Para los que dicen que la naturaleza es egoista
Fuente :RT
El caparazón de las tortugas es una excelente defensa, pero tiene un gran punto débil: si la tortuga se da vuelta es casi imposible que vuelva a su posición sin la ayuda de alguien. Este reptil afortunado está en buena sintonía con una segunda tortuga que llegó para rescatarlo tan rápido como pudo.
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