Han sido unos días difíciles, extremadamente tensos, nuestros teléfonos no paraban de sonar durante horas, el correo electrónico hervía y la familia flipaba en technicolor. Aparecer en el telediario de Antena 3 como proetarras es algo que al ciudadano de a pie le cuesta mucho digerir. El quiosquero de nuestro barrio dice que está con nosotros, mientras tanto la panadera se negó a vendernos pan alegando que su establecimiento no vendía nada a asesinos. Cuando la maquinaria mediática se pone a rodar sólo puedes sentir impotencia y rabia.
Continuamos estupefactos y anonadados ante la parcialidad, la subjetividad y directamente la mentira flagrante con la que algunos grandes medios de comunicación ejercen el periodismo: hay que tener la cara de cemento armado para afirmar que en el concierto había 200 personas. Pero no sólo son ciegos, parece que también son sordos, pues de nada sirvió el comunicado que leímos en sus narices mientras se agolpaban en primera fila en busca de carnaza. Continúan tildándonos alegremente de proetarras y con ello, poniendo nuestra vida en juego, puesto que no sería el primer caso de un simpatizante de la organización armada que termina enterrado en cal viva o con dos tiros descerrajados en la nuca, sin contar las numerosas amenazas de muerte que hemos recibido en los foros de patronos del estado de derecho como son Intereconomía, Minuto digital, Cadena COPE o ABC y de nostálgicos del régimen como Falange.
El diario El Mundo patalea en su portada del sábado tras el concierto afirmando sin sonrojo: «Insultos a Pedro J. Ramirez en el concierto proabertzale». Les pone muy nerviosos que les recordemos que tan ilustre editorialista condenó en su momento el cierre de Egin con aquella legendaria frase más propia de un radical de izquierdas como nosotros que de un neoliberal de corbata y tirantes, «Delinquen las personas, no las rotativas», por ello patalean y como no pueden defenderse porque existe algo llamado hemerotecas, contraatacan en un patético intento por salvar los muebles, de pena. La pregunta sigue en el aire: ¿Por qué no acusaron a Pedro J. de proetarra? Es mejor lapidarnos sin ningún tipo de derecho a réplica, como hicieron en el derechista canal televisivo Veo7. Se trataba de un supuesto debate, supuesto porque en un debate la gente se dedica a debatir posiciones meridianamente enfrentadas y esto era una sucesión de felaciones de tipo semántico-reaccionarias entre unos y otros, compitiendo a ver quién soltaba la barbaridad más estrafalaria, sólo faltó poner precio a nuestras cabezas, como en el salvaje Oeste. Entre otras lindezas soltaron peroratas como: “¡¡Otegui por mucho menos está en la cárcel!!” Estos paladines del estado de derecho pretenden colarnos como un gesto de normalidad democrática que a la gente se la encierre por pronunciar discursos o por cantar canciones. Así les va: tienen que ilegalizar partidos para poder gobernar en muchos pueblos de Euskadi, lo que no pueden conseguir con votos y respaldo popular lo consiguen a golpe de ilegalización.
Mientras tanto la cadena de los obispos, en un arrebato de profesionalidad y ardua tarea de puro periodismo de investigación, nos sitúa oriundos de Euskal Herria, u originarios de Vascongadas, como ellos prefieren decir. Por todos es sabido que nacimos y vivimos en la ciudad de las fallas, la fórmula uno y los trajes hechos a medida sin factura, pero contrastar la información no es la principal virtud de la Cadena COPE, más interesada en tirar balones fuera respecto a los miles de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes que salpican ya incluso a la Santa Sede. Amén.
Por su parte la asociación ultraconservadora Hazteoir, se dedicó a recoger firmas en un último esfuerzo por evitar que el concierto se celebrase, alcanzando la espectacular cifra de 7.360 firmas en todo el estado. Un poco lamentable teniendo en cuenta que en su boletín de suscripción tienen 150.000 afiliados, no saben movilizar ni a los suyos. A ello hay que añadir que una de las firmas es nuestra: somos tan escrupulosamente irreverentes que por supuesto firmamos en contra de un concierto en el que nosotros somos la cabeza de cartel, el sentido del humor no lo vamos a perder nunca y si hay que firmar se firma. Eso sin tener en cuenta que sumando las adhesiones de los grupos de apoyo a nuestras malas artes al micrófono y la libertad de expresión que han aparecido en distintas redes sociales, sumamos cerca de 7.000 personas. En realidad Hazte Oir nos supera en seguidores pero lo nuestro tiene más mérito porque nuestros partidarios son en su mayoría raperos descerebrados de familias monoparentales, punks de erasmus en el extranjero, viudas republicanas u homosexuales militantes, no podemos competir en cifras contra familias de conejas que firman en bloque con toda su prole de vástagos de colegio del Opus.
Por lo demás siguen vinculándonos directamente con ETA en un ejercicio de irresponsabilidad lamentable. No nos sorprende en absoluto, son las burguesas que gritan «No al aborto» pero en los 70 se iban a abortar a Londres con el dinero de papá empresario. Son los mismos que hoy gritan viva la vida pero ayer gritaban aquello de viva la muerte.
El señor Alcaraz, presidente de la asociación Voces Contra el Terrorismo y conocido ultra de extrema derecha, afirma que somos repugnantes. Probablemente tenga razón, somos repugnantes y además hacemos gala de un mal gusto considerable en nuestras letras, de un humor negro quizá demasiado ácido y desagradable. A nosotros lo que nos repugna es que él estreche sin pudor, la mano manchada de sangre de nazis como Ricardo Saez de Inestrillas, condenado por disparar con su pistola a un narcotraficante que se negó a fiarle un par de gramos de cocaína. También nos repugnan sus amistades falangistas, como la señora Pilar Gutiérrez, hija del ministro franquista que por lo visto no le importa que la fotografíen con la bandera pre-constitucional y su flamante pollo negro. Pero si algo verdaderamente nos repugna y nos produce auténtico pavor, es que usted, antes que peluquero y autonombrado pacifista, es testigo de Jehová, es decir, dejaría morir a un hijo suyo antes que autorizarle una transfusión de sangre; curiosa forma defender la vida. Es lo que tienen las religiones, los católicos rezan a monigotes de madera, los cienciólogos comen placentas y los testigos de Jehová dejan morir a sus semejantes antes que permitir una transfusión de sangre. Pero claro, los que están locos son Los Chikos del Maíz…
Lo de esta asociación de víctimas es de juzgado de guardia (y permítaseme un símil tan sumamente apropiado y a la vez tan grotesco). Sin la menor de las vergüenzas, se dedica a mandar circulares pediendo dinero a sus conciudadanos, alegando una precariedad económica de la que por supuesto Zapatero es culpable, para de forma altruista (y arbitraria) abrir procesos en la Audiencia Nacional contra todo quisqui que se cruce en su camino, y de paso, alejar para siempre a su presidente del pintoresco mundillo de los peines, las tijeras y las permanentes. Sólo hay que echar un vistazo a la lista de procesos que pretenden entablar (si el dinero fluye), la mayoría de ellos son casos cerrados o que rozan el esperpento más bufón. Para que os hagáis una idea, estamos entre el caso de la conexión ETA- FARC- Venezuela, el chivatazo a ETA en el Bar Faisán, el caso De Juana Achaos y la reestructuración de Batasuna. Madre del amor hermoso, si es que a uno le entran ganas de ponerse un pasamontañas y echarse al monte sólo para que esta banda de iluminados parezca que no haya perdido definitivamente el juicio (y permítaseme de nuevo el símil, ahora tan hiriente y burlesco). Sólo nos queda rezar a Marx para pedirle que no consigan recaudar suficiente dinero para recurrir la denuncia. No dejéis de visitar [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (merece la pena).
