El presidente anunció el envío de un proyecto el Congreso para “beneficiar el acceso al empleo de los jóvenes”. Grandes beneficios para las empresas, precarización para la juventud.
En medio del debate por los proyectos de leyes contra los despidos, el presidente Mauricio Macri anunció ayer el envío al Congreso de un plan nacional llamado “Primer Empleo” destinado, según sus palabras, a favorecer la inserción laboral de la juventud.
Con este proyecto busca bloquear la posibilidad de que se desarrollen normas que puedan prohibir efectivamente las cesantías que se vienen llevando adelante. Como ya lo había dado a conocer el gobierno, de votarse una ley de ese tipo, el mismo Poder Ejecutivo la vetaría.
En el mediodía de este lunes, en una breve conferencia en la Casa Rosada, Macri afirmó que el plan anunciado era una “promesa de campaña” destinada a crear “trabajo de calidad”.
Sin embargo, detrás de la pompa y los anuncios con sonrisas, lo que hay son anuncios de enormes beneficios para las empresas.
El proyecto de ley de Primer Empleo está destinado a los jóvenes de entre 18 y 24 años. En el caso de las provincias que forman parte del Plan Belgrano (Misiones, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja), el plan no tendría ese límite de edad.
El proyecto contempla una serie de medidas que benefician esencialmente a las patronales, abriendo las condiciones para una mayor precarización para la juventud.
• Las empresas que empleen a jóvenes de entre 18 y 24 años se verán beneficiadas por exenciones impositivas, así como por el otorgamiento de subsidios del parte del Estado.
• En las provincias incluidas en el Plan Belgrano se prevén mayores incentivos para los empleadores que formen parte del programa.
• Es un requisito que las personas que hagan uso del plan no tengan más de tres años de experiencia laboral. Si bien no lo detalla, se entiende que este requisito se refiere a experiencia laboral en trabajos registrados.
• La vigencia del plan es por tres años para cada trabajador. Pero año a año los incentivos a las empresas disminuyen progresivamente hasta que, al finalizar el mencionado período, quedan sin efecto.
• Los subsidios y las exenciones serán más altos para las pymes de hasta 200 empleados y se priorizará a los trabajadores con los salarios más bajos.
• Las empresas que tienen hasta 200 trabajadores estarán eximidas del pago del 100 % de las contribuciones patronales durante los primeros doce meses de aportes del empleado, de un 60 % entre los meses 13 y 24, y del 40 % del mes 25 hasta el 36.
• Para las empresas de más de 200 empleados, las exenciones alcanzarán el 80% durante los 12 primeros meses, al 40 % del mes 13 a los 24 meses y el 20 % hasta los 36 meses.
• Se exceptuará del plan a las empresas que estén en un proceso de achicamiento de personal.
PRO-fundizando la precarización
El plan intenta mostrarse como una respuesta al alto desempleo que existe en la juventud. Pero lejos de eso, abre las condiciones para la precarización permanente de la misma.
No se trata de una novedad. Por el contrario, ya han existido planes similares con anterioridad. Uno de los más conocidos es el Plan Primer Paso (PPP) de Córdoba, ideado por José Manuel de la Sota, que otorgaba beneficios similares pero además implicaba que el Estado provincial pagara los salarios, que alcanzaban niveles irrisorios. Era un plan para la precarización del empleo juvenil.
El anuncio del gobierno nacional, por el momento, no contiene mayores precisiones. Sin embargo, al ser tan evidentes las concesiones a los empresarios, no se podría descartar que haya aún mayores ventajas cuando se haga efectivo el proyecto final.
Una posible ventaja podría surgir de la gradualidad de los subsidios. Bajo el argumento de que para recibir el beneficio las empresas no deben achicar la plantilla laboral, el proyecto abre las puertas para que las patronales puedan realizar recontrataciones indefinidamente. De esta forma, podrían beneficiarse aún más de las exenciones.
En el caso de una empresa de hasta 200 trabajadores, la misma se encuentra eximida del pago del 100 % de los aportes durante el primer año. Sólo con mantener estable la plantilla laboral, podrá hacer uso del beneficio. Es decir, podría echar a 5 trabajadores y contratar a 5 nuevos y, según el esquema anunciado, seguir obteniendo el beneficio.
