Los 7 hábitos de las personas con gran confianza en sí mismas

Los 7 hábitos de las personas con gran confianza en sí mismas

La vida ofre­ce nu­me­ro­sos desa­fíos a los que ideal­men­te ha­ría­mos fren­te con con­fian­za. Sin em­bar­go, tener con­fian­za en uno mismo no es siem­pre fácil, y en mu­chas oca­sio­nes, te­ne­mos la sen­sa­ción de que nos abru­man los pro­ble­mas. A con­ti­nua­ción re­co­pi­la­mos los 7 há­bi­tos más co­mu­nes de per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas. Se dará cuen­ta de que cam­biar de há­bi­tos au­men­ta­rá su nivel de con­fian­za, y por con­si­guien­te, de bie­nes­tar.

La con­fian­za en uno mismo es esen­cial para tener una vida feliz y plena. Esta in­flu­ye en su éxito para el li­de­raz­go, en cómo se com­pro­me­te con su equi­po y en el tra­ba­jo en ge­ne­ral. Afec­ta a cómo desa­rro­lla su ne­go­cio, a cómo es usted en su vida fa­mi­liar, en sus re­la­cio­nes y en sus ac­ti­vi­da­des de ocio. La lista con­ti­núa. La con­fian­za en uno mismo afec­ta a su ren­di­mien­to y a cómo es usted en todo lo que hace.

Henry David Tho­reau:

«Si uno avan­za con­fia­da­men­te en la di­rec­ción de sus sue­ños y de­seos para lle­var la vida que ha ima­gi­na­do, se en­con­tra­rá con un éxito ines­pe­ra­do».

Aquí en­con­tra­rá siete há­bi­tos de gente con gran con­fian­za en sí misma que usted puede apli­car para me­jo­rar su nivel de con­fian­za y sen­tir­se más tran­qui­lo con su au­tén­ti­co yo.

1. Aceptar la responsabilidad personal

La gente se­gu­ra acep­ta la res­pon­sa­bi­li­dad en sus vidas, sus de­ci­sio­nes y sus com­por­ta­mien­tos. Esto sig­ni­fi­ca que en­tien­den que cuan­do todo está dicho y hecho, son res­pon­sa­bles por las elec­cio­nes que han hecho y la vida que han lle­va­do.

Las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas en­tien­den que no siem­pre pue­den tener el con­trol de lo que su­ce­de en sus vidas pero que sí pue­den tener con­trol sobre sus reac­cio­nes. Asu­men la res­pon­sa­bi­li­dad por cómo reac­cio­nan ante la vida.

2. Actuar a pesar de sus miedos


Esto es el co­ra­je. Todos te­ne­mos mie­dos: miedo al fra­ca­so, miedo a no dar la talla, miedo a pa­re­cer tonto. Forma parte de la con­di­ción hu­ma­na. A todos nos gusta tener éxito, ¿ver­dad? Yo sé que a mí sí. Y sin em­bar­go, es el miedo al fra­ca­so lo que apar­ta a mucha gente de vivir ple­na­men­te y de re­cla­mar su poder per­so­nal.

Elea­nor Roo­se­velt:

«Uno gana fuer­za, co­ra­je y con­fian­za con cada ex­pe­rien­cia en la que de ver­dad se para a mirar al miedo de fren­te.

Las per­so­nas con con­fian­za quie­ren sa­lir­se de su zona de con­fort y dar lo mejor de sí mis­mas en algo nuevo a pesar de sus an­sie­da­des o mie­dos».

3. Ser tolerante con otros

Todos per­de­mos la pa­cien­cia con ami­gos, fa­mi­lia­res o in­clu­so con ex­tra­ños de vez en cuan­do. Lo he visto mu­chas veces du­ran­te el pe­rio­do pre­vio a las va­ca­cio­nes de na­vi­dad. Pero de nuevo, esto es la na­tu­ra­le­za hu­ma­na. La per­so­na se­gu­ra de sí misma va­lo­ra a otros y en vez de des­ani­mar­se por sus erro­res, la gente se­gu­ra de sí misma está desean­do dar apoyo, ofre­cer opi­nio­nes cons­truc­ti­vas o a veces sen­ci­lla­men­te echar una mano a otra per­so­na.

4. Elogiar y reconocer a los demás

Las per­so­nas se­gu­ras de sí mis­mas no se atri­bu­yen todo el mé­ri­to sino que lo com­par­ten de buena gana. Las per­so­nas se­gu­ras de sí mis­mas re­co­no­cen que pocas veces su­ce­de algo po­si­ti­vo ba­sa­do solo en los es­fuer­zos de una sola per­so­na. Ellos agra­de­cen a aque­llos que nor­mal­men­te están entre bas­ti­do­res.

El há­bi­to nú­me­ro cinco puede sonar algo con­tra­dic­to­rio con res­pec­to al nú­me­ro 4, pero creo que es im­por­tan­te que este há­bi­to re­ci­ba su me­re­ci­da aten­ción.

5. Sentirse orgulloso de un trabajo bien hecho y aceptar el reconocimiento


Esto no sig­ni­fi­ca que las per­so­nas se­gu­ras de sí mis­mas sean pre­sun­tuo­sas. De hecho, la pre­sun­tuo­si­dad es un signo de falta de con­fian­za en sí mismo. No. Lo que esto sig­ni­fi­ca es que las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas acep­tan el re­co­no­ci­mien­to y las ala­ban­zas por un tra­ba­jo y un es­fuer­zo bien rea­li­za­dos y un éxito me­re­ci­do. Lo acep­tan con un «gra­cias» de co­ra­zón y com­pro­me­ti­do.

6. Tener objetivos

Las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas se dan cuen­ta de que la vida es una obra en curso y de que las opor­tu­ni­da­des abun­dan para el éxito y la rea­li­za­ción per­so­nal. Las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas no tie­nen miedo a po­ner­se ob­je­ti­vos, a hacer pla­nes ni a dar pasos para al­can­zar sus metas. Tam­bién en­tien­den que habrá retos y con­tra­tiem­pos y que habrá que rea­li­zar ajus­tes. Siem­pre están re­va­luan­do y adap­tán­do­se para lle­gar a donde quie­ren lle­gar.

7. No tener miedo a apoyar algo

En­tien­den que los va­lo­res se ponen a prue­ba en cada paso de la vida, pero las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas ponen sus creen­cias por en­ci­ma de su ne­ce­si­dad de gus­tar a todo el mundo. Por su­pues­to que es agra­da­ble gus­tar a todo el mundo, pero la reali­dad es que ser fie­les a nues­tras creen­cias y a nues­tros va­lo­res no es siem­pre la de­ci­sión más po­pu­lar. Las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas nor­mal­men­te quie­ren com­pro­me­ter­se, pero no com­pro­me­ten sus va­lo­res. Y esta es una de las prin­ci­pa­les ra­zo­nes por las que res­pe­ta­mos a las per­so­nas con con­fian­za en sí mis­mas.

Haga de 2015 el año en el que usted se mues­tre real­men­te como es y en el que per­si­ga sus de­seos sin res­tric­cio­nes im­pues­tas por otros o por usted mismo.