La clase obrera del Presidente Maduro y el “revolcón”
Por: Nicmer Evans | Jueves, 07/05/2015
El primero de mayo vimos con atención el discurso del Presidente Maduro, entre otras cosas por la nueva expectativa que había creado en sus anuncios sobre el “revolcón” que aplicaría a la crisis económica que vive el país.
Rumores iban y venían: expropiación de la Polar, radicalización de medidas económica, etc. Algunos sectores aterrorizados, otros emocionados y algunos escépticos sin embargo, escucharon un sorprendente discurso donde el presidente Nicolás Maduro aseguró que la “clase obrera venezolana” todavía no puede asumir “la conducción económica de la patria”, pues carece de organización y preparación.
Y por otra parte, no hubo una sola medida económica que pudiese dar luces siquiera de alguna intención o asomo de “revolcón”.
De todo esto, lo segundo lamentablemente no sorprende tanto, ya que se ha convertido en una rutina hacer anuncios que no anuncian nada, y lo digo con el dolor que implica ver la parálisis de un gobierno que dice representar el legado del Presidente Chávez, hombre de acción y concreción permanente de cosas.
Pero lo primero, referido a la percepción del “Presidente obrero” sobre su propia clase, amerita una profunda reflexión ya que esta afirmación de incapacidad de la clase obrera de dirigir los destinos económicos del país, pareciera indicar que ya el presidente Maduro se excluye de su propia clase, y segundo, pareciera insinuar que durante 50 años, quienes han gobernado son los obreros y no la burguesía que ha saqueado y desmantelado casi toda la riqueza de nuestro país.
Si alguna clase nunca ha gobernado nuestro país es la clase obrera, mientras que el resto de las clases sociales han ostentado todos los espacios de poder que han existido y existen en el país. Lo más aproximado a un asomo de inclusión en el gobierno de la clase obrera ha sido el gobierno del Presidente Chávez, pero si nos permitimos reconocer errores dentro del proceso revolucionario, nunca se ha permitido un verdadero ejercicio del control obrero, ya que cualquier asomo de esta acción revolucionaria terminaba siendo castrada al imponer a un militar en cualquier empresa del Estado, para terminar desmantelando cualquier posibilidad de que los trabajadores demostraran sus capacidades y conocimientos en las áreas productivas de sus empresas.
Si alguna clase no está capacitada hoy para manejar la economía del país, no es el sector obrero, es la clase burocrática y capitalista, que juntas han saqueado 259 mil millones de dólares en fuga de capitales en los últimos 13 años.
Es por ello que la desconfianza del presidente Maduro, hoy no se entiende. Sin embargo, lo peor no es la desconfianza, y tal como me lo mencionaba Zuleika Matamoros de Marea Socialista, lo más triste es que asumiendo que el presidente Maduro tuviera alguna razón, ¿Dónde está entonces el plan de formación y capacitación para que la clase obrera asuma el control de la economía del país algún día?
Por: Nicmer Evans | Jueves, 07/05/2015
paresidente Maduro escribió:“Más pronto que tarde, voy a llamar a un revolcón en esta revolución”
"Se van a arrepentir de haberle declarado la guerra a un pueblo que merece la felicidad, la tranquilidad. Nosotros le vamos a garantizar a nuestro pueblo su paz, su tranquilidad, (...) Se los dije en la Asamblea Nacional a la burguesía parasitaria (...) Nosotros le vamos a garantizar a nuestro pueblo felicidad (...)
presidente Maduro escribió:“Quiero decirles tal vez lo más importante que he venido a decir hoy: [a] la clase obrera venezolana todavía le falta mucho, ¡mucho! en organización, en preparación para asumir la conducción económica de la Patria, para construir el socialismo y para vencer a los ‘pelucones’ (las oligarquías) en la guerra económica. ¡Falta mucho todavía!”.
El primero de mayo vimos con atención el discurso del Presidente Maduro, entre otras cosas por la nueva expectativa que había creado en sus anuncios sobre el “revolcón” que aplicaría a la crisis económica que vive el país.
Rumores iban y venían: expropiación de la Polar, radicalización de medidas económica, etc. Algunos sectores aterrorizados, otros emocionados y algunos escépticos sin embargo, escucharon un sorprendente discurso donde el presidente Nicolás Maduro aseguró que la “clase obrera venezolana” todavía no puede asumir “la conducción económica de la patria”, pues carece de organización y preparación.
Y por otra parte, no hubo una sola medida económica que pudiese dar luces siquiera de alguna intención o asomo de “revolcón”.
De todo esto, lo segundo lamentablemente no sorprende tanto, ya que se ha convertido en una rutina hacer anuncios que no anuncian nada, y lo digo con el dolor que implica ver la parálisis de un gobierno que dice representar el legado del Presidente Chávez, hombre de acción y concreción permanente de cosas.
Pero lo primero, referido a la percepción del “Presidente obrero” sobre su propia clase, amerita una profunda reflexión ya que esta afirmación de incapacidad de la clase obrera de dirigir los destinos económicos del país, pareciera indicar que ya el presidente Maduro se excluye de su propia clase, y segundo, pareciera insinuar que durante 50 años, quienes han gobernado son los obreros y no la burguesía que ha saqueado y desmantelado casi toda la riqueza de nuestro país.
Si alguna clase nunca ha gobernado nuestro país es la clase obrera, mientras que el resto de las clases sociales han ostentado todos los espacios de poder que han existido y existen en el país. Lo más aproximado a un asomo de inclusión en el gobierno de la clase obrera ha sido el gobierno del Presidente Chávez, pero si nos permitimos reconocer errores dentro del proceso revolucionario, nunca se ha permitido un verdadero ejercicio del control obrero, ya que cualquier asomo de esta acción revolucionaria terminaba siendo castrada al imponer a un militar en cualquier empresa del Estado, para terminar desmantelando cualquier posibilidad de que los trabajadores demostraran sus capacidades y conocimientos en las áreas productivas de sus empresas.
Si alguna clase no está capacitada hoy para manejar la economía del país, no es el sector obrero, es la clase burocrática y capitalista, que juntas han saqueado 259 mil millones de dólares en fuga de capitales en los últimos 13 años.
Es por ello que la desconfianza del presidente Maduro, hoy no se entiende. Sin embargo, lo peor no es la desconfianza, y tal como me lo mencionaba Zuleika Matamoros de Marea Socialista, lo más triste es que asumiendo que el presidente Maduro tuviera alguna razón, ¿Dónde está entonces el plan de formación y capacitación para que la clase obrera asuma el control de la economía del país algún día?