Arte y Revolución
Richard Wagner – año 1849
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•Presentación:
Wagner escribió los tres textos aquí reunidos en París, en donde se refugió tras haber apoyado el Alzamiento de mayo de 1849 en Dresde. Arrastrado por el entusiasmo de los procesos revolucionarios iniciados en 1848, conocedor de las ideas de Proudhon y de su amigo Bakunin, alejado de su patria (una tierra germánica en busca de unificación), fascinado por una particular interpretación de la cultura griega y pasando alguna penuria por no poder estrenar unas óperas que ya le habían dado cierta fama, Wagner, combinando lucidez e ingenuidad, analiza la situación de un arte moderno excesivamente sometido a las exigencias del dinero y esboza el camino que, con el gran impulso revolucionario, habría de tomar el arte para recobrar su perdida plenitud. En el mes de junio de 1849, en una carta dirigida a su amigo (y futuro suegro) Franz Liszt, Wagner escribió: "No tengo dinero, pero lo que sí tengo es un enorme deseo de cometer actos de terrorismo artístico". Más allá del influjo que, sin duda, tuvieron, en otros y en el desarrollo de su obra, estos escritos destilan ante todo rebeldía.
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Wagner escribió los tres textos aquí reunidos en París, en donde se refugió tras haber apoyado el Alzamiento de mayo de 1849 en Dresde. Arrastrado por el entusiasmo de los procesos revolucionarios iniciados en 1848, conocedor de las ideas de Proudhon y de su amigo Bakunin, alejado de su patria (una tierra germánica en busca de unificación), fascinado por una particular interpretación de la cultura griega y pasando alguna penuria por no poder estrenar unas óperas que ya le habían dado cierta fama, Wagner, combinando lucidez e ingenuidad, analiza la situación de un arte moderno excesivamente sometido a las exigencias del dinero y esboza el camino que, con el gran impulso revolucionario, habría de tomar el arte para recobrar su perdida plenitud. En el mes de junio de 1849, en una carta dirigida a su amigo (y futuro suegro) Franz Liszt, Wagner escribió: "No tengo dinero, pero lo que sí tengo es un enorme deseo de cometer actos de terrorismo artístico". Más allá del influjo que, sin duda, tuvieron, en otros y en el desarrollo de su obra, estos escritos destilan ante todo rebeldía.