Sorge escribió:Yo no se de donde saca Alan Wood que todo el mundo "stalinistas" considerara a la URSS un paraiso socialista y al PCUS un partido genuino socialista,aquellos que se acercado más a dicho planteamiento han hecho autocritica.
Hola! Mira, ya que el artículo de Woods es una réplica a las vulgaridades del simpático artículo de los “monstruos marinos” del comunista -
escuela de Stalin- Israel Shamir, se me ocurre que se refiere a esos estalinistas del tipo Shamir, quien a todas luces no está entre esos de la escuela de la infalibilidad e incuestionabilidad que vos decís que habrían “hecho auto-crítica”.
Por cierto, sería muy ilustrador enterarse en qué ha consistido dicha “auto-crítica” que mencionas.
Como habrás notado, Israel Shamir guardó silencio ante cada una de las preguntas hechas por Woods, ya que le interesó más escamotear rápidamente todo ese añejo asunto relacionado con la URSS:
Se “liberó” de la “discusión talmúdica sobre lo que dijeron exactamente Marx, Lenin o Stalin” [sic] y se apresuró en arrojar las “almas” de Trotski y Stalin al ectoplásmico “regazo de Marx en el Paraíso Comunista” [sic]...
Así que pongo acá solo la última pregunta de Woods, para tantear qué onda con las posiciones de los “auto-críticos” al menos en este asunto:
“Si en la URSS había una genuina democracia obrera, ¿por qué los trabajadores soviéticos no lucharon para defender el viejo régimen? ¿Cómo pudo ocurrir que más de medio siglo después de lo que Israel Shamir llama socialismo pudieran restablecer el capitalismo sin una guerra civil? ”
Sorge escribió:Sobre lo que pronostico Trotsky a cerca de la URSS, en su obra la revolución traicionada capitulo XI ¿a donde va la URSS? escribe lo siguiente
:La revolución que la burocracia prepara contra sí misma no será social como la de Octubre de 1917; no se tratará cambiar las bases ecónomicas de la sociedad ni de reemplazar una forma de propiedad por otra. La historia ha conocido, aparte de las revoluciones sociales que han sustituido el feudalismo por el regimen burgues, revoluciones políticas que sin llegar a los fundamentos económicos de la sociedad, derriban las antiguas formaciones dirigentes (1830 y 1848, en Francia; febrero de 1917 en Rusia). La caida de la casta bonarpartista tendrá profundas consencuencias sociales, pero se mantendrá dentro de los marcos de una transformación pólitica.
Me gustaria saber de que obra saca Alan Wood su cita, porque se opone a esta afirmación.
Rayos! Si hubieses puesto la cita que usa Woods harías más fácil que el resto de los usuarios pudiera ayudarte con tus inquietudes... Revisé el artículo de Woods. Supongo te refieres a esta, ¿no?:
Alan Woods escribió: Trotsky no sólo pronosticó que la burocracia estalinista terminaría restaurando el capitalismo en la URSS. También dio una descripción precisa de lo que ocurriría más tarde: “La caída de la actual dictadura burocrática, si no es sustituida por un nuevo poder socialista, significará el regreso a las relaciones capitalistas, con un declive catastrófico de la industria y la cultura”. Esto es exactamente lo que ha ocurrido en Rusia durante los últimos diez años.
Mira, esta cita fue tomada del libro LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA; Cap. IX: ¿Qué es la URSS?; página 212 en esta edición digital de la Fundación Federico Engels:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Ahí se lee:
Lev Trotski escribió:La caída del régimen soviético provocaría infaliblemente la de la economía planificada y, por tanto, la liquidación de la propiedad estatalizada. El lazo obligado entre los trusts y las fábricas en el seno de los primeros, se rompería. Las empresas más favorecidas serían abandonadas a sí mismas. Podrían transformarse en sociedades por acciones o adoptar cualquier otra forma transitoria de propiedad, tal como la participación de los obreros en los beneficios. Los koljoses se disgregarían al mismo tiempo, y con mayor facilidad. La caída de la dictadura burocrática actual, sin que fuera reemplazada por un nuevo poder socialista, anunciaría, también, el regreso al sistema capitalista con una baja catastrófica de la economía y de la cultura.
Espero haberte ayudado con tu inquietud!!
Ahora usuario Sorge -veo que sos un especialista en el uso de citas y que te gustan mucho- sería bueno que nos indicases en qué te apoyas exactamente para afirmar que ambas citas se oponen entre sí.
Digo esto porque a primera vista -no hace falta haber leído siquiera el libro de Trotski- se puede advertir que aquí se está hablando de asuntos que, aunque relacionados con el mismo tema, son diametralmente opuestos. Me explico. Corrígeme si me equivoco.