En el cuadriculado (y limitado) esquema mental de la derecha, no conciben que disintamos de los métodos violentos de ETA y a su vez nos posicionemos en contra de la ley de partidos y la criminalización de las ideas, para ellos no existen los matices, para ellos las cosas son blancas o negras. Se trata del paradigma de la doctrina Bush en su guerra contra el terror: o estás con nosotros o contra nosotros. Son los mismos analfabetos políticos que creen que van a terminar con ETA a base de golpe policial y a golpe de detenciones masivas de jóvenes independentistas. Son los mismos que tienen pavor a la palabra diálogo y se ponen de los nervios cuando se cuestionan las corridas de toros en Catalunya o se realizan consultas populares soberanistas. Tienen un miedo terrible y en su psicosis hispano-chovinista, les salen salpullidos cuando se ponen sobre la mesa conceptos como la autodeterminación de los pueblos o la república. Están muy seguros de su España una y eterna pero se les escapa la diarrea a borbotones cuando se plantea que el pueblo decida, tienen un pavor indescriptible a la democracia. Nosotros somos marxistas (de Groucho y Karl) y como comprenderán España y su unidad nos importa tanto como la nieta de Franco dando piruetas en Mira quién baila! Pero eso no nos convierte en pro-etarras, en todo caso seríamos pro-petardas, concepto que comprenderían si conocieran a nuestras ex novias.
Se ha hablado mucho de víctimas, de ultraje a las mismas y de que era una vergüenza que se produjera este concierto con dinero del erario público. Incluso Ortega Lara ha hecho un comunicado lamentando que «no creo que conozcan lo que es ser víctima del terrorismo ni lo que éstas representan, a saber, memoria, dignidad y justicia. Además, sus insultos y provocaciones buscan obtener una popularidad que, a buen seguro, no han sabido ganarse con la letra y la música de sus canciones». El señor Ortega Lara se equivoca: mi bisabuela (sangre de mi sangre), murió asesinada a golpes y de tuberculosis debido a la desatención sanitaria en una cárcel franquista. Los golpes y torturas se los propinaba la Guardia Civil, la enfermedad y la desatención sanitaria unas monjitas teresianas, como las que acuden ahora a las manifestaciones en favor de la vida. Las palizas eran tan brutales (para que confesara dónde se encontraba su hijo, dirigente de la CNT fugado) que cuenta mi madre que cuando la visitaban, tenía la ropa pegada a la piel de las heridas y la sangre seca, no le dejaban ni lavarse, se la comían poco a poco las chinches, los piojos y la tuberculosis. Además tenían que sobornar a una de las monjas carceleras para poder pasarle comida bajo cuerda, porque al margen de todo, también la estaban matando de hambre. No nos gustaría haber estado en el pellejo de Ortega Lara durante su cautiverio pero mucho menos en el pellejo de mi bisabuela, torturada hasta la muerte por la Guardia Civil: él puede contarlo, mi bisabuela no. Como dice Noam Chomsky, un torturador puede ser la más bellísima de las personas y después de arrancar las uñas con unas tenazas al prisionero, llegar a casa y ser vivamente cariñoso con sus hijos, deshaciéndose en mimos y carantoñas; ello no evita que sea una bestia.
Matilde Sánchez, es lógico que no les suene, a diferencia de Ortega Lara, ningún periodista le dedicó una crónica, un simple artículo. No salió en los telediarios, no hubo especiales en ABC ni en Informe Semanal, tampoco protagonizó las tertulias mañaneras de ningún programa de radio, no recibió ningún premio por la paz ni la entrevistaron en Tele Madrid. Se trata sólo de un nombre vulgar olvidado en los engranajes de la historia más negra de este país. Lo más gracioso de todo es que sus torturadores probablemente anden libres poniendo multas de tráfico (hablamos de tortura y asesinato a mediados de los 60) o haciendo controles de alcoholemia. ¿Qué habrá sido de ellos? Quizá estén jubilados y beban cerveza en una terraza de Benidorm, o quizá hayan ascendido en la cadena de mando y ahora acudan con sus pulcros uniformes llenos de medallas, a guardar minutos de silencio en la puerta de ayuntamientos para mostrar su más sincera repulsa y condena a la violencia terrorista, qué irónico.
El señor Ortega Lara habla de «memoria, dignidad y justicia» a la víctimas y tiene todo el derecho y la razón del mundo, pero no deja de ser curioso que en un país donde se pretende procesar a un juez que se propone investigar los crímenes del franquismo, un militante del Partido Popular hable de memoria, dignidad y justicia. El mismo partido popular que se niega en rotundo a condenar el terrorismo más salvaje de la historia de este país, ese que duró 40 años: el franquismo. Pero por lo visto en este país hay víctimas de primera y de segunda categoría. A unas se les venera, se les recuerda y se les indemniza, a otras se les escupe directamente a la cara imputando al juez que pretende investigar esos crímenes de lesa humanidad (para asombro y perplejidad de la comunidad internacional) a petición de Falange o negándose a condenar el franquismo como hace el principal partido de la oposición. Ya lo dijo el señor Mayor Oreja: «¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?» y se queda tan pancho, con dos cojones. Aprovecho para recordarle al señor Mayor Oreja que muy probablemente el nazismo y la quema de judíos en los campos de concentración, también representaba a un sector muy amplio de alemanes pero ello no lo exime de ser reprobatorio y condenable, es sorprendente que tenga que explicar algo tan sumamente obvio pero así de tristes son las cosas, sin olvidar que al señor Mayor Oreja también le pagamos todos (mucho más de lo que cobramos nosotros por nuestra actuación en Sevilla) para que represente a los españoles en el Parlamento Europeo y no para soltar esas barbaridades y ese escupitajo a las víctimas. Y mientras algunas víctimas son recordadas constantemente, las otras víctimas no tienen ni si quiera un nombre, se agolpan en las cunetas o en las fosas comunes. Nadie les entrega premios de la paz, nadie guarda minutos de silencio en la puerta de ayuntamientos en su recuerdo, nadie les confiere calles o plazas, tampoco les construyen bustos en su honor: harían falta demasiadas calles y plazas, muchas más de las que disponemos en este país. Son sólo números fríos y anónimos en las eternas listas de represaliados por el franquismo, son las víctimas de segunda, como mi madre y su tía, como los cientos de miles de asesinados en nombre de una España grande, libre y cristiana claro. Hablemos de víctimas por su puesto, de TODAS las víctimas ¿O vale más la vida de un concejal popular que la vida de mi bisabuela? Pero claro, sucede que si hablamos de víctimas, hay que hablar también de verdugos, y algunos de ellos militan en el Partido Popular, nutren las altas esferas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o ejercen de jueces en diversos órganos del Poder Judicial… por ello es mucho más rentable hablar sólo de las víctimas de ETA, dichosa Transición, dichosa impunidad.
