Diego Silva Silva
Investigador-Compositor musical. Licenciado en Educación. Ha recibido entre otros reconocimientos: Seis Premios Nacionales de Composición, Cuatro Premios Municipales de Música; el Premio Latinoamericano de Composición "Casa de las Américas"; ha presentado sus obras en Moscú, EEUU, Cuba, Nicaragua, Francia, Inglaterra, España, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Siria y Canadá; ha realizado serias investigaciones sobre la música del pasado colonial de América, así como de las diferentes manifestaciones de la gran diversidad que representan las músicas de Venezuela; fue asesor del departamento de investigaciones culturales del Ministerio de Cultura de Nicaragua (1983-1987); fue Vice-presidente de la Sociedad Venezolana para la Música Contemporánea y Presidente de la Comisión Artística de la Orquesta Filarmónica Nacional. Ha dirigido la Sinfónica Venezuela, la Municipal de Caracas, de los Llanos, de Falcón, de Aragua, la Filarmónica. Ha sido guitarrista acompañante de: Gloria Martín, Alí Primera, Lilia Vera, Cecilia Todd, Los hermanos Godoy, Isabel Parra entre otras y otros
http://www.aporrea.org/actualidad/a201505.html
A Elías Jaua y al Presidente Maduro. Venezuela: Estatismo o ¿Capitalismo encubierto?
I.-ECONOMÍA
En Venezuela, el llamado "proceso socialista", en lo que a las relaciones sociales se refiere, ha girado en torno a colocar la ideología del CHAVISMO, que todavía el mismo Chávez no había terminado de construir, en una especie de religión de Estado, con el agravante de que esta ideología presenta constituyentes híbridos de la concepción de la sociedad, que están impregnados por una creencia asociada a la existencia de un capitalismo "bueno", y que entran en colisión con los enunciados que a diario nos pregona la clase política dirigente.
Ninguno de los líderes actuales ha centrado la discusión en torno a la manera como se van a transformar las relaciones sociales diferentes al capitalismo y de cómo se llegará a ellas, y solo se quedan en el enunciado de que "El Socialismo Venezolano del siglo XXI re-abrió un proceso continental de lucha revolucionaria"; sin que nunca se analice si en este proceso se han intentado cambiar o no las relaciones sociales esenciales de producción capitalista.
En Venezuela lo que ha imperado en estos años del llamado Chavismo, es una confrontación entre mercado y estatismo, confrontación que hoy llega a niveles superiores de contradicción cuando el mismo estado entrega una parte sustancial de la renta petrolera a los representantes del mercado, a los llamados "empresarios" que además, como ha dicho Vladimir Lazo, nunca han sido capaces de producir riquezas y tecnología en Venezuela (o PARA VENEZUELA) y han llevado el país a la quiebra; y se nos vende el cuento de que el estatismo es algo así como una resistencia al capital, y no una etapa de transición o un mecanismo necesario para evitar la fuga de capitales y la apropiación de la renta petrolera por parte de los empresarios parasitarios venezolanos, cuyo máximo negocio ha sido siempre IMPORTAR y exportar capitales.
...
Hoy, la dirigencia política del Chavismo se debate entre las tendencias hacia una mayor libertad mercantil, es decir, flexibilizar las medidas económicas, tributarias y laborales ante las exigencias del mercado capitalista, o de un mayor control por parte del estado, como si las mismas tendencias internas pro-capitalistas dentro del gobierno no fueran una especie de peligro capitalista en sí mismo (por ejemplo Temir Porras), y no representaran el final próximo del estatismo burocrático, que podría terminar en el capitalismo a secas; esto es similar a como cuando se violan los derechos humanos a nombre de los derechos humanos (neutralizar el capitalismo a nombre del capitalismo ataviado de estatismo burocrático), e imagino o concluyo que la estatización del capital obedece a la necesidad del capital de concentrarse y fortificarse para su propio desarrollo, tal como sucede en China.
Este invento de "socialismo", como sinónimo de capitalismo estatizado, significó en Venezuela la creación de una ola de eufemismos, concebidos para justificar la preeminencia del Estado en ciertas áreas económicas con la muy generosa finalidad inicial de beneficiar a las clases populares, de lograr una mayor distribución de la riqueza del PIB, de la renta petrolera...pero así mismo, producto de la ineficiencia y la corrupción desbordada, esa misma voluntad de redención social impulsada por Chávez, ha sido fracturada al caer en la oferta permanente de artículos de consumo por parte del mismo estado: de un modo casi surrealista, el mismo dirigente que pregona unos supuestos valores socialistas (cuyo molde o modelo desconocemos), se jacta de promover "mi casa bien equipada", y pudimos constatar que muchas personas de origen pobre, desecharon sus televisores (en buen estado y con calidad de imagen) para adquirir televisores plasma de hasta 32 pulgadas, y así mismo con otros artefactos, incitando con ello a un consumismo exacerbado inducido por la gigantesca oferta de electrodomésticos traídos desde China, como una forma de inversión obligatoria que se le exige al gobierno venezolano en los intercambios comerciales que además, suelen ser leoninos a favor del dragón asiático.