La realidad del empleo juvenil
Según los últimos datos oficiales con los que se cuenta, una tercera parte de los trabajadores en Argentina tiene trabajo no registrado. Es decir que uno de cada tres no cuenta con aportes jubilatorios ni de obra social. Los sectores más golpeados por la precariedad son las mujeres y los jóvenes.
Considerando el último dato disponible en la Encuesta Permanente de Hogares, correspondiente al último trimestre del 2015, la tasa de actividad en los principales 31 aglomerados urbanos es del 57,9 %. Si se desglosa entre varones y mujeres se observa una importante disparidad, llegando los primeros al 70 %, mientras las mujeres se encuentran en el 46,8 %.
En el caso de los jóvenes la situación es peor, considerando la misma zona geográfica, la tasa de empleo para las mujeres de hasta 29 años es del 31,2 %, mientras que para los varones es del 48,7 %. En las regiones incluidas en el Plan Belgrano los valores son menores. En el Noreste solo el 23,6 % de las mujeres de hasta 29 años tiene empleo, mientras que en los varones llega al 36,4 %. Para el Noroeste, el 25,7 % de las mujeres de hasta 29 años se encuentran empleadas, en el caso de los varones de hasta 29 años, la tasa de empleo llega al 43,8 %.
Además, los trabajadores que se encuentran en condiciones de precariedad sufren de una alta inestabilidad laboral y rotación en sus puestos de trabajo.
Según un informe elaborado el año pasado, por la el sitio de búsqueda Bumeran.com, en Argentina la rotación laboral promedio es de 2,2 años. En el caso de los hombres, cada 2,4 años promedio cambian de trabajo, mientras que las mujeres rotan cada dos. Para la juventud la situación es peor, los menores de 25 años cambian trabajo cada año en promedio.
El proyecto anunciado por el gobierno nacional no contempla ninguna solución a estas grandes problemáticas. Solo otorga beneficios al empresariado para que este elija contratar o no a los jóvenes. Una nueva muestra más de la concepción basada en que, si al empresario le va bien, al trabajador le va bien.
Pero la realidad está muy lejos de eso. El Plan Primer Empleo es una nueva demostración de que Macri gobierna para el gran empresariado.
http://www.laizquierdadiario.com/Macri-y-el-Plan-Primera-Flexibilizacion
En medio del debate por los proyectos de leyes contra los despidos, el presidente Mauricio Macri anunció ayer el envío al Congreso de un plan nacional llamado “Primer Empleo” destinado, según sus palabras, a favorecer la inserción laboral de la juventud.
Con este proyecto busca bloquear la posibilidad de que se desarrollen normas que puedan prohibir efectivamente las cesantías que se vienen llevando adelante. Como ya lo había dado a conocer el gobierno, de votarse una ley de ese tipo, el mismo Poder Ejecutivo la vetaría.
En el mediodía de este lunes, en una breve conferencia en la Casa Rosada, Macri afirmó que el plan anunciado era una “promesa de campaña” destinada a crear “trabajo de calidad”.
Sin embargo, detrás de la pompa y los anuncios con sonrisas, lo que hay son anuncios de enormes beneficios para las empresas.
El proyecto de ley de Primer Empleo está destinado a los jóvenes de entre 18 y 24 años. En el caso de las provincias que forman parte del Plan Belgrano (Misiones, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja), el plan no tendría ese límite de edad.
El proyecto contempla una serie de medidas que benefician esencialmente a las patronales, abriendo las condiciones para una mayor precarización para la juventud.
• Las empresas que empleen a jóvenes de entre 18 y 24 años se verán beneficiadas por exenciones impositivas, así como por el otorgamiento de subsidios del parte del Estado.
• En las provincias incluidas en el Plan Belgrano se prevén mayores incentivos para los empleadores que formen parte del programa.
• Es un requisito que las personas que hagan uso del plan no tengan más de tres años de experiencia laboral. Si bien no lo detalla, se entiende que este requisito se refiere a experiencia laboral en trabajos registrados.
• La vigencia del plan es por tres años para cada trabajador. Pero año a año los incentivos a las empresas disminuyen progresivamente hasta que, al finalizar el mencionado período, quedan sin efecto.
• Los subsidios y las exenciones serán más altos para las pymes de hasta 200 empleados y se priorizará a los trabajadores con los salarios más bajos.