Por otra parte, si quisiéramos alcanzar popularidad con nuestra música, montaríamos un grupo de pop, le cantaríamos al amor y nos machacaríamos en el gimnasio para lucir abdominales a petición de nuestro estilista, que no somos muy guapos pero sí resultones y con unas cuantas horas en el gimnasio, un montón de gomina y un estribillo pegadizo para la canción del verano, podríamos despertar pasiones entre las adolescentes más alienadas por la publicidad y los mass media. Pero que va, preferimos cantarle al pueblo las verdades aunque nos cueste este linchamiento público por parte de la prensa burguesa y sus voceros. Creemos sinceramente que nuestro tipo de letras no están diseñadas para vender millones de discos, obviamente no lo pretendemos.
Por lo demás, somos conscientes de que este comunicado no alterará lo más mínimo el concepto que de nosotros ha dibujado y construido a su medida la derecha mediática más recalcitrante de este país. Éramos la perfecta cortina de humo para silenciar los tres millones de euros de fianza del señor Matas y la Gurtell, la lluvia de hostias y palos contra los vecinos del Cabanyal o el silencio cómplice de Ratzinger frente a los casos de curas pedófilos. Pero el humo se ha disipado y el tiro les ha salido por la culata: sabemos que continuarán acusándonos de pro etarras y entonces serán ellos los que estarán cometiendo un grave delito, básicamente porque ha quedado probada nuestra desvinculación completa con los métodos violentos de la organización armada ETA, y esto no lo decimos nosotros, lo dice el juez Arnau de la Audiencia Nacional, lo dice su ley, su estado de derecho, el mismo que tienen siempre en la boca para justificar la ilegalización de las ideas, la censura a grupos de música o el cierre de periódicos, el mismo estado de derecho que persigue que se investiguen los crímenes genocidas de la dictadura franquista, el mismo estado de derecho que nos llevó a una guerra estúpida contra la voluntad del 91% de españoles y que pagamos una aciaga mañana de marzo en Atocha. Ese cuanto menos, curioso estado de derecho, en el que a los colaboradores directos de una dictadura fascista con miles de víctimas a sus espaldas, no se les condena como sucedió en Alemania o Italia, sino que hoy ocupan cargos públicos como el señor Fraga y son demócratas de toda la vida. Algunos periodistas, además de ser ciegos y sordos, tienen memoria de pez.
Hablamos del mismo estado de derecho que lapidó mediáticamente la dirección del diario Egunkaria con barbaridades del tipo: "En el País Vasco se ha cerrado un medio de comunicación. La realidad es que ese medio de comunicación estaba dirigido por ETA, se había nombrado por parte de la banda terrorista al director de turno... Hay pruebas absolutamente concluyentes de que ese medio de comunicación, su empresa editora, financiaba a ETA." [Isabel Durán, septiembre de 2003] ¿Pero cómo es posible que existan «pruebas concluyentes» si el juicio y la sentencia aún no se habían producido? Entonces claro, oh! Sorpresa! Ahora resulta que la Audiencia Nacional dice que sólo era un periódico y que su cúpula directiva no estaba formada por peligrosos miembros de la organización armada sino por simples y llanos periodistas que eso sí, escribían en euskera, por lo visto suficiente para que te acusen de formar parte de la organización armada. Pudiera parecer que en este chanante estado de derecho existen dos poderes judiciales; el que articulan jueces y fiscales por un lado, y el que forman periodistas y mesas de redacción por otro. Y claro, como no han estudiado derecho pues se cepillan alegremente la presunción de inocencia de Hobbes o Montesquieu y se dedican a soltar (a berrear) condenas a cascoporro, en un ejercicio de intrusismo laboral sin precedentes. Con nosotros ha sido parecido, la presunción de inocencia se la han restregado por sus partes nobles hasta casi alcanzar el orgasmo.
Lo más gracioso del caso es que ahora (y como es de justicia) deberán indemnizar a los inocentes y claro, cerrar un medio de comunicación a la ligera tiene su coste (trabajadores, maquinaria, honor, injurias…) y se baraja la nada desdeñable cifra de 60 millones de euros que evidentemente saldrán del bolsillo de los españoles, pobrecillos, no tienen suficiente con la crisis y los recortes neoliberales de ZP y ahora esto… Yo, aunque soy hombre de letras (y pese a ello honrado) he tirado de calculadora y la paranoia totalitaria del juez estrella y su coro de periolistos condenadores la podíamos haber invertido en:
- 24.000 cheques bebé (En Hazteoir y el Foro Español de la Familia estarán que trinan…)
- 150.000 subsidios por desempleo.
- 60 millones de créditos en la Universidad de Valencia, qué despilfarro, con lo que a mí me cuestan de pagar…
- 40.000 operaciones de miopía y cataratas con láser, una verdadera lástima, con tanto periodista ciego por ahí…
- 60 millones de euros es todo el dinero que la UE destinó a combatir la desnutrición infantil en Perú en el año 2010.
- 428 viviendas de protección oficial.
- 30.000 fusiles de asalto AK47 en el mercado negro belga, con los que los obreros griegos podrían haber asaltado el parlamento alegremente sin la menor oposición.
- 15.000 carreras de periodismo en la UAB con la que muchos aprenderían a contrastar la información y no ser la voz de sus amos.
- 20 fianzas del señor Matas.
No sé vosotros pero yo a mi jefe le hago perder no ya 60 millones de euros, sino sólo 60 euros por culpa de mi incompetencia probada, y me pone de patitas en la calle pero todo sea en aras del estado de derecho… ¿Qué dicen ahora todos aquellos periodistas que justificaron y auspiciaron el cierre de Egunkaria? Lo mismo que los «artistas» que silbaron y ningunearon a Fermín Muguruza en la entrega de premios de la música cuando éste denunció el cierre de dicho diario: guardar espectral silencio.
