Atentados de bandera falsa en la guerra de
los Balcanes.
La guerra de los Balcanes, que provocó la fragmentación
de la antigua República Socialista de Yugoslavia en mini estados
inviables económicamente y políticamente débiles y
dependientes, fue promovida, principalmente, por dos potencias
imperialistas: Alemania y Estados Unidos; con varios fines:
derribar el último estado de economía socialista en Europa,
asegurarse posiciones geoestratégicas claves en el Adriático y
cerrar a Serbia la salida a dicho mar.
Para conseguir tales objetivos, no tuvieron el menor
reparo en agitar los odios étnicos y apoyar económica y
militarmente a las chovinistas y reaccionarias burguesías de
Eslovenia, Bosnia y Croacia, alguna de las cuales llegaría a
atentar contra su propia población, con el fin de culpabilizar a
Serbia y facilitar, con ello, la intervención de las potencias
extranjeras en su favor. Prueba de lo anteriormente dicho son las
revelaciones realizadas, años más tarde, por varios periodistas
internacionales y militares pertenecientes a los cascos azules.
"Soldados franceses de las fuerzas de la ONU dicen que en
Sarajevo existía un cierto número de tiradores de élite,
musulmanes activistas, que abatían deliberadamente a sus
propios civiles (...) Los franceses piensan que el objetivo de los
francotiradores era conseguir más simpatía internacional hacia
los Musulmanes" (Caum, cuadernos pdf, pag. 6).
Uno de estos atentados de bandera falsa, cometido con el
objetivo de provocar la intervención de la ONU a favor de Bosnia,
fue el que causó la muerte a varias decenas de personas, como
consecuencia de la explosión de una bomba, cuando cientos de
civiles hacían cola ante un mercado de Sarajevo, en mayo de
1992.
Las imágenes de esta salvaje carnicería darían la vuelta al
mundo y serían vistas por cientos de millones de tele
espectadores. Estas imágenes irían acompañadas de la
acusación, nunca probada, de haber sido Serbia la culpable de la
matanza.
Casualmente, el atentado del mercado de Sarajevo tuvo
lugar a los pocos días de que la Comunidad Europea hubiera
decidido reunirse, para examinar y revisar las sanciones a Serbia.
Unas sanciones que se endurecerían como consecuencia de
estos hechos.
Tres meses más tarde, el diario británico The Independent
revelaría lo siguiente: “Los responsables de las Naciones Unidas
creen que algunas de las peores masacres de Sarajevo,
especialmente la de la panadería, eran obra de Musulmanes... Se
trataba de una maniobra con el fin de ganar la simpatía del
mundo y forzar una intervención militar” (Caum, cuadernos pdf,
pag. 7).Tanto la ONU como los EEUU mantuvieron secretos estos
informes.
Otros medios de comunicación también rebatieron la
atribución a los serbios, de otras atrocidades, como el ataque a
los funerales de dos huérfanos en un cementerio; la muerte por
bala del productor americano de televisión David Kaplan; o las
tantas fosas comunes, con cuerpos de civiles asesinados, de las
que se culpó a Serbia, y que, más tarde, se probaría su
inexistencia.
Tan sólo, unos pocos medios mencionaron estas
rectificaciones, eso sí, con caracteres mucho más pequeños y en
lugares menos visibles, que los titulares de cuando salieron las
otras noticias ¿Cuál es la impresión que se grabó en el público?
Estas y otras mentiras mediáticas, servirían, como excusa,
para justificar los bombardeos de la OTAN sobre Serbia,
ordenados por el criminal de guerra Javier Solana. Unos
bombardeos que destruyeron hospitales, escuelas, comercios e
industrias, asesinaron indiscriminadamente a miles de personas y
sumieron en la pobreza a varios millones.
Finalmente, Alemania, Estados Unidos y la Unión Europea
fragmentaron Yugoslavia, asegurándose la lealtad y el vasallaje
de un puñado de nuevas naciones en la zona.
Bibliografía:
- Caum, cuadernos pdf
http://www.caum.es/CARPETAS/cuadernos/cuadernospdf/libro9/j
uego.pdf