• Las empresas que tienen hasta 200 trabajadores estarán eximidas del pago del 100 % de las contribuciones patronales durante los primeros doce meses de aportes del empleado, de un 60 % entre los meses 13 y 24, y del 40 % del mes 25 hasta el 36.
• Para las empresas de más de 200 empleados, las exenciones alcanzarán el 80% durante los 12 primeros meses, al 40 % del mes 13 a los 24 meses y el 20 % hasta los 36 meses.
• Se exceptuará del plan a las empresas que estén en un proceso de achicamiento de personal.
PRO-fundizando la precarización
El plan intenta mostrarse como una respuesta al alto desempleo que existe en la juventud. Pero lejos de eso, abre las condiciones para la precarización permanente de la misma.
No se trata de una novedad. Por el contrario, ya han existido planes similares con anterioridad. Uno de los más conocidos es el Plan Primer Paso (PPP) de Córdoba, ideado por José Manuel de la Sota, que otorgaba beneficios similares pero además implicaba que el Estado provincial pagara los salarios, que alcanzaban niveles irrisorios. Era un plan para la precarización del empleo juvenil.
El anuncio del gobierno nacional, por el momento, no contiene mayores precisiones. Sin embargo, al ser tan evidentes las concesiones a los empresarios, no se podría descartar que haya aún mayores ventajas cuando se haga efectivo el proyecto final.
Una posible ventaja podría surgir de la gradualidad de los subsidios. Bajo el argumento de que para recibir el beneficio las empresas no deben achicar la plantilla laboral, el proyecto abre las puertas para que las patronales puedan realizar recontrataciones indefinidamente. De esta forma, podrían beneficiarse aún más de las exenciones.
En el caso de una empresa de hasta 200 trabajadores, la misma se encuentra eximida del pago del 100 % de los aportes durante el primer año. Sólo con mantener estable la plantilla laboral, podrá hacer uso del beneficio. Es decir, podría echar a 5 trabajadores y contratar a 5 nuevos y, según el esquema anunciado, seguir obteniendo el beneficio.
La realidad del empleo juvenil
Según los últimos datos oficiales con los que se cuenta, una tercera parte de los trabajadores en Argentina tiene trabajo no registrado. Es decir que uno de cada tres no cuenta con aportes jubilatorios ni de obra social. Los sectores más golpeados por la precariedad son las mujeres y los jóvenes.
Considerando el último dato disponible en la Encuesta Permanente de Hogares, correspondiente al último trimestre del 2015, la tasa de actividad en los principales 31 aglomerados urbanos es del 57,9 %. Si se desglosa entre varones y mujeres se observa una importante disparidad, llegando los primeros al 70 %, mientras las mujeres se encuentran en el 46,8 %.
En el caso de los jóvenes la situación es peor, considerando la misma zona geográfica, la tasa de empleo para las mujeres de hasta 29 años es del 31,2 %, mientras que para los varones es del 48,7 %. En las regiones incluidas en el Plan Belgrano los valores son menores. En el Noreste solo el 23,6 % de las mujeres de hasta 29 años tiene empleo, mientras que en los varones llega al 36,4 %. Para el Noroeste, el 25,7 % de las mujeres de hasta 29 años se encuentran empleadas, en el caso de los varones de hasta 29 años, la tasa de empleo llega al 43,8 %.
Además, los trabajadores que se encuentran en condiciones de precariedad sufren de una alta inestabilidad laboral y rotación en sus puestos de trabajo.
Según un informe elaborado el año pasado, por la el sitio de búsqueda Bumeran.com, en Argentina la rotación laboral promedio es de 2,2 años. En el caso de los hombres, cada 2,4 años promedio cambian de trabajo, mientras que las mujeres rotan cada dos. Para la juventud la situación es peor, los menores de 25 años cambian trabajo cada año en promedio.
El proyecto anunciado por el gobierno nacional no contempla ninguna solución a estas grandes problemáticas. Solo otorga beneficios al empresariado para que este elija contratar o no a los jóvenes. Una nueva muestra más de la concepción basada en que, si al empresario le va bien, al trabajador le va bien.
Pero la realidad está muy lejos de eso. El Plan Primer Empleo es una nueva demostración de que Macri gobierna para el gran empresariado.
http://www.laizquierdadiario.com/Macri-y-el-Plan-Primera-Flexibilizacion