Decía Guy Debord (Edit para periodistas de ABC, El Mundo y La Razón: filósofo francés situacionista, no se trata de ningún ideólogo de ETA ni de las FARC) que el espectáculo es la forma que tiene una sociedad autoritaria de presentarse, razón no le faltaba. El espectáculo ha sido bochornoso, no el que dimos nosotros ante cerca de 2.500 personas que se congregaron para celebrar y reivindicar la tercera república, sino el lamentable espectáculo que ha ofrecido la derecha política y mediática de este país tan complejo, surrealista y plurinacional. Esa derecha mentirosa, esa derecha del odio que ha pedido sangre y nuestras cabezas en la picota. Esa derecha del señor Zoido, quién ha agitado a sus cachorros unineuronales de pezuña en alto para que griten proclamas como “Los Chikos del Maíz, no son de este país” (a los que por cierto, parece ser que les calentaron la carita unos militantes antifascistas). Y qué razón tienen, no es que no seamos de este país, es que somos de otro planeta porque este estilo no se puede comprar con toda la plusvalía que la Duquesa de Alba robó a los jornaleros andaluces en base a arcaicos derechos aristocráticos que heredó por vía vaginal.
Por último agradecer a esa derecha rancia y cavernícola toda la publicidad gratuita que nos ha brindado como grupo, hasta ya salimos en la wikipedia, probablemente no lo merecemos. Las descargas se han disparado, lo mismo que las visitas a nuestros vídeos en youtube (aunque dicha corporación haya censurado uno de nuestros vídeos en un ejercicio de totalitarismo y arbitrariedad sin precedentes en un país supuestamente democrático). Habéis sido el mejor marketing que un grupo alternativo e independiente pueda desear, de hecho estamos barajando la posibilidad de contratar al señor Alcaraz como jefe de marketing, a este ritmo en dos meses estábamos recogiendo un Grammy o un premio MTV…
En el ejercicio de psicosis colectiva, sólo ha faltado vincularnos con alguna célula durmiente de Al Qaeda en el Magreb o con el 11-M, en una vuelta de tuerca más a la teoría de la conspiración que tanto os ha servido para vender vuestra nauseabunda prensa diaria. Primero éramos pro abertzales, después proetarras, por último éramos etarras directamente (aparecimos en la sección de Terrorismo en varios diarios) ha faltado afirmar que somos los nuevos jefes del comando Madrid. Hasta un periodista de ABC nos ha dedicado un rap con una chispa y un ingenio demoledores, que tiemblen en la próxima batalla de gallos.
No me gustaría cerrar esta polémica sin mandar un abrazo fraternal a todos aquellos que nos han mostrado su solidaridad y apoyo desde el principio, así como al consistorio sevillano por no dejarse amedrentar por los ataques de la derecha mediática y las amenazas de la extrema derecha nazi, sacando el concierto adelante. De la misma forma me gustaría dar las gracias a los medios de contra información (Kaos, Insurgente, Tercera Información, lahaine…) por cedernos el espacio que los grandes medios burgueses nos negaron para ofrecer nuestra versión del conflicto, muy especialmente a Rebelión.org por no publicar ni el primer comunicado ni el manifiesto firmado por artistas e intelectuales, algunos de ellos colaboradores habituales en dicho medio, qué decepción. Dice el refrán popular que a la gente se la conoce en las adversidades, también queremos saludar de forma más fría a aquellos que nos han dejado en la estacada (que también los ha habido). Sin olvidarnos de todos esos machotes que nos han tildado de cobardes por condenar a ETA, hacen lo mismo que los periodistas de El Mundo o ABC, quedarse con lo que les interesa para obviar y evadir que nosotros desde un principio mantuvimos esa postura. Nos pueden acusar de haber empleado el lenguaje criminalizador de los media por haber utilizado el término «condena» y yo al menos pido disculpas por ello, pero evidentemente si me citan en la Audiencia condenaré, no voy a inmolarme ni ser un mártir, renunciar a mi vida y comer cárcel o una multa que no puedo pagar (ni me pagarán esos que desde el confort anónimo de internet nos llaman cobardes) por una cuestión semántico-lingüística. Creo que (y ha quedado demostrado) hacemos mucho más daño fuera de la cárcel, es cuestión de estrategia y sobretodo de sentido común. ¿Miedo? Por supuesto, un miedo de cojones: cuando tienes una denuncia en la Audiencia Nacional, sales en todos los periódicos y el Alcalde de Sevilla, periodistas de Público y ADN te preguntan «si condenas», respondes que Sí por mero instinto de supervivencia. Los que condenan de forma gratuita son ellos, si tuvieran la más mínima empatía, tendrían que haber tenido en cuenta que no somos una organización política con dilatada experiencia en la represión, sólo somos dos chavales de barrio a los que el mundo se les vino encima tras aparecer como proetarras en Antena 3 y Tele Madrid, con una denuncia en la Audiencia Nacional y que ni si quiera tenían dinero para un abogado; nosotros a diferencia de ellos, no tenemos tanto afán recaudatorio. Hay que tenerlos cuadrados para llamarnos traidores, a nosotros un grupo que (¿modestia aparte? no, bien centrada) de lo único de lo que podemos presumir, es de tener un inmaculado currículum en cuanto a la lucha desinteresada contra el fascismo se refiere, y ahí está lista con más de 50 conciertos a nuestras espaldas por todo el estado. Los toros se torean muy bien desde la barrera, de la misma forma que se puede ser muy radical desde el salón de casa. Aviso para navegantes: ya comprobaréis lo cobardes y traidores que somos cuando salga el disco…
Y mesurando el volumen de los ladridos que hemos conseguido arrancar a la derecha, únicamente me queda parafrasear al famoso Hidalgo para poner de manifiesto que, ladran, luego cabalgamos. No sólo ladran, sino que tiran espuma por la boca entre convulsiones, lo cual quiere decir que hemos hecho bien nuestro trabajo. De la misma forma que se establecen formas de hegemonía y sometimiento, distintas formas de desobediencia y negación de esa hegemonía se perpetuarán ya que, el sistema que produzca dominación, engendrará siempre resistencia. En nuestras manos está que la chispa griega se convierta en el incendio que ilumine la Europa de los pueblos. La ferocidad y el autoritarismo de la clase dominante enmascaran a duras penas su miedo terrible, tiemblan como flanes, como párvulos en su primer día de colegio. Conscientes de que su chiringuito peligra, enseñan los dientes (y sus porras, balas y gases lacrimógenos) como la bestia acorralada que son. El reloj de la historia ha vuelto a ponerse en marcha y el proletariado europeo reniega de Sancho y comienza ya a vislumbrar gigantes y no molinos: gigantes energéticos, gigantes financieros, gigantes mediáticos…
Seamos locos, seamos Quijotes… hay más motivos que nunca.