La estatización a la venezolana solo ha pretendido extender el plazo de las políticas populistas para mejorar la vida de las clases desposeídas, como un mecanismo para saldar la deuda social y la hipoteca del país que habían dejado los gobiernos anteriores.
Pero la lucha contra el capitalismo es esencialmente lucha contra el trabajo asalariado sub-pagado, lucha contra la mercancía, lucha contra la cantidad e intensidad del trabajo, lucha contra el Estado, lucha contra la tasa de explotación, lucha contra la desfachatada plus-ganancia de la clase empresarial y financiera; y eso no ha ocurrido en Venezuela.
La participación crítica en este proceso iniciado por Chávez, o como lo acaba de enunciar Freddy Gutiérrez en una impactante entrevista que concedió a Vladimir Villegas "El Chavismo Crítico", se encuentra en un momento de declive, pendiente, bajada, rampa, desnivel, vertiente, inclinación, debido a que las tendencias pro-capitalistas dentro del gobierno se han venido adueñando del poder.
El presidente en su memoria y cuenta, ha llamado a TODOS LOS ECONOMISTAS a integrarse a un equipo para mejorar la economía, esto me hace recordar que en un momento se discutió que la economía no puede entregársele a los políticos...pero tampoco a los economistas solamente. Si así fuera, podría el gobierno contratar al brillante economista Piketty, quien al parecer se especializa en tratar de lograr mejoras al capitalismo a través de una distribución un tanto más equilibrada de la riqueza:
cuando la tasa de rendimiento del capital (r) es mayor que la tasa de crecimiento económico (g) en el largo plazo, el resultado es la concentración de la riqueza, y esta distribución desigual de la riqueza provoca inestabilidad social y económica.
Obviamente, muchas de las tesis salvadoras del capitalismo, con sus diferentes bondades, están diseñadas o pensadas desde escritorios y oficinas dotadas de la más alta tecnología que les permite acceder a datos y estadísticas para hacer cálculos y pronósticos con gráficos e instrumentos digitales...pero pareciera que allí no están presentes los protagonistas de la desigualdad, en este caso los desfavorecidos, o dicho simplonamente: los explotados de siempre; las fuerzas vivas de lo posible.
Me pregunto entonces si el presidente Maduro convocará también a los dirigentes sociales naturales de las comunidades de obreros y campesinos, de las organizaciones no gubernamentales, a los antropólogos y filósofos de la America Nuestra (como Luis Brito y Mario Sanoja, o como Sutherland y Gavazut), y a los que por tener un pensamiento crítico, somos perseguidos, cercados y excluidos...
Investigador-Compositor musical. Licenciado en Educación. Ha recibido entre otros reconocimientos: Seis Premios Nacionales de Composición, Cuatro Premios Municipales de Música; el Premio Latinoamericano de Composición "Casa de las Américas"; ha presentado sus obras en Moscú, EEUU, Cuba, Nicaragua, Francia, Inglaterra, España, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Siria y Canadá; ha realizado serias investigaciones sobre la música del pasado colonial de América, así como de las diferentes manifestaciones de la gran diversidad que representan las músicas de Venezuela; fue asesor del departamento de investigaciones culturales del Ministerio de Cultura de Nicaragua (1983-1987); fue Vice-presidente de la Sociedad Venezolana para la Música Contemporánea y Presidente de la Comisión Artística de la Orquesta Filarmónica Nacional. Ha dirigido la Sinfónica Venezuela, la Municipal de Caracas, de los Llanos, de Falcón, de Aragua, la Filarmónica. Ha sido guitarrista acompañante de: Gloria Martín, Alí Primera, Lilia Vera, Cecilia Todd, Los hermanos Godoy, Isabel Parra entre otras y otros
http://www.aporrea.org/actualidad/a201505.html
A Elías Jaua y al Presidente Maduro. Venezuela: Estatismo o ¿Capitalismo encubierto?
I.-ECONOMÍA
En Venezuela, el llamado "proceso socialista", en lo que a las relaciones sociales se refiere, ha girado en torno a colocar la ideología del CHAVISMO, que todavía el mismo Chávez no había terminado de construir, en una especie de religión de Estado, con el agravante de que esta ideología presenta constituyentes híbridos de la concepción de la sociedad, que están impregnados por una creencia asociada a la existencia de un capitalismo "bueno", y que entran en colisión con los enunciados que a diario nos pregona la clase política dirigente.
Ninguno de los líderes actuales ha centrado la discusión en torno a la manera como se van a transformar las relaciones sociales diferentes al capitalismo y de cómo se llegará a ellas, y solo se quedan en el enunciado de que "El Socialismo Venezolano del siglo XXI re-abrió un proceso continental de lucha revolucionaria"; sin que nunca se analice si en este proceso se han intentado cambiar o no las relaciones sociales esenciales de producción capitalista.