Primero, la cita usada por Woods en su artículo, donde Trotski advierte -ya en 1936- acerca de la amenaza de la restauración capitalista y sus consecuencias catastróficas en la sociedad soviética, creo no merece ninguna explicación especial. Todos sabemos del lamentable desenlace en que concluyó la experiencia del socialismo-nacional aislado en la difunta URSS.
Sobre el mismo asunto, en otra parte del libro el viejo agrega:
Lev Trotski escribió:Las normas políticas y jurídicas establecidas por la revolución ejercen, por una parte, una influencia favorable sobre la economía atrasada y sufren, por otra, la acción deprimente de un medio retrasado. Cuanto más largo sea el tiempo que la URSS permanezca rodeada por un medio capitalista, más profunda será la degeneración de los tejidos sociales. Un aislamiento indefinido provocaría infaliblemente no el establecimiento de un comunismo nacional, sino la restauración del capitalismo. (Ibíd., p. 249)
Lev Trotski escribió:Dos tendencias opuestas se desarrollan en el seno del régimen. Al desarrollar las fuerzas productivas —al contrario del capitalismo estancado—, ha creado los fundamentos económicos del socialismo. Al llevar hasta el extremo —con su complacencia para los dirigentes— las normas burguesas del reparto, prepara una restauración capitalista. La contradicción entre las formas de la propiedad y las normas de reparto no puede crecer indefinidamente. De manera que las normas burguesas tendrán que extenderse a los medios de producción o las normas de distribución tendrán que corresponderse con el sistema de propiedad socialista.
La burocracia teme la revelación de esta alternativa. En todas partes: en la prensa, en la tribuna, en la estadística, en las novelas de sus escritores y en los versos de sus poetas, en el texto de su nueva Constitución, emplea las abstracciones del vocabulario socialista para ocultar las relaciones reales tanto en la ciudad como en el campo. Esto es lo que hace tan falsa, tan mediocre y tan artificial la ideología oficial. (Ibíd., p. 208)
Esto me recordó que luego el heredero inmediato de Stalin dejaría la fraseología propagandística acerca de la “dictadura del proletariado” , arrojando arena a los ojos con la nueva extravagancia del advenimiento del “Estado de todo el pueblo”, donde al parecer -como ya era tradición- el mero decreto del burócrata, sería suficiente para diluir, en tan absurda abstracción, toda la diferenciación real entre, p. e., un milico mariscal, director de trust o secretario general vitalicio y las criadas o jardineros asalariados en sus dachas a cargo de las flores más perfumadas de su jardín socialista.1 (Ver nota al pie)
En fin, la idea del viejo Trotski que cita Alan Woods, se reduce a que:
Si la casta burocrática no era reemplazada por un NUEVO PODER SOCIALISTA, esto se traduciría en unas consecuencias catastróficas a nivel económico y cultural, producto de la inevitable restauración del capitalismo gentileza de sus crías. Claro como el agua.
Ahora, salta a la vista que la cita puesta por el usuario Sorge como “el pronóstico de Trotski acerca de la URSS” se refiere a esa otra alternativa, que constituye una tarea opuesta por el vértice a la de la restauración capitalista:
¡¡El derrocamiento de la burocracia a manos de un nuevo poder socialista!! Claro, como el vodka.
Cualquiera que se haya familiarizado medianamente con las posiciones defendidas por Trotski -aunque solo sea para tergiversarlas-, se habrá dado cuenta que aquí se está ante la famosa “revolución política” en la cual el viejo depositó su confianza.
Dicha revolución política a diferencia de la restauración capitalista, al barrer el dominio despótico de una caduca excrecencia sobre el organismo social, no tendría necesidad de modificar el régimen de propiedad socializada instaurado por la revolución, al contrario. Sólo la clase obrera al recuperar el poder político sería capaz de salvar las bases económicas del Estado Obrero del proceso de degeneramiento burocrático que se encaminaba hacia la restauración burguesa, al regenerar la democracia proletaria, es decir, su dominio de clase, el Estado de SU DICTADURA, etc., etc., etc.
El libro está ahí, cualquiera puede leerlo.
Hasta ahí con las citas misteriosas. Al contrario del usuario Sorge, no veo ninguna incoherencia en todo este asunto.
Para redondear y despejar el asunto de “el pronóstico de Trotski acerca de la URSS”, por acá un pasaje que expone todas las variantes adelantadas por Lev Davidovich tras su análisis hecho en el libro LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA: ¿Qué es y adónde va la URSS?:
Lev Trotski escribió:Para comprender mejor el carácter social de la URSS de hoy, formulemos dos hipótesis para el futuro.