Continuamos estupefactos y anonadados ante la parcialidad, la subjetividad y directamente la mentira flagrante con la que algunos grandes medios de comunicación ejercen el periodismo: hay que tener la cara de cemento armado para afirmar que en el concierto había 200 personas. Pero no sólo son ciegos, parece que también son sordos, pues de nada sirvió el comunicado que leímos en sus narices mientras se agolpaban en primera fila en busca de carnaza. Continúan tildándonos alegremente de proetarras y con ello, poniendo nuestra vida en juego, puesto que no sería el primer caso de un simpatizante de la organización armada que termina enterrado en cal viva o con dos tiros descerrajados en la nuca, sin contar las numerosas amenazas de muerte que hemos recibido en los foros de patronos del estado de derecho como son Intereconomía, Minuto digital, Cadena COPE o ABC y de nostálgicos del régimen como Falange.
El diario El Mundo patalea en su portada del sábado tras el concierto afirmando sin sonrojo: «Insultos a Pedro J. Ramirez en el concierto proabertzale». Les pone muy nerviosos que les recordemos que tan ilustre editorialista condenó en su momento el cierre de Egin con aquella legendaria frase más propia de un radical de izquierdas como nosotros que de un neoliberal de corbata y tirantes, «Delinquen las personas, no las rotativas», por ello patalean y como no pueden defenderse porque existe algo llamado hemerotecas, contraatacan en un patético intento por salvar los muebles, de pena. La pregunta sigue en el aire: ¿Por qué no acusaron a Pedro J. de proetarra? Es mejor lapidarnos sin ningún tipo de derecho a réplica, como hicieron en el derechista canal televisivo Veo7. Se trataba de un supuesto debate, supuesto porque en un debate la gente se dedica a debatir posiciones meridianamente enfrentadas y esto era una sucesión de felaciones de tipo semántico-reaccionarias entre unos y otros, compitiendo a ver quién soltaba la barbaridad más estrafalaria, sólo faltó poner precio a nuestras cabezas, como en el salvaje Oeste. Entre otras lindezas soltaron peroratas como: “¡¡Otegui por mucho menos está en la cárcel!!” Estos paladines del estado de derecho pretenden colarnos como un gesto de normalidad democrática que a la gente se la encierre por pronunciar discursos o por cantar canciones. Así les va: tienen que ilegalizar partidos para poder gobernar en muchos pueblos de Euskadi, lo que no pueden conseguir con votos y respaldo popular lo consiguen a golpe de ilegalización.
Mientras tanto la cadena de los obispos, en un arrebato de profesionalidad y ardua tarea de puro periodismo de investigación, nos sitúa oriundos de Euskal Herria, u originarios de Vascongadas, como ellos prefieren decir. Por todos es sabido que nacimos y vivimos en la ciudad de las fallas, la fórmula uno y los trajes hechos a medida sin factura, pero contrastar la información no es la principal virtud de la Cadena COPE, más interesada en tirar balones fuera respecto a los miles de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes que salpican ya incluso a la Santa Sede. Amén.
Por su parte la asociación ultraconservadora Hazteoir, se dedicó a recoger firmas en un último esfuerzo por evitar que el concierto se celebrase, alcanzando la espectacular cifra de 7.360 firmas en todo el estado. Un poco lamentable teniendo en cuenta que en su boletín de suscripción tienen 150.000 afiliados, no saben movilizar ni a los suyos. A ello hay que añadir que una de las firmas es nuestra: somos tan escrupulosamente irreverentes que por supuesto firmamos en contra de un concierto en el que nosotros somos la cabeza de cartel, el sentido del humor no lo vamos a perder nunca y si hay que firmar se firma. Eso sin tener en cuenta que sumando las adhesiones de los grupos de apoyo a nuestras malas artes al micrófono y la libertad de expresión que han aparecido en distintas redes sociales, sumamos cerca de 7.000 personas. En realidad Hazte Oir nos supera en seguidores pero lo nuestro tiene más mérito porque nuestros partidarios son en su mayoría raperos descerebrados de familias monoparentales, punks de erasmus en el extranjero, viudas republicanas u homosexuales militantes, no podemos competir en cifras contra familias de conejas que firman en bloque con toda su prole de vástagos de colegio del Opus.
Por lo demás siguen vinculándonos directamente con ETA en un ejercicio de irresponsabilidad lamentable. No nos sorprende en absoluto, son las burguesas que gritan «No al aborto» pero en los 70 se iban a abortar a Londres con el dinero de papá empresario. Son los mismos que hoy gritan viva la vida pero ayer gritaban aquello de viva la muerte.
El señor Alcaraz, presidente de la asociación Voces Contra el Terrorismo y conocido ultra de extrema derecha, afirma que somos repugnantes. Probablemente tenga razón, somos repugnantes y además hacemos gala de un mal gusto considerable en nuestras letras, de un humor negro quizá demasiado ácido y desagradable. A nosotros lo que nos repugna es que él estreche sin pudor, la mano manchada de sangre de nazis como Ricardo Saez de Inestrillas, condenado por disparar con su pistola a un narcotraficante que se negó a fiarle un par de gramos de cocaína. También nos repugnan sus amistades falangistas, como la señora Pilar Gutiérrez, hija del ministro franquista que por lo visto no le importa que la fotografíen con la bandera pre-constitucional y su flamante pollo negro. Pero si algo verdaderamente nos repugna y nos produce auténtico pavor, es que usted, antes que peluquero y autonombrado pacifista, es testigo de Jehová, es decir, dejaría morir a un hijo suyo antes que autorizarle una transfusión de sangre; curiosa forma defender la vida. Es lo que tienen las religiones, los católicos rezan a monigotes de madera, los cienciólogos comen placentas y los testigos de Jehová dejan morir a sus semejantes antes que permitir una transfusión de sangre. Pero claro, los que están locos son Los Chikos del Maíz…
Lo de esta asociación de víctimas es de juzgado de guardia (y permítaseme un símil tan sumamente apropiado y a la vez tan grotesco). Sin la menor de las vergüenzas, se dedica a mandar circulares pediendo dinero a sus conciudadanos, alegando una precariedad económica de la que por supuesto Zapatero es culpable, para de forma altruista (y arbitraria) abrir procesos en la Audiencia Nacional contra todo quisqui que se cruce en su camino, y de paso, alejar para siempre a su presidente del pintoresco mundillo de los peines, las tijeras y las permanentes. Sólo hay que echar un vistazo a la lista de procesos que pretenden entablar (si el dinero fluye), la mayoría de ellos son casos cerrados o que rozan el esperpento más bufón. Para que os hagáis una idea, estamos entre el caso de la conexión ETA- FARC- Venezuela, el chivatazo a ETA en el Bar Faisán, el caso De Juana Achaos y la reestructuración de Batasuna. Madre del amor hermoso, si es que a uno le entran ganas de ponerse un pasamontañas y echarse al monte sólo para que esta banda de iluminados parezca que no haya perdido definitivamente el juicio (y permítaseme de nuevo el símil, ahora tan hiriente y burlesco). Sólo nos queda rezar a Marx para pedirle que no consigan recaudar suficiente dinero para recurrir la denuncia. No dejéis de visitar [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (merece la pena).