En Venezuela lo que ha imperado en estos años del llamado Chavismo, es una confrontación entre mercado y estatismo, confrontación que hoy llega a niveles superiores de contradicción cuando el mismo estado entrega una parte sustancial de la renta petrolera a los representantes del mercado, a los llamados "empresarios" que además, como ha dicho Vladimir Lazo, nunca han sido capaces de producir riquezas y tecnología en Venezuela (o PARA VENEZUELA) y han llevado el país a la quiebra; y se nos vende el cuento de que el estatismo es algo así como una resistencia al capital, y no una etapa de transición o un mecanismo necesario para evitar la fuga de capitales y la apropiación de la renta petrolera por parte de los empresarios parasitarios venezolanos, cuyo máximo negocio ha sido siempre IMPORTAR y exportar capitales.
...
Hoy, la dirigencia política del Chavismo se debate entre las tendencias hacia una mayor libertad mercantil, es decir, flexibilizar las medidas económicas, tributarias y laborales ante las exigencias del mercado capitalista, o de un mayor control por parte del estado, como si las mismas tendencias internas pro-capitalistas dentro del gobierno no fueran una especie de peligro capitalista en sí mismo (por ejemplo Temir Porras), y no representaran el final próximo del estatismo burocrático, que podría terminar en el capitalismo a secas; esto es similar a como cuando se violan los derechos humanos a nombre de los derechos humanos (neutralizar el capitalismo a nombre del capitalismo ataviado de estatismo burocrático), e imagino o concluyo que la estatización del capital obedece a la necesidad del capital de concentrarse y fortificarse para su propio desarrollo, tal como sucede en China.
Este invento de "socialismo", como sinónimo de capitalismo estatizado, significó en Venezuela la creación de una ola de eufemismos, concebidos para justificar la preeminencia del Estado en ciertas áreas económicas con la muy generosa finalidad inicial de beneficiar a las clases populares, de lograr una mayor distribución de la riqueza del PIB, de la renta petrolera...pero así mismo, producto de la ineficiencia y la corrupción desbordada, esa misma voluntad de redención social impulsada por Chávez, ha sido fracturada al caer en la oferta permanente de artículos de consumo por parte del mismo estado: de un modo casi surrealista, el mismo dirigente que pregona unos supuestos valores socialistas (cuyo molde o modelo desconocemos), se jacta de promover "mi casa bien equipada", y pudimos constatar que muchas personas de origen pobre, desecharon sus televisores (en buen estado y con calidad de imagen) para adquirir televisores plasma de hasta 32 pulgadas, y así mismo con otros artefactos, incitando con ello a un consumismo exacerbado inducido por la gigantesca oferta de electrodomésticos traídos desde China, como una forma de inversión obligatoria que se le exige al gobierno venezolano en los intercambios comerciales que además, suelen ser leoninos a favor del dragón asiático.
La estatización a la venezolana solo ha pretendido extender el plazo de las políticas populistas para mejorar la vida de las clases desposeídas, como un mecanismo para saldar la deuda social y la hipoteca del país que habían dejado los gobiernos anteriores.
Pero la lucha contra el capitalismo es esencialmente lucha contra el trabajo asalariado sub-pagado, lucha contra la mercancía, lucha contra la cantidad e intensidad del trabajo, lucha contra el Estado, lucha contra la tasa de explotación, lucha contra la desfachatada plus-ganancia de la clase empresarial y financiera; y eso no ha ocurrido en Venezuela.
La participación crítica en este proceso iniciado por Chávez, o como lo acaba de enunciar Freddy Gutiérrez en una impactante entrevista que concedió a Vladimir Villegas "El Chavismo Crítico", se encuentra en un momento de declive, pendiente, bajada, rampa, desnivel, vertiente, inclinación, debido a que las tendencias pro-capitalistas dentro del gobierno se han venido adueñando del poder.
El presidente en su memoria y cuenta, ha llamado a TODOS LOS ECONOMISTAS a integrarse a un equipo para mejorar la economía, esto me hace recordar que en un momento se discutió que la economía no puede entregársele a los políticos...pero tampoco a los economistas solamente. Si así fuera, podría el gobierno contratar al brillante economista Piketty, quien al parecer se especializa en tratar de lograr mejoras al capitalismo a través de una distribución un tanto más equilibrada de la riqueza:
cuando la tasa de rendimiento del capital (r) es mayor que la tasa de crecimiento económico (g) en el largo plazo, el resultado es la concentración de la riqueza, y esta distribución desigual de la riqueza provoca inestabilidad social y económica.
Obviamente, muchas de las tesis salvadoras del capitalismo, con sus diferentes bondades, están diseñadas o pensadas desde escritorios y oficinas dotadas de la más alta tecnología que les permite acceder a datos y estadísticas para hacer cálculos y pronósticos con gráficos e instrumentos digitales...pero pareciera que allí no están presentes los protagonistas de la desigualdad, en este caso los desfavorecidos, o dicho simplonamente: los explotados de siempre; las fuerzas vivas de lo posible.
Me pregunto entonces si el presidente Maduro convocará también a los dirigentes sociales naturales de las comunidades de obreros y campesinos, de las organizaciones no gubernamentales, a los antropólogos y filósofos de la America Nuestra (como Luis Brito y Mario Sanoja, o como Sutherland y Gavazut), y a los que por tener un pensamiento crítico, somos perseguidos, cercados y excluidos...