No querer homenajear, con un minuto de silencio, a un cuadro dirigente de la fracción más corrupta de la oligarquía no es una falta de respeto. De hecho, es la actitud que deberían adoptar los demócratas y las personas decentes.Hay muertes que pesan más que el Monte Tao.
Y hay muertes que pesan menos que una pluma.
Faltar al respeto de los fallecidos y sus familias es esto;
Saludos.