En el cuadriculado (y limitado) esquema mental de la derecha, no conciben que disintamos de los métodos violentos de ETA y a su vez nos posicionemos en contra de la ley de partidos y la criminalización de las ideas, para ellos no existen los matices, para ellos las cosas son blancas o negras. Se trata del paradigma de la doctrina Bush en su guerra contra el terror: o estás con nosotros o contra nosotros. Son los mismos analfabetos políticos que creen que van a terminar con ETA a base de golpe policial y a golpe de detenciones masivas de jóvenes independentistas. Son los mismos que tienen pavor a la palabra diálogo y se ponen de los nervios cuando se cuestionan las corridas de toros en Catalunya o se realizan consultas populares soberanistas. Tienen un miedo terrible y en su psicosis hispano-chovinista, les salen salpullidos cuando se ponen sobre la mesa conceptos como la autodeterminación de los pueblos o la república. Están muy seguros de su España una y eterna pero se les escapa la diarrea a borbotones cuando se plantea que el pueblo decida, tienen un pavor indescriptible a la democracia. Nosotros somos marxistas (de Groucho y Karl) y como comprenderán España y su unidad nos importa tanto como la nieta de Franco dando piruetas en Mira quién baila! Pero eso no nos convierte en pro-etarras, en todo caso seríamos pro-petardas, concepto que comprenderían si conocieran a nuestras ex novias.
Se ha hablado mucho de víctimas, de ultraje a las mismas y de que era una vergüenza que se produjera este concierto con dinero del erario público. Incluso Ortega Lara ha hecho un comunicado lamentando que «no creo que conozcan lo que es ser víctima del terrorismo ni lo que éstas representan, a saber, memoria, dignidad y justicia. Además, sus insultos y provocaciones buscan obtener una popularidad que, a buen seguro, no han sabido ganarse con la letra y la música de sus canciones». El señor Ortega Lara se equivoca: mi bisabuela (sangre de mi sangre), murió asesinada a golpes y de tuberculosis debido a la desatención sanitaria en una cárcel franquista. Los golpes y torturas se los propinaba la Guardia Civil, la enfermedad y la desatención sanitaria unas monjitas teresianas, como las que acuden ahora a las manifestaciones en favor de la vida. Las palizas eran tan brutales (para que confesara dónde se encontraba su hijo, dirigente de la CNT fugado) que cuenta mi madre que cuando la visitaban, tenía la ropa pegada a la piel de las heridas y la sangre seca, no le dejaban ni lavarse, se la comían poco a poco las chinches, los piojos y la tuberculosis. Además tenían que sobornar a una de las monjas carceleras para poder pasarle comida bajo cuerda, porque al margen de todo, también la estaban matando de hambre. No nos gustaría haber estado en el pellejo de Ortega Lara durante su cautiverio pero mucho menos en el pellejo de mi bisabuela, torturada hasta la muerte por la Guardia Civil: él puede contarlo, mi bisabuela no. Como dice Noam Chomsky, un torturador puede ser la más bellísima de las personas y después de arrancar las uñas con unas tenazas al prisionero, llegar a casa y ser vivamente cariñoso con sus hijos, deshaciéndose en mimos y carantoñas; ello no evita que sea una bestia.
Matilde Sánchez, es lógico que no les suene, a diferencia de Ortega Lara, ningún periodista le dedicó una crónica, un simple artículo. No salió en los telediarios, no hubo especiales en ABC ni en Informe Semanal, tampoco protagonizó las tertulias mañaneras de ningún programa de radio, no recibió ningún premio por la paz ni la entrevistaron en Tele Madrid. Se trata sólo de un nombre vulgar olvidado en los engranajes de la historia más negra de este país. Lo más gracioso de todo es que sus torturadores probablemente anden libres poniendo multas de tráfico (hablamos de tortura y asesinato a mediados de los 60) o haciendo controles de alcoholemia. ¿Qué habrá sido de ellos? Quizá estén jubilados y beban cerveza en una terraza de Benidorm, o quizá hayan ascendido en la cadena de mando y ahora acudan con sus pulcros uniformes llenos de medallas, a guardar minutos de silencio en la puerta de ayuntamientos para mostrar su más sincera repulsa y condena a la violencia terrorista, qué irónico.
El señor Ortega Lara habla de «memoria, dignidad y justicia» a la víctimas y tiene todo el derecho y la razón del mundo, pero no deja de ser curioso que en un país donde se pretende procesar a un juez que se propone investigar los crímenes del franquismo, un militante del Partido Popular hable de memoria, dignidad y justicia. El mismo partido popular que se niega en rotundo a condenar el terrorismo más salvaje de la historia de este país, ese que duró 40 años: el franquismo. Pero por lo visto en este país hay víctimas de primera y de segunda categoría. A unas se les venera, se les recuerda y se les indemniza, a otras se les escupe directamente a la cara imputando al juez que pretende investigar esos crímenes de lesa humanidad (para asombro y perplejidad de la comunidad internacional) a petición de Falange o negándose a condenar el franquismo como hace el principal partido de la oposición. Ya lo dijo el señor Mayor Oreja: «¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?» y se queda tan pancho, con dos cojones. Aprovecho para recordarle al señor Mayor Oreja que muy probablemente el nazismo y la quema de judíos en los campos de concentración, también representaba a un sector muy amplio de alemanes pero ello no lo exime de ser reprobatorio y condenable, es sorprendente que tenga que explicar algo tan sumamente obvio pero así de tristes son las cosas, sin olvidar que al señor Mayor Oreja también le pagamos todos (mucho más de lo que cobramos nosotros por nuestra actuación en Sevilla) para que represente a los españoles en el Parlamento Europeo y no para soltar esas barbaridades y ese escupitajo a las víctimas. Y mientras algunas víctimas son recordadas constantemente, las otras víctimas no tienen ni si quiera un nombre, se agolpan en las cunetas o en las fosas comunes. Nadie les entrega premios de la paz, nadie guarda minutos de silencio en la puerta de ayuntamientos en su recuerdo, nadie les confiere calles o plazas, tampoco les construyen bustos en su honor: harían falta demasiadas calles y plazas, muchas más de las que disponemos en este país. Son sólo números fríos y anónimos en las eternas listas de represaliados por el franquismo, son las víctimas de segunda, como mi madre y su tía, como los cientos de miles de asesinados en nombre de una España grande, libre y cristiana claro. Hablemos de víctimas por su puesto, de TODAS las víctimas ¿O vale más la vida de un concejal popular que la vida de mi bisabuela? Pero claro, sucede que si hablamos de víctimas, hay que hablar también de verdugos, y algunos de ellos militan en el Partido Popular, nutren las altas esferas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o ejercen de jueces en diversos órganos del Poder Judicial… por ello es mucho más rentable hablar sólo de las víctimas de ETA, dichosa Transición, dichosa impunidad.
