La economía china se encuentra hoy en un estatus de “nueva normalidad” y se prevé mantenga tasa de crecimiento de cerca del siete por ciento en los próximos cinco años, según el ministro de Hacienda, Lou Jiwei.
A través de una declaración divulgada al término de la Reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20, que tuvo lugar a lo largo de dos días en Ankara, Turquía, Lou, de conjunto con Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Popular de China, indicaron que no hay bases para que el renminbi (moneda nacional) continúe devaluándose por largo tiempo.
En el comunicado Zhou declaró que la burbuja en el mercado de valores chino se mantuvo creciendo antes de junio de 2015. El Índice Compuesto de Shanghai ascendió 70 por ciento de marzo a junio pasados.
En agosto último, Beijing aplicó una fase de corrección del mercado de valores, la tercera de su tipo, que tuvo algunos efectos globales.
El Gobierno, por su parte, ha aplicado medidas para evitar a su economía riesgos sistemáticos. En ese sentido, el Banco Popular de China ha proporcionado liquidez al mercado a través de múltiples canales.
Esas iniciativas están frenando que el mercado de valores descienda de forma estrepitosa así como la incidencia de riesgos sistemáticos.
La comunicación enviada este domingo señala que desde la corrección de agosto en el mercado de valores, el apalancamiento de inversionistas en el mercado de valores ha bajado significativamente y la economía real no ha sufrido impacto.
La reforma de la cotización de precio medio del mecanismo de tipo de cambio del renminbi el 11 de agosto es un paso importante para la reforma de comercialización de la tasa del renminbi.
También conocido como yuan, el renminbi se devaluó en determinado grado después de la reforma, pero la moneda estaba sobrevaluada por razones como la cotización del dólar, y de acuerdo con especialistas, el valor generalmente se deprecia en economías de mercados emergentes.
Sin embargo, no hay una sustancial transformación en la economía real de China y el amplio superávit continúa en el comercio exterior del país, por lo que no hay fundamentos para que el renminbi siga devaluándose por largo tiempo, afirmó Zhou.
En su opinión existen dos razones por las que la tasa de crecimiento de China iniciará un período de siete por ciento, una el rápido índice de crecimiento de nueve a 10 por ciento en el pasado y que dependía altamente de la estimulación de políticas que no eran sostenibles.
Esa situación provocó la sobrecapacidad y un incremento masivo de inventarios que tomará algunos años consumir, explicó.
Al respecto alertó que el próximo quinquenio será un período difícil para la reforma de la economía china, y los principales objetivos necesitan alcanzarse para el año 2020.
El otro aspecto se refiere a que el ciclo económico de China es diferente al de los países desarrollados.
Estos generalmente iniciaron el proceso de desapalacamiento después de la crisis global, sin embargo, China inició su proceso de apalacamiento entre 2009 y 2010 y logró una tasa de incremento de 10 por ciento, enfatizó.
Por su parte Lou subrayó que hay algunos cambios positivos en la economía china a pesar de la baja tasa de crecimiento, incluido el índice de contribución al crecimiento de consumo superior al de inversión.
Esta nación está tomando medidas para reducir la diferencia fiscal y mantener un crecimiento económico moderado, apoyando la reforma estructural, añade el comunicado.
Pese al descenso del dividendo demográfico y de la caída en la tasa de recuperación de capital, China ha logrado un crecimiento de siete por ciento.
(Con información de Prensa Latina)
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
A través de una declaración divulgada al término de la Reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20, que tuvo lugar a lo largo de dos días en Ankara, Turquía, Lou, de conjunto con Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Popular de China, indicaron que no hay bases para que el renminbi (moneda nacional) continúe devaluándose por largo tiempo.
En el comunicado Zhou declaró que la burbuja en el mercado de valores chino se mantuvo creciendo antes de junio de 2015. El Índice Compuesto de Shanghai ascendió 70 por ciento de marzo a junio pasados.
En agosto último, Beijing aplicó una fase de corrección del mercado de valores, la tercera de su tipo, que tuvo algunos efectos globales.
El Gobierno, por su parte, ha aplicado medidas para evitar a su economía riesgos sistemáticos. En ese sentido, el Banco Popular de China ha proporcionado liquidez al mercado a través de múltiples canales.
Esas iniciativas están frenando que el mercado de valores descienda de forma estrepitosa así como la incidencia de riesgos sistemáticos.
La comunicación enviada este domingo señala que desde la corrección de agosto en el mercado de valores, el apalancamiento de inversionistas en el mercado de valores ha bajado significativamente y la economía real no ha sufrido impacto.
La reforma de la cotización de precio medio del mecanismo de tipo de cambio del renminbi el 11 de agosto es un paso importante para la reforma de comercialización de la tasa del renminbi.
También conocido como yuan, el renminbi se devaluó en determinado grado después de la reforma, pero la moneda estaba sobrevaluada por razones como la cotización del dólar, y de acuerdo con especialistas, el valor generalmente se deprecia en economías de mercados emergentes.
Sin embargo, no hay una sustancial transformación en la economía real de China y el amplio superávit continúa en el comercio exterior del país, por lo que no hay fundamentos para que el renminbi siga devaluándose por largo tiempo, afirmó Zhou.
En su opinión existen dos razones por las que la tasa de crecimiento de China iniciará un período de siete por ciento, una el rápido índice de crecimiento de nueve a 10 por ciento en el pasado y que dependía altamente de la estimulación de políticas que no eran sostenibles.
Esa situación provocó la sobrecapacidad y un incremento masivo de inventarios que tomará algunos años consumir, explicó.
Al respecto alertó que el próximo quinquenio será un período difícil para la reforma de la economía china, y los principales objetivos necesitan alcanzarse para el año 2020.
El otro aspecto se refiere a que el ciclo económico de China es diferente al de los países desarrollados.
Estos generalmente iniciaron el proceso de desapalacamiento después de la crisis global, sin embargo, China inició su proceso de apalacamiento entre 2009 y 2010 y logró una tasa de incremento de 10 por ciento, enfatizó.
Por su parte Lou subrayó que hay algunos cambios positivos en la economía china a pesar de la baja tasa de crecimiento, incluido el índice de contribución al crecimiento de consumo superior al de inversión.
Esta nación está tomando medidas para reducir la diferencia fiscal y mantener un crecimiento económico moderado, apoyando la reforma estructural, añade el comunicado.
Pese al descenso del dividendo demográfico y de la caída en la tasa de recuperación de capital, China ha logrado un crecimiento de siete por ciento.
(Con información de Prensa Latina)
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]