1) Supongamos que la burocracia soviética es arrojada del poder por un partido revolucionario que tenga todas las cualidades del viejo partido bolchevique; y que, además, esté enriquecido con la experiencia mundial de los últimos tiempos. Este partido comenzaría por restablecer la democracia en los sindicatos y en los soviets. Podría y debería restablecer la libertad de los partidos soviéticos. Con las masas, a la cabeza de las masas, procedería a una limpieza implacable de los servicios del Estado; aboliría los grados, las condecoraciones, los privilegios, y restringiría la desigualdad en la retribución del trabajo, en la medida que lo permitieran la economía y el Estado. Daría a la juventud la posibilidad de pensar libremente, de aprender, de criticar, en una palabra, de formarse. Introduciría profundas modificaciones en el reparto de la renta nacional, conforme a la voluntad de las masas obreras y campesinas. No tendría que recurrir a medidas revolucionarias en materia de propiedad. Continuaría y ahondaría la experiencia de la economía planificada. Después de la revolución política, después de la caída de la burocracia, el proletariado realizaría en la economía importantísimas reformas sin que necesitara una nueva revolución social.
2) Si, por el contrario, un partido burgués derribara a la casta soviética dirigente, encontraría no pocos servidores entre los burócratas actuales, los técnicos, los directores, los secretarios del partido y los dirigentes en general. Una depuración de los servicios del Estado también se impondría en este caso; pero la restauración burguesa tendría que deshacerse de menos gente que un partido revolucionario. El objetivo principal del nuevo poder sería restablecer la propiedad privada de los medios de producción. (…) Aunque la burocracia soviética haya hecho mucho por la restauración burguesa, el nuevo régimen se vería obligado a llevar a cabo, en el régimen de la propiedad y el modo de gestión, una verdadera revolución y no una simple reforma.
3) Sin embargo, admitamos que ni el partido revolucionario ni el contrarrevolucionario se adueñen del poder. La burocracia continúa a la cabeza del Estado. La evolución de las relaciones sociales no cesa. Es evidente que no puede pensarse que la burocracia abdicará en favor de la igualdad socialista. Ya desde ahora se ha visto obligada, a pesar de los inconvenientes que esto presenta, a restablecer los grados y las condecoraciones; en el futuro, será inevitable que busque apoyo en las relaciones de propiedad. Probablemente se objetará que poco importan al funcionario elevado las formas de propiedad de las que obtiene sus ingresos. Esto es ignorar la inestabilidad de los derechos de la burocracia y el problema de su descendencia. El reciente culto de la familia soviética no ha caído del cielo. Los privilegios que no se pueden legar a los hijos pierden la mitad de su valor; y el derecho de testar es inseparable del derecho de la propiedad. No basta ser director de trust, hay que ser accionista. La victoria de la burocracia en ese sector decisivo crearía una nueva clase poseedora. Por el contrario, la victoria del proletariado sobre la burocracia señalaría el renacimiento de la revolución socialista.
La tercera hipótesis nos conduce así, a las dos primeras, que citamos primero para mayor claridad y simplicidad. (íbid., p. 213)
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Notas
1 Alusión a la requisitoria del fiscal general Vishinski contra los bolcheviques en el Juicio de 1936: “
viles aventureros que han intentado pisotear con sus sucios pies las flores más perfumadas de nuestro jardín socialista, embusteros e histriones, miserables pigmeos que semejan perrillos insignificantes arremetiendo contra un elefante. (..) Un final triste e infame espera a estos hombres que pertenecieron a nuestras filas, pero que nunca se distinguieron ni por su firmeza ni por su abnegación por la causa del socialismo.” Citado por Pierre Broué en: Los procesos de Moscú.
Andrei Vishinski (1883-1954): Abogado. Entre el período de 1903-1905 fue menchevique; luego abandonó la política y se acomodó dentro del régimen zarista. Sirvió a los intereses de los magnates petroleros del Cáucaso. Tras el derrocamiento del zar en 1917, volvió al menchevismo y combatió ferozmente a la Revolución de Octubre, para desaparecer, después de la victoria de ésta, de la escena política durante tres años. Algunas fuentes afirman que habría firmado la orden de detención de Lenin bajo el cargo de espía alemán durante el Gobierno Provisional. En 1920 se cuela en las filas del partido victorioso (bolchevique) haciendo luego una brillante carrera al interior de la burocracia socialista-nacional: fue sucesivamente lector y profesor de la Universidad de Moscú, y en 1928, después de la derrota de la Oposición, llega a Rector. En los años en que se impone la autoridad política de J. V. Stalin, asciende con gran rapidez: Director de Enseñanza Superior; fiscal de la R.S.F.S.R. en 1931; Fiscal Adjunto de la U.R.S.S. en 1933; y por fin, Fiscal General en 1935, cuando adquiere fama mundial al exigir la muerte de los viejos bolcheviques de los tiempos de Lenin durante los shows de confesiones conocidos como los Juicios de Moscú (1936-1938). Fue ascendido a ministro de Relaciones Exteriores cargo que ocupó entre 1949-1953. Fue condecorado a lo largo de su vida tres veces con la Orden de Lenin, con la Orden de la Bandera Roja, etc...