Por otra parte, si quisiéramos alcanzar popularidad con nuestra música, montaríamos un grupo de pop, le cantaríamos al amor y nos machacaríamos en el gimnasio para lucir abdominales a petición de nuestro estilista, que no somos muy guapos pero sí resultones y con unas cuantas horas en el gimnasio, un montón de gomina y un estribillo pegadizo para la canción del verano, podríamos despertar pasiones entre las adolescentes más alienadas por la publicidad y los mass media. Pero que va, preferimos cantarle al pueblo las verdades aunque nos cueste este linchamiento público por parte de la prensa burguesa y sus voceros. Creemos sinceramente que nuestro tipo de letras no están diseñadas para vender millones de discos, obviamente no lo pretendemos.
Por lo demás, somos conscientes de que este comunicado no alterará lo más mínimo el concepto que de nosotros ha dibujado y construido a su medida la derecha mediática más recalcitrante de este país. Éramos la perfecta cortina de humo para silenciar los tres millones de euros de fianza del señor Matas y la Gurtell, la lluvia de hostias y palos contra los vecinos del Cabanyal o el silencio cómplice de Ratzinger frente a los casos de curas pedófilos. Pero el humo se ha disipado y el tiro les ha salido por la culata: sabemos que continuarán acusándonos de pro etarras y entonces serán ellos los que estarán cometiendo un grave delito, básicamente porque ha quedado probada nuestra desvinculación completa con los métodos violentos de la organización armada ETA, y esto no lo decimos nosotros, lo dice el juez Arnau de la Audiencia Nacional, lo dice su ley, su estado de derecho, el mismo que tienen siempre en la boca para justificar la ilegalización de las ideas, la censura a grupos de música o el cierre de periódicos, el mismo estado de derecho que persigue que se investiguen los crímenes genocidas de la dictadura franquista, el mismo estado de derecho que nos llevó a una guerra estúpida contra la voluntad del 91% de españoles y que pagamos una aciaga mañana de marzo en Atocha. Ese cuanto menos, curioso estado de derecho, en el que a los colaboradores directos de una dictadura fascista con miles de víctimas a sus espaldas, no se les condena como sucedió en Alemania o Italia, sino que hoy ocupan cargos públicos como el señor Fraga y son demócratas de toda la vida. Algunos periodistas, además de ser ciegos y sordos, tienen memoria de pez.
Hablamos del mismo estado de derecho que lapidó mediáticamente la dirección del diario Egunkaria con barbaridades del tipo: "En el País Vasco se ha cerrado un medio de comunicación. La realidad es que ese medio de comunicación estaba dirigido por ETA, se había nombrado por parte de la banda terrorista al director de turno... Hay pruebas absolutamente concluyentes de que ese medio de comunicación, su empresa editora, financiaba a ETA." [Isabel Durán, septiembre de 2003] ¿Pero cómo es posible que existan «pruebas concluyentes» si el juicio y la sentencia aún no se habían producido? Entonces claro, oh! Sorpresa! Ahora resulta que la Audiencia Nacional dice que sólo era un periódico y que su cúpula directiva no estaba formada por peligrosos miembros de la organización armada sino por simples y llanos periodistas que eso sí, escribían en euskera, por lo visto suficiente para que te acusen de formar parte de la organización armada. Pudiera parecer que en este chanante estado de derecho existen dos poderes judiciales; el que articulan jueces y fiscales por un lado, y el que forman periodistas y mesas de redacción por otro. Y claro, como no han estudiado derecho pues se cepillan alegremente la presunción de inocencia de Hobbes o Montesquieu y se dedican a soltar (a berrear) condenas a cascoporro, en un ejercicio de intrusismo laboral sin precedentes. Con nosotros ha sido parecido, la presunción de inocencia se la han restregado por sus partes nobles hasta casi alcanzar el orgasmo.
Lo más gracioso del caso es que ahora (y como es de justicia) deberán indemnizar a los inocentes y claro, cerrar un medio de comunicación a la ligera tiene su coste (trabajadores, maquinaria, honor, injurias…) y se baraja la nada desdeñable cifra de 60 millones de euros que evidentemente saldrán del bolsillo de los españoles, pobrecillos, no tienen suficiente con la crisis y los recortes neoliberales de ZP y ahora esto… Yo, aunque soy hombre de letras (y pese a ello honrado) he tirado de calculadora y la paranoia totalitaria del juez estrella y su coro de periolistos condenadores la podíamos haber invertido en:
- 24.000 cheques bebé (En Hazteoir y el Foro Español de la Familia estarán que trinan…)
- 150.000 subsidios por desempleo.
- 60 millones de créditos en la Universidad de Valencia, qué despilfarro, con lo que a mí me cuestan de pagar…
- 40.000 operaciones de miopía y cataratas con láser, una verdadera lástima, con tanto periodista ciego por ahí…
- 60 millones de euros es todo el dinero que la UE destinó a combatir la desnutrición infantil en Perú en el año 2010.
- 428 viviendas de protección oficial.
- 30.000 fusiles de asalto AK47 en el mercado negro belga, con los que los obreros griegos podrían haber asaltado el parlamento alegremente sin la menor oposición.
- 15.000 carreras de periodismo en la UAB con la que muchos aprenderían a contrastar la información y no ser la voz de sus amos.
- 20 fianzas del señor Matas.
No sé vosotros pero yo a mi jefe le hago perder no ya 60 millones de euros, sino sólo 60 euros por culpa de mi incompetencia probada, y me pone de patitas en la calle pero todo sea en aras del estado de derecho… ¿Qué dicen ahora todos aquellos periodistas que justificaron y auspiciaron el cierre de Egunkaria? Lo mismo que los «artistas» que silbaron y ningunearon a Fermín Muguruza en la entrega de premios de la música cuando éste denunció el cierre de dicho diario: guardar espectral silencio.
Decía Guy Debord (Edit para periodistas de ABC, El Mundo y La Razón: filósofo francés situacionista, no se trata de ningún ideólogo de ETA ni de las FARC) que el espectáculo es la forma que tiene una sociedad autoritaria de presentarse, razón no le faltaba. El espectáculo ha sido bochornoso, no el que dimos nosotros ante cerca de 2.500 personas que se congregaron para celebrar y reivindicar la tercera república, sino el lamentable espectáculo que ha ofrecido la derecha política y mediática de este país tan complejo, surrealista y plurinacional. Esa derecha mentirosa, esa derecha del odio que ha pedido sangre y nuestras cabezas en la picota. Esa derecha del señor Zoido, quién ha agitado a sus cachorros unineuronales de pezuña en alto para que griten proclamas como “Los Chikos del Maíz, no son de este país” (a los que por cierto, parece ser que les calentaron la carita unos militantes antifascistas). Y qué razón tienen, no es que no seamos de este país, es que somos de otro planeta porque este estilo no se puede comprar con toda la plusvalía que la Duquesa de Alba robó a los jornaleros andaluces en base a arcaicos derechos aristocráticos que heredó por vía vaginal.
Por último agradecer a esa derecha rancia y cavernícola toda la publicidad gratuita que nos ha brindado como grupo, hasta ya salimos en la wikipedia, probablemente no lo merecemos. Las descargas se han disparado, lo mismo que las visitas a nuestros vídeos en youtube (aunque dicha corporación haya censurado uno de nuestros vídeos en un ejercicio de totalitarismo y arbitrariedad sin precedentes en un país supuestamente democrático). Habéis sido el mejor marketing que un grupo alternativo e independiente pueda desear, de hecho estamos barajando la posibilidad de contratar al señor Alcaraz como jefe de marketing, a este ritmo en dos meses estábamos recogiendo un Grammy o un premio MTV…
En el ejercicio de psicosis colectiva, sólo ha faltado vincularnos con alguna célula durmiente de Al Qaeda en el Magreb o con el 11-M, en una vuelta de tuerca más a la teoría de la conspiración que tanto os ha servido para vender vuestra nauseabunda prensa diaria. Primero éramos pro abertzales, después proetarras, por último éramos etarras directamente (aparecimos en la sección de Terrorismo en varios diarios) ha faltado afirmar que somos los nuevos jefes del comando Madrid. Hasta un periodista de ABC nos ha dedicado un rap con una chispa y un ingenio demoledores, que tiemblen en la próxima batalla de gallos.
No me gustaría cerrar esta polémica sin mandar un abrazo fraternal a todos aquellos que nos han mostrado su solidaridad y apoyo desde el principio, así como al consistorio sevillano por no dejarse amedrentar por los ataques de la derecha mediática y las amenazas de la extrema derecha nazi, sacando el concierto adelante. De la misma forma me gustaría dar las gracias a los medios de contra información (Kaos, Insurgente, Tercera Información, lahaine…) por cedernos el espacio que los grandes medios burgueses nos negaron para ofrecer nuestra versión del conflicto, muy especialmente a Rebelión.org por no publicar ni el primer comunicado ni el manifiesto firmado por artistas e intelectuales, algunos de ellos colaboradores habituales en dicho medio, qué decepción. Dice el refrán popular que a la gente se la conoce en las adversidades, también queremos saludar de forma más fría a aquellos que nos han dejado en la estacada (que también los ha habido). Sin olvidarnos de todos esos machotes que nos han tildado de cobardes por condenar a ETA, hacen lo mismo que los periodistas de El Mundo o ABC, quedarse con lo que les interesa para obviar y evadir que nosotros desde un principio mantuvimos esa postura. Nos pueden acusar de haber empleado el lenguaje criminalizador de los media por haber utilizado el término «condena» y yo al menos pido disculpas por ello, pero evidentemente si me citan en la Audiencia condenaré, no voy a inmolarme ni ser un mártir, renunciar a mi vida y comer cárcel o una multa que no puedo pagar (ni me pagarán esos que desde el confort anónimo de internet nos llaman cobardes) por una cuestión semántico-lingüística. Creo que (y ha quedado demostrado) hacemos mucho más daño fuera de la cárcel, es cuestión de estrategia y sobretodo de sentido común. ¿Miedo? Por supuesto, un miedo de cojones: cuando tienes una denuncia en la Audiencia Nacional, sales en todos los periódicos y el Alcalde de Sevilla, periodistas de Público y ADN te preguntan «si condenas», respondes que Sí por mero instinto de supervivencia. Los que condenan de forma gratuita son ellos, si tuvieran la más mínima empatía, tendrían que haber tenido en cuenta que no somos una organización política con dilatada experiencia en la represión, sólo somos dos chavales de barrio a los que el mundo se les vino encima tras aparecer como proetarras en Antena 3 y Tele Madrid, con una denuncia en la Audiencia Nacional y que ni si quiera tenían dinero para un abogado; nosotros a diferencia de ellos, no tenemos tanto afán recaudatorio. Hay que tenerlos cuadrados para llamarnos traidores, a nosotros un grupo que (¿modestia aparte? no, bien centrada) de lo único de lo que podemos presumir, es de tener un inmaculado currículum en cuanto a la lucha desinteresada contra el fascismo se refiere, y ahí está lista con más de 50 conciertos a nuestras espaldas por todo el estado. Los toros se torean muy bien desde la barrera, de la misma forma que se puede ser muy radical desde el salón de casa. Aviso para navegantes: ya comprobaréis lo cobardes y traidores que somos cuando salga el disco…
Y mesurando el volumen de los ladridos que hemos conseguido arrancar a la derecha, únicamente me queda parafrasear al famoso Hidalgo para poner de manifiesto que, ladran, luego cabalgamos. No sólo ladran, sino que tiran espuma por la boca entre convulsiones, lo cual quiere decir que hemos hecho bien nuestro trabajo. De la misma forma que se establecen formas de hegemonía y sometimiento, distintas formas de desobediencia y negación de esa hegemonía se perpetuarán ya que, el sistema que produzca dominación, engendrará siempre resistencia. En nuestras manos está que la chispa griega se convierta en el incendio que ilumine la Europa de los pueblos. La ferocidad y el autoritarismo de la clase dominante enmascaran a duras penas su miedo terrible, tiemblan como flanes, como párvulos en su primer día de colegio. Conscientes de que su chiringuito peligra, enseñan los dientes (y sus porras, balas y gases lacrimógenos) como la bestia acorralada que son. El reloj de la historia ha vuelto a ponerse en marcha y el proletariado europeo reniega de Sancho y comienza ya a vislumbrar gigantes y no molinos: gigantes energéticos, gigantes financieros, gigantes mediáticos…
Seamos locos, seamos Quijotes… hay más motivos que nunca.