A gobierno uruguayo se le cae la careta

A gobierno uruguayo se le cae la careta Venezuela en el centro de agresión internacional

En estos días uno de los centros de la política mundial y regional ha sido la agresión política y diplomática por parte de los diseños desestabilizadores de instituciones y procesos democráticos populares como es objeto en estos momentos la República Bolivariana de Venezuela. No tenemos duda que ello es parte de los planes estratégicos de Estados Unidos de recuperar las principales reservas mundiales de petróleo y gas, pues su economía así se lo exige, para los próximos años.

Ello influye en forma decisiva en toda la política y geopolítica para sus decisiones acerca de donde hay o no hay democracia. Es evidente además, que ello por lo menos se corresponde con la política de agresión que han sufrido los países de distintos continentes pero que en forma explícita lo hansufrido los países de Medio Oriente, en los últimos treinta años.

Algo que parecía tan complejo, en la ofensiva “globalizadora” y privatizadora mundial ha ido clarificándose en forma cada vez más expresa en los últimos tiempos, y si bien la ofensiva de EEUU y sus aliados de la OTAN, ha conocido niveles nunca vistos por la devastación y muerte contra países, como Afganistán, Irak, Siria, Líbano, el pueblo Palestino, Yemen, Libia, Sudan Nigeria. Se puede decir que la agresión es generalizada a los pueblos del mundo y ello se ha generalizado también para la región, y hoy, se puede afirmar que ello se ha focalizado en Venezuela y el gobierno de Maduro, que hasta el momento ha iniciado desde el liderazgo de Hugo Chavea y proceso de transformaciones revolucionarias para el país que ha contado desde siempre con la oposición política y militar de las clases oligárquicas y dominantes en este país y en la región. Esta ha sido hasta nuestros días la conducta de quiénes han usurpado el poder económico político y militar, contra los pueblos latinoamericanos y paradojalmente, hoy desde la OEA y llevan adelante por el deterioro de gobiernos vacilantes que no confían en el mandato de sus pueblo, y se suman a las campañas mediáticas internacionales. Lo que resulta claro en estos días, que la OEA con Almagro alfrente se ha convertido en un “ejemplo”, desempolvada democracia que impresiona y pretende convertirse en una nueva empresa para leguleyos diplomáticos sin trabajo en busca de nuevas aventuras de división de países o desestabilización de gobiernos electos pero que no son del agrado de Washington.

En nuestro país, el gobierno se ha sumado a este coro intervencionista, contra Venezuela, y aún no se han dado cuenta que el parlamento paraguayo arde en llamas, en el centro de América del Sur. Aunque por este camino político que optan las viejas clases reaccionarias en el poder, ello no hará más que intensificar las luchas populares, ante la crisis que ya se instala y tiene centros dispersos, pero que las problemas tienen una misma raíz, y es la superexplotación y el despojo que viven los trabajadores y campesinos, en ésta época de privatizaciones, crecimientos de la deuda externa y entrega de la soberanía a intereses extranjeros. Los reclamos de “democracia” de la OEA y de la cancillería uruguaya, es parte del viejo plan de mantener encadenados a nuestros países y pueblos al capital extranjero y a la diplomacia de los cañones de Washington.