre los afiliados. A la hora de la votación, y como un hecho histórico en ese gremio se encontraron con muchas manos alzadas por la negativa, constando en las actas del Ministerio de Trabajo que esta vez no hubo “unanimidad”.
Cuando la asamblea se transformó en extraordinaria para elegir Junta Electoral el vocero de la directiva presentó una lista de siete afiliados leales a la actual conducción para cerrar el punto de inmediato. MO pidió la palabra para plantear una Junta Electoral democrática, que contemplara la representación proporcional de aquellas listas que se presentan a elecciones, como la nuestra. Este planteo generó un increíble revuelo. La defensa incondicional de una Junta Electoral 100% oficialista revela su miedo a una lista opositora, a que se descubran las irregularidades de padrón y fundamentalmente a dejar fuera de carrera a la lista de Músicos Organizados. El griterío, las agresiones verbales al compañero (un gran músico), que simplemente proponía una Junta Electoral democrática, tornaron imposible el desarrollo de la asamblea, ante lo cual decidimos retirarnos como organización.
Entendemos que este hecho marca un jalón en la historia sindical de los músicos: ha nacido una corriente que lucha por la democracia sindical y por la organización del músico como trabajador. Músicos Organizados plantó una bandera clasista. Con esta fuerza y este gran salto en la conciencia de los músicos vamos a pelear unas elecciones que, sea cual fuere el resultado final, nos aseguran un enorme triunfo desde el momento en que nos hemos convertido en una corriente dentro del sindicato. Presentaremos una lista opositora, cuya intervención marcará un rumbo en la defensa de nuestros derechos y convertirá en realidad la posibilidad de ganar a miles de afiliados al sindicato. Músicos Organizados es ya una realidad en la lucha contra la precarización laboral del músico, contra la cooptación estatal, por la organización independiente y de clase frente a las “industrias culturales”.
Al comienzo de la asamblea se leyeron adhesiones. Llamó la atención la de Hugo Moyano, de la CGT “no oficial”, que presenta sus diputados en la lista del empresario De Narváez. Nos separa una barrera de clase, somos parte del movimiento que en toda la clase obrera lucha por sacarse de encima a los Pedraza y a los sindicalistas empresarios.
Esta batalla de Músicos Organizados ha sido el primer capítulo de nuestra lucha por un sindicato abierto, participativo, asambleario y clasista.
Fuente: Prensa Obrera.