— ¿Cree usted posible un cese al fuego en el caso que se les conceda autonomía a Donetsk y Lugansk dentro del estado ucraniano?
— A mi juicio, la autonomía no nos serviría de nada. Si damos un paso hacia esta dirección, ¿en base a qué se va a crear la autonomía? El gobierno de Ucrania , el parlamento, el presidente, seguirán siendo los de antes. ¿De qué, pues, nos servirá esta autonomía, si no dejan respirar a Novorrusia? Será una palabra hueca, una mera formalidad. Es que la autonomía no implica el derecho a tener un ejército. No tendremos nuestra propia policía, nuestro proipio sistema judicial. Esta clase de autonomía sólo la necesitan los que quieren conservar el gobierno de Kiev que hay ahora.
— O sea, usted se pronuncia por una separación completa y definitiva de Ucrania. , ¿Hasta qué punto lo ve posible?
— Desconozco la palabra “imposible”, no existe para mí. Todo es posible, si hay un real deseo de hacerlo. Nos dicen que es imposible porque lo impiden las leyes. ¿Qué leyes, se podría preguntar? Las leyes de Ucrania, de la cual queremos separarnos? ¿Las leyes de Europa? ¿Y qué tiene que ver Europa con eso? ¿De los Estados Unidos? ¿Y por qué nosotros, un pueblo soberano, tenemos que hacerles caso? Sólo nosotros tenemos derecho a decidir cómo vamos a vivir. Y La Haya, ОSСЕ, PACE... no es asunto suyo y no tienen por qué meterse dónde no los llaman.
— ¿Cómo valora la situación en el frente del Sudeste? ¿Ayudará el cambio de táctica que mencionó en su declaración el Primer Ministro Alexánder Zajárchenko?
— En cuanto a la situación, la veo de un modo más bien crítico, tanto en el sentido militar como en el sentido político. A pesar de la contraofensiva (de la que se hablado bastante en los medios de información), la correlación de fuerzas sigue siendo un problema. Lo que pasa es que hemos aprendido a pelear, por eso nuestras “buenas nuevas” ahora son más numerosas que las de ayer y de anteayer. Hoy incautamos vehículos y armas del enemigo y podemos asestarle golpes más fuertes, pero, repito, todavía no hay cambios radicales.
— ¿Y qué es lo que falta para que se den estos cambios radicales?
— La correlación de fuerzas sigue siendo muy desfavorable. Por ejemplo, falta gente. Donde ellos ponen 10 mil personas, nosotros no tenemos más que un millar; con el armamento está pasando lo mismo. Por supuesro, sería bueno que las furzas fueran iguales, en este caso ya verían.
— ¿Quiénes son los que pelean del otro lado? Se habla de un gran número de mercenarios provenientes de países occidentales, ¿es cierta esta información?
— Sí, los hay. Representantes de los EE.UU. y Gran Bretaña. Vehículos de combate y armamentos se traen a Ucrania desde Europa Oriental y de los Estados Unidos: BTR modernos, cañones autopropulsados... A mí no me importa de dónde es mi enemigo si mata a mis compañeros, a la población civil. En nuestro ejército hay obreros, mineros, maestros de escuela, taxistas... Claro, la población está consternada por lo qe pasa. No esperaban que las cosas tomaran este curso tan violento, y nuestro enemigo se aprovecha de la situación, tratando de echarnos la culpa de las destrucciones.
Ahora están tratando de exterminar por completo a la población civil del Sudeste. Están utilizando sistemas de lanzamiento de cohetes “Uragán”, “Smerch”, “Tochka U” (“Punto U”). No se trata de ninguna “lucha antiterrorista”, como pretenden aparentar, están matando a cualquier criatura viva que respire y se mueva sobre esta tierra; lo que quieren es aniquilar Donbass y el Sudeste en general.
— Y en cuanto al convoy humanitario de Rusia, ¿ayudó de alguna manera a resolver los problemas? ¿Es suficiente la cantidad de alimentos que habían enviado?
— Todavía es muy temprano para hablar de eso, la carga ha sido dividida entre dos centros, Donetsk y Lugansk, pero por ahora no se sabe cómo se va a disrtibuir. Como bien se sabe, hay que estar alerta, porque en cualquier parte hay individuos capaces de aprovecharse de las carencias de otra gente. Para apreciar la situación tenemos qué ver qué parte de esta carga llegó a otras ciudades y localidades.
— ¿Qué opina de la actitud de Rusia, de su no injerencia en la guerra? Cree que Rusia debe cambiar de posición?
— Nadie le debe nada a nadie, sobre todo si se trata de enviar tropas a un país. Cada persona debe responder por lo que hace, por sus palabras, por sus actos. ¿Hemos ido al referéndum, hemos votado por independizarnos de Kiev? Muy bien, ahora (ya que somos la mayoría) nos toca defender nuestro derecho a existir. Es nuestro problema, y a nosotros nos corresponde resolverlo. Llegó la hora de decir en voz alta que somos gente. Personas, seres humanos; no una “masa biológica”, como había calificado a Donbass la señora Timoshenko. Por eso esta guerra es para nosotros una manera de autoidentificarnos como personas libres, no como esclavos de un feudal; es una posibilidad de defender nuestra verdad.
— ¿Cuánto tiempo va a durar en el poder Piotr Poroshenko si éste sigue ateniendose a la línea política de ahora?
— Poroshenko ya nos declaró terroristas, nos prometió una pena de muerte a todos, así que, así que no vamos a tener mucha consideración con él. Ellos no han tenido piedad de la población civil. Si contamos también a los militares, las víctimas de esta guerra van a sumar varias decenas de millares de muertos. ¿Por qué les vamos a tener lástima nosotros? ¿A ellos, que no le tienen lástima a nadie?
— ¿Qué, según su opinión, podría detener la guerra? ¿Cambiará la situación cuando llegue el invierno con su frío? ¿Podrá Ucrania sobrevivir sin el gas ruso?
— Nada va a cambiar. Va a hacer un poco más de frío, y eso es todo. Creo que incluso si Ucrania deja de suministrar gas a Ucrania, las acciones bélicas no van a cesar. En todo caso, por nuestra parte sólo podremos parar cuando las autoridades de Kiev sean derrotadas y aniquiladas. Así como están aniquilando a hora a la población pacífica. Repito que no luchamos contra el pueblo, contra la gente humilde. Debemos llegar a Kiev para castigar a los que están arrasando este país y masacrando a su población. En realidad nosotros, los ucranianos que nos matamos en esta guerra, somos una sola cosa. Es por eso que estos... digamos, estos seres, los que están detrás de esta guerra, no tienen derecho a vivir.
Un resumen: http://sp.ria.ru/international/20140826/